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Etiqueta: Elecciones

Trump no quiere más debates con Kamala Harris

El expresidente de Estados Unidos y de nuevo candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, ha rechazado la posibilidad de enfrentarse de nuevo a su rival demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, en un nuevo cara a cara tras el debate presidencial de mediados de semana.

«No habrá un tercer debate», ha manifestado el magnate en su perfil en la red social Truth Social, donde ha aludido al primer cara a cara que mantuvo con el actual presidente estadounidense, Joe Biden, antes de que este renunciara a la reelección y allanara el camino para la candidatura de Harris.

 

«Cuando un boxeador pierde una pelea, las primeras palabras que salen de su boca son: ‘Quiero una revancha’. Las encuestas muestran claramente que gané el debate contra la camarada Kamala Harris, la candidata de la izquierda radical de los demócratas», ha aseverado el expresidente Trump.

Nota relacionada: Las acusaciones entre Trump y Harris durante el debate

Trump y Harris se enfrentaron a mediados de semana en un debate tras el que gran parte de la prensa estadounidense dio a la vicepresidenta como la triunfadora de la noche, mientras que el candidato republicano ha denunciado que el cara a cara no fue imparcial y se le perjudicó.

Así las cosas, Trump ha aprovechado la citada publicación en sus redes sociales para cargar una vez más contra Biden y Harris por su gestión estos últimos casi cuatro años, en los que «han destruido» el país al permitir la llegada de «millones de criminales y personas con trastornos mentales».

«Todo el mundo sabe esto, y todos los demás problemas causados por Kamala y Joe. Se discutió en gran detalle durante el primer debate con Joe y el segundo debate con la camarada Harris», ha remachado un Trump que ha insistido en que su rival demócrata se negó a participar en debates para otras cadenas de televisión.

«Kamala debería centrarse en lo que debía haber hecho durante el último periodo de casi cuatro años. No habrá un tercer debate», ha subrayado el expresidente Trump.Copiar al portapapeles

Las acusaciones entre Trump y Harris durante el debate

El expresidente de Estados Unidos Donald Trump y la vicepresidenta, Kamala Harris, se han acusado este martes mutuamente de «no tener un plan» para el país durante el debate celebrado en la cadena de televisión ABC News de cara a las elecciones presidenciales de noviembre.

Mientras que Harris ha asegurado que Trump solo pretende «bajar los impuestos a los ricos» mientras que el magnate ha afirmado que la candidata demócrata de «copiar» la política de «cuatro frases» del actual presidente, Joe Biden, cuya gestión ha dejado la «mayor tasa de inflación» de la historia del país, si bien este dato ha sido cuestionado por los analistas de ABC News.

 

Tras ello, Trump ha destacado que su Administración logró una de las tasas de inflación más bajas de Estados Unidos, y ha defendido sus políticas incluso respecto a la gestión de la pandemia de Covid-19, que dejó miles de muertos en el país.

Harris, por su parte, ha expresado que pretende mejorar la situación de la clase media y trabajadora, centrándose en las familias jóvenes y en los altos precios de los alquileres de la vivienda.

De igual forma ha criticado el legado de Trump: «Nos dejó los peores datos de desempleo desde la Gran Depresión. Donald Trump nos dejó la peor epidemia pública en un siglo. Donald Trump nos dejó el peor ataque a nuestra democracia desde la Guerra Civil. Y lo que hemos hecho es limpiar el desastre de Donald Trump. Lo que hemos hecho y lo que pretendo hacer es construir sobre lo que sabemos».

Kamala y Colombia

En menos de un mes se evaporó la contundente ventaja de Donald Trump en las encuestas. Aunque dos meses en política son una eternidad, la inevitabilidad de Trump ya no es un hecho, hay que pensar que le pasaría a Colombia con Kamala Harris. Con raíces jamaiquinas, la antigua senadora de California, marcaría un contraste frente a Trump en retórica, pero no necesariamente desviaciones mayúsculas en política pública regional. Aunque el daño de largo plazo es evidente, la decisión diplomática del gobierno, de solo ser amigo de los demócratas, especialmente, de la bancada Afroamericana, saldría premiada. Aunque nada está escrito, es probable que a Colombia le vaya bien.

Al contrario de Colombia donde el voto popular elige presidente, en EEUU la mayoría es con un colegio electoral donde el ganador de cada estado suma esos votos. Trump venía ganándole a Biden por 4.0% en el agregado de encuestas de Nate Silver. En la misma encuesta, de Harris contra Trump, ahora ella lidera 3.1%, incluyendo en cinco de los seis estados más competidos. El modelo le otorga a Kamala Harris una probabilidad de 56% de ganar. A la fecha, ella viene duplicando en donaciones a Trump, US$516.8mm vs US$268.5mm.

 

Inmigración lentamente se convirtió, después de la economía, en el tema más importante para el votante estadunidense. Especialmente en los estados competidos, el tema es fundamental. A pesar de la grandilocuencia de Trump en el tema migratorio, ya hay un consenso general en disminuir la inmigración neta en EEUU. Kamala Harris, inclusive, apoyó la ultraconservadora ley de limitación de inmigración propuesta por la derecha republicana.

La gran diferencia del enfoque de Harris está en el énfasis prohibitivo de frenar la inmigración.  Ella, en contraste, quiere atacar las causas de inmigración, principalmente la falta de oportunidad económica en los países de origen. Bajo el liderazgo de Harris, se estableció un programa de inversiones de US$5,000 millones en inversiones en Guatemala, Hondura y El Salvador, de donde provienen 40% de los migrantes ilegales. Esto abre la posibilidad de construir programas de desarrollo con financiación de EEUU en los departamentos fronterizos, pero especialmente en Chocó, donde la trata de personas y su descendencia afro son fuente de solidaridad.

Es probable que, bajo la administración de Harris, se mantengan las sanciones y probablemente se endurezcan con Venezuela. Cuando fallen las gestiones de Brasil y Colombia con Maduro para publicar las actas, la humillación a EEUU por el incumplimiento venezolano debe tener consecuencias. Aun con liderazgo demócrata, se va a endurecer la postura contra la dictadura del vecino país. En materia de Cuba si existe un contraste, así como lo ha dicho Obama, Kamala ha expresado voluntad para tratar de negociar el fin del embargo.

