Es claro que para mantener un cuerpo tonificado debemos ejercitarlo con frecuencia, sin embargo, no es tan obvio que necesitamos hacer lo mismo con los músculos de la cara, esto sucede porque aún no tenemos conciencia de la existencia de los mismos y la manera de entrenarlos.
Ver a alguien en la calle inflando los cachetes, soplando una bomba sin inflarla o pasándose una colorida pelotica plástica por toda la cara ya no es raro, con seguridad se trata de un practicante del yoga facial.
Esta milenaria técnica, novedosa en Colombia, consiste en ejercitar los 50 músculos de la cara, cráneo y cuello haciendo distintos movimientos y estimulando la circulación de diversas maneras.
Según Claudia García, pionera del método en Colombia, y quién es cirujana plástica Facial y otorrinolaringóloga de la Universidad de Antioquia, “el procedimiento que no utiliza cremas ni químicos, combate y previene las arrugas y ayuda incluso a mejorar la tersura de la piel”.
Esta paisa conoció por casualidad el yoga facial hace nueve años en Nueva York (donde el tratamiento ya es una locura), cuando un paciente de 70 años que conoció en 2002 le mostró que inflando los cachetes se ejercitaban los músculos y se evitaba la aparición de arrugas. Cuatro años después decidió enseñar la técnica a la mayor cantidad posible de gente “esto es un bien para la humanidad para que con nuestras propias manos nos podamos hacer bellos y que no esté al alcance de tan pocos generar belleza”, explica la especialista. ¿Y cómo actúa? Según la experta, al tensar y relajar los músculos se recupera la firmeza y se incrementa la circulación del rostro, limpiando así las impurezas y permitiendo una mejor absorción de otros componentes. Con el Yoga Facial se ven los resultados a las dos semanas.
Sea cual sea la manera de quitar las arrugas, para su paciente Mónica Pérez, que ha tenido que enfrentar la parálisis facial, este método fue la salvación para mejorar el aspecto de su cara. Empezó la terapia con la doctora García y hoy, lo destacan quienes la conocen, su cara ha vuelto a la normalidad. El nombre Yoga Facial, no nace exactamente por la técnica del yoga, sino por ser un ejercicio en el que la mente logra lo que una cirugía no puede hacer.
La Cirugía Mental, nombre que inicialmente le dio a esta disciplina, posibilita conectar el cuerpo, alma, mente y corazón, generando un conocimiento profundo de tus músculos faciales y permitiendo transformar emociones negativas en emociones positivas, al entender que cada expresión refleja un estado de ánimo. Posteriormente Claudia comenzó a denominarlo Yoga Facial por la facilidad de recordación que generaba en las personas.
Así mismo, el Yoga Facial, es un método con el cual se fortalecen y tonifican los músculos de la cara, cabeza y cuello, haciendo diversos movimientos y estimulando la circulación de diferentes maneras. La práctica constante de estos ejercicios permite retardar los signos del envejecimiento, reafirmar los tejidos, mejorar la tersura de la piel, aliviar dolores como los de cabeza, cuello y mandíbula al eliminar tensiones de los músculos, favoreciendo la nutrición y la oxigenación celular, entre otros beneficios.