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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Ecopetrol

El extractivismo de Gustavo Petro

Si algo le sale mal a Gustavo Petro, es posar de gran economista, porque abunda en galimatías, así descreste a algunos mal informados. Son tan absurdas sus afirmaciones que no hay un libro, un ensayo ni una conferencia suya o de alguno de sus seguidores que intente sustentar sus necedades. Porque quedarían en ridículo. Veamos lo que le propuso a Colombia el 20 de julio pasado.

“Una economía del intelecto y no extractivista. En campaña prometí buscar las maneras de cambiar el modelo económico de Colombia, de un modelo extractivista a uno productivo; cambiar la idea de que nos hacemos ricos extrayendo cosas que la naturaleza (…) por la idea de que de verdad nos podemos volver ricos a partir del trabajo y de la transformación de las cosas en la producción. No hay sociedad que se pueda enriquecer, que no trabaje”.

 

¿Puede haber alguna economía, hasta la más simple, que no aproveche la naturaleza y no incluya trabajar y usar la inteligencia? ¿Y la extractivista, que consiste en exportar, fundamentalmente, materias primas agrícolas y mineras, sin transformación o con muy poca, no es trabajo productivo ni usa el intelecto? ¿Producir café o azúcar y petróleo o carbón y los demás bienes agrícolas y mineros no requiere de pensar ni utilizar conocimientos complejos, es decir, utilizar el cerebro y la inteligencia?

Qué irrespeto el de Petro a los colombianos atreverse a decir tamaña majadería y, además, querer estrangular la producción nacional de petróleo, despropósito que nos obligaría importarlo y empobrecerá más a Colombia.

La primera definición que aparece en Google de extractivismo es “la venta al exterior de recursos naturales poco transformados, como la minería, la agricultura o el petróleo”. Y Eduardo Gudinas coincide en que es producir recursos naturales “orientados esencialmente a ser exportados como materias primas sin procesar, o con un procesamiento mínimo”.

Ideas que David Ricardo (1817) encuadró en el “libre comercio” global, escogiendo a países perdedores y ganadores: “El vino (las uvas) será producido en Francia y Portugal, el maíz en los Estados Unidos y Polonia y la ferretería y otros artículos fabricados en Inglaterra”. Inglés tenía que ser, con vivezas colonialistas que no aceptaron Estados Unidos, Francia y demás países desarrollados, en tanto Colombia y el mundo subdesarrollado, sí, porque sus gobiernos han seguido al FMI y los TLC, incluido el de Gustavo Petro.

Es farisaico entonces el reclamo de Petro contra el extractivismo. Y se equivoca de otra manera. Porque la perversidad del extractivismo no es producir materias primas agrícolas y mineras, sino no industrializarse y no desarrollar la ciencia y el conocimiento, como lo confirma Estados Unidos, cuyo avance científico e industrial y agrario es evidente, siendo al mismo tiempo un gran productor y exportador de petróleo, carbón y bienes agrarios. Por ejemplo, produce 13 millones de barriles de petróleo al día y exporta 4,8 millones, en tanto Colombia produce unos 700 mil. Y lo mismo puede decirse del gran avance de la ciencia y la industria de China, apareada con su gran producción de petróleo, carbón y bienes agrarios.

Entonces, el extractivimo de Colombia no es por producir y exportar petróleo, carbón y café y otras materias primas, sino por importar en exceso, por sus débiles aparatos industriales, agrarios y científicos.

Jorge Enrique Robledo

Ecopetrol importará gas de Venezuela

Desde el Congreso de ANDESCO en Cartagena, el presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, anunció que la empresa planea importar 100 Gbtud desde Venezuela y conseguir 62 Gbtud de gas nacional para garantizar el abastecimiento de gas el país en los próximos 10 años.

Según lo expresó, hay un faltante estimado en 83 Gbtud en 2025, del cual se espera que 61 Gbtud puedan ser cubiertos con opciones provenientes de gas nacional.

 

Dijo además que la estrategia planeada contempla incorporar a partir de 2029 el gas proveniente de importantes descubrimientos costa afuera, como Uchuva, Gorgon y Glaucus. Según lo explicó, los descubrimientos en las aguas del Caribe colombiano oscilan entre 4 y 12 terapies cúbicos (TPC), lo que le permitiría al país triplicar sus reservas actuales.

«No hacemos parte de carteles de helicópteros»: Helistar

La empresa Helistar SAS, firma que se dedica al vuelo de transporte de personal y carga en helicópteros tipo Mi-17 pidió a la Superintendencia de Industria y Comercio garantías para participar en el mercado en condiciones de igualdad, especialmente en los procesos que adelanta Ecopetrol para el servicio de traslado aéreo.

