Ir al contenido principal

Horarios de atención

De lunes a viernes:
8:00 AM – 5:00 PM

Whatsapp: (+57) 317 599 0862
Teléfono: (+57) 313 7845820
Email: [email protected]

Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Cambio climático

El pelo de las ballenas podría tener la clave del cambio climático

Ballenas jorobadas y ballenas francas australes han revelado, a través de sus barbas, cómo estos grandes mamíferos acuáticos se adaptan a los cambios ambientales a lo largo del tiempo.

Las barbas de las ballenas, es decir, las estructuras con forma de cerdas de las que se alimentan las ballenas sin dientes como la jorobada y la franca austral, guardan un registro químico de sus patrones de alimentación, que puede ayudar a los investigadores a entender los cambios en los movimientos y comportamientos de las ballenas a lo largo del tiempo.

 

Investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW) han demostrado ahora cómo los cambios en los hábitos alimentarios de las ballenas que se remontan a casi 60 años atrás se corresponden con los cambios en los ciclos climáticos. La investigación, publicada en ‘Frontiers in Marine Science’, demuestra que es posible relacionar los patrones de alimentación con las condiciones climáticas a través de las barbas de las ballenas, lo que podría ayudar a entender cómo estos grandes mamíferos acuáticos pueden reaccionar a los eventos climáticos en el futuro.

«Lo increíble es que toda esta información sobre los patrones dietéticos y espaciales se ha desvelado sólo con el análisis de las placas de sus bocas», afirma Adelaide Dedden, autora principal del estudio y candidata al doctorado en Ciencias de la UNSW.

Descubrimiento en el Pacífico

En el estudio, los investigadores compararon la información almacenada en las barbas de las ballenas jorobadas y francas del Pacífico y el Índico con datos ambientales para ver si sus comportamientos reflejaban los cambios en las condiciones climáticas a lo largo del tiempo. «Descubrimos que las mismas condiciones -los fenómenos de La Niña- que nos traen estas devastadoras inundaciones tampoco son buenas para las ballenas jorobadas que migran a lo largo de la costa oriental de Australia», explica la profesora de la UNSW Tracey Rogers, ecóloga marina y autora principal del estudio.

Utilizando muestras de barbas de los archivos de los museos, varamientos y datos publicados anteriormente de otros estudios, descubrieron que las ballenas jorobadas que migran a lo largo de la costa oriental de Australia mostraban signos de menores oportunidades de alimentación durante las fases de La Niña, un ciclo climático a gran escala que determina la disponibilidad de alimentos en el Océano Austral.

Las lluvias pueden provocar grandes épocas de sequía

«Las ballenas barbadas son enormes y necesitan grandes cantidades de alimento. Esto las hace vulnerables a los cambios en el medio ambiente, pero también se ve agravado por su estrategia de supervivencia –subraya la profesora Rogers–. Ayunan durante los largos periodos en que abandonan sus productivas zonas de alimentación para reproducirse. Por eso son extremadamente susceptibles a los cambios en los ciclos oceánicos-atmosféricos, ya que éstos pueden influir en la disponibilidad de alimentos».

Un animal del tamaño de una ballena no es precisamente fácil de analizar en un laboratorio. En su lugar, los investigadores pueden observar tejidos duros más pequeños que guardan un registro más detallado de la actividad del animal.

Placas de queratina

En el caso de las ballenas que se alimentan por filtración, las largas y delgadas placas de queratina que cuelgan de su mandíbula superior, conocidas como barbas, les permiten capturar muchas presas pequeñas a la vez, pero también depositan pistas químicas conocidas como isótopos estables que dan pistas sobre sus hábitos alimentarios.

«A medida que las barbas crecen, las señales bioquímicas de su comida quedan atrapadas. Al igual que la información de las páginas de un libro, no cambian con el tiempo –explica el profesor Rogers–. Estas señales nos permiten reconstruir el comportamiento de las ballenas a través del tiempo: lo que comían y la zona general en la que se encontraban en ese momento».

El estudio descubrió que la variabilidad de los isótopos estables en las barbas de las jorobadas coincidía con los cambios en los ciclos climáticos, lo que implica que los patrones de alimentación de las ballenas cambian con la disponibilidad de recursos impulsada por el clima.

«Se sabe que los patrones de oscilación de los isótopos asimilados a lo largo de sus barbas reflejan los cambios en la fisiología de la ballena, pero también encontramos vínculos entre esta variabilidad isotópica y los cambios en el medio ambiente que se producen en ese momento», afirma Dedden.

Las ballenas jorobadas pasan los meses de invierno en aguas tropicales cálidas para reproducirse antes de volver a las aguas antárticas meridionales durante el verano para alimentarse. En medio de esta migración a los trópicos, están alejadas de las fuentes fiables de alimento y deben depender de las reservas de su cuerpo y de las presas oportunistas de Australia para sobrevivir.

«Como se alimentan por filtración, dependen de grandes agregaciones de krill porque les resulta energéticamente costoso alimentarse», señala Dedden.

El krill antártico necesita el hielo marino para prosperar. Tras las fases de La Niña, otras investigaciones han descubierto que hay menos concentración de hielo marino donde se alimentan estas ballenas, lo que significa que hay menos krill para que las ballenas lo consuman y lo mantengan durante sus meses de migración. «Las ballenas jorobadas de la costa oriental de Australia muestran signos de reducción de la alimentación tras los periodos de La Niña, lo que significa que potencialmente están luchando para acumular las reservas de energía necesarias durante el verano», añade Dedden.

Vuelve La Niña

En investigaciones anteriores se encontró una relación entre el aumento de los varamientos de ballenas en la costa australiana tras los años de La Niña, que, según los investigadores, puede atribuirse a un menor éxito de alimentación.

«Nuestros colegas han demostrado que las ballenas jorobadas están más delgadas -señal de que están experimentando malas condiciones de alimentación- y tienen una mayor probabilidad de encallar en los años siguientes a los eventos de La Niña –dice la profesora Rogers–. Con la previsión de que los eventos de La Niña aumenten en intensidad y frecuencia, desgraciadamente significa que estas ballenas pueden seguir teniendo más de estas malas perspectivas de alimentación, y podríamos ver más varamientos en el futuro».

