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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Edgar Martínez

¿Jefe de Estado o revolucionario?

Supone uno, como cualquier ciudadano de a pie, que tras haber entregado toda su vida siendo funcionario público, el político maximizará su proyecto de vida conquistando el cargo de jefe de estado, jefe de gobierno o presidente, en el caso de Colombia liderazgo nada sencillo porque son marcados los extremos ideológicos, una oposición señalada de radical extrema derecha y un puñado de responsabilidades alineadas con una formación íntegra, culta e inteligente, para estar a la altura de tan honroso e histórico menester en el orden nacional e internacional

En esa ordenanza de ideas, nuestro jefe de Estado, Gustavo Petro, tuvo la fortuna política de ser generosamente indultado por la democracia colombiana, lo que le permitió convertirse luego en Personero, concejal, funcionario diplomático, representante a la Cámara, Senador, alcalde de Bogotá y presidente, una larga y destacada carrera pública ajustada en la izquierda ‘pura’, definida por criticar sin sonrojarse las formas y los fondos de cómo funciona el sistema y sus tradicionales gobernantes. En resumen, viviendo del Estado en su máxima expresión.

Ese mismísimo Jefe De Gobierno adquirió el poder venciendo a varias administraciones de derecha y partidos tradicionales -liberales, conservadores y sus compinches politiqueros-, no obstante, durante sus casi 18 meses de mandato sigue aumentando su arraigo a sus posturas dogmáticas, eso sí, siempre lanzando epítetos, incluso con palabras de ‘fuerte calibre’ a quienes le critican sus cuestionadas decisiones o están en contra de sus drásticas reformas a salud, pensional, laboral y presionando tácitamente la elección de la entrante Fiscal. La verdad es un dirigente poco cercano a escuchar y aceptar propuestas, dicen sus más cercanos. El ego es cosa sería en él, también sentencian en los pasillos de la Casa de Nariño.

El Presidente viene siendo criticado sistemáticamente. Pero es que en una democracia participativa es necesario generar discusiones en favor o en contra de cualquier determinación venga de donde venga. En esencia porque sentimos un sabor agridulce, incierto y caótico del futuro de Colombia y los colombianos. Un máximo dirigente como Gustavo Petro debe estar a la altura de su cargo: “debe actuar como centro de poder para la solución de los conflictos institucionales. No irrespeta la autonomía de funciones ni la asignación de competencias, el hecho de que el Presidente de la República intervenga en las discusiones que se presentan entre diferentes órganos y funcionarios, sobre asuntos que causan cuestionamientos a la institucionalidad. Entre Contralora y Auditora. Entre Fiscal y Procurador. Entre Altas Cortes”, dice Luis Fernando Álvarez, en el periódico El Colombiano.

El Presidente en su calidad de Jefe de Gobierno y Suprema Autoridad Administrativa debe ir más allá y comportarse con grandes ínfulas de estadista en el sentido supremo de la palabra. Como diría, José Ortega y Gasset, en su ensayo El espíritu de la letra. Mirabeau o el político. “Un #Estadista se define como el político que se coloca por encima de las divisiones partidistas, que se concentra en la búsqueda del bien común y logra imprimirle un giro constructivo al destino de la Nación”. La verdad esta definición está bastante alejada de la realidad política vivida en el país y las constantes acciones comunicacionales emanadas por parte de Gustavo Petro y su equipo de gobierno.

En esa línea, en nada le queda bien a un primer mandatario que busca la “Paz Total” y obtener un “Premio Nobel de Paz” “(…) actuar sin racionalidad, sin criterios técnicos, con mezquindad, que promueve la división entre sus ciudadanos, rechaza el disenso, la oposición, la libertad de prensa, ataca las instituciones y menoscaba la constitución y la ley (…)”, dice María Andrea Nieto en una de sus columnas en (@RevistaSemana). De hecho, Gustavo Petro, en una de sus calenturas digitales en la red X (Twitter) procedió a enviar un mensaje de emergencia, que tradujo a francés, italiano, inglés y árabe. Esta última travesura poliglota, incluso, le salió desacertada puesto que se divulgó en las redes con los errores propios del traductor de #Google. De verdad, que oso tan peludo ante la comunidad regional y mundial. 

Reflexionar por estos días de cuaresma sería una de las acciones estratégicas para el Presidente ya que los “vientos de buena mar” parecen estar lejanos ante un panorama político por divisiones extremas siempre en “cuidados intensivos”, meditar en aras de buscar consensos con la institucionalidad y empresarios para alejarlos de la desconfianza contra el gobierno, recapacitar en sus acercamientos con todos los grupos violentos autores del aumento del índice de criminalidad en todo el territorio y cavilar por dejar ser un líder político con altas métricas y tendencias en las redes sociales por medio de convocatorias a las revoluciones -innovadoras y transformadoras del sistema-  a través de movilizaciones populares, marchas y plantones, que se asemejan más a un llamado revolucionario por parte de un ex subversivo de las tantas guerrillas legendarias de nuestra irrespetada Colombia. Señor, jefe de Estado, ¡salve usted la Patria!

#Parzival: ¿Será Qué Los funcionarios Del Gobierno, Gustavo Petro (@petrogustavo) Van A Meditar En Esta #Cuaresma Sobre Sus “Metidas De Pata” A La Hora De Tomar Decisiones?

Los históricos males del político criollo

Llevamos décadas escuchando y leyendo sobre clientelismo, nepotismo, corrupción y burocracia, términos históricamente relacionados con nuestra impúdica clase política. De hecho, traté de ubicarlos en un ranking personal, pero me fue imposible ante la oleada cotidiana de hechos delictivos por parte de cualquier funcionario público, nuestros gobernantes, sus familiares o sus amigos más cercanos. Estos últimos “untados” de nombramientos en cargos estatales y aceptación de contratos millonarios. Así funciona Colombia desde la más alta y baja esfera de nuestra sociedad pública y privada.

Amigo lector, lamentablemente en poco o nada van a cambiar las cosas porque el tan anhelado cambio en los fondos y las formas de hacer política pareciera nunca van a cambiar. Ni el mismísimo gobierno de izquierda reinante pareciera nublará las fechorías de los presidentes de la opositora derecha y sí que menos de los liberales o los conservadores, en otrora tiempo dueños sectarios del poder y del país electoral. La realidad, por estos días, nuestra golpeada patria, nos muestra un clima de labor gubernamental más “caliente” que las altas temperaturas en algunas regiones como consecuencia del tal Fenómeno del Niño.

Los colombianos eligieron –según, la Registraduría Nacional, con 11’281.013 votos- al líder de la izquierda radical, Gustavo Petro, ilusionados con el proyecto enfocado en acabar con las guerras territoriales, el desorden público reinante, las necesidades básicas insatisfechas, la desigualdad, la falta de oportunidades para “todas y todos”, el clientelismo, el nepotismo, la corrupción y la burocracia, entre otros grandes temas con autorías históricas de los denominados políticos tradicionales, pero demasiado cercanos a los más débiles, a los más pobres, a la clase obrera…Como dice el aforismo latino y citado por Froilán Casas, Obispo emérito de Neiva: “Stultorum inifinitus est numerus”: ‘Es infinito el número de idiotas’.

¿Idiotas? No les fato al respeto, ni más faltaba. Es simplemente que las embarradas en los que están envueltos algunos familiares y personas cercanas “salpican” la vida y obra política del mandatario colombiano propiciando un fuerte clima de desconfianza entre sus más fieles seguidores y los que estamos en desacuerdo con su línea ideológica y su forma de gobernar. Por una parte, “Nicolás Petro, exdiputado regional, aceptó sobornos provenientes de un ex narcotraficante y el hijo de un empresario presuntamente vinculado a grupos paramilitares, todo a cambio de favores políticos. La duda radica en si estos dineros impulsaron de alguna manera a Gustavo Petro en la carrera por la Presidencia de la República”, reseña el reconocido medio internacional The Economist.

Por otra parte, “la primera dama de la Nación, Verónica Alcocer. En el ojo del huracán por las revelaciones de ‘La Silla Vacía’ sobre la costosa comitiva que la acompaña a todas partes y que viaja con ella a todos sus destinos internacionales: maquillador, vestuarista, fotógrafo, asesora de imagen y una mejor amiga. Séquito de asesores de imagen que le ha valido al erario público más de mil millones de pesos en año y medio —250.000 dólares— con sueldos mensuales que superan, en promedio, a los de un ministro y que son pagados por tres oficinas públicas distintas (…)”.

Renuncias sorpresivas de ministros, nombramientos diplomáticos sin la experiencia idónea, creación de un ministerio para pagar favores políticos, contratos de grandes cantidades de dinero sin justificación, la gobernanza y pelea hasta con la sombra del propio Petro por redes sociales y la pérdida de la organización de los Juegos Panamericanos, son algunos de los escándalos mediatizados y comprobados que tienen al Gobierno en vilo. Él y sus funcionarios se deben poner el overol, programar gestas reales de austeridad, dejar las broncas dogmáticas, deponer su odio contra los medios de comunicación y parte del periodismo y propiciar confianza hacia las instituciones y el empresariado en aras de hacer crecer económicamente a Colombia y los colombianos.

Señores funcionarios públicos y gobernantes de una crisis se sale victorioso poniendo la cara, diciendo la verdad y generando un plan con acciones estratégicas viables para mitigar esos incendios ocasionales. En esa línea, la “cosa política criolla” debe ser honesta dejando a un lado las contraprestaciones económicas, renunciando a la búsqueda frecuente del poder político, mitigando el deseo de figuración y acabando de tajo con la solidaridad familiar y partidaria con los dineros estatales. Es decir, dejando esos vicios cancerígenos ancestrales que son propios de la clase dirigente de “cuello blanco” criolla.