En lo que respecta Colombia, la postura tan amable de Biden, al cual se le recuerda como un arquitecto del Plan Colombia es probable que se enfríe. La hostilidad contra Israel y simpatía con Rusia cuesta. Dada la ascendencia jamaiquina de la prospectiva presidenta, Colombia debe rescatar su vocación caribeña. Se debe pensar en proyectos con Caricom y organizar iniciativas regionales. Lo que era un choque de trenes con Trump, puede ser ahora un aterrizaje, pero igual perdiendo relevancia.   

Simón Gaviria

La lucha de las mujeres por el derecho al voto 70 años después

Votar es un derecho que hoy en día no se cuestiona, pero esto es un dato histórico muy importante de reconocer y compartir con las generaciones actuales, porque durante siglos las mujeres no pudieron hacerlo. El primer país en permitir el voto femenino a las mayores de 21 años fue Nueva Zelanda, el 19 de septiembre de 1893, hace 128 años. Este primer sufragio de las mujeres sin restricciones ni condiciones se logró gracias al movimiento liderado por Kate Sheppard, pero solo hasta el año de 1919 fue cuando las mujeres neozelandesas pudieron presentarse también a las elecciones, equiparando el derecho no solo de elegir si no de ser elegidas. Las sufragistas nacen en el siglo XX con la primera parlamentaria en llegar a la cámara en Nueva Zelanda Elizabeth McCombs en 1933. Sin embargo, el voto femenino ha sido una lucha titánica en muchos países del mundo y obviamente una incisiva batalla por la igualdad. Hoy recordamos a las sufragistas británicas como Emmeline Pankhurst, Emily Davison, Millicent Fawcett, Mary Richardson, Maud Watts y Annie Kenney. A las Sufragistas estadounidenses como Elizabeth Cady Stanton, Alice Stokes, Lucy Burns y Sojourner Truth, a la legendaria Olympe de Gouges, la uruguaya Paulina Luisi y a la española Clara Campoamor.

Las sufragistas británicas desarrollaron un papel histórico, y aunque no fue un camino fácil por que fueron ninguneadas por ser revolucionarias, por defender sus derechos y por intentar crear un mundo más justo e igualitario, todas ellas sufrieron ataques, recibieron insultos por la calle y fueron apedreadas, desheredadas social y familiarmente, fueron, perseguidas desde lo privado hasta lo publico, a estas mujeres les tocó superar a palo seco toda la violencia política junta, empezando por la palabra ‘suffragettes’ la cual fue utilizada de manera despectiva. En sus actos políticos hubo abucheo y desprestigio, las mujeres padecieron la violencia política, y las detenciones por sus ideas y movilización fueron arbitrarias en todo sentido. “Nosotras, mujeres sufragistas, tenemos la misión más grande que el mundo haya conocido: liberar a la mitad de la raza humana y, a través de esa libertad, salvar al resto” declaró Emmeline Pankhurst, una de las principales activistas británicas.

 

Marion Wallace Dunlop fue en 1909 la primera sufragista que se declaró en huelga de hambre tras ser detenida durante 91 horas por escribir en muros públicos la Declaración de Derechos humanos, acciones muy similares que hoy se dan en las ciudades con los grafitis que quedan de las marchas del 8 m y 25 m.  La huelga de hambre iba en serio y las autoridades le metían a la brava una sonda con sustrato alimenticio por la nariz, garganta, y tráquea hasta llegar a los pulmones poniendo obviamente en riesgo su salud. ¿Unas tesas verdad? Daban todo por el todo, y el sentimiento de colegiatura ya era universal. Luego se sumaron el Reino Unido y los Estados Unidos.

El coletazo del voto llega a América Latina, a Uruguay que fue el primer país en permitir el derecho al voto en 1927.  Y aunque poco se sabe en Colombia en el año de 1853, en la provincia de Vélez (Santander), casi al mismo tiempo que en Nueva Zelanda, las mujeres accedieron al sufragio de manera rapida, aunque fue un derecho no reconocido fue una conquista, ya que luego en el año de 1855 les fue arrebatada esa victoria por la Corte Suprema de Justicia que desde entonces se mete y al parecer actúa como influenciada y detracta la decisión, pero las mujeres lo lucharon y se creó el precedente mucho antes que el 54

Para llegar a las urnas contra la sociedad heteronormativa y patriarcal se inicia la lucha de otros derechos que antes de la década de 1930 no tenían, las mujeres no podían ingresar a la universidad y si acaso terminaban el bachillerato, no podían salir de viaje sin el permiso de sus esposos y tampoco manejaban su propio salario, eran consideradas como personas no capaces de hacerlo, por el periodo mestrual y la histeria, ¿que tal esto?  Y fue el presidente liberal Enrique Olaya Herrera, de quien decían era hijo de una lavandera, un rebelde hecho a pulso y sin abolengos con quien empieza el panorama a cambiar, en el año 32 se conquista el derecho a administrar bienes y en el siguiente el derecho a la educación. Esas dos victorias fueron claves para la autonomía de las mujeres, con la posibilidad de terminar el bachillerato e ingresar a la universidad las mujeres garantizaban estar cualificadas para un empleo, ganar un salario y así administrar su dinero. 

Luego Alfonso López Pumarejo a mediados de los 40, se planteó una reforma que le daría a la mujer el estatus de ciudadana y podría ejercer cargos públicos, pero esta reforma no incluía el derecho al sufragio, y se logró media victoria puesto que celebraban las mujeres, pero solo privilegiadas como la hermana de, la hija de nieta de o la esposa de eran las convocadas, y dejaba por fuera el voto femenino, en 1947, 500 mujeres presionaron la firma del memorial donde pedían a López Pumarejo llevar a cabo la reforma. Las sufragistas lideradas por Lucila Rubio, una de las fundadoras de la Unión Femenina de Colombia (UFC). sabían y refutaban el no tener una ciudadanía incompleta, y en 1948, encontraron en la declaración universal de los derechos humanos la pertinencia del derecho al voto. Las Naciones Unidas promulgan que “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos, sin distinción alguna de raza, idioma, religión, sexo o de cualquier otra índole.” Y Colombia fue uno de los países que firmó dicho acuerdo internacional, asumiendo la responsabilidad de trabajar en pro del mismo.

