Ir al contenido principal

Horarios de atención

De lunes a viernes:
8:00 AM – 5:00 PM

Whatsapp: (+57) 317 599 0862
Teléfono: (+57) 313 7845820
Email: [email protected]

Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Conflicto Armado

Las recomendaciones de la Comisión de la Verdad para que se garantice la no repetición de los hechos

La Comisión de la Verdad hizo la primera entrega de la primera entrega del documento final donde recopila los hechos violentos ocurridos en los últimos 50 años vividos en Colombia.

El acto celebrado en frente de miles de ciudadanos contó con la presencia del presidente electo, Gustavo Petro, a quien le fue entregado las recomendaciones finales que hace la Comisión a los gobiernos venideros y al mismo Estado para que se garantice la no repetición de los hechos.

Como primera recomendación, el Padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, pidió a los colombianos rechazar cada muerte violenta que se presente en nuestro país, para que logremos poner la vida de los humanos y de la naturaleza en el centro y por delante de todo interés particular. Que ningún colombiano tenga que huir al exilio para proteger su vida.

  • A todo el pueblo colombiano, reconocer a las víctimas del conflicto armado en su dolor, dignidad y resistencias; reconocer la injusticia de lo vivido y el trauma colectivo que compartimos como sociedad, y comprometernos con la reparación integral y transformadora de los más de 9 millones de víctimas del conflicto armado interno.
  • Mirar críticamente la historia desde una perspectiva que le dé un lugar a la presencia constante de la memoria para la construcción de paz y la no repetición, de forma que comprometa al Estado y a la sociedad en su conjunto y aporte al fortalecimiento de valores democráticos.
  • A los jóvenes, encarar la verdad de las causas y los horrores del conflicto armado y construir la nación nueva que está en sus manos, porque ustedes son el futuro. Les pedimos no colaborar en nada que profundice la muerte, el odio y la desesperanza y ser los líderes en la puesta en marcha de las recomendaciones que entrega la Comisión. Convocatoria a la paz grande.
  • A la sociedad y el Estado, implementar de manera integral el Acuerdo Final de Paz y avanzar hacia el consenso sobre las transformaciones necesarias para superar los factores que han facilitado la reproducción de los ciclos de violencia. Y hacerlo partiendo de la convivencia en los territorios a través de la reconstrucción de la confianza de los ciudadanos entre sí mismos y con las instituciones, y siempre en la perspectiva nacional de la paz grande.
  • Al Estado, partir de la verdad de que cada día de guerra aleja la posibilidad de la convivencia y la gobernabilidad; tomar la iniciativa para la paz con el Eln y otros grupos armados, y buscar con los demás grupos ilegales diálogo para la negociación o el sometimiento a la justicia.
  • A las organizaciones que no aceptan la legitimidad del Estado, así como al Eln, las disidencias y los demás grupos insurgentes que continúan en la guerra, escuchar el clamor del pueblo que pide «parar la guerra ya desde todos los lados» y ponerse en la ruta del diálogo hasta llegar a la paz, dentro de la diversidad de metodologías y situaciones regionales.
  • A todos los estamentos sociales y políticos, profundizar la democracia mediante la exclusión definitiva de las armas del escenario venerable de lo público y poner en marcha una reforma que abra espacios para sectores y grupos excluidos, en una democracia representativa que refleje la pluralidad territorial y étnica del país y que tenga en el centro el diálogo deliberativo, con la participación ciudadana directa y la movilización como herramientas Algunos elementos del contexto explicativo fundamentales para garantizar los derechos, el restablecimiento del tejido social, la construcción de confianza institucional y el rechazo definitivo a la violencia contra quienes piensan distinto.
  • A los estamentos de justicia, frenar la impunidad, reconstruir la confianza en el Estado y garantizar la imparcialidad e independencia de los entes de investigación y juzgamiento; proteger a los funcionarios judiciales, a las víctimas y a quienes participen en los procesos, y esclarecer la criminalidad organizada y sancionar a los responsables.
  • Al Gobierno, la fuerza pública, los partidos políticos, los empresarios, las iglesias, los educadores y demás decisores en Colombia, reconocer la penetración del narcotráfico en la cultura, el Estado, la política y la economía y la forma como la guerra contra las drogas configura uno de los principales factores de la persistencia del conflicto. Les pedimos desarrollar mecanismos de investigación que permitan enfrentar con verdadera eficacia tanto el sistema de alianzas e intereses involucrados en el narcotráfico como la judicialización de los aparatos políticos, financieros y armados que lo hacen posible, así como cambiar la política hacia el campesinado y los eslabones más débiles de la cadena para superar problemas estructurales de pobreza, exclusión y estigmatización.