De acuerdo con la firma, las investigaciones que adelanta en la entidad de control al proceso de selección en Ecopetrol para el transporte aéreo de carga, podrían tomarse como excusa para no permitirle competir libremente en los términos que lo exige la ley.

 

Pide mantener la objetividad en la selección conforme lo establece la normatividad colombiana frente al cumplimiento de los requisitos.

«Cabe recordar que la compañía HELISTAR SAS desde hace 25 años es un importante motor empresarial en la generación de empleos. Siempre ha actuado en todos sus procesos de manera transparente, honesta y ha sacado adelante procesos de innovación de cara al transporte aéreo por helicóptero», dice el comunicado.

Helistar recordó que ha prestado los servicios de transporte aéreo ha diferentes compañías y que cuenta con las respectivas certificaciones de calidad exigidas por la Aeronáutica Civil, que además, no tiene níngún tipo de inhabilidad en su contra para participar en concursos de selección y que está abierta a cualquier tipo de requerimiento que las autoridades estimen necesarias.

Por último, la empresa negó rotundamente la conformación de un cartel de helicópteros.

Helicópteros rusos

Para observadores de la relación bilateral, la decisión colombiana de declinar la oferta de vender 20 helicópteros rusos, Mi-17, por US$300 millones a EEUU, es por lo menos perpleja. Parecería puntualizar el hecho que Colombia ya no es el mejor aliado de EEUU en América Latina. Una nueva postura de neutralidad frente a Rusia, Irán, Venezuela, entre muchos, afecta nuestra relación con nuestro principal social comercial. La postura estadunidense de “no perder a Colombia” y creer en las buenas intenciones de Maduro parece estar cerrándose. Aun con el prospecto de reelección de Biden mejorando, Trump sigue llevando la delantera. Al habernos apartado de nuestra tradición bipartidista, la estrategia de solo hablar con los Demócratas puede salir cara.

EEUU venía de hacer un ejercicio similar con Ecuador, donde le entregó helicópteros nuevos gringos a cambio de viejos rusos, posteriormente estos acabaron colaborando en la defensa de Ucrania. Esta realidad incomodó a nuestro gobierno, al querer mantener su neutralidad entre Rusia y Ucrania. Los helicópteros parqueados en Colombia tienen 27 años de uso, con serias restricciones operacionales. Expertos consultados creen que aun con cuentas alegres sería difícil que su valor comercial pueda superar los US$45 millones. Por eso, la sorpresa de declinar tan generosa oferta como fue reportado en InfoDefensa. Demasiado amor por Rusia, dejar tanta plata en la mesa. La mayoría de la flota no es operacional por falta de repuestos.

 

Este episodio es uno de muchos que nos distancian más aun del mundo occidental. Si bien este esfuerzo es liderado por EEUU, los principales dolientes son nuestros aliados europeos. Amigos tradicionales como Francia, Inglaterra, Alemania, entre muchos, no solo han tenido que incrementar sustancialmente su gasto militar sino inclusive hacer planes para defenderse de una agresión rusa. Preocupante el silencio de Colombia frente a la violación de derechos humanos de Hamas que sigue reusándose a liberar los secuestrados. Entendiendo el matiz ideológico del gobierno de coyuntura, no son claros los beneficios de pasarnos de aliados de occidente para ser neutros. No hay mucho que Rusia, Hamas, o Irán puedan hacer por Colombia.

Las sanciones sobre Venezuela marcan el fin de un capitulo en la política exterior de EEUU frente a América Latina. El masivo flujo de fentanilo y inmigración de Venezuela está impactando la política doméstica de EEUU. Es probable que la armonía de principios compartidos de la última década transite hacia la exigencia de resultados en estas áreas. Es muy diferente la sofisticación del Departamento de Estado a la exigencia del votante que no comprende cómo su país está lleno de narcóticos y los migrantes aumentaron anualmente en un 366% durante 2023. Los titulares de prensa no ayudan.

Aunque la actual Casa de Nariño encuentre mayor simpatía con el ala de izquierda del partido Demócrata, se debe seguir conversando con los Republicanos. Nuestro éxito se ha basado en poder trabajar con todo tipo de administraciones. Aunque Biden se reelija en noviembre, la situación de América Latina frente a EEUU va a ser más exigente. Por ahora, demos por muertos los negocios entre Ecopetrol y PDVSA. Si gana Trump en noviembre, el cambio sería tan radical que eso da para toda otra columna. 

Simón Gaviria

Ricardo Roa negó irregularidades en la campaña presidencial de Gustavo Petro

El presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, negó que se hubiesen violado los topes de financiación de la campaña de Gustavo Petro a la Presidencia de la República.