Aunque las aguas no están claras para las jorobadas de la costa este, el estudio descubrió que las jorobadas de la costa oeste de Australia que se alimentan en el Océano Índico mostraron un mayor éxito de alimentación durante los períodos de La Niña.

«Las ballenas jorobadas de la costa este han mostrado signos de adaptación a diferentes estrategias de alimentación en otras regiones productivas conocidas en su ruta migratoria… algo que podría estudiarse en futuras investigaciones», afirma Dedden.

Los investigadores esperan utilizar los resultados del estudio para desarrollar modelos que puedan ayudar a predecir el comportamiento de las ballenas en el futuro. «Hemos elaborado patrones a partir de las tendencias históricas del pasado, y ahora podemos utilizar esos modelos para hacer predicciones en el futuro y ver cómo podrían ser nuestras ballenas», asegura la profesora Rogers.

Aunque las ballenas jorobadas ya no están incluidas en la lista de especies en peligro de extinción, el cambio climático sigue suponiendo una importante amenaza a largo plazo para la especie.

La profesora Rogers afirma que nuestras acciones de hoy para hacer frente al cambio climático supondrán una gran diferencia para las poblaciones de ballenas ahora y en el futuro, al igual que lo harán para nosotros. «Tenemos que actuar ahora mientras podamos –advierte–. Actuar ahora sobre el cambio climático es bueno para las ballenas, pero también para todos nosotros».

Las lluvias pueden provocar grandes olas de calor y sequías

La frecuencia futura de sequías prolongadas y olas de calor que ocurren simultáneamente está determinada principalmente por las tendencias de precipitación locales. Este es el descubrimiento de investigadores del Centro Helmholtz para la Investigación Ambiental (UFZ), suponiendo un aumento de la temperatura global de dos grados en el curso del calentamiento global.

Entender esto es importante, ya que nos permite mejorar nuestra adaptación al riesgo del cambio climático y nuestra evaluación de sus consecuencias, según explican en la revista ‘Nature Climate Change’.

 

El hecho de que el calentamiento global aumentará las temperaturas sobre las masas de tierra, incrementando la frecuencia de las sequías y las olas de calor, es una certeza, al igual que el hecho de que el cambio climático alterará la cantidad media de precipitaciones sobre la tierra. Sin embargo, hasta ahora no estaba claro en qué condiciones se producirán conjuntamente ambos fenómenos extremos, conocidos como «eventos compuestos de calor y sequedad».

Estudio sobre dos décadas

Los investigadores han definido estos eventos como veranos en los que la temperatura media fue más alta que en el 90 por ciento de los veranos entre 1950 y 1980, y la precipitación fue simultáneamente más baja que en el 90 por ciento de esos años. «En el pasado, los periodos de sequía y las olas de calor se solían considerar por separado; sin embargo, existe una fuerte correlación entre ambos eventos, que puede verse en los extremos experimentados en 2003 y 2018 en Europa. Las consecuencias negativas de estos extremos compuestos suelen ser mayores que las de un solo extremo», afirma el doctor Jakob Zscheischler, investigador climático de la UFZ y autor del estudio.

Sin embargo, hasta ahora no se sabía de qué dependía la aparición simultánea de estos extremos en el futuro, ya que las incertidumbres en las ocurrencias estimadas a través de las simulaciones de modelos climáticos utilizadas habitualmente eran demasiado grandes para llegar a pronunciamientos sólidos.

Los investigadores han utilizado ahora un nuevo conjunto de modelos, compuesto por siete modelos climáticos, para reducir y comprender mejor esas incertidumbres. Cada simulación de modelo se realizó hasta 100 veces para tener en cuenta la variabilidad natural del clima.

Examinaron el periodo histórico comprendido entre 1950 y 1980 y compararon los resultados con los de un posible clima futuro dos grados más cálido que las condiciones preindustriales.

«La ventaja de estas simulaciones múltiples es que disponemos de un volumen de datos mucho mayor que con los conjuntos de modelos convencionales, lo que nos permite estimar mejor los extremos compuestos», explica el doctor Emanuele Bevacqua, primer autor e investigador del clima en el UFZ.

Más ciclos secos

Pudieron confirmar la hipótesis anterior de que la frecuencia media de los fenómenos compuestos cálidos y secos aumentará con el calentamiento global: mientras que la frecuencia era del 3% entre 1950 y 1980, lo que estadísticamente supone un suceso cada 33 años, en un clima dos grados más cálido, esta cifra será de alrededor del 12%. Esto supondría multiplicar por cuatro el periodo histórico estudiado.

También pudieron determinar, a partir de las simulaciones, que la frecuencia de los episodios compuestos de calor y sequía en el futuro no estará determinada por la evolución de la temperatura, sino por la de las precipitaciones.

La razón es que, incluso con un calentamiento moderado de dos grados, el aumento local de la temperatura será tan grande que en el futuro, cada sequía en cualquier lugar del mundo irá acompañada de una ola de calor, independientemente del número exacto de grados en que aumente la temperatura localmente.

Ecomarketing en el Amazonas

La incertidumbre en el calentamiento lleva a una incertidumbre en la predicción de las frecuencias de los eventos compuestos de calor y sequía de sólo el 1,5%. Esto descarta que la temperatura sea un factor decisivo para la incertidumbre. Sin embargo, para las precipitaciones, los investigadores calcularon una incertidumbre de hasta el 48%.

«Esto demuestra que las tendencias locales de las precipitaciones determinan si se producirán simultáneamente períodos de sequía y olas de calor –explica Emanuele Bevacqua–. Para Europa Central, por ejemplo, esto implica que en el caso de una ‘línea argumental húmeda’ con precipitaciones crecientes, las sequías y las olas de calor concurrentes se producirán de media cada diez años, mientras que en el caso de una «línea argumental seca» con precipitaciones decrecientes, se producirán al menos cada cuatro años».

Ciclos de nueve años

En el caso de Norteamérica Central, estos fenómenos se producirían cada nueve años (línea argumental húmeda) y cada seis años (línea argumental seca). Estas líneas argumentales regionales para las tendencias de las precipitaciones pueden utilizarse como base para las decisiones de adaptación, por ejemplo para evaluar los mejores y peores escenarios.

