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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Crisis climática

Bogotá en crisis: el impacto del cambio climático en la calidad de vida

La crisis climática se hace sentir con fuerza en Bogotá, demostrando que los efectos del deterioro ambiental global impactan directamente a sus habitantes. En el marco del Día Mundial de la Reducción de CO2, Greenpeace Colombia hace un llamado urgente a las autoridades y la ciudadanía para priorizar la lucha contra el cambio climático, con el objetivo de proteger los recursos naturales, la salud pública y el futuro de la ciudad.

Una ciudad afectada: incendios, agua y contaminación del aire

 

Recientemente, la capital colombiana ha sufrido episodios críticos de contaminación debido al humo proveniente de incendios forestales en la región andina. Este fenómeno no solo ha elevado los niveles de material particulado a cifras peligrosas, sino que también ha expuesto la conexión entre la deforestación, el cambio climático y la crisis ambiental en las ciudades.

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Adicionalmente, las restricciones en el suministro de agua en diversas zonas de Bogotá han puesto en evidencia la vulnerabilidad de los embalses que abastecen a la ciudad, en especial el sistema de Chingaza. Este ecosistema estratégico no solo provee agua a millones de personas, sino que también cumple una función clave en la captura de carbono. Sin embargo, enfrenta amenazas como la deforestación, la expansión de la frontera agrícola y los efectos del calentamiento global.

CO2 y su impacto en la vida diaria

El dióxido de carbono (CO2), principal gas de efecto invernadero, tiene repercusiones directas en la vida de los bogotanos. Las emisiones provenientes del transporte, la industria y la deforestación contribuyen a la pérdida de calidad del aire, lo que incrementa las enfermedades respiratorias y afecta los ecosistemas de los que depende el suministro de agua potable.

Greenpeace advierte que la falta de acción para reducir estas emisiones y frenar la deforestación aumenta la vulnerabilidad de Bogotá frente a crisis ambientales, como la escasez de agua y el deterioro del aire.

Acciones urgentes para una ciudad más sostenible

Para mitigar los impactos del cambio climático en Bogotá, Greenpeace Colombia insta a las autoridades a tomar medidas concretas:

Protección de Chingaza: Implementar estrategias de conservación para garantizar la seguridad hídrica y la captura de carbono.

Movilidad sostenible: Impulsar el transporte público eléctrico, ampliar la infraestructura para bicicletas y reducir la dependencia de los automóviles particulares.

Gestón de incendios: Diseñar planes de prevención y mitigación para reducir el impacto de los incendios forestales en la calidad del aire y la salud pública.

Regulación ambiental: Fortalecer los controles sobre emisiones industriales y promover tecnologías menos contaminantes.

Conciencia y acción ciudadana: Fomentar hábitos sostenibles entre los bogotanos, como el ahorro de agua y energía, y el consumo responsable.

«El cambio climático ya está afectando nuestra ciudad, nuestra salud y nuestro acceso a recursos básicos. Bogotá puede convertirse en un modelo de resiliencia climática, pero esto requiere acción inmediata y coordinada entre el gobierno y la ciudadanía,» afirmó Tatiana Céspedes, Coordinadora de Campañas para Greenpeace Colombia.

La sintonía de superación de la crisis climática y el discurso de Petro

El discurso del presidente Gustavo Petro en la instalación del Congreso se dirigió a dos pilares de su propuesta “Colombia Potencia Mundial de la Vida”: por un lado, la “justicia social” por vía de la democratización de la tenencia de la tierra (reforma agraria), el aumento en la capacidad productiva del país (desarrollo industrial) y el crecimiento económico por vía del turismo. El presidente se refirió, en este punto, a la necesidad de que el Congreso apruebe la reforma pensional, de salud, laboral y educación, fundamentalmente.

