Sánchez y esa otra gente, la opinión de Almudena González Barreda

No sé qué al tanto o cuánto siguen las noticias que les llegan desde España, mis queridos amigos colombianos y de otros rincones del mundo, pero aquí no se habla de otra cosa que de la investidura de Pedro el guapo, la amnistía a los políticos catalanes independentistas (porque de hecho solo una minoría de catalanes son independentistas), y del cabreo de la gente que ya no puede más.

En Alemania, aún nadie habla de ello, pero sospecho que se debe a que no quieren dar voz al hartazgo español porque la extrema derecha alemana viene pisando fuerte y podría ser que tomaran protagonismo en Europa las derechas más radicales. Hay elecciones el año próximo. Aquí se habla de que son muchos los auspiciados por las ayudas del Estado y del problema de mano de obra. Problemas de países ricos. Ya les hablaré de esto, pero no puedo dejar de escribirles de lo otro: de cómo España vira hacia un autoritarismo rancio de izquierdas. Les pongo al corriente.

¿Quién es quién en la política española?

Nadie puede decir que si Pedro el guapo, sale investido presidente sea ilegítimo. No, pero algo de razón lleva el que lo piense. Según nuestro ordenamiento el presidente es el que eligen las Cortes. Para ello, no es necesario sacar más votos, sino tener más apoyos entre los parlamentarios. Esto ha sido así desde 1978 y nadie nunca ha pensado en cambiarlo. En lo único en lo que Pedro no ha mentido jamás es en que no pactaría con la derecha, pero antes que él lo dijo Zapatero, así que, como medida original, nada.

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La derecha española, hoy por hoy bajo las siglas del PP, UPN y VOX (más a la derecha aún) se ha tragado el discurso de la izquierda, y siendo mayoría, no ha sido capaz de encontrar una coalición que salvara a España de lo que está pasando. Mal. Los pajaritos azules del PP tienen miedo al toro bravo de VOX, que si bien tiene razón en muchos de sus postulados (también creo que Podemos empezó con muy bien pie y grandes postulados), deberían mirarse los discursos y la imagen de agresividad perpetua de algunos de sus dirigentes; esa altivez de los que se saben con la razón y no guardan nada de humildad. Ya se sabe, hay elecciones que se ganan por la vía más superficial de todas, la imagen. Bien, como les decía, son mayoría. Pero dentro de esa mayoría, los pajaritos azules no han sabido plantar cara a la izquierda nunca y no han defendido con claridad que la extrema derecha de VOX no va a fusilar a nadie y que es más constitucional que el resto de grupos del Parlamento español.

El resto de grupos con los que pactar son: Sumar, ese compendio de comunistas venidos a más que tienen de máxima figura a Yolanda Díaz, también Barbie política, que hace honor al dicho de las rubias de bote. Las niñas Belarra y Montero estarían en esta agrupación con Unidas Podemos. Se creen muy intelectuales y con grandes aspiraciones, la realidad es que luego lo estropean todo. Sus leyes fallan más que una escopeta de feria. Su modelo: Venezuela, con eso les digo todo. ERC y Junts. Izquierda radical y republicana de Cataluña y la derecha rancia y supremacista catalana. Tienen en común que son independentistas y tienen su negocio en marcha. Y son profesionales del chantaje, el robo y el desvío de capitales. EH-Bildu y PNV. lo mismo, pero en el País Vasco. Durante años se fraguó en despachos y en las calles la eliminación de los terroristas vascos, hoy bajo EH Bildu muchos están en las instituciones, ya ven, con los que mataron sin razón se llegaron a acuerdos políticos y se les hizo concesiones. La izquierda los llama “hombres de paz”, el progresismo español les hace entrevistas y olvidan sus miles de víctimas y que no ha habido arrepentimiento. Pero ahí están, ya no matan. Y los del PNV, les hacen la cama. También están los independentistas gallegos, pobriños, sólo gustan por sus votos y los canarios, que bailan al agua del que más dinero les da.

 ¿Es legal que tengan representación política en el Parlamento aquellos que quieren romper la unidad de España? Sí. ¿Es legítimo pactar con los que quieren romper el Estado, enemigos declarados? Todo depende de la catadura moral del investido. Recordemos que el Partido de Pedro Sánchez, el guapo, no fue el más votado en las elecciones generales del pasado 23 de julio. Si es presidente esta semana, que lo será, es por el pacto con hasta cinco partidos políticos minoritarios nacionalistas que no suman el 6% entre todos ellos juntos. Es decir, al final el futuro político de España está en manos de una minoría que lo que único que quiere es romper el propio país. Todo bastante ilógico.

