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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Conflicto Armado

Militares abandonarían El Plateado en el Cauca tras asonada motivada por el EMC de las FARC

Este sábado se dieron a conocer videos en los que se ve cómo la comunidad de El Plateado en el municipio de Argelia (Cauca) exige la partida de los militares que llegaron a la zona desde el 27 de octubre. Según informan varios medios de comunicación la acción se dio por presión del Estado Mayor Central de las FARC que opera en la zona.

A lo largo de la semana se ha venido conociendo cómo integrantes del grupo guerrillero presionan a los pobladores del corregimiento con el objetivo de pedir la salida del Ejército, hasta que lo lograron de manera parcial este sábado.

Cerca de 200 militares llegaron al sector con el objetivo de despejar las vías y garantizar una óptima jornada de elecciones regionales para el 29 de octubre.

«Los grupos del Gaor FARC nuevamente están instrumentalizando y amenazando a la población civil con el único propósito de presionar a las tropas para que se retiren», dijo a W Radio el brigadier general Federico Mejía, comandante del Comando Específico del Cauca.

En El Plateado opera el Frente Carlos Patiño del EMC, comandado por alias Iván Mordisco. El Ejército logró permanecer por una semana hasta que se convocó la asonada motivada por el grupo ilegal y ahora se encuentra en una retirada para evitar cualquier tipo de confrontación que ponga en riesgo a la comunidad.

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JEP fijó fecha para acoger en audiencia a Salvatore Mancuso

La Sala de Justicia y Paz de Barranquilla dio a conocer que Salvatore Mancuso será aceptado por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) el próximo 2 de noviembre.

Esta sería la fecha fijada por la magistrada Heydi Baldosea de la Sala de Definiciones Jurídicas y se espera que el exjefe paramilitar dé a conocer las declaraciones ofrecidas en los reservados.

Macuso estaría ofreciendo declaraciones concernientes a la participación de altos mandos de la fuerza pública y de otros entes del Estado en crímenes y alianzas con grupos paramilitares.

Esta determinación de la JEP llega después de conocer los aportes que Salvatore Mancuso ofreció en audiencia realizada entre el 10 y 11 de mayo y el 15 y 16 del mismo mes este año.

La injerencia de las Convivir en las Autodefensas Unidas de Colombia, la mención del apoyo de integrantes de la familia política Gnecco en el César con nexos paramilitares y el trabajo mancomunado de las fuerzas armadas con el paramilitarismo, fueron algunos de los ítems que Mancuso dio a conocer como aporte.

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Atentado en Timba (Cauca) deja dos víctimas

Otra mañana violenta se dio en el departamento del Cauca. El hecho se dio en el corregimiento de Timba del municipio Buenos Aires con un explosivo dentro de un automóvil que tenía como objetivo afectar la subestación de Policía.

Por el momento se calculan dos víctimas mortales. Al parecer, una de ellas se desempeñaba como profesora. También se confirmó que los policías salieron ilesos del hecho.

«Un artefacto explosivo de alto poder que dejan muy cerca a la estación de Policía genera afectaciones en el hospital y en el colegio que está muy cerca, del mismo modo en negocios cercanos», dijo Elías Larrahondo, gobernador del Cauca.

El ataque no ha sido adjudicado por ningún grupo terrorista oficialmente, pero se especula que viene por parte de la estructura ‘Jaime Martínez’ del Estado Mayor Central de las FARC.

«Las acciones del EMC en el Cauca son su respuesta a nuestra ofensiva en el valle del Micay donde se produce el 70% de la hoja de coca del Cauca», dijo el presidente Gustavo Petro.

De confirmarse la autoría del atentado por este grupo, se daría un día después del anuncio de la instalación de una mesa de diálogo para el 8 de octubre.

En el mismo departamento, pero en Santander de Quilichao, se desactivó un cilindro bomba en inmediaciones a la Vía Panamericana; mientras que en Suárez la base militar fue atacada también. El ELN y otras disidencias de las FARC.

https://twitter.com/StephBatesPress/status/1704506947649560904

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Dagua amaneció con hostigamiento de grupos ilegales

Desde la madrugada de este marte, la población civil de Dagua (Valle del Cauca) reportó un hostigamiento con disparos de fusiles por parte de grupos ilegales, presuntamente las disidencias de las FARC que operan en la zona.

El blanco de la mayoría de impactos estarían dirigidos a las estación de policía del municipio. El hostigamiento fue cercano al casco urbano hacia la zona en la que se ubican los recintos de la Alcaldía, la Registraduría y la Personería.

«Ya se efectuaron las coordinaciones correspondientes con nuestro Ejército Nacional. Las unidades activaron el plan defensa y respondieron a estos hechos”, dijo el coronel Jesús Quintero.

La versión preliminar indica que detrás del ataque estaría la disidencia Jaime Martínez. El hecho respondería a las operaciones llevadas a cabo por el Ejército en las últimas semanas. De momento no se reportan víctimas del hecho.

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*Foto: Internet

“Queríamos que la gente sintiera que el conflicto nos había pasado a todos”: Julián Díaz, director de ‘Somos Ecos’

A las principales salas de cine del país llega este 17 de agosto Somos Ecos, una película más sobre el conflicto armado, aunque con una apuesta muy osada desde lo técnico. La película es la ópera prima de Julián Díaz y cuenta con el protagonismo de Felipe Villamil, Maria Luisa López y Sebastián Velásquez.