Y como hoy en día las sufragistas intentaron llevar el proyecto de ley ante el Congreso de la República; pero la propuesta no obtuvo los resultados esperados, las mayorías hombres no lo aceptaron, pero estas heroínas no se rindieron y en vísta de la actualidad política y con mucha astucia se pegaron a la propuesta del General Rojas Pinilla con quien encontraron una oportunidad única para presentar la iniciativa ante la Asamblea Nacional Constituyente que pretendía reelegirlo hasta 1957.  Así Josefina Valencia y Esmeralda Arboleda se convirtieron no solo en la voz que representaba a las mujeres, sino que fueron nombradas como constituyentes, fueron las primeras en la historia, una por el Partido Conservador y la otra por el Partido Liberal, y el 3 de agosto, la asamblea reeligió a Rojas Pinilla como presidente y ellas radicaron el proyecto de ley del voto femenino, prueba de la posibilidad que tenemos las mujeres de negociar y hacer alianzas que saquen adelante la causa común así pensemos distinto.

El 25 de agosto algunos hombres asambleístas apoyaron la iniciativa, y el sufragio femenino fue aprobado con 60 votos a favor y cero en contra. El resultado no fue una decisión unánime, ya que los opositores se salieron del recinto con la voluntad de dejar sin quórum la votación, para que vean que la infame práctica de romper el quórum tiene trayectoria. Así se consagraron todos los derechos políticos de la mujer y muchas de ellas fueron a votar libres y a conciencia, otras fueron a votar siguiendo a sus maridos, como lo mandaba la Iglesia en el sagrado matrimonio, y lo cierto es que por fin las mujeres llegaron a las urnas masivamente. En 1957 las mujeres votaron el plebiscito del Frente Nacional, un pacto que buscaba ponerle fin a décadas de violencia entre liberales y conservadores alternando el poder durante 16 años. 

Mientras las mujeres ejercieron plenamente su ciudadanía, con ello se aprobó el pacto que condicionó y aprobó la exclusión de los derechos electorales de muchos sectores políticos, el famoso frente nacional y asi con la aprobación del voto femenino, las mujeres defendieron su derecho, y empezaron a ganarse un espacio en la política. Esmeralda Arboleda fue la primera mujer elegida que llegó al Congreso de la República y Josefina Valencia fue ministra de Educación.

Hoy, 70 años después, recordamos que fue gracias al trabajo de las sufragistas y su articulación que nosotras somos reconocidas como ciudadanas que pueden elegir y ser elegidas. Sin embargo, hoy en día persiste la brecha de desigualdad en la representación política de las mujeres en Colombia, según datos de la Registraduría Nacional y el Consejo Nacional Electoral en su más reciente balance sobre la participación de las mujeres en el mapa del poder político local y regional para el periodo 2024-2027, si bien se han logrado algunos avances, comparados con otros países de América Latina en términos de representación efectiva en cargos de elección popular, han sido unos avances menores.

En nuestro país hoy en pleno siglo 21 apenas llegamos a un 20% en representación combinada de alcaldías, gobernaciones, concejos y asambleas, y recordemos que ya hace 70 años, los periódicos y medios de comunicación registraron este acontecimiento histórico y gracias a las sufragistas en ese escenario político fue que se dio el resultado de los años de la lucha feminista.

Por más de una década, centenares de mujeres buscaron su ciudadanía completa y, paradójicamente, la consiguieron hasta que subió al poder el militar Gustavo Rojas Pinilla, a quien han querido atribuir el voto feminista, pero esa afirmación no solo es equivocada, sino que desconoce y resta la importancia de la lucha de las mujeres en el país. No fue un regalo del General es el resultado del movimiento internacional feminista que se da también en Colombia. La lucha continúa, la paridad es el reto, pero la paridad no es la frontera, para romper esos techos de cristal necesitamos que los hombres cedan espacios y los cedan a las mujeres que en realidad queremos hacer política, no hay de otra, ceder el poder y tomar las riendas del cuidado, invertir los roles y nivelar la cancha. No es una cuota, aunque ayuda, es la voluntad de cambio la que permitirá que ocupemos esos cargos, los de elección popular y por ende los de administración pública.

Hoy la política pública para las mujeres da solución a seis dimensiones concertadas; la educación, la salud, la autonomía económica, la paz, la participación social y política, a la de seguridad para una vida sin violencias. Y esto también lo celebramos, aunque lo que más queremos celebrar es que no nos sigan matando. 

Marcela Clavijo

A 70 años del voto femenino en Colombia persisten los retos

El libro El país de las mujeres de la escritora nicaragüense Gioconda Belli es un relato que explora el rol de las mujeres en la sociedad y la política a través de una visión feminista y utópica. Belli imagina una sociedad en la que las mujeres toman el poder y desafían la estructura patriarcal tradicional. En una parte de su libro, menciona:

«La participación de las mujeres en el poder y en la construcción de una nueva sociedad no es un capricho, sino una necesidad para la transformación verdadera. Al asumir roles de liderazgo, las mujeres no solo llevan consigo su experiencia, sino también una visión renovada sobre la justicia, la igualdad y la convivencia. Es fundamental que las mujeres se ubiquen en el centro de la toma de decisiones para cambiar la estructura del poder que históricamente ha sido dominada por hombres. Las mujeres tienen una capacidad única para generar un cambio profundo y duradero, que transforme las estructuras sociales y políticas en algo más equitativo.»

 

Esta bella utopía que Belli plantea en su libro tuvo un hito destacado en Colombia el 25 de agosto de 1954, cuando la Asamblea Nacional Constituyente aprobó el voto femenino, marcando un hito en la historia de la igualdad de género. Este evento emblemático condensó el valor de las luchas y sacrificios de las mujeres pioneras que allanaron el camino para la participación política de todas las colombianas. A 70 años de este logro histórico, es esencial reflexionar sobre los avances alcanzados, los desafíos persistentes y el crucial papel que seguimos desempeñando en la política y la sociedad.

Las primeras discusiones sobre el voto femenino en Colombia fueron impulsadas por mujeres valientes como la activista Ana Restrepo del Corral y la educadora y política María de los Ángeles González. El reconocimiento formal de este derecho fue el resultado de una batalla persistente en el ámbito político. El 25 de agosto de 1954, el Capitolio Nacional vivió uno de los debates más emocionantes al acoger y escuchar las voces de Josefina Valencia y Esmeralda Arboleda. Estas dos mujeres, provenientes de distintas vertientes políticas, defendieron con firmeza la necesidad de aprobar el voto femenino. Su presencia en ese escenario político fue el resultado de más de una década de lucha feminista que, paradójicamente, coincidió con la dictadura del militar Gustavo Rojas Pinilla. En este trasegar de lucha es importante reconocer la lucha sufragista de María Currea Manrique, primera mujer electa como Concejala de Bogotá y que en su honor el edificio nuevo del cabildo distrital lleva su nombre.

