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Etiqueta: Antártida

Deshielo en la Antártida

Foto: Pixabay

La dinámica del hielo en la Antártica se asemeja cada vez más a los cambios en Groenlandia: derretimiento más rápido, colapso de las plataformas de hielo y pérdida creciente de hielo hacia el mar.

 

El estudio ‘La groenlandificación de la Antártida’, publicado en Nature Geoscience con tres investigadores del DMI (Instituto Danés de Meteorología) como autores principales, ‘reutiliza’ una serie de conocimientos científicos obtenidos en el Ártico sobre los cambios que los investigadores reconocen que ahora también se están produciendo en la Antártida.

Durante mucho tiempo se ha considerado que la Antártida es más estable que el Ártico. Pero hoy la situación ha cambiado: el hielo marino está desapareciendo, las temperaturas también están aumentando, los flujos de hielo se están acelerando y el agua de deshielo está penetrando en las grietas de los glaciares, provocando su gradual hacia el mar con mayor rapidez. Esto es devastador, ya que las masas de hielo del sur tienen un potencial drástico en forma de aumento del nivel del mar para nosotros en el norte, afirma en un comunicado la autora principal, Ruth Mottram, del Centro Nacional de Investigación Climática (NCKF) del DMI.

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Groenlandia es una enorme montaña de hielo que atrae el agua que la rodea. Cuando el hielo se derrite, el nivel del mar desciende localmente cerca de Groenlandia, mientras que sube más en zonas distantes. Dinamarca está cerca de Groenlandia, por lo que el deshielo de Groenlandia no afecta mucho al nivel del mar danés.

Pero la Antártida se encuentra en el extremo opuesto del planeta. Cuando el hielo de allí se derrite, el agua se distribuye de tal manera que provoca un aumento aún mayor del nivel del mar en latitudes lejanas. Esto significa que un centímetro de derretimiento de la Antártida provoca un aumento mayor del nivel del mar en Dinamarca que la misma cantidad en Groenlandia.

Problema distante con consecuencias cercanas

Fundamentalmente, las dos regiones polares son diferentes. El Ártico o Polo Norte es un océano cubierto de hielo marino, rodeado de continentes. La Antártida o Polo Sur es un continente cubierto por una enorme capa de hielo, rodeado de océano.

Desde la década de 1990, la Antártida ha contribuido con unos siete milímetros al nivel global del mar, aproximadamente dos tercios de la contribución de Groenlandia durante el mismo período. Pero la diferencia radica en que la Antártida contiene mucho más hielo.

Si la capa de hielo de Groenlandia se derritiera por completo, el nivel del mar aumentaría unos siete metros. Desde la Antártida, el potencial supera los 50 metros. Incluso zonas más pequeñas de la Antártida Occidental, actualmente la más inestable, podrían elevar el nivel del mar varios metros.

Para Dinamarca, con sus costas bajas y ciudades densamente pobladas a orillas del mar, el aumento del nivel del mar es un desafío que continuará durante muchas décadas y siglos. Y es también el futuro de la Antártida el que determina la magnitud y la velocidad del aumento del nivel del mar.

La propuesta que hará el canciller al Presidente Petro desde la «Antártida»

Foto: cortesía.

Desde el Polo Sur el Canciller Álvaro Leyva, señaló que la Antártida es el corazón del planeta, al recordar que es la fuente de más del 80% del agua dulce del planeta y que desde allí salen todas las corrientes oceánicas. “No hay Amazonía si no hay Antártida”, afirmó el ministro de relaciones exteriores al destacar el papel determinante que tiene el ‘continente blanco’, en la mitigación de los devastadores efectos causados por el calentamiento global.

 

Por otro lado, dio a conocer que esta visita, tiene el propósito de proponerle al Presidente Gustavo Petro promover un pacto para salvar la Amazonía. “Es necesario trazar una política de Estado que promueva la investigación y el cuidado de la Antártida, entendiendo que es fuente vital del planeta. “Es su aire acondicionado”, dijo.

“Si estamos en la defensa del planeta necesitamos una política de la Antártida, con esos recursos que tenemos medio olvidados y rezagados, con las universidades. El futuro del planeta está acá”, y aseguró que le pedirá al Presidente Petro que le permita despachar por algunos días en la Antártida para convocar a los ministerios de hacienda, educación, ambiente y ciencia, y explorar la viabilidad de destinar mayores recursos a la investigación de la Antártida.

