El pasado 14 de julio con ilusión Colombia alentó a la selección, y no era para menos, ¡la final de la copa América! En medio tanta noticia desalentadora, de tanta contrariedad política y económica, este evento conmocionó a nuestro país.
Los 11 jugadores en la cancha jugaron en equipo en un vals mediocampista que permitía entender la dinámica del futbol, con un opositor grande como el equipo de Argentina, un equipo confiado en ganar.
Jugamos como nunca y perdimos como siempre dirán, pero lo cierto es que la pasión del futbol nos congregó y tal vez el éxito de ser subcampeones no sea suficiente para algunos, ya que nos hemos vuelto absolutistas, todo o nada y nos olvidamos del proceso, el esfuerzo de estos jóvenes nacidos en las orillas más pobres de nuestro país es un tema que vale la pena destacar.
Cada pase, cada jugada representa la disciplina y la motivación de salir adelante. Y es que así debemos jugar en la cotidianidad, darlo todo; trabajar en equipo, ser empáticos con los procesos familiares, sociales y políticos.
El capitán del equipo juega y dirige, pero la coordinación y entrega la dan todos en la cancha. Seamos capitanes y medio campistas, siempre valorando el esfuerzo de otros y otras, aprendiendo de todo dando lo mejor.
Argentina nos metió un gol, ¿por qué?: porque jugó mejor que nuestra selección, y bien merecido, tal vez. triste para su capitán que en esta su última copa tuvo que salir desguinzado, pero ese dolor fue mínimo a ver el triunfo en el campo.
Y así es nuestra vida, hay caídas golpes esguinces, ¡pero siempre debemos levantarnos!
¡Hoy es otro gran día!
Somos subcampeones de la copa América, y las ganadoras de la jornada fueron las mujeres Karol G y Shakira que no solo no lloran sino que ahora facturan.
Mantenernos en el proceso de ser mejores es el mejor de los partidos y para ser mejor, también perder es ganar un poco.