  • Al Estado y la sociedad, establecer una nueva visión de la seguridad para la construcción de paz como bien público centrado en las personas, en la cual la protección de todos los seres humanos y de la naturaleza sea lo primero; una visión en la que la seguridad deje de estar restringida a lo militar y se construya desde la confianza colectiva, con el apoyo de todas las instancias del Estado a las formas en que las comunidades, las etnias y los territorios construyen convivencia, sobre la base de diálogos entre los ciudadanos y las instituciones, para hacer las transformaciones necesarias en el Estado, las Fuerzas Militares, la Policía y las organizaciones de la sociedad civil, como un elemento fundamental para la paz.
  • A la burocracia estatal y los administradores públicos y privados, rechazar y acabar la corrupción en los distintos niveles, romper hábitos y complicidades y actuar con determinación en el control ciudadano y la sanción eficaz de las leyes para detenerla.
  • Al Estado, la sociedad y, particularmente, al empresariado de los grandes proyectos industriales y financieros, dar prioridad a la garantía de las condiciones de bienestar y vida digna de las personas y las comunidades, sin exclusiones, desde una visión compartida de futuro para superar las desigualdades estructurales que hacen de este país uno de los más inequitativos del mundo en la concentración de los ingresos, la riqueza y la tierra. Y que la inversión estatal, empresarial y financiera se incorporen a la creatividad y la pasión de la juventud popular y del campo, que exige ser parte de la producción de la vida querida por todos los colombianos. Algunos elementos del contexto explicativo
  • A todos los colombianos, dar a los campesinos el reconocimiento inmenso que tienen para la vida de Colombia, asegurarles la redistribución equitativa de la tierra, la prevención y reversión del despojo, el catastro multimodal, las condiciones para la producción sostenible, el acceso a bienes y servicios públicos –incluida la educación de alta calidad pertinente para la ruralidad, la seguridad y la justicia– y las condiciones que necesitan para el cuidado de los ecosistemas, del agua, de la tierra y de las especies nativas.
  • A toda la nación, superar el racismo estructural, el colonialismo y la exclusión injusta e inmensamente torpe que se ha infligido a indígenas, afrocolombianos, raizales y pueblos rrom, golpeados de manera desproporcionada por la guerra, y hacer de sus culturas y tradiciones parte sustantiva indispensable de la identidad de todos nosotros y nosotras como colombianos. Condición sine qua non para vivir en tranquilidad, justicia y paz.
  • A todas y todos, respetar las diferencias en igualdad de dignidad de mujeres, personas LGBTIQ+, niñas, niños, adolescentes y jóvenes, personas en situación de discapacidad o diversidad funcional y de la tercera edad, a quienes el conflicto armado causó impactos particularmente brutales.
  • A las naciones amigas de Colombia –a quienes reconocemos y agradecemos el acompañamiento a las víctimas en los territorios, la ayuda humanitaria y en derechos humanos y su contribución a la paz–, les pedimos dar este paso: ayudar a que Colombia sea un ejemplo de reconciliación en el mundo Convocatoria a la paz grande y dejar de vernos como un país que sobrevive en «modo guerra» y que necesita apoyos militares que perpetúan el conflicto. Hemos sufrido 60 años de victimización violenta y pedimos que no nos den nada para la guerra. No la queremos. No queremos guerra en ninguna parte del mundo. Apóyennos en todo lo que hace florecer la vida y la naturaleza, la confianza ciudadana y la economía, en armonía con la riqueza natural de esta tierra; apóyennos en la amistad de las naciones que respeta las diferencias en una comunidad internacional que comparte la casa común del planeta.
  • A la sociedad en su conjunto, asumir el compromiso de un cambio profundo en los elementos culturales que nos llevaron a la incapacidad de reconocer al Otro y a la Otra como seres humanos de igual dignidad; construir en el diálogo, desde las diferencias y tradiciones espirituales y concepciones de vida, una ética pública en la que nos reconozcamos simplemente como personas, ciudadanas y ciudadanos, en un nosotros colectivo de nación, y emprendamos las transformaciones en lo institucional, lo normativo y, particularmente, lo personal y cotidiano; y desinstalar las narrativas de odio, discriminación y estigmatización, para instaurar a cambio la confianza y la pasión por un futuro de esperanzas compartidas y vida plena que les debemos a las generaciones futuras de Colombia.
  • A los líderes religiosos, reflexionar ante el vacío y la perplejidad espirituales de un pueblo de tradiciones de fe, sumido en una crisis humanitaria de odios, desconfianzas y muerte y atrapado en los Algunos elementos del contexto explicativo 59 comportamientos de la guerra, y tomar con valor la misión de reconciliación de la Iglesia católica con las demás iglesias y con los sabios y ancianos –hombres y mujeres– de las tradiciones indígenas y afrocolombianas.
  • Al hacer referencia al episodio de los Falsos Positivos, de Roux dijo: “Si hubieran sido 10 “falsos positivos” sería gravísimo, si hubieran sido cientos sería motivo para pedir un cambio de ejército. El sentido de esos soldados era hacer lo que la institución quería; vender con publicidad a la muerte y defender a los perpetradores”.