Aunque el rodaje transitó entre la selva y Bogotá, la calidad técnica en la fotografía y diseño sonoro destacan. Desde que germinó la idea de hacer una película, Somos Ecos tuvo que enfrentar la caída de varios apoyos y una pandemia para por fin aterrizar en las salas.

“Somos Ecos fue una película difícil, pero no imposible”, sostiene Diana Ojeda, productora del filme. “Estuvimos un tiempo hablando con el Ejército, más de 3 años. Cuando por fin ya lo íbamos a lograr hubo un cambio de ministro de Defensa y se cayó. Afortunadamente eso nos ayudó porque pudimos mantener la película neutral y ver los dos lados”, concluye sin develar el nombre del ministro.

El filme llegó a la etapa de distribución gracias al empuje que tuvo del lado privado por la Ley de Cine reciente con coproducción estadounidense y colaboración en Italia en los efectos especiales. Además, la acción que desarrolla el filme lo hace un producto de la talla de Hollywood con un presupuesto mucho más ajustado al de dicha industria.

En cuanto al sonido, el principal reto vino por cuenta del ruido que genera la selva, así que hubo un cuidado especial en el registro durante el rodaje y en la posproducción para entremezclar los sonidos de la selva con los de la guerra. La música como hilo conductor es liderada por el punk de la banda Sick Morgan.

@juliangmejia1 Voces de ‘Somos Ecos’, filme colombiano sobre el conflicto armado que se estrena en salas el 17 de agosto. #SomosEcos #cinecolombiano #cinecolombiano? #conflictoarmado #cine ♬ Hasta Cuando!??? – Hasta Siempre – LA PESTILENCIA

Para profundizar acerca de más detalles sobre el filme, su director Julián Díaz Velosa habló sobre la década en la que estuvo involucrado en el proyecto. A continuación lo que nos dijo.

Son diez años tratando de mostrar una película, pero el trabajo de más rigor sin duda está en la documentación, ¿cómo fue ese proceso?

Fue una investigación de 5 años en los que miramos documentos, libros, revisamos a profundidad lo que la gente -desde las diferentes perspectivas- hablaba. Después nos acercamos directamente a las personas, hicimos entrevistas… Con cada persona duramos entre tres y cuatro días haciendo grabaciones para poder tener el registro. Fueron 5 años con 173 entrevistas tratando de ver qué pasó con ellos en la juventud.

Hay, después de los acuerdos de paz del Teatro Colón con las extintas FARC-EP, un nutrido catálogo de películas del conflicto armado, pero cada historia es como una isla contando una perspectiva. Con Somos Ecos le apostaron a incluir varias historias diferentes ¿Cómo lo incluyeron sin que se sintiera algo forzado?

Al principio era muy forzado, porque era tratar de generar una visión general de la perspectiva de los jóvenes sin tocar los ideales, sino realmente de esas vivencias y con muchos puntos. Entonces, tratamos de irla construyendo y por eso fue que se necesitaron 24 versiones para poder llegar a un punto en el que las historias se sintieran que fluían y estaban conectadas sin que se sintiera forzado. Lo hicimos porque pensábamos que, si bien todas esas películas que existen desde diferentes puntos de vista son necesarias para contar esa gran memoria histórica de lo que nos pasó, queremos que esto fuera una imagen en la que la gente no dijera: “Ah es que eso son ellos o los otros”, sino que se sintiera que el conflicto era algo que nos había pasado a todos.

Esto de lograr retratar el impacto del conflicto armado en la ciudad toma a la subcultura punk como hilo conductor, ¿A qué se debe la elección del ingrediente punk en una película sobre el conflicto armado en Colombia?

Parte de que también fui punk un tiempo y sentía que era lo más extraño al conflicto. El punk es el que quiere salirse del sistema a toda costa, es completamente anarquista y quiere alejarse todo lo que ha sucedido. Muchos colombianos y jóvenes quieren alejarse del conflicto; y es esa perspectiva antisistémica de que no quiero tener nada qué ver con esto… Aunque estamos aquí, vivimos aquí y el conflicto -sea directa e indirectamente- nos toca y eso nos hace tener el deber de reconstruirnos entre todos.

Y esa mirada citadina y punk contrasta con la presencia concisa y silente de la comunidad indígena en un tramo ¿Por qué le pareció importante esa representación en el filme?

Son unos cuadros muy pequeños que aparecen ahí, pero pienso que ellos son fundamentales porque de alguna son los cuidadores de la tierra. Muchas veces creemos que (el conflicto) es entre humanos, pero también sucede en la tierra cuando hay las bombas. Recuerdo las historias y decían cómo la selva hace un ruido enorme con los animales, pero cuando empieza el fogonazo, la bomba, la selva se silencia. Es decir, la selva entiende que hay una afectación por la guerra y sentía que los indígenas eran la representación de esos cuidadores.

Fueron 173 entrevistas, 173 historias que difícilmente podrán verse retratadas en una sala de cine ¿De qué manera Somos Ecos trasciende para que Colombia tenga alcance de todos estos relatos?