El otro pilar, al que menor atención se le prestó y con el que inició, fue el de “justicia ambiental” y la superación de la crisis climática. Aquí se concretan los proyectos de reforma a la Ley 142 de 1994 de servicios públicos, prohibición del fraking, los cambios al Código Minero para generar alianzas del pequeño minero y el Estado y, en general, una transformación del extractivismo a la producción con la utilización de energías limpias, suprimiendo energías fósiles.

 

La superación de la crisis climática enlaza el discurso de Petro con las problemáticas mundiales en un momento decisivo para la humanidad. Frases mencionadas como “descarbonizar la economía”, “prosperidad social descarbonizada”, “comunidades energéticas”, entre otras, fueron retomadas de reivindicaciones de grupos ambientalistas y activistas para la mitigación del cambio climático.

La “crisis civilizatoria” (categoría con la que inició el presidente su discurso) fue planteada en el Acuerdo de Paris de 2015 en la que la comunidad internacional se comprometió a evitar que la temperatura global aumentase 1.5 °C respecto de los “niveles preindustriales” y a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la mitad en 2030 y totalmente en 2050. Los países no han cumplido con lo acordado, contrario a ello, se espera que en 2026 se superen las cifras establecidas en el Acuerdo.

Hay un consenso de la comunidad científica frente a este tema. Scientist Rebellion es un movimiento mundial de científicos que está desarrollando una oleada de actos de desobediencia civil con el fin de rebelarse ante la inacción política de los gobiernos frente a la crisis climática. Desde la reunión de la COP 27 (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático), llevada a cabo en Egipto en noviembre de 2022, las acciones de Scientist Rebellion se han multiplicado y han hecho sonar las alarmas a los líderes políticos mundiales.

Los actos de protesta han pasado por el asedio al pabellón de Porsche en el museo de Volkswagen en Alemania durante 42 horas, demandando la descarbonización del sector del transporte alemán y la cancelación de la deuda de los países del sur global para pasar a un mundo más sostenible (exigencia de Petro en varias conferencias internacionales). También han reclamado al gobierno norteamericano y a gobiernos europeos influyentes que reorienten las conversaciones globales sobre la crisis climática y tomar medidas para garantizar la supervivencia humana.

El mismo día del discurso presidencial en Colombia, varios activistas de Scientist Rebellion fueron retenidos en España, luego de que quisieron entregar, en la sede de Radito Televisión Española (RTVE), el sexto informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) a los candidatos que se presentan a las elecciones del 23 de julio. En dicho informe se alerta sobre un “código rojo para la supervivencia de la humanidad” y se esbozan algunas soluciones recomendadas por la ciencia. Previo a la retención, reconocidos científicos medioambientalistas españoles firmaron el manifiesto del colectivo advirtiendo que

“España se seca, España se quema, España se agota. ¿Qué periódico sacó en portada que España en 2023 sólo cosechará el 13% de los cereales de invierno? ¿Qué partido va a hablar de esto esta noche en el debate electoral?  La crisis ecosistémica y de la biodiversidad alcanzan niveles desconocidos, nuestro país es uno de los más amenazados de Europa con un 75% del territorio bajo alto riesgo de desertificación”

De las preocupaciones más notorias que pone de presente Scientist Rebellion está el discurso negacionista que han asumido las élites políticas y los medios de comunicación. Consideran que “el negacionismo es tan peligroso para el clima como para la democracia” y han creado un movimiento climático de unidad frente al negacionismo y democracia ante emergencia climática. En efecto, al ser racionales y utilizar el entendimiento, no podemos negar la evidencia científica de la crisis climática, tenemos que tomar medidas urgentes para combatir el calentamiento global y detener el impacto que tendrá el fenómeno de El Niño.

A diferencia de gobiernos anteriores, Gustavo Petro ha reconocido la necesidad de tomar medidas urgentes frente del fenómeno de El Niño que se avecina en la segunda mitad del año y que, se espera, tenga un impacto sin precedentes. Sin embargo, enmarcado en el discurso negacionista inició la oposición su intervención el pasado 20 de julio en la instalación del Congreso colombiano. La senadora María Fernanda Cabal consideró como “elucubraciones basadas en lugares comunes” las palabras de Petro y sentenció que “…el mundo, tampoco, se va a acabar”.