El acto se celebró en el Teatro Jorge Eliecer Gaitán de Bogotá. El gran ausente fue el presidente de la república, Iván Duque, quien se encuentra de gira internacional.

 

Denuncian suicidio masivo de jóvenes en Bojayá para no ser reclutados por los grupos armados

En Bojayá todavía siguen abiertas las heridas que dejó la masacre del 2 de mayo de 2002 cuando un cilindro bomba lanzado por hombres del frente 58 de las Farc contra la iglesia del pueblo acabó con la vida de un centenar de personas, la mayoría de ellas mujeres y niños.

Aunque han pasado dos décadas de ese macabro suceso, la guerra en esa zona del país sigue presente y martiriza a la población de esta comunidad ribereña del Atrato que hoy enfrenta a un nuevo trauma generado por la violencia: el suicidio masivo de jóvenes que optan por terminar con sus vidas para no engrosar las filas de los grupos armados que los asedian.

De acuerdo con Leyner Palacios, víctima de la masacre del 2022 y quien hoy es miembro de la Comisión de la Verdad, en los últimos meses cerca de 50 jóvenes de Bojayá se han quitado la vida para no ser reclutado por los violentos.

“Tenemos un saldo muy triste donde los jóvenes incluso en resistencia para que no sean reclutados, han decidido en muchos casos ahorcarse. Más de 50 jóvenes (…) Tenemos un saldo también de presencia de minas antipersonales donde han caído muchos compañeros indígenas, hermanos afrocolombianos allí tremendamente grave”.

Y si no fuera suficiente con la masacre de hace 20 años que marcó a esta comunidad, y que es considerada como una de las peores tragedias en el marco del conflicto armado en Colombia; la población de Bojayá vive actualmente bajo el asedio permanente de nuevos grupos armados que han llegado a la zona para ocupar los espacios dejados por las extintas Farc.

“Hoy tenemos en Bojayá un resultado de confinamiento del 70% de su población en los cascos rurales tenemos un nivel de reclutamiento tremendamente alto en las comunidades allí está haciendo presencia el ELN y también las Autodefensas Gaitanistas de Colombia”, precisa el comisionado Palacios.

ONU, preocupada por persistencia del conflicto en zonas priorizadas del Acuerdo

El Equipo Humanitario País (EPH) de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha expresado su preocupación por la persistencia de los hechos de violencia en zonas de Colombia priorizadas para la implementación del Acuerdo de Paz.

Esta declaración ha ocurrido en el marco de los enfrentamientos entre grupos armados no estatales y la Fuerza Pública en El Tarra, en el departamento Norte de Santander, donde al menos 2.500 personas estuvieron en medio del fuego cruzado cuando celebraba el día del niño el miércoles 27 de abril.

El EPH ha reclazado estos enfrentamientos advirtiendo que estas situaciones «de violencia armada afectan gravemente la protección de la niñez, el principio de distinción y precaución».

Asimismo, entre enero y abril, en Norte de Santander ha habido unos 17.000 civiles afectados por la violencia.

Naciones Unidas ha lamentado que estas situaciones de violencia también se registran en otros departamentos como Chocó, Nariño y Arauca, afectan principalmente a la población civil y por ello el EPH «condena cualquier intento de intimidación de los grupos armados no estatales» contra los civiles.

La ONU ha afirmado que en colaboración a otras organizaciones no gubernamentales seguirá «desplegando acciones de respuesta humanitaria basadas en los principios de humanidad, imparcialidad, independencia y neutralidad que complementa los esfuerzos de actores institucionales para mitigar el sufrimiento de las personas».

