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Etiqueta: América Latina

China pide a EEUU no intervenir en asuntos de América Latina

El Ministerio de Exteriores de China ha instado a Estados Unidos a abandonar sus políticas de «intervencionismo» en América Latina y a cultivar relaciones basadas «en el respeto mutuo», así como en «la no interferencia de los asuntos» internos de cada país.

«Estados Unidos puede que haya anunciado el fin de la Doctrina Monroe, pero el hecho es que, durante los últimos 200 años la hegemonía y las relaciones de poder, intrínsecas a la Doctrina, están lejos de ser abandonadas», ha explicado en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Exteriores, Lin Jian.

 

En este sentido, ha expresado su «pleno» apoyo a las naciones latinoamericanas frente a las «interferencias extranjeras» llevadas a cabo por Washington, ya que «tales enfoques no obtendrán apoyo y serán relegados a los confines de la historia».

«Instamos a Estados Unidos a descartar la desfasada Doctrina Monroe y el intervencionismo lo antes posible, a detener las acciones unilaterales basadas en la intimidación, la coerción, las sanciones y bloqueos, y a desarrollar relaciones, así como tener una cooperación mutuamente beneficiosa con los países de la región», ha subrayado.

Estos lazos deberían estar basados «en el respeto mutio, la igualdad y la no interferencia en los asuntos internos» de cada país. «La hegemonía y las relaciones de poder de Estados Unidos van en contra de la imparable tendencia histórica de los países latinoamericanos a mantenerse independientes y buscar fuerza a través de la unidad», ha zanjado.

Esto se produce después de que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, anunciase que las relaciones con Washington están «en pausa» debido a las recientes críticas de su máximo representante diplomático, Ken Salazar, sobre la reforma judicial planteada por su Gobierno.

La Doctrina Monroe es una iniciativa elaborada por el entonces secretario de Estado John Quincy Adams –quien fue más tarde presidente– y formulada por el mandatario James Monroe en 1823. Este enfoque político resultó ser una base para el intervencionismo en América Latina.Copiar al portapapeles

El cruce entre ESG y política es América Latina

En los últimos años, América Latina ha sido testigo de avances significativos en el fomento de un entorno empresarial más responsable, marcado por la implementación de marcos locales y globales e iniciativas de colaboración destinadas a promover la sostenibilidad y el gobierno corporativo. Para mejorar la transparencia y fomentar prácticas comerciales sostenibles, la Bolsa de Valores de Colombia colaboró con el Global Reporting Initiative y lanzó conjuntamente la Guía para la Elaboración de Informes ESG para Emisores en Colombia en julio de 2020. La Guía sirve como un instrumento para fomentar la divulgación de la sostenibilidad, informes alineados con estándares internacionales (Regina Lopez, Thomson Reuters, diciembre 2023)

América Latina no se escapa de la ola de ESG en el mundo. Tal como lo ha hecho la Bolsa de Valores de Colombia, recientemente, la CVM (Comisión de Valores Mobiliarios de Brasil) reforzó la agenda de informes no financieros al lanzar una resolución que obliga a las empresas que cotizan en bolsa a publicar informes a partir de 2026. Además, el crecimiento significativo de las regulaciones y las iniciativas voluntarias en todo el mundo ha llevado los informes de sostenibilidad a la vanguardia.

 

En Chile, Codelco concluyó exitosamente el proceso de licitación pública de energías renovables desarrollado durante 2023, en el que participaron más de 50 empresas nacionales e internacionales, donde resultaron adjudicatarias Atlas, Colbún e Innergex, por un total de 1,8 teravatios hora al año (TWh/año), lo que representa el consumo equivalente de aproximadamente 222 mil hogares (ESG News, febrero 2024).

Igualmente, desde Panamá, SGP BioEnergy (“SGP”) anuncio un compromiso de capital de $250 millones USD de Global Emerging Markets (GEM), un grupo privado europeo de inversión alternativa, para apoyar el desarrollo de la Biorrefinería Golden City en Colón, Panamá y sentar las bases para la transformadora operación Zero- Ecosistema de residuos (ESG News, febrero 2024).

Como estas hay muchas noticias, que hacen tener fe en el futuro de ESG, no solo con sus criterios, sino en sus inversiones. Mostrando que esta tendencia global ha calado profundamente en la region, y el sector empresarial se está moviendo en esta dirección para seguir siendo competitivo a nivel global.

Sin embargo, también nos encontramos con noticias como:

Un nuevo informe de la Agencia de Investigación Ambiental (EIA), Dividiendo el Amazonas, expone cómo las empresas de aceite de palma y cacao están impulsando la deforestación en la Amazonía peruana mientras cometen ilegalidades con la complicidad del gobierno. El aceite de palma producido por algunas de estas empresas ingresó a las cadenas de suministro de importantes empresas multinacionales como Kelloggs, Nestlé y Colgate. El aceite de palma también se comercializaba con empresas con sede en Bélgica (vandemoortele) y España (Lipsa) que producen bienes para el mercado de la Unión Europea (UE), al mismo tiempo que pone en vigor una nueva ley, el Reglamento de Deforestación de la Unión Europea (EUDR), que prohíbe las importaciones de productos provenientes de cualquier deforestación ilegal, así como aquellos provenientes de puestos de deforestación legal. (ESG. News, febrero 2024).

Es evidente que falta mucho por avanzar. Pero las empresas no lo pueden hacer solas. Necesitan del Estado para que regule y acompañe estos esfuerzos. No sirve de nada si en Perú se sigue deforestando, o gobiernos como el de México promueven la sostenibilidad, pero apoyan iniciativas como el tren maya, que destruye la selva yucateca.

Implementar criterios de ESG en los países latinoamericanos implica varios desafíos y obstáculos únicos. Estos pueden variar según el país y su contexto socio-político específico, pero aquí hay algunos obstáculos comunes que enfrentan los gobiernos en la región:

• Marcos regulatorios: Muchos países latinoamericanos tienen marcos regulatorios que están desactualizados o carecen de especificaciones sobre criterios ESG.

• Inestabilidad política: La inestabilidad política, los frecuentes cambios de gobierno o la corrupción pueden obstaculizar la planificación a largo plazo y la implementación de estas iniciativas. El enfoque en las ganancias políticas a corto plazo suele eclipsar las prácticas sostenibles.

• Restricciones económicas: La inestabilidad económica o las limitaciones en los presupuestos gubernamentales pueden llevar a una priorización del crecimiento económico inmediato sobre las prácticas sostenibles.

• Desafíos sociales: América Latina tiene significativas disparidades sociales, incluyendo altos niveles de pobreza, desigualdad y agitación social. Abordar estos problemas mientras se implementan criterios ESG puede ser un acto de equilibrismo político que puede llevar a crisis.

• Falta de conciencia y educación: A menudo hay falta de conciencia o comprensión de los principios ESG entre los legisladores, las empresas y el público en general.

• Barreras culturales: Diferentes actitudes culturales hacia la gobernanza, los negocios y el cuidado ambiental pueden suponer barreras para adoptar criterios ESG.