Sin embargo, aunque sepamos que las tendencias de las precipitaciones son decisivas para la aparición de sequías y olas de calor concurrentes, sigue siendo difícil predecirlas con mayor fiabilidad: «El cambio climático puede modificar la distribución de las precipitaciones en determinadas regiones. El patrón de las precipitaciones depende de la circulación atmosférica, que determina la dinámica meteorológica regional a través de numerosas interacciones en amplias zonas del planeta», afirma Emanuele Bevacqua. Dado que la dinámica de muchos de estos procesos aún no se conoce del todo, es difícil reducir más estas incertidumbres.

Este hallazgo -que la tendencia de una variable determina la futura aparición de dos fenómenos extremos simultáneos con un aumento de la temperatura global de dos grados- puede utilizarse también para otros extremos compuestos. Por ejemplo, puede aplicarse a la interacción de tormentas tropicales y olas de calor, o de olas de calor marinas y extremos de acidez en los océanos.

«En estos casos, es la tendencia de la frecuencia de las tormentas o de la acidificación de los océanos, respectivamente, el factor decisivo que determina las tasas de concurrencia de los dos fenómenos extremos en el futuro», afirma Jakob Zscheischler.

El enorme impacto en Groenlandia fue muy anterior a la especie humana

El enorme cráter de impacto de Hiawatha, de 31 kilómetros de ancho, enterrado bajo un kilómetro de hielo de Groenlandia, se produjo pocos millones de años después del fin de los dinosaurios.

Esta nueva datación pone fin a las especulaciones de que el objeto que produjo el impacto llegó después de la aparición de los humanos y abre una nueva comprensión de la evolución de la Tierra en la era posterior a los dinosaurios.

 

Desde 2015, cuando los investigadores del Instituto GLOBE de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) descubrieron el cráter de impacto de Hiawatha en el noroeste de Groenlandia, la incertidumbre sobre la edad del cráter ha sido objeto de numerosas especulaciones, desde que podría el asteroide haber chocado contra la Tierra hace tan sólo 13.000 años, cuando los seres humanos ya habían poblado el planeta, o su impacto pudo haber catalizado un período de casi 1.000 años de enfriamiento global conocido como el ‘Dryas Reciente’.

Nuevos análisis realizados en granos de arena y rocas del cráter de impacto Hiawatha por el Museo de Historia Natural de Dinamarca y el Instituto GLOBE de la Universidad de Copenhague, así como por el Museo Sueco de Historia Natural de Estocolmo, demuestran que la respuesta es no. El cráter de impacto Hiawatha es mucho más antiguo. De hecho, un nuevo estudio, publicado en la revista ‘Science Advances’, señala que su edad es de 58 millones de años.

«La datación del cráter ha sido un hueso duro de roer, por lo que es muy satisfactorio que dos laboratorios de Dinamarca y Suecia, utilizando diferentes métodos de datación, hayan llegado a la misma conclusión. Por ello, estoy convencido de que hemos determinado la edad real del cráter, que es mucho más antigua de lo que muchos pensaban», afirma en un comunicado Michael Storey, del Museo de Historia Natural de Dinamarca.

Otras afectaciones en la Tierra

«La determinación de la nueva edad del cráter nos ha sorprendido a todos. En el futuro, nos ayudará a investigar el posible efecto del impacto sobre el clima durante una época importante de la historia de la Tierra», añade el doctor Gavin Kenny, del Museo Sueco de Historia Natural.

Como uno de los que ayudaron a descubrir el cráter de impacto Hiawatha en 2015, el profesor Nicolaj Krog Larsen, del Instituto GLOBE de la Universidad de Copenhague, se congratula de que ahora se confirme la edad exacta del cráter.

«Es fantástico saber ahora su edad. Hemos trabajado duro para encontrar una manera de datar el cráter desde que lo descubrimos hace siete años –señala el profesor Larsen–. Desde entonces, hemos realizado varios viajes de campo a la zona para recoger muestras relacionadas con el impacto del Hiawatha».

Ninguna capa de hielo de un kilómetro de espesor cubría el noroeste de Groenlandia cuando el asteroide Hiawatha chocó contra la superficie de la Tierra liberando varios millones de veces más energía que una bomba atómica. En ese momento, el Ártico estaba cubierto por una selva templada y abundaba la vida salvaje, y las temperaturas de 20 grados eran la norma. Ocho millones de años antes, un asteroide aún mayor golpeó el actual México, provocando la extinción de los dinosaurios de la Tierra.

El asteroide se estrelló contra la Tierra, dejando un cráter de treinta y un kilómetros de ancho y un kilómetro de profundidad. El cráter es lo suficientemente grande como para contener toda la ciudad de Washington D.C. En la actualidad, el cráter se encuentra bajo el glaciar Hiawatha, en el noroeste de Groenlandia. Los ríos que fluyen desde el glaciar suministraron a los investigadores arena y rocas sobrecalentadas por el impacto de hace 58 millones de años.

La arena se analizó en el Museo de Historia Natural de Dinamarca calentando los granos con un láser hasta que liberaron gas argón, mientras que las muestras de roca se analizaron en el Museo Sueco de Historia Natural mediante la datación con plomo de uranio del mineral circón.

Todavía no hay pruebas claras de que el impacto de Hiawatha haya alterado el clima mundial, advierten. Sin embargo, la datación del cráter permite al equipo internacional de investigación que trabaja en él comenzar a probar varias hipótesis para comprender mejor cuál fue su impacto en el clima local y global.

Con 31 km de diámetro, el cráter de impacto Hiawatha es mayor que el 90% de los aproximadamente 200 cráteres de impacto conocidos hasta ahora en la Tierra. Aunque es mucho más pequeño que el cráter de impacto Chicxulub, de aproximadamente 200 km de ancho, situado en el actual México, que provocó la desaparición de los dinosaurios, habría devastado la región e incluso podría haber tenido consecuencias más amplias para el clima y la vida vegetal y animal.

Cuando se produjo el impacto de Hiawatha, hace 58 millones de años, la Tierra se había recuperado de los efectos catastróficos del impacto de Chicxulub ocho millones de años antes y estaba entrando en una tendencia de calentamiento a largo plazo que iba a durar unos 5 millones de años.

300 mujeres se empoderan en gestión del cambio climático

Mujeres de 18 departamentos participaron en los Diálogos Climáticos de Colombia, cuyos resultados serán la base para la construcción de la hoja de ruta del Plan de Acción de Género y Cambio Climático que el país ejecutará al año 2030.

