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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Concejo de Bogota

Jesús David Araque denuncia mal comportamiento de usuarios de motos y bicicletas en las vías de Bogotá

El concejal de Bogotá por el Nuevo Liberalismo, Juan David Araque, denunció el mal comportamiento por parte de motociclistas y biciusuarios en Bogotá, quienes no estarían respetando las señalas de tránsito sin que se impongan las respectivas multas que caben en estos casos.

“Uno de los puntos en los que nos ubicamos fue la Zona G en la localidad de Chapinero. Allí grabamos por cerca de 35 minutos y en ese periodo logramos captar 50 infracciones de tránsito por parte de motociclistas y ciclistas domiciliarios, quienes no solo ponen en riesgo su vida sino», dijo.

El concejal también realizó este ejercicio en la carrera 15 con calle 85 y en la carrera 14 con calle 79. Allí registró más de 40 infracciones de tránsito en un lapso de 20 minutos que evidencian uno de los principales problemas de movilidad que hoy aquejan a los bogotanos.

La sensación es que mientras los conductores de vehículos son controlados con las denominadas cámaras salvavidas hay otros actores viales, como los domiciliarios, que hacen lo que quieren sin que tengan ningún castigo. Eso debe cambiar”, agregó el concejal.

El cabildante hizo un llamado a las autoridades de tránsito en Bogotá para que le presten atención a este problema para evitar más accidentes en las vías de Bogotá. De acuerdo con las cifras del Observatorio de Movilidad de Bogotá entre el 1 de enero y el 31 de agosto de 2024, un total de 366 personas perdieron la vida y 14.702 resultaron lesionados por esta causa.

Creemos un mundo para humanos y no para normales

El título de esta columna fue la frase que mencionó la primera vez que lo conocí en el Concejo de Bogotá a Joan Alexander Torres, de 16 años. En lo más íntimo de la palabra y el sentir, volvimos a escucharlo durante el debate donde se aprobó el proyecto Sergio Urrego, que busca crear entornos seguros para niñas y niños LGBTIQ+ en los colegios de Bogotá. En su relato, Joan habló sobre la intolerancia y la hostilidad que ha tenido que afrontar a lo largo de su vida por ser una joven trans en una institución educativa, y las consecuencias que esto ha tenido en su salud mental y su vida cotidiana.

Escucharla fue un recordatorio de la importancia de las historias íntimas que nos revelan y exponen realidades que muchos preferirían ignorar. Por eso, pensé que era imprescindible dedicar esta columna a esas vivencias diarias, que, aunque invisibilizadas, nos obligan a quienes ejercemos la política a buscar mecanismos, salidas e instrumentos para que nadie tenga que vivir en un mundo donde se violente y rechaza el derecho fundamental a la libertad.

Espero que su mensaje sea el argumento necesario y suficiente para quienes aún se oponen al proyecto. Deseo que estas palabras retumben en las mentes intolerantes que, no solo lastiman y hieren, sino que también asesinan como le sucedió a Sergio Urrego hace 10 años.

Intervención de Joan Alexander Torres:

A los 12 años descubrí que era diferente de lo que siempre me enseñaron que debía ser. Es imposible describirles el asco y el repudio que sentía al verme al espejo. No le deseo a nadie sentirse perdido y no saber quién es. Es difícil para un niño entender cómo tanta gente puede agredirlo solo por tomar la decisión de ser libre.

«Yo amaba a la hija que tuve», dijo mi mamá. «Qué asco me das», me dijo una chica en mi colegio. Y «marica», me llamó un niño de primero. Me pregunto cómo un niño tan pequeño puede llevar tanto odio dentro de él. Les mentiría si les dijera que no pienso en el suicidio cada día. Me siento débil, y odio revictimizarme en un lugar donde cada palabra que diga puede ser usada en mi contra.

Un grupo religioso fue a mi casa a orar por mí varias veces. Desde la última vez que vine aquí, al Concejo de Bogotá, a contar cómo me agredían y torturaban, todo ha sido peor. Me quieren sacar de lugares artísticos donde dicen que no pertenezco.

No sé qué más debo decir o hacer para que sientan un poco de empatía y respeto hacia un problema que no quieren aceptar que existe. Les puedo mostrar cifras de cuántos jóvenes se han suicidado, pero eso ya lo hicieron. Les puedo hacer una lista de los insultos que he recibido en el colegio, y les puedo mostrar mis registros psicológicos, donde explican cómo mi vida ha sido afectada por los intolerantes.

Estamos cansados de que nieguen un problema que sí existe, y se me hace difícil creer que ustedes lo ignoren. Es lo que vivo cada día de mi vida.

Es hora de que el Concejo de Bogotá dé un paso definitivo hacia la construcción de una ciudad donde todos puedan ser y amar libremente, sin miedo al rechazo o la violencia. El proyecto Sergio Urrego representa una oportunidad para garantizar entornos seguros y respetuosos en nuestras instituciones educativas, donde cada niño, niña y adolescente pueda crecer en libertad. Hago un llamado a la plenaria del Concejo para que apruebe este proyecto y así protejamos el derecho fundamental de cada persona a vivir su identidad sin temor. No podemos seguir permitiendo que jóvenes como Joan enfrenten un mundo que los margina por ser quienes son. Es nuestra responsabilidad como sociedad asegurar que nadie más tenga que sufrir por ser auténtico.