No queremos que se quede ahí. Si bien el cine es una herramienta de entretenimiento o para situarnos en la perspectiva de personajes, lo que nosotros buscamos con este proyecto es que llegue a los territorios, a los jóvenes, que realmente haga un eco y que los jóvenes -a partir de verla- graben vídeos y se vuelvan la perspectiva de ellos, que sea un eco que retumba de regreso a las ciudades acerca de qué fue lo que vivieron; que hagamos entre todos una retroalimentación a partir de nuestras voces y nos deje situar y entender esa memoria del conflicto para que no se repita. En este momento tenemos más o menos unos 260 videos que se han hecho de gente de todas las perspectivas en todos los territorios de Colombia. La idea es que cuando la vean (la película) se dirijan a la página web a un lugar donde la gente va a poder subir su propio eco.

Sinopsis

Tres jóvenes son alejados de sus sueños, para ser llevados a las filas de diferentes bandos de un conflicto al cual no quieren pertenecer. Son víctimas, pero ahora serán entrenados y preparados para la guerra, mientras luchan internamente para no convertirse en los próximos victimarios.

Tráiler

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Van más de 18 mil desplazados en los primeros seis meses de 2023: Defensoría

 

El Defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis, informó que en lo que va de año 18.755 personas han tenido que desplazarse de sus casas por culpa de la presencia de grupos armados ilegales.

Estos datos los ha dado a conocer durante la presentación del informe ‘El Estado de la Movilidad Humana Forzada 2022’, documento que detalla el número y la localización de los confinamientos, los desplazamientos y riesgos..

Además, 103 comunidades han sido obligadas a confinarse a nivel nacional, lo que equivale a 5.825 familias, siendo el Chocó el departamento más afectado que ha registrado el 79 por ciento del total total de este tipo de vulneraciones a los derechos humanos de las comunidades.

«Es urgente advertir que las comunidades prefieren confinarse a desplazarse, y la razón es que la atención de emergencia que brinda el Estado no es buena y no se entrega de manera oportuna», ha explicado Camargo.

El informe asegura que las principales causas del confinamiento estuvieron relacionadas con el aumento de la presencia de grupos armados ilegales, con 47 eventos; enfrentamientos, 32; amenazas, siete, y finalmente, un evento debido a un paro armado.

«Las comunidades se ven obligadas a permanecer prácticamente secuestradas en sus territorios, al quedar en medio de los enfrentamientos de grupos armados ilegales, que son los causantes de los riesgos, las amenazas y señalamientos», ha denunciado.

Con estas cifras el Defensor del Pueblo ha querido llamar la atención del Gobierno Nacional sobre el desplazamiento forzado de alcaldes, concejales, docentes y otros funcionarios públicos de sus territorios, a causa de las amenazas de los grupos armados ilegales.

«Estas son las cifras frías que debemos entregar y con las que esperamos llamar la atención de las autoridades del Estado para no permitir que eventos como el confinamiento se vuelvan paisaje, sin que el Estado atienda de manera oportuna y eficaz las vulneraciones contra las comunidades», ha zanjado Camargo.

 

«La gente escucha más fácil las balas que la letra»: Luz Marina Giraldo

Las siete puertas marca es el nombre que le da vida al primer episodio de Los Juegos de la Guerra, miniserie documental de Señal Colombia que intenta explicar por qué los niños dejaron sus juguetes para hacer parte del conflicto armado de manera forzada.

El episodio mencionado se recuesta en un recurso narrativo simbólico en el que cada apertura de puerta narra una fase diferente de la vida de Luz Marina Giraldo, conocida como Yesenia cuando hacía parte de las FARC-EP. El número de dichas puertas fue el mismo que tuvo que atravesar para cobrar su libertad después de haber sido capturada.

A la historia de Luz Marina se suman la de Sandra Ramírez que titula La fotógrafa de mariposas y el tercer episodio será El último campamento. La serie se emitirá por Señal Colombia los domingos 4, 11 y 18 de junio a las 8:30 de la noche.

Confidencial Colombia pudo tener una breve conversación con Luz Marina Giraldo, la protagonista del primer episodio. Actualmente, dedica su tiempo a estudiar la carrera de trabajo social y ejerce su maternidad además de trabajar incansablemente por la viabilidad del posconflicto. A continuación, lo que nos dijo.

Cortesía | Señal Colombia

¿Qué queda de Yesenia en la Luz Marina de hoy?

Creo que Yesenia es, de cierta manera, la base con la cual Luz Marina se sustenta. Luz Marina fue una niña que perdió a su padre, quedó desamparada y desprotegida. Luz Marina fue una niña muy frágil, pero Yesenia fue una guerrera, una mujer que le puso el pecho a la vida y que enfrentó sus miedos. Sin esa dualidad, sin esa Yesenia, hoy en día Luz Marina hubiera flaqueado.

¿Cuál es el poder que cree que hay en cambiar balas por letras?

Lo más importante es la resiliencia que tenemos las personas y cómo algunas decidimos transformar nuestros sufrimientos en oportunidades. También cómo podemos ver la realidad desde otra óptica. Es muy difícil decir que vamos a cambiar el arma por la palabra o las balas por una letra porque la gente escucha más fácil las balas que la letra. Creo que es también es un llamado a cómo nosotros como sociedad nos desprendemos de esa violencia que nos han enraizado en el corazón por tantos años de conflicto en Colombia. Ojalá podamos ver la vida desde otro ángulo mucho más pacífico.