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También se reunió con el gobernador de Magallanes, Jorge Flies, para fortalecer los lazos con esta zona de la Patagonia chilena, que convoca a la región y el mundo para hablar sobre ciencia alrededor de la Antártida.

El canciller Leyva además dialogó con los investigadores de la IX Expedición Científica y V Campaña Aérea de Colombia a la Antártica, que trabajan en la generación de conocimiento para la preservación del ambiente antártico. Tras este encuentro, destacó el trabajo que por décadas han venido haciendo tanto la Fuerza Aérea Colombiana como la Armada Nacional en investigación.

“Vamos a continuar defendiendo la subsistencia del planeta, vamos a seguir convocando, porque así lo ha dicho el presidente, a conferencias internacionales, particularmente latinoamericanas para llamar la atención sobre lo hacen esos sabios que hoy investigan aquí”, concluyó Leyva.

Satélite descubre nueva colonia de «pingüino emperador»

Científicos han descubierto una pequeña nueva colonia de pingüinos emperador en una zona muy afectada por el deshielo marino de la Antártida, gracias a la tecnología de cartografía por satélite.

Con esta nueva colonia, ya son 66 las colonias de pingüinos emperador conocidas en el litoral antártico, de las cuales exactamente la mitad han sido descubiertas gracias a imágenes por satélite.

 

El equipo estudió imágenes de la misión por satélite Copernicus Sentinel-2 de la Comisión Europea, que se compararon con imágenes de alta resolución del satélite Maxar WorldView-3 y se confirmaron. Identificaron la colonia por las manchas de guano de las aves, que son de color marrón y más fáciles de identificar junto al hielo y la roca. El nuevo emplazamiento, en Verleger Point, en la Antártida Occidental, alberga unas 500 aves y está situado a 74° 42′ S, 136° 11’O.

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Los pingüinos emperador necesitan hielo marino para reproducirse y se encuentran en zonas muy difíciles de estudiar porque son remotas y a menudo inaccesibles y pueden experimentar temperaturas de hasta -60°C.

El autor principal, el Dr. Peter Fretwell, que estudia la vida salvaje desde el espacio en el BAS (British Antarctic Survey), afirma en un comunicado: «Se trata de un descubrimiento apasionante. Las nuevas imágenes por satélite de la costa antártica nos han permitido encontrar muchas colonias nuevas. Y aunque es una buena noticia, como muchos de los lugares descubiertos recientemente, esta colonia es pequeña y se encuentra en una región muy afectada por la reciente pérdida de hielo marino».

Se sabe que los pingüinos emperador son vulnerables a la pérdida de hielo marino, su hábitat de cría favorito. Con las proyecciones actuales de cambio climático, es probable que este hábitat disminuya: los proyectos más recientes sugieren que, con las tendencias actuales de calentamiento, el 80% de las colonias estarán casi extintas a finales de siglo.

Foto: Pexels.

IA monitorea el enorme glaciar «Thwaites» en la Antártida occidental

Técnicas de inteligencia artificial se suman al seguimiento de las grietas en la lengua de hielo del enorme glaciar Thwaites, en la Antártida occidental.

El uso de la IA permitirá a los científicos controlar y modelizar con mayor precisión los cambios de trascendencia mundial en este importante glaciar, cuyo colpaso puede elevar por sí solo el nivel del mar, según publican en la revista ‘Nature Geoscience’.

 

Un equipo de científicos de la Universidad de Leeds y la Universidad de Bristol, en Reino Unido, ha adaptado un algoritmo de inteligencia artificial desarrollado originalmente para identificar células en imágenes de microscopio a fin de detectar la formación de grietas en el hielo a partir de imágenes de satélite. Las grietas son indicadores de la acumulación de tensiones en el glaciar.

El Thwaites es una parte especialmente importante de la capa de hielo de la Antártida, ya que contiene hielo suficiente para elevar el nivel del mar unos 60 centímetros y muchos consideran que corre el riesgo de retroceder rápidamente, amenazando a las comunidades costeras de todo el mundo.

La investigación se centra en una parte del sistema glaciar donde el hielo fluye hacia el mar y empieza a flotar. Este punto se conoce como línea de encalladura y constituye el inicio de la plataforma de hielo oriental de Thwaites y de la lengua de hielo del glaciar de Thwaites, que también es una plataforma de hielo.