A pesar de que los postulados de Petro sobre la crisis climática ocuparon más de la mitad de su discurso, los titulares de medios de comunicación y generadores de opinión política se centraron en lo mediador que se comportó y en el llamado al “acuerdo nacional”. Es necesario y urgente que el Congreso empiece a legislar entorno al pilar de la “justicia ambiental” y a la utilización de energías favorables con el medio ambiente. No más posturas negacionistas. La ciencia lo comprueba y lo reclama.

P.D. Las élites mundiales y los medios de comunicación masiva saben claramente lo que hay que hacer para evitar la crisis climática mundial. Falta ejercer una fuerte presión desde la sociedad para que lo hagan.

El hambre obliga a comer hojas a los habitantes de Sudán del Sur

Alrededor de 6,6 millones de sursudaneses, más de la mitad de la población del país, sufre niveles graves de hambre ante la gravísima crisis alimentaria, una situación que incluye a 2,2 millones de personas en riesgo de hambruna, lo que está llevando a parte de la población a recurrir a comer hojas para mantenerse con vida, según ha alertado la organización no gubernamental Oxfam Internacional.

Oxfam ha señalado que la respuesta humanitaria sigue «penosamente poco financiada» y ha advertido de que, si la comunidad internacional no actúa con urgencia, dos tercios de los sursudaneses –lo que equivale a 7,7 millones de personas– podrían sufrir escasez de alimentos en 2023.

 

El cambio climático, el conflicto y el aumento del precio de los alimentos está llevando al límite a comunidades ya vulnerables, en un país que ha sufrido cinco años consecutivos de graves inundaciones que han destruido campos de cultivo y han dejado cerca del 70 por ciento del país inundado, forzando a casi un millón de personas a huir de sus hogares para buscar comida y cobijo.

«En estos momento vivimos con hojas de matorral que crecen en el río porque no tenemos comida, así que hay que comer lo que está disponible», relata Marta Kangach, residente en el estado de Jonglei y que perdió todo su ganado y sus cultivos a causa de las inundaciones. «Como seres humanos, si comes poco en porciones pequeñas, soportas y no mueres, así que vamos a los matorrales y cogemos hojas verdes para cocinar», agrega.

El llamamiento humanitario de Naciones Unidas para financiar la respuesta en Sudán del Sur se encuentra financiado en dos tercios, con 1.300 millones de dólares (cerca de 1.240 millones de euros) recaudados, por debajo de loa 1.500 millones de dólares (unos 1.430 millones de euros) obtenidos en 2020, una cantidad insuficiente si además se tiene en cuenta que el número de afectados ha aumentado durante este periodo.

De hecho, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) tuvo que suspender su entrega de ayuda a 1,7 millones de personas por falta de fondos, una situación que agrava la crisis y que hace calcular que en 2023 pueda haber 9,4 millones de personas en necesidad de ayuda humanitaria, incluidos 1,4 millones de niños desnutridos.

Por ello, el director de Oxfam para Sudán del Sur, Manenji Mangundu, ha alertado de que «el cambio climático, sumado al conflicto y el aumento de los precios de la comida y el combustible, han llevado a Sudán del Sur al borde de la hambruna». «La gente de Sudán del Sur está pagando el precio de una crisis climática causada por las naciones ricas contaminantes», ha explicado.

«El mundo no puede seguir ignorando el sufrimiento de millones de personas que hacen frente a una lucha diaria para sobrevivir. Se necesitan fondos urgentemente para salvar vidas y garantizar que la gente puede obtener suficiente comida para poder vivir y alimentar a sus familias», ha dicho Mangundu, según un comunicado publicado por la organización a través de su página web.

