La ciencia del orgasmo

Prácticamente todos hemos experimentado un orgasmo y, aunque lo asociamos con el placer, el desahogo o incluso el amor, y lo vinculamos a una serie de hábitos sociales (salir de fiesta, la relación de pareja, las relaciones sociales) es en realidad una reacción más de nuestro cuerpo que puede ser explicada científicamente, como tantas otras. No somos conscientes de lo que pasa en nuestro cuerpo cuando comemos, respiramos o lloramos, y tampoco de lo que sucede cuando alcanzamos un orgasmo, pero la ciencia tiene, sin duda, explicación —más o menos certera— para todos esos fenómenos.

La pareja formada por Mitchell Moffit y Gregory Brown ha dado respuesta divulgativa a semejante pregunta. Se trata de dos exalumnos de la University of Guelph que se hallan detrás de AsapSCIENCE, un canal de Youtube, informativo y de entretenimiento, que produce lecciones de tres minutos como respuestas a una serie de preguntas científicas. Los vídeos han tenido un éxito masivo. Recogemos aquí su explicación acerca de lo que pasa en el cerebro cuando se tiene un orgasmo.

El sexo en clave científica


Para explicar la respuesta sexual humana se han distinguido normalmente cuatro fases: excitación, meseta, orgasmo y resolución.

Cuando comienza la excitación, el cerebro, estimulado, envía sangre a los genitales. Además, la frecuencia cardiaca y respiratoria aumenta y el sistema nervioso manda signos de satisfacción al cerebro. La confluencia de todos esos signos, cada vez más numerosos, dará lugar al orgasmo.

1. El caso de los hombres

Cuando un hombre tiene un orgasmo, experimenta las contracciones del esfínter anal, la glándula prostática y los músculos del pene.

En conjunto con la eyaculación —liberación del líquido espermático— todo el proceso supone entre tres y diez segundos de intenso placer. A todo ello sucede el periodo refractario, en el que es imposible alcanzar otro orgasmo.

2. El caso de las mujeres


Una mujer, por su parte, experimenta las contracciones de la vagina, el útero, los músculos pélvicos y el ano.

No conoce el periodo refractario, por lo que puede experimentar varios orgasmos consecutivos. Además, la sensación de intenso placer dura de media veinte segundos, a veces más.

El papel del cerebro


A pesar de todas estas reacciones de diferentes partes del cuerpo, es el cerebro el que tiene el control (o la falta de éste) durante el orgasmo. Mediante un escáner los científicos han podido observar la actividad cerebral en casi 30 regiones descritas.

Así, sabemos que en el llamado núcleo accumbens se libera la dopamina, ligada a la sensación de placer y bienestar. La oxitocina se libera, por su parte, en la glándula pituitaria, y se relaciona con la conexión afectiva o el amor.

Gracias a un PET (por las siglas en inglés de Positron Emission Tomography), se ha revelado que la actividad cerebral durante el orgasmo es muy similar en hombres y mujeres.

En ambos sexos, la corteza orbitofrontal lateral se apaga. Se trata de la zona de la autoevaluación, la razón y el control, y su anulación mitiga el miedo y la ansiedad.

Además, la relajación de la amígdala y el hipocampo reduce la emoción en las mujeres y la agresividad en los hombres.

Muchas áreas del cerebro de la mujer están completamente apagadas durante el orgasmo, más que en los hombres, lo cual podría explicar la diferencia de la duración de la intensidad del placer.

En las mujeres se activa también lo que en inglés se llama PAG, la sustancia gris periacueductal, que estimula la respuesta de lucha o huida. De igual modose estimula el córtex, relacionado con el dolor, lo que sugiere una conexión entre ésta y el placer.

Una explicación prosaica


Observamos, pues, que el placer, esa motivación que a tantos niveles mueve el mundo, es algo de lo más prosaico. Y que un orgasmo, por muy misterioso que pueda resultarnos, no es más que el resultado de la activación de unas zonas del cerebro y la anulación de otras.

Tomado de El Confidencial