Incluso desde lo económico, es mucho más barato comprar una bala que puede acabar con la vida de alguien, a comprar un libro, que puede transformar vidas…  

Paradójicamente, ingresar a las filas de cualquier grupo armado es gratis. Ingresar a la universidad no lo es, pero precisamente ese es el reto. Cuando se habla de educación gratuita todo el mundo se opone: ‘Uy, ¿Cómo así que van a educar a todo el mundo?’ Como sociedad debemos entender que la educación puede marcar la diferencia. Poder ir a la escuela y luego a la universidad, poder tener una profesión y soñar con con aportarle a la sociedad desde algo mucho más pacífico, abre oportunidades. Hay un meme que está en redes sociales y dice que el guerrillero disléxico no existe y ponen un letrero donde hay mal escrita una sigla. Pareciera chistoso, pero lo que yo veo es una persona que no tuvo la oportunidad de estudiar y que ni siquiera sabe escribir la sigla del grupo al cual pertenece porque no pudo ir a una escuela.

https://www.youtube.com/watch?v=3RehBY6Sg-E

El nombre de la serie es Los Juegos de la Guerra, ¿Qué tan en serio se toma el juego de escribir?

Para mí escribir es una catarsis. Yo escribo cuando tengo mucho dolor en mi alma y no encuentro a quién contársela. También porque es muy difícil que alguien se ponga en los zapatos de uno cuando yo no encuentro con quién dialogar de eso. Hoy en día cojo mi computador, me siento en el en la cama y empiezo a escribir. Cuando estaba en la cárcel escribía en el piso, me bajaba para no despertar a mis compañeras o siempre cuando estoy en esos momentos de caos donde se me enreda la vida. Hay cosas que ni siquiera voy a publicar, o hay cosas que son tan dolorosas que después borro o rompo la hoja. Yo me lo tomo en serio porque es mi catarsis personal.

¿Qué viene para Luz Marina después de la apertura de esa séptima puerta?

Creo que nunca dejamos de pasar puertas y yo nunca quiero dejar de pasar puertas. Hay que seguirlas abriendo, tengo muchas metas como persona. Lo que no pude hacer durante toda mi juventud, lo quiero hacer ahora. Estoy terminando mi carrera, haciendo mi papel como madre cabeza de familia. Además ahorita tengo algo muy maravilloso y es que mi hijo mayor me va a regalar mi primer nieto. Estoy feliz porque voy a poder disfrutar de mi nieto como no pude hacerlo con mis hijos.

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*Foto: Cortesía

Reportan reclutamiento de más de 900 menores desde 2017

La Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas (UARIV) del Gobierno de Colombia denunció que 919 menores de edad han sido víctimas de reclutamiento forzado por parte de grupos armados ilegales desde la firma en 2017 del Acuerdo de Paz entre el Gobierno y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

La segunda edición del informe Datos para la Paz de la UARIV actualiza los registros de las personas víctimas del conflicto armado y «demuestra las consecuencias que sigue teniendo para niños y adolescentes que son reclutados», ha resaltado la directora de la unidad, Patricia Tobón, según recoge la emisora RNC.

«Los datos revelan que hay un total de 9.512 niños, niñas y adolescentes han sido incluidos en el Registro Único Víctimas por vinculación a grupos armados. De éstos, 293 fueron vinculados más de una vez, el 66 % son niños y el 34 % son niñas», explicó Tobón.

A lo anterior se suma que, de acuerdo con las declaraciones recibidas por la Unidad para las Víctimas, los rangos de edad de entre 12 a 17 años son los de mayor vinculación a los grupos armados.

El boletín denuncia además que Bogotá y Cali reciben un 45 % de las víctimas de desplazamiento forzado, que suman 8.452.997 víctimas en total.

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La Paz Total requiere transformar las causas e interacciones estructurales que alimentan el conflicto armado interno

La transformación del Conflicto Armado Interno -CAI, que afecta e involucra a toda la sociedad, requiere identificar sus componentes temáticos y explorar rutas que permitan ampliar los abordajes bidireccionales de negociación y transformación, que se enfocan principalmente en reparar consecuencias o expresiones del conflicto, y hacer un mayor esfuerzo en relación con transformaciones de las causas e interacciones estructurales que lo motivan. Las mesas de diálogo bilaterales entre el Gobierno Nacional y los grupos armados, no pueden definir unilateralmente el rumbo de la sociedad y la institucionalidad, colocando en interinidad, tanto al poder del constituyente primario[1], como a las ramas del poder público. Lo que se requiere es que sea la sociedad a través de diversos escenarios de diálogo, la que construya acuerdos preferiblemente consensuados, que serán entregados en calidad de propuestas-mandatos-planes a las mesas de diálogo con las estructuras armadas.

El análisis del CAI da cuenta de una serie de causalidades que se pueden agrupar en componentes temáticos no excluyentes, y que se expresan de forma diferenciada en escenarios territoriales, alrededor de los cuáles se pueden establecer mesas de diálogo sociales y mesas de negociación con los grupos armados no estatales, para lograr acuerdos y construir planes territoriales y un Plan Nacional de Paz y Reconciliación.

Desarrollo Humano: a) Reforma rural, tenencia de la tierra y el territorio, productividad, monocultivos y soberanía alimentaria; b) Generación de ingresos, proyectos económicos, desarrollo empresarial, economía solidaria y popular, manufacturas, etc; c) Democracia participativa, protesta social y soberanía popular, reforma política y reforma electoral, lucha contra la corrupción, el clientelismo, el tráfico de influencias; d) Cultura, soberanía, autonomía y gobierno propio de los pueblos y comunidades étnicas; e) Garantías a la vida y a las organizaciones sociales, Derechos Humanos, derechos de la mujer, niñas, niños y adolescentes, derechos de la población LGBTIQ+, derechos de la población con discapacidad, seguridad humana, integración social y el buen vivir; f) Derechos laborales y pensionales, cobertura en salud, educación, agua potable, energía eléctrica, TIC, etc.

