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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Economía

El Banco de Inglaterra anuncia medidas adicionales de apoyo al mercado

Foto: tomada de criptonoticias.com

El Banco de Inglaterra ha anunciado este lunes medidas adicionales de apoyo para garantizar un final ordenado de su programa de compras de emergencia, lanzado el pasado 28 de septiembre en respuesta a las turbulencias del mercado y que está previsto que concluya este viernes.

 

De este modo, la institución estará lista para aumentar el tamaño de sus subastas diarias para garantizar que haya capacidad suficiente para las compras de deuda pública (‘gilts’) antes del próximo viernes.

Hasta la fecha, el Banco de Inglaterra ha realizado 8 subastas diarias, ofreciendo comprar hasta 40.000 millones de libras esterlinas (45.530 millones de euros), aunque únicamente ha realizado compras de bonos por alrededor de 5.000 millones de libras esterlinas (5.690 millones de euros).

«El Banco está preparado para desplegar la capacidad no utilizada para aumentar el tamaño máximo de las cinco subastas restantes por encima del nivel actual de hasta 5.000 millones de libras esterlinas en cada subasta», ha anunciado la entidad, que fijará diariamente el tamaño máximo de cada subasta, estableciendo un tope de 10.000 millones de libras para la operación de este lunes.

En segundo lugar, lanzará una Facilidad de Repo de Colateral Ampliado Temporal (TECRF), que permitirá a los bancos ayudar a aliviar las presiones de liquidez que enfrentan los fondos LDI (Liability Driven Investing) de sus clientes a través de operaciones de seguro de liquidez, que se extenderán más allá del final de esta semana.

Asimismo, la institución también estará preparada a través de sus operaciones regulares a largo plazo de cada martes para respaldar una mayor relajación de las presiones de liquidez que enfrentan los fondos LDI.

De este modo, esta facilidad permanente proporcionará liquidez adicional a los bancos contra garantías elegibles bajo el marco monetario de la libra esterlina (SMF), incluidos los gilts vinculados a índices, y respaldará así sus préstamos a contrapartes LDI.

Además, también estará disponible liquidez a través de la nueva facilidad permanente repo a corto plazo del Banco de Inglaterra que fue lanzada la semana pasada y que ofrece una cantidad ilimitada de reservas cada jueves.

El pasado 28 de septiembre, el Banco de Inglaterra se vio obligado a intervenir «para restaurar el funcionamiento del mercado de bonos del Gobierno a largo plazo y reducir los riesgos de contagio a las condiciones crediticias para los hogares y las empresas del Reino Unido«.

Reestructuración productiva para Colombia

Foto: Pixabay

Desde el gobierno de César Gaviria, 1991, Colombia apresuró un proceso de destrucción no creativa en la industria y la agricultura. En treinta años ambos sectores perdieron cincuenta por ciento de participación en el PIB. Pocos nuevos productos se sumaron a las exportaciones. Pocos bienes de alta tecnología se producen. En consecuencia, poca innovación se hace y por eso los recursos para investigación y desarrollo son escasos puesto que nunca ha sido prioridad integrar la producción y la investigación para la innovación, el emprendimiento y aumentar las exportaciones distintas a las minero energéticas.

 

Hace más o menos un siglo Schumpeter llamó destrucción creativa a las nuevas innovaciones a partir de innovaciones anteriores. Esta idea es la base de la economía de la innovación la cual no se entiende y aplica en Colombia. Antes de Gaviria hubo industrialización con protección sin que el objetivo hubiera sido volcarse a las exportaciones, razón por la cual no hubo suficiente transformación productiva ni desarrollo de la ciencia y la tecnología.

Sin embargo, antes de la apertura neoliberal había más industria, más agricultura y se crearon importantes centros e institutos de investigación, algunos de los cuales se cerraron en los cuatro años de Gaviria, Hommes y Montenegro. Bajo un modelo de desarrollo económico que hubiera dado dos pasos adelante, y no dos atrás, hubieran llegado más industrias, incluidas las relacionadas con los recursos minero-energéticos, más productos de la agricultura, y hubiera emergido una ola de nuevos servicios innovadores soportados en industrias y tecnologías desarrolladas o producidas en el país. Hoy Colombia haría parte de las conversaciones globales sobre el futuro de la agricultura, de las nuevas industrias y servicios, y de los territorios innovadores, creativos y sostenibles.

El neoliberalismo fue una imperdonable equivocación, razón por la cual las políticas de competitividad y de desarrollo productivo han sido una falacia. El núcleo central de la mentira fue haber aplicado – por culpa de los TLC y lo firmado en los acuerdos de la OMC y de la OMPI -, un concepto de políticas horizontales en las políticas productivas y de ciencia y tecnología. Es decir, enfoque que supuestamente beneficia a todas las empresas por igual, sin diferenciar sectores según su grado de madurez, modernidad, localización, novedad, complejidad y productividad. Me explico con un ejemplo.

Cuando se asume que las mejores políticas de desarrollo productivo y de innovación son las horizontales, es como decir que todos los médicos deben ser médicos generales y los cirujanos también, porque no se requiere que hayan especializaciones. Sería igual  si en educación superior todos hacen una carrera que se llama “profesionales”: profesionales en ciencias sociales, profesionales en ciencias básicas, profesionales en ingenierías, profesionales en derecho. Es decir, tampoco habría áreas del conocimiento específicas, entonces las maestrías y doctorados serían igualmente generales, lo cual es un absurdo en tiempos donde la ciencia se ha especializado tanto siendo el trabajo inter y transdisciplinario lo que los une. Entonces, adoptar el enfoque único de las políticas y estrategias horizontales es un esperpento teórico.

Es lo que hizo el neoliberalismo con la economía colombiana: una economía mediana, atrasada, sin sectores relevantes, sin sectores en la vanguardia del cambio tecnológico y del comercio mundial. Entonces, el camino fue crear una economía de vitrina para consumidores compulsivos, ilegales y corruptos, una economía extractivista para destruir el medio ambiente y empobrecer las comunidades donde están los yacimientos, las minas, los pequeños cultivos, los informales, los más pobres y los desempleados.

Por eso las políticas y estrategias horizontales, que son uno de los dos pilares de las políticas de desarrollo productivo, aluden a infraestructura, comunicaciones digitales, educación y salud de calidad, entre otras, sirven cuando se complementan con el otro pilar: las políticas o estrategias verticales que son los sectores donde se tienen las mejores capacidades para ser más fuertes en el comercio internacional y ante la competencia global.

Lo coherente es que existan especializaciones en el sistema productivo, especializaciones en educación, especializaciones en ciencia y tecnología, de esa manera los tres sistemas convergen, construyen capacidades y definen objetivos para adelantar acciones conjuntas y complementarias derivando en poderosos sistemas de producción, innovación y conocimiento a nivel nacional y en las regiones. De esa manera, la innovación, el emprendimiento, la colaboración y el aprendizaje se convierten en factores culturales que aumentan la productividad y la competitividad.

Las políticas que combinan acertadamente acciones horizontales y verticales determinan el avance de unos países respecto a otros. Colombia es un país productiva y científicamente mediano tirando hacia abajo en la medida en que más economías similares están haciendo mucho mejor las cosas en Europa y en Asia.

En Colombia existen empresas excepcionales que no alcanzan a irrigar suficiente desarrollo en todo el sistema productivo y de investigación. También existen grupos o centros de investigación con algunos investigadores excepcionales que logran hacer alguna pesquisa excepcional con el pucho de empresas excepcionales.