A pesar de ser pequeñas en comparación con el tamaño de todo el glaciar, los cambios en estas plataformas de hielo podrían tener implicaciones de gran alcance para todo el sistema glaciar y el futuro aumento del nivel del mar.

Los científicos querían saber si era más probable que se formaran grietas o fracturas en el glaciar si cambiaba la velocidad del flujo de hielo. Mediante aprendizaje automático, los investigadores enseñaron a un ordenador a observar imágenes de radar por satélite e identificar los cambios ocurridos en la última década.

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Las imágenes fueron tomadas por los satélites Sentinel-1 de la Agencia Espacial Europea, que pueden «ver» a través de la capa superior de nieve y sobre el glaciar, revelando la superficie fracturada del hielo normalmente oculta a la vista.

El análisis reveló que, en los últimos seis años, la lengua de hielo del glaciar Thwaites se ha acelerado y ralentizado dos veces, en torno a un 40% cada vez: de cuatro km/año a seis km/año antes de ralentizarse. Se trata de un aumento sustancial de la magnitud y la frecuencia de los cambios de velocidad en comparación con los registros anteriores.

El estudio descubrió una compleja interacción entre la formación de grietas y la velocidad del flujo de hielo. Cuando el flujo de hielo se acelera o ralentiza, es probable que se formen más grietas. A su vez, el aumento de grietas hace que el hielo cambie de velocidad al alterarse el nivel de fricción entre el hielo y la roca subyacente.

La doctora Anna Hogg, glacióloga del grupo de Dinámica del Hielo por Satélite de Leeds y autora del estudio, explica que «tradicionalmente se hs pensado que los cambios dinámicos en las plataformas de hielo se producen en escalas de tiempo de décadas a siglos, por lo que fue sorprendente ver cómo este enorme glaciar se aceleraba y ralentizaba tan rápidamente».

«El estudio también demuestra el papel clave que desempeñan las fracturas a la hora de descongestionar el flujo de hielo, un proceso conocido como «descongestión –añade–. Los modelos de capas de hielo deben evolucionar para tener en cuenta el hecho de que el hielo puede fracturarse, lo que nos permitirá medir con mayor precisión las futuras contribuciones al nivel del mar».

Trystan Surawy-Stepney, autor principal del trabajo e investigador doctoral en Leeds, asegura que «lo bueno de este estudio es la precisión con la que se cartografiaron las grietas. Se sabe desde hace tiempo que la formación de grietas es un componente importante de la dinámica de las plataformas de hielo y este estudio demuestra que este vínculo puede estudiarse a gran escala con una bella resolución, utilizando técnicas de visión por ordenador aplicadas al diluvio de imágenes de satélite adquiridas cada semana».

Los satélites que orbitan la Tierra proporcionan a los científicos nuevos datos sobre las regiones más remotas e inaccesibles de la Antártida. El radar a bordo de Sentinel-1 permite obtener imágenes de lugares como el glaciar Thwaites de día o de noche, cada semana, durante todo el año.

El doctor Mark Drinkwater, de la Agencia Espacial Europea, apunta que «estudios como éste no serían posibles sin el gran volumen de datos de alta resolución proporcionados por Sentinel-1. Si seguimos planificando futuras misiones, podremos seguir apoyando trabajos como éste y ampliar el alcance de la investigación científica sobre áreas vitales del sistema climático de la Tierra».

En cuanto a la lengua de hielo del glaciar Thwaites, queda por ver si estos cambios a corto plazo tienen alguna repercusión en la dinámica a largo plazo del glaciar, o si se trata simplemente de síntomas aislados de una plataforma de hielo próxima a su fin.

Foto: Pexels.

La Antártida se desmorona soltando icebergs a ritmo insostenible

Un nuevo estudio sobre la Antártida, incluido el primer mapa del desprendimiento de icebergs, duplica estimaciones previas de desgaste de las plataformas de hielo y detalla el cambio del continente.

La mayor incertidumbre al pronosticar el aumento global del nivel del mar es cómo se acelerará la pérdida de hielo de la Antártida a medida que el clima se calienta. Dos estudios publicados el 10 de agosto y dirigidos por investigadores del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California revelan nuevos datos inesperados sobre cómo la capa de hielo de la Antártida ha estado perdiendo masa en las últimas décadas.