Paz con el planeta: a) Cuidado de la tierra y el agua, páramos, bosques, selvas y aire, calentamiento global; b) Cuidado y protección de la economía popular. Sustitución/aprovechamiento de cultivos de coca con fines ilícitos; b) Minería tradicional, proyectos mineros extractivos; c) Macroproyectos de alto impacto, vías, puertos, ferrocarriles, aeropuertos, represas.

Cultura de paz y noviolencia: a) Desarme ciudadano, prohibición de porte y tenencia de armas por parte de civiles, monopolio estatal de armas y municiones; b) Reparación integral e inclusión social y económica de víctimas del conflicto armado, verdad, justica y no repetición; c) Cultura de paz, convivencia ciudadana y reconciliación, justicia restaurativa y jueces de paz, guardias indígenas, cimarronas y campesinas; d) Pertinencia educativa, cátedra de paz en la escuela, valores ciudadanos e historia; e) Nueva doctrina para la policía y las FFAA, restructuración de la policía, futuro del ESMAD.

Desmovilización, dejación de armas y reincorporación; a) Justicia transicional, desmovilización, desarme y compromiso de norepetición; b) Garantías políticas y de seguridad a los firmantes de los acuerdos; c) Reincorporación económica y social, no estigmatización y comunidades de acogida; d) Narcotráfico, lavado de activos, tráfico de personas, explotación y turismo sexual, tráfico ilícito de armas y municiones.

Según la JEP[2] el Conflicto Armado se reactivó en  Montes de María; Sur de Bolívar; Occidente antioqueño; Sur de Chocó y bajo Calima; Medio y bajo Atrato; Norte del Cauca y sur de Valle del Cauca; Pacífico nariñense y sur de Cauca; Catatumbo; Caguán, Yarí, Ariari y Bajo Putumayo; Sabana y piedemonte araucano; Nordeste antioqueño y Bajo Cauca; Urabá antioqueño y sur de Córdoba (alto y bajo Sinú), y según el monitoreo de REDEPAZ, también en el Oriente Antioqueño, lo que obliga a establecer procesos de diálogo social, adicionando a los escenarios, algunas ciudades que aparecen referenciadas por sus altos índices de violencia o por ser estratégicas para la logística del CAI, como Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena, Cúcuta, Santa Marta, Quibdó, Arauca, Valledupar, Montería, Ocaña, Buenaventura, Tibú, Tumaco, Apartadó, Barrancabermeja, Caucasia, Aguachica y por supuesto Bogotá D.C., entre otras. De otro lado, y en correspondencia con delitos internacionales y narcotráfico será necesario instalar conferencias internacionales, teniendo en cuenta los TLC y demás tratados que el Estado colombiano ha firmado.

Para que la Paz Total sea posible, los acuerdos pactados deben ser reconocidos por todos y cada uno de los espacios de diálogo establecidos, en todos los temas y a todos los niveles, de tal manera que el proceso en su desarrollo y aplicación temprana, vaya construyendo la legitimidad y el respaldo de toda la sociedad.

Nota: Muy importantes los avances que se lograron en la Mesa de Negociaciones del Gobierno Nacional y el ELN en México. Habrá que hacer un gran esfuerzo colectivo para que lo allí expresado avance hacia un abordaje integral. No olviden que la sociedad civil ha solicitado que la Mesa se traslade a Colombia.

Luis Emil Sanabria D.

 

[1] Artículo 3º de la CPN. La soberanía reside exclusivamente en el pueblo, del cual emana el poder público. El pueblo la ejerce en forma directa o por medio de sus representantes, en los términos que la Constitución establece.

 

[2] La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) es el componente de justicia del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición, creado por el acuerdo de Paz entre el Gobierno Nacional y las Farc-Ep, bajo el Acto Legislativo 01 de 2017.

La participación ciudadana clave para transformar el conflicto armado

La alta fragmentación del conflicto armado colombiano, sus múltiples expresiones que involucra actores armados políticos y actores criminales de alto impacto, su permanencia en el tiempo, las múltiples causas del mismo; las diversas y graves consecuencias sociales, políticas, económicas y culturales que le retroalimentan; las heterogéneas dinámicas que se expresan y que afectan y fragmentan de forma específica y en diferentes categorías a los miembros de la sociedad, incidiendo negativamente en los países vecinos y el hemisferio; las dificultades, aciertos y fracasos de procesos de paz anteriores, nos invitan a buscar alternativas complejas tanto a nivel local, como regional, nacional e internacional, que involucren escenarios e iniciativas diversas que deben interactuar y coordinarse prolíficamente a fin de lograr los consensos y pactos que garanticen un presente y un horizonte de paz, con una nueva ética política que rompa de una vez por todas, con las prácticas que conducen a la eliminación moral, biológica (individual y colectiva), política y jurídica del contrario, es decir una nueva sociedad capaz de romper con la necropolítica (Mbembe, 2011).