• Limitaciones de infraestructura: Implementar criterios ESG a menudo requiere infraestructura moderna, que puede estar ausente en algunas regiones. Esto puede afectar la capacidad para gestionar recursos de forma sostenible, reducir el impacto ambiental o asegurar prácticas laborales justas.

• Desafíos ambientales: América Latina es rica en recursos naturales, pero esto también significa que existe presión para explotar estos recursos. Los gobiernos enfrentan el desafío de equilibrar los beneficios económicos de los recursos naturales con la necesidad de sostenibilidad ambiental.

• Participación limitada del sector privado: Las iniciativas ESG a menudo dependen de la colaboración entre gobiernos y sector privado. Si las empresas no están completamente comprometidas con los principios ESG, puede ser difícil lograr avances significativos.

• Apoyo y cooperación internacional limitados: Aunque existen marcos y acuerdos internacionales que apoyan los principios ESG, los países latinoamericanos pueden enfrentar desafíos para acceder a financiamiento, experiencia o apoyo internacional para implementar estos criterios.

Para enfrentar estos desafíos, es necesaria la presión pública, acuerdos internacionales que empujen a los gobiernos a adaptar nuevos marcos regulatorios, evidenciar el impacto visible del cambio climático (ya hay racionamiento de agua en Bogotá, Colombia), y las consecuencias de la desigualdad social en la región (el coeficiente Gini en Colombia en 2022 fue de 0,556). La divulgación de estas situaciones es clave para presionar a los gobiernos a adoptar de manera profunda las medidas ESG, con un rol vital de la empresa privada, y sin contradicción ni dudas.

Una vez más, en nuestro continente el cambio y avance, pasa por las decisiones como ciudadanos, incluso, el crecimiento empresarial (ligado a ESG) pasa por la elección de lideres que lleven a la región a esas metas, dejando esa política personalista y caudillista, que solo muestra progresos para quienes están cerca a los presidentes.

Señores/as empresa privada, una ciudadanía que vota bien, les beneficia más, que financiar campañas o hacer lobby.

Juan Camilo Clavijo

La apuesta de Argentina y Colombia por integrar más a la región

Los Gobiernos de Argentina y Colombia se han comprometido este viernes a trabajar de manera conjunta en cuestiones «de interés común» en pro de una mayor integridad territorial, según un comunicado conjunto emitido tras una reunión de los ministros de Exteriores de ambos países.

Después de «hacer balance de la relación bilateral», la titular de Exteriores argentina, Diana Mondino, y su homólogo colombiano, Luis Gilberto Murillo, han manifestado «su vocación de continuar trabajando en los diversos mecanismos de integración regional compartidos, particularmente en los ámbitos de interés común».

 

En este sentido, los representantes de ambos países han puesto en valor los vínculos de cooperación ya existentes y han reiterado su «voluntad de seguir trabajando sobre la base de la complementariedad, en beneficio de ambos pueblos», destacando el regreso a Buenos Aires del embajador de Colombia en Argentina, Camilo Romero, y «el beneplácito concedido» al argentino en Colombia, Mario Raúl Verón Guerra.

Nota relacionada: Colombia y Argentina superan sus diferencias

En concreto, se han referido a materias como «el intercambio en temas comerciales y turismo, la posibilidad de aumentos en las frecuencias aéreas, el fomento de la cooperación en materia de defensa, la integración regional y el relacionamiento multilateral».

Asimismo, Murillo ha manifestado su disposición para compartir su experiencia en el proceso de adhesión Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en referencia «a la decisión del Gobierno argentino de iniciar el proceso de ingreso» a este organismo. Iniciativa, recuerda la nota, apoyada por Colombia.

«Un cambio puede necesitar más tiempo»: Francia Márquez

Durante su intervención en la Jornada Latinoamericana y Caribeña de Integración de los Pueblos, la vicepresidenta Francia Márquez, afirmó que, aunque el primer mandatario, Gustavo Petro y ella tienen el corazón bien puesto en el trabajo que hay que ejecutar en aras de lograr un cambio en Colombia, esta es una labor que, según ella, debe ir más allá de este lapso de tiempo.

«Fueron 500 años de sembrar en nuestro país una política de muerte y desenraizar esa política, tal vez, nos tome más tiempo y que esa sea la tarea que le toque continuar a las próximas generaciones”, dijo.

 

Invitó a los países de América Latina a luchar de manera integral contra el racismo «Si América Latina y el Caribe no asumen una verdadera lucha para erradicar el patriarcado que está violentando a las mujeres y que nos mata todos los días, no sigamos hablando de integración regional. Esto debe ser parte de una agenda realmente transformadora, de una agenda que reconozca la diversidad, de una agenda que reconozca nuestras historias”, afirmó.

La CAF invertirá 13.778 millones contra el cambio climático en América Latina

CAF, banco de desarrollo de América Latina y el Caribe, ha anunciado que invertirá más de 2.000 millones de dólares (1.837 millones de euros) al año hasta 2030 hasta alcanzar 15.000 millones de dólares (13.778 millones de euros) para la preparación y adaptación al cambio climático en la región, un monto que triplica las inversiones de la institución en este ámbito en los últimos cinco años.

El banco explica que América Latina y el Caribe es una de las regiones más vulnerables a los impactos adversos del cambio climático, como son el aumento y mayor intensidad de huracanes, inundaciones, incendios forestales, deslizamientos o sequías.

 

En concreto, señala que desde 1980 se han registrado en la región 2.225 desastres naturales, que han afectado a 260 millones de personas y han generado pérdidas valoradas en 361.000 millones de dólares (331.596 millones de euros), «lo que subraya la urgente necesidad de tomar medidas efectivas en términos de prevención, adaptación y mitigación».

CAF indica que estas inversiones se enmarcan en el objetivo de volverse el «banco verde» de América Latina y el Caribe. En este sentido, añade que la entidad bancaria está acreditada ante el ‘Green Climate Fund’, el ‘Global Environmental Facility’ y el ‘Adaptation Fund’, lo que genera importantes recursos para proyectos de cambio climático.

La gerente de Acción Climática y Biodiversidad Positiva de CAF, Alicia Montalvo, detalla que esta financiación «refuerza el compromiso de CAF para impulsar acciones de adaptación al cambio climático y para lograr una mayor resiliencia en las comunidades ante desastres naturales y eventos climáticos extremos».

CAF en la COP28

CAF también explica en un comunicado que ha llevado a la COP28 en Dubái «un pabellón inédito» dedicado a promover los intereses climáticos de América Latina y el Caribe y a posicionarlos en las negociaciones globales sobre cambio climático.

Con el lema, «Somos Solución», el pabellón presentaría a América Latina y el Caribe como una región de soluciones globales para garantizar la sostenibilidad del planeta.

Además, añade que este espacio latinoamericano y caribeño en la COP28 «analizará y pondrá en valor los principales ecosistemas de la región, poniendo así de manifiesto la importancia de la cooperación regional para una acción eficaz».

