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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Energía

Los embalses suben y el problema energético sigue

El nivel de lluvias ha dado un fruto importante en nuestro país, así lo reporto XM, quien opera el mercado energético colombiano al pasar de 55,29% en octubre a 66,5% en noviembre, en ese orden, la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) paso de estado de riesgo a vigilancia. Pero aún así, seguimos en crisis…

Esta semana luego de una visita a uno de los pueblos de la Guajira, en Dibulla, me di cuenta de lo critico que es el suministro de energía por la empresa Aire, intervenida por la superintendencia de Servicios públicos y de propiedad de Alberto Rios Velilla, que por su mal manejo, esta comunidad llevaba más de 3 días de suministro.

 

El problema no son los 3 días, que según ellos se repiten cada semana y los cortes son intermitentes.

Pero, hagamos historia… En el año de 1994 estuvimos como Ecuador hoy día, con apagones por la falta de fluido eléctrico debido a la corrupción de la administración pública hasta esta fecha, generando la apertura de la plaza para darle cabida al nivel privado, entrando al ruedo a administrar y dar un balance diferente.

Muchos de nosotros no conocemos los conceptos de una factura y como llegan a nuestros hogares, no sabemos sobre la generación, transmisión, distribución y comercialización junto con las pérdidas y que componen el sistema interconectado nacional.

Los generadores son los primeros jugadores, quienes explotan el recurso y lo venden, actualmente que puede ser hídrica que representa un 78,13% del total nacional, Térmica con un 16,77%, Eólica y Solar con 4,2%… algunas empresas: Isagen, Enel o Celsia.

De ahí pasamos a la transmisión, quienes se encargan de trasladar esta energía, encontramos El grupo de Energía de Bogotá o Isa.

Continuamos con la Distribución, son quienes nos trasladan la energía a nuestros hogares, son aquellos operadores de red como: Enel, EPM, Emcali, Afinia, Emsa o Aire.

Y los comercializadores, aquellos que la comercializan y la revenden, siendo uno de los negocios para muchos, de ahí contamos con cerca de 135 empresas activas que por sus condiciones y exposiciones pueden afectar la red de suministro energético en nuestros hogares.

Para hacernos una idea, XM suministra el 70% de la energía a través de compras a largo plazo a un precio fijo, el otro 30%, se deja para compra en bolsa que tiene una variabilidad por el nivel de los embalses donde se puede ganar o se puede perder.

Si nos damos cuenta, el precio kWh por el servicio de energía no ha bajado, esto se debe al déficit de las redes de transmisión que en estos momentos sigue y está sobrecargado. Al mirar la costa atlántica, no tiene la fuerza de llegada que requiere esta población de 7 millones de habitantes siendo el factor de corte de energía periódicamente.

Otro factor fue el fenómeno del niño, en los últimos cuatro años, casi que se duplico el valor del kWh como lo he manifestado en otras columnas.

En Bogotá seguimos en racionamiento, debido también a una sobredemanda de energía y pocas redes de transmisión que no dan para el nivel de 10 millones de habitantes. No somos capaces de construirlas, sin conciliación y falta de gestión con 8 proyectos en curso y nada que sale el primero.

Tampoco hay nuevos proyectos en construcción, la transición energética nos tiene en vilo y los pocos que han llegado al ruedo como Hidroituago está a media marcha… los proyectos de energía Eólica tampoco arrancan con equipos en preservación porque las licencias no avanzan.

En ese orden, cualquier planta en salida nos genera una crisis al sistema, y más allá de las lluvias, no tenemos la capacidad para el suministro sin dar lugar a la baja en las tarifas.

¿Ahora ven porque así llueva todo seguirá igual?

