Bogotá una misión al medio siglo

Por: Jaime Acosta Puertas


Claudia López ganó las elecciones proponiendo replantear el sistema de movilidad de la ciudad y su conexión con municipios de la Sabana y del sur de la ciudad: los Regiotrans de occidente, norte y sur, dotados de trenes eléctricos, más el Metro Chino ampliado a la calle 100 y de ahí a Suba y Engativá, en algún año después de la reinvención del mundo.

Con excepción del Regiotrans de Occidente, que se espera empiece a funcionar antes del 2024, los otros los dejará iniciados o con estudios definitivos, y el metro comenzando un largo camino para que tal vez en el 2028 se suba el primer pasajero. Madrid construyó en ocho años 100 kms de metro, Bogotá construirá 23 kms en ocho. La magnitud de nuestro rezago y las mentiras de Peñalosa con los estudios del metro.

A estas obras se sumarán las cuatro entradas y salidas de Bogotá, que son un desastre. La ciudad está bloqueada interna y externamente, ni siquiera Eldorado tiene nuevas vías de acceso a pesar de que moviliza 40 millones de pasajeros año y la mayor parte de la carga aérea de Colombia. Ni tampoco el Transmilenio llega a su terminal. Además la ciudad no recibe un peso por su operación porque las utilidades se las llevan la Aerocivil y OPAIN.

El nuevo sistema de movilidad no puede ser únicamente para solucionar la angustia de la movilidad de la mayoría de la población, pensando que la ciudad será como es hoy, pero más densificada, más grande y más poblada. Es decir, un colapso urbano, un trauma ciudadano y una metrópoli a medio hacer.

El atraso de las tres últimas alcaldía de Bogotá con el sistema de movilidad, es imperdonable, y llevará al menos cuatro administraciones ponerse al día, si estas asumen con seriedad el problema porque si no veremos un metro a medio hacer, transmilenio también, y los regiotrans igual, entonces, la ciudad nunca construirá un concepto y hará realidad algún sueño.

El rediseño del sistema de movilidad es correcto, pero no puede ser al margen de pensar la ciudad como un sistema de ciudades policéntricas. Afortunadamente no se aprobó el POT de Peñalosa. El vigente ha impedido mayores desbordes. Pero el nuevo debe ser otra cosa porque mañana todo será diferente.

El nuevo sistema de movilidad debe ser en el contexto de un nuevo sistema urbano regional, conformado por una red de ciudades con vocaciones propias donde sus habitantes hagan su vida, y solo salgan de ahí a pasear o para realizar otras actividades en diferentes lugares de la metrópoli. Si no es así, un gigantismo desordenado será imposible de parar, ni sistema de movilidad que sirva porque habrá una presión desordenada de grandes intereses relacionados con urbanizadores de todo pelambre. Entonces ¿Cuáles serían las ciudades de la Bogotá del medio siglo?

Ciudad de Torca o Ciudad del Norte, debe ser una ciudad del conocimiento sostenible por la cantidad de colegios y de nuevas sedes de universidades, su vecindad con la Reserva Van Der Hamenn, y en los corredores de la Sabana Centro que terminan en Zipaquirá uno, y en Gachancipá o Sesquilé, el otro.

Suba oriental. En el espacio que abarca la Biblioteca Julio Mario Santodomingo, Parque Colina, Calle 134 y sus entornos inmediatos, aprovechando la oferta más generosa de parques y el mejor urbanismo de la ciudad, para convertirse en una zona que se movería a pie y en bicicleta, y cuya especialización no aventuro, pero debe incluir un distrito de la cultura, el diseño y la creatividad. Si no se planifica ya ese territorio los urbanizadores harán una masa de concreto para dormir y nada más, que le inyectará año a año miles de vehículos a los corredores orientales y occidentales de Bogotá. Necesita que le quiten las tractomulas por la avenida Boyacá, porque los Regiotrans también deben movilizar carga.

El corredor sostenible de la séptima. Este momento no sé cuál será el plan definitivo de Claudia para la principal vía de Bogotá, porque la plata del TM, lo dijo en reciente entrevista en Caracol Televisión, se destinará para andenes y en autopistas para bicicletas. Lo que al final haga en esta vía hay que pensarlo como el corredor de los jóvenes y de la inteligencia porque ahí están la mayoría de universidades y otras operaciones estratégicas de Bogotá. Hay que darle identidad, con urbanismo, arquitectura, espacio público y sistema de movilidad. Debe ser un hito de renovación urbana de la nueva Bogotá.