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¿Votaría por Claudia López para presidenta?

“Año nuevo, vida nueva”, clama el refrán decembrino. Yo diría año nuevo, alcalde nuevo para #Bogotá y los #Bogotanos. Esto porque desde el primero de enero de 2024 los capitalinos recibiremos nuestro regalo de feliz año con una nueva administración, en cabeza de Carlos Fernando Galán, un internacionalista, periodista, gestor público, político de apellido caudillista y líder del partido de centro Nuevo Liberalismo. Como siempre la “cosa política” pan nuestro de cada día.

Galán tendrá muchos editoriales en medios tradicionales y digitales desde el momento en que arranque su gobierno. Que inicie su trabajo sin presiones. La teoría dice que en sus primeros 100 días de mandato tendrá el rigor de ser evaluado para percibir cómo sigue funcionando esta maltratada, caótica e insegura ciudad, que en esencia queda en un completo desorden, en gran parte, por la saliente alcaldesa, Claudia López. Por esto último, cientos de ciudadanos y generadores de opinión aseguraron desde tiempo atrás cuándo se acabará esta “horrible noche”, o mejor, esta horrible administración.

Y es que en mi categoría de ciudadano tengo la obligación de opinar sobre cómo observé someramente durante cuatro años las acciones administrativas y discursivas de la primera mujer alcalde y abiertamente declarada lesbiana. Esto último, la verdad, nada me interesa. En primer lugar, se dedicó en sus últimos días de mandato a entregar resultados en entrevistas a medios masivos y en las redes sociales de (@Bogota). Por ejemplo, en (@CaracolRadio) ella, como buena política de la línea populista centró su discurso en: “…la obra del metro de Bogotá está en un 27% de ejecución. Además, aclaró que defendió la obra en todo su mandato…”.

Aclaremos que la necesidad de no solo una sino varias líneas de este sistema de transporte, según expertos, son de extrema urgencia para mejorar la movilidad de millones de capitalinos. Desde 1940 se viene tejiendo la idea hasta que por fin pareciera se hará realidad una primera fase. Primera fase que se convirtió en el “caballito de batalla” y eje programático de los últimos aspirantes a ser alcaldes e incluso del actual mandatario de los colombianos, Gustavo Petro, para poner un candidato de su línea ideológica, Gustavo Bolívar. Siempre el interés de llegar al poder y las verdaderas necesidades del pueblo a un carajo.

Seguramente, la saliente alcaldesa deja otras obras de infraestructura de importancia para la ciudad y los ciudadanos en ejecución. Eso lo recalcó en su último mes de mandato en sus apariciones mediáticas como estratégicamente lo hacen todos los gobernantes cuando van de salida. Pero esos mismos mandatarios deben entender que su tarea es velar por las necesidades de la gente; para eso buscan por todos los medios ser elegidos, para eso en ejercicio deben hacerlo con responsabilidad y para eso cuando terminen su gobernanza deben entender que sus decisiones son respaldadas con los votos e impuestos de cada persona. Pónganse serios!

En segundo lugar, el lenguaje verbal de Claudia López siempre acaparó la atención de la prensa tradicional y digital. “La alcaldesa le salió al paso a críticas sobre su gestión con frases desafortunadas: quedan en la memoria de los bogotanos que cuando la criticaron por la restricción de movilidad vehicular Pico y Placa y respondió «Venda el carro sumercé», por lo que después salió a pedir disculpas. Y cuando una mujer la interpeló en la calle para hacerle un reclamo y su respuesta fue: «Trabaje juiciosa, sumercé», un momento que se viralizó y recibió críticas”, dice un artículo en (@CNNEE).

En esa línea, (@RevistaSemana) escribe: “Si Luis Carlos Galán y Rodrigo Lara vieran la calaña de candidatos y prácticas a las que sus hijos le lavan la cara, morirían de tristeza”. También dijo: “Cambio Radical trafica votos por casas, puestos y contratos mientras Galán y Lara sirven de lavaperros”. Resumiendo, “Si hay una característica que define a Claudia López, la saliente alcaldesa de Bogotá, es la incoherencia política. La mandataria siempre estuvo navegando al vaivén de su conveniencia, y no propiamente al de los intereses de la ciudad. Un día pensaba una cosa y, días después, todo lo opuesto”, Recalca Revista Semana.

“En menos que cante un gallo”, la primera mujer alcaldesa gay de Bogotá será noticia porque anunciará con bombos y platillos su nuevo proyecto político para ser la “primera dama de hierro criolla” o presidenta. Su legado para bien o mal en la capital debe dejar en las mentes, ya no de los bogotanos sino de los colombianos un antecedente para empezar a capitalizarla en tan alto menester administrativo. “…indiscutiblemente, emprende su carrera hacia una candidatura presidencial en 2026. Aunque pondrá en marcha una estrategia para verse como le convenga ante el electorado, la gente ya sabe cómo es ella realmente. Si le toca, es de izquierda y petrista. Y si le toca, también se puede vestir de derecha y ser antipetrista.

Una prueba de su incoherencia en la política”, (@RevistaSemana).

Entre tanto, (@CarlosFGalan) ¡Ahora Sí?! Tendrá la gran oportunidad de trabajar con honestidad, compromiso y responsabilidad por la capital y los capitalinos. Temas gruesos como la #Inseguridad, la #Movilidad, las basuras, el desorden urbanístico, entre otros, pero trabajando sobre lo construido y generando acuerdos serios con el concejo, los representantes por Bogotá y el mismísimo presidente. A la vez dejando de pensar en ser presidenciable a cambio de administrar con toda a nuestra amada ciudad. Su futuro político depende de este reto.

#Parvizal, ¿El Presidente Gustavo Petro Dónde Celebra La Fiesta De Año Nuevo En La Fría Casa De Nariño O En Su Mansión Familiar ?

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(@PrensaArameoSAS)

Es Asesor, Estratega, Periodista, Reportero, Redactor Y Especialista En Diversas Formas De Comunicar

SIMO Y ANDI, otras plataformas para reactivar el trabajo

Por: Edgar Martínez Méndez
Conseguir trabajo es complejo en Colombia, según el último reporte del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), la tasa de desempleo cayó a 9,2%, con 2,34 millones de personas desocupadas en el territorio nacional. No obstante, cada día son más las organizaciones privadas y estatales, que con sus estrategias y herramientas digitales se preocupan por generar expectativas laborales en todas las áreas, para todos los perfiles, con o sin experiencia y con cualquier grado de educación.

Podría estar herrado en el sentido de posicionar a Computrabajo y El Empleo.com como pioneros en las luchas tecnológicas de realizar una juiciosa divulgación de ofertas por medio de sus plataformas y una relevante responsabilidad de marketing digital. Esto porque el aspirante debe realizar si o si una previa inscripción en las que exigen fotos recientes, datos personales, estudios, experiencia laboral, idiomas y otros requisitos para que el ofertante obtenga una información confiable y eficaz a la hora de adelantar el proceso de selección.

Observo como esos dos ejemplos despertaron el interés de otras marcas para ayudar en cierta medida a bajar los índices de desocupados y encarrilar a muchos colombianos en una vacante, una loable tarea por el bien de miles de personas, familias y el país. No quiero dejar pasar por alto este importante tema ad portas de culminar un año complejo para la economía criolla porque recientemente observe en las redes sociales la iniciativa del portal, Más Empleo-ANDI, “una plataforma digital que une el talento de las personas con las oportunidades que ofrecen las empresas, que son la principal fuente de empleo formal y de calidad en nuestro país”, publica la web: https://masempleoandi.com.co/. De Verdad, excelente por la empresa privada y los empresarios.

En esa misma línea están las entidades del gobierno. Por ejemplo, la Comisión Nacional del Servicio Civil (CNSC), que a través de su estrategia digital, Sistema de apoyo para la Igualdad, el Mérito y la Oportunidad (SIMO), “hace coincidir las habilidades y la experiencia de los aspirantes con las demandas específicas de los puestos de trabajo. (SIMO) es esa pieza clave que conecta los engranajes del mérito y la oportunidad a través de un diseño intuitivo y accesible, permite a los usuarios participar en procesos de selección de manera transparente y eficiente”, dice el sitio https://simo.cnsc.gov.co/.

Esa herramienta tiene colgado en su página 2374 ofertas de empleos de carrera en toda Colombia. En esencia cuatro asesores, 1729 profesionales, 264 técnicos y 93 asistenciales. El portal no solo automatiza, sino que también fortalece la confianza en el sistema. La transparencia en cada fase del proceso construye un puente de confianza entre la (CNSC), los aspirantes, las entidades, y la sociedad en general. En conclusión, a trabajar se dijo!

Presidente, Más Confianza, Menos Incertidumbre

Por: Edgar Martínez Méndez

Un seguimiento a las apariciones de alto impacto mediático del presidente Gustavo Petro en los últimos días son: reunión con la presencia de ‘algunos cacaos’ del empresariado criollo, invitación a departir tinto con ex presidente de la férrea oposición, inauguración del congreso de infraestructura mediatizado por aplausos falsos o verdaderos, artículo de prensa del diario británico (@FinancialTimes), en el que critica la ‘paz total’ y destaca aumento de la violencia por parte de los grupos ilegales y otro ex presiente, “le sacó un ‘memorial de agravios’ a Petro tras 15 meses en el poder”, (@elespectador).

