Bader bin Abdullah bin Farhan al Saud, príncipe de Arabia Saudita fue quien se quedó con ella tras una fuerte puja en la casa Christie’s de Nueva York, Estados Unidos. Incluso la casa subastadora cuidó al máximo que no se revelara la identidad del saudí, solamente sabían que él pujaba los copartidarios que también participaron en la subasta.
Desde ese 15 de noviembre de 2017 nadie sabe dónde está la obra y ni siquiera dan indicios de su paradero. Bader funge como actual ministro de Cultura de Arabia Saudita. El año pasado el Departamento de Cultura de Abu Dabi anunció la presentación en el Louvre local para el 18 de diciembre de 2018.
Funcionarios del Louvre en el país del medio oriente aseguraron a ‘The New York Times’ que llevan más de 6 meses en la búsqueda del cuadro. El Louvre lamenta la pérdida por que pensaban usarlo para celebrar los 500 años del aniversario de la muerte de Da Vinci en el otoño de este 2019.
Las teorías que rondan la pérdida de este cuadro es que el cuadro nunca llegó a Arabia Saudita y todavía está en Europa. Otros aseguran que el Rey Bin Salman se lo quedó por puro capricho, lo cierto es que nadie da razón de él, ni los subastadores, ni los funcionarios del Louvre y mucho menos los miembros del principado saudí.