La mayoría de los estados de Sudán del Sur son propensos a las inundaciones, si bien el cambio climático ha contribuido a hacer que las lluvias sean más frecuentes e intensas. Desde 2018, se han registrado inundaciones a niveles alarmantes que han destruido además numerosas infraestructuras y han saturado el suelo, impidiendo que las aguas retrocedan incluso después de la temporada de lluvias.

Sudán del Sur cuenta con un Gobierno de unidad que echó a andar tras la materialización del acuerdo de paz de 2018. Pese al descenso de la violencia por el conflicto político, el país ha registrado un aumento de los enfrentamientos intercomunitarios, motivados principalmente por el robo de ganado y las disputas entre pastores y agricultores en las zonas más fértiles del país, especialmente a causa del aumento de la desertificación y el desplazamiento de poblaciones.

Foto: Roy Barreras pide abrir diálogo ciudadano para luchar contra el hambre

Foto: Pexels

Kamala Harris advierte sobre la amenaza de la crisis climática

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha advertido este lunes sobre que la crisis climática se ha convertido en una amenaza real, y ha instado al Congreso estadounidense a que saque adelante un paquete de medidas anunciadas por la Administración Biden para combatir el cambio climático.

«El cambio climático se ha convertido en una crisis climática. Y es una amenaza que se ha convertido en una realidad (…)Entonces, para proteger a la gente de nuestra nación, entendamos que podemos unir ese deseo con la acción y que debemos actuar ahora», ha expresado la vicepresidenta estadounidense durante un evento en Miami, según un comunicado de la Casa Blanca.

 

Harris ha recordado los fenómenos meteorológicos extremos que han sacudido al país durante el último año –entre incendios, huracanes, olas de calor extremo e inundaciones, más de 20–, poniéndose énfasis en lo ocurrido durante estos días en Kentucky, donde 37 personas han muerto a causa de inundaciones.

«En los últimos días, inundaciones mortales han barrido Missouri y Kentucky, arrasando barrios enteros, dejando al menos 37 muertos, entre ellos bebés, niños. Así que la devastación es real. El daño es real. El impacto es real. Y lo estamos presenciando en tiempo real», ha recalcado Harris.

En este sentido, ha recordado los incendios forestales que en 2021 quemaron más de un millón de hectáreas en California, los numerosos huracanes y tormentas tropicales que tocan tierra cada año en Florida, o la «megasequía» que vive el oeste del país.

También ha mencionado el coste de estos fenómenos extremos: «cada uno causó más de 1.000 millones de dólares (973 millones de euros) en daños y, lo que es más importante, resultó en la muerte de unas 700 personas».

«Y la conclusión es clara: a medida que la crisis climática empeora, el clima extremo representará un peligro cada vez mayor para un número cada vez mayor de comunidades», ha dicho Harris, que ha recibido el aplauso de los asistentes durante su charla este lunes en la Universidad Internacional de Florida.

Ante esta situación, la Administración Biden ha anunciado un paquete de medidas con las que busca frenar en la medida de lo posible el impacto de la crisis climática en Estados Unidos.

Entre las medidas se encuentra la dotación de más de 48 millones de euros para proteger los vecindarios bajos del aumento del nivel del mar y las marejadas ciclónicas, o la inversión de 360 millones de euros en «energía limpia, vehículos de cero emisiones, justicia ambiental y más».

«Esta es una oportunidad histórica para avanzar en nuestra lucha contra la crisis climática. Entonces, Congreso, le pedimos que lo apruebe de inmediato», ha pedido Harris, que ha sostenido que el país tiene la responsabilidad de tomar «medidas urgentes» para proteger a la población.

«Si actuamos ahora y actuamos juntos, podemos proteger a nuestras comunidades de los desastres que estamos presenciando. Podemos abordar la crisis climática y asegurarnos de que todas las personas puedan respirar aire limpio, beber agua limpia y tener acceso a energía limpia», ha agregado.