Iván Santisteban

Esa película ya la vimos

Ecuador padece diariamente hasta 10 horas de racionamiento del servicio de energía. Esa película ya la vimos, se rodó en Colombia hace 32 años, cuando sufrimos los rigores de un racionamiento similar, que se extendió por espacio de 14 meses entre los años 1992 y 1993 (343 días, entre 9 y 10 horas de racionamiento, 15% de la demanda). Allá se está reeditando.

La causa raíz de cuanto acontece en Ecuador es muy similar al caso colombiano: 1) dependencia en un 79% de la generación hídrica (Colombia 80%). 2) atraso en la ejecución de los proyectos de generación y transmisión debido a la estatización del sector y a la falta de espacio fiscal (en Colombia absorbía el 45% de la deuda pública) para las inversiones requeridas. 3) de 3.000 MW capacidad instalada de generación térmica, solo 700 MW están operativos por obsolescencia y falta de mantenimiento por falta de recursos. 4) las tarifas las fija el ejecutivo, sujeta a consideraciones políticas y no técnicas. 5) entonces como ahora, la sequía sirvió de detonante del apagón ya que, parodiando a Warren Buffet, podemos decir que cuando el nivel del agua en los embalses baja es que se sabe quién venía nadando desnudo!

 

Como antecedente de la calamidad, que significó para el país el apagón, es importante destacar que entre los años 1990 y 1991 se adelantaron varios congresos internacionales sobre la energía, en los cuales se empezó a ventilar la necesidad de una reforma del Sistema, constituyéndose el apagón en el catalizador que la hizo posible. De allí que la expedición de las leyes de servicio público (142 de 1994) y eléctrica (143 de 1994), que son hermanas siameses y no se puede entender la una sin la otra, fueran su respuesta, asimilando las lecciones aprendidas del mismo.

El paso más importante ya lo había dado la Constituyente de 1991, al establecer en el artículo 365 de la nueva Constitución Política que, aunque es el Estado quien debe garantizar la prestación de los servicios públicos, que son esenciales y en consecuencia, como lo ha reiterado la Corte es un derecho fundamental para los ciudadanos, también lo pueden prestar las “comunidades organizadas o los particulares”. Ello se tradujo en una inversión por parte de los privados de $140 billones, aproximadamente, en los últimos 30 años, aupada especialmente por los contratos de Oferta de energía en firme (OEF) correspondiente al Cargo por confiabilidad. La capacidad instalada de generación pasó de 8 GW en 1995 a 21.3 GW en 2024, para un incremento del 266%. La cobertura pasó del 70.9% en 1990 a 98.72% en 2023. Y el número de usuarios pasó 4.4 millones 1990 a 17.7 millones en 2023.

El Estado se reservó su función reguladora, prevista en el mismo artículo 365 de la Carta y la vigilancia a través de la Superintendencia de servicios públicos, la única de rango constitucional, llamada a proteger al usuario de los servicios públicos. La Ley de servicios públicos le dio vida a las comisiones de regulación, entre ellas la Comisión de regulación de energía y gas (CREG).

Ello le ha valido al Sistema energético colombiano una buena calificación por parte del Foro económico mundial (FEM) y del Consejo Mundial de energía (WEC, por sus siglas en inglés). Para el primero, según su reporte, Colombia ocupa el 10º lugar entre 126 países considerados por el desempeño de su arquitectura energética y de acuerdo con el Trilema de la WEC (seguridad, sostenibilidad y equidad) Colombia se sitúa en el puesto 35 entre 130 países evaluados!

De allí que podamos afirmar con contundencia que se equivoca el Ministro de Minas y Energía Andrés Camacho cuando afirma que “este gobierno ha venido a enfrentar problemas estructurales de un modelo económico neoliberal. 30 años después de este modelo de servicios públicos las empresas no le han garantizado los derechos a la gente”. Y menos con que dizque “las empresas de servicios públicos están prácticamente expropiando los bolsillos de los colombianos”, cuando en materia tarifaria, contrariamente a los sostenido por el Presidente Gustavo Petro, en el sentido de que “Colombia es el único país en América Latina que no tiene su sistema de tarifas regulado por el Estado”, es la CREG quien fija las tarifas del servicio de energía, partiendo de dos principios fundamentales: el de la suficiencia financiera de las empresas y los costos eficientes de estas (artículo 87 de la Ley 142 de 1994), es decir las empresas no le pueden trasladar sus ineficiencias al usuario.