Reiteró la orden que habría dado el entonces candidato presidencial Gustavo Petro de ser muy rigurosos con los recursos, tanto en las donaciones como en no pasar de los límites impuestos por ley, y dijo además que Nicolás Petro, hijo del primer mandatario, no tuvo ninguna relación con la campaña política,

 

Dijo además que en ningún momento se recibieron recursos de Fecode, y que la financiación por parte del empresario Euclides Torres, al evento político con la letra P, tuvo lugar en época preelectoral. Las declaraciones las dio en medio de una citación de la Comisión Nacional de Acusaciones de la Cámara de Representantes.,

Guillermo García Realpe es el nuevo presidente de la Junta Directiva de Ecopetrol

El excongresista Guillermo García Realpe fue elegido nuevo presidente de la Junta Directiva de Ecopetrol mientras en el cargo de vicepresidenta quedó Mónica de Greiff Lindo. También se escogió los comités de apoyo y renovó tres vicepresidencias.

García Realpe es abogado y consultor en temas ambientales y desarrollo regional, es además es especialista en Ciencias Socioeconómicas de la Pontificia Universidad Javeriana. Ocupó el cargo de secretario general del Ministerio del Interior, fue Senador de la República y Asesor del Departamento Nacional de Planeación.

 

Los recién nombrados se comprometieron a trabajar con el criterio y el rigor necesarios para “seguir reconociendo el aporte que para la economía del país representa el negocio de todos los energéticos, entre ellos los hidrocarburos, seremos obreras y obreros incondicionales de Ecopetrol en la construcción y el cumplimiento de las metas y proyectos de la hoja de ruta de la transición energética justa, limpia y equitativa, tarea que cumpliremos en el marco de los principios de la defensa de la vida y de los derechos humanos, de la ética y la transparencia empresarial y el diálogo abierto y permanente con todos nuestros grupos de interés”.

Comités de Junta

Los Comités de Junta quedaron integrados de la siguiente manera: El Comité de Auditoría y Riesgos quedó integrado por Luis Alberto Zuleta Jaramillo (presidente), Álvaro Torres Macías, Guillermo García Realpe, Ángela María Robledo Gómez y Juan José Echavarria Soto.

En el Comité de Negocios estarán: Mónica de Greiff Lindo (presidente), Álvaro Torres Macías, Gonzalo Hernández Jiménez, Edwin Palma Egea y Luis Alberto Zuleta Jaramillo. En el Comité de Gobierno Corporativo y Sostenibilidad se designó a Juan José Echavarría Soto (presidente), Mónica de Greiff Lindo, Gonzalo Hernández Jiménez, Luis Alberto Zuleta Jaramillo y Ángela María Robledo Gómez.

En el Comité de Compensación, Nominación y Cultura estarán Mónica de Greiff Lindo (presidente), Guillermo García Realpe, Juan José Echavarría Soto, Tatiana Roa Avendaño y Edwin Palma Egea. El

Comité de HSE quedó conformado por Ángela María Robledo Gómez (presidente), Tatiana Roa Avendaño, Edwin Palma Egea, Mónica de Greiff Lindo y Guillermo García Realpe.

Y finalmente, el Comité de Tecnología e Innovación estará integrado por Álvaro Torres (presidente), Tatiana Roa Avendaño y Guillermo García Realpe.

gualmente se anunciaron tres nuevos cambios en la alta gerencia de Ecopetrol. Ana Milena López, quien venía desempeñándose como vicepresidenta Corporativa de Finanzas y Valor Sostenible, presentó su renuncia voluntaria al cargo, la cual fue aceptada a partir del 12 de abril de 2024.

María Catalina Escobar Hoyos, actual Gerente de Maximización de Valor, quedará encargada de esta Vicepresidencia a partir del 13 de abril de 2024.

Luz Elena Díaz, vicepresidenta Corporativa de Cumplimiento desempeñará sus funciones hasta el 19 de abril de 2024, por mutuo acuerdo.

Alberto Vergara Monterrosa, actual Gerente Corporativo de Ética y Cumplimiento de la Vicepresidencia Corporativa de Cumplimiento, quedará encargado de la Vicepresidencia desde el 20 de abril de 2024.

Además, Juan Diego Puerta, quien se desempeñaba como vicepresidente de Exploración, será reemplazado a partir de la fecha por Iván Camilo Higuera, actual gerente de Onshore.