Este derecho adquirido ha sido un proceso que, aunque ha enfrentado dificultades, ha logrado posicionar y llevar una agenda política orientada a la construcción del Estado y las políticas públicas en el país. Hasta el día de hoy, Colombia ha logrado avances significativos en la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. La ratificación de tratados internacionales y la promulgación de leyes clave, como la Ley 1257 de 2008 y la Ley 1719 de 2014, han sido pasos importantes hacia la protección de los derechos de las mujeres y la garantía de una vida libre de violencia. Además, la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras de 2011 y los Lineamientos de la Política Pública para la Equidad de Género de 2012 han consolidado un marco sólido para avanzar en igualdad de género.

Sin embargo, la plena aplicación de estas normas enfrenta desafíos persistentes. La violencia de género sigue siendo un grave problema. En el primer semestre de 2024, se han contabilizado 412 feminicidios. A pesar de que Colombia declaró una emergencia por violencia machista hace un año, las medidas adoptadas hasta ahora parecen insuficientes para salvaguardar a las mujeres en el país. Según la Procuraduría General de la Nación, cada 18 horas una mujer es asesinada por el hecho de ser mujer, y la mayoría de los crímenes son cometidos por sus parejas o exparejas. Los departamentos con mayores índices de estos delitos son Antioquia, Valle del Cauca, Santander, Bogotá y Atlántico.

En el ámbito de los derechos reproductivos, la reciente despenalización parcial del aborto en Colombia, que permite la interrupción del embarazo hasta las 24 semanas de gestación, ha sido un avance significativo en la garantía de derechos para las mujeres. Esta reforma, que surge como respuesta a años de movilización y demanda por parte de organizaciones feministas y de derechos humanos, representa un paso crucial hacia la autonomía reproductiva. No obstante, la implementación efectiva y el acceso equitativo a estos servicios siguen siendo desafíos importantes, especialmente en regiones más alejadas y en comunidades con recursos limitados.

Además, las mujeres que participan en la política y en movimientos sociales enfrentan una creciente violencia política. Esta violencia se manifiesta en agresiones físicas, amenazas y ataques verbales que buscan silenciar y desalentar su participación activa. Este fenómeno no solo limita la representación femenina en la esfera política, sino que también perpetúa un ambiente de hostilidad y exclusión. Adicionalmente, la violencia derivada del conflicto armado sigue afectando desproporcionadamente a las mujeres, especialmente a aquellas pertenecientes a grupos étnicos indígenas y afrocolombianos. A pesar de los esfuerzos para incluir un enfoque de género en el acuerdo de paz de 2016, la implementación completa de los indicadores de género sigue siendo un desafío.

En términos de participación política, hemos visto avances, logrando un 29,2% de representación en el Congreso para el período 2022-2026, en el caso particular del Senado la distribución de las mujeres por partido político, la mayor cantidad y mayor proporción de mujeres hace parte del Pacto Histórico, que obtuvo en total 20 curules, de las cuales 10 son mujeres,. Este porcentaje es un testimonio de la creciente influencia femenina en el ámbito legislativo. Sin embargo, a nivel territorial, la representación femenina sigue siendo baja: solo el 17,5% en Asambleas Departamentales y el 12% en alcaldías. Esta representación desigual refleja las barreras estructurales y culturales que continúan limitando la participación efectiva de las mujeres en la política, y subraya la necesidad de implementar acciones como las listas paritarias para todos los cargos de elección popular, como lo han propuesto varias fuerzas políticas y que el Pacto Histórico hizo realidad en las últimas elecciones.

Uno de los retos más significativos que enfrentamos es la ausencia de una mujer en la presidencia de Colombia. A pesar de los avances logrados, la falta de una presidenta representa una brecha importante en la igualdad de género en el más alto nivel de poder político. La elección de una mujer presidenta no solo simbolizaría un avance crucial hacia la equidad de género, sino que también podría traer consigo una serie de beneficios transformadores. Una presidenta podría influir directamente en la formulación de políticas públicas con un enfoque más inclusivo y equitativo, y podría servir como un poderoso modelo a seguir para futuras generaciones de mujeres en Colombia.

En este aniversario, es crucial que celebremos los logros y reconocimientos obtenidos, pero también debemos abordar con firmeza los desafíos que enfrentamos. Las mujeres hemos demostrado ser agentes de cambio fundamentales en la política colombiana, impulsando transformaciones y leyes que han mejorado la vida de muchas personas. Es necesario que nuestra voz sea escuchada en todos los ámbitos del país y que se tomen medidas concretas para superar las barreras que aún nos limitan. La igualdad de género no debe ser un objetivo lejano, sino una realidad cotidiana en todos los aspectos de la vida colombiana. En estos 70 años del voto femenino en Colombia, celebramos los avances logrados, pero también debemos enfrentar los desafíos persistentes con determinación y compromiso.

Quena Ribadeneira

Lula y Petro piden a Venezuela publicar resultados electorales desglosados

Los Gobiernos de Brasil y Colombia han vuelto a pedir este domingo al Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela que publique las actas «desglosadas por mesa de votación» de las elecciones presidenciales del 28 de julio que dieron la victoria al presidente, Nicolás Maduro, para asegurar la «credibilidad del proceso electoral».

«La credibilidad del proceso electoral sólo podrá restablecerse mediante la publicación transparente de datos desglosados y verificables», han defendido en un comunicado conjunto los presidentes de Brasil y Colombia, Luiz Inácio Lula da Silva y Gustavo Petro respectivamente.

 

La nota ha sido publicada este domingo en la red social X después de que ambos mandatarios hayan abordado la situación de Venezuela en conversaciones telefónicas los dos últimos días. En ella, afirman que «toman nota» del fallo del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que otorga la victoria a Maduro.