El informe de empalme del Ministerio de Comercio Industria y Turismo (MCIT) responsable de la política de desarrollo productivo, muestra programas escasamente financiados y dirigidos a acciones generales que supuestamente sirven por igual al fabricante de vacunas que al productor de flores, lácteos, confecciones, barcos, autopartes, para citar algunos sectores con características y complejidades distintas. Sin embargo, quienes han diseñado las políticas dicen que sirven para todos, lo cual refleja una descomunal incapacidad técnica e intelectual, y una irresponsabilidad con el país.

El resultado es el siguiente: diversificación exportadora: cero. Industrias innovadoras de alta tecnología: cero. Servicios de alta complejidad originados o relacionados con los sectores industriales avanzados: cero. Aumento de la productividad: cero. Aumento de los índices de innovación avanzada: cero. Diseño de unas correctas políticas de desarrollo productivo, de innovación, y emprendimiento: cero.

En lo único que se logran resultados cuantitativos es en aquellos programas en los cuales una cantidad de consultores hacen capacitaciones para mejoras en la gestión de las empresas, en los procesos de producción, y en innovaciones incrementales, como las fábricas de productividad. Para eso solo se requiere sumar consultores con el fin de lograr una amplia cobertura. Lo mismo ocurre con las tantas veces que se han hecho programas de clusterización o acuerdos empresariales, que al no apuntar a transformaciones de fondo para el cambio estructural y tecnológico, incentivar el aprendizaje y las complementariedades al interior de las cadenas productivas y entre ellas, se quedan en mejoras menores. Estas ayudan, pero poco se logra en aumentar la productividad, la competitividad, la generación de mejores oportunidades y mayor  bienestar y equidad para más población.

Para entender la combinación de estrategias horizontales y verticales, en la figura se muestra los sectores productivos como agenda vertical de la PRP y las políticas horizontales como soporte. Los sectores nuevos y de mayor complejidad tienen programas e incentivos propios. Los sectores que ya existen deben tener programas de apoyo y de incentivos igualmente propios porque no es igual el desarrollo y fabricación de medicamentos que una producción de banano o café.

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Por eso, el presidente Petro y los ministros hasta ahora nombrados tienen razón en impulsar cambios estructurales y tecnológicos en sus respectivos sectores y en el conjunto de la economía. Ojalá el presidente también acierte con los nombramientos en los ministerios de Comercio Industria Turismo, de Ciencia Tecnología Innovación, y en Minas y Energía.

Guerra, muerte, corrupción, uribismo y neoliberalismo están relacionados, por eso los programas de apoyo productivo para los PDET desde la acción del MCIT, y otras agencias, fueron un fracaso, así como los orientados a las comunidades periféricas, porque los recursos se los robaron para hacer trizas la paz y la vida en las periferias.

España y Alemania lideran la caída de la confianza económica de la eurozona

La confianza económica de la zona euro se ha deteriorado sustancialmente en julio, cuando el indicador de sentimiento económico (ESI) elaborado por la Comisión Europea ha caído hasta los 99 puntos desde los 103,5 del mes anterior, su peor lectura desde febrero de 2021, con España y Alemania liderando el retroceso entre las principales economías del bloque.

El empeoramiento del dato de julio refleja el hundimiento de la confianza de los consumidores de la zona euro hasta mínimos históricos, con una lectura de -27 puntos, la más baja desde el inicio de la serie, que se remonta a 1985.

 

Asimismo, en el conjunto de la Unión Europea (UE), el indicador de sentimiento económico también ha caído con fuerza en el mes de julio, situándose en mínimos desde enero de 2021, con una lectura de 97,6 puntos, frente a los 101,8 de junio.

«El ESI cayó con fuerza en cuatro de las seis mayores economías de la UE«, destaca la Comisión Europea, señalando a España (-5 puntos) y Alemania (-4,9) como los dos países donde se registraron los mayores retrocesos del indicador, por delante de Italia (-3,4) y Polonia (-3,2), mientras que permaneció prácticamente estable en Francia (-0,1) y mejoró en Países Bajos (+0,2).

En el caso de España, el indicador de sentimiento económico de julio se ha situado en 97,1 enteros, frente a los 102,1 de junio, con fuertes caídas en la confianza del comercio minorista, la industria y los consumidores, mientras que se apreciaron mejoras en la construcción y los servicios.

El desafío Petro: una economía de la innovación. (III)

Hay dos absurdos inexplicables del neoliberalismo colombiano.

Uno, con la apertura unilateral de la economía, Colombia entregó a la competencia internacional el cincuenta por ciento del aparato industrial y de la producción agrícola, y se quedó con la extracción de petróleo, carbón y ferroníquel.

 

Dos, nada hizo para iniciar una nueva industrialización acorde al cambio productivo y tecnológico que estaba ocurriendo en el mundo. Se convirtió en una economía extractivista, especuladora e importadora, abriendo espacios a la informalidad, al narcotráfico, la violencia, la evasión y la corrupción.

Así, el crecimiento de Colombia se soporta en actividades que no aportan a la productividad y poco a la innovación, al empleo calificado, a emprendimientos disruptivos, al emprendimiento del estado, al desarrollo sostenible del campo, de los océanos y de las ciudades, a la educación y a la investigación de calidad, y por supuesto tampoco contribuye a una paz general y permanente.

La guerra de los últimos treinta años está ligada a las causas y evolución del conflicto en tiempos de la economía del mercado tal como se pensó e implementó sin atender sus posibles implicaciones en las condiciones y características de la singular confrontación nacional en torno al narcotráfico, la tierra, la pobreza y el abandono del Estado, razón por la cual la aceleró y degradó hasta límites insospechados en los gobiernos de Pastrana, de Uribe y de Duque.

Colombia, con la violencia y el neoliberalismo se convirtió en una sociedad y en una economía disfuncional que crece moderadamente con enormes déficits sociales y macroeconómicos.

Crecimiento sin innovación un mal crecimiento

Cuando se habla de innovación se cree que únicamente se alude a la innovación de las empresas. Si estas hacen mejor las cosas la innovación florecerá y sus frutos se esparcirán en la economía haciéndola más competitiva y productiva lo cual traerá bienestar que se irrigará en la sociedad, y el Estado funcionará como un sistema perfecto. Falso, si así de fácil fueran las cosas, las teorías del desarrollo serían otras.

La innovación ocurre primero en la cabeza de los líderes políticos, en tecnócratas innovadores y emprendedores, en investigadores de las universidades, en artistas, escritores y pensadores, en diseñadores de los espacios y de las rutas del mundo, y en empresarios y emprendedores disruptivos. Entonces, esa fuerza creativa y de conocimiento se traduce en reformas a la Constitución y en políticas de Estado, donde la innovación multidimensional se irriga en la economía, en la sociedad y en los funcionarios de las agencias gubernamentales. Es la manera como la innovación viaja de lo macro a lo micro y de lo micro a lo macro, pasando por las regiones.

Los países desarrollados así lo hacen desde hace siglos y los emergentes desde hace setenta años. Los que no lo asumieron porque no quisieron o entendieron no tendrán una oportunidad o llegarán más tarde si algún día deciden trazar su propio camino, como sería el caso de Colombia, que ahora cree que la innovación la encarna un tirano decadente, unos rentistas desalmados, unos especuladores sin compasión, unos empresarios ventajistas amangualados con políticos corruptos que capturan recursos públicos para ellos y para aquellos.

