Muchas explicaciones se esperan de parte del presidente Iván Duque y de su ministro de Defensa, ahora que se sabe que una vez más, periodistas, miembros de la oposición política y magistrados de la Corte Suprema de Justicia, han sido interceptados de manera ilegal, ya no por el DAS, sino por el Ejército Nacional.
Para empezar, el primer mandatario debe decirle al país, si la verdad de la salida del General Nicacio Martínez de la dirección del Ejército, se dio por la sospecha de que al interior de esta fuerza militar se estarían ejecutando procedimientos oscuros que no corresponden a su misión, y además, ser sincero con los colombianos y revelar el o los nombres de las personas que políticamente se estarían beneficiando con las escuchas ilegales.
Hasta la fecha Duque insiste en que el retiro del alto oficial se debió por motivos personales, sin embargo, es claro que este sucedió de manera sorpresiva, por lo que la explicación no convence a muchos.
El segundo asunto que el presidente tendrá que explicar es si personas al interior del Centro Democrático se están aprovechando del alto grado de influencia que por el momento tienen al interior de las instituciones, una de estas, las Fuerzas Militares y si es cierto, que estas llegan al punto en que les estarían utilizando para que se proceda por fuera de la misión que constitucionalmente tienen, llegando incluso a operar de manera ilegal.
De ser cierto esta grave acusación, y de llegarse a comprobar judicialmente, el primer mandatario deberá no solo romper con cualquier tipo de relación con estas personas, sino además, pedir las explicaciones públicas a su partido político y un compromiso de no repetición de estos hechos.
El presidente de la República debe ser consciente del alto grado de prevención que existe en gran parte de los colombianos por el regreso de una ideología política al Palacio de Nariño que en el pasado causó muchas decepciones por los malos procedimientos que desde el más alto nivel se cometieron, y que al parecer se estarían repitiendo.
Ya hubo una alerta por un posible retorno a los falsos positivos tras la expedición de una directiva muy similar a la que dio origen a estas prácticas mal sanas en el Ejército Nacional durante el Gobierno Uribe. Ahora aparecen los primeros brotes del regreso a las chuzadas ilegales, una vez más sobre la Corte Suprema de Justicia, periodistas y miembros de la oposición. Al paso que vamos, solo falta que aparezca una segunda Yidis Medina y otro Agro Ingreso Seguro para que no quepa la menor duda de que el pasado está en el presente.
Señor presidente, no basta con que pronuncie frases que le hacen ver como robot programado que repite y repite de que “aquí hay cero tolerancia con cualquier conducta de miembros de la Fuerza Pública que atente contra la Constitución y la ley” a pesar de que hechos como los denunciados por la Revista Semana en su más reciente edición demuestren lo contrario.
Ahora señor presidente, también se debe investigar por qué y para qué, y especialmente para quién, se estarían interceptando de manera ilegal a determinados personajes. Aquí no se puede judicializar a unos, mientras se deja quietos a los otros.
En casos como estos, se debe investigar y aplicar la ley a todos los que resulten culpables doctor Duque, incluyendo miembros de su partido.