 

Un estudio, publicado en la revista Nature, mapea cómo el desprendimiento de icebergs (el desprendimiento del hielo del frente de un glaciar) ha cambiado la costa antártica en los últimos 25 años. Los investigadores descubrieron que el borde de la capa de hielo se ha estado desprendiendo de icebergs más rápido de lo que se puede reemplazar el hielo.

Este sorprendente hallazgo duplica las estimaciones anteriores de pérdida de hielo de las plataformas de hielo flotante de la Antártida desde 1997, de 6 billones a 12 billones de toneladas métricas. La pérdida de hielo por el desprendimiento ha debilitado las plataformas de hielo y ha permitido que los glaciares antárticos fluyan más rápidamente hacia el océano, acelerando la tasa global de aumento del nivel del mar.

El otro estudio, publicado en Earth System Science Data, muestra con detalles sin precedentes cómo el adelgazamiento del hielo antártico a medida que se derrite el agua del océano se ha extendido desde los bordes exteriores del continente hacia su interior, casi duplicándose en las partes occidentales de la capa de hielo en la década pasada. Combinados, los informes complementarios ofrecen la visión más completa hasta ahora de cómo está cambiando el continente helado.

«La Antártida se está desmoronando», dice en un comunicado el científico del JPL Chad Greene, autor principal del estudio de desprendimiento de icebergs. «Y cuando las plataformas de hielo disminuyen y se debilitan, los glaciares masivos del continente tienden a acelerar y aumentar la tasa de aumento del nivel del mar global».

La mayoría de los glaciares antárticos desembocan en el océano, donde terminan en plataformas de hielo flotantes de hasta 3 kilómetros de espesor y 800 kilómetros de ancho. Las plataformas de hielo actúan como contrafuertes de los glaciares, impidiendo que el hielo simplemente se deslice hacia el océano. Cuando las plataformas de hielo son estables, tienen un ciclo natural de desprendimiento y reabastecimiento que mantiene su tamaño bastante constante a largo plazo.

Pero en las últimas décadas, el calentamiento del océano ha estado desestabilizando las plataformas de hielo de la Antártida derritiéndolas desde abajo, haciéndolas más delgadas y débiles. Los altímetros satelitales miden el proceso de adelgazamiento al registrar la altura cambiante del hielo, pero hasta este estudio, no ha habido una evaluación exhaustiva de cómo el cambio climático podría estar afectando el desprendimiento de icebergs en todo el continente.

Eso se debe en parte a que las imágenes satelitales han sido difíciles de interpretar. «Por ejemplo», dijo Greene, «puedes imaginarte mirando una imagen de satélite y tratando de descubrir la diferencia entre un iceberg blanco, una plataforma de hielo blanca, hielo marino blanco e incluso una nube blanca. Eso siempre ha sido una tarea difícil. Pero ahora tenemos suficientes datos de múltiples sensores satelitales para ver una imagen clara de cómo ha evolucionado la costa de la Antártida en los últimos años».

Para el nuevo estudio, Greene y sus coautores sintetizaron imágenes satelitales del continente en longitudes de onda visibles, térmicas infrarrojas (calor) y de radar desde 1997. Combinando estas mediciones con una comprensión del flujo de hielo obtenida de un proyecto en curso de mapeo de glaciares de la NASA , cartografiaron los bordes de las plataformas de hielo alrededor de 50.000 kilómetros lineales de la costa antártica.

Las pérdidas por desprendimiento han superado tanto el crecimiento natural de la plataforma de hielo que los investigadores creen que es poco probable que la Antártida pueda volver a crecer a su extensión anterior al año 2000 para fines de este siglo. De hecho, los hallazgos sugieren que se pueden esperar mayores pérdidas: las plataformas de hielo más grandes de la Antártida parecen estar en camino a grandes eventos de desprendimiento en los próximos 10 a 20 años.

En el estudio complementario, los científicos del JPL combinaron casi 3 mil millones de puntos de datos de siete instrumentos de altimetría transportados por el espacio para producir el conjunto de datos continuos más largo sobre la altura cambiante de la capa de hielo, un indicador de la pérdida de hielo, desde 1985. Usaron radar y mediciones láser de la elevación del hielo, con una precisión de centímetros, para producir los mapas mensuales de cambio de pérdida de hielo de mayor resolución jamás realizados.

El detalle incomparable en el nuevo registro revela cómo las tendencias a largo plazo y los patrones climáticos anuales afectan el hielo. Incluso muestra el ascenso y la caída de la capa de hielo a medida que los lagos subglaciales se llenan y vacían regularmente millas debajo de la superficie.