Por lo dicho, las políticas de crecimiento no son buenas desde que en 1991 llegó el neoliberalismo. La constitución del 91 la hicieron con el propósito de que la economía del mercado se echara al hombro el desarrollo del país, por eso, a manera de ejemplo, la concepción del sistema de salud no es un sistema de innovación sino un sistema de enriquecimiento, atención y corrupción. Sesenta y tres billones de pesos anuales con recursos públicos: quince billones de las contribuciones de las personas y cincuenta billones de los impuestos. Doscientas EPS se alcanzaron a crear, quedan treinta, y catorce están quebradas. La cifras de cobertura son un engaño (99%), las de acceso muestran la verdad (70% recurren a los servicios). Lo grave es que los grandes capitales de Colombia y algunos extranjeros están detrás de la captura de los sesenta y tres billones. La otra bolsa pública de la cual también se roban billones, es en infraestructura. Un ejemplo de estos días. La doble calzada entre Piendamó y Popayán es la segunda vez que se contrata. La primera se la robaron.

El negocio financiero en salud es espeluznante porque no es un sistema para crear industrias de salud de alta complejidad para servicios de mayor complejidad. Tampoco se hace suficiente investigación avanzada, ni se imparte educación de alta calidad en salud por todo el territorio nacional, ni llegan buenos servicios de salud a todos los rincones de Colombia.

Más de veinte años se está demorando el país en volver a prender una fábrica de vacunas. Treinta años para que el mercado creara un complejo de alta tecnología para la atención e investigación en cáncer luego de que el Estado adelgazó deliberadamente el Instituto Nacional de Cancerología.  Ni una sola gran empresas produce equipos para el sistema de salud, y las farmacéuticas nacionales solo producen genéricos.

Como el negocio del modelo de crecimiento de los últimos treinta años no ha sido la innovación y la inteligencia, las políticas de desarrollo productivo han sido malas. Colombia solo invierte en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) el 0.30 del PIB. Los países desarrollados lo hacen muy por encima del 2% y los emergentes innovadores entre el 1 y 1.9%. Con el 0.30% de recursos para I+D+i no es posible elevar la productividad y transformar la canasta exportadora, ni irrigar recursos para crear una cultura de la innovación en la nación y de generación de empleo y de emprendimientos de gran suceso.

En estas condiciones, el efecto de la innovación en una mejor distribución de la riqueza, medido por el GINI, no es posible, porque son tan pocos los recursos y por tanto la tasa de innovación y de productividad es tan baja que hace imposible una movilidad social asociada a la innovación.

En los países desarrollados la relación entre innovación y concentración de la riqueza no ha mejorado, tampoco ha empeorado, solo ha mejorado en los países escandinavos, pero el GINI en aquellas economías es mucho mejor que en Colombia, porque la reconcentración de la innovación y de la riqueza en los más grandes conglomerados multinacionales (cuasi monopolios) succiona el impacto en la equidad, no obstante, la movilidad social es alta porque son centenares de miles o millones los puestos de trabajo asociados a la innovación en las empresas, en las universidades, en los centros de investigación, de emprendimiento y en el estado.

En Colombia, no existe la movilidad social como consecuencia de la innovación dada la baja inversión en investigación científica y en desarrollo tecnológico ante la ausencia de decisión política para una sostenida acción de transformación de la producción. Entonces, es difícil medir el impacto de la innovación en la movilidad social puesto que la política de desarrollo productivo y de ciencia y tecnología no tienen apuestas de largo plazo generadoras de  nuevas oportunidades de calidad y complejidad. Por lo tanto, la innovación no constituye una oportunidad para la expansión, la diversificación, los nuevos emprendimientos, y superar el extractivismo. En estas condiciones, la innovación escasamente aporta a la movilidad social y al no haber movilidad social es imposible cerrar brechas económicas y sociales y aumentar los ingresos tributarios del estado.

Ante la ausencia de una potente política de reestructuración productiva y de innovación, las cosas  apuntan a aumentar la capacidad de acumulación vía la captura de los recursos públicos usando una estrategia perversa: no pagar impuestos, pero si ganar subsidios que paga toda la sociedad con sus impuestos. Al final, un mal modelo de mercado es una estafa a la sociedad y al estado, pero que en Colombia sólo beneficia a menos del 0.5% de la población.

El asalto de los recursos públicos se ha hecho por las sucesivas e irracionales reformas tributarias de los últimos treinta años, tramitadas por lobistas pagados por las empresas para que los políticos legislen a su favor.

Regular, monitorear y tener bajo lupa la acción de estos personajes que son el tubo por donde se aspiran los recursos públicos que van a las cuentas de los grandes empresarios, es parte de la reforma política, de la reforma a la justicia, y de la reforma tributaria.

El desafío Petro

Dado un ambiente contaminado de corrupción que se le atravesó a la aventura maravillosa de la creatividad, del conocimiento y de la innovación, el nuevo presidente tiene un desafío monumental: diseñar una política de reestructuración productiva con dos agendas: una de corto plazo para sus cuatro años de gobierno, y otra a mediano y largo plazo sembrada en su gobierno.  De esa manera, podrá concertar con el sector privado la manera de llevar la inversión nacional en I+D+i, del 0.30 al 0.60 – 0.70 del PIB en 2026, alcanzar en 2030 el 1%, y en 2040 el 2% y más, y en esas condiciones convertir a Colombia en un exportador de innovaciones sostenibles.

Hay que hacer un trabajo riguroso con las universidades para elevar la calidad de la educación y de la investigación en áreas claves con el fin de optimizar recursos escasos. Y también diseñar una estrategia con los investigadores de la diáspora encaminada a repatriar algunos, garantizándoles las mejores condiciones de trabajo con el objetivo de elevar las capacidades nacionales de aprendizaje dirigidas al cambio tecnológico endógeno; y acordar con la diáspora científica cual sería la mejor estrategia que ellos puedan aportar al salto que debe dar Colombia.

Me gusta como está gobernando el presidente Petro y su equipo del alto gobierno. Hay que apoyarlos.

Es la economia …y lo politico ¡estupido

El Estado argentino, en su rol de empresario, muestra números preocupantes. En 2021 sus 33 empresas mostraron un déficit operativo de 3.767 millones de dólares, un monto equivalente al 0,7% del PIB. La mayoría de las compañías tienen sus balances en rojo y los ingresos propios de la actividad que desarrollan no les alcanza para mantenerse en pie. Necesitan de los miles de millones de pesos que les gira el Tesoro. (Gustavo Bazzan, El Clarín 5 de julio, 2022)

 Este es un síntoma más de la eterna crisis argentina, que vive nostálgicamente del pasado glorioso de hace 100 años, donde sus habitantes eran más ricos que los alemanes o los franceses, de orgullos nacionales como Messi o el Papa Francisco (¿de barro?), y que tiene al futbol como refugio de todas sus desgracias.

 

Argentina desde hace 40 años cambió su imagen de país próspero, por una nación en constante crisis y deuda, que tuvo su peor momento en el “corralito financiero” durante 2001, con la famosa imagen del presidente De la Rúa huyendo en helicóptero de la Casa Rosada. Esto se da porque desde Menem (en los 80s), los argentinos llevan cambiando de modelo económico más o menos cada 15 años.

Esto significa, que un presidente fomenta las exportaciones y abre el país al exterior, y el siguiente lo cierra, fomenta las importaciones, creando un mensaje confuso a los mercados, inversionistas y empresas, que no saben a qué atenerse con cada mandatario. Esto es muy diferente a lo sucedido en países como Chile, Colombia o México, que han mantenido una misma política económica por más de dos décadas, lo cual da estabilidad y da claridad a los mercados e inversionistas.

