Hoy en día, podemos llevar la música con nostros a casi cualquier lugar. Esto significa que, tenemos la oportunidad de disfrutar nuestras canciones favoritas en ambientes que jamás habríamos imaginado. Por ejemplo, ahora podemos utilizar audífonos en la ducha, en la piscina o bajo el mar.
Vivimos en una época donde la tecnología nos ofrece soluciones para cualquier tipo de actividad. Pero, ¿cómo funciona esto? La tecnología de los audífonos a prueba de agua emplean la certificación IPXX. El primer dígito indica el nivel de protección frente a partículas sólidas, mientras que el segundo hace referencia al nivel de protección frente a los líquidos.
En ese sentido, escuchar música bajo el agua es una realidad. Sin embargo, esta experiencia no solo gira en torno al uso de artículos a prueba de agua, sino que también podemos disfrutar de un concierto en vivo en las mismas condiciones. Un ejemplo claro de ello es Between Music, una agrupación de música subacuático que encontró un nuevo escenario para experimentar.
En 2016, Between Music con AquaSonic logra dar su primer concierto subacuático intentado ser unos “músicos pez”. Este grupo danés reinventó el sonido que todos conocíamos hasta ese entonces, tras experimentar bajo el agua y fabricar instrumentos capaces de sonar cuando están sumergidos, lograron un significativo espectáculo sensorial.
Durante el espectáculo The AquaSonic underwater concert (Concierto bajo el agua de AquaSonic), se utilizó un violín, un bongo, un gong y distintos instrumentos de percusión acompañados de una vocalista.
Los cinco miembros sumergidos en tanques de agua y vestidos con sus mejores galas, tomaban aire cada cinco minutos para continuar con el concierto. Mientras que la cantante usó una gran burbuja de oxígeno en la boca para cantar a través de ella.
Pero, ¿cómo surgió esta idea? En una entrevista, Laila Skovmand, directora artística, compositora e intérprete de Between Music, mencionó que siempre ha estado impulsada por la voz como herramienta de exploración y evolución de su trabajo artístico.
En ese sentido, en 2004 vino a su mente la brillante idea de “cantar en la superficie del agua”. Entonces, la cantante decidió explorar e intentar cantar totalmente bajo el agua. Sin embargo, aunque no sonaba muy bien en ese momento, empezó a investigar más sobre este elemento y comenzó el viaje de 11 años para crear un concierto subacuático.
Para hacer realidad ese proyecto, reunió muchos conocimientos de diversos campos. Así que aprendió mucho acerca del trabajo con metales, electricidad, plomeria, vidrio, acústica de agua y demás conceptos que han sido necesarias para crear AquaSonic. Muchos de los instrumentos se basan en artículos ya existentes, pero adaptados al agua.
Tras 11 años tratando de ser artistas bajo el agua, Between Music definió la experiencia como un “profundo buceo dentro de un nuevo y mágico universo de imágenes y sonidos”. Sin duda, se trató de un espectáculo que juega con la angustia y la claustrofobia para captar toda la atención del público.