«Cambios sutiles como estos, en combinación con una mejor comprensión de las tendencias a largo plazo de este conjunto de datos, ayudarán a los investigadores a comprender los procesos que influyen en la pérdida de hielo, lo que conducirá a mejores estimaciones futuras del aumento del nivel del mar», dijo Johan Nilsson, autor principal del estudio en el JPL.

El mes de julio tuvo temperaturas tan altas que nunca se habían registrado

El pasado mes de julio fue uno de los tres más calurosos desde que se cuenta con registros, con olas de calor prolongadas e intensas que afectaron a varias partes de Europa, informó este martes la Organización Meteorológica Mundial.

Las temperaturas superaron los 40°C en partes de Portugal, España, Francia y el Reino Unido, que alcanzó este registro por primera vez. En la Península Ibérica se observó un número inusualmente elevado de días con temperaturas máximas superiores a los 35°C, destacando la duración de las temperaturas cálidas en esta región.

 

Los Estados Unidos de América también tuvieron el tercer mes de julio más cálido jamás registrado. Las temperaturas estuvieron por encima de la media o alcanzaron cifras récord en casi todos sus estados y tuvieron varias olas de calor, con temperaturas diurnas cercanas a los 38°C.

La extensión del hielo marino de la Antártida alcanzó su valor más bajo para el mes de julio en los 44 años de los que se poseen registros satelitales, con 15,3 millones de km2 de media, 1,1 millones de km2 (un 7%) por debajo de la media de 1991-2020 para julio y estuvo muy por debajo del anterior mínimo para ese mes.

Lagos de deshielo apuntan la amenaza climática en la Antártida

Los veranos más cálidos y los lagos de agua de deshielo amenazan los bordes de la capa de hielo más grande del mundo, según ha demostrado una nueva investigación. El estudio, el primero de su tipo, analizó los lagos superficiales de agua de deshielo alrededor de la capa de hielo de la Antártida Oriental durante un período de siete años, descubrió que el área y el volumen de estos lagos varían mucho de un año a otro y ofrece nuevos conocimientos sobre el impacto potencial del cambio climático reciente en el ‘Continente Helado’.

La investigación, dirigida por la Universidad de Durham y codirigida por la Universidad de Newcastle, utilizó más de 2.000 imágenes satelitales de todo el borde de la capa de hielo de la Antártida Oriental para determinar el tamaño y el volumen de los lagos en la superficie del hielo, también conocidos como lagos supraglaciales durante siete años consecutivos entre 2014 y 2020.

 

El estudio, en el que también participaron la Universidad de Lancaster y el Instituto de Tecnología de Georgia, mostró que el volumen del lago variaba de un año a otro hasta en un 200 % en plataformas de hielo individuales (extensiones flotantes de la capa de hielo principal de la Antártida), y en alrededor de un 72 % en general. También se descubrió que los lagos eran más profundos y más grandes en las estaciones de deshielo más cálidas y se formaron en algunas plataformas de hielo potencialmente vulnerables.

Consecuencias del derretimiento

Esta investigación, publicada en Nature Communications, es la primera en que se estudian los lagos de agua de deshielo durante temporadas de deshielo consecutivas en toda la capa de hielo, lo que permite explorar los controles sobre su desarrollo. Por lo tanto, el estudio proporciona información vital sobre por qué y dónde crecen los lagos, y ayudará a los expertos a comprender qué plataformas de hielo pueden tener más riesgo de romperse como consecuencia del derretimiento de la superficie.

La investigadora principal, la estudiante de doctorado Jennifer Arthur, del Departamento de Geografía de la Universidad de Durham, dijo; «Sabíamos que los lagos supraglaciales eran más extensos de lo que se pensaba anteriormente alrededor de la capa de hielo de la Antártida Oriental, pero hasta ahora solo teníamos instantáneas de estos en algunos años.

«Nuestro estudio revela que estos lagos cambian de escala mucho más de lo que originalmente sospechábamos. Nos sorprendió cuánto pueden cambiar los lagos de un año a otro entre las plataformas de hielo.