Pero no es solo un tema de apertura o no de la economía, al abrir o cerrarse al exterior entran en juego otras variables tan importantes como el régimen tributario, la estabilidad jurídica, la seguridad física o las negociaciones con sindicatos. Lo que abarca todo el aparato económico de un país.

Una de las consecuencias de esto es la desconfianza de los inversionistas en la economía argentina, que la pone en el 2do lugar en los países de América Latina que más desconfianza produce para invertir. ¡Solo después de Venezuela! Esto es demasiado, teniendo en cuenta el desastre económico que es el régimen de Maduro.

Aparte de los cambios macroeconómicos, Argentina sufre de la “restricción externa”, que significa que no hay suficientes dólares para sostener la economía. ¿Qué causa esto? El déficit (déficit en cuenta corriente). Ese país, en 30 de los últimos 40 años, ha gastado más en bienes y servicios de lo que recibe.  El déficit fiscal argentino no es solo el más alto de nuestra región, sino es el más viejo. De los últimos 117 años, Argentina ha tenido déficit en 107 de estos. ¡Es como si la economía la manejara un comprador compulsivo!

Esto causa un desequilibrio que se convirtió en el panorama general argentino. Por lo cual, el dólar se ha convertido en la única ancla de estabilidad en el país. De ahí que los electrodomésticos, los carros y productos de lujo estén valorados en dólares, y los ahorros de los argentinos se hagan en esta misma  moneda. Por ende, la actual subida de la divisa estadounidense tendrá un efecto directo en los ahorros de la población austral.

Según el curso de economía 101, existen 3 formas de trabajar en el déficit: a) darle imprimir a la máquina de billetes, corriendo el riesgo de tener una inflación incontrolable, b) pedir prestado, endeudarse, y arriesgarse a no poder pagar, justo como pasó en el 2001, continuando su adicción a los prestamos externos, y c) subir los impuestos, donde Argentina ya ocupa uno de los primeros puestos en carga tributaria (32.1%). Es difícil encontrarle una solución a este callejón de más de un siglo.

La cereza en el pastel es una inflación de 64% para junio de 2022.

¿Qué pasa con los políticos? Como cada nación latinoamericana, la política es una historia de relaciones complicadas, matrimonios indeseados, y variables nunca imaginadas. Por ejemplo, el peso que tienen los sindicatos en la política argentina es inigualable, la capacidad de lobby que tienen, y la presión que ejercen sobre el gobierno es de temer.  De ahí, que los presidentes deban tener una relación estrecha con estos, porque si eso se rompe, el país para por días, y los manifestantes se toman las calles.

Pero más allá de las relaciones complejas con sindicatos, o la injerencia del futbol en la política (Macri fue presidente de Boca Juniors antes de ser presidente de Argentina), esto pasa por un tema de ego en los políticos, que no es propio de los argentinos. Cada presidente llega con un discurso de refundar la patria, creyendo que todo lo que hizo el gobierno anterior no sirve para nada, sin construir sobre lo construido. Todo lo contrario, destruir lo que se ha hecho.

Sumado a la actitud mesiánica de cada presidente, los presidentes argentinos, sean de derecha o de izquierda, añoran el peronismo de los 50s con nostalgia. Todos tratan de emular esa época, a pesar de que han pasado 70 años, y el país ha cambiado radicalmente. El Peronismo (hay de derecha y de izquierda) es ese fantasma por el cual todos pelean, pero en realidad es un zombi que devora parte por parte a ese país.

El problema económico de argentina pasa por la visión de país. No han logrado consolidar la dirección a la cual los australes quieren ir. Esa falta de decisión les ha costado su bonanza de la primera mitad del S XX, su liderazgo en América Latina y les está costando todos los cerebros fugados que están dejando la nación, comprometiendo su futuro.

El futuro argentino se ve aún más oscuro, con la recesión mundial que se avecina, y los políticos se ven sin ganas de cambiar. Ahí seguimos con la pelea entre el presidente Fernández y la Vicepresidente Cristina K.

 

Aprovechar la Devaluación

La moneda colombiana no es la única que se devalúa, pero en lo corrido del año, es la séptima más devaluada en países emergentes. Al superar la barrera técnica de los 4.000 pesos por dólar, la nueva realidad es la de un peso competitivo en el mercado internacional. Desde el comienzo de 2020, el peso perdió cerca del 40% de su valor frente al dólar, haciendo, relativamente, los productos colombianos mucho más baratos a los del exterior. Inclusive, hay una devaluación relativa frente a otros exportadores. El enfoque debe estar en cómo exportamos más, cómo aprovechamos la devaluación.

Como todo, con la devaluación de la tasa cambiaria hay perdedores: los importadores, los consumidores que compran bienes o servicios extranjeros, los estudiantes en el exterior que ganan en pesos y gastan en dólares, también los endeudados en moneda extranjera. La devaluación causa que suba aún más la inflación. No hay buena respuesta sobre cuál es la tasa ideal. Las equivocaciones ocurren cuando los gobiernos apuestan en los mercados y a través de regulación tratan de manipular la TRM para desviarla de su valor intrínseco.

 

James Carville, el famoso asesor político de Bill Clinton, decía que “Si pudiera reencarnar en alguien, sería en el mercado de capitales, de esta manera podría intimidar a cualquiera.” El miedo a perder plata es poderoso, ni los gobiernos pueden con él. Pronunciamientos serios como los de José Antonio Ocampo y actuaciones responsables como las del Ban Rep. son el mejor antídoto.

Hay que trabajar con empresas de sectores promisorios, los cuales están sobre diagnosticados, identificar cuellos de botella y solucionarlos. Incluir en ese trabajo no solo empresas, sino también a sus proveedores y prestadores de logística. En teoría el PTP era para esto, pero solucionar muchos de los cuellos de botella (ejemplo: Invima) no dependía de ellos, por lo que se solucionaba solo lo que estaba en la órbita de Min Comercio.

Se necesita voluntad política del máximo nivel. El Presidente debe hacer revisión a esta agenda periódicamente, no limitarse a asistir una vez al año a la reunión ejecutiva del Sistema de Competitividad e Innovación. Si esto no es prioridad, no se va a volver oportunidad.

La estrategia de exportación debe ser con enfoque territorial, entendiendo que los departamentos son más que sus capitales. La mayoría de las comisiones regionales de competitividad ya identificaron los cuellos de botella de su región. Las soluciones de estos deben ser prioridades del Gobierno Nacional. Esa priorización se debe reflejar en la programación presupuestal. Muchas veces los ministerios tienen sus programas nacionales, y luego atienden por residuo asuntos departamentales (casi siempre sin plata ni gente).

Se puede financiar más a los exportadores, incluso a los pequeños es posible subsidiar para que exporten un producto nuevo y/o a un mercado nuevo. El programa Fábricas (FP) de Productividad hace un trabajo eficaz resolviendo problemas micro como baja productividad e ineficiencia energética, por lo que debería ampliarse a un mínimo de 5.000 empresas para 2026.

En papel, manufactura y agricultura deberían ser ganadores de esta oportunidad. Hay mucho trabajo por hacer, si queremos que esto ocurra. Ya hay mucho diagnóstico, es hora de la acción.

Maduro afirma que las sanciones han ayudado al renacimiento de la economía

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha afirmado este jueves que las sanciones impuestas a Venezuela han promovido el renacimiento de la economía del país.