Sin duda alguna son temas de agenda editorial de primer orden para medios de comunicación, esos mismos diariamente criticados por el Presidente en la red social X, antes Twitter, pero generadores óptimos de resultados para ser tendencia digital -arma estratégica para generar opinión pública- y puntos en las encuestas para ganar índices de popularidad o rechazo, como viene sucediendo en los escenarios de presencia masiva donde el grito “fuera Petro” toma cada vez fuerza. Siendo honestos con los consumidores de prensa un día televisión, radio, impresos y digitales encumbran o acaban con la imagen de una figura pública o cualquier parroquiano de a pie.

Y en ese preciso reclamo de “fuera Petro” es donde quiero centrar mi opinión más allá de los loables intentos por parte del gobierno de buscar acercamientos y un ambiente de dialogo, concertación y acuerdos, tarea bastante compleja con un mandatario ciertamente díscolo para escuchar y negociar con sus opositores de ultra derecha, políticos tradicionales o dueños del estamento, como reza Gustavo Petro en sus discursos análogos y digitales. De verdad es hora de concretar acciones estratégicas a corto plazo en aras de mejorar este caótico ambiente político, eso sí, empezando por moderar el “tono” del mismísimo mandatario con sus más acérrimos detractores y fidelizando a sus más cercanos en línea ideológica. Que todo sea por la causa colombiana.

Retomando esos recientes encuentros con aroma de “paz total” para hacer el esfuerzo de sacar del atasco a Colombia y los colombianos uno de los noticieros matutinos en radio posicionó durante la semana pasada en las redes sociales un hashtag (#ConfianzaEs), con el ánimo de medir la percepción de sus oyentes y seguidores sobre el termino CONFIANZA – esperanza firme que una persona tiene en que algo suceda, sea o funcione de una forma determinada, o en que otra persona actúe como ella desea-.

Tratando de desglosar desde una mirada ciudadana del común y corriente el significado de esa honorable y respetable palabra, tomado de Oxford Languages, el principal líder político de nosotros los cafeteros debe copiar ese clamor de millones esperanzados en sentir que suceda un verdadero cambio sin tintes politiqueros, populista, egocentristas y fundamentalistas porque en esencia la economía, o mejor, el bolsillo de cada colombiano del estrato cero hasta el tres esta hasta el cuello y literalmente amordazado para cubrir sus necesidades básicas. Los que votaron por Gustavo Petro y los que no, desean a su líder metiendo las manos a la candela por la clase obrera, por la clase trabajadora, por los más débiles, como sugiere la doctrina de izquierda, comunista o socialista.

Ciertamente, “tras meses de agresivos ataques a la empresa privada en los que maltrató a banqueros, concesionarios de obras, industriales, comerciantes, medios de comunicación y empresas de salud y de servicios públicos”, como destaca en su columna de (@ELTIEMPO), Mauricio Vargas. Entonces, creo, el ejecutivo debe transformar sus “metidas de pata” y centrar sus esfuerzos para generar total confianza entre todos actores económicos, sociales, culturales y políticos porque estamos ad portas de una catástrofe sin precedentes, que en esencia está empezando por seguir carcomiendo a esos millones de pobres para matizarlos en poco tiempo en pobreza extrema -sin recursos que permitan satisfacer al menos las necesidades básicas de alimentación- y entrando a destruir las finanzas a quienes le apuntaron y apuntan a seguir apostándole a la histórica Colombia del siempre para adelante. El tiempo nos dará la razón.

Presidente, Gustavo Petro, la gente, el pueblo, los electores están exigiendo a grito entero en las calles, en los estadios de fútbol, en los conciertos de ricos y pobres, en los escenarios de presencia masiva y en las #RedesSociales el #FueraPetro!. No. La estrategia es por otro lado. Usted debe acabar con la incertidumbre en todos los ámbitos de nuestra sociedad, no solo invitando a Álvaro Uribe a tomar tinto o leyendo en su #Twitter las fuertes palabras del ex presidente, Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) sobre su accionar frente a los procesos de paz con las guerrillas. Usted deje de pensar en aplausos y tendencias en redes sociales. Usted deje de pelar con sus opositores. Usted acabe esa manía de meterse en la gobernabilidad internacional. Póngase manos a la obra y amárrese los pantalones para que gobierne como Dios y Patria le exigen.

#MásConfianza #MenosIncertidumbre.

Parzival: ¿Será posible un “descache” de quienes consignan la nómina a los funcionarios públicos para quienes tienen afujías financieras ad portas de un diciembre sin alegría?

Edgar Martínez Méndez

(@PrensaArameoSAS)

Es Asesor, Estratega, Periodista, Reportero, Redactor Y Especialista En Diversas Formas De Comunicar.

Una columna de opinión, no una carta

Durante los últimos días se volvió viral en redes sociales una columna-carta de la periodista, María Jimena Duzan (@MJDuzan), al presidente, Gustavo Petro en la que palabras más, palabras menos, le recomienda diplomáticamente acepte su presunta adicción a sustancias alucinógenas y tome ‘cartas’ en el asunto por el bien de su liderazgo nacional.

En esa línea, Ernesto Cortes Fierro (@ernestocortes28), Editor General de EL Tiempo, en letras apasionadas y en exceso descriptivas, le redactó una correspondencia digital al futuro administrador de la capital clamando por un “alcalde que se la juegue a fondo por Bogotá” y que en esencia nos saque de la desorganización en la que se encuentra la metrópoli de todas y todos los colombianos.

Las cartas, correspondencias, esquelas o epístolas tienen un antecedente memorable especialmente para las ‘viejas generaciones’ porque se convirtieron en el único e íntimo canal comunicacional para describir en letras y párrafos arraigados sentimientos dirigidos a un ser querido o cercano, e incluso, para dejar en evidencia momentos catastróficos de muchas vidas. Ahora, o mejor, en estos dinámicos escenarios digitales son una herramienta estratégica para llamar la atención a famosos o líderes políticos en busca de respuestas a cientos de problemas sociales contra una persona o un nicho en particular.

Esta moda tecnológica tomó fuerza entre el ciudadano de a pie, los generadores de opinión y políticos -en los dos últimos para sacarse los ‘cueros al sol’ o para advertir futuros accionares administrativos o electorales-.

Siendo honestos todo lo anterior es válido en aras de la libre expresión. Todos tenemos derecho a exigir a las figuras públicas elegidas en las urnas resultados urgentes ante las extremas situaciones vividas en un país cada vez más incierto, más dividido, más corrupto, más clientelista, más burocrático, más alejado de la realidad de millones de nacionales –hambre, pobreza, desempleo, oportunidades-. No necesito citar cifras, estudios, datos o historias humanas. Cada colombiano en su interior y sus diarias realidades siente cómo vamos. Cada uno saca sus propias conclusiones porque la verdad, no somos idiotas como se cree en las altas esferas de la ‘cosa política criolla’.

Mi sensación infiere que a un presidente se le debe exigir desde su estatus como funcionario público de primer orden, teniendo presente a esos millones de electores alineados con su ideología y causa programática, pero también a responder por los clamores del resto de colombianos siempre atentos a políticas públicas coherentes con sus realidades económicas, sociales, culturales y políticas. Ese es su deber Constitucional. A un carajo los demonios internos del presidente Gustavo Petro. Si es alcohólico es su problema. Si es dependiente de sustancias prohibidas es su problema. Si tiene problemas psicológicos es su problema. Si se cree líder mundial es su problema. Si fue ex guerrillero es su problema. Él quería ser primer mandatario y se le dio la oportunidad. Su juramento y credencial de primer mandatario esta en cumplir con Dios y con la patria. El Tiempo, la historia, estoy seguro, le pasaran factura.

Igualmente, Bogotá y los bogotanos tenemos prácticamente el mismo dilema. Tener que rogar vía correspondencia digital para que la alcaldesa -en funciones hasta este 31 de diciembre- y el alcalde -electo- tengan la gallardía, el coraje, los pantalones, la seriedad, la honradez y la disposición de generar confianza en aras de sacar adelante a una ciudad en un atasco monumental en todos los frentes de desarrollo, seguridad, movilidad y oportunidades. Acabemos con cifras de percepción y encuestas de favorabilidad. Se necesita un verdadero líder comprometido desde ya con la ciudad y los ciudadanos. Ojalá, Carlos Fernando Galán haga respetar y enaltecer aún más el apellido de su padre con una administración ejemplar en función de quienes le eligieron y de quienes esperamos resultados a corto y mediano plazo y menos ruido en los medios de comunicación tras enfrentamientos con el presidente.

Señor empleado público y futuro gobernante, les advierto que nunca enviaré una carta digital para recordarles sus compromisos locales, regionales y nacionales. Ustedes tienen más poder, más seguidores en redes sociales, más equipos de trabajo y más herramientas para sacar al país y sus territorios adelante. Ustedes desde el mismísimo momento de optar por ser líderes políticos conocían de sus responsabilidades. Es hora de gobernar por la gente y para la gente. Como diría, Juan Lozano (@JuanLozano_R) en su última columna: “Con estos elementos sobre la mesa debemos pedirles, respetuosa pero enérgicamente, a los recién elegidos que se esmeren en gobernar bien, con buenos equipos de trabajo, con directrices claras, con amor por la base popular, con cercanía a la gente y de cara a la ciudadanía. Debemos recordarles que Petro perdió miles de votos de personas que se sintieron defraudadas tempranamente por su gestión, pero que podrán volver a su cuadrante si los recién elegidos salen con un chorro de babas (…)”.