Entre algunos de estos ecosistemas, detalla que se abordará el corredor biológico y la barrera de arrecife mesoamericanos, los páramos, la selva amazónica, los manglares, la Patagonia, el Caribe, presentando en cada caso la problemática a la que hacen frente, su papel clave en los servicios ecosistémicos y en la puesta en marcha de soluciones basadas en la naturaleza y la importancia de la acción a nivel regional.

Finalmente indica que este ‘Pabellón LAC’ albergará más de 20 eventos y contará con un ‘set’ de televisión donde se entrevistarán a los principales expertos globales sobre cambio climático que podrá seguirse en directo a través de la página web del banco.

Nota relacionada: Claudia López destacó en el COP 28 el uso de la bicicleta en Bogotá como medio alternativo de transporte

El FMI revisará crecimiento en América Latina

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha mejorado en cuatro décimas sus previsiones de crecimiento para el Producto Interior Bruto (PIB) de América Latina en 2023, desde el 1,9% que proyectaba el pasado julio al 2,3% estimado en su último informe divulgado este martes.

Además, para el año 2024, el Fondo mantiene esta expansión del PIB del 2,3% en la región, lo que supone una revisión al alza de una décima respecto a su proyección de julio.

 

El dato para 2023 obedece a una normalización del crecimiento tras el efecto rebote de la pandemia del año 2022 y al efecto de políticas más estrictas, en un entorno externo más débil y menores precios de los productos básicos. «La revisión al alza para la región refleja unas tasas de crecimiento más fuertes de lo esperado», ha afirmado el FMI.

Asimismo, la mejora respecto al informe del FMI publicado en julio tiene a Brasil o México como principales responsables, cuya expansión del PIB prevista para 2023 se ha revisado fuertemente.

Por subregiones, el desempeño económico de Sudamérica será el más bajo, con una previsión de crecimiento del 1,6% para 2023 y del 2% para 2024. Mientras, Centroamérica llegará a expandirse un 3,8% y 3,9% respectivamente, mientras que el Caribe alcanzará el 9,8% este año y el 8,3% en 2024.

En lo que se refiere a la inflación, el organismo prevé que la región concluirá el año con un índice de precios en el 13,8%, lo que supone una revisión a la baja de apenas dos décimas desde la cifra registrada al cierre de 2022. Ya en 2024, la inflación caerá en América Latina al 10,7%.

Recesión en Argentina, Chile y Haití

Por países, el FMI prevé que las economías de Argentina, Chile y Haití se contraerán en el año 2023, coincidiendo con las previsiones recientes de otros organismos internacionales como el Banco Mundial o la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

En concreto, el Fondo espera una recesión del 2,5% en Argentina, del 0,5% en Chile y del 1,5% en Haití. La actividad económica se recuperará en los tres países en 2024.

En el otro lado, la proyección de crecimiento del PIB para Brasil ha sido mejorada en un punto, hasta el 3,1% atendiendo al buen desempeño del PIB en los dos primeros trimestres del año. Lo mismo sucede en México, donde se ha dado una mejora de seis décimas, hasta el 3,2%.

Un crecimiento más moderado experimentarán Bolivia (1,8%), Colombia (1,4%), Ecuador (1,4%), Perú (1,1%) y Uruguay (1%). Paraguay, frente al bajo desempeño de 2022, crecerá un 4,5%, según el FMI.

En la región centroamericana, las tasas de crecimiento irán desde el 6% de Panamá hasta el ligero 2,2% de El Salvador. En esta escala se encuentran Costa Rica (4,4%), Guatemala (3,4%) y Honduras (2,9%).Copiar al portapapeles

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Exportaciones de América Latina se desaceleran

El valor de las exportaciones de bienes de América Latina y el Caribe ha aumentado un 2,9% interanual en el primer trimestre de 2023, tras crecer un 16,4% en 2022, mientras que se estima que las importaciones totales de la región se incrementaron un 0,6% en el primer trimestre de 2023, tras expandirse un 21,1% en 2022.

Si bien el desempeño comercial de América Latina y el Caribe fue mejor que el promedio mundial, las exportaciones de la región se desaceleraron notablemente debido tanto a los menores precios de los productos básicos como al debilitamiento de los volúmenes exportados.

 

Así se desprende de la última edición del informe ‘Estimaciones de las tendencias comerciales de América Latina y el Caribe’ elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Este estudio anticipa que el mayor ajuste en los precios ocurrió en el primer trimestre», y en el resto del año las cotizaciones se mantendrán «sustancialmente estables», en niveles históricamente altos.

No obstante, el pronóstico está marcado por la presencia de riesgos de distinta naturaleza, en un marco de incertidumbre sobre la evolución de los tipos de interés y la cotización del dólar, que suelen tener consecuencias directas sobre los precios de los productos básicos.

Para el futuro, se prevé un balance de riesgos moderadamente sesgado a la baja, debido al impacto de las políticas monetarias restrictivas sobre el crecimiento global, la incertidumbre en torno a la resolución de la guerra en Ucrania, el agotamiento del efecto expansivo de la reapertura de la economía china, y la reversión de la fase alcista de los precios de los productos básicos.

«Las políticas e inversiones orientadas a impulsar la inserción competitiva en los mercados externos serán clave para apuntalar la recuperación económica», ha explicado el economista principal del sector de Integración y Comercio del BID y coordinador del estudio, Paolo Giordano.

Mayor desaceleración en Suramérica

La desaceleración fue generalizada en toda la región, particularmente en las economías de Sudamérica, donde el impacto de la caída de los precios fue mayor debido a la relevancia de los productos básicos en su matriz exportadora.

Se estima que en Sudamérica las exportaciones se estancaron (-0,3%) en el primer trimestre de 2023 en comparación con igual período de 2022, tras haber crecido 16,2% en promedio el año anterior. Los precios de los productos básicos, que habían impulsado las exportaciones a lo largo de 2022, entraron en una fase bajista a mediados del año. Además, los flujos comerciales reales se contrajeron en comparación con el primer trimestre de 2022, salvo algunas excepciones.

Los países de América Central, y particularmente México, continuaron expandiendo sus ventas externas en el primer trimestre del año, contribuyendo a sostener el desempeño regional. Así, se dio un aumento del 6,3% hasta marzo, tras crecer 16,1% en el promedio de 2022.

México registró un incremento en las ventas externas de 6,8% interanual en el primer trimestre de 2023. Por su parte, los envíos de Centroamérica se expandieron 1,6% interanual en ese período.

La creciente inseguridad en América Latina

La creciente inseguridad en América Latina, no solo en países tradicionalmente violentos como Colombia o los de Centroamérica sino ahora en otros como Ecuador, está íntimamente vinculada al elevado número de armas de fuego que inundan el continente pese a que tiene leyes más estrictas respecto a la tenencia de este tipo de armamento de las que hay en Estados Unidos, de donde proceden buena parte de ellas.

La tasa de homicidios en la región ha ido en aumento en los últimos años. Según los datos de 2022 recogidos por el portal especializado Insight Crime, Venezuela registró la tasa más alta, con 40,4 por cada 100.000 habitantes, seguido por Honduras, con 35,8; Colombia, con 26,1; Ecuador, con 25,9; y México, con 25,2.