La magnitud de la paz que necesitamos, reclama múltiples y armonizados abordajes, caminos y enfoques que se integren y recojan en un sistema amplio. La paz que involucra a la comunidad, a las familias, a los individuos y al ecosistema o territorios en donde se habita. La paz que se pacta en planes de vida prospectivos, asumidos como mandatos para quien se involucra en el proceso de diálogo y para la sociedad en general, que será beneficiaria de una nueva realidad en donde la reconciliación y las garantías de no repetición sean posibles. Esta paz integral conformado por varios componentes que se interpelan, retroalimentan, autorregulan e interactúan, convoca necesariamente el concurso del Estado y sus instituciones de gobierno como responsables y dinamizadores fundamentales, convoca a la más amplia participación de la sociedad civil, a las organizaciones sociales, sindicales y comunitarias, los gremios económicos y las empresas privadas, las organizaciones no gubernamentales, todas las expresiones políticas y culturales, las organizaciones de mujeres, los movimientos juveniles, las organizaciones de población LGBTIQ+, y los pueblos étnicos que serán protagonistas en los territorios ancestrales.

La transformación del conflicto armado interno y la construcción de la paz integral, demanda escenarios múltiples que tendrán a su vez diferentes tiempos de acción, unos serán más lentos según la temporalidad de sus protagonistas, temáticas y complejidades y otros se desarrollarán con más celeridad en correspondencia con las exigencias y las necesidades de las comunidades y los protagonistas del proceso. La paz integral y la transformación del conflicto armado colombiano, deberán producir de forma sistémica cambios estructurales a las causas o condiciones objetivas económicas (legales e ilegales) y políticas que  le dieron origen y le alimentan, deberá abordar las causas subjetivas, culturales (incluida la memoria y las verdades) y sociales construidas en las mentes de los individuos y colectivos, así como sacar las armas de la vida política y social, lo que contempla campañas de desarme ciudadano, la dejación de armas, la desmovilización y reincorporación a la vida civil y política de los excombatientes y el logro definitivo del monopolio de las armas por parte del Estado.

Un abordaje sistémico para la transformación (Lederach, 1995) del conflicto armado y la paz integral, que tenga como horizonte regional y nacional la identificación y elaboración de planes, programas y proyectos para la paz, siempre tendrá una alta dosis de incertidumbre, un proceso siempre en permanente perfeccionamiento, siempre inacabado, conforme lo requiere el desarrollo de la sociedad; un proceso en constante evaluación, con temporalidades y metas que le van imprimiendo dinámicas propias y retos constantes.

Si no asumimos la complejidad de la construcción de paz integral o total, no se incidirá integralmente en todo el conflicto con sus múltiples expresiones, lo que seguramente nos llevará a futuros escenarios de violencias recicladas y de reestructuración de grupos armados cada día más ligados a la criminalidad, al narcotráfico y la corrupción. Es el momento de la paz. Los astros, los dioses, las energías o la naturaleza, están alineadas para que esta nueva oportunidad no se pierda, y para que nuestros hijos, hijas, nietos, nietas, amigas y amigos, gocen plenamente de los derechos humanos y de este pedazo de tierra que por gracia nos correspondió, en armonía con la naturaleza.

Luis Emil Sanabria

Nuevo desplazamiento pone a Argelia, Cauca bajo amenaza

Más de 300 personas tuvieron que salir de sus casas en Argelia (Cauca) como consecuencia de enfrentamientos entre grupos de disidencias de las FARC. En menos de dos semanas se presenta un nuevo desplazamiento en el sur del departamento.

Semanas atrás más de mil personas fueron desplazadas por combates entre las estructuras Carlos Patiño y Nueva Marquetalia en la vereda de Puerto Rico. Ambos grupos retomaron la hostilidad después de un par de días de calma. Las personas desplazadas están siendo atendidas en albergues temporales.

Los enfrentamientos se dan en las veredas Los Pinos y Mundo Nuevo en la zona rural del municipio. Hay afectaciones en la escuela y locales comerciales.

«Entre los desplazados hay niños, mujeres y ancianos. Los estamos atendiendo porque no cesa el conflicto en el municipio. Todavía la situación está tensa, aun no se ha bajado a verificar cuáles son las casas afectadas», señaló Jhonatan Patiño, alcalde de Argelia.

En los últimos tres años se han presentado 27 desplazamientos en zonas rurales derivados de los enfrentamientos de los grupos ilegales.

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*Foto: Grupo Argelia Cauca (Facebook)

Colombia fue condenada por negligencia en un desplazamiento

El Tribunal Administrativo de Cundinamarca condenó a la Nación por no evitar un desplazamiento forzado para noviembre de 1999 en Turbo (Antioquia). El aparato judicial ordenó la reparación de las víctimas por 350 millones de pesos.

El accionante de la demanda fue Arnoldo de Jesús Querubín Ortega y su familia. Él señala que el Ministerio de Defensa, la Policía Nacional y el Ejército Nacional fueron responsables por omisión de los perjuicios que sufrió con su familia cuando un grupo de las autodefensas desplazaron a la población civil con acciones hostiles.

«Considera la Sala que la situación de riesgo a que fueron sometidas las víctimas en el caso concreto era previsible y ampliamente conocida por las autoridades y por ello exigían la intervención oportuna del Estado a través de estrategias de defensa y prevención a favor de la población civil, que al no presentarse permitieron la expansión y reiteración de estrategias subversivas de los grupos armados», señaló el tribunal.