Bojayá conmemora 20 años de la tragedia que marcó a Colombia

Han pasado 20 años desde el fatídico jueves 2 de mayo de 2002 cuando un cilindro bomba lanzado por hombres del Frente 58 de las Farc contra la Iglesia de Bojayá mató a un centenar de civiles y dejó heridos a otro centenar más, en una de las peores tragedias ocurridas en el marco del conflicto armado en Colombia.

En el marco de la conmemoración de los 20 años de esta tragedia, el Sistema Integral para la Paz, la Iglesia de Chocó, la Oficina en Colombia de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos y la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento, Codhes, se unieron para acompañar a las víctimas y a las comunidades afrodescendientes e indígenas que hoy siguen enfrentando la violencia y el sufrimiento provocado por el conflicto armado.

Para este lunes 2 de mayo el Comité por los Derechos de las Víctimas de Bojayá, junto a autoridades étnico territoriales organizan un homenaje a las personas que perdieron la vida y un conversatorio para debatir y exponer la situación de derechos humanos en el territorio ante las denuncias de homicidios, amenazas de muerte, ataques, reclutamiento forzado de niñas, niños y adolescentes, desplazamientos forzados, confinamientos, restricciones a la movilidad y desapariciones forzadas, entre otras violaciones.

Entre los eventos previstos para este lunes se tiene contemplada una peregrinación desde Bellavista Nuevo hasta el lugar exacto de la tragedia donde explotó el cilindro lanzado por las Farc al grupo de civiles no combatientes que se refugiaban en la iglesia, y que mató a más de 102 personas, muchas de ellas mujeres y niños.

Así mismo, en la mañana se tiene prevista una eucaristía que será dirigida por Monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía, Arzobispo de Cali.​

Bojayá, entre el dolor y la zozobra de una nueva tragedia

Dicen que el tiempo lo cura todo, pero en Bojayá este adagio no se apega a la realidad, porque aún se siente el dolor y la angustia por lo ocurrido la mañana de aquel 2 de mayo de 2002; una agustia que no cesa porque dos décadas después de una de las peores masacres en la historia de Colombia, esta población ribereña del Atrato todavía vive bajo el asedio de los violentos.

Si bien ya no se libra una guerra feroz entre la guerrilla de las Farc y los paramilitares del Bloque Elmer Cárdenas, como hace 20 años; los contanstes enfrentamientos entre el ELN y los grupos de narcotraficantes en la zona que se disputan el el control territorial avivan la angustia y la zozobra en la población.

Sobre este panorama complejo en materia de seguridad y derechos humanos, las instituciones y organizaciones que brindan acompañamiento y apoyo a las víctimas y a las comunidades urgieron por la protección de la vida de los habitantes de esta zona a través de: la presencia integral del Estado, la reparación colectiva, la plena implementación del Acuerdo de Paz –en particular el capítulo étnico-; la garantía de los derechos económicos, sociales y culturales de la población; la búsqueda de las personas desaparecidas en razón del conflicto armado, así como por hechos posteriores a la firma del Acuerdo de Paz; y el desmantelamiento de los grupos armados no estatales.

Finalmente, quienes suscribimos este comunicado, expresamos nuestra solidaridad a las víctimas de la violencia en el Chocó y nos comprometemos a seguir trabajando en el territorio para que cese la violencia y se proteja la vida.

4.000 chocoanos se encuentran confinados por amenazas del ELN

Cerca de 4.000 personas residentes en la zona rural de Nóvita, ubicada en el departamento de Chocó, permanecen confinadas debido a las amenazas realizadas por los integrantes de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Según ha denunciado este miércoles la Defensoría del Pueblo de Colombia, el frente Ernesto Che Guevara del ELN ha prohibido la movilidad en la zona a unas 900 familias de 25 comunidades étnicas, seis de ellas indígenas, en el Medio y Alto Tamaná.

En un comunicado, la Defensoría ha indicado que las restricciones comenzaron el pasado lunes a las 6:00 de la tarde y, en concreto, el ELN ha prohibido la navegación por el río Tamaná.

La oficina de la Defensoría del Pueblo en Chocó ha pedido a las autoridades «atender la nueva emergencia humanitaria» para mitigar los efectos de este confinamiento y para que se brinde asistencia de urgencia a la comunidad afectada. En este sentido, ha ofrecido «toda su capacidad institucional y su experiencia» para liderar una misión humanitaria y atender a la población que vive una «clara vulneración» de sus Derechos Humanos.