Parzival: ¿Será que a los ‘angelitos del Eln’, les escribimos una carta de regalo de navidad con mensajes clamorosos para que dejen de secuestrar, asesinar, despojar y violar derechos humanos en Colombia?

Edgar Martínez Méndez (

@PrensaArameoSAS

Es Asesor, Estratega, Periodista, Reportero, Redactor Y Especialista En Diversas Formas De Comunicar.

#Bogotanos, pilas con el poder de su voto

Siendo sincero con mis respetados lectores, les cuento que nunca había hecho tanto seguimiento a quien llegará como huésped de honor durante los próximos cuatro años al Palacio de Liévano, hogar oficial del próximo Alcalde de Bogotá, teniendo en cuenta mis profundas raíces capitalinas, mi sentido de pertenencia por una ciudad triturada en todos los frentes de desarrollo tras intereses populistas y politiqueros y por el verdadero amor a una imponente urbe generadora incansable de mi humilde evolución como ser humano. Votaré sí o sí.

La reflexión viene a colación porque los cachacos -especie en extinción-, rolos –cuando vamos a tierra caliente-, bogotanos -gentilicio para identificarnos con otras regiones, capitalinos -por ser del epicentro de Colombia- o esos miles de nacionales adoptados desde hace años por cosas del destino en @Bogotá, tenemos la histórica responsabilidad de poner una X sobre ese candidato de nuestra predilección, eso sí, con la responsabilidad de realizar análisis un a conciencia, emocional y académico. En esencia, se trata de un compromiso ciudadano, en el sentido de mirar con lupa ese líder comprometido con brindar reales y serias políticas públicas para más de 10 millones de personas. Nada más, ni nada menos.

Por todo eso, la ciudad más importante de Colombia mírese por donde quiera, poco o casi nada requiere de una estrategia de recordación, reconocimiento, posicionamiento o reputación. Eso lo tiene ganado desde el momento histórico (1538) en que fue elevada como la capital de propios y extraños que aun vienen de paso, visitan o se quedan para realizar sus sueños familiares, proponen sus ideas de negocios, diversifican sus pasatiempos, avanzan en sus estudios e incluso llegan a los cargos más poderosos de la vida pública.

De ese estatus debemos sentirnos más que vanidosos los puros “rolos” (producto de padres de otras regiones, pero paridos a más de 2600 metros de altura), en el sentido de valorar los avances, en materia económica, social, cultural, tecnológica, diversa, incluyente, eso sí, sin dejar a un lado las constantes “metidas de patas” de la clase política, que siendo honestos, debieron acelerar sendos proyectos para evitar los atrasos en diferentes frentes evidenciados y vividos a diario por parte del ciudadano de a pie.

Por eso, sería absurdo redactar estas letras sin tener presente la mala situación por la que atraviesa la ciudad, especialmente en temas de inseguridad, movilidad, infraestructura y empleo formal, lo que nos invita a generar un fuerte llamado de atención a los candidatos a la Alcaldía para que en sus ejes programáticos incluyan acciones estratégicas fuertes en aras de recuperar y fortalecer la reputación de la marca Bogotá.

“La reputación que se ha ganado Bogotá no es casualidad y está soportada por años de trabajo en los que la ciudad ha identificado cuáles son sus principales atributos y a partir de ellos ha construido una propuesta de valor sólida que pone a la ciudad por encima de muchos de sus competidores en la región”, destaca Forbes Colombia en una de sus ediciones digitales.
Quererla va más allá de estigmatizarla como herramienta sistemática para un progreso económico, académico o político. Quererla significa darle el valor histórico, cultural, humano y social. Quererla es respetarla por el hecho de brindarnos una suma de productos y servicios alentadores para seguir progresando, muchas veces, en medio de las dificultades propias de una metrópoli cercana a los 10 millones de habitantes y los desaciertos históricos de la clase política y sus intereses particulares.

Esa idea de “coger” la Alcaldía Mayor, el segundo cargo político más importante de Colombia, como trampolín electoral para llegar a la presidencia debe ser congelado de tajo por los aspirantes en las elecciones de octubre porque es el oportuno momento de revitalizar a una ciudad que merece los mejores honores por parte de sus administradores y habitantes de las 20 localidades. Esa es una tarea en equipo ciudadano para revitalizar la marca amarillo y rojo en su bandera.

El nuevo Alcaldesa tiene la loable oportunidad de llegar al Palacio de Liévano con una marca registrada que se viene posicionando hace 485 años. Por ello, sus acciones estratégicas deben estar enmarcadas en políticas públicas cercanas a las necesidades de la población, que van desde mejorar la calidad de vida, pasando por aceptar la inclusión de géneros y diversidad en todos los escenarios sociales y culminando por terminar con urgencia las mega obras de infraestructura. Que todo esto sea por Bogotá y los bogotanos…

Edgar Martínez Méndez

Jugada sucia

Voy a dejar a un lado las citas contextuales de las jugadas sucias en política internacional. Sobran hasta en los países más desarrollados. Siendo más cercano, la ‘cosa política criolla’, nos deja un puñado de acciones estratégicas de la más baja calaña por parte de los más encumbrados líderes, según ellos, asquientos al poder, pero desesperados por meter a la brava a sus más cercanos -línea ideológica o familiar- en los cargos a elecciones regionales, por ser la contienda electoral más cercana -#29DeOctubre- y en las que se juegan gobernaciones, asambleas, alcaldías y juntas administradoras locales, fortín nada despreciable si se trata de un golazo a un liderazgo reelegible o consecuente con su doctrina.

En este sentido, mi interés, siendo honesto con los lectores, está centrado en los variados candidatos y sus destacadas campañas por el segundo cargo político más importante de Colombia como es la Alcaldía de Bogotá. Cargo apetecido por el actual mandatario de los colombianos, Gustavo Petro, quien tácitamente, le hace campaña a su alfil más devoto -infringiendo la normatividad electoral-, el candidato por #PactoHistórico, Gustavo Bolívar, quien palabras más, palabras menos, goza del respaldo del actual gobierno y sus bancadas en el Congreso y Cámara. Un autogol macabro contra candidatos sin trayectoria en ese oscuro mundillo del poder electoral como Juan Daniel (@JDOviedoA) y contra ‘delfines’ pesados como, Carlos Fernando Galán (@CarlosFGalan), quien denuncia al Presidente por su constante participación indebida en campaña.

Que Petro auspicie a Bolívar es obvio. Las alcaldías y las gobernaciones importantes por su demografía y potencial electoral, según las encuestas y analistas políticos seguramente van a volver a manos de los partidos tradicionales, jugada electoral con declinables resultados para los intereses del proyecto del jefe de estado, que a punta de convocatorias en las localidades más pobladas de @Bogotá busca reforzar y posicionar la imagen del candidato de sus entrañas. Lectores recuerden que el fortín politiquero de la izquierda pura en la ciudad capital son los estratos más vulnerables y sus juventudes. Un contragolpe mortal que les dio excelentes réditos en la campaña presidencial.

Diría Sergio Fajardo el “todo vale” para obtener el poder político se convierte en la acción estratégica con marca registrada en la gran mayoría de los funcionarios públicos cotizados sean de derecha, centro izquierda o tradicionales. Nada extraño en un país politiquero hasta los tuétanos. Pero genera asco observar como un mandatario presidencial organiza ad portas de elecciones SEIS convocatorias engalanadas con publicidad visual, tangible y digital destacando las bondades del candidato Bolívar. Las pruebas son expuestas por los medios más serios del país e incluso de los actores cotidianos en las redes sociales. La verdad, una #JugadaSucia que merece observar con lupa por quién vamos a votar a la #Alcaldía. Dónde está la honestidad del mismísimo Gustavo Bolívar, líder político del actual gobierno?

Una de las salidas a esta clase de actuaciones que dejaría, entre comillas, bien parados a los politiqueros la expone en su última columna el ex fiscal, Alfonso Gómez Méndez. “Desde el plebiscito de 1957 está prohibido a los empleados públicos participar en política. En la práctica, desde el presidente para abajo, todos los mandatarios en estas elecciones están interviniendo para impulsar a sus candidatos. Siempre ha sido así. Sería mejor levantar esa prohibición y evitar la farsa”. Farsa que seguirá para enfrentar las elecciones territoriales, que en el caso de Bogotá significa un manjar para visionar una presidencia y afianzar más poder para esas mismas justas.

Siendo honestos voy a dar mi voto por cualquiera de los jugadores en las elecciones menos por el señor, Gustavo Bolívar, porque, además de ser deshonesto, si llega a ser alcalde se dedicará a endiosar a su jefe máximo, a poner en practica todas sus exigencias, a frenar obras como el metro, a gobernar en redes sociales, a pelear con la oposición y a empezar a montar su campaña presidencial tal como sucede con #ClaudiaLópez. Entre tanto, Bogotá y los bogotanos inmersos en el atraso, la inseguridad, la inmovilidad y la urgencia de políticas públicas serias y coherentes para obtener una mejor calidad de vida.

Edgar Martínez Méndez

Es Asesor, Estratega, Periodista, Reportero, Redactor Y Especialista En Diversas Formas De Comunicar

¡#Denuncia! ¿qué pasa con las instalaciones para los funcionarios DEL IDRD?