 

Aunque en Chile la tasa se sitúa en 5 por cada 100.000, muy lejos de los países más violentos, los homicidios se han duplicado en la última década, generando preocupación entre la ciudadanía –el 50% identifican la delincuencia como la cuestión más importante a nivel nacional–.

El Gobierno del izquierdista Gabriel Boric ha aumentado el gasto en seguridad e incluso ha desplegado al Ejército para tratar de resolver la crisis migratoria en la frontera con Perú, lo cual no ha evitado que la derecha se impusiera en las recientes elecciones para elegir a quienes deberán redactar la nueva Constitución del país.

También en Ecuador los niveles alarmantes de violencia han sido claves en la crisis política que atraviesa el país, donde el presidente, Guillermo Lasso, ha disuelto la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, ante la imposibilidad de gobernar. Aquí, el mandatario autorizó a principios de abril la «tenencia y porte de armas de uso civil para defensa personal», entre otras medidas para intentar frenar la incipiente inseguridad, vinculada en el auge del narcotráfico.

Tráfico ilícito de armas ligeras 

«Un factor clave detrás de esta epidemia de violencia armada es el desvío, y el tráfico ilícito, de armas pequeñas y ligeras en toda la región», subraya Carina Solmirano, experta al frente del Observatorio del Tratado de Comercio de Armas (ATT Monitor, en inglés) en Control Arms, una coalición de organizaciones que apuestan por un mayor control en esta materia en un artículo para ‘Americas Quarterly’.

Precisamente, el último informe elaborado en 2018 por el ATT Monitor pone de manifiesto que más del 75% de los homicidios en la región implican armas de fuego, muy lejos de la media mundial del 40%. Además, América Latina cuenta con 10 de los 15 países con las tasas de homicidio más altas fuera de un conflicto armado.

De acuerdo con las estimaciones de Small Arms Survey de 2018, ese año había en la región unos 60 millones de armas en posesión de la población civil, con 17,5 millones en Brasil y 16,8 millones en México, buena parte de las cuales no están registradas legalmente. A estas hay que añadir los alrededor de 8,8 millones en posesión de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, y de las que disponen las empresas de seguridad privada, un negocio al alza en América Latina.

«Los millones de armas ilegales que circulan en la región y el persistente tráfico entre países y desde Estados Unidos ha permitido que las actividades de organizaciones criminales se expandan y ha hecho que sus actividades sean aún más violentas», denuncia Solmirano, vinculando los crecientes niveles de violencia armada en el hemisferio con el tráfico de drogas.

Varias formas de desvío de armamento

La procedencia de las armas ligeras ilegales que circulan por América Latina es diversa, en función del momento y la forma en la que se produzca su desvío de los cauces legales. Una buena parte de ellas tiene su origen en los conflictos armados que asolaron hace décadas países como Guatemala, El Salvador o Nicaragua. Según el citado informe de ATT Monitor, al término de la guerra civil en El Salvador se estima que unas 360.000 armas de tipo militar no fueron entregadas.

No obstante, Estados Unidos sería la principal fuente de este tráfico ilícito de armamento. En muchos de los casos, según explica ATT Monitor, una persona adquiere legalmente en Estados Unidos armamento pero luego lo saca de forma ilegal, principalmente hacia México, pero también hacia otros países de la región.

Según las estimaciones, unas 253.000 armas de fuego compradas mediante estos ‘hombres de paja’ cruzaron la frontera entre los dos países cada año entre 2010-2012. Además, el 70% de las armas incautadas por las autoridades mexicanas entre 2009 y 2014 tuvieron su origen en Estados Unidos, más de 73.000, lo que confirma el nivel de este tráfico.

Otra de las vías para el comercio ilegal de armas es la falsificación o el uso no autorizado de certificados de usuario final. En conflictos como el vivido en Colombia se constataron casos en los que compras a priori legales se desviaron gracias a certificados falsificados y funcionarios corruptos hacia grupos armados.

Corrupción endémica

La corrupción, uno de los problemas endémicos del continente, también juega un papel clave en todo este proceso de desvío de armamento. Efectivos de las fuerzas de seguridad y funcionarios corruptos han hecho que los arsenales estatales se hayan convertido en una importante fuente de suministro para grupos armados y narcotraficantes en América Latina.

Y si en el pasado el dictador panameño, Manuel Noriega, entregó armas a las partes enfrentadas en El Salvador, por ejemplo, ahora se sospecha que la Venezuela de Nicolás Maduro entrega armas al Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda guerrilla de Colombia, de acuerdo con el citado informe.

La proliferación de grupos de seguridad privada en la región también contribuye al tráfico ilegal de armamento. Según ATT Monitor, se estima que hay unas 16.000 empresas que emplean a al menos 2,4 millones de personas.

Así, se calcula que hay dos agentes de seguridad privada por cada policía en el subcontinente, si bien la cifra es incluso mayor en países como Brasil, Colombia o México así como en Centroamérica. La falta de regulación y de mecanismos de supervisión sobre estas empresas privadas y sus armas facilita que se cometan abusos y que parte del armamento que emplean termine en el mercado negro.

El desvío de armas pequeñas y ligeras «sigue siendo un problema serio en la región de América Latina y el Caribe», según ATT Monitor, que reconoce también la complejidad de hacerle frente y advierte de que no es responsabilidad exclusiva de estos países, incidiendo en particular en el rol de los países exportadores por asegurarse del destino final de sus ventas y en particular Estados Unidos.

Costo de la violencia armada

Por otra parte, la violencia tiene un importante coste económico para estos países. Según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de 2017, la delincuencia le cuesta a América Latina un 3% de su PIB, en una orquilla que va desde el 2,42% hasta el 3,55% y en la que los países de Centroamérica salen peor parados. Aquí, el coste es el doble de la media regional.

Esto se traduce en un coste total de hasta 236.000 millones de dólares y una media de 300 dólares per cápita en los 17 países analizados. Tal y como advierte Solmirano, «es muy probable que estos costes sean muy superiores hoy en día si se volvieran a medir las mismas variables», habida cuenta de que América Latina fue de las regiones más castigadas por la pandemia de COVID-19.

En estas circunstancias, según la experta, la «militarización de la seguridad pública», como ha ocurrido en México o Brasil, no ha brindado los resultados deseados. Por ello, apuesta por otras medidas como una mejora de la seguridad de los arsenales, una mayor destrucción de armas decomisadas o más intercambio de información, y advierte de que hace falta un «enfoque integral que reduzca la demanda global de armas» para evitar que América Latina siga siendo «la región más violenta del mundo».

Hacer caso

Los liderazgos latinoamericanos tienden a poner la lealtad por delante de cualquier otra virtud. Pero más que el acatamiento de un proyecto o una causa es la lealtad al jefe. El hacer caso se convierte en una virtud más indispensable que la inteligencia crítica, que podría ser más útil al gobernar. La combinación entre personalismo y presidencialismo de nuestra región, incluso en países federales siempre termina pasándole factura a la democracia. Y es que el relevo se convierte en algo casi incompatible con el carisma del que gobierna sabiéndose poco menos que el rey sol: El Estado soy yo.