Pese a ello, «siguen aguardando la difusión, por parte del CNE, de las actas desglosadas por mesa de votación», mientras apelan al «espíritu de transparencia» recogido en los Acuerdos de Barbados que firmaron en 2023 el Gobierno y la oposición venezolanos.

«La normalización política de Venezuela requiere el reconocimiento de que no existe una alternativa duradera al diálogo pacífico y a la convivencia democrática en la diversidad», sostienen los dos presidentes, haciendo un llamamiento a todas las partes a evitar «actos de violencia y represión».

En este sentido, ambos han recordado que «mantienen abiertos sus canales de comunicación con las partes y reiteran su disposición a facilitar el entendimiento entre ellas», defendiendo su «interés en la estabilidad de Venezuela» y del continente.

Por otra parte, ambos Gobiernos manifiestan su «total oposición» a que se apliquen sanciones unilaterales «como instrumento de presión», aludiendo a su incompatibilidad con el Derecho Internacional y a sus efectos perjudiciales en la población de los países sancionados, «en especial en los sectores más vulnerables».

Nota relacionada: Unión Europea exige “resultados verificables” de las elecciones en Venezuela

No es la primera vez que las autoridades brasileñas y colombianas piden la divulgación de las actas oficiales de los comicios de julio. A principios de agosto, los ministros de Exteriores de estos dos países y de México hicieron lo propio, asumiendo una labor mediadora a nivel regional.

Unión Europea exige «resultados verificables» de las elecciones en Venezuela

Los Veintisiete países miembros de la Unión Europea han emplazado a las autoridades venezolanas a publicar los «resultados verificables» de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio y han recordado que el Consejo Nacional Electoral (CNE) es el organismo legalmente responsable del proceso electoral, y no el Tribunal Supremo de Justicia que ha fallado en un recurso del presidente Nicolás Maduro que éste es el ganador de los comicios a pesar de las denuncias de fraude de la oposición.

«Solo se aceptarán y reconocerán unos resultados verificables de forma independiente para garantizar que se respeta la voluntad del pueblo venezolano», han indicado los países de la UE en un comunicado publicado por la oficina del Alto Representante de la Política Exterior comunitaria, Josep Borrell.

 

La UE considera así que «a día de hoy las autoridades venezolanas no han aportado las pruebas públicas necesarias para evaluar el proceso electoral conforme a los criterios fijados por la comisión de expertos de la ONU».

Por ello piden «que el CNE publique y verifique de forma independiente las actas de todos los colegios electorales» y rechazan de esta manera la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que otorga la victoria a Maduro. «En vista de la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, vale la pena recordar que el CNE es el organismo responsable legal y constitucionalmente de la publicación de los resultados electorales transparentes y detallados», han remachado.

Mis dos mujeres

No me las voy a picar de islámico ni de hindú (sociedades polígamas) con este sugestivo titular pero tengo en mi corazón a dos mujeres súper valientes, cotidianas generadoras de fuertes golpes de opinión política en los medios tradicionales y digitales, y encargadas con todo el respeto hacia mi mujer, de hacerme incluso sollozar con sus impactantes decisiones públicas para enfrentar a sus gobiernos en sus respectivas naciones.

En esa línea, enaltecer a una dama por sus triunfos en todos los ámbitos de nuestras colectividades debe ser un constante y motivo de orgullo para la humanidad porque nos enseña así sea a lo “mero macho” a entender sus luchas individuales y colectivas que las posicionan como ciudadanas activas y protagonistas en un mundo habido de nuevas y frescas lideresas arriesgadas a cambiar los rumbos borrascosos, en este caso, desde la tarea gubernamental. Me hacen emocionar con sus proezas…

 

Vuelvo al corazón. Mi primer flechazo (quisiera ser adolescente) es originado por la colega comunicadora, periodista, escritora y presentadora Vicky Dávila (@VickyDavilaH), profesional, para unos ética para otros “vendida” con unas buenas décadas en este oficio y sin miedo a redactarlo, con una amplia aceptación por buena parte de la opinión pública criolla, que especialmente por la red social X (antes Twitter), con 6,81 millones de seguidores, le hacen sentir a diario su respaldo ante cualquier atropello por parte de sus fuertes detractores.

Detractores venidos, según las propias palabras de la comunicadora, desde el más alto linaje de la política corrupta, desenmascarada por las rigurosas investigaciones de la dama de la “cosa política” en otros tiempos como presentadora de noticias en RCN. Ese mismo periodismo, evidenciado en los últimos años como Directora de la Revista Semana, le causa un enfrentamiento sin precedentes con el Presidente Gustavo Petro, quien es investigado por varios casos de corrupción dentro de su gobierno y un sin número de acusaciones oscuras hacia la familia presidencial. Las pruebas y publicaciones de esas sucias jugadas fueron autoría de Dávila.

A Vicky, la respeto como a la primera novia (eran otros tiempos). No por su lealtad para hacer periodismo sino más bien por su entereza para enfrentar, siendo mujer, madre y esposa, a una sociedad acostumbrada a solucionar los inconvenientes con base en los mensajes cargados de odio, resentimiento vulgaridad e incluso con amenazas de muerte, en este caso en particular hacia ella y su propia familia. Eso me enamora porque se debe tener valor para enfrentar a sus acusadores ligados a un gobierno sin pudor para estigmatizar a quien piense diferente.

La periodista está en el sonajero sentimental de la derecha para ser candidata presidencial. Ese arriesgado menester electoral, de ser real, infiero puede ser como consecuencia de la fragmentada y débil postura de la mismísima oposición y la ausencia de una figura con carácter y determinación para empezar a enfrentar al actual gobierno y sus pretensiones de una constituyente y un fast track para, siendo realista, buscar una reelección de Petro. Vicky Dávila se muestra pausada frente a esta “papa caliente”, pero sus presentaciones en eventos gremiales, foros masivos con discursos casi programáticos y su inesperado nombre liderando una encuesta por la diestra insinúan un nuevo noviazgo laboral en su basta carrera profesional.

Mi segundo flechazo. “En la vida hay amores que nunca pueden olvidarse…”, dice Luis Miguel en una de sus melancólicas canciones. Así recuerdo desde la primera vez que observé a la poderosa y valiente, María Corina Machado (@MariaCorinaYA), arrancando su proyecto para buscar una inserción en la vida política y competiendo frente a frente ante su eterno rival, el fallecido, Hugo Chávez. Su amor por la causa, me traslada a rememorar su rostro en varias ocasiones atropellado por el puño de un salvaje (no de un amor enfermizo) sino de un integrante de las autoridades venezolanas o de un simpatizante del Socialismos del siglo XXI. Eso me convirtió en su admirador incondicional.