Por. Edgar Martínez Méndez

Aunque recientemente con “bombos y platillos” se presentó ante los medios de comunicación y la opinión pública el proyecto de la megaobra complejo cultural y deportivo del estadio El Campin por parte de la #AlcaldíaDeBogotá y el Instituto de Recreación y Deporte (#IDRD),  los funcionarios de planta y los contratistas de esta última entidad pegaron “el brinco” por intermedio de su asociación sindical exigiendo también una sede administrativa propia y con todos los estándares de calidad para seguir funcionando en beneficio de la recreación, el deporte, la actividad física y la sostenibilidad de los parques y escenarios capitalinos.

El impacto noticioso fue positivo porque, según la Alcaldesa, #ClaudiaLópez, los capitalinos palabras más, palabras menos, contaremos con un estadio al muy estilo europeo, con tecnología de última punta y en sus alrededores con obras de infraestructura óptimas para suplir las necesidades de ocio esparcimiento, bienestar y salud. Todo pinta muy bien hasta ahí. No obstante, la Asociación Sindical de Empleados Públicos del (SINEP-IDRD), en cabeza de su vocera, Amparo Páez Lizarazo, alertaron en esos mismos días a las autoridades distritales sobre la necesidad de unas locaciones propias para 560 funcionarios de planta y 3.000 contratistas.

La señora Lizarazo argumenta que desde pasadas direcciones del (IDRD), incluida la actual, conocen la urgencia de un inmueble propio y absoluto para la planta de colaboradores, pero la respuesta es negligente e incluso sin una propuesta seria para superar un problema remontado a varios años atrás, que tiene su origen en las actuales oficinas ubicadas en el Centro De Alto Rendimiento, propiedad del Ministerio del Deporte y otorgadas en comodato al ente distrital, situaciones que los ponen en incertidumbre e inestabilidad, teniendo presente que a la fecha se han trasladado varias dependencias a la Plaza de los Artesanos; lugar sin las condiciones físicas, aforo, conectividad, accesibilidad, seguridad, salubridad, capacidad operativa y funcional, entre otros.

La misma advertencia fue hecha en el año 2014 por la concejala, María Fernanda Rojas,  quien explicó que el predio donde funciona el (IDRD) podría quedarse sin sus instalaciones. “Si no se llega a un acuerdo entre el Distrito y la Nación, se verán afectadas funciones y actividades como el #FestivalDeVerano, el más importante del país; programas como la ciclovía, que dentro de su estructura beneficia a 140 instituciones educativas de carácter público y privado, y el programa ‘Promotores de la Ciclovía’, que busca formar a cerca de 2.000 personas en acondicionamiento físico”, aseguró en su momento la cabildante”[1].

El inconformismo sindical (SINEP-IDRD) va más a fondo. Exigen, además, revisar de forma objetiva los contratos de Asociación Público Privada (APP) especialmente en la capital colombiana porque, de acuerdo con ellos, las regalías para Bogotá son mínimas como sucedió  con los acuerdos firmados Salitre Mágico y Mundo Aventura. “Que la ciudad mantenga la administración, vigilancia y control de sus escenarios”, reclama puntualmente, Amparo Páez Lizarazo, quien aclara que este como otros temas que impactan en el talento humano, han sido tratados y clasificados por la actual administración (IDRD) como “asuntos sin importancia”.

Leyendo con cabeza fría la información sobre esta denuncia me queda claro que con el cambio de Alcalde de Bogotá desde enero del año próximo seguramente habrá cambió de director del (IDRD). Esto por cuestiones políticas. En consecuencia, las directivas sindicales tendrán la ardua tarea de seguir insistiendo en aras de conseguir una pronta solución para tratar de concretar diálogos y acuerdos para conseguir a corto, mediano y largo plazo las locaciones aptas para seguir funcionando en equipo con todas las dependencias como venía ocurriendo desde hace más de 44 años en  las instalaciones del Centro de Alto Rendimiento.

A la nueva directriz del  ente distrital se le debe exigir cuál va a ser su liderazgo para concretar con puño y letra los recursos que permitan la construcción de una sede propia o sino qué estrategia tendría a futuro para afrontar esta rutinaria situación. El tiempo nos dará las respuestas. 

Edgar Martínez Méndez Es Asesor, Estratega, Periodista, Reportero, Redactor Y Especialista En Diversas Formas De Comunicar. @PrensaArameoSAS


[1] https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-14885759

Que Honor! Sicarios ‘Made In Colombia’

Cada 15 días trato de trabajar temas fuera del espectáculo noticioso y opto por generar una mirada más alrededor de un tema coyuntural. En esa línea,  un titular de la @RevistaSemana, letras más, letras menos, “#Cali se convirtió en una fábrica de sicarios de exportación”[1], me invita a reflexionar sobre los ‘pelaos’ usados para con frialdad asesinar sin pudor a un semejante por el dinero fácil, salir de la pobreza sin esforzarse, satisfacer una vida opulenta y sus vacíos elementales para ser actores sociales con alentadores proyectos de vida. 

El amarillista titular, los hechos, sus autores y la víctima -candidato a la presidencia de #Ecuador, Fernando Villavicencio- fueron tendencia en medios de comunicación y las redes sociales, pero con el paso de los días se enfrió este brutal acontecimiento para la democracia del vecino país en el que están detenidos y señalados del atroz crimen varios colombianos, que por información de las autoridades, tienen prontuarios delictivos de grueso calibre y propios de sicarios al muy estilo “Made In Colombia. No son ‘angelitos’ caídos del cielo.

Por eso, las autoridades nacionales e internacionales deben caer con todo el peso de la ley contra toda persona que atente contra la vida de otro. En este caso el acusado de apretar el gatillo contra el candidato es un ciudadano compatriota con apenas 19 años de edad. Pensaría una persona racional, con toda una vida por delante que podría ‘tragarse’ el mundo entero y hacer posible muchos sueños. Pero la realidad de muchos colombianos, como el “gatillero, alias Hito”, presunto autor de la muerte del aspirante ecuatoriano, tienen en su vida personal y social debilidades que les llevan a una vida antisocial con honores como ser señalados por ser sicarios, pistoleros o mercenarios internacionales. Nada más y nada menos…

Es sencillo señalar en artículos de prensa, editoriales y columnas a estos seres humanos de carne y hueso como consecuencia de uno de los tantos males endémicos producidos por nuestra decadente sociedad tras históricos años de violencia y disque porque dentro de nuestra sangre llevamos ese instinto. La verdad es que en el caso de los menores de 20 años inmiscuidos en esta clase de actos  aberrantes deben ser abordados con responsabilidad porque seamos sinceros a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de las comunidades más vulnerables (estratos uno y dos, especialmente) del país es poco o casi nada las oportunidades que les brinda el Estado para desde su gestación tengan acceso a educación de calidad, vivienda propia, mínimo los ‘tres golpes’, estabilidad familiar, entretenimiento fuera del horario escolar y serias oportunidades para mejorar sus calidades de vida. Soñar no cuesta nada…

“(…) Este fenómeno viene de la necesidad. Los jóvenes viven, diariamente, rodeados de violencia. Y, de repente, viene alguien y te pone un arma en la mano y con 13 o 14 años eso te deslumbra. Y así es como empiezan los sicarios”[2] , describe sin decoro un asesino a sueldo con  más de 25 años en este, para ellos, lucrativo negocio que tiene su nacimiento en Medellín, Antioquia, por esas cosas del narcotráfico en cabeza de Pablo Escobar. Este fue el punto de partida para que la problemática se extendiera a Cali, luego a Bogotá, siguió a las regiones Atlántica y Pacífica. Es decir, un negocio nacional con secuelas diarias que nos dejan perplejos al observar en televisión y redes sociales como los jóvenes son artistas de fugas en motos al asesinar a diario a personas de todos los niveles de nuestra sociedad. Vamos muy mal.

Siempre hay cifras, datos, estudios sobre todas las calamidades cotidianas en nuestro país. La inmersión de nuestros jóvenes en el bajo mundo del asesinato a sangre fría viene mereciendo un importante abordaje desde la identificación del problema con todo un amplio contexto familiar, social, económico y cultural y una fuerte carga teórica, pero donde están las acciones puntuales de los gobiernos locales, departamentales y nacionales? Creería, a título personal, que las iniciativas deben estar encaminadas a generar apoyos directos a las comunidades más débiles, iniciando por empezar a exterminar de raíz a grupos paramilitares, crimen organizado, disidencias, combos y oficinas de sicarios,  lo cual abordaría culminar con la contratación de nuestro capital humano –juventudes- para acabar con la vida de sus semejantes.

Debemos invitar a nuestra adolescencia a ir a la escuela, al colegio, a la universidad, a leer un libro, a aprender un nuevo idioma,  a practicar deporte, a liderar procesos de acción comunal, a liderar iniciativas de responsabilidad social, a generar una idea de emprendimiento, a innovar, a ver lo hermosa que es la vida, pese a las dificultades propias de un país manchado por la sangre y la violencia. Todas esas hermosas acciones a cambio de ofrecerles un millón de pesos para que dejen de asesinar, es decir, dejar de apretar el gatillo por dinero. Debemos preferir ciudadanos con honoris causa por su talante para luchar y conseguir una mejor calidad de vida al honor de obtener desde un vientre a #Sicario #MadeInColombia.

Edgar Martínez Méndez Es Asesor, Estratega, Periodista, Reportero, Redactor Y Especialista En Diversas Formas De Comunicar. @EdgarMMDircom.


