Con el objetivo de reflexionar sobre las diversas formas en la que 20 mujeres que forman parte de la colección permanente de la Sala de Arte fueron partícipes activas en la construcción del arte del siglo XX y, de esta manera, comprender su incidencia en diferentes momentos históricos y en la sociedad, Bancolombia invita al conversatorio ‘Con ojos de mujer’.
El espacio se realizará el jueves 7 de marzo a las 5:00 p.m. en la Sala de Arte de Bancolombia, ubicada en el piso 4 de la Torre Atrio, y es parte del homenaje y reconocimiento que hace la entidad financiera al rol de las mujeres en distintos ámbitos de la sociedad, como la historia y el arte.
Cinco de las esculturas de la colección permanente de la Sala de Arte Bancolombia fueron moldeadas por cuatro mujeres que dejaron su nombre grabado en la historia del arte colombiano y latinoamericano. Al final del siglo XX, consiguieron consolidar el movimiento escultórico moderno, liderado, entre otras, por Feliza Bursztyn, que se caracterizó por la abstracción, la ruptura de lo establecido y la exploración de nuevos materiales.
Entre las décadas del 70 y 90, Lydia Azout, Nijole Šivickas, Marina Núñez del Prado y Nieves Tafur crearon obras que revelan las inquietudes de su tiempo, que desde un par de décadas atrás se decantaba por lo abstracto, la inclusión del espacio como ‘parte’ esencial de las esculturas y la experimentación de materias primas.
A la boliviana Marina Núñez del Prado, por ejemplo, se le considera figura clave en la introducción del modernismo en la escultura latinoamericana durante la primera mitad del siglo XX, y en la consolidación de esta durante la segunda mitad del siglo. El ónix, el granito, la madera, el basalto y el bronce fundido, con esculpidos y vaciados, le permitieron cimentar una obra que exploró lo musical, lo simbólico, el volumen y la maternidad.
En su sentido más complejo y figurado, Núñez recreaba con espacios huecos, con úteros pulidos a la espera de recibir la vida, y que, simultáneamente, también creaba la caleña Nieves Tafur, con cerámicas ovaladas, como nidos de aves de singular belleza. A uno de ellos lo llamó Maternidad, obra de la Sala de Arte Bancolombia recientemente restaurada.
Las figuras imposibles de Nijole Šivickas (Lituania, 1930) también hablan de sus propósitos: crear lo irreal, porque ¿para qué recrear lo que existe? Su pasión por lo aborigen y por la monumentalidad, incluso a pequeña escala, sumada a la necesidad de moldear nuevas formas, dejaron una impronta en la escultura nacional con sus colores óxido, tierra: como la arcilla misma que modeló.
Lo de reinventar lo conocido es cosa de Lydia Azout, artista bogotana radicada en su ciudad natal. Ensambla en lo abstracto la naturaleza, la geometría y la espiritualidad, y puede forjar desde las milenarias figuras del Parque Arqueológico San Agustín hasta soles de hierro que, como “misteriosas sombras armoniosas”, iluminan una obra tan mítica como vigente, tan fuerte en materialidad y delicadamente emotiva.
Para profundizar en estas obras, el conversatorio contará con la participación de Leyla Cárdenas, artista plástica, y la arquitecta y museóloga, Laura Moreno. La entrada es libre y gratuita.