Ahora, la “dama de hierro” latinoamericana rompió con todos los pronósticos. Más allá de su incansable lucha política por liberar a su pueblo del yugo dictatorial del “camarada”, Nicolás Maduro, es necesario reconocer la inteligencia emocional y estratégica para denunciar ante la comunidad internacional los constantes atropellos contra los derechos humanos y la victoria electoral de ese masivo esfuerzo individual y grupal. Todos esperamos que por el bien de esa valiente mujer y los venezolanos la verdadera Democracia sea efectiva a corto plazo. A diferencia de Vicky, una mujer de medios masivos a la orden del día; María Corina, se ha hecho a pulso. Esto, sin el respaldo de la prensa local, sin grandes recursos publicitarios, ni cotizados estrategas en comunicación y aturdida a diario por el régimen. Veo siempre en su pecho rosarios de variados colores y extensiones. Ese signo de fe me arraiga aún más a ella.

“M.ª Corina echó por el suelo la consigna de que hay que polarizar para ganar elecciones. Por el contrario, ella logró reivindicar el sentido de la unidad y de la solidaridad como ejes de restauración de la nación venezolana. M.ª Corina es el mejor ejemplo de la crítica severa sin insultos y de la reivindicación del bien común por sobre el aniquilamiento del enemigo. También acabó con la consigna de que sin plata no se puede hacer política y la mentira de que no es posible hacer política diciendo la verdad”, dice Vivian Morales (@MoralesViviane) en su última columna de El Tiempo.

Vicky y María encarnan desde sus roles ejemplos a seguir para las nuevas generaciones. Una más odiada y la otra más bendecida. Lo importante es que las dos abren las mentes a muchas y muchos para que se apropien en absoluto de la crisis política en la región en aras de encontrar a serias y honestas líderes dispuestas a representarnos con altura ante las necesidades sociales y económicas, especialmente. Mujeres de todas las líneas ideológicas tendrán ese mismo derecho. Lo importante es que ellas tienen la gran oportunidad de seguir rompiendo corazones (como el mío) y provocando malestar entre los políticos tradicionales. El tiempo nos dará la razón.

#Parzival: ¿Cuándo Las Mujeres Políticas De Derecha En Ejercicio Saldrán Al Ruedo Electoral Del 2026?

Edgar Martínez Méndez

Supremo de Venezuela valida los resultados que dan por ganador a Maduro

El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela ha considerado válidos los resultados de las elecciones presidenciales difundidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y que dieron como vencedor al actual presidente venezolano, Nicolás Maduro.

La Sala Electoral del TSJ ha certificado «de forma inobjetable» el material del CNE y, por tanto, considera a Maduro como presidente electo de Venezuela para el periodo 2025-2031, pese a las acusaciones de fraude vertidas por la oposición, que ha reclamado la difusión de las actas.

 

La condición de Trump para reconocer resultados de las elecciones

El expresidente de Estados Unidos y candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, ha asegurado que reconocerá una hipotética derrota en las próximas elecciones de noviembre siempre y cuando sus rivales no hagan «trampas» e impongan nuevas normas y regulaciones «que no tienen poder de aplicar».

«Creo que si pierdo, este país entrará en una espiral sin precedentes, como nunca antes se ha visto, como en 1929, pero si pierdo, y si son libres y justas, por supuesto que aceptaré los resultados», ha dicho en una entrevista para CBS.

 

«Significa que no hacen trampas, que no descartan papeletas, que no imponen nuevas normas y regulaciones», ha apuntado Trump, quien ha vuelto a deslizar que habría sido víctima de fraude electoral en 2020. «Se han hecho cosas durante los últimos cuatro años que harán de estas unas elecciones libres y justas», ha dicho.

«Si veo que hemos tenido unas elecciones justas y libres (…) Nunca verán a nadie más honorable que yo», ha asegurado el candidato republicano, quien no ha escatimado nuevamente en descalificaciones hacia su oponente, la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris.

«Nuestro país necesita una persona muy inteligente, y no creo que ella lo sea. No lo considero un insulto, es un hecho», ha dicho de Harris, refiriéndose a un supuesto «historial de locura» para justificar este tipo de diatribas. «Tengo que hacer lo que sea necesario para ganar», ha reconocido.

Por otro lado, ha asegurado que hará públicos los informes y exámenes médicos a los que ha sido sometido tras el intento de asesinato que sufrió hace un mes para demostrar que no sufre estrés postraumático u otro tipo de secuelas.

«Todo salió bien. Uno de los médicos dijo, ‘nunca había visto algo así’. No, no tengo ningún problema. Yo iría un paso más allá, creo que todo aquel que se presente a la presidencia, ya tenga 75, 65 o 45 años, debería hacerse una prueba cognitiva», ha sugerido.

Daniel Briceño no ha aceptado buscar una curul en el Senado pero la idea le suena

El nombre del concejal De Bogotá por el Centro Democrático, Daniel Briceño, suena bastante para encabezar la próxima lista de aspirantes al Senado por el uribismo, tema que parece no disgustarle al cabildante de la capital del país, a quien se la ha visto frecuentemente por los pasillos del legislativo como buscando oficina.

Fuentes de Confidencial Colombia aseguran que la idea viene de la cabeza del expresidente Álvaro Uribe Vélez quien desea que la lista sea encabezada por una persona de buena aceptación en la opinión pública, que no genere resistencia y que además haga denuncias sin acudir a los insultos y agravios.

 

Briceño no ha dicho si pero analiza la propuesta y además explora la posibilidad de elegir a alguno de los senadores actuales del partido uribista que no continuarán en el Senado para garantizar los votos. Dentro de los posibles padrinos políticos se encuentran las senadoras Paloma Valencia, María Fernanda Cabal y Miguel Uribe Turbay.

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Biden explica porque renunció a la reelección

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha explicado que su decisión de abandonar la carrera a la reelección tuvo lugar cuando se dio cuenta de que su persistencia en seguir como candidato estaba perjudicando a sus compañeros del Partido Demócrata de cara a los comicios legislativos simultáneos que se celebran en noviembre.