[1] https://www.semana.com/nacion/cali/articulo/tristemente-cali-se-convirtio-en-una-fabrica-de-sicarios-de-exportacion-los-detalles-son-escabrosos/202336/

[2] https://www.elindependiente.com/sociedad/2019/03/20/medellin-la-cuna-los-sicarios/

¡Petro, Petro! ¿por qué me has abandonado?

Por: Edgar Martínez Méndez

Una de las grandes verdades en el dinámico escenario político es que ya en  ejercicio gubernamental ‘todo se vale’. Una frase popular y divulgada con humor negro, pero tan real como el reciente escándalo entre el primer mandatario de los colombianos, Gustavo Petro y su progenitor, Nicolás Petro, enfrentamiento en el que más allá del supuesto ingreso de dineros ilegales a la campaña presidencial, el factor de responsabilidad paternal juega un papel fuerte de discriminación contra un ser humano, que pese a sus errores, siente en carne propia los azotes del hambre de poder que, según sus palabras, le llevaría incluso a  “inmolarse por él y por su causa”[1].

El ‘todo se vale’ toma más fuerza cuando realizando un rápido y juicioso estado de arte de artículos periodísticos sobre el más reciente y fuerte escándalo (nacional e internacional) de la familia presidencial, en el que padre e hijo son epicentro de las turbias transacciones entre personalidades dudosas de la vida pública y privada, especialmente de la Costa Atlántica, para  financiar y obtener la presidencia, dejan un cruel manto demostrado en “la angustia, que revela el aislamiento y la soledad de todo hombre”[2] cuando siente a diestra y siniestra el escarnio público por parte de su padre (héroe), sus hermanos, ex mujer y la prensa tradicional y digital.

«Lo más importante es el tema familiar y sentimental. Yo sí sentí que él me dejó solo, me dejaron solo, y me duele muchísimo»[3]. Sentenció, Nicolás Petro, en una de las diversas respuestas a la Revista Semana y citadas en medios locales y mundiales. Siendo honestos y sin tener un título de psicólogo, psiquiatra o cualquiera de esas respetables profesiones que examinan lenguajes verbales, corporales e incluso mentales, las palabras y las frases certeras al ego y autoestima del acusado generan respuestas como la de ‘vender’ literalmente ante la sociedad criolla al primer hombre de izquierda que traería un ‘gobierno del cambio’,   ‘potencia mundial de la vida’ y una ‘paz total’ sin el respaldo de dineros de la mafia y las malas manías propias de los históricos politiqueros emanados de esta destrozada patria.

“Abandonado por casi todos los suyos, traicionado y renegado por toda su familia, rodeado por los que le insultan, Nicolás está bajo el peso aplastante de una situación que debe pasar por la humillación y el aniquilamiento”[4]. Así podría resumir, siendo empático, la parte emocional del señalado ante el acoso interior de formar semejante ‘bochinche’ político, ante la presión de ser hijo del Presidente, ante el acoso de las denuncias de su ex mujer, ante el acoso de ser padre en días cercanos, ante el acoso de las redes sociales y sus contenidos sarcásticos y ante el acoso de una sociedad que se alimenta generando juicios de valor contra sus semejantes para terminar de acabar con la poca honra en entredicho.

“Yo no lo crié. Esa es la verdad”[1], “(…) Yo me separé de mi hijo y de Katia”[2], “(…) Realmente nunca tuvimos la oportunidad de convivir”[3], “Todos desde pequeños, los hijos que yo crie siempre han tenido la certeza de la rectitud en relación con lo público”[4], “A mi hijo le deseo suerte y fuerza. Que estos sucesos forjen su carácter y pueda reflexionar sobre sus propios errores”[5]El máximo padre de la patria, el padre de familia, el padre de Nicolás Petro fue quién arremetió con estas frases contra su propia sangre. Al caído caerle, dice el adagio popular. En palabras de profesionales de la psicología: “Los padres que abandonan a sus hijos pueden generar un daño fuerte a nivel psicológico en los pequeños, creando una herida que permanecerá en sus corazones por toda la vida”[6].

Resumiendo, el corolario de este conflicto familiar de vieja data deja a un ser humano, a un ciudadano, a un señalado por la justicia en manos de una condena social. «Ni siquiera querían tomarse una foto conmigo porque ‘uy, qué dirán si salgo con Nicolás Petro’. Entonces, es una situación que me tiene destrozado, triste, deprimido y, bueno, pues me toca luchar por mi hijo»[7]. Señoras y señores, así es  el hambre del poder político en ‘todo se vale’. No importa lo más preciado de una sociedad fuerte como es la familia. No importa el ser humano en toda su esencia. Lo que interesa es llegar a la cúspide pasando y pisoteando a quién se atraviese.

Quiero expresar que la idea de escribir estas letras son una percepción personal de cómo el consumidor de medios, los productores de noticias y los sujetos señalados por el acusado empezaron una guerra comunicacional para defender sus particulares intereses sin pensar en esa persona, que sentada ante el fiscal del caso mostraba en su rostro dolor, angustia, incomodidad y un juicio social, sin tener una mano amiga con una caricia de aliento porque en esencia los humanos somos afectos a las emociones positivas. Entre tanto, Colombia y los colombianos observando como idiotas, ‘EL TODO SE VALE’.

Edgar Martínez Méndez Es Asesor, Estratega, Periodista, Reportero, Redactor Y Especialista En Diversas Formas De Comunicar. @EdgarMMDircom

  1. https://www.infobae.com/colombia/2023/08/03/las-declaraciones-de-gustavo-petro-que-hoy-estaria-pagando-con-nicolas-petro-no-lo-crie/
  2.  https://www.infobae.com/colombia/2023/08/03/las-declaraciones-de-gustavo-petro-que-hoy-estaria-pagando-con-nicolas-petro-no-lo-crie/
  3. https://www.infobae.com/colombia/2023/08/03/las-declaraciones-de-gustavo-petro-que-hoy-estaria-pagando-con-nicolas-petro-no-lo-crie/
  4. https://www.infobae.com/colombia/2023/08/03/las-declaraciones-de-gustavo-petro-que-hoy-estaria-pagando-con-nicolas-petro-no-lo-crie/
  5. https://www.lasillavacia.com/historias/silla-nacional/petro-traza-linea-fragil-para-separarse-del-juicio-a-su-hijo-nicolas/
  6. https://www.psicoactiva.com/blog/sindrome-del-nino-abandonado/
  7. https://www.eltiempo.com/justicia/investigacion/nicolas-petro-revela-distanciamiento-con-el-presidente-gustavo-petro-793427
  8. https://www.eltiempo.com/justicia/investigacion/nicolas-petro-revela-distanciamiento-con-el-presidente-gustavo-petro-793427
  9. https://somossoldados.org/dios-mio-dios-mio-por-que-me-has-abandonado-acaso-jesus-no-lo-sabia-ya/
  10. https://somossoldados.org/dios-mio-dios-mio-por-que-me-has-abandonado-acaso-jesus-no-lo-sabia-ya/
  11. https://teologia.ucsc.cl/2022/04/padre-por-que-me-has-abandonado-una-reflexion-en-sabado-santo/
  12.  https://www.infobae.com/colombia/2023/08/03/las-declaraciones-de-gustavo-petro-que-hoy-estaria-pagando-con-nicolas-petro-no-lo-crie/
  13. https://www.infobae.com/colombia/2023/08/03/las-declaraciones-de-gustavo-petro-que-hoy-estaria-pagando-con-nicolas-petro-no-lo-crie/
  14.  https://www.infobae.com/colombia/2023/08/03/las-declaraciones-de-gustavo-petro-que-hoy-estaria-pagando-con-nicolas-petro-no-lo-crie/
  15.  https://www.infobae.com/colombia/2023/08/03/las-declaraciones-de-gustavo-petro-que-hoy-estaria-pagando-con-nicolas-petro-no-lo-crie/
  16. https://www.lasillavacia.com/historias/silla-nacional/petro-traza-linea-fragil-para-separarse-del-juicio-a-su-hijo-nicolas/
  17. https://www.psicoactiva.com/blog/sindrome-del-nino-abandonado/
  18.  https://www.eltiempo.com/justicia/investigacion/nicolas-petro-revela-distanciamiento-con-el-presidente-gustavo-petro-793427

Las territoriales, apuesta para recuperar capital político

Siempre recalco en estas letras que Colombia es un país político. De una caliente elección presidencial pasamos a elegir una renovada lista de senadores y representantes. La movida política seguirá con las elecciones territoriales el 29 de octubre, en las que desde ahora se augura una fuerte contienda entre los candidatos del partido de gobierno, los partidos tradicionales, los movimientos, las figuras independientes y el posible resurgimiento del centro y la derecha como serios rivales a tener en cuenta.

En ese contexto, el agite electoral de octubre comenzó con la salida al ruedo de Germán Vargas Lleras, representando a Cambio Radical; Álvaro Uribe Vélez, legendario líder del Centro Democrático y Sergio Fajardo, posicionando su nuevo Partido, Dignidad y Compromiso. La estrategia de estos ‘viejos zorros’ de la política es realizar correrías por los territorios donde perdieron poder, poniendo la cara a sus colectividades para enfrentar las controvertidas reformas del gobierno nacional y emitiendo el grave diagnóstico de la gobernanza, Gustavo Petro.