De modo que está fuera de lugar la declaración del Ministro Camacho en el sentido de declararse “un Ministro del lado de los usuarios”, al tiempo que manifestó enfáticamente que “no vamos a permitir que las tarifas sigan subiendo” sin decir cómo ni cuándo, al tiempo que amenazó con tomar “medidas regulatorias y económicas para que no se cargue el costo del mercado a los usuarios, que es lo que viene pasando históricamente”. Se equivoca de medio a medio!

Gracias a esta institucionalidad, Colombia ha podido soportar y resistir los embates del fenómeno de El Niño y se muestra como el único país en Latinoamérica que no ha tenido racionamiento en los últimos 30 años. No obstante, hoy estamos enfrentados a un riesgo de racionamiento, pero por razones diferentes a las de antaño: la crisis financiera de las empresas comercializadoras de la energía, a causa de lo que le debe la Nación por concepto de los subsidios de energía ($2.5 billones) y por cuenta de opción tarifaria ($5 billones), la escasez de gas natural, pero sobre todo la estrechez de la oferta de energía que le resta margen de maniobra al Sistema (no supera el 10%), en momentos en los que los embalses de las hidroeléctricas siguen sin recuperarse satisfactoriamente, situación ésta que puede llegar a ser el detonante de un posible racionamiento del servicio de energía.

Amylkar Acosta

Crisis de energía en Cuba

El Gobierno de Cuba ha admitido que el país atraviesa una de sus peores crisis energéticas y ha prometido medidas de ahorro en el ámbito estatal para contener en la medida de lo posible los cortes de suministro en los hogares, después de una drástica caída del nivel de producción.

La Unión Eléctrica cubana ha indicado esta semana en sus informes picos de déficit de energía que superan los 1.600 megavatios, prácticamente la mitad del total de la demanda de los consumidores.

 

La situación ha llegado a tal punto que el primer ministro, Roberto Marrero, ha brindado un mensaje a la nación para dar cuenta de la preocupación del Gobierno por unas carencias que atribuye principalmente a la falta de combustible, que se sumarían al mal estado de la infraestructura y al progresivo aumento de la demanda, según medios oficiales.

Marrero ha anunciado que el Ejecutivo buscará a medio plazo recuperar las centrales termoeléctricas, favorecer la energía renovable y aumentar la producción interna de crudo, pero a corto ha asumido que son necesarias medidas que permitan al menos superar el déficit actual entre las necesidades de consumo y la capacidad de generación de electricidad.

Este plan inmediato pasa por tratar de atajar la demanda estatal, por ejemplo suspendiendo clases y actividades culturales y de ocio. La Unión Eléctrica también ha anunciado en redes sociales que, en líneas generales, «se suspenden todos los servicios que no resulten vitales y que generen gastos de energía, mientras que sólo el «personal indispensable» estará en los centros de trabajo.

Confirman multa a la Empresa de Energía de Boyacá

La Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios (Superservicios) confirmó la multa impuesta a la Empresa de Energía de Boyacá S.A. E.S.P., por valor de $842.689.505.

El organismo de control comprobó que la empresa presentó incumplimientos a la regulación del servicio público domiciliario de energía.

 

La investigación demostró que esta empresa que presta sus servicios en los departamentos de Boyacá, Casanare, Cundinamarca, Norte de Santander, Santander y Sucre, calculó incorrectamente el ajuste anual del Porcentaje de Administración, Operación y Mantenimiento a Reconocer (PAOMR), durante los años 2018 a 2020, con lo cual se apartó de las disposiciones que rigen el régimen tarifario.

