Fueron muchas las críticas que se hicieron a los artistas colombianos que en días pasados manifestaron su apoyo a los ciudadanos que se sienten inconformes y cansados de promesas que nunca se cumplen y de una clase política integrada por una mayoría que vela no por los intereses de los más necesitado, sino de unos cuantos que les ayudan a llegar al poder con la idea de que les favorezcan.
Sorprendió además que reconocidos y reconocidas periodistas como Darcy Quinn por ejemplo, preguntaran en los micrófonos de Caracol Radio si está bien que un artista opine sobre temas políticos.
¿Desde cuándo los artistas están inhabilitados para hablar sobre estos asuntos?; ¿se les olvidó que estos también son ciudadanos y que como tal sienten y padecen los mismos problemas que debe enfrentar un colombiano del común?; ¿es que acaso un artista debe ser indiferente con la situación del país? O peor aún, ¿por dedicarse a este oficio se les considera seres incapaces de pensar y opinar sobre el acontecer nacional?
Por supuesto que un artista debe opinar sobre lo que ocurre en nuestro país. Nadie mejor que ellos para interpretar la indignación que sienten los colombianos del común, porque para realizar su labor, bien sea desde la pintura, la música, las artes escénicas, el cine, la televisión, etc., deben conectarse con la gente del común, de lo contrario su trabajo no tendría sentido.
Será que a quienes cuestionan a este gremio no recuerdan que cuando los políticos están en campaña los buscan para aparecer en público con ellos y así ganar votos. Ya se les olvidó que en 1998 Margarita Rosa de Francisco apoyó públicamente a Noemí Sanín; que lo mismo hizo Amparo Grisales con Horacio Serpa en la misma época; que la exreina y presentadora María José Barraza hizo lo propio con Andrés Pastrana; que Manolo Cardona respaldó a María Emma Mejía en el año 2000 cuando quiso ser alcaldesa de Bogotá ; que Carolina Sabino apoyó la segunda campaña de Noemí Sanín y que varios actores respaldaron la última campaña de Antanas Mockus a la presidencia.
¿Por qué entonces a los colegas periodistas que hoy cuestionan a los artistas porque se unen a una protesta ciudadana contra lo que consideran que desde el Gobierno Nacional está mal hecho, no les hacen el mismo cuestionamiento cuando apoyan a determinado personaje político que está en campaña?, ¿Por qué ahí si les parece que está bien?
¿Quién dijo que un actor como Julián Román por ejemplo, no puede manifestar su inconformismo con un proyecto de ley que busca afanosamente librar de la cárcel a Andrés Felipe Arias? El, al igual que los demás, es un ciudadano con el derecho a la libre opinión y en su caso particular, por los diferentes papeles que como actor ha interpretado, que tienen que ver con algún personaje de la vida nacional, tiene el país en su cabeza de la misma manera como sucede con su colega Nicolás Montero quien interpretó a Luis Carlos Galán en el “El Patrón del mal” y con María Cecilia Botero, Kristina Lilley o Marta Liliana Ruiz quienes también han encarnado diferentes personajes de la vida nacional.
Decir o insinuar que un artista no puede ni debe opinar sobre temas políticos, es tanto como afirmar que un periodista que cubre deportes no debe ni puede hablar sobre temas políticas.
Un artista no es ningún ser ignorante, por favor, respetemos su oficio y valorémoslo y sobre todo démosle la oportunidad para que manifiesten sus puntos de vista que como ciudadanos tienen.