La designación del exmagistrado Iván Velásquez como ministro de Defensa del gobierno de Gustavo Petro, es la mayor garantía que tienen los integrantes del Centro Democrático como prueba de que no serán perseguidos y que sus derechos como ciudadanos se respetarán.
Nadie mejor que Velásquez para darles tranquilidad a la oposición al fin de cuentas, se trata de una persona decente que no va a utilizar su cargo para interceptar de manera ilegal los teléfonos de los congresistas que no estén de acuerdo con el presidente electo, periodistas que denuncien hechos de corrupción ni magistrados de las altas cortes que discutan temas de interés del Gobierno Nacional.
Tampoco se va a prestar a montajes, ni recibirá personajes siniestros haciéndolos ingresar por el sótano. Lo que, sí es claro, es que el próximo mindefensa exigirá transparencia a los militares y policías como lo debe hacer todo funcionario público de alto rango que maneje asuntos delicados para la Nación como el orden público y la seguridad ciudadana.
Todo lo anterior daría tranquilidad y paz a quienes ejercerán la oposición, pero de manera inexplicable ha sucedido lo contrario y desde el momento en que se conoció su nueva tarea, personajes como la senadora Paloma Valencia y el mismo éxpresidente Uribe, no dudaron en hacer comentarios desobligantes a través de las redes sociales.
¿Es esta la manera en que los uribistas actuarán durante los próximos cuatro años? ¿nos alistamos en Colombia para un nuevo período en que la posverdad uribista se tomará una vez más la opinión pública? ¿esta es la oposición inteligente que tanto anuncian?
La labor de investigación que desempeñó el exmagistrado Velásquez en el proceso de la parapolítica, trajo para su vida una serie de persecuciones, señalamientos injuriosos de parte del entonces presidente Álvaro Uribe Vélez, interceptaciones y, una cantidad de hostigamientos indeseables para cualquier ser humano, situaciones que parecen olvidar tanto el uribismo como la columnista María Isabel Rueda, quien en su última columna del diario El Tiempo, desahogó su furia por la designación.
Fue gracias al trabajo de investigación de la parapolítica coordinado por el ministro de Defensa entrante, que el país supo hasta donde llegaron las relaciones de la política nacional y local con las autodefensas colombianas, que no solo terminó por tomarse más del 35% del Congreso de la República, sino que además penetró instituciones como el extinto DAS y comprometió a integrantes de las Fuerzas Militares y de Policía, ¿es esto lo que tanto le molesta el Centro Democrático?
Es claro que el nombramiento de Iván Velásquez no gustó en la militancia uribista y es bueno que el país conozca las razones para tanta molestia porque al menos para mí es bastante particular que todo un partido se disguste porque en el cargo de ministro de Defensa se escoja a una persona decente, trabajadora y que no se va a prestar para irregularidades como chuzar teléfonos de manera ilegal, por ejemplo.