«Las sanciones criminales nos hicieron replantearnos el renacimiento de la economía real y diversificada. Nos fuimos al campo a producir nuestros alimentos con la más alta calidad exportadora. Tenemos todo para garantizar el desarrollo integral del país», ha subrayado el mandatario en su cuenta oficial en Twitter.

 

Los Gobiernos de Estados Unidos y Venezuela han retomado sus contactos en unos últimos meses, después de años de enfrentamiento frontal, si bien la Administración de Joe Biden no contempla por ahora un levantamiento generalizado de las sanciones.

Washington, de hecho, no reconoce al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, como líder legítimo, y sigue posicionándose del lado del opositor Juan Guaidó, que en enero de 2019 se autoproclamó ‘presidente encargado’.

Economía colombiana crecerá 6,8% este año y en 2023 tendrá una desaceleración saludable

Foto: Juana Telllez, Jefe para Colombia de BBVA Research

Durante este año la actividad económica continuará sorprendiendo al alza por el gran dinamismo del consumo privado y la inversión en maquinaria y equipo. El más reciente informe de proyecciones económicas de BBVA Research estima que el PIB nacional crecerá 6,8% anual en 2022. Luego, en 2023, tras una menor dinámica del consumo privado, debido principalmente al alza de las tasas de interés y a la desaceleración del crecimiento del empleo,de la inversión y de las exportaciones, habrá una desaceleración saludable que se verá reflejada en un crecimiento de 2,0% para la economía.

 

El impacto de la guerra en Ucrania, el fenómeno inflacionario en el mundo y la presión de las altas tasas de interés han hecho que las economías emergentes estén viviendo situaciones nunca antes vistas, Colombia no ha sido la excepción. Pese a esto, según Mauricio Hernández, economista de BBVA Research para Colombia, “la actividad económica continúa sorprendiendo al alza por el gran dinamismo del consumo privado y la inversión en maquinaria y equipo. Estimamos que la economía crecerá 6,8% anual este año”.

Bajo este panorama se espera que los choques inflacionarios mantengan un fuerte impacto, determinando que la inflación al consumidor cierre en 2022 en 9,2% y moderándose gradualmente en 2023 al 5,0%, gracias a un menor dinamismo de la demanda interna y el efecto de la actuación de la política monetaria. “La inflación se ha dispersado desde los alimentos hacia una base más amplia de bienes mostrando presiones de demanda. En este escenario, el Banco de la República ya ha subido los tipos hasta el 7,5% y continuará su ciclo, llevando el tipo de interés al 9,0%”, explicó Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research.

El informe de los analistas plantea que el dinamismo de la demanda interna continúa presionando el desequilibrio externo de 2022. Por esta razón, la cuenta corriente cerrará con un déficit del 5,3% del PIB. Sin embargo, en 2023 la desaceleración de la demanda interna favorecerá un ajuste saludable de la misma hasta 4,5% del PIB.

“El desequilibrio fiscal continúa siendo un reto para los próximos años a pesar de la mejora reciente tanto en la senda de déficit  como en la deuda como porcentaje del PIB”, explica Juana Téllez, economista Jefe para Colombia de BBVA Research.

En cuanto a una de las variables que más ha presentado volatilidad en los últimos días, el dólar, BBVA Research espera que la presión reciente se modere, hacia el último trimestre del año para llevar la tasa promedio del año y del 2023 en torno a los 4.050 pesos por dólar.

El panorama internacional se mantiene tenso

En el plano internacional la inflación se mantiene en niveles inusualmente altos. Según el informe de BBVA Research, las presiones se han visto reforzadas recientemente por el impacto de la guerra de Ucrania sobre el precio de las materias primas y el mantenimiento de los cuellos de botella, esto en un entorno donde la demanda se mantiene fuerte.

“El crecimiento global se desacelerará significativamente, con crecimientos negativos en más de un trimestre en EE.UU. y Europa, lo que contribuirá a la caída de la inflación, que, aun así, permanecerá muy por encima de los objetivos en el corto plazo”, cita el estudio de Situación Colombia.

Además, se prevé que la Reserva Federal de Estados Unidos subirá las tasas de interés hasta un 4,0%, a la vez que seguirá vendiendo activos para reducir su balance. Por su parte el Banco Central Europeo comienza ya su ciclo alcista de tipos, que será menos agresivo que el de la FED por las menores presiones de demanda.

Retos para Colombia en 2023 en medio de un proceso de desaceleración saludable

Para los analistas de BBVA Research, en 2023 los sectores relacionados con la construcción, el Gobierno y la reactivación de los servicios liderarán el crecimiento. La desaceleración global limitará el crecimiento de los sectores más relacionados con las exportaciones (agroindustria), mientras que la moderación del consumo y del comercio exterior reducirán el desempeño del comercio y el transporte.

Para el próximo año se navegará en un entorno internacional menos favorable en medio de una desaceleración saludable del crecimiento local, por lo que se tendrá que proteger a los hogares más vulnerables para seguir cerrando las cicatrices que dejó la pandemia; promover la inversión y el empleo formal con miras a aumentar el crecimiento potencial; diseñar reformas que incrementen la productividad y la competitividad del aparato productivo colombiano y materializar y consolidar los avances en la transición energética y la sostenibilidad ambiental.

¿Cómo es la economía que recibe Gustavo Petro?

Foto: Cortesía

En entrevista para Confidencial Colombia, el decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad América, Esteban Durán Becerra, considera que el presidente electo, Gustavo Petro, tiene un enorme en reto en lo que tiene que ver con la superación de la pobreza en el país, no solo por los problemas sociales que históricamente se han enfrentado sino además por la crisis que la pandemia del Covid19 dejó en la economía.

 

Duran Becerra dice que cualquier cambio que se haga en los próximos cuatro años se debe ejecutar de manera prudente para no sus efectos no generen pánico y por supuesto no desemboque en una fuga de capitales.

En lo que tiene que ver con una posible reforma tributaria que presente el gobierno Petro a consideración del legislativo, debe tener en cuenta que no puede gravar con más impuestos a la clase media porque estaría afectando a miles de trabajadores.

Reviva la entrevista:

El presidente Petro, la profesora Mazzucato, el ministro Ocampo y el libro de Fescol

El nuevo ministro de hacienda de Colombia será José Antonio Ocampo. En un reciente artículo publicado en el periódico El Espectador, y alineado con la propuesta económica del Presidente Petro, mostró los grandes desafíos macroeconómicos que tiene el país, y la urgencia de impulsar un proceso de desarrollo productivo sostenible.

Una política de reestructuración productiva es la mejor política macroeconómica

 

De acuerdo a la calidad de las políticas, hay problemas cuyas soluciones pueden arrojar resultados en un período de tiempo relativamente corto: déficit fiscal, inflación, mayor recaudo tributario,…… Pero, otros temas  igualmente importantes también deben atenderse y sus efectos serán a más tiempo y redundarán en un mejor desempeño macroeconómico. Sin embargo, ante políticas correctas los impactos positivos comienzan a sentirse muy pronto  pues aluden a acciones que dinamizan cambios estructurales: nuevas actividades y sectores productivos,  investigación desarrollo innovación (I+D+i) como cultura en las empresas y universidades, formación de recursos humanos, estrategia de nuevas exportaciones, creación de una nueva generación de empresas innovadoras a la vez que se sostiene la competencia y se profundiza el apoyo a empresas innovadoras existentes, fortalecimiento de los bancos de desarrollo, los bancos privados apoyando empresas innovadoras promisorias, fortalecer el capital de riesgo, y una política de desarrollo regional diferenciada para impulsar el desarrollo endógeno en los territorios, donde la cultura es un factor que explica la senda, especificidad y velocidad de los procesos de cambio estructural, facilitando el aprendizaje, el cambio tecnológico y el desarrollo institucional.