Petro debe pedir la renuncia de Roa

Jorge Espinosa publicó las conclusiones y recomendaciones del estudio de Control Risks (Control de Riegos), en las que le fue pésimo a Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, quien ya ha debido salir de ese cargo. Estos son apartes del texto:

“El entorno de riesgos de Ecopetrol en las condiciones actuales es más complejo y de mayor impacto para la empresa de lo que posiblemente se había presumido anteriormente (…) El entorno político inmediato alrededor de los cuestionamientos al presidente de Ecopetrol y su probable evolución en las próximas semanas y meses ya implica un nivel de riesgo elevado” para la petrolera. “En todos los escenarios de Control Risks, Ecopetrol se expone a una pluralidad de riesgos de nivel ALTO Y MUY ALTO”. “El escenario más inminente de riesgos es las imputaciones de cargos al presidente de Ecopetrol por irregularidades en el financiamiento de la campaña presidencial”. Y, “dada la información públicamente disponible a la fecha, consideramos que es creíble la apertura de investigaciones administrativas, disciplinarias y/o penales” contra Roa, por gerenciar la plata con la que ganó Gustavo Petro, con graves efectos “reputacionales y de gobernanza para Ecopetrol, así como los impactos comerciales y regulatorios”.

 

Control Risks también señala que Ecopetrol debe “considerar el escenario de investigaciones regulatorias y penales por parte de las autoridades norteamericanas contra” Roa, advertencia que tiene sentido que resalte porque esas investigaciones serían de un impacto desastroso para Ecopetrol y para Colombia.

De otra parte, fue otro atentado contra la reputación de Ecopetrol –que también le desvaloriza sus acciones– que el gobierno hubiera impuesto en la nueva junta directiva a dos viceministros de Gustavo Petro. Porque violaron los criterios de la OCDE, organización a la que pertenece Colombia según decisión que se aprobó con el voto positivo del senador Gustavo Petro –y el negativo mío–, quien ese día votó en el senado como le recomendó Carrasquilla. Y las normas y los acuerdos deben cumplirse, así no se compartan.

Si el presidente Gustavo Petro tuviera como prioridad el interés nacional, ya habría sacado de la presidencia de Ecopetrol a Ricardo Roa, porque es lo único que le sirve a Ecopetrol para paliar en algo el gran daño a su reputación, el cual puede agravarse, y también ha podido sacarlo Ricardo Bonilla, el ministro de Hacienda. O Roa ha debido renunciar apenas conoció este informe –incluso así se considere inocente–, porque su salida es lo único que puede reducir un daño a Colombia de grandes proporciones. Y cada uno de ellos ha debido publicar completo el informe de Control Risks –de 164 páginas–, porque sus conclusiones apenas ocupan un par. A Publicarlo.

Pero no lo han hecho porque son del tipo de políticos y burócratas que no llegan al Estado a servirle a Colombia, sino a ponerla al servicio de sus objetivos subalternos.

A cuidar a Ecopetrol. Porque el cambio de ayer de su Junta Directiva, así como su muy equivocado cambio de naturaleza de empresa petrolera, tiene como fin, según piensa Petro, imponerle a esa empresa y al país un incremento absurdo –ridículo, incluso– de decisiones contra el petróleo y el gas, al igual que un conjunto de políticas clientelistas, todas ellas de descarado disfraz ambientalista.

Coletilla: La Silla Vacía ha publicado informes según los cuales Euclides Torres –financista ilegal de la campaña de Gustavo Petro, según lo ha dicho y ratificado Nicolás Petro– ya firmó contratos por 180 mil millones de pesos con este gobierno (ver enlace), contratos que, llamativamente, suelen ser para negocios de energías alternativas, las que tanto le gustan a este gobierno.

Jorge Enrique Robledo

Esta es la nueva Junta Directiva de Ecopetrol

Luego de ocho horas de sesión permanente, la asamblea de accionistas de Ecopetrol eligió a las personas que integrarán la nueva Junta Directiva.

La nueva Junta Directiva de la empresa estará conformada por  Edwin Palma, Lilia Roa, Ángela María Robledo, Guillermo García Realpe y Álvaro Torres Macías. Y otros cuatro que ya estaban: Mónica de Greiff, Gonzalo Hernández, Luis Alberto Zuleta y Juan José Echavarría. 

 

La Asamblea aprobó además el cambio en el objeto social de Ecopetrol para que en adelante pueda abordar temas relacionados con energía renovable, como la transición energética y la explotación del hidrógeno.

La asamblea de Ecopetrol es de alto riesgo

El próximo viernes 22, se reunirá la asamblea de accionistas de Ecopetrol, la empresa más importante de Colombia por el tamaño de sus operaciones y sus grandes transferencias al Estado y porque el petróleo es el producto que mayores ingresos en dólares le aporta al país. Su importancia también obedece a que en Ecopetrol tienen sus ahorros 260 mil accionistas y los fondos de pensiones, todos colombianos con pleno derecho a exigir que sus recursos se administren en forma responsable.

Ese día, mediante la reforma de sus estatutos, Gustavo Petro se propone modificarle a Ecopetrol su naturaleza de empresa petrolera, cambio que puede hasta quebrarla, lo que le generaría a Colombia un daño incalculable.