Lo anterior podríamos resumirlo con las palabras del ex candidato presidencial y ahora aspirante por la alcaldía de Medellín, Federico Gutiérrez, “recuperar el país comenzando por las regiones”. Pero también matizándolo con un impactante mensaje mediático de Vargas Lleras, “las elecciones regionales deben convertirse en un ‘mini-referendo’ contra el gobierno del cambio”. La palabra clave en estos anuncios, vengo insistiendo en tertulias sobre el futuro político del país, está en las regionales porque los partidos tradicionales y sus jefes saben que ahí radica parte de la recuperación del capital político y una apuesta estratégica para las presidenciales del 2026. El tiempo me dará la razón.

Comenzar por reconquistar los territorios más importantes por su potencial electoral es maniobra calculada de los profesionales en estas viejas luchas electorales. Y de eso, los Vargas Lleras, los Gaviria, Los Uribe, los Char, entre otros prominentes apellidos de la ‘cosa política criolla’, la tienen más clara que el agua. Infiero, entonces que departamentos y sus capitales como: Bogotá, Antioquia, Cundinamarca, Valle del Cauca, Atlántico, los santanderes y las zonas con más de un millón de votos serán las ‘presas apetecidas’ por las líneas tradicionales, la oposición y los mismos partidos, movimientos o figuras que se alinearon con el actual gobierno.

Siendo honestos va a ser una pelea a muerte desde ya entre todos los bandos políticos porque seguramente senadores y representantes aliados con el mismo gobierno buscarán apoyos locales y regionales para sostener sus curules a futuro. Ahí no va a importar ideología, color o bandera. Lo importante es estar en la rosca gubernamental, que a propósito deja mejores intereses que los bancos. De eso estoy seguro. Partidos como Cambio Radical, Liberal, Conservador e incluso, Centro Democrático van a ser benévolos con avales para quienes se acoplen a su proyecto de recuperar sus representaciones. En política todo se vale, dice el adagio electoral.

Esto se calentará aún más ya que la derecha con una fuerte oposición al denominado Gobierno del Cambio y la sombra repentina de Uribe Vélez brindando tinto como cualquier ciudadano del común a los parroquianos de cualquier lugar potencia un nuevo aire y salir de entre las cenizas, tras la derrota en presidenciales, Congreso y Cámara. Creo, irán por la alcaldía de Bogotá, Medellín y Gobernación de Antioquia a la fija. Brindarán apoyos a nuevas figuras y volverán a reclutar a quienes les dieron la espalda por esas cosas de los radicalismos. La política es dinámica.

Otras fuerzas, dice el Portal La Silla Vacía, como la denominada Coalición Centro Esperanza, que “reúne a la Alianza Verde, el Nuevo Liberalismo, Dignidad y Compromiso Ciudadano, se va a medir con apuestas conjuntas y separadas”. Este aparte soporta más mi tesis de cómo en épocas de elecciones territoriales poco interesa la procedencia de un aspirante ya que de esta triada salió en los últimos días el candidato oficial a la Alcaldía de Bogotá, el legendario político e icono ideológico del Polo Democrático Alternativo, Jorge Enrique Robledo, en otros tiempos ‘amiguis’ de sendas luchas electorales con el Presidente, Gustavo Petro. Esta coalición tiene un as bajo la manga para las presidenciales del 2026, Sergio Fajardo. También buscarán una fuerte representatividad en los comicios de octubre.

Para los fines mencionados, ‘el caballito de batalla’ es y será durante toda esta larga campaña el desgobierno del primer mandatario de los colombianos, quien se encarga a diario de darle ‘la papayita’ a la histórica corte de políticos conocedores de los menesteres de cómo lograr sus objetivos. Los temas van desde las polémicas reformas, la inseguridad en todos los niveles, los elevados costos de la gasolina que encarecen cualquier compra de producto o servicio, las justificadas denuncias de corrupción y burocracia, sus constates viajes como todo un ‘trotamundos’ y sus familiares cercanos ligados a malas compañías y torcidos de baja calaña.

Pero seamos honestos. El gran perdedor es sin lugar a dudas Colombia y los colombianos, especialmente quienes apostaron a un cambio. Los resultados muestran pobreza, hambre, desempleo, violencia, incertidumbre, cierre de empresas, multinacionales en éxodo y un gobierno más pendiente de cazar peleas por redes sociales a cambio de enfrentar la responsabilidad por la que fueron elegidos. “la gente siente incertidumbre, particularmente en los estratos 1, 2 y 3, no hay señales claras”, sentencia el Estratega Político, Ángel Beccassino.

Edgar Martínez Méndez

Es Asesor, Estratega, Periodista, Reportero, Redactor Y Especialista En Diversas Formas De Comunicar. @EdgarMMDircom

Final con ‘toque, toque’ de política y populismo

La final del fútbol colombiano evidenció que la política permea todo a su alrededor. Claudia López y Daniel Quintero, alcaldes de Bogotá y Medellín exigiendo la retransmisión del partido en lugares masivos por tratarse de un tema de interés público y Álvaro Uribe Vélez reunido con el crack colombiano, James Rodríguez, deja en claro como el deporte de pasiones y multitudes se convierte en el oportuno vehículo para repotenciar a las ‘figuras’ de la cosa política criolla. Esto va más allá de gambetas, goles y campeonatos.

¿James, el nuevo fichaje del Centro Democrático? Parodiaron en las redes sociales con la repentina visita del jugador a la finca El Ubérrimo. Una jugada estratégica para ser tendencia en medios digitales, despertar emociones y promover la imagen del Partido Político de su líder, Álvaro Uribe, quien adelanta una agenda de correrías por varias regiones, lo que infiere arar el terreno para las elecciones de octubre en las que se eligen gobernaciones, asambleas, alcaldes, concejos y ediles. James y Uribe, la delantera perfecta para posicionar cualquier proyecto.

Mover pasiones y emociones por medio de voces de exfutbolistas apoyando ideologías, partidos o movimientos e incluso figuras políticas en el ámbito nacional e internacional es uno de los motores del nacionalismo, y varios Gobiernos han sabido aprovecharlo. “Hace un año el Tino Asprilla escribió en su cuenta de Twitter: Apoyar a Uribe es un acto de responsabilidad social. Y recientemente Eduardo Pimentel, dueño del Chicó Fútbol Club, dijo: “No contrato mamertos, solo uribistas”, reseñó Revista Semana en una de sus ediciones digitales.

Y si de jugadas estratégicas en aras de levantar imagen y popularidad hablamos, los alcaldes de Bogotá y Medellín son los cracks para aprovechar las mínimas oportunidades originadas alrededor de cualquier tema especialmente si está en medio el joven, el beneficio tácito para él y su importancia como nicho electoral de la izquierda en campañas políticas. Un equipo bogotano y uno paisa, con los seguidores más robustos en cantidad en el rentado colombiano fueron la disculpa para exigir la retransmisión de la final. Lograron su cometido con gritos, amenazas y un discurso conciliador ad-portas del partido y el clamor pasional del hincha. Les metieron un golazo a todas las autoridades del fútbol.

Estos dos alcaldes, que están seriamente cuestionados por sus resultados en la administración y gestión de las dos ciudades capitales más importantes de la Colombia eufórica por la política ideológica y el fútbol regional, tienen según la última encuesta de             Invamer, sendas desfavorabilidades en rojo (Claudia López, aprobación del 33%, Daniel Quintero, aprobación del 36%), siendo este último el alcalde más impopular de Medellín desde 1994. Con estos saldos en rojo es apenas obvio suponer un contragolpe mediático para sintonizarse con la opinión pública y sus más cercanos seguidores. Recuerden que estás dos figuras públicas buscarán campaña presidencial en años bien cercanos. ¡Que salga el diablo y escoja!

“Algunos filósofos y escritores parecen haber acertado al decir que todo es político, o por lo menos que todo es atravesado por ella. Por supuesto, el fútbol no puede ser la excepción, y aunque a veces no sea tan explícito, detrás de un partido pueden moverse muchos intereses o poderes”, recalca el artículo citado arriba. En Colombia, el politiquero, el populista, el político profesional, el político corrupto, incluso el político barrial olfatea como perro de caza las oportunidades para alcanzar los mejores réditos, o mejor, como dijo en su cuenta de Twitter, el conocido periodista deportivo, César Augusto Londoño: “siempre las autoridades haciendo populismo con el fútbol”, en referencia a las exigencias de los alcaldes de Bogotá y Medellín.

Dicho todo lo anterior y como todo un amante en bruto del fútbol nacional e internacional, lo más sano para esta industria es tratar al máximo de alejar a los hinchas, directivos, clubes y jugadores en actividad de cualquier acercamiento con todos los partidos, movimientos y figuras políticas para generar en gran parte un verdadero “juego limpio”. Los gobiernos, en cambio, deben empezar a generar verdaderas políticas públicas para canalizar por medio de una ley la transmisión de uno o dos partidos en cada fecha del rentado nacional en la televisión estatal como sucede en Argentina y otros países, para lograr un equilibrio con los consumidores y los dueños del negocio.

Edgar Martínez Méndez Es Asesor, Estratega, Periodista, Reportero, Redactor Y Especialista En Diversas Formas De Comunicar.

@EdgarMMDircom

Jodidos por punta y punta

Por: Edgar Martínez Méndez

Los dueños de los dos cargos (Alcaldía-Presidencia) más importantes y apetecidos por la política criolla pasan por estados de crisis sin precedentes en la gobernabilidad local y nacional, provocados por sus acelerados discursos revanchistas, el afán de ser tendencia en redes sociales, las peleas con los partidos tradicionales, la falta de sensatez para llegar a puntos de acuerdo, el elevado ego de cada uno y las constantes ‘embarradas’ de altos funcionarios de primer nivel.