Quena Ribadeneira

Llamado de la concejal Cristina Calderón por irregularidades en la malla vial

La concejal del Nuevo Liberalismo, Cristina Calderón Restrepo, se unió a la alerta emitida por Personería de Bogotá, tras conocer el informe presentado por el órgano de control donde evidencia irregularidades.

Un total de 110 irregularidades en la intervención de la malla vial basada en el más reciente hallazgo de la Personería. Durante el 2021 y 2022 las alcaldías locales contrataron más de 1.800 obras por un valor de 350.000 millones de pesos, de las cuales a mediados del 2023 sólo el 49% estaba en ejecución.

“Son 350.000 millones de pesos que están en riesgo por la falta de planeación de la anterior administración. Estos hallazgos demuestran la ineficiencia en las obras por parte de las entidades distritales. Es necesario que la nueva administración de Carlos Fernando Galán le ponga la lupa a estos contratos que representan atrasos, demoras y sobrecostos. Bogotá necesita salir de las polisombras y el caos al que está sometida por cuenta de las obras interminables”, aseguró la concejal del Nuevo Liberalismo.

En sólo el 14% de las obras investigadas por la Personería se encontraron más de 100 irregularidades lo que representa un detrimento en el presupuesto de la ciudad. Las localidades más afectadas por estos retrasos son: Antonio Nariño con sólo un 8% de ejecución, Chapinero con 8.33% y Puente Aranda con el 25%.

“Es terrible el manejo que se le dio al presupuesto de la malla vial en la administración López. A todas estas irregularidades le haremos seguimiento desde el Concejo de Bogotá.

¡La plata de los bogotanos se debe cuidar!”, finalizó la concejal.

El presupuesto se va a un barril sin fondo

La apuesta política que está detrás del presupuesto de Bogotá aprobado por la mayoría del Concejo 2024 pone como prioridad a Transmilenio, por encima de temas fundamentales para la vida de los bogotanos, como los derechos, la salud, la educación y la seguridad.

Para el 2024 el presupuesto total de ingresos del Distrito asciende a $33.2 billones, de los cuales $26.3 billones son presupuesto de inversión (el 79.4%), $4.6 billones son presupuesto de funcionamiento (el 14%) y $2.1 billones corresponden al pago de servicio de deuda (6.5%).

Del presupuesto de inversión del Distrito, la mayor parte está orientado al sector de movilidad con $7.3 billones (28%). En ese sector el rubro más alto es el de la transferencia al Fondo de Estabilización Tarifaria (FET), con $3 billones.

Lo anterior no ha sido un secreto para nadie, pues desde el inicio de esta administración se apostó porque el mayor nivel de inversión de la ciudad se concentrara en el sector movilidad, para el cual se está solicitando actualmente $14.8 billones de pesos, de los cuales va para Transmilenio la enorme suma de $10.2 billones de pesos.

El presupuesto para Transmilenio ha crecido aceleradamente durante las últimas dos administraciones (Peñaloza y López), pasando de $1.3 billones en 2017 a $10.2 billones en 2024. Es decir, el presupuesto en 2024 para TM es casi 8 veces más de lo que fue en 2017.

Para 2024 la Empresa Transmilenio sería la entidad con el presupuesto de inversión más alto de Bogotá, ocupa casi el 30% del total del presupuesto de la ciudad. Este presupuesto es casi 3 veces el presupuesto del sector salud; es casi de 6 veces el presupuesto del sector de integración social; es más de 10 veces el presupuesto del sector cultura.

Lo anterior, es una expresión de la apuesta política de los últimos 2 gobiernos de la ciudad: invertir de forma intensiva en el sistema de transporte de la ciudad, el cual está estructurado sobre el Transmilenio, y en consecuencia renunciar a intensificar la inversión en los sectores sociales claves.

Esa cantidad exorbitante de dinero se ha debido, entre otras razones, al gran déficit del Sistema Integrado de Transporte Público desde el 2012 y que se profundizó en 2020 por la pandemia. Lo peor de todo es que por más plata que se apruebe en el presupuesto, por más que se aumenten las tarifas a los usuarios, el déficit no parece disminuir. Las razones para que el déficit continúe agudizándose son las siguientes: 1) los costos operativos siguen en aumento haciendo que el costo-beneficio del Sistema sea cada vez menos eficiente y 2) la remuneración de los operadores privados aumentó enormemente, incrementando los costos del Sistema.

Las proyecciones frente al déficit son muy desesperanzadoras pues el déficit aumentará de forma extraordinaria en los próximos años. La empresa Transmilenio proyecta que entre 2023 y 2033 el valor acumulado del Fondo de Estabilización Tarifaria, que es el fondo que cubre el déficit financiero del Sistema de Transporte Público de Bogotá, será de $47.8 billones.

Entonces vale la pena preguntarnos, si el déficit de Transmilenio tiende a agudizarse, sin tener proyecciones que nos indiquen que el sistema en algún momento va a alcanzar el equilibrio, ¿Por qué seguir invirtiendo tantos billones de pesos en él cuando ni siquiera es un sistema de transporte digno para los bogotanos?

Bogotá tiene que pensar en una solución que ataque el problema de déficit estructural de Transmilenio. Esta será una tarea que, sin duda alguna, le queda al nuevo alcalde Carlos Fernando Galán. La garantía de los derechos fundamentales de los bogotanos debe ser la prioridad y no los intereses particulares de unos cuántos empresarios.