 

Porque Ecopetrol, por primera vez en su historia, está sometida a lo que se le antoje a un presidente de la República que ha probado decidir guiado por un odio irracional al petróleo, capaz de llevarlo a las más garrafales equivocaciones. Tanto, que ha determinado que en Colombia no se firmen nuevos contratos para buscar petróleo y gas, lo que llevaría importarlos, porque el consumo del petróleo y el gas no desaparecerán en Colombia y el mundo en el mediano plazo.

En su fobia antipetrolera, en las elecciones de 2018, Petro fue capaz de prometer el ridículo de reemplazar el petróleo por aguacates. Y ahora es por turistas, disparates que además de falaces son innecesarios. Porque Estados Unidos, China, México y Brasil y los demás países petroleros desarrollan sus otras economías y a la par aumentan la producción de hidrocarburos (ver enlace).

De lo peor de la conducta de Petro es que nunca ha publicado un estudio que intente sustentar sus dislates antipetroleros, que él impone con un par de frases. Y no lo hace, porque él sabe que en un debate a fondo sobre su falso ambientalismo quedaría muy mal –pues ni siquiera contribuye en serio con la necesaria transición energética global– y reduciría su capacidad de engañar a quienes no tienen la suficiente información.

La única vez que este gobierno intentó sustentar su infantilismo contra el petróleo y el gas, recordémoslo, condujo a que su ministra de Minas falseara las reservas de hidrocarburos de Colombia.

Prueba también la irresponsable posición antipetrolera de Gustavo Petro que haya puesto en la presidencia de Ecopetrol a Ricardo Roa, quien no tiene hoja de vida para ese cargo (ver enlace), como tampoco varios de los miembros que propone para la nueva junta directiva, más allá de ser compadres políticos suyos y de ser incapaces de contradecirle sus absurdos.

El cambio de los estatutos consiste en agregarle a Ecopetrol un conjunto de deberes en energías renovables que no tiene capacidad económica de asumir (ver enlace), salvo estrangulándole su actividad petrolera y gasífera, como preferir importar gas de Venezuela, recortarle todavía más al presupuesto de exploración y producción de Ecopetrol y no promover la necesaria modernización de la refinería de Barrancabermeja. Y este cambio también facilitará el uso de Ecopetrol como caja menor del Estado para financiar el clientelismo y la demagogia de falso ambientalismo de Gustavo Petro.

Ante los disparates de Gustavo Petro, los accionistas privados de Ecopetrol –entre los que me encuentro, con pocas acciones–, y todos los colombianos, debemos unirnos en la exigencia de que la asamblea no modifique sus estatutos, para que una decisión tan riesgosa como esa solo se tome luego de que el gobierno presente un estudio de fondo, con todas las cifras y los detalles, sobre por qué y cómo cambiarle la naturaleza a Ecopetrol para meterla en negocios que pueden ser muy malos.

Jorge Enrique Robledo

Ecopetrol confirmó dos nuevos reservorios de gas en La Guajira

Colombia ampliará su potencial de gas en La Guajira offshore (costa afuera) tras comprobarse la presencia de dos nuevas acumulaciones de ese recurso en el pozo Orca Norte-1.

“Los nuevos reservorios de Orca Norte-1 son diferentes al descubrimiento de Orca-1 realizado en 2014. Esto amplía el potencial de gas de La Guajira offshore y nos lleva a hacer una reevaluación del proyecto original. Los resultados están en fase de evaluación para decidir los próximos pasos que se deben seguir en este proyecto”, explicó Elsa Jaimes, vicepresidenta Costa Afuera de Ecopetrol.

 

Según la compañía estatal, Orca Norte-1 fue el primer pozo en aguas profundas operado ciento por ciento por Ecopetrol S.A., bajo los más altos estándares de la industria, con uno de los mejores desempeños operacionales de los pozos del Caribe colombiano y sin incidentes que afectaran a personas o al medio ambiente.

Ecopetrol, sin embargo, informó que los resultados de este nuevo descubrimiento continuarán en evaluación para determinar su viabilidad comercial.

Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, bajo lupa de la Procuraduría

Por una supuesta financiación ilegal, la Procuraduría le abrió investigación a Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol y exgerente de la campaña a la Presidencia de Gustavo Petro.

Esta información se dio a conocer después de que Roa aceptara asistir a dar declaraciones al ente de control por las declaraciones de Nicolás Petro Burgos ante la Fiscalía sobre el escándalo que atraviesa.

 

La Procuraduría buscaría establecer si Ricardo Roa incurrió en acciones ilegales con respecto al manejo de cuentas de la campaña y la procedencia de dichos dineros.