Tanto así que le ponemos el sufijo “ismo” a cualquier apellido: peñalosismo, uribismo, petrismo, galanismo, santismo. Y luego le asignamos cualquier cosa a esas nuevas ideologías de rápida creación: el “santismo” le entregaría el país a las FARC, el metro subterráneo es “petrista”, los buses son peñalosistas, y otras atrocidades de ese estilo. Los ismos siempre llenos de detalles, las causas cada vez más vacías. No falta, sino que ahora alguien se invente “el barbosismo”.

 

Tengo distancias con las grandes personalidades. Los líderes magnificentes me parecen molestos, antipáticos y, casi siempre, profundamente patriarcales. Pero de ahí a asegurar que la frase del presidente Petro – el jefe soy yo – pone en peligro la separación de poderes, hay una brecha. Las razones, desde la evidencia son varias.

Un primer argumento es que las bases sociales con las que cuenta el presidente son muy diversas como para salir todas, unificadas y al mismo tiempo a la calle. Incluso, quiénes entraron en pánico con el acompañamiento de la guardia indígena al Plan Nacional de Desarrollo pueden estar tranquilos. No hay apoyos irrestrictos en tanto los movimientos sociales, campesinos o indígenas del país. Hay tantos tipos de liderazgos, contrapesos, demandas y agendas como arroz. Incluso, en el caso del movimiento indígena del Cauca, el apoyo al gobierno no ha estado exento de profundas y duras críticas a la política de paz total y de demandas para mejorar la protección y la situación de derechos humanos del departamento, que es bastante grave.

Mi segundo argumento es que, para llamar a las grandes masas a la calle, se tiene que tener influencia sobre las grandes masas, y eso tiene todo que ver con la economía y la política social. Los presidencialismos más fuertes y duros, que han acabado con la separación de poderes (piense usted en la Nicaragua de Ortega, la Venezuela de Chávez y Maduro, el Perú de Fujimori o El Salvador de Bukele) han fundamentado sus apoyos en transferencias directas y rápidas a la población más empobrecida, e incluso a las clases medias para conseguir apoyos irrestrictos. Ese no es el caso del gobierno actual, que ha sido más bien conservador y no ha ampliado la base de los subsidios. Todo parece indicar que la política social está orientada a intentar dar fuerza a la pequeña economía, tanto así que la recién aprobada renta ciudadana concentró más dinero en menos gente, en vez de intentar universalizar como lo hizo México con López Obrador.

Mi tercer y último argumento es que Petro está fundamentando su popularidad en la relación directa con la política regional, canalizando el profundo descontento de los grupos políticos que siempre han dependido de la intermediación de jefes de partido y senadores, pero que ven una clara oportunidad de tener interlocución directa con el gobierno central. Pero esos apoyos dependen de la capacidad y el éxito de la gestión de dichos políticos, y del gobierno de cumplirles con avales, cuotas burocráticas y recursos para las regiones. Y aún así, la clase política regional no va a brillar por su lealtad, ni son los mejores “haciendo caso”. Todo siempre está sujeto a negociación.

Finalmente, la izquierda en Colombia, que sería la base social fiel y leal no está profundamente entusiasmada por la reforma a la salud o la reforma laboral, las dos primeras avanzadas de gobierno en la agenda del cambio. Por el contrario, la reforma agraria y los avances en la paz sí pueden llegar a generar movilizaciones de apoyo al gobierno, pero tendrán que mostrar rápido resultados, que no son nada fáciles. La izquierda estaba lista para enfrentar a una oposición rabiosa y violenta, no para la incertidumbre. En conclusión, es verdad que la retórica del presidente es incómoda y grandilocuente, pero no es una amenaza que se concrete en acción. Que el presidente llame a “hacer caso” no quiere decir que lo vayan a obedecer.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Borrell pide cooperación más estrecha entre la UE y Latinoamérica

El Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, ha abogado por una mayor cooperación entre la Unión Europea y Latinoamérica durante la cumbre «América Latina, el Caribe y Europa: recalibrar nuestra asociación estratégica» en Cartagena, Colombia, y ha achacado la reducción de las relaciones durante la última década a los problemas surgidos en Europa y a la «fragmentación latinoamericana».

«La Cordillera Andina puede ser lo que fue el Golfo Pérsico en el siglo pasado», ha declarado Borrell, y ha asegurado que la economía mundial del siglo XXI no podrá construirse sin Latinoamérica debido a sus recursos naturales, especialmente en relación con las nuevas tecnologías y las energías verdes.

 

Borrel ha puesto como ejemplo a la región por las bajas emisiones históricas, aunque ha advertido que aún así será una de las zonas más afectadas por la «amenaza global» del cambio climático.

Además, ha añadido que Latinoamérica es la región con más biodiversidad del mundo, y que tiene uno de los mayores potenciales en energías renovables debido a tener el 30 por ciento de todo el agua dulce del mundo, por sus horas de sol, por su capacidad para generar toda clase de energías alternativas y por poseer el 80 por ciento de las reservas de litio.

La Unión Europea podría integrar a Mercosur, una de las economías más cerradas del mundo, en los circuitos económicos internacionales, aunque Borrell cree que hay que «discutir mucho» los acuerdos para que ambas partes salgan beneficiadas y que «no ponga en peligro los equilibrios ecológicos».

«La oportunidad que nos ofrece esta nueva cumbre, y la Presidencia española, es grande, y habrá que juzgar si la hemos aprovechado o no», ha comentado el político español, que también ha pedido «modernizar la arquitectura financiera y de seguridad internacional» en la que se incluyan regiones subrepresentadas como Latinoamérica, África y el sudeste asiático.

RELACIONES UE-LATINOAMÉRICA

El político español ha realizado un análisis del declive de las relaciones entre la UE y Latinoamérica desde 2010, que hasta entonces había un «flujo financiero enorme» en la región y en la que se llegó a invertir más que en China, Japón, India y Rusia juntos.

«Desde el 2010, en cambio, plegamos velas. (…) Porque aparecieron nuevos problemas internos en Europa, porque la crisis económica del 2008 nos debilitó mucho a los europeos, porque desde África llegaron problemas que nos desestabilizaron, porque tuvimos crisis migratorias, porque tuvimos el Brexit, porque en algunos países, como en España, hubo crisis políticas e institucionales fuertes», ha explicado Borrell.

Además, Borrell ha anunciado que trabajan con el presidente pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y presidente de San Vicente y las Granadinas, Ralph Everard Gonsalves, para preparar un encuentro en Bruselas el próximo mes de julio, el primero en ocho años.

El Fondo Monetario Internacional revisa el crecimiento para 2023 en América Latina

El Fondo Monetario Internacional ha empeorado en dos décimas las perspectivas de crecimiento de la economía de América Latina en el año 2023, pasando del 1,8% estimado el pasado mes de enero al 1,6% que ha dado a conocer este martes en su último informe de ‘Perspectiva Económica Mundial’.

No obstante, el crecimiento de la región en 2024 se situará una décima por encima de lo previsto en el informe anterior, llegando al 2,2%. Esta cifra seguirá siendo inferior a la alcanzada en el año 2022, cuando se registró una expansión del PIB de América Latina del 4%.