El ministro de Ambiente, Carlos Eduardo Correa, indicó que este plan garantizará que cada acción de mitigación y adaptación de cara a los próximos 10 años integre de forma efectiva el enfoque de género.

 

De estos espacios participaron mujeres de: Amazonas, Caquetá, Guaviare, Guainía, Vaupés, Putumayo, Meta, Sucre, Córdoba, Bolívar, La Guajira, Nariño, Cundinamarca, zona rural de Bogotá, Tolima, Huila, Boyacá y Caldas. Sus aportes fortalecerán este plan que forma parte de la Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), hoja de ruta mediante la cual el país avanza hacia sus metas ambientales.

Millonaria inversión medioambiental en Colombia

“Este año presentaremos la hoja de ruta y tendremos un piloto en Córdoba, que nos permitirá conocer mucho mejor el poder de las mujeres como actores sociales fundamentales en el cumplimiento de nuestras metas, un poder que ya está demostrado, pero que ahora podremos vincular de una forma más concreta a las estrategias”, afirmó el ministro Correa.

Programa de Naciones Unidas

Los diálogos fueron liderados por la Estrategia Colombiana de Desarrollo Bajo en Carbono, Adaptado y Resiliente del Minambiente, con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en el marco de su iniciativa Promesa Climática, GIZ con su proyecto ‘Apoyo al cumplimiento de las metas climáticas de Colombia, ProNDC’. Además, contó con la participación de las organizaciones Asociación Nacional de Mujeres Campesinas, Negras e Indígenas de Colombia, Trenzadas Somos Más y la Mesa de Incidencia Política de las Mujeres Rurales de Colombia.

Hacia la resiliencia socio-ecológica

Juan Andrés Casas, punto focal de Género y Cambio Climático del Minambiente, sostuvo que la hoja de ruta busca priorizar las propuestas para desarrollar procesos particulares que permitan alimentar las diferentes estrategias, los insumos que se pueden reconocer y las necesidades que se tienen frente a la gestión de conocimiento y cambio climático, “todo con el fin de lograr una participación efectiva, plena y sustantiva que permita proponer un país más igualitario con miras a la resiliencia socio-ecológica”.

El cambio climático y la transición energética

Muchos celebran las noticias relativas a la transición energética y la palabra descarbonización está de moda en todos los medios de comunicación. No obstante, quiero compartir algunas reflexiones en torno al cambio climático y las estrategias de transición energética:

El cambio climático es consecuencia de la sobreexplotación de recursos, de la deforestación y por supuesto, de las emisiones. Es necesario entender el conjunto para ver con claridad que las acciones de mitigación van mas allá de simplemente instalar paneles solares o sembrar árboles.

 

La energía que se consume se genera con base en la demanda y la demanda a nivel individual y global ha tenido un comportamiento creciente las últimas décadas y con la transformación digital, se proyecta que siga creciendo, lo que obliga a aumentar la generación de energía eléctrica.

Con el objetivo de mitigar el impacto de las energías convencionales se tiene como meta que este crecimiento en la demanda global se supla con energías renovables o limpias lo que también contribuye con las metas de reducción de emisiones establecidas en las COP.

Es común que la gente asocie la energía solar o eólica con el término energías limpias porque sus emisiones no se perciben de manera directa, pero si tienen un impacto considerable: tanto los paneles solares, como las baterías y las turbinas contienen metales y tierras raras. Estos minerales son recursos naturales no renovables, es decir que hay unas reservas limitadas y se obtienen a partir de la controversial minería. Esto significa que agotamos recursos no renovables para producir energías renovables que suplen la demanda energética creciente de una población creciente que aún no sabe hacer uso eficiente de la energía.

Antes de realizar esa transición, deberíamos desplegar múltiples estrategias orientadas a reducir el consumo de energía y obviamente, usar energías más limpias, pero no tiene sentido producir más energía porque no la usamos de manera eficiente. Toda la generación de energía tiene un impacto, entonces no es razonable en términos de recursos naturales producir una gran cantidad de energía que se desperdicia y adoptar únicamente la conversión a energías renovables, sin la adopción de estrategias que reduzcan el consumo. Es necesario que estos esfuerzos se integren.

Otro gran emisor de gases de efecto invernadero es el transporte y en este sector también se busca la descarbonización, como consecuencia de ello, ha cobrado fuerza la movilidad sostenible y los vehículos eléctricos. En este sector también es importante analizar como se mitiga su impacto y su mitigación de emisiones tampoco puede basarse netamente en el uso de vehículos eléctricos. Debemos ir mas allá, y acá juega un papel protagónico la planificación territorial y los sistemas de transporte masivo. No necesitamos que cada hogar tenga un vehículo eléctrico, se necesita una infraestructura de transporte público eficiente y de amplia cobertura, de tal manera que los ciudadanos prefieran usar el transporte público, que sacar su carro y esto si es movilidad limpia. El transporte público de alta calidad es la mejor competencia al vehículo particular. Transportar un pasajero en metro tiene una huella de carbono mas baja que un vehículo eléctrico con un solo ocupante, así como los trenes son una forma limpia y eficiente de transportar un gran número de pasajeros por vehículo.

Respecto a la planificación territorial y mitigar las emisiones del transporte, otro aspecto importante a analizar es el motivo por el cual se desplaza la gente y la respuesta es sencilla: a trabajar, a estudiar, a comprar. Por consiguiente, la planificación territorial debe adoptar modelos en los cuales cada sector y localidad tenga la capacidad de atender las necesidades de la población para disminuir los desplazamientos. Es decir, cuando los colegios, universidades e industrias se localizan en la periferia, incrementan de manera automática en las emisiones del transporte de los individuos que se desplazan diariamente desde sus viviendas. Por el contrario, si se planifican territorios en los cuales haya integración de vivienda, industria y colegios, se reducirán notablemente las emisiones del transporte por menores tiempos y distancias de desplazamiento y ganarán calidad de vida quienes los habiten.