El origen de esta investigación se dio con un correo que llegó de la Fiscalía a la Procuraduría el 19 de octubre. Roa insiste en que no tiene relación con irregularidades en el financiamiento de la campaña.

Le puede interesar: Los puntos en los que Petro exigió a sus ministros avanzar

*Foto: X @ricroabar

Ecopetrol anuncia el cierre temporal de la planta de gas Cupiagua

Ecopetrol anunció que la planta de gas Cupiagua, ubicada en el municipio de Aguazul, Casanare, entrará en mantenimiento desde el 4 de enero hasta las 12 horas del 15 de enero, confirmando que durante este tiempo las actividades estarán quietas.

 “La fecha en la que se realizará la parada coincide con la temporada de vacaciones colectivas y los mantenimientos que se hacen en gran parte de la industria durante las dos primeras semanas del año, lo cual mitiga el impacto por la restricción en el suministro del gas”, explicó.

 

de acuerdo con Ecopetrol, «el mantenimiento de la planta se debe realizar cada 5 años y que para esta oportunidad se espera que genere unas 400 oportunidades de trabajo».

PDVSA Y Ecopetrol

Antes de descartar esta alianza, se necesitan más detalles. Naturalmente hablar de una fusión, de cualquier naturaleza, no tiene ningún sentido. Toca salir antes de ser novios y de ahí al matrimonio hay mucho camino. El actual gobierno corporativo de PDVSA no es garantía frente al riesgo de intromisión estatal en las decisiones de inversión o selección de proveedores. Hay otros mecanismos de asociación que podrían ser beneficiosos para ambas partes. Los actuales proyectos de gas propuestos parecen no ser viables, en el corto plazo, el deterioro de la infraestructura, no permite avanzar. Aun así, las posibilidades de cooperación son evidentes en varios aspectos de la cadena de valor. Lo clave radica en precisar son los detalles.

Aunque la actual producción de petróleo de Colombia es 30% mayor a la de Venezuela, ellos son un Goliat a nuestro David. Venezuela no solo es un miembro fundador y actor fundamental de OPEC, sino que la naturaleza de su crudo definió la política de refinación de EEUU desde los 70s hasta los 00s. Con 77.500 millones de barriles probados de petróleo convencional y 235.000 millones de barriles no convencionales, Venezuela ostenta las mayores reservas petroleras del mundo. Las reservas de Colombia raspando pasan los 2.000 millones de barriles. Sin sanciones, Venezuela podría aumentar su actual producción de 500 miles barriles diarios hasta seis veces ese valor. Ayudar en el renacer del sector de hidrocarburos venezolano, no solo le prestaríamos un favor a un país hermano, sino que el dividendo económico para Colombia sería transformacional, yendo más allá del petróleo.

 

Además de sus vastas reservas, hay pozos disponibles que podrían recuperarse rápidamente. PDVSA podría facilitarlos para que Ecopetrol realice las inversiones y operaciones necesarias. Esto podría garantizar una regalía para PDVSA, permitiéndonos trabajar juntos, pero no revueltos. Nuestra exposición puntual sería el entorno venezolano y la incertidumbre geológica, riegos medidos con una compensación sustancial. Esto, bajo el supuesto de que EEUU levante sus restricciones sino seria muy riesgoso.

Las conversaciones entre la oposición y el gobierno venezolano avanzan, pero fácilmente se pueden descarrilar. La decisión de anular la consulta de la oposición no es alentadora, y la demora en liberar presos estadunidenses tampoco ayuda. Aunque el levantamiento de sanciones anunciado por EEUU abarca al sector de hidrocarburos, el hecho de no levantarse para varios líderes venezolanos, mantiene la parálisis funcional. Si los avances en garantías democráticas persisten, sería excelente que Ecopetrol estuviera de primero en la fila. El contraste de Colombia frente a Venezuela, hace de nuestro país una opción óptima para manejar operaciones binacionales.

No solo tiene el 18% de las reservas mundiales de petróleo, Venezuela también es próspera en gas, oro y otros metales. Si Venezuela recupera su ritmo económico, sería un gran alivio para el sector industrial colombiano. Ante la ausencia de demanda interna en Colombia, la posibilidad de volver a vender productos básicos a Venezuela sería un alivio para los industriales y agricultores colombianos.  Esto, más un marcado aumento en los dividendos de Ecopetrol, hacen que evaluar la posibilidad valga la pena.

Simón Gaviria

El gran y dañino oso de Petro en Dubai

Con una delegación enorme, de 300 personas, y como si fuera una genialidad, en la conferencia 28 del clima en Dubái, Gustavo Petro hizo el ridículo al atreverse a decir: “Colombia ha dejado de firmar contratos de exploración de carbón, petróleo y gas”. Y es un oso porque ese es un evento con gente informada, que sabe que así Petro condena a Colombia a quedarse sin su producción y exportaciones de hidrocarburos, irremplazables para la economía nacional, la obliga a importarlos a costos bastante más altos para el país y en nada modifica el problema del cambio climático global ni agiliza la transición energética.