Ideas para mejorar el sistema productivo y de innovación de Colombia están escritas en miles de páginas, y no cabe una recomendación más porque hay tantas como tantas no se han implementado.

El asunto de fondo es el marco teórico que se adopte como base del modelo de crecimiento. Una cosa es intentar cambios en el sistema productivo con un ortodoxo marco neoliberal del siglo pasado, y otra es adoptar una perspectiva heterodoxa de la economía de la innovación en el siglo XXI, con la cual tardías economías emergentes, como Colombia, pueden construir una senda correcta de progreso y bienestar.

En Colombia, los agentes económicos más poderosos consolidaron sus negocios en el contexto de una economía abierta hace 31 años. Sin embargo, ese modelo deliberadamente redujo la producción de productos agrícolas e industriales, por eso nunca desarrolló suficientemente la investigación, la innovación y el conocimiento. Existe una correlación negativa entre baja inversión en I+D+i, baja productividad, precaria competitividad, exportaciones primarias sin valor añadido, y estímulos tributarios ociosos sin retorno a la economía y al estado. Todo esto suma billones de dólares perdidos en las últimas tres décadas.

Cuando el presidente Petro diseñe la política de reestructuración  productiva, encontrará una fuerte resistencia de los comerciantes que protestarán para que no les cierren las importaciones agrícolas e industriales y harán cabildeo para que Colombia no desarrolle nuevas industrias y servicios. Son importadores de productos que antes producía el país, o que ahora o a futuro podría producir. Se resistirán a la transición e inventarán mentiras como aquella de que el consumidor final será el gran afectado porque los insumos y los productos finales si se producen en el país serán más caros, alimentando la inflación. Con esa falacia César Gaviria desindustrializó a Colombia e inmovilizó la transformación productiva y el desarrollo de capacidades propias de innovación que hubiera permitido  desarrollar nuevos sectores con productos novedosos internacionalmente competitivos. Treinta años de destrucción no creativa determinan rezago y tiempo perdido que demandará mucho tiempo y trabajo para corregir el camino.

Colombia dejó de producir productos agrícolas e industriales, bloqueando la producción de bienes de capital y de tecnologías para distintas cadenas productivas, el surgimiento de servicios de alta complejidad derivados de cadenas industriales avanzadas cuyos productos son los más dinámicos en el comercio mundial. Los equipos que se producen en Colombia, por ejemplo, en la producción de café, son rezagados, parecen juguetes de museo ¿De que sirve la Federación de cafeteros?

La agonía del petróleo y el carbón

Estos sectores tuvieron más de cuarenta años para hacer algo innovador. Sin embargo, de manera absurda se insiste en alargar más allá de un tiempo razonable la producción de petróleo y carbón, cuando la matriz energética en el mundo está cambiando a toda velocidad. Noruega es un país que exporta más de 100 mil millones de dólares en petróleo y en tecnología del sector, por eso tiene más capacidades de destrucción creativa (nuevas innovaciones que superan viejas innovaciones en el mismo sector) por eso el 70% de vehículos que circulan en ese país, son eléctricos.

Defender a Ecopetrol para que continúe haciendo lo que siempre ha hecho, es inaceptable, pues si bien debe seguir sacando petróleo, terminar los contratos de exploración en ejecución y firmar nuevos contratos para encontrar gas, al mismo tiempo debe reconvertirse y abrir nuevas líneas de producción y de investigación, como el hidrógeno verde. Colombia no puede hacer con las energías alternativas lo que hizo con el petróleo y el carbón, perforar, escavar y extraer, y no desarrollar tecnología y nuevas industrias.

Si Colombia hace un cambio de la matriz energética importando tecnología, y no desarrolla industrias nacionales y atrae empresas extranjeras que produzcan y hagan I+D+i en el país, se perderá otra oportunidad de transformación, de aumentar la productividad y las oportunidades para técnicos, profesionales, investigadores y emprendedores.

El presidente Petro propone fortalecer la investigación en el Instituto Nacional del Petróleo y crear un Centro de investigaciones en tecnologías verdes. Excelente. Sería el complemento para crear industrias de energías alternativas como parte de la política de reestructuración productiva que debe sustituir la mala política de desarrollo productivo que deja Duque.

Discusión entre ortodoxos y heterodoxos

Los primeros dirán que importar sale más barato y beneficia a los compradores, lo cual es un mal argumento, pensar a corto plazo y mantener una economía basada en actividades con rendimientos decrecientes, baja productividad y donde las empresas no tienen estímulos para innovar.

Y los segundos dirán que a través de una alianza entre el estado y las empresas se puede iniciar una ruta de desarrollo a largo plazo con actividades de alta tecnología que determinan rendimientos crecientes producto de una heterodoxa política de reestructuración productiva y de innovación.

En la ortodoxia, los ecosistemas de competitividad y de innovación poco evolucionan pues no están dirigidos a impulsar procesos de transformación sustentados en la selección estratégica de sectores porque se limitaron a fomentar el comercio internacional sin política de cambio estructural, por eso las políticas de competitividad han sido horizontales puesto que en ella todos los sectores son iguales: es lo mismo producir aguacate que aviones, o café que medicamentos, lo cual es irracional por eso los resultados han sido precarios y por ello el narcotráfico, la informalidad, la inequidad y la pobreza ganaron espacio. De esta manera  el aprendizaje, el conocimiento, la creatividad y el cambio tecnológico, no han estado en el frente de las políticas.

Con la heterodoxia (Mazzucato, Ocampo y otros), la conformación de ecosistemas productivos innovadores es una condición que responde al fluir permanente de las relaciones positivas entre estado y empresa que conducen a procesos de destrucción creativa los cuales se basan en I+D+i, propiedad intelectual y competencia en torno a una nueva generación de empresas y nuevas innovaciones generando sistemas virtuosos de producción, innovación, empleo y crecimiento.

En petróleo y carbón Colombia no hizo desarrollos tecnológicos transcendentes, por eso procesos de destrucción creativa no pueden emerger en Colombia dado que las innovaciones se hacen en otros países.

El negocio de la dependencia tecnológica en salud

La dependencia es destructiva porque entierran las posibilidades de transformar positivamente la especialización. Colombia hizo una apertura de la economía sin política industrial razón por la cual  es débil la articulación entre el estado, las empresas, el conocimiento, la innovación y el emprendimiento.

Esto ha sucedido en el sector de salud donde las actividades de industrias relacionadas son muy escasas. Con el covid19 se constataron dos cosas: una, que Colombia no producía ni tapabocas; dos, que el sistema de innovación poco funciona entre las universidades, las empresas y el estado, tanto, que hasta ahora no ha sido posible destrabar el desarrollo de innovaciones que emanaron a comienzos de la pandemia por iniciativa del recién creado Minciencias. La innovación no ha podido convertirse en soluciones ni en nuevas actividades productivas que dinamizaran la reestructuración productiva y la innovación. Los importadores y contrabandistas tienen más poder que los investigadores, innovadores y emprendedores. Además, el gobierno nacional torpedeó las innovaciones via Invima, los Ministerios de Salud y de Comercio e Industria, y la falta de conocimientos y liderazgo de Duque, por eso los empresarios se retiraron muy pronto de los proyectos y la mayoría de investigadores se quedaron contemplando los prototipos. En estas condiciones no pueden surgir industrias de salud que demandan productos de industrias y empresas de materiales, electrónica, software, industrias 4.0, y de otras más.