Ciudad Salud Región. Se debe retomar este proyecto ubicado en la zona del Hospital San Juan de Dios y de otros 6 hospitales y clínicas del estado. En ese territorio se desarrollarían servicios de salud de alta complejidad, investigación, empresas de ciencia y tecnología (ECT) en salud, y pymes avanzadas. En el corazón de ese complejo hay un parque que va de la carrera Décima a la Avenida Caracas, que sería un espacio de recreación de la salud y la vida. La salud de alta tecnología y complejidad es uno de los mega sectores del futuro de la sociedad global, y es un sector relevante en el Plan de Desarrollo de la alcaldesa.

Este proyecto lo engavetó Petro, y Peñalosa no fue capaz de rescatarlo en su esencia y solo dejó lo correspondiente a una mala renovación del barrio San Bernardo, sin pensar para nada en el complejo hospitalario que es el corazón de esa zona, y el cual también debe incluir el hospital San José y el Distrito de la Creatividad donde fue el tenebroso Bronx.

Ciudad Innobo y los distritos de Ciencia Tecnología e Innovación, aquel es otro proyecto engavetado, hijo de la Operación del Anillo de la Innovación ubicado por los lados de Corferias y a espaldas de Ciudad Salitre, sería para otro tipo de industrias avanzadas, que permitiría una renovación urbana profunda de Puente Aranda y Fontibón – incluido el traslado de la Cárcel Modelo -, y su integración con la Ciudad Empresarial de Sarmiento, con el Plan de Renovación del CAN que ya está listo pero que Duque lo enterró porque viene de Santos, y con el campus de la Universidad Nacional. En algún momento imaginé y escribí que este territorio debería ser la ciudad de la ciencia y del gobierno.

Ahora bien, estos desarrollos se integrarían con el proyecto del Distrito de CTeI proyectado en el centro de la Alameda Entreparques que va del Parque el Virrey hasta el parque Simón Bolívar, que a su vez es vecino del CAN. Este Distrito de iniciativa privada necesita incluirse en el POT, y sobre el cual ya escribí en enero de 2019 una columna en este periódico digital.

Entonces, el otro Distrito de la CTeI al que alude el Plan de Desarrollo en discusión, debe ser por los lados del CAN – Universidad Nacional, o en el triángulo conformado por la Javeriana, la Nacional – CAN, y las universidades del Centro. Todo depende de la proyección de la especialización de Bogotá al medio siglo, y de cómo se piense el POT.

Las ciudades del sur. No aventuro nada porque la complejidad, inmensidad del territorio y la especificidad social y de la actividad económica, amerita un mega plan estratégico al 2100. Sin embargo, las dotaciones de una sociedad y de una economía inteligente, creativa, sostenible y equitativa, hacen parte de una intervención y transformación profunda de esas localidades, proceso que puede durar medio siglo, un siglo o más, pero no pueden seguir sus habitantes condenados a vivir de su trabajo en el otro lado de la ciudad, ocupando horas en su desplazamiento a unos territorios que poco les dice, para ganarse un salario mínimo o algo más.

En el Plan de Desarrollo que se está construyendo se habla de los Distritos de la Creatividad, entonces, en la inmensidad del sur pondrían crearse dos o tres de ellos, con los componentes adicionales de educación, innovación y emprendimiento.

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Estas son tareas del POT y de Planeación de la ciudad, articuladas a la prospectiva de su economía, desarrollo cultural, científico y tecnológico, y de ciudad reverdecida para no condenar a la ciudadanía a los tapabocas y las enfermedades.

Entonces, movilidad inteligente, ciudades policéntricas inteligentes que ya están avizoradas en el Plan cuando alude a 8 zonas de aglomeración especializadas, sin especificar aun cuales, y especialización inteligente de la mano de la educación, de la CTeI, el emprendimiento y la cultura, conforman un sistema superior sostenible y equitativo de una economía y una sociedad que pronto serán diferentes a lo que hoy son. Así las cosas, desarrollar una economía inteligente es otro de los grandes desafíos de Claudia, de lo cual trata la columna que puede leer a continuación.