Para empeorar su discurso bufo de falso ambientalismo, lo dijo poco después de anunciar que promoverá acuerdos con el gobierno de Venezuela para que Ecopetrol explote petróleo y gas en ese país y los importe a Colombia –a costos mayores que los nacionales–, con lo que confesó que sí hay riesgo de quedarnos sin hidrocarburos, pues las reservas probadas apenas si alcanzan para unos siete años. “El gas y el petróleo de Venezuela son buenos y los de Colombia son malos”, es lo que en la práctica dice. Ni que fuera venezolano. Su ridículo nacional e internacional se agiganta porque se sabe que el aporte de Colombia a los gases del cambio climático en el mundo es pequeñísimo, de menos del 0,6 por ciento, y que el CO2 por consumo interno de petróleo, gas y carbón es menor al 0,2 por ciento del global.

 

Si Petro no contara con tanta alcahuetería en Colombia, no se habría atrevido a hacer el papelón que hizo en Dubái. Porque allá, por cortesía diplomática, el disparate no se menciona y aquí suele presentarse suavizado.

Sociedad para qué

Amylkar D. Acosta M

“Hemos planteado aquí un principio de verdadera integración energética entre los dos países. Se puede ampliar a Panamá, a Ecuador, a Brasil. Sin temor, vamos a dar los pasos de una verdadera integración energética entre los dos países. De doble vía, porque construiremos proyectos de energías limpias, en los que el norte de Colombia puede ser abundante para transmitir energía eléctrica hacia el occidente de Venezuela, y traeremos de Venezuela energías que aún subsisten para tratar de mantener las deficiencias que puede haber en Colombia. Materias primas para hacer más barata la gasolina colombiana, y materias primas para sustentar aún la transición hacia las energías limpias a través del gas.

 

Es muy probable que Ecopetrol se vuelva socia de PDVSA en la explotación de campos de gas en Venezuela y de campos de petróleo. Así se va a asegurar en ambas vías, energía eléctrica hacia Venezuela, materias primas fósiles hacia Colombia, quizás pasando por Cali hacia Asia, la seguridad energética de estos dos países, resguardándonos de cualquier tipo de agudización de la crisis climática y transitando hacia lo que debe ser un país, dos países con economías descarbonizadas.

Es una integración real, así comenzó la Unión Europea, integrando carbón, ahora ellos tienen que integrar energías limpias, nosotros ya podemos comenzar por allí. Desde La Guajira hasta Maracaibo, limpiando las aguas de los ríos de Colombia que van hacia el Lago de Maracaibo y lo están acabando; trayendo también aguas de Venezuela, trayendo energías de Venezuela y llevando energías de Colombia hacia Venezuela.Una integración energética que en mi opinión va a ser histórica y fundamental para el desarrollo y la prosperidad de los dos pueblos”.

Apartes de la Declaración de Caracas. Noviembre, 18 de 2023

Dándole alcance a mi primera reacción frente a la probabilidad de que ECOPETROL se vuelva socia de PDVSA “en la explotación de campos de gas de Venezuela y de campos de petróleo”, me permito hacer las siguientes precisiones, como un aporte al discernimiento sobre su viabilidad y alcance de cara a un aspecto tan sensible como es el que hace relación a la seguridad y a la soberanía energética del país.

Lo primero que tenemos que decir es que celebramos la reanudación de las relaciones entre Colombia y Venezuela después de su ruptura el 23 de febrero de 2019, lo cual repercutió en una caída dramática de las exportaciones de Colombia hacia el hermano país y viceversa. Son dos países unidos por la historia y su destino, integrantes ambos de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), que tuvo su origen en la Carta de Bogotá, base del Acuerdo de Cartagena, que le dio vida a este proceso de integración, hoy truncado, liderado por Colombia.

En este contexto cobra importancia la integración energética entre los dos países y ese es el espíritu de esta declaración. Hoy Colombia no cuenta con excedentes de

electricidad para venderle a Venezuela, pero a futuro, cuando entren en operación los parques eólicos en La Guajira, habría la posibilidad de hacerlo, para lo cual se requiere rehabilitar la abandonada línea de interconexión entre la Subestación de Cuestecitas en La Guajira y la Subestación Raúl Leoni en el Estado Zulia (Venezuela), lo cual permitirá “transmitir energía eléctrica hacia el occidente de Venezuela”.