En conclusión, la mitigación y las estrategias de descarbonización deben ser concebidas con una visión integral del territorio, su cultura y sus hábitos para identificar específicamente las acciones que permitan hacer uso eficiente no solo de la energía, sino de los recursos naturales en general. Adicionalmente se requiere fortalecer la cultura ciudadana y los instrumentos que permitan hacer eficiencia energética, de tal manera que el buen entendimiento del contexto, del potencial de reducción y de la integración de estas medidas con la adopción de energías renovables permitan obtener un mayor beneficio económico, social y ambiental.

«Eunice», el otro problema con el que lidia Europa

La tormenta ‘Eunice» que está azotando al centro de Europa se ha cobrado la vida de al menos once personas en varios países del viejo continente, entre ellos Reino Unido, Países Bajos, Alemania y Bélgica.

En Reino Unido, los vientos huracanados de la tormenta han derribado árboles y levantado escombros, causando la muerte de una mujer de 30 años en Londres, y de dos hombres, uno de 20 años, en Hampshire –en el sur de Inglaterra–, y otro de 50 años, en Merseyside –oeste–.

 

La Policía de Londres ha explicado que la mujer falleció después de que un árbol cayera sobre el coche en el que se encontraba como pasajera. El conductor del vehículo ha sido trasladado al hospital, según ha informado la cadena británica BBC.

Una escena parecida para el joven de 20 años, que ha muerto cuando la camioneta en la que se encontraba quedaba aplastada por el peso de un árbol. El hombre de 40 años, también fallecido en circunstancias similares, se encontraba en un coche cuando unos escombros levantados por el viento chocaron contra el parabrisas, según ha explicado la cadena.

A estas tres muertes se les suma la de un ciudadano irlandés de 60 años ha muerto tras caerle un árbol encima durante unas tareas de limpieza.

Una ráfaga de 196 kilómetros por hora registrada en la isla de Wight ha establecido un récord como la más potente jamás registrada en el país. Además, la Oficina Meteorológica del Reino Unido ha recomendado a casi un tercio de la población británica de permanecer en casa.

En cuanto al suministro eléctrico, más de 153.000 clientes siguen sin corriente en Escocia e Inglaterra y hay recorridos de tren suspendidos debido a incidencias en las vías.

Por otra parte, tres personas han fallecido este viernes en las inmediaciones de Ámsterdam a causa del temporal. Los tres fallecidos, que por el momento se registran han sido víctimas de la caída de árboles mientras caminaban, circulaban en coche o en bicicleta, según detalla el portal Dutch News.

Asimismo, en la ciudad de La Haya el temporal ha arrasado la cubierta del estadio Cars Jeans Stadion, situado a las afueras de la localidad neerlandesa.

Eunice’ llega a Bélgica y Alemania

La tormenta ‘Eunice’ también ha alcanzado a Bélgica, donde los fuertes vientos se han cobrado la vida de un hombre de 79 años que cayó al agua desde su barco en el puerto de Ypres, en el noroeste del país.

El hombre fue sacado rápidamente del agua, pero finalmente murió en el hospital, donde fue trasladado en estado crítico, según ha informado ‘Le Soir’.

Bélgica ha registrado fuertes rachas de viento en Flandes y Henao, aunque el pico se ha registrado en el aeropuerto de la ciudad costera de Ostende, al noroeste del país, donde se han superado los 130 kilómetros por hora.

Además, algunos paneles del techo de la terminal del aeropuerto de Bruselas se han desprendido, aunque no hay que lamentar heridos, según ha sabido 7sur7.

Alemania, por su parte, ha confirmado tres muertes, incluido un conductor de 56 años que falleció en el estado de Renania del Norte-Westfalia, en el oeste del país, cuando colisionó con un árbol que estaba atravesado en la carretera, según ha informado la agencia DPA

También ha muerto en Renania del Norte-Westfalia una persona de 17 años que viajaba en un vehículo con otros dos jóvenes. El vehículo se salió de la vía para evitar una rama.

Otro hombre se cayó de un tejado y murió durante la tormenta en el municipio costero de Wurster Nordseekueste, en la Baja Sajonia, al noroeste del país.

La Policía ha explicado que el hombre, de 68 años, estaba intentando reparar el tejado de un granero dañado el viernes por la noche, cuando se rompió el techo, cayendo a 10 metros de altura, según ha podido saber DPA.

El servicio meteorológico alemán DWD ha pronosticado para este sábado vientos de hasta 160 kilómetros por hora en la costa. Se espera que la tormenta afecte principalmente a la mitad norte del país, pero también se han emitido avisos de mal tiempo para algunas regiones del sur de Alemania.

En Francia se ha informado de más de una decena de heridos, la mayoría leves, y de olas de nueve metros y vientos de hasta 176 kilómetros por hora en Bretaña.

La asignatura pendiente en las clínicas veterinarias es la sostenibilidad

En referencia a la salud animal, el cambio climático puede ser el causante de la reaparición de virus y bacterias, acidificación de los océanos, migraciones y susceptibilidad a las enfermedades. Por ello, muchos sectores profesionales están llevando a cabo una transición hacia prácticas comerciales más respetuosas con el medio ambiente mediante la toma de conciencia y la implantación de medidas reguladoras en cuestiones medioambientales.

El campo de la medicina humana ha sido proactivo al tomar medidas para reducir los desechos y las emisiones de carbono mediante la identificación de las mejores prácticas para minimizar dichos impactos.

 

Un nuevo estudio ha revisado la literatura disponible sobre la sostenibilidad ambiental en el contexto de los hospitales humanos para aplicarlos en los centros veterinarios. Para llevar a cabo la revisión, se utilizaron dos algoritmos de búsqueda en ocho bases de datos.

Los investigadores identificaron solo tres artículos específicos de medicina veterinaria, uno sobre anestesia y dos sobre animales de producción. Ante la escasez de textos propios sobre la sostenibilidad y las mejoras sostenibles aplicables al campo de la veterinaria, los autores, basándose en conceptos de medicina humana pero extrapolables al mundo veterinario, exponen varias recomendaciones.

Energía adecuada para las clínicas

Por ejemplo, en cuanto a la mejora de la eficiencia energética, indican que “la energía es un tema fundamental que deben abordar las clínicas veterinarias, y aunque la eficiencia energética puede presentar obstáculos para las clínicas veterinarias, la elección de energías renovables, como la electricidad solar, muestra una prometedora rentabilidad a largo plazo y es beneficiosa para la reducción de emisiones nocivas de gases de efecto invernadero”.