«Exploramos las posibles razones de esto y descubrimos que las temperaturas más cálidas del aire de verano en la Antártida se correlacionaban con lagos más extensos. Debido al cambio climático, la temperatura del aire en la Antártida seguirá aumentando y nuestro estudio sugiere que esto conducirá a un aumento en la cantidad y el volumen de los lagos supraglaciales, lo que a su vez pondrá algunas plataformas de hielo de la Antártida oriental en riesgo de deshielo. colapso.»

52 metros

La capa de hielo de la Antártida Oriental es la masa de hielo más grande del mundo y contiene suficiente hielo para elevar el nivel global del mar en unos 52 metros. La pérdida de las plataformas de hielo que bordean una capa de hielo permite que el hielo que se encuentra tierra adentro fluya más rápido hacia el océano, lo que contribuye al aumento global del nivel del mar.

Hasta ahora, las observaciones de los lagos supraglaciales en la capa de hielo de la Antártida Oriental eran relativamente escasas y la variabilidad de un año a otro era en gran medida desconocida, lo que dificultaba evaluar si algunas plataformas de hielo están cerca de romperse debido al agua de deshielo debido al cambio climático.

Este estudio, que utilizó imágenes del satélite Landsat 8, ayudará a los expertos a comprender la formación de lagos supraglaciales, los impactos climáticos en esto y predecir qué plataformas de hielo pueden estar en mayor riesgo de colapso.

Alarma en la Antártida: deshielo sin precedentes en la historia

La Antártida sufre un deshielo grave, «sin precedentes’ se atreven a decir los científicos, que recientemente y gracias a la tecnología de vanguardia ha podido probar el retroceso rápido y de los glaciares Pope, Smith y Kohler en la ensenada del mar de Amundsen en la Antártida. «Gracias a nuevos satélites de radar, hemos podido presenciar en los últimos años tasas de retroceso más rápidas que nunca entre los glaciares de todo el mundo. Esa es una señal de advertencia de que las cosas no se están asentando, no estabilizando en absoluto. Esto podría tener graves implicaciones para el equilibrio de todo el sistema glaciar en esta área», dijo en un comunicado el científico de radar Pietro Milillo, profesor asistente de ingeniería civil en la Universidad de Houston y autor principal del artículo.

El equipo de investigadores, de varios países, planea expandir la comprensión científica que obtiene de los glaciares Pope, Smith y Kohler, relativamente pequeños y menos estudiados, a sus gigantes y frágiles vecinos de la Antártida occidental, los glaciares Thwaites y Pine Island, así como a todo el sistema de glaciares antárticos.

 

El sur del sur, en peligro

En el punto más al sur de la Tierra, el Polo Sur está en la oscuridad la mayor parte del año. Su clima extremo significa que los investigadores pueden visitar solo por períodos cortos de tiempo, lo que limita su investigación. «El radar es perfecto para esas aplicaciones. La belleza del radar es que puede penetrar las nubes. Puede mirar en cualquier condición climática. También es un sensor activo, por lo que no tenemos que depender de la luz del sol». él dijo.

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Entre esas mediciones mensuales, el equipo mide los cambios de elevación cada dos semanas para evaluar el retroceso en la línea de puesta a tierra de un glaciar, el límite en la parte inferior de un glaciar donde la tierra congelada se encuentra con el agua más cálida. La línea de conexión a tierra se vuelve especialmente vulnerable porque el agua tibia crea una plataforma de hielo que comienza a flotar y fácilmente podría romperse por completo.

«Si todo el hielo sobre la flotación en la Antártida se derritiera, el nivel del mar subiría en promedio 58 metros (190 pies)», dijo Milillo. «Si «Si todos estos glaciares se derritieran, el agua del mar podría subir rápidamente. Con 267 millones de personas en todo el mundo viviendo en tierra a menos de 2 metros (6,6 pies) sobre el nivel del mar, podría resultar en una migración abrupta. Además, el hundimiento podría hacer que grandes estructuras se hundan en lugares vulnerables, incluido Houston», dijo Milillo. «Es por eso que la gente debería preocuparse por este tema. Incluso si no afecta su vida, afectará la vida de sus hijos y la vida de sus nietos».

El arte colombiano invade los lugares más inhóspitos

La colombiana Natalia López Polania, se encuentra realizando un proyecto artístico en el continente Antártico, con el que busca profundizar en los diálogos polares e indagar en las posibilidades estéticas del arte contemporáneo combinado con las problemáticas actuales en torno al medio ambiente. López fue la ganadora del Programa Cultura Antártica. Esta es su historia.

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