En cuanto a los hidrocarburos, como es bien sabido Venezuela, en contraste con Colombia, que sólo cuenta con 2.074 millones de barriles y una correlación de reservas/producción de 7.5 años y 2.8 TPC de gas y una correlación de reservas/producción de 7.2 años, posee las mayores reservas de petróleo del mundo con 302.810 millones de crudo y 197.1 TPC, ocupando el octavo lugar en el mundo por el volumen de sus reservas. Pese a ello, debido a su desastrada política petrolera de las últimas dos décadas, pasó de producir más de 4 millones de barriles de crudo al día a los 810.000 que produce actualmente.

La situación de la estatal petrolera PDVSA se ha visto agravada por las sanciones decretadas por el gobierno de EEUU a Venezuela, pues al estar incluida en la lista Clinton ello limita su operación comercial y de contera, la deuda que ha venido contrayendo el Gobierno de Maduro con China se paga con petróleo, lo cual reduce ostensiblemente su flujo de caja, lo cual limita sus inversiones y su operación.

No obstante, el Presidente Biden levantó y flexibilizó temporalmente dichas sanciones en respuesta e incentivo a un acuerdo alcanzado entre el Gobierno y la oposición para la realización de elecciones democráticas en Venezuela en el 2024. Ello ha dado lugar a una apertura para la inversión extranjera en el sector de los hidrocarburos que está ávido de su reactivación, lo cual ha llevado a varias empresas petroleras, destacándose entre ellas la estadounidense Chevron, a aprestarse a volver a Venezuela y de paso le da un aire a PDVSA, que sale de la lista Clinton, como ya salió la empresa Monómeros.

En este contexto, reitero que Colombia y particularmente ECOPETROL tienen en esta apertura una ventana de oportunidad que no se debe descartar hacia el futuro, así como nunca he estado de acuerdo con el empecinamiento del Gobierno de Petro en descartar la firma de nuevos contratos de exploración y explotación en Colombia. Para volverse socia de PDVSA ECOPETROL deberá firmar un contrato vinculante para las partes, ello resulta incoherente con la posición de no firmar nuevos contratos aquí mientras se estaría dispuesto a firmarlo allá. Cabe preguntarse por qué sería bueno firmarlo allá y malo firmarlos aquí.

Es la misma contradicción que se presenta con respecto a la utilización de la técnica del fracking para la explotación de yacimientos no convencionales (YNC) en roca generadora. Mientras la Ministra de ambiente y desarrollo sostenible

(MADS) Susana Muhamad radicó el proyecto de ley que cursa en el Congreso de la República que propone prohibir el uso de esa técnica en Colombia, hoy por hoy el mejor negocio de ECOPETROL es su sociedad con la multinacional OXY desde 2019 en la cuenca del Permian en EEUU, en donde alcanzaron en el mes de junio de este año una producción record de 100.000 barriles/día, de los cuales 62.000 barriles le corresponden a ECOPETROL. Y ello ha sido posible gracias a la utilización de la técnica del fracking. No puede ser que utilizar esa técnica allá sea bueno, pero utilizarla en Colombia para ampliar la frontera de las reservas de crudo y gas en el país se torne funesto e inadmisible.

Finalmente, de asociarse ECOPETROL con PDVSA, ello no se debería darse en detrimento de la inversión de la estatal petrolera colombiana en el que debe ser el core de su negocio, que es la exploración, explotación y refinación de hidrocarburos en el país, que debe seguir siendo su primera prioridad. Huelga decir que dado los precedentes de incumplimiento de sus compromisos para con Colombia por parte de Venezuela, como ocurrió con la entrega de gas natural a través del desastrado Gasoducto gasoducto Transcaribeño Antonio Ricaute, en reciprocidad con el que le entregó nuestro país, en este caso hay que ser precavidos y cautelosos.

Como lo anunció recientemente el Presidente de ECOPETROL Ricardo Roa se debe “mantener unos niveles de inversión entre US $5.600 y US $6.500 millones al año en este plan que desarrolla con las instancias de decisión”, esto es, su Junta directiva. Y recalcó que “este plan de inversión, como se ha anunciado a los inversionistas y al mercado se va a mantener firme”. Por lo demás, la Estrategia 2040, que es la Hoja de ruta de ECOPETROL, fue ratificada recientemente por sus directivas.

Es claro que esta “integración entre los dos países”, como lo dice la declaración in comento, “se puede ampliar a Panamá, a Ecuador, a Brasil”, enhorabuena. Es la propia Constitución Política que nos rige la que consagra en su artículo 227 que “el Estado promoverá la integración económica, social y política con las demás naciones y especialmente con los países de América Latina y del Caribe”. Eso sí, dicha “integración energética” no debe poner en riesgo la seguridad energética y mucho menos la soberanía energética, Colombia debe tener en ella un respaldo para nuestro sector energético, más no depender de ella!

Bogotá, noviembre 20 de 2023

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