En una entrevista con la cadena CBS, Biden rechaza que decidiera abandonar por malos resultados en las encuestas internas o por influencia de la considerada en muchas informaciones como gran artífice de su retirada, la ex presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi.

 

«Las encuestas que barajábamos demostraban que seguía codo con codo» contra su rival republicano, Donald Trump, «y el resultado final iba a decidirse en el último momento», ha indicado el mandatario.

«Lo que ocurrió fue que varios de mis colegas en el Congreso pensaban que mi presencia iba a perjudicarlos en sus respectivas carreras electorales, y lo que me preocupaba a mí es que podría acabar convirtiendo esa circunstancia en el tema de conversación», ha añadido.

«Habríais acabado preguntándome por Pelosi y se habría convertido en una verdadera distracción», ha añadido Biden antes de indicar que, en último término, recordó que se convirtió en presidente de Estados Unidos con la idea de abanderar una «etapa de transición», si bien «las cosas se aceleraron hasta tal punto que hubo un momento en que pensé que no iba a ocurrir».

En los últimos meses de su carrera electoral y ya en entredicho, Biden explicó en varias ocasiones que su deseo de presentarse a otro mandato venía dado porque se veía como el único candidato posible capaz de derrotar a Trump en las urnas. «Y sigo pensando que ahora mismo es lo más importante para este país: debemos, debemos, debemos derrotar a Trump», ha indicado sobre el magnate, a quien describió como «un peligro genuino para la seguridad nacional».

Biden aprovechó para declarar su total respaldo a su vicepresidenta, Kamala Harris, como virtual candidata del partido a las elecciones de noviembre y aseguró que en un momento dado, y si la agenda se lo permite, la acompañará durante la campaña.

«Hablo con ella con frecuencia», ha hecho saber Biden antes de aplaudir igualmente la figura del candidato elegido por Harris a la Vicepresidencia, el gobernador de Minesotta, Tim Walz. «Es como si hubiéramos crecido en el mismo barrio. Es mi tipo de hombre. Un tipo honesto e inteligente. Creo que formarán un gran equipo».

Venezuela: un reto para el interés nacional

Son muchas las voces críticas de la posición asumida por el presidente Gustavo Petro en unión de sus pares Lula da Silva de Brasil y Manuel López Obrador de México frente a la crisis suscitada por las elecciones en Venezuela.  Sin haber culminado un proceso de constatación objetiva de los resultados, ambos lados -gobierno y oposición- reclaman victoria. Frente a esta controversia que amenaza con desatar un ciclo de violencia, los tres presidentes han llamado a dirimirla por la vía institucional, con respeto a la soberanía popular mediante la verificación imparcial de los resultados y buscando el diálogo para la convivencia. Tanto Estados Unidos como la dirigente de oposición venezolana María Corina Machado ven con buenos ojos esta iniciativa.

Asumiendo como propia la narrativa de la oposición venezolana y sin esperar el dictamen final, la oposición colombiana deja de lado el interés nacional en función de la ideologización de las relaciones exteriores. Con esa perspectiva, acompañaron al gobierno Duque en el reconocimiento, sin conteo de votos, del autoproclamado presidente interino Juan Guaidó y apoyaron la propuesta belicista de Francisco Santos, entonces embajador de Duque en Washington, quién actuó igual que John Bolton, asesor de seguridad nacional de Trump y el secretario general de la OEA Luis Almagro, para conseguir que Estados Unidos optara por la “opción militar” en Venezuela.

 

Del 2019 para acá la situación internacional se ha complejizado. El presidente Biden expidió en octubre de 2022 la estrategia de seguridad nacional de su gobierno en la cual se protocoliza la competencia geoestratégica entre los Estados Unidos y China. Por su parte, China y Rusia habían acordado en febrero de ese año una “sociedad sin límites”. Ahora, esa confrontación geopolítica se atraviesa en Venezuela al reconocer China y Rusia como ganador al presidente Maduro y Estados Unidos, al candidato de la oposición, Edmundo González.

En este contexto, el llamado de los presidentes de Colombia, Brasil y México es la posición más sensata y acorde con el interés nacional de Colombia y la seguridad continental. Nuestro país comparte dos mil kilómetros de frontera con Venezuela, hay profundos lazos históricos entre los dos pueblos hermanos y ambos países albergan cuantiosa población del otro. Pertenecen todas las naciones nombradas a un continente de paz, sin conflictos bélicos entre sus integrantes. Son poderosas las razones que respaldan el llamado al diálogo y a una salida institucional en vez de a la continuada confrontación que puede conducir a soluciones de fuerza.

La abstención en la votación de la declaración contra Venezuela de la OEA ha sido otro acierto del presidente Petro. No tiene lógica mediar en un conflicto y golpear a una de las partes desde una organización multilateral a la que Venezuela renunció y cuya autoridad no reconoce. Ante una disputa que puede desembocar en una guerra civil o, incluso en un conflicto mayor, es necesario actuar con prudencia para que pueda operar la institucionalidad venezolana, saber probatoriamente que pasó en respuesta al clamor generalizado de una verificación transparente de los resultados y buscar un acuerdo de convivencia entre los dos sectores enfrentados.

Hago votos porque el interés nacional de Colombia y más ampliamente del continente americano prime en esta oportunidad sobre la confrontación ideológica que amenaza con prender la chispa que puede incendiar la pradera.

Clara López

Ante Venezuela ¿calentura o diplomacia?

Ningún asunto externo despierta tanta pasión entre nosotros. La situación política venezolana derivada del muy probable e inocultable fraude electoral del pasado 28 de julio, ha copado el debate público, ha impuesto la agenda mediática y ha invadido las redes sociales y la conversación cotidiana entre los colombianos. Son debates llenos de pasión en los que tomamos partido ciegamente por uno de los bandos en la confrontación al otro lado de la frontera, como si estuviera en juego nuestra propia suerte individual y colectiva.