 

América Latina será así una de las regiones que menos crezca tanto en 2023 como en 2024 dentro del grupo de las economías de mercados emergentes y en desarrollo. Sin embargo, a nivel global, tendrá un mejor desempeño económico que la Unión Europea, cuyo PIB aumentará un 0,7% en 2023, o igual que el de Estados Unidos, que también crecerá un 1,6%.

En lo que se refiere a la región de Centroamérica, la actividad económica tendrá un mejor comportamiento, llegando a un 3,8% de expansión al final de año. Al mismo tiempo, los países del Caribe crecerán en su conjunto un 9,9% en 2023.

Por su parte, Sudamérica se quedará con un crecimiento del 1% este año y no superará el 2% en el 2024, quedándose a las puertas, con un 1,9%.

Por países, Chile experimentará una contracción del 1% de su PIB, mientras que Brasil o Argentina crecerán un 0,9% y 0,2%, respectivamente. México y Bolivia llegarán al 1,8%, mientras que Paraguay o Perú alcanzarán el 2023 un crecimiento menor al 3%.

INFLACIÓN EN EL 13,3%

La región terminará 2023 con una inflación del 13,3% interanual, apenas 1,4 puntos por debajo de la cifra del 2022. Ya en 2024, el índice de precios caería de los dos dígitos, hasta registrar una cifra del 9,9%.

De nuevo por países, cabe señalar que Argentina y Venezuela registrarán tasas interanuales en 2023 muy elevadas, aunque el primero bajará del 100% al final del año. Mientras, el régimen de Nicolás Maduro llegará a diciembre con una inflación del 400%, y ya en 2024 se reducirá la cifra a la mitad.

Colombia no conseguirá reducir la cifra interanual por debajo del 10%, quedándose en el 10,9%. Mientras, Chile cerrará en el 7,9%, México en el 6,3% o Brasil en el 5%.

Trabajan por una mayor integración económica de la Unión Europea con América Latina

La profundización de la integración con la Unión Europea podría ser una vía para que América Latina mejore sus perspectivas económicas y comerciales en un hipotético escenario de fragmentación geopolítica del comercio mundial, marcado por el surgimiento de dos bloques
de países, Estados Unidos y China, que restringen el comercio a los países que no pertenecen al mismo bloque.

Esta es una de las principales conclusiones que se recogen en el boletín económico ‘Los vínculos comerciales de América Latina
y el Caribe ante los riesgos de fragmentación geopolítica global’, publicado por el Banco de España.

 

El escenario presentado pone de manifiesto los efectos «adversos»
que la fragmentación comercial tendría sobre la actividad económica de la región latinoamericana y, por tanto, hace más necesaria la búsqueda de soluciones multilaterales.

Así, un posible «canal de protección» sería la diversificación comercial, para lo que los países de América Latina podrían mirar hacia el continente europeo y profundizar sus relaciones con la Unión Europea.

Respecto a la situación comercial entre ambos bloques, el Banco de España ha apuntado que los acuerdos vigentes «no agotan» todas las posibilidades de integración comercial. Entre estos, cabe destacar el principio de acuerdo alcanzado entre la Unión Europea y el Mercosur no ha sido ratificado aún, y el acuerdo con México también está a la espera de ser ratificado desde 2020.

Apertura comercial heterogénea:

El nivel de impacto del hipotético escenario de conflicto comercial es «heterogéneo» en las economías de América Latina , difiriendo de su grado de apertura comercial hacia otros países y de la composición geográfica de sus flujos comerciales.

En cifras, los intercambios comerciales de América Latina con Estados Unidos, China y la Unión Europea representan cerca del 65% del total del comercio internacional de la región. El principal
destino es Estados Unidos, al que llegan el 42% de las exportaciones totales de la región, lo que equivale al 8,5% del PIB regional. Por su parte, China y la Unión Europea tienen una importancia relativa menor y atraen, respectivamente, el 15% y el 9% (3% y 1,7% del PIB) de las exportaciones de la región.

Por el lado de las importaciones, las diferencias entre bloques son algo menores. Estados Unidos, China y la Unión Europea representan el 34%, el 20% y el 12% de las importaciones totales de la región, lo que equivale al 6,3%, el 3,7% y el 2,2% del PIB regional, respectivamente.

En lo que se refiere al grado de apertura, Brasil sería el país menos perjudicado, al ser una economía más cerrada al comercio internacional. Por el contrario, México es el país que realiza más intercambios comerciales, aunque estos se concentran mayoritariamente con Estados Unidos, por lo que una alineación con el bloque oriental liderado por China le llevaría a ser uno de los mayores perdedores de la región, junto a los países centroamericanos.

En el caso de que los lazos comerciales de América Latina se centren en el bloque liderado por Estados Unidos, la mayor reducción del comercio se produciría en Chile y Perú, dada su mayor relación con China. Precisamente, el gigante asiático es, en la actualidad, el principal socio comercial para los países de América del Sur, salvo para Colombia y Ecuador.

¿Será que Colombia logrará tener planta de ensamble de «vehículos eléctricos»?

Colombia está a punto de lograr el sueño de varios países en América Latina: convertirse en el primer país de esta región en tener una planta para el ensamble de vehículos eléctricos.

Y es que en medio de la jornada del día del no carro, el presidente de General Motors International, Shilpan Amin, estuvo en Bogotá en compañía del presidente de General Motors Suramérica, el colombiano Santiago Chamorro. Los dos ejecutivos visitaron la planta de ensamble del modelo Chevrolet Joy, que está a punto de ser inaugurada y que demandó una inversión de cincuenta millones de dólares, así lo informó un medio local.
En medio del recorrido, el señor Amin preguntó a los ejecutivos en Colombia cómo ven al actual Gobierno, a lo que varios del equipo le respondieron que lo veían muy comprometido con la transición energética. Y vino una pregunta clave: el presidente de General Motors International dijo: «¿Tan comprometido como para que Colombia sea el primer país en América Latina en el que ensamblemos nuestros vehículos eléctricos». La respuesta fue contundente: «Yes Sr.», «Sí señor».
Es más, los ejecutivos de General Motors en Colombia revelaron que ya han adelantado conversaciones sobre el tema con el alto Gobierno. Si el tema avanza y se logra concretar la idea, Colombia no solo podría atraer una millonaria inversión; también podría convertirse en una potencia en la región en el ensamblaje y la exportación de vehículos eléctricos.

Estos son los grandes retos «ambientales» para Latinoamérica este 2023

Foto: MinAmbiente.

Este año es clave para el desarrollo de las agendas de nuevos gobiernos en América Latina, que han prometido a cada país la protección del medio ambiente, así mismo, estarán vigilados muy de cerca por los termómetros de los antecesores, y un pueblo que espera grandes cambios para la conservación y sostenibilidad del medio ambiente, alineada con una producción de alimentos equilibrada para la población de las diferentes regiones.

 

América Latina contiene algunos de los países más diversos del mundo. Sin embargo, su riqueza ambiental se ve minada cada año por actividades extractivas agresivas como la minería (ilegal, criminal ya gran escala), la deforestación, la potrerización y la ganadería extensiva, entre otras actividades depredadoras.