El fallo completo fue publicado en la cuenta oficial de Twitter de la Policía Nacional. 13 años después dela situación de desplazamiento, Arnoldo y su familia fueron incluidos en el RUV (Registro Único de Víctimas).

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El conflicto armado interno colombiano, un fenómeno altamente fragmentado

La sociedad Colombiana ha venido padeciendo desde hace casi seis décadas lo que podemos titular, su más reciente conflicto armado interno de carácter político y social, nacido de decisiones de sectores y organizaciones de izquierda, identificados ideológicamente con corrientes de pensamiento marxista o ligados a la teología de la liberación. Conflicto en un inicio protagonizado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-FARC, conocidas luego como FARC-Ejército del Pueblo, el Ejército de Liberación Nacional – ELN (1964)  y por el Ejército Popular de Liberación – EPL (1967), es decir desde los inicios y consolidación del llamado Frente Nacional, o como en el caso de movimiento 19 de abril M-19 (1974), como respuesta a la intención de perpetuar por parte de las élites políticas tradicionales, dicho acuerdo de repartición política y administrativa del estado y del gobierno.

Conflicto armado a su vez heredado o reciclado de otros conflictos no resueltos estructuralmente, que están presentes en la génesis y desarrollo del surgimiento de la República y su forma de organización administrativa, social, cultural y política (incluido el tipo de democracia) y en el modelo económico, capitalista en sus inicios y capitalista neoliberal en las últimas tres décadas, que luego se retroalimentan y reticulan de forma compleja a nivel nacional y territorial, y que sirven para sustentar la vigencia de la lucha armada o en el caso de los grupos neoparamilitares o bandas criminales, sirve para excusar la contracultura de la ilegalidad mafiosa narcotraficante y/o corrupta, abarcando diversos niveles o categorías, que estructuran o construyen diversas formas de realidad, perceptibles de muy diversas maneras, tanto en el desarrollo mismo de sus componentes, como en categorías que se han venido convirtiendo en parte fundamental del debate y el devenir de la sociedad.

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En las últimos décadas, a este sistema llamado conflicto armado, se le han adicionado otros componentes causales-subsistemas, entre los que se destacan el conflicto frente al tema del uso de los recursos naturales renovables y no renovables, los conflictos generados a partir de los reclamos de autonomía y reconocimiento de los pueblos étnicos, los conflictos creados a partir de las prácticas sistemáticas de violación estatal de los derechos humanos en todas sus dimensiones y los conflictos de la transversalidad que imprime los recursos económicos ligados a la prohibición de la producción y tráfico de cocaína, y los enclaves económicos interrelacionados con estas, como el tráfico ilícito de armas y municiones, la trata de personas y el lavado de activos, entre otros.

Aunque existen distintas apreciaciones sobre los orígenes, continuidad y retroalimentación del conflicto armado en Colombia, tal como se evidencia en las relatorías de la Comisión Histórica del Conflicto y sus víctimas[1], es necesario en la actualidad, para el caso de proponer un abordaje o mejor aún múltiples abordajes, buscando la transformación de este en forma pacífica, política y negociada, reconocer que existen un conflicto armado interno altamente fragmentado o que se expresan diversos conflictos armados que se entre mezclan en el territorio, con causalidades, comportamiento y consecuencias diferentes, las cuáles inclusive sirven para identificar comportamientos o expresiones políticas, sociales o criminales de cada grupo armado en particular.

Estas causalidades que se desarrollan como subsistemas, requieren como acertadamente se ha propuesto, un abordaje total, que tenga como resultado la Paz Total o la Paz Integral, tal y como la sociedad lo ha venido proponiendo desde las múltiples iniciativas de paz nacionales y territoriales.

Estos diversos actores armados conservan, en el caso de las guerrillas de izquierda, los elementos que los caracterizan como grupos insurgentes de carácter político, y en el caso de las conocidas bandas criminales-BACRIN o grupos neoparamilitares, se reconocen que son estructuras de delincuencia común, que surgen para el enriquecimiento individual y/o familiar, pero que es necesario advertir, se alimentan y crecen ejerciendo formas de poder que constriñe el sistema político, convirtiéndose de alguna manera, aunque alejada de la definición tradicional, en un actor político armado.

Finalmente están las Fuerzas Armadas (Ejército, Fuerza Aérea, Armada) y de Policía, guiadas aún por la llamada doctrina de seguridad[2], que han combatido a las organizaciones guerrilleras, en algunas ocasiones a las organizaciones paramilitares y se han visto envueltas en escándalos de graves violaciones a los derechos humanos e infracciones al DIH.

Los desarrollos que la conflictividad violenta ha tenido principalmente en los últimos 30 años, es decir a partir de la nueva Constitución Política (sin que esto signifique desconocer causalidades y manifestaciones de décadas anteriores), unos elementos causales particulares (heredados y nuevos) que deben ser reconocidos y abordados en su dimensión y especificidad, en diálogo sistémico permanente con el más amplio universo posible de causas, las cuales han producido un universo de consecuencias que se han transformado por su nivel de daño y reiteración, en causalidades que a su vez retroalimentan las conflictividades violentas.