Puede leer más noticias sobre ecología en este enlace

En cuanto al gasto de agua, sugieren “la instalación de dispositivos de restricción de flujo en los grifos, el uso de inodoros de bajo flujo, el mantenimiento de tuberías adecuadas para evitar la pérdida de agua por fugas y la recolección y reciclaje de agua de lluvia para su reutilización sostenible”.

Otro aspecto a mejorar, pasa por identificar cadenas de suministros de productos más respetuosos con el medio ambiente, reduciendo el uso de plásticos y embalajes innecesario. “Hacer que las empresas sean responsables de la creación de productos más sostenibles para el medio ambiente y alentar a los representantes de ventas a ser transparentes con los datos de trazabilidad del producto, proporcionará al veterinario una idea de la cantidad de residuos que se generan al comprar un artículo específico”.

En resumen, los resultados de este estudio destacan la necesidad de investigación y comunicación que apoyen a las clínicas veterinarias en la adopción de prácticas más sostenibles desde el punto de vista ambiental.

Producción alimentaria sostenible

Por su parte, la Federación de Veterinarios de Europa, ha elaborado recientemente un documento donde se posicionan sobre sistemas de producción alimentaria respetuosos con el medio ambiente.

Y es que, según la Federación, “los veterinarios son fundamentales para promover la sostenibilidad en el sector agroalimentario al comunicar la ciencia real detrás de la producción de alimentos y animales seguros”.

Entre los puntos destacados por la FVE, se encuentra reconocer los esfuerzos y resultados logrados hasta ahora por el sector agroalimentario para seguir mejorando la sostenibilidad de los sistemas alimentarios de la UE, así como “establecer y alinear aún más con métricas comunes cuando se trata de emisiones de gases de efecto invernadero, prácticas agrícolas y ganaderas, economía circular y estándares de salud y bienestar animal”.

Los bosques mixtos son fondos de inversión de la humanidad

Contribuyen al desarrollo económico y social de las comunidades locales, a mitigar el cambio climático y a fijar población en el medio rural, van más allá de sus valores naturales.

El informe del proyecto europeo Comfor-Sudoe (Bosques complejos del sudoeste europeo), liderado por el Museo Nacional de Ciencias Naturales del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (MNCN-CSIC), ha identificado, estudiado y valorizado los beneficios económicos y sociales de los bosques mixtos para las sociedades rurales y urbanas de España, Francia y Portugal.

 

Al contrario que las plantaciones silvícolas monoespecíficas, los bosques mixtos o complejos son aquellos en los que conviven de manera silvestre diferentes especies de árboles o en los que predomina una sola variedad con ejemplares en diferentes momentos de desarrollo.

Como señala el profesor Andrés Bravo-Oviedo, investigador del MNCN-CSIC y coordinador del proyecto, este tipo de formaciones boscosas «presentan mayor resiliencia ante amenazas como el cambio climático o la disminución de la biodiversidad. Además, son capaces de proveernos de más y mejores servicios ecosistémicos».

El informe pretende servir de herramienta de apoyo a la labor de los responsables políticos, y otros actores implicados en la gestión del territorio, para que puedan valorar económicamente los beneficios y servicios que aportan los bosques variados y adoptar así las decisiones más adecuadas para avanzar hacia una gestión sostenible de estos valiosos espacios forestales.

Y es que, a menudo, los beneficios que aportan este tipo de masas boscosas resultan invisibles para los gestores del territorio. De ahí el alto valor de este riguroso trabajo de investigación, pues aporta las herramientas necesarias, accesibles y basadas en evidencias científicas, para entender el relevante papel que juegan los bosques mixtos en el desarrollo económico y social de las comunidades locales, y ante el no menos importante reto de fijar población en el medio rural.

El informe y la documentación práctica que lo acompaña son fruto de una extensa y minuciosa revisión bibliográfica, del análisis de cerca de un centenar de artículos científicos y del trabajo en equipo de numerosos expertos con el objetivo de identificar y valorar servicios como: la captura de CO₂, el control de la erosión y el avance de la desertificación, la regulación de la calidad del agua, la absorción y fijación de carbono o el mantenimiento de la biodiversidad, así como el suministro productos naturales como las setas y los frutos del bosque o el aprovechamiento energético de la biomasa forestal.

Los resultados muestran que, de los 68 beneficios o servicios identificados con los que nos proveen los ecosistemas forestales complejos de la región del sudoeste europeo (España, Francia y Portugal), 29 son de aprovisionamiento, 16 son culturales y 23 son de regulación y mantenimiento de los ecosistemas.

El principal objetivo del proyecto Comfor-Sudoe es preservar y potenciar la existencia de bosques complejos, mixtos e irregulares, para dotarnos de unas masas forestales mejor adaptadas al cambio climático, que contribuyan a su mitigación y a la prevención de riesgos (como los incendios forestales, frente a los que se muestran más resilientes) y a detener la pérdida de biodiversidad que sufre nuestro patrimonio natural.

Además del MNCN-CSIC, el proyecto cuenta con la participación de Agresta Sociedad Cooperativa, el Centro Tecnológico Agrario y Alimentario (Itagra), Eocacsa Reserva de Biodiversidad, Institut Européen de la Forêt Cultivée (IEFC), Institut National de la Recherche Agronomique et l’Environnement (INRAE), el Instituto Superior de Agronomía de la Universidad de Lisboa (ISA-UDL), la Universidad de Oviedo y la Universidad de Valladolid.

Cambio climático: ¿qué impactos tiene sobre el hambre?

Los episodios climáticos extremos cada vez más frecuentes y extensos tendrán un impacto negativo en la disposición, acceso y utilización de alimentos, así como los bienes y medios de vida en zonas rurales y urbanas. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) asegura que el cambio climático aumentará el hambre y la malnutrición.

El cambio climático empeorará las condiciones de vida de agricultores, pescadores y quienes viven en los bosques ya de por si vulnerables, en condiciones de inseguridad alimentaria. Las comunidades rurales se enfrentan a la pérdida de cosechas, ganado y a la disminución de productos marinos.

