La primera película colombiana rodada en panorámico súper 35 tuvo en su lente el esplendor de nuestra costa Caribe, desde La Mojana hasta sus últimos límites en la Guajira.
Mucho se habló en aquel momento de su poesía visual, de su guión macondiano y del sello del director cesarense Ciro Guerra, años después nominado al Óscar de la Academia por El ABRAZO DE LA SERPIENTE (2015).
En medio de todo este revuelo también se escribía la historia de Yull Núñez, un joven de 17 años quien en 2009 y por esos aciertos de la vida, pasaba de ser un artista callejero y cotero del mercado de Valledupar, a ser el protagonista de LOS VIAJES DEL VIENTO. Esta es su historia.