El reto es abrir múltiples espacios de diálogo ciudadano, en concordancia con cada uno de los subsistemas que se consideran causales del conflicto armado, para que en estos participen los gremios económicos, las organizaciones sociales, comunales, étnicas, sindicales, de mujeres, de jóvenes, de víctimas, de población con discapacidad, de población LGBTIQ+, entre otras, en todas las regiones del país, dependiendo de los niveles de afectación del conflicto mismo, para que la agenda de paz y los acuerdos logrados no sean una imposición de las mesas de diálogo Gobierno-Guerrillas o Gobierno-Grupos de delincuencia común, sino el resultado de diálogos y acuerdos entre la sociedad, que deben ser refrendados, asumidos, complementados o mejorados por dichas mesas. La Paz Total es posible, la Paz Integral es necesaria, pero hay que activar toda la imaginación y todos los recursos posibles y disponibles.

 

Luis Emil Sanabria Durán

 

[1] Surgida de un acuerdo entre los representantes del Gobierno nacional y los delegados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP), adoptado el 5 de agosto de 2014.

[2] http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/colombia/ceso/indice.htm

Coro de Hijas e Hijos de la Paz se estrena oficialmente

El 24 de noviembre del año pasado, con motivo del quinto aniversario del Acuerdo de Paz entre el Estado colombiano y las extintas FARC-EP, un coro de hijos e hijas de excombatientes se presentaron en la Plaza de Bolívar a la vista de Antonio Guterres -secretario general de Naciones Unidas-.

Casi un año después, este coro conformado por 50 niños y niñas fue presentado de manera oficial en Fragmentos, Espacio de Arte y Memoria, recinto en el que la artista Doris Salcedo creó el contramonumento con las armas fundidas que entregaron las extintas FARC-EP.

Este coro es formado en el Centro Filarmónico de La Paz y la iniciativa la lidera la Orquesta Filarmónica de Bogotá (OFB) con la ayuda de la Misión de Verificación de Naciones Unidas y la Fundación Ford.

«Se trata de una apuesta por la paz y de futuro, dos temas en los que se insiste en las actividades de las diferentes agrupaciones de la orquesta», señaló David García, director general de la OFB.

Para el acto de lanzamiento hizo presencia la alcaldesa Claudia López, quien habló de la importancia de apostarle a la paz en Colombia y resaltó el papel de la niñez en la capital. «Bogotá se propuso ser epicentro de paz y reconciliación. Para mí es un tema del alma. La única razón por la que decidí dejar una vida académica más tranquila fue porque sabía que construir paz era un propósito indispensable, pero difícil», expresó.

Durante el evento, el Coro de Hijas e Hijos de la Paz interpretó cuatro canciones, que fueron el cierre del nacimiento de un nuevo capítulo de la paz en Colombia y se construye desde el arte. Se espera que más adelante se haga una orquesta con hijos e hijas de excombatientes y que más integrantes se unan a este nuevo grupo.

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*Foto: Orquesta Filarmónica de Bogotá

Los obispos españoles advierten de la «crisis energética y alimentaria» como consecuencia de la guerra en Ucrania

Los obispos de la Subcomisión para la Acción Caritativa y Social de la Conferencia Episcopal Española (CEE) han avisado de la «crisis energética y alimentaria» como consecuencia de la guerra en Ucrania.

«La guerra en Europa nos ha sorprendido a todos y ha puesto sobre la mesa la profunda interconexión entre la seguridad energética, el riesgo de un conflicto armado y el peligro de destrucción de toda forma de vida, que ya diagnosticó hace casi 60 años San Juan XXIII», señalan los prelados.

Así lo afirman en un mensaje publicado este jueves de cara a la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación que se celebrará el próximo 1 de septiembre.

En el escrito, titulado ‘Crisis energética, paz y cuidado de la creación’, y consultado por Europa Press, los obispos alertan de que «se ha puesto en cuestión la paz internacional y se están provocando graves daños a la casa común».

«Hay una interdependencia evidente entre los atentados contra la paz y su incidencia en la casa común, en el orden de la Creación. Cuando ya estaba naciendo un cierto consenso para afrontar los problemas de fondo de la humanidad en el orden energético y en el orden alimentario, con la guerra se ha puesto en peligro el equilibrio en la disponibilidad de recursos alimentarios para numerosas poblaciones», subrayan los prelados.

En concreto, advierten del riesgo al que se enfrentan importantes poblaciones de los países más pobres, pues son preferentemente los que se están viendo «especialmente afectados por las múltiples crisis sanitarias, geopolíticas y climáticas».

Citando a los expertos, en su reciente Informe sobre Desarrollo Sostenible del año 2022, los obispos indican que el camino para superar el delicado momento actual se resume en «paz, diplomacia y cooperación internacional» para que el mundo «progrese hacia la consecución de los objetivos de la Agenda 2030».

Además, los prelados manifiestan que las diversas crisis «retroalimentan procesos de empobrecimiento», especialmente en las personas más vulnerables y con menos recursos, como se ha visto en España: «problemas para los transportistas, para los pequeños negocios, una alta inflación a la que se llama ‘el impuesto de los pobres'».

Precisamente, según añaden los obispos, la crisis alimentaria ha supuesto «una presión fuerte» para la alimentación de los más pobres, pues «la escasez fomenta la elevación de precios, y forma una alianza trágica con la presión de los precios de la energía».

En este contexto, los prelados piden ser «cautos» y «recordar que tanto la paz como el cuidado de las relaciones personales y entre las naciones siempre están amenazadas».

Así, invitan a los cristianos a alimentar una «espiritualidad que consiste en ampliar lo que se entiende por paz, que es mucho más que la ausencia de guerra» y que tiene que ver «con el cuidado de la ecología y con el bien común».