 

La población empobrecida correrá el riesgo de inseguridad alimentaria por la pérdida de sus bienes y por la falta de cobertura de seguros adecuada. La capacidad de la población rural de convivir con los impactos producidos por el cambio climático depende del contexto cultural y de las políticas existentes, así como de factores socioeconómicos como el género, la composición de los hogares, la edad y la distribución de los bienes en el hogar.

Surgirán nuevos esquemas de plagas y enfermedades por el repentino cambio de temperatura, florecen solo a determinadas temperaturas y condiciones de humedad, afectando a los seres humanos, las plantas, el ganado y la pesca. Esto implicará nuevos riesgos para la seguridad alimentaria, la inocuidad de los alimentos y la salud humana.

El cambio climático afectará aproximadamente a los 200 millones de familias en todo el mundo cuyos medios de vida dependen de la pesca y la acuicultura. Ciertos recursos pesqueros se harán menos abundantes mientras especies importantes se desplazarán a otras zonas menos accesibles para los pescadores. Las prácticas de acuicultura podrían verse amenazadas, entre otros factores, por el aumento de episodios climáticos extremos, sequías y por el calentamiento de las aguas.

Esto hará más difícil para numerosas comunidades de pescadores lograr vivir de la pesca o conseguir el pescado para alimentar a sus familias. Algunas comunidades pesqueras podrían verse desplazadas por el aumento del nivel del mar y se verán obligadas a encontrar nuevos lugares donde vivir y nuevas formas de ganarse la vida.

Las reducciones de las eléctricas apenas mejorarán el impacto ambiental en EE.UU.

La ejecución de varios planes anunciados por las empresas eléctricas de EEUU para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO 2 ) tendría un efecto menor en las reducciones de CO 2 relacionadas con la energía en EEUU, según el análisis que la Administración de Información Energética de EEUU (EIA) publicó la semana pasada y en informe recogido por el periódico de la energía. Como parte de la Perspectiva energética anual 2021 (AEO2021), la EIA creó un caso de objetivo corporativo que incorpora suposiciones basadas en objetivos de reducción de carbono descritos en los planes de recursos integrados de las compañías eléctricas y en los objetivos de reducción de carbono establecidos en comunicados de prensa y otros planes de servicios públicos.

La EIA ha recopilado los objetivos de reducción de carbono de las eléctricas a través de una revisión exhaustiva de los planes de recursos integrados presentados y anuncia los compromisos de las eléctricas propiedad de los inversores a partir de octubre de 2020, cuando finalizó los supuestos para el AEO2021.

 

EIA proyectó que las emisiones de CO 2 en todo el sistema energético de EEUU serían un 3 % más bajas para 2050 en el caso de objetivos corporativos en comparación con el caso de referencia. El caso de referencia incluye suposiciones basadas en las leyes y reglamentaciones vigentes, y se usa como referencia para el análisis de políticas u otros casos paralelos, como este.

Puede leer más noticias sobre medioambiente y sostenibilidad en este enlace

Dentro del sector de la energía eléctrica, la EIA proyectó que las emisiones de CO 2 de EEUU son un 12 % más bajas en el caso del objetivo corporativo que en el caso de referencia. El cumplimiento de los objetivos de anunciados por las eléctricas conduciría a una mayor generación de electricidad a partir de recursos de generación neutrales en carbono. En particular, se cierran menos plantas nucleares existentes en el caso de Corporate Goal, lo que reduce la necesidad de nueva capacidad a partir de tecnologías renovables.

Este resultado ocurre en parte porque el modelo de la EIA identifica la generación nuclear existente como una de las opciones de menor costo para cumplir con los objetivos de energía limpia o reducción de carbono. Las plantas nucleares existentes suelen tener costos de operación y mantenimiento que son menores que el costo de construir una nueva capacidad con bajas emisiones de carbono.

El informe completo, Corporate Goal Case: Using the Annual Energy Outlook 2021 , incluye más información sobre estos supuestos y sus efectos en el mix de generación eléctrica de EEUU y las emisiones de CO2 resultantes .

 

Alarma en la Antártida: deshielo sin precedentes en la historia

La Antártida sufre un deshielo grave, «sin precedentes’ se atreven a decir los científicos, que recientemente y gracias a la tecnología de vanguardia ha podido probar el retroceso rápido y de los glaciares Pope, Smith y Kohler en la ensenada del mar de Amundsen en la Antártida. «Gracias a nuevos satélites de radar, hemos podido presenciar en los últimos años tasas de retroceso más rápidas que nunca entre los glaciares de todo el mundo. Esa es una señal de advertencia de que las cosas no se están asentando, no estabilizando en absoluto. Esto podría tener graves implicaciones para el equilibrio de todo el sistema glaciar en esta área», dijo en un comunicado el científico de radar Pietro Milillo, profesor asistente de ingeniería civil en la Universidad de Houston y autor principal del artículo.

El equipo de investigadores, de varios países, planea expandir la comprensión científica que obtiene de los glaciares Pope, Smith y Kohler, relativamente pequeños y menos estudiados, a sus gigantes y frágiles vecinos de la Antártida occidental, los glaciares Thwaites y Pine Island, así como a todo el sistema de glaciares antárticos.

 

El sur del sur, en peligro

En el punto más al sur de la Tierra, el Polo Sur está en la oscuridad la mayor parte del año. Su clima extremo significa que los investigadores pueden visitar solo por períodos cortos de tiempo, lo que limita su investigación. «El radar es perfecto para esas aplicaciones. La belleza del radar es que puede penetrar las nubes. Puede mirar en cualquier condición climática. También es un sensor activo, por lo que no tenemos que depender de la luz del sol». él dijo.

Lea este artículo relacionado El cambio climático es un tema de todos

Entre esas mediciones mensuales, el equipo mide los cambios de elevación cada dos semanas para evaluar el retroceso en la línea de puesta a tierra de un glaciar, el límite en la parte inferior de un glaciar donde la tierra congelada se encuentra con el agua más cálida. La línea de conexión a tierra se vuelve especialmente vulnerable porque el agua tibia crea una plataforma de hielo que comienza a flotar y fácilmente podría romperse por completo.