La guerra de Ucrania podría empeorar la crisis climática actual

Especial de Camilo Prieto  

El conflicto en Ucrania no es solo una tragedia humana, sino un potenciador de la crisis ambiental global. El consumo de gas en países como Austria y Finlandia depende prácticamente un 100 % de Rusia, en Alemania, es casi del 60 %. Alemania ha bloqueado la certificación del gasoducto ruso Nord Stream II. Ante la falta de gas, varios países europeos tendrían que volver su mirada al carbón

 

La Unión Europea importa de Rusia más del 40 % del gas que consume. De esta forma, las sanciones internacionales a Rusia, como lo son las restricciones al comercio con este país, pueden afectar de manera directa los mercados energéticos europeos, los cuales tendrían que desplazarse a otros energéticos, como el carbón, lo cual dispararía las emisiones de gases de efecto invernadero.

El doctor Camilo Prieto, Profesor de la U Javeriana, en las áreas de cambio climático y energía, expone la realidad europea: “Hay que recordar que el consumo de gas en países como Austria y Finlandia depende prácticamente un 100 % de Rusia. En el caso de Alemania, este valor es cercano al 60 %. Alemania, además, ha bloqueado la certificación del gasoducto ruso Nord Stream II. Este proyecto busca llevar gas ruso, no solamente a este país, sino al resto de la Unión Europea, y está proyectado que su alcance sea para más de 26 millones de hogares. Sin duda, sin este energético los países tendrían que trasladarse a fuentes fósiles como el carbón, lo que haría imposible cumplir las metas del pacto de Glasgow para el clima. El conflicto en Ucrania no es solo una tragedia humana, sino un potenciador de la crisis ambiental global.”

¿Qué es el gasoducto Nord Stream?

El Nord Stream es un sistema para transportar gas de Rusia a Alemania y a otros países europeos a través del mar Báltico. El sistema consta de dos gasoductos: Nord Stream I, que funciona desde 2011, y Nord Stream II, que se terminó de construir en el 2021, pero que su licencia para operar estaba engavetada desde noviembre pasado y con la suspensión de la aprobación final del gasoducto Nord Stream 2 por parte de Alemania, debido a las acciones de Rusia en Ucrania Ante la falta de gas, varios países europeos tendrían que volver su mirada al carbón o tener que buscar aliados como EEUU para suplir sus necesidades de gas en un futuro mediano.

¿Qué es el pacto Glasgow por el clima?

Es un conjunto de decisiones multilaterales que consta de una serie de puntos acordados, entre los que se incluye el refuerzo de los esfuerzos para aumentar la resistencia al cambio climático, frenar las emisiones de gases de efecto invernadero y proporcionar la financiación necesaria para ambos. Los países reafirmaron su deber de cumplir la promesa de proporcionar 100 000 millones de dólares anuales de los países desarrollados a los países en desarrollo. Además, acordaron colectivamente trabajar para reducir la brecha entre los planes existentes de reducción de emisiones y lo que se requiere para reducirlas, de modo que el aumento de la temperatura media mundial pueda limitarse a 1,5 grados. Como parte del paquete de decisiones, los países también completaron las normas de aplicación del Acuerdo de París en lo que respecta a los mecanismos de mercado y los enfoques no comerciales, así como a la notificación transparente de las acciones climáticas y el apoyo proporcionado o recibido, incluso por pérdidas y daños.

 

Acerca de:

Camilo Prieto Valderrama es profesor de posgrados en las áreas de cambio climático y energía en la Pontificia Universidad Javeriana. Forma parte del comité asesor del Foro Nacional Ambiental; es consultor del Instituto Latinoamericano de Liderazgo, en asuntos ambientales y de salud; y, es el director de la ONG Movimiento Ambientalista Colombiano. Es médico, magíster en Energía y Sostenibilidad, y magíster en Filosofía, con Especialización en Derechos Humanos de la Universidad Abierta de Cataluña y Especialización en Cirugía Reconstructiva de la Universidad Militar Nueva Granada.