Schumpeter no aplica en Colombia. Tal vez Mariana Mazzucato podría sembrar algo. Si el presidente Petro trae a esta afamada economista, junto a Ocampo y otros expertos, podrían hacer el imilagro. Lo principal es que la política tributaria converse con la de reestructuración productiva y de innovación. De lo contrario ambas quedarán con un canal roto y volveremos al círculo perverso  de otra reforma tributaria en poco tiempo. Pero la política clave es la de reestructuración productiva. Lo que no haga la producción no puede a hacerlo la política macroeconómica.

Un reciente libro de la Friedrich Ebert Stiftung en Colombia FESCOL, políticas de desarrollo productivo: una agenda para el futuro, del cual soy uno de los autores, constituye una base sólida para el diseño de una política de reestructuración productiva. Es un esfuerzo fresco y a partir de ahí se podría elaborar la arquitectura, el derrotero y los principales contenidos de la política de reestructuración productiva sostenible. Esa elaboración serviría para orientar el diseño de la política y la concertación entre actores, incluidos los incentivos a la producción, nuevas exportaciones y nuevas líneas de conocimiento,  investigación, innovación y empleo. Aumentarán los ingresos tributarios y el estado podrá asumir otros compromisos que no sean para más guerra.

Es la desigualdad

Foto: Óscar Sevillano

La revista The Economist en una reciente publicación construyó un gráfico que explica, en gran medida, el malestar tan profundo que vive Colombia. Examina la evolución del coeficiente GINI, midiendo la desigualdad de los principales países de América Latina. El ejercicio desnuda la cruda realidad colombiana: en los últimos cinco años se profundizo la desigual profundamente. No es un fenómeno de América Latina, ni fue el Covid, las políticas adoptadas no funcionaron. Las marchas no fueron gratuitas, se requieren cambios de fondo, eso sí, pensar en un incremento radical de impuestos podría hacer mas mal que bien.

 

El coeficiente de desigualdad toma mucho tiempo en cambiar, ya que captura la distribución de ingresos en toda la economía, siendo 0 una igualdad perfecta y 100 la desigualdad total. El comportamiento de América Latina, aunque lento, viene mostrando algún éxito. En general, estas sociedades profundamente desiguales registran una tendencia positiva hacia una mayor equidad. Por tanto, el incremento colombiano de desigualdad no es un fenómeno regional, al contrario, parece ir en contravía de la macro tendencia.

Según datos del Banco Mundial, el coeficiente de Gini tuvo un descenso prolongado por diez años en Colombia, llegando a su piso en 2017, con 49.7 pero borrando todo el avance de la década para el 2020. Inclusive desde 2014, el país dejó de ser líder en desigualdad en América Latina y estuvo en el promedio regional. La productividad laboral de varios sectores intensos en mano de obra aumentó en los tres años previos a la pandemia. Este es el caso del agro, el comercio, el transporte, los hoteles y los restaurantes. Esto incrementó los ingresos de millones de trabajadores del país. Un crecimiento económico prolongado, el control de la inflación y el aumento de subsidios focalizados, disminuyeron la pobreza creciendo la clase media. Los ingresos de los pobres crecieron más rápido que los de los ricos. Esto se logró con menos recursos, pero mejor invertidos.

En contraste con nuestros pares regionales, en Colombia incrementó la desigualdad, aún antes del Covid. No sorprende que las primeras marchas fueran pre-pandemia. Durante las cuarentenas, mientras las otras sociedades fortalecieron su protección social, en Colombia el mal desempeño fue aún peor. No es que no se hiciera nada por los más necesitados, pero las medidas protegieron de manera más eficaz a los segmentos más pudientes. A esto hay que agregar que la inflación de alimentos, superior a 26%, viene deteriorando el ingreso de los más pobres.

La desigualdad rural pareciera estructural se ha mantenido estable los últimos diez años en un Gini de 46. Todos los avances y retrocesos se han dado en el contexto urbano, incluyendo una recuperación en 2021. El próximo gobierno tendrá que hacer reformas estructurales para cambiar esta situación. Mantener las políticas de los últimos cinco años, claramente, no será la solución. Eso sí, antes de aumentar radicalmente los impuestos hay que lograr que el actual presupuesto rinda más.

El fantasma de una recesión mundial asusta a los mercados

Las abultadas caídas en los índices bursátiles del pasado viernes están teniendo continuidad este lunes con el desplome de las bolsas en Asia (las caídas en Asia han superado el 3%) y de buena parte de los activos de riesgo. El mercado está empezando a descontar una acción más dura por parte de la banca central para intentar detener una inflación que se está mostrando irreductible y amenazante, tal y como reveló el dato de inflación de EEUU el pasado viernes. A todo lo anterior se le une la extensión de algunos confinamientos en Shanghai y la posibilidad de nuevas actuaciones en China para frenar la expansión del covid.

Los analistas de Oanda explican que el viernes negro de la semana pasada «se está convirtiendo en un lunes negro». La posible activación del freno de emergencia de la banca central (para contener la inflación) y los riesgos que provienen de China también están lastrando a los mercados. Las bolsas europeas han abierto con descensos que superan el 1%, dando continuidad a la drástica corrección del pasado viernes. Los analistas técnicos avisan del peligro de esta situación y abren la puerta a mayores caídas de las bolsas.

 

«Los futuros de los índices bursátiles de EEUU continúan con su liquidación esta mañana, el petróleo sigue cayendo, el dólar estadounidense sube con fuerza y los mercados bursátiles asiáticos han recibido una fuerte presión de venta». El lunes negro está servido, según estos expertos.

La inflación, lejos de moderarse, sigue mostrando una fortaleza imprevista que está atemorizando a los inversores y, probablemente, a la banca central. Esto último resulta clave, puesto que tras el sorprendente dato de IPC en EEUU el pasado viernes (se situó en el 8,6%), las expectativas de los mercados sobre las subidas de tipos se han disparado.

En el caso de EEUU (la Fed se reúne esta semana y podría subir los tipos en más 50 puntos básicos), los mercados ya ven los tipos de interés en el 3,3% para finales de 2022, lo que supondrá una subida de más de 200 puntos básicos en las pocas reuniones que quedan. Los peores temores se están confirmando: la banca central podría echar el freno de mano para intentar poner coto a una inflación que ha ido demasiado lejos y que empieza a afectar a las expectativas. Por su parte, el mercado espera que el BCE lleve el precio del dinero hasta el 1% a finales de este año, frente al 0,75% que se esperaba hace solo unos días.

La banca central aprieta

La semana en los mercados estará protagonizada por las reuniones de varios bancos centrales. Tras el endurecimiento del mensaje por parte del Banco Central Europeo, este miércoles se reúne la Fed, el jueves será el día del Banco de Inglaterra y del Banco Nacional Suizo, mientras que el Banco de Japón tendrá turno para el viernes. Se prevé que el tono de los institutos monetarios siga endureciéndose (más subidas de tipos y menos estímulos) para enfriar la economía y los precios.

El mercado descuenta una acción casi sin precedentes de la banca central para evitar que la inflación se enquiste, y ello está ‘destrozando’ el sentimiento de los inversores. Una subida de tipos de interés tan drástica y rápida afectará, sin duda, a la inversión y el consumo, acercando al mundo a la próxima recesión. Los gestores ya advertían hace unas semanas de que un endurecimiento brusco de la política monetaria era uno de los principales riesgos para la economía.