«Si todo el hielo sobre la flotación en la Antártida se derritiera, el nivel del mar subiría en promedio 58 metros (190 pies)», dijo Milillo. «Si «Si todos estos glaciares se derritieran, el agua del mar podría subir rápidamente. Con 267 millones de personas en todo el mundo viviendo en tierra a menos de 2 metros (6,6 pies) sobre el nivel del mar, podría resultar en una migración abrupta. Además, el hundimiento podría hacer que grandes estructuras se hundan en lugares vulnerables, incluido Houston», dijo Milillo. «Es por eso que la gente debería preocuparse por este tema. Incluso si no afecta su vida, afectará la vida de sus hijos y la vida de sus nietos».

Conozca las tendencias del lenguaje y terminología sobre cuestiones climáticas en el mundo

La plataforma de aprendizaje de idiomas Babbel (www.babbel.com) ha colaborado con el Observatorio de Medios y Cambio Climático (MeCCO) para analizar 15 años de cambios en las tendencias del lenguaje y la terminología sobre cuestiones climáticas en los medios de comunicación del mundo.

Si bien el público en general puede estar acostumbrado a escuchar términos como ‘calentamiento global’ y ‘cambio climático’, los medios de comunicación los han abandonado, cada vez más a favor de frases como ‘catástrofe’ y ‘emergencia’ en un intento por despertar al mundo de la realidad y las amenazas que enfrenta nuestro planeta.

 

El análisis revela:

  • El término ‘catástrofe climática’ se ha utilizado x3 más en 2021 que en 2020. En los 9 meses de enero a septiembre de 2020, ‘catástrofe climática’ se utilizó en promedio 11 veces al mes. De enero a septiembre de 2021, se usó 33 veces.
  • ‘Emergencia climática’ ahora se menciona en promedio 126 veces por mes, un aumento de 63 veces la cantidad antes de 2018. En el período de enero de 2006 a septiembre de 2018, el término solo apareció, en promedio, dos veces al mes.
  • ‘Calentamiento global’ ahora está desapareciendo: el término se usó solo 441 veces en octubre de 2021, una caída del 40 por ciento con respecto a su pico en septiembre de 2009 (740 menciones en todos los títulos perfilados). aumento total de informes.
  • Sobre el clima «Cambio climático» está desapareciendo. Durante su apogeo (marzo de 2007), la frase se utilizó 608 veces en los medios impresos. En septiembre de 2021, el ‘cambio climático’ se utilizó solo 441 veces, una caída de 27% .
  • Las frases de urgencia, como ‘calentamiento’, ‘avería’ y ‘catástrofe’, han experimentado un aumento dramático en su uso desde la segunda mitad de 2019.
  • Se resalta que medios como ‘The Guardian’ actualizaron su guía de estilo en mayo de 2019, en el mismo punto en que el La ONU y la Oficina Meteorológica comenzaron a utilizar un lenguaje más enfático para describir el cambio climático.

Para cuantificar la importancia del uso del lenguaje cuando se trata de informar sobre problemas climáticos, Babbel analizó los datos proporcionados por el Observatorio de Medios y Cambio Climático, una iniciativa dirigida por voluntarios que traza el panorama de la terminología del cambio climático en los medios de comunicación globales, para ilustrar cómo el lenguaje de la prensa refleja, informa y altera la opinión pública.

Examinando todos los artículos publicados desde enero de 2006 hasta octubre de 2021, Babbel y MeCCO analizaron la prevalencia de los siguientes términos, identificados como los más utilizados en artículos sobre cuestiones climáticas y ambientales: ‘catástrofe climática’, ‘cambio climático’, ‘calentamiento global’. ‘,’ efecto invernadero ‘,’ emergencia climática ‘,’ crisis climática ‘,’ calentamiento global ‘,’ colapso climático ‘.

Jennifer Dorman, lingüista experta de Babbel, comenta: “El cambio climático se ha convertido rápidamente en uno de los principales problemas mundiales más importantes de nuestra época. Los medios de comunicación juegan un papel muy importante al afectar el sentimiento público hacia temas importantes a través del idioma que eligen. Es interesante ver cómo diferentes publicaciones abordan el lenguaje del cambio climático. Si queremos unirnos en torno a un compromiso compartido con la acción integral, es imperativo que la situación se comprenda sistemáticamente, y el lenguaje que usamos es crucial para este fin «.

Modelos climáticos confirman más huracanes en el Atlántico Norte

Modelos climáticos respaldan la tendencia al incremento de los huracanes en el Atlántico Norte en los últimos 150 años que indican los registros históricos, que comenzaron hacia 1850.

Los científicos se han preguntado si esta tendencia ascendente es un reflejo de la realidad o simplemente un artefacto de mantenimiento de registros desequilibrado. Si los rastreadores de tormentas del siglo XIX tuvieran acceso a la tecnología del siglo XXI, ¿habrían registrado más tormentas? Esta incertidumbre inherente ha impedido que los científicos se basen en los registros de tormentas y los patrones en ellos para obtener pistas sobre cómo el clima influye en las tormentas.

 

Un estudio financiado por la NSF (National Science Foundation) publicado en Nature Communications utiliza modelos climáticos en lugar de registros de tormentas, para reconstruir la historia de huracanes y ciclones tropicales en todo el mundo. Los resultados del estudio apoyan la idea de que los huracanes del Atlántico norte han aumentado en frecuencia durante los últimos 150 años, como lo sugieren los registros históricos.

En los modelos estudiados, los grandes huracanes, y los huracanes en general, fueron más frecuentes hoy que en el pasado. Y los que tocaron tierra parecían haberse vuelto más poderosos, con un potencial más destructivo.

No ocurrre a nivel global

Curiosamente, si bien el Atlántico norte ha experimentado un aumento general de la actividad de las tormentas, no se observó la misma tendencia en el resto del mundo. El estudio encontró que la frecuencia de ciclones tropicales a nivel mundial no ha cambiado significativamente en los últimos 150 años.

«La evidencia apunta, como lo hizo el registro histórico original, a aumentos a largo plazo en la actividad de los huracanes en el Atlántico norte, pero no a cambios significativos en la actividad global de los huracanes», dice en un comunicado el autor del estudio, Kerry Emanuel, del MIT. «Ciertamente cambiará la interpretación de los efectos del clima en los huracanes, que es realmente la regionalidad del clima y que algo sucedió en el Atlántico Norte que es diferente al resto del mundo. Puede haber sido causado por el calentamiento global, que no es necesariamente uniforme a nivel mundial».