Soy de los que piensan que el proyecto político que encabeza Nicolás Maduro tiene muy poco de democrático, como lo ha demostrado desde que asumió el poder y como lo está reiterando en esta coyuntura. Que su liderazgo chavacán y primitivo ha consolidado un régimen cerrado y estrecho alrededor de su obsecuente círculo cercano, reduciendo dramáticamente libertades públicas reforzando un desbordado poder de las fuerzas militares leales a un régimen autoritario de alto riesgo dictatorial. Que la esperanza despertada en su momento, entre quienes militamos en las ideas de izquierdas, por un carismático Hugo Chávez se han extraviado en los laberintos de los desaciertos económicos y sociales, la poca comprensión de la crisis climática con la persistencia de un modelo productivo anclado en el extractivismo petrolero, los altos niveles de corrupción en el aparato público y la implacable persecución al opositor político. No tomo partido por una oposición que representa a las élites del pasado desplazadas por el proyecto chavista, pero la izquierda en la que creo es aquella que considera la conquista de la justicia social y climática, el respeto por la dignidad humana y la superación de todo tipo de exclusión y discriminación, como incompatible con el pisoteo de la democracia.    

 

Pero más allá de las pasiones que nos atrapan o de las opiniones que tengamos sobre la naturaleza de su régimen político, al gobierno y al Estado colombiano le corresponde encarar la desafiante situación venezolana sin calenturas y con una gran dosis de mesura y responsabilidad. Nuestras convicciones políticas y compromisos democráticos deben estar al servicio del interés nacional. Es elemental. Ningún otro país comparte 2.200 kilómetros de frontera terrestre con Venezuela, ni tiene la expectativa de recuperar el intercambio económico y la balanza comercial con su vecino, ni tiene grupos armados ocupando el territorio vecino como retaguardia, ni aguarda su ayuda para la consecución de su paz definitiva, ni tiene cinco millones de venezolanos en su territorio y otro tanto de sus compatriotas allá, ni una crisis migratoria como la del tapón del Darién. La estabilidad institucional y la transición democrática en Venezuela es sin dudas un asunto que se corresponde con nuestro interés como nación para gestionar adecuadamente estas complejas circunstancias.

A mi juicio, el gobierno Petro ha actuado responsablemente. No se ha dejado provocar, ni se ha comprometido inconvenientemente en la refriega interna venezolana, como lo ha pedido la derecha colombiana y los oportunistas de última hora y de todos los pelambres. Ha sido fiel al articulo 9 de nuestra Constitución Nacional que ordena que “las relaciones exteriores del Estado se fundamentan en la soberanía nacional, en el respeto a la autodeterminación de los pueblos y en el reconocimiento de los principios del derecho internacional aceptados por Colombia”. No ha reconocido oficialmente el triunfo de Nicolás Maduro y ha pedido con firmeza que los resultados electorales del pasado 28 de julio deben estar sustentados en las actas de todas las mesas y un escrutinio transparente validadas por instancias legitimadas internacionalmente. Ha comprendido que esta voz tiene mas fuerza si lo hace junto a gobiernos de la importancia de Brasil y de México. Sabe que está en juego el papel mediador que ha cumplido entre Venezuela y Estados Unidos y el que pueden cumplir la traída Petro, Lula y López Obrador entre Maduro y la oposición para un acuerdo político que permita la tan esperada y anhelada transición pacífica y democrática en la patria de Bolívar.

El cambio en materia de política exterior respecto al tema Venezuela del actual gobierno, consiste en evitar apasionamientos ideológicos y en evadir calenturas y aventuras como las del tristemente célebre “cerco diplomático” con guaidos incluidos, que padecimos en los tiempos de Duque.          

Antonio Sanguino

Colombia busca garantizar transparencia en elecciones en Venezuela

Lo que ha sucedido esta semana en Venezuela requiere la atención de todo el mundo. Sin embargo, se debe tener mucho cuidado en las formas en las que se reacciona a la situación interna del vecino país, especialmente cuando se trata de relaciones diplomáticas entre naciones, porque una declaración bien intencionada pero tramitada de la manera incorrecta puede terminar convirtiéndose en gasolina para una escalada de violencia que nadie desea.

Lo primero que se debe dejar claro es que se deben revelar las actas de votación. Este es un punto que no admite discusión, puesto que la única manera posible de reconocer un resultado electoral es si existen las garantías para la verificación del proceso de votación. La democracia se garantiza a través de la transparencia, de poder dar las garantías necesarias a todos los sectores políticos así como a la comunidad internacional de que los resultados electorales publicados son legítimos, cosa que no ha sucedido hasta ahora y que se le debe exigir a la institucionalidad venezolana.

 

Esta ha sido desde un primer momento la postura clara del Gobierno colombiano, expresada a través del Canciller Luis Gilberto Murillo y el Presidente Gustavo Petro. No se puede afirmar de manera alguna que desde el gobierno se ha obviado la evidente situación irregular o se ha legitimado de forma alguna el resultado anunciado el día viernes por el CNE venezolano. Las declaraciones de los ministros y del Presidente han ido siempre en la línea de que no hay manera de reconocer la elección sin que no haya antes un proceso transparente de conteo de votos, de que este es el primer requisito para validar la elección.

Ahora bien, las razones por las cuales Colombia no vota la resolución de la OEA tienen que ver con el manejo de las formas, asunto casi tan vital como el contenido de una acción cuando se habla de relaciones diplomáticas. Venezuela decidió en el 2019 retirarse de la OEA de manera unilateral, es decir, el país tomó la decisión de no seguir haciendo parte del organismo internacional por lo que la resolución que se pretendía emitir tendría un efecto meramente simbólico, que no funciona como mecanismo con medidas efectivas de presión.

No se puede olvidar que Colombia cumple un rol como mediador en los diálogos que se sostienen entre la oposición y el Gobierno. Cualquiera que conozca sobre resolución de conflictos sabe que quién asume el rol de mediador debe ser especialmente cuidadoso en la manera en la que transmite sus mensajes, so pena de que las partes ya no lo reconozcan como un interlocutor válido y se pierda el trabajo realizado en pro de llegar a un acuerdo. Votar a favor de la resolución de la OEA hubiese significado renunciar a la posición de mediador, posición desde la que se puede lograr mejores resultados en favor de la ciudadanía venezolana.

Colombia, México y Brasil emitieron un comunicado conjunto en el cual queda claro el pedido de que se den a conocer de manera pública los datos sobre la votación, mostrando de nuevo que la postura ha sido una sola: se exige la transparencia. Pero, el pedido de transparencia no se puede convertir en un llamado a la violencia, que es lo que algunos sectores políticos parecieran desear para el vecino país con descabellados que ruegan por una intervención militar que sólo traería más violencia y dolor.

Alejandro Toro