Las Instituciones contra el pacto

Durante esta última semana asociaciones de Jueces y fiscales, sindicatos policiales, Inspectores de Hacienda, Colegios de Abogados de varias ciudades españolas y la asociación de Historiadores de Catalunya, entre otros muchos, han firmado manifiestos en contra del pacto PSOE y Junts para la investidura. Seguro que en el Palacio de La Moncloa, sede del gobierno español, los han recibido como papel del baño.

Pero todo este revuelo tiene cierto eco en Europa y desde allí ya han pedido una copia de lo que se firme. Ya puede esa Ley de Amnistía ser medida, justa y encontrar un hueco en la Constitución porque todo signo de ruptura de separación de poderes puede suponer un giro al grifo de ayudas de Europa y ya se sabe que no money, no plan.

A Europa no le gustan las autocracias y menos en estos momentos de debilidad y polarización. Europa está bastante herida y no creo que quieran otro país, sumado a Polonia, Hungría, en su lista de países polarizados, aunque éste sea progresista, de izquierdas y se coma la Agenda 2030 a cucharadas. (Les recuerdo que la derecha europea y la nacional se la comen como los yonkis de la Nutella a la deliciosa crema de chocolate fundente).

Ya se ha despenalizado el delito de sedición, se han rebajado las penas a la malversación, se han aplicado indultos a políticos que han prevaricado y Europa no ha dicho nada. Aprobar una amnistía indiscriminada de políticos hacia otros políticos supondría reconocer que nunca hubo delitos de rebelión, terrorismo, nunca se produjo un referéndum ilegal y todo lo que hemos vivido desde entonces es fruto de un sueño y una quimera propia de locos, que viven en un país donde el estado tiene oprimida y sin libertad a una comunidad autónoma con aires de grandeza nacional, entonces Europa miraría de cerca cuánta verdad encierran los hechos.

La gente y esa otra gente

Esa masa informe de personas que para mí define a la gente, para otros es la sociedad civil, la derecha radical, los cayetanos, los pijos, las señoras del visón o del Monclear… La gente ya no puede más. Llevan una semana manifestándose en contra de perdonar, olvidar y borrar los atropellos independentistas de los políticos catalanes y en contra de que unos territorios tengan más privilegios de otros, con leyes distintas y en temas fiscales.

Esa gente que piensa y sabe que Cataluña es España y su independencia sólo responde a la ambición personal de los políticos y ahora han pasado esa línea roja que lo hacía soportable. Esa Ley de Amnistía, pendiente de rúbrica, es lo que tiene a la gente cabreada, furiosa y enrabietada. Manifestándose cada día, gritando proclamas en contra sobre todo de Pedro el guapo.

Vivir en democracia es difícil cuando estás del lado opuesto o tienes cierta altura moral, se hace complicado asumir la voluntad de un presidente ególatra y mentiroso, plagió su tesis doctoral y ha pactado una y otra vez con todos los que dijo no pactar.

Ahora por su propio bien, y sólo de él y nadie más, en nombre de todos los españoles, pacta con el líder político que salió de España escondido en el maletero de un coche después de haber declarado unilateralmente la independencia de uno de sus territorios. Después de ello fue juzgado y condenado. Vamos, Pedro el guapo, sería el clásico pringado al que le dan de leches en la cara y se hace amigo del agresor, podríamos empatizar con él, pero de ahí a hacer borrar el delito…

Este giro de guión, esta vuelta de tuerca a la ley, esta manipulación torticera de las instituciones del Estado para mantenerse en el poder es inasumible y dificulta mucho la satisfacción de la gente.

Esa otra gente

Entiendo que hay otra gente, la de Sánchez, sus gruppies de izquierdas que, al ampararse en la ley, en la democracia, ven maravillosamente bien esta ley ilegítima y todo lo que salga de la boca de su líder, pues no tienen más moral que la ley y ésta, como ya hemos visto, puede cambiar a voluntad del que manda.

Esa otra gente repite, como repiten las beatas el Rosario, las mentiras y justificaciones del PSOE a lo que antes ni se contemplaba. Esa otra gente, ve como triunfo que la derecha catalana, la más reaccionaria, malgaste el dinero de todos (también el de los trabajadores de izquierdas, de esa otra gente) en vivir mejor ellos, en crear distintas Españas. Esa otra gente, vería bien la guillotina si a Pedro el guapo se le ocurriera porque esa otra gente pensaría que “al menos no gobierna la derecha”, porque a eso se reduce todo su espíritu crítico.

A toda esa otra gente, lo que se vota en democracia no siempre es legal ni legítimo. A Hitler lo votaron en democracia y a Hugo Chávez, y luego todo se convirtió en lamento.

¿No sería mejor y más demócrata dejar de depender de los independentistas y convocar de nuevo elecciones para no tener que dar más explicaciones en Europa, salvaguardar la unidad y la división de poderes en España, y tener contenta a la mayoría de la gente?

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