Los precios de las acciones reaccionan con drásticas caídas. Tras los desplomes de los índices en Asia, las bolsas en Europa también se han teñido de un rojo intenso. En la deuda, el comportamiento es de auténtico risk-off (aversión al riesgo). El rendimiento del bono español (ya rebasa el 2,8%), italiano o portugués sube con intensidad, mientras que la deuda alemana se convierte en refugio (cae el interés y sube el precio).

Desde IG señalan que no haber reducido la deuda cuando había crecimiento económico, gastando más de lo que se ingresaba, supone que en épocas de tensionamiento de los tipos de interés las cosas se compliquen para estos países y gobiernos.

La prima de riesgo del bono español se sitúa en los 130 puntos, la de Grecia en los 285,8 puntos, la de Italia en los 239,7 y la de Portugal en los 131,6. De los denominados PIIGS en la última crisis de deuda, Irlanda ya no está dentro de los países derrochadores y tras un cambio completo en sus políticas en los últimos años, mejorando su situación financiera, ahora la prima de riesgo se sitúa en los 68,9 puntos, señalan desde IG.

Tal es el movimiento, que hasta la propia banca (principal beneficiada de la subida de los tipos de interés) está comenzando a sufrir fuertes caídas en bolsa. El miedo a una nueva recesión y a unas condiciones financieras muy duras puede con las expectativas de unos márgenes de intermediación superiores. Una recesión dañaría los balances de la banca a través de un incremento de la tasa de mora. Las cotizaciones de los bancos están cayendo a plomo en este lunes negro. BBVA, Santander o CaixaBank se dejan más de un 2% en el Ibex 35, por ejemplo.

Con información de ElEconomista.es

Inflación básica seguirá presionada por la tasa de cambio: BBVA Research

En mayo la inflación mensual fue del 0,84% y la anual del 9,07%, ubicándose cerca de las expectativas de los analistas y de BBVA Research* (0,80% en la variación mensual).

A pesar de que la inflación anual descendió respecto al mes anterior, la mensual fue más de dos veces el promedio de los nueve años prepandemia (2011-2019), con lo que el alza en el nivel de precios sigue siendo destacada.

 

La inflación de alimentos llegó al 21,6% en la variación frente a mayo del año pasado, descendiendo frente al dato de abril. Aunque el dato mensual en esta división fue inferior a los vistos en los primeros meses del año, la inflación mensual de alimentos fue cinco veces su promedio de los nueve años prepandemia.

Las dos divisiones que más aportaron al resultado final, luego de la de alimentos, fueron la de Alojamiento & servicios públicos y restaurantes y hoteles, alcanzando variaciones anuales del 5,4% y 14,7% respectivamente.

Se espera que las presiones inflacionarias continúen vía los costos de producción de alimentos, mientras la inflación básica aún tendrá efectos rezagados de la alta tasa cambiaria de los últimos meses, además de impactos de costos de bienes importados a causa de los cuellos de botella que aún persisten.

*Análisis realizado por Laura Peña, economista de BBVA Research para Colombia

Doris Prada, el café colombiano que llega a El Corte Inglés

El Corte Inglés ha seleccionado, dentro de su Proyecto Orígenes, un microlote de café de Colombia de máxima calidad, orgánico y sostenible de la finca Villa Line, propiedad de la caficultora Doris Prada que se podrá degustar durante tres meses en 15 de sus cafeterías, según ha informado la compañía en un comunicado.

En concreto, el café de Doris Prada ha sido elegido por concurso como el mejor, entre una veintena de caficultores participantes, por sus especiales cualidades.

 

El Corte Inglés da así un nuevo paso con este proyecto 360 de compra en origen que tiene como objetivo seleccionar la mejor materia prima para sus cafeterías.

De esta forma, desde el 1 de junio y hasta el 31 de agosto los clientes podrán degustar este café, que no se comercializa en tiendas y, además se llevarán de regalo por cada café una bolsa de 100 gramos.

Así, el cliente podrá elegir la forma de elaboración de este café, ya sea en una cafetera de Émbolo, Chemex o Express, en una de las 15 cafeterías en las que se ofrecerá en los centros de Castellana, Goya, Princesa, Sanchinarro, Bistró de Pozuelo (en Madrid), Bistró Jaime III (Mallorca), Marbella (Málaga), Pintor Sorolla (Valencia), Federico Soto (Alicante), Málaga, Sagasta (Zaragoza), Bilbao, Pamplona, Nervión (Sevilla) y Las Nubes Diagonal (Barcelona).

Estas son las propuestas económicas de los candidatos a Presidente

A falta de unos pocos días para las elecciones en primera vuelta que elijan al próximo presidente de Colombia, los principales candidatos tienen programas bien distintos en materia de política económica. Aquí les contamos las principales medidas que tomarían cada uno en caso de llegar a la Casa de Nariño.

Rodolfo Hernández

● En materia económica controlar la evasión de impuestos es su norte, para ello plantea bajar el IVA del 19 % al 10 % para hacerle frente a la corrupción; bandera de su propuesta de gobierno en todos los frentes.

 

● Profundiza en sus propuestas para el sector empresarial del país, por ende propone intervenir en las altas cargas tributarias de las pequeñas y medianas empresas, así como ampliar el acceso a créditos para las mismas. Además, propone eliminar los impuestos a las empresas nuevas hasta que logren su estabilidad en el mercado.

● Busca incentivar la innovación, la logística y el mejoramiento de los procesos productivos, con el fin de diversificar la estructura productiva hacia bienes y servicios de mayor sofisticación, lo que incluye la creación de tecnología de punta para la agroindustrialización; uno de los puntos claves de su programa

Fico Gutiérrez

● En una eventual reforma tributaria busca generar 1,2 puntos del PIB en promedio, que son $12 billones de pesos para cada año.
● Contempla austeridad en los gastos de funcionamiento, respetando aquellas inversiones que producen mayores réditos económicos en el país.
● Busca lograr un crecimiento potencial cercano al 5% anual, teniendo en cuenta que la cifra en promedio en los últimos años ha sido del 3.6%.

Política de transporte de los candidatos a la presidencia

Gustavo Petro

● Implementar la política de “aranceles inteligentes” a bienes e insumos agroalimentarios y agroindustriales
● Reforma tributaria con enfoque redistributivo con la que se espera recaudar 5 puntos
del PIB por medio de la eliminación de las exenciones tributarias con impuestos progresivos. De igual manera, se incentivaría la eliminación de las rentas cedulares al crear cuotas mínimas de tributación. El gravamen a los dividendos aumentará sin importar su modelo de distribución.
● Impulsar la reasignación presupuestal a partir de los recursos liberados por la reforma pensional que propone
● Impulsar la renegociación de los TLCs
● Integrar, en una sola, las entidades crediticias estatales
● Impulsar la banca pública de primer piso como patrocinadora de modelos de negocios con rentabilidades superiores a los costos de capital de la tasa de interés y demás impuestos

Sergio Fajardo

● Política tributaria basada en impuestos progresivos para las personas de más altos ingresos y riqueza, lucha contra la evasión, eliminación de exenciones y beneficios tributarios. Las personas con patrimonios superiores a 5.000 y 10.000 millones de pesos tendrán una tarifa del 1% y 2% respectivamente. También habría una tarifa de los dividendos de 15%. Con esto se esperarían recaudar 33 billones.
● Eliminar el descuento del ICA al impuesto de renta y revisar la pertinencia de las zonas francas.
● Su política económica está condicionada a realizar reformas en lo laboral, tributario y pensional. Además de adoptar un modelo de transición energética.