El organismo ha recordado que entre el 15 y el 29 de marzo ya tuvo lugar una situación similar, cuando varias comunidades estuvieron confinadas en el mismo territorio por amenazas del ELN. La Defensoría del Pueblo ya advirtió en agosto de 2021 de los riesgos que comporta la presencia y disputa armada entre el ELN y las Autodefensas Gaitanistas (AGC) o el Clan del Golfo por el control de este territorio, que implica la imposición de «pautas de comportamiento» a los residentes de la zona.

En este contexto, la Defensoría del Pueblo de Colombia ha vuelto a pedir al ELN y a las AGC que respeten los derechos de las comunidades y que permitan la libre circulación de la población civil. Además han pedido «cesar las acciones» contra la comunidad de Nóvita y respetar los Derechos Humanos y el Derecho Internacional humanitario.

Conozca los ejes temáticos que traerá el informe final de la Comisión de la Verdad

La Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, mecanismo de carácter temporal y extrajudicial del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición – SIVJRNR, se prepara para presentar su informe final que contiene la verdad y los detalles lo ocurrido en el marco del conflicto armado.

El informe que busca contribuir al esclarecimiento de las violaciones e infracciones cometidas durante el mismo y ofrecer una explicación amplia de su complejidad a toda la sociedad se presentará al país el próximo martes 28 de junio, fecha determinada por la sentencia C-337 de la Corte Constitucional que a finales de 2021 determinó extender el plazo de funcionamiento de la Comisión de la Verdad.

De acuerdo con información oficial de la Comisión de la Verdad en el informe final se expondrán hallazgos, reflexiones y conclusiones sobre lo que pasó durante más de 50 años de conflicto y un conjunto de recomendaciones para que esa historia de guerra y horror no se repita.

Listen to «“El Informe final es el resultado de un gigantesco proceso de escucha”» on Spreaker.

El pleno de comisionadas y comisionados han planteado algunos ejes temáticos sobre los cuales giraría el Informe Final. Algunos de ellos son:

Narrativa Histórica

Abordará los periodos del conflicto colombiano, los hitos que han marcado la historia y las explicaciones claves de esta evolución, así como los factores de persistencia hasta la actualidad.

Violaciones a los DDHH y al DIH

Este eje temático explicará las violaciones en los diferentes periodos, las responsabilidades colectivas y las lógicas que ayudan a comprender su intencionalidad, modus operandi y sus impactos. Este eje buscará responder a las preguntas: ¿qué pasó? ¿cómo pasó? ¿por qué pasó? y ¿a quién le pasó?

Mujeres y población LGBTQ+

Se abordará desde dos perspectivas: la primera sobre la violencia contra las mujeres y su papel en la construcción de la paz; la segunda sobre la violencia contra la población LGBTQ+. También expondrá las formas de resistencia.

Étnico

Analizará las causas, dinámicas e impactos del conflicto armado en los pueblos étnicos, quienes han sido afectados de manera desproporcionada por el conflicto. También profundizará en cómo los territorios de estas comunidades se han convertido en zonas de disputa por su consideración estratégica y riquezas naturales.

Niños, niñas, adolescentes

se basará en las historias de vida de quienes vivieron el conflicto siendo menores de edad y que han dado su testimonio a la Comisión. El punto clave de este análisis será la desprotección de la infancia en Colombia y el impacto de la orfandad y el reclutamiento.

Impactos, afrontamientos y resistencias

Se centrará en la experiencia de millones de víctimas y en las consecuencias individuales y colectivas que la guerra ha dejado. También hablará sobre las fracturas sociales y las formas en que las comunidades han superado los hechos de violencia sufridos en el marco del conflicto armado.

Exilio

Abordará la experiencia invisibilizada de la población colombiana que ha tenido que salir del país para defender su vida por motivos del conflicto armado. Hay muchas verdades de Colombia fuera de Colombia y es la primera vez que una Comisión asume un reto así.

Testimonial

recogerá relatos de víctimas y responsables que contarán cómo la violencia afectó su vida cotidiana en medio del conflicto armado. Estas historias se dividirán en tres grandes partes: antes de la violencia, en medio de la guerra y las perspectivas de futuro a partir de una selección de testimonios.

Territorial

Explicará las dinámicas locales del conflicto armado en diferentes regiones de Colombia. Sería una narración para recoger la evolución de la guerra, la experiencia de las víctimas y movimientos sociales. Además, abordará las maneras de entender las diferencias y similitudes en las dinámicas e impactos del conflicto armado en los territorios.