En 2023, las principales naciones latinoamericanas no implementarán decididamente políticas activas para impedir que la región se degrade aún más en materia ambiental. Estos son algunos de los países con los mayores retos y amenazas.

Colombia, frenar la deforestación y proteger a los líderes ambientales

En junio de 2022 Colombia eligió a un nuevo presidente, Gustavo Petro. Una de sus banderas de campaña fue la protección “absoluta” del medio ambiente. En sus primeros cuatro meses de mandato, el gobierno entrante ha estado abierto al diálogo con las organizaciones sociales que trabajan en este ámbito y mejoraron un avance importante: la ratificación del Acuerdo de Escazú.

Persiste, sin embargo, una lacra que viene de gobiernos anteriores: el asesinato sistemático de líderes ambientales.

Según la organización Somos Defensores , entre el día de la posesión de Petro, 7 de agosto, y el 30 de septiembre se registraron 25 asesinatos de defensores ambientales, y según la organización Global Witness , el país cumplió dos años, 2020 y 2021, como el más letal para los líderes ambientales en el mundo; es el lugar donde mas los asesinan. 33 de los 200 homicidios registrados de líderes ambientales en el mundo sucedieron en Colombia.

Aunque el Acuerdo de Escazú permite sentar las bases para la protección de los defensores del medioambiente, el gobierno Petro debe asegurarse de que la violencia criminal contra ambientalistas se acabe de una vez en el país.

La segunda gran problemática que Colombia tendrá que enfrentar en 2023 es la deforestación. Según la nueva ministra de ambiente colombiana, Susana Muhammad, entre 2001 y 2021 la Amazonía colombiana perdió casi dos millones de hectáreas, lo que equivale a 2 millones de campos de futbol reglamentarios. Entre las razones de la deforestación están la minería ilegal, la potrerización, los incendios y las talas masivas. El año debe ser el inicio de un plan próximo que comience a ponerle coto a las prácticas que ahondan la deforestación en el país.

Argentina, sequías, incendios y conflictos con pueblos indígenas

Con una inflación interanual desbordada, que en noviembre alcanzó el 92,4%, Argentina es un país en crisis y el medioambiente no es la excepción.

Las pérdidas económicas debido a la sequía han sido enormes y el país debe pagar una deuda de 44.000 millones de dólares estadounidenses al Fondo Monetario Internacional (FMI).

El problema real de las sequías, más allá de la muerte de animales y el aumento de las tierras infértiles, es que alimenta una emergencia de incendios que han producido un enorme impacto acumulado. Según Chequeado ,

“Desde 2019 y hasta el 18 de agosto último, se registraron en todo el país un total de 6.716 incendios que afectaron una superficie de 2.360.215 hectáreas”. Si el gobierno argentino no logra poner freno a los incendios, más allá del enorme daño ambiental, la productividad agropecuaria, pilar de la economía del país, podría seguir bajando en 2023 de manera alarmante.

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Otra cuestión compleja en Argentina es el enfrentamiento persistente con los pueblos indígenas a causa de desplazamientos y disputas territoriales con diferentes organizaciones y, aunque se ha intentado llegar a soluciones acordadas, estas no han sido efectivas. Un ejemplo fue el intento de poner en marcha el Frente Indígena Plurinacional en noviembre una instancia que buscó ser una mesa de diálogo para acercar a representantes de los pueblos indígenas a órganos políticos. Sin embargo, la iniciativa no ha sido exitosa porque los indígenas no sienten que haya suficientes garantías por parte del Estado.

Ecuador, derrames, poca transparencia y lideres perseguidos

Ecuador es un país donde, según su constitución, la naturaleza es protagonista. Sin embargo, en 2022 hubo múltiples derrames de petróleo. Según el Ministerio de Ambiente, Agua y Transición Ecológica (Maate), entre 2012 y 2022 ha habido 1.584 derrames, principalmente debido a la falta de inversiones en el mantenimiento de los oleoductos. Si el gobierno ecuatoriano no obliga a las petroleras a cumplir con la normativa, el desastre ambiental del país puede ser aún mucho mayor.

Si los países latinos no crean planes de acción climática, no podrán paliar una crisis que ya está teniendo efectos irreversibles en la destrucción del hábitat de muchísimas especies, incluida la nuestra

Otro tema pendiente es la falta de datos actualizados sobre la deforestación en Ecuador. A la fecha no hay cifras actualizadas en las entidades gubernamentales lo que no permite entender cuál es la verdadera situación de la Amazonia ecuatoriana.

Finalmente, es urgente que cesen los ataques y persecuciones a líderes ambientales. Solo en octubre de 2022 se registraron tres ataques armados contra defensores y varios han denunciado que son perseguidos.

Bolivia: incendios y minería

Bolivia tendrá dos retos principales en materia ambiental en 2023: parar el avance de la deforestación, que ubicó al país como el segundo con mayor pérdida de bosque en América Latina,; y detener el aumento de la minería de oro en las áreas naturales protegidas que en muchos casos coinciden con los territorios indígenas.

Para lograrlo, el gobierno tendrá que compensar políticas que beneficien la gran minería aurífera.

México, impunidad y falta de fondos

En 2022 México es el país donde más líderes ambientales son asesinados en el mundo, superando incluso a Colombia. Según el último informe de Global Witness, publicado en septiembre de 2022, en el país fallecido 54 defensores en 2021.

En abril de 2022 se cumplió el primer año de la entrada en vigor del acuerdo de Escazú en México, aunque no parece haber tenido efecto en la violencia que se vive en los territorios.

Por otro lado, el sector ambiental en México tiene un presupuesto paupérrimo. En 2022 el gobierno federal destinó 40.795 millones de pesos argentinos (unos 1.990 millones de dólares) al sector ambiental; una cifra mucho menor a los 67.000 millones de pesos que tenía en 2015. La falta de recursos ha tenido como consecuencia un sector débil, que no tiene cómo proteger las áreas de conservación ni cómo hacer investigaciones profundas de la situación ambiental del país.

Brasil, deforestación y violación de los derechos indígenas

Brasil, el país más diverso del mundo, venta de un gobierno especialmente agresivo con el medioambiente y se enfrenta a un año complejo en 2023.

Después del mandato de Bolsonaro, el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva enfrenta dos desafíos: la deforestación más alta de la región, y la vulneración constante de los derechos de los pueblos indígenas.

Durante su campaña, Lula prometió poner freno a ambas problemáticas con el nombramiento de la líder ambiental Marina Silva en Medioambiente y la creación de un ministerio para los pueblos indígenas.

Regionalmente, el reto más grande a superar es, sin duda, la deforestación, sobre todo en la Amazonia, el bosque tropical más extenso del mundo y una de las reservas naturales y de biodiversidad de la humanidad. Si no se crean planos estructurales y que se reflejan en políticas públicas eficaces que defienden el medio ambiente, no habrá forma de detener estas dinámicas de consecuencias catastróficas para el planeta y especialmente para la crisis del clima.