Decía Robert Louis Stevenson que ‘la política es la única profesión para la cual no se considera necesaria poseer preparación alguna’. Pareciera que Claudia López y Gustavo Petro, le hacen apología a esta cita porque pese a obtener y mostrar sus honorables títulos de las más prestigiosas universidades locales e internacionales, sus erráticas acciones y decisiones de pseudolíderes tienen en incertidumbre en todos los frentes a 10 millones de capitalinos y más de 50 millones de colombianos.

Por un lado, el máximo dirigente político de los colombianos en 10 meses de mandato muestra opacos resultados en las grandes promesas a sus más fieles seguidores. Ni trabajo ejecutivo, ni potencia mundial, ni cambio, ni paz, ni justicia social, ni coalición, ni reformas, ni nada de todas esas promesas divulgadas en las regiones y matizadas en las redes sociales. Por el contrario, el colombiano de a pie desesperado por el costo de vida, reflejado en agudos precios en los artículos de la canasta familiar, los empresarios asustados cerrando empresas y sacando sus capitales a economías menos riesgosas, las multinacionales en éxodo por los macabros anuncios de la ministra de Minas, especialmente. Todo es incertidumbre.

A ese doloroso panorama, se agrega, en las últimas semanas denuncias fuertes sobre corrupción de sus más cercanos familiares, nombramientos en cargos públicos a la ‘loca’ y para alimentar el fuego con gasolina, las estruendosas grabaciones en las que el ‘amiguis’ número uno del presidente, Armando Benedetti, arremete contra el gobierno, la forma de gobernanza y varios funcionarios de alto cilindraje. Pareciera una horrible noche con libreto sin fin, calificada por Ariel Ávila, uno de los senadores alineados con el proyecto del Pacto Histórico como: “un impacto de crisis demoledor”, sin futuro alentador para sacar adelante las ambiciosas reformas a la salud, laboral y pensional. Toda la estantería se vino al piso.

Por otro lado, la primera mandataria de los bogotanos aprovechando las embarradas del gobierno nacional para seguir promoviendo su candidatura presidencial, activismo cotidiano desde su llegada al Palacio de Liévano y una estrategia politiquera de varios de sus antecesores. Ser candidato a cualquier cargo de elección popular es digno de cualquier ciudadano porque nuestra Constitución nos brinda esa loable oportunidad democrática, pero en honor a la realidad, la capital y los capitalinos estamos pasando por otra de crisis reflejada en los altos índices de inseguridad, una movilidad enloquecedora, un sistema de transporte masivo para animales enjaulados, una liderazgo segmentado para quienes aplauden a la alcaldesa y una ciudad calificada por varios generadores de opinión como Ciudad Gótica, tratando de parafrasear las imágenes de la película de Batman. La realidad de Bogotá es deprimente.

Esa idea de “coger” la Alcaldía Mayor, el segundo cargo político más importante de Colombia, como trampolín electoral para llegar a la presidencia debe ser congelado de tajo por los aspirantes en las elecciones de octubre próximo porque es el oportuno momento de revitalizar a una ciudad que merece los mejores honores por parte de sus administradores y habitantes de las 20 localidades. Esa es una tarea en equipo ciudadano para revitalizar la marca amarillo y rojo en su bandera.

La nueva alcaldesa o alcalde tiene la favorable oportunidad de llegar al Palacio de Liévano con una marca registrada que se viene posicionando hace 484 años. Por ello, sus acciones estratégicas deben estar enmarcadas en políticas públicas cercanas a las necesidades de la población, que van desde mejorar la calidad de vida, pasando por aceptar la inclusión de géneros y diversidad en todos los escenarios sociales y culminando por terminar con urgencia las mega obras de infraestructura. Que todo esto sea por Bogotá y los bogotanos.

En anteriores columnas referencio con cifras, datos y hechos la dramática situación de la ciudad capital, la ciudad de todos los colombianos. Ahondar es llover en mojado. Lo importante, en mi criterio, es que para bien o mal, la actual administración culmina su periodo en diciembre. Vienen las elecciones regionales o locales de octubre en las que cada ciudadano tiene la gran oportunidad de evaluar quién es el candidato con el mejor proyecto para un todo, no para una idea, partido o movimiento político. En Bogotá, especialmente, tenemos varias opciones que van desde la derecha, el centro, izquierda e independientes. Elijamos el mejor por su hoja de vida pública y privada, su experiencia, su programa, su educación, su honradez…

Colombia y su capital han elegido recientemente líderes que han impuesto el miedo, el resentimiento, la rabia y el odio para cargar sus ideales y acciones a la brava sin pensar en las necesidades de quienes les apoltronaron en sus cargos. Por eso, vale tener en cuenta a la hora de votar: “El mundo digital ha creado una especie de realidad paralela, que hace que se creen situaciones para manejar la emocionalidad y la opinión de las personas. Así, han creado también personajes, que luego son elegidos en cargos de poder sin tener la más remota idea de lo que hacen, y que son, en gran parte, responsables de que hoy el país esté en esta “descuadernada”, Diana Giraldo, periodista de Caracol Radio y Columnista de Revista Semana. De lo contrario vamos a seguir jodidos por punta y punta.

Edgar Martínez Méndez Es Asesor, Estratega, Periodista, Reportero, Redactor Y Especialista En Diversas Formas De Comunicar. @EdgarMMDircom

Los medios tradicionales solo sirven en campaña

A la crisis de los medios masivos para sostener su funcionamiento por falta de recursos económicos, la dinámica competencia con la era digital y sus variadas herramientas para comunicar en milésimas de segundos, se suma ahora el literal ‘ataque’ del mismísimo presidente, Gustavo Petro, contra la prensa tradicional siempre criticada por los gobiernos de izquierda, socialistas o comunistas.

Siendo honestos, ese viejo y aporreado cuento que la prensa es parte de una sólida democracia cada día pierde más vigencia y credibilidad, incluso entre los propietarios y entre el periodista porque a diario cierran salas de redacción, cortan las nóminas de comunicadores o el dinero para sostener un canal, emisora, periódico o revista es nulo. El resultado: menos medios, menos informadores y por ende menos alternativas narrativas para criticar el accionar de cada gobierno de turno.

Con ese duro y latente panorama, los pocos medios tradicionales sobrevivientes tienen a diario la dura tarea de emitir agendas informativas prácticamente centradas en realizar un riguroso seguimiento a la administración del presidente Petro y su gabinete, que a decir verdad, con el paso de cada accionar tiene más dudas que verdades. Apreciados lectores, esa es una de las tareas de una prensa independiente en una sólida democracia.

Democracia que permite en época electoral a candidatos, movimientos o partidos tener acceso al medio que se le dé la gana para promover ideales, programas e iniciativas y llegar al poder, tal como lo han hecho figuras de izquierda, derecha, liberales, conservadores, alternativos, entre otros. Ese es un antecedente en favor de los medios y el periodista. Entonces, por qué ese frontal ataque a medios y periodistas de forma brutal ?

“A los sátrapas les sienta muy mal la crítica. En su profunda vanidad, de la que viven embriagados, no toleran el disenso. En esta era digital presumen de demócratas mientras soterradamente usan todos los medios posibles en internet para socavar y destruir a cualquiera que les lleve la contraria sin importar si es un medio de comunicación o un ciudadano común y corriente. (…)”, con esta cita del columnista, Diego Santos de El Tiempo podemos intentar sustentar el anterior interrogante, teniendo en cuenta la actitud miserable del político que ante una cámara o un micrófono pululan ínfulas de amigos de la libertad de expresión, pero enemigos de esos canales cuando se les realiza un riguroso control a sus funciones, actuaciones y decisiones como empleados públicos.
Cada negativo y fulminante señalamiento contra un medio y un periodista implica poner en riesgo la vida del comunicador en un país dividido por dos marcadas líneas políticas y violento por historia patria. Politiqueros de esas dos orillas seguramente buscarán sin asco aparecer en la televisión, la radio o los pocos impresos en contienda. Es decir a un lado quedará frases como: “sicarios del micrófono, extorsionistas, vendidos, entre otros epítetos salidos de contexto en boca disque de las figuras prominentes de la contienda electoral criolla, que a decir verdad, es bien extensa y cuestionada, por supuesto”.

Dejemos la hipocresía, señores aspirantes de todos los bandos, las elecciones de octubre serán una excusa para que los criticados medios y sus comunicadores les abran sus canales para que con ese burdo lenguaje pongan en tela de juicio el trabajo de miles de personas envueltas en este complejo mundo de los medios. Esos mismos, les posicionarán entre sus públicos objetivos para lograr llegar a uno de esos cargos públicos apetecidos a diestra y siniestra en todos los rincones del país sin medir raza, color, religión, género o estatus social.

Una de las verdades en este complejo mundo de la política es que la prensa tradicional y digital se convierte en una de las estrategias comunicacionales vanguardistas apetecidas para llamar la atención, impactar en la opinión pública, posicionar una iniciativa o mensaje, manipular o conseguir más seguidores, en el caso de las redes sociales, no obstante, dice @lcvelez en unos de sus tweet: “defender la libertad de expresión, cuestionar a los poderosos, hablar las cosas como son, no dejarse amedrentar”, son labores del oficio periodístico.

Edgar Martínez Méndez

Es Asesor, Estratega, Periodista, Reportero, Redactor Y Especialista En Diversas Formas De Comunicar. @EdgarMMDirco