Síntesis, hallazgos, conclusiones y recomendaciones para la no repetición

Estará basado en el análisis explicativo que dará las claves para leer el impacto de la guerra, su evolución en el tiempo y lo que la Comisión considera sus hallazgos fundamentales que ayuden a entender las claves del conflicto más en profundidad.

El Informe Final también incluirá una Declaración o Manifiesto, que será un documento corto y recogerá el mensaje que la Comisión dejará al país en una perspectiva transformadora.

 

Tres militares muertos y cinco heridos deja ataque del Clan de Golfo en Antioquia

Al menos tres militares han muerto y cinco han resultado herido en un ataque con explosivos achacado al Clan del Golfo en el municipio de Frontino, en el departamento de Antioquia, según ha informado este miércoles la Séptima División del Ejército.

Otros cuatro militares se encuentran en paradero desconocido a raíz del ataque, que ha tenido lugar durante la noche de este martes y, concretamente, habría sido obra de la subestructura Edwin Román del Clan del Golfo, según un comunicado.

El alcalde de Frontino, Jorge Elejalde, ha relatado que el grupo emboscó a los militares cuando regresaban de una zona rural. Al lugar se desplazaron equipos de primeros auxilios y, posteriormente, los militares heridos fueron trasladados a un centro médico.

Las tropas sobre el terreno ya están buscando a los desaparecidos y han iniciado una investigación para dar con los responsables «de este cobarde y atroz hecho». Además, las fuerzas militares tienen previsto realizar un consejo extraordinario de seguridad en el municipio.

A finales de agosto del año pasado, dos policías fallecieron en un ataque con explosivos en Frontino, también presuntamente a manos de la misma subestructura del Clan del Golfo.

Así se han fortalecido los grupos armados ilegales en la era Duque

La Fundación Paz y Reconciliación (PARES) ha presentado en las últimas horas un informe donde ha advertido de que al menos cuatro grupos armados organizados se han fortalecido y expandido su poder en el país desde que el actual presidente colombiano, Iván Duque, asumiera la presidencia en 2018.

https://twitter.com/parescolombia/status/1512446567365677066

Según el informe, esos grupos armados son el Clan del Golfo, que tiene presencia en 241 municipios colombianos; la guerrilla del Eln, que opera en 183 poblaciones, así como las disidencias de Gentil Duarte –119 municipios– y la denominada Segunda Marquetalia, con influencia en 61 municipios.

«El período de Gobierno de Iván Duque, desde agosto de 2018 hasta la actualidad, ha estado caracterizado por el fortalecimiento y la expansión de los principales grupos armados del país (…) La promesa de seguridad con la cual este Gobierno ganó la presidencia se desvaneció en esta nueva espiral de violencia», ha asegurado la fundación en el documento.

En concreto, ha explicado que, desde 2016, se han producido 191 masacres en Colombia, pero que, desde 2018, estas «aumentaron exponencialmente». «El aumento más dramático ocurrió entre 2019 y 2020, en más del 300 por ciento», han detallado.

Según cifras recopiladas por el Ministerio de Defensa colombiano, en el año 2020 los casos de secuestro, terrorismo, atentados a infraestructura críticas y las acciones subversivas aumentaron con respecto de los años anteriores. Mientras que en 2019 tuvieron lugar 208 «acciones terroristas», en 2020 ese número aumentó hasta las 405, tal y como ha recogido PARES.

Asimismo, la fundación ha recordado que desde 2016 Colombia ha ocupado consecutivamente el primer lugar con más homicidios contra personas defensoras de Derechos Humanos en Latinoamérica.

Polémica decisión de la Defensoría dejaría a su suerte a miles de colombianos

Hay polémica en el país por una circular de la Defensoría del Pueblo que suspendió las comisiones en terreno debido a la «grave situación de orden público» en Colombia.

Una decisión que a todas luces dejaría a su suerte a miles de colombianos en los territorios más golpeados por la violencia, que ven en esta entidad del Ministerio Público un interlocutor directo con el Estado.

Tras la polémica que generó la controvertida circular, la Defensoría del Pueblo aclaró que la misma suspende las comisiones «no para eliminarlas, sino para revisarlas y priorizarlas».

«Hoy en el comité directivo se han aprobado las más críticas y urgentes», señala la Defensoría del Pueblo a través de su cuenta de Twitter.

Así mismo, la entidad precisó que la circular 006 deja en claro que «los funcionarios con responsabilidades misionales en garantía de los derechos humanos seguirán con sus responsabilidades en todas las zonas. A mayor conflictividad, mayor presencia institucional, así ha sido siempre y seguirá siendo».