Chile: descarbonización, plan de  mejoramiento del aire de Santiago de Chile

Uno de los hitos en materia medioambiental en Chile ocurrirá el 3 de abril próximo cuando se celebre en la ciudad de Viña del Mar la primera reunión de ministros de Agricultura y Medio Ambiente de la región para debatir sobre la reducción de emisiones de dióxido de carbono y metano en los sectores agroalimentarios y de residuos. Lo harán convocados por el ministro de Agricultura del Gobierno de Gabriel Boric, Esteban Valenzuela.

“Si no se bajan las emisiones de metano en esta década vamos a desaprovechar la oportunidad de evitar el calentamiento en el corto plazo. Este desafío no se logrará sin bajar o frenar las emisiones de la agricultura. Y en los últimos años han emergido soluciones tecnológicas que permitirán que países como Chile, Brasil o la Unión Europea puedan ser los primeros de producción de carne y leche de menos emisiones”, explica Marcelo Mena, director del Centro de Acción Climática de la Universidad Católica de Valparaíso.

El Gobierno de Boric cumple un año en marzo próximo y uno de los desafíos, de acuerdo a Mena, está en levantar proyectos de ley en torno a las principales urgencias de Chile en materia medioambiental: una reforma al sistema de evaluación de impacto ambiental para facilitar las inversiones que contribuyan a la descarbonización, una ley de residuos orgánicos, un nuevo plan de descontaminación para Santiago de Chile y la actualización de normas de calidad de aire.

Crisis Climática en una región sorda, ciega y muda

Sequías prolongadas, incendios gigantescos, deforestación sin freno, y deshielo de los glaciares andinos han marcado la agenda ambiental en América Latina en 2022. Según un nuevo informe del Banco Mundial (BM), la acción climática es urgente en la región para lograr acelerar una transición efectiva hacia economías resilientes y bajas en carbono.

El informe del BM, titulado Hoja de ruta para la acción climática en América Latina y el Caribe 2021-25 , afirma que los desastres y eventos relacionados con el clima como sequías, deslizamientos e inundaciones, entre otros, serán cada vez más frecuentes e intensos por lo que la región es una de las más vulnerables al avance destructivo del cambio climático. La entidad estima que los costos causados ​​por estos desastres en materia de infraestructura, energía y transporte equivalen al 1% del Producto Interno Bruto (PIB) regional y hasta el 2% en algunos países centroamericanos

El informe, además, muestra que para 2030, sólo en América Latina hasta 5,8 millones de personas podrían caer en la pobreza extrema como resultado de los efectos del cambio climático y que, para 2050, 17 millones serían desplazados climáticos. Después de los tibios resultados de la COP27, queda claro que si los países latinos no crean planes de acción climática coordinados y estructurados, no podrán paliar una crisis que ya está teniendo efectos irreversibles en la destrucción del hábitat de muchísimas especies, incluida la nuestra.

Retos y oportunidades de América Latina en 2023

Como hemos venido analizando las últimas semanas, cada vez se aleja la idea de la recesión en el 2023, pero persiste y se materializa cada vez más la desaceleración económica, tema distinto, pero con retos y oportunidades también, sobre todo para nuestra región aquí en Latinoamérica. El informe anual Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe de la CEPAL – Comisión Económica Para América Latina de las Naciones Unidas, proyecta que el crecimiento regional del próximo año será una tercera parte de la tasa esperada para 2022, no habría recesión según exponen, pero el crecimiento será aún menor del esperado.

De los países de América Latina y el Caribe se espera crezcan un 3,7% en 2022, poco más de la mitad de la tasa del 6,7% registrada en 2021. Se estima que en el año 2023 se intensifique la desaceleración del crecimiento económico y se alcance una tasa del 1,3%.

 

De acuerdo con este informe de las Economías de América Latina y el Caribe, las respuestas de política monetaria adoptadas en todo el mundo durante este año 2022, debido al incremento de la inflación global, han conducido a incrementos financieros en su volatilidad y consecuentemente han traído a su vez, incrementos en los niveles de aversión al riesgo, lo que trae como consecuencia menores flujos de capital hacia nuestras economías emergentes. Pero se espera que comience a bajar la inflación global en el próximo año 2023 lo cual debería reflejar una periódica disminución de las tasas de interés por parte de los bancos centrales de la región. En resumidas cuentas, si comienza a bajar la inflación, podemos seguir haciendo políticas encaminadas al aumento de la producción real, dejando atrás, ojalá, este flagelo de la creciente inflación que vemos muy elevada y creciente en la región, miremos a Venezuela y Argentina, solo por dar 2 ejemplos.

En al plano fiscal, se puede apreciar una reducción del déficit, pero aún los niveles de endeudamiento de los países continúan siendo altos, razón por la cual deberíamos esperar que el tema fiscal siga poniendo las condiciones en cuanto las decisiones del gasto público. Se evidencia que existe aún riesgo de depreciaciones de las monedas lo cual aún dificultaría el financiamiento de varias operaciones de los gobiernos en el 2023.

La CEPAL señala que esta coyuntura de desaceleración nos llega con desafíos al manejo macroeconómico. En el tema fiscal hay que evitar ajustes ahora del gasto, recomiendan que se deben revisar los gastos tributarios, reformas que aumenten la recaudación y progresividad de la estructura tributaria, temas que se alinean con el gobierno colombiano y su intención de cambiar el tipo de recaudo y hacer más progresivos los impuestos.

El informe comenta que es prioridad la dinamización de la inversión, de la productividad para lograr satisfacer las demandas sociales, crear más empleos formales, la desigualdad, la pobreza, y avanzar sólidamente en la mitigación del cambio climático. Para lo cual aconsejan implementar políticas públicas innovadoras en lo productivo, financiero, comercial, social para evitar lo que denominaron como una década perdida, la del período 2014-2023.

Para analizar oportunidades, debemos tener claro que la lucha de Occidente por la supremacía con China y la guerra entre Rusia y Ucrania vislumbra una oportunidad para América Latina. China se ha vuelto dominante en muchas áreas y sectores económicos, Estados Unidos y Europa, podría decirse, llegan muy tarde en cuanto a garantizar, por ejemplo, metales importantes para la transición energética como el cobre o el litio, minerales que abundan en nuestra región. Adicionalmente, ya se están comprando en China importantes cantidades de alimentos desde América Latina.

Las grandes reservas identificadas de Litio, metal fundamental para la manufactura de baterías, está en nuestra región Latinoamericana, así como las de cobre, níquel y plata. Esto entre otros factores también determinados por el aumento de productos agrícolas procesados a los Estados Unidos que se espera aumenten en los siguientes años, hacen crecer las oportunidades de la región.

El fantasma de la recesión se sigue alejando, pero se deben aprovechar las oportunidades vigentes para capitalizarlas. Como aparece en estos informes de la CEPAL, esperamos entones que la inflación efectivamente vaya disminuyendo, con el fin de poder orientar políticas monetarias para otros fines, como el aumento de la productividad, más aún persiste la alerta por la desaceleración. Temas para seguir analizando en estas fiestas navideñas, concluyendo este complejo 2022.

John Escobar Reyes

@jack80x