El PAOMR es un indicador clave dentro del marco regulatorio, se calcula anualmente y refleja los costos asociados al uso de las redes de distribución eléctrica. Este valor es fundamental para evaluar el rendimiento de los operadores de red y determina las tarifas que los consumidores deben pagar por el servicio de energía, contribuyendo así a la calidad y sostenibilidad del
suministro eléctrico.

La Superintendencia de Servicios Públicos emitió el fallo dando respuesta a un recurso de reposición interpuesto por la empresa. La decisión se encuentra en firme.

Gremios advierten sobre eventual crisis en el suministro de gas y energía

Los presidentes de los gremios Naturgas y Andesco, Luz Stella Murgas y Camilo Sánchez en una una rueda de prensa alertaron una vez más por un posible racionamiento en los servicios de gas y energía.

«A partir del 1 de diciembre, que es cuando vencen los contratos de compra y venta de gas, es decir, cuando se materialice el déficit de gas natural, necesitamos tener habilitadas todas las regulaciones que nos permitan contar con gas importado para evitar un racionamiento en Colombia», advirtió la presidenta de Naturgas.

 

La líder gremial expresó su preocupación porque según los análisis de Naturgas, «a partir del 1 de diciembre de 2024 los faltantes son de 12% de la demanda nacional. A finales de 2025 y durante 2026 el déficit se incrementa a 30%».

“No hay gas local suficiente que nos garantice una prestación de servicio sin interrupciones. Esto nos obliga a importar gas natural para atender la demanda de hogares, comercios, vehículos e industrias”, señaló Murgas.

Por su parte el presidente de Andesco, Camilo Sánchez, hizo el llamado al Gobierno Nacional para que se adopten decisiones en conjunto que eviten la interrupción del servicio o el incremento de tarifas.

“Hoy le decimos al Gobierno que nos preocupan a los mensajes porque estos tienen un impacto en las calificaciones de riesgo y en la inversión del sector. El presidente el fin de semana dio anuncios contradictorios, que no era bueno el hallazgo de Sirius y que tocaba dejar de generar estos energéticos», dijo.

Las declaraciones se hicieron en una rueda de prensa convocada por los presidentes de los gremios Andesco, Acolgen, Andeg, Asocodis, Naturgas y Ser Colombia.

«Colombia puede estar en desabastecimiento de energía en 2026»: Presidenta de Acolgen

Foto: ACOLGEN

En el marco del primer foro Internacional de los Servicios Públicos, la presidenta de Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen), Natalia Gutiérrez Jaramillo, hizo el llamado al Gobierno Nacional para que agilice los procesos de generación de energía alternativa porque de acuerdo a XM, el país podría entrar en racionamiento de luz en el año 2026.

 

Llamado de ACOLGEN para que se aceleren proyectos de generación de energía en La Guajira

En el marco del Foro internacional de los Servicios Públicos convocado por la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, la presidencia de la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica, Natalia Gutiérrez Jaramillo, hizo un llamado urgente al Gobierno Nacional para que acelere los proyectos relacionados con generación de energías que se encuentran en La Guajira, para de esta manera evitar un apagón eléctrico en el país.

«No han entrado los proyectos que debían iniciar desde hace cuatro años y son 2200 megas atrapadas en La Guajira, y hacemos un llamado porque tenemos que desatrazarnos en energía que estamos esperando que ingrese al sistema lo que nos daría un gran respiro, incluso en precios», afirmó.

 

La líder gremial explicó que Colombia es materia de estudio a nivel internacional porque el país no padece de apagones eléctricos a diferencia de países, como Brasil, Chile, Perú, Ecuador, China, lo que según ella, demuestra que el modelo de energía no es fallido.

Bancolombia y Vanti desarrollarán nueve proyectos de cogeneración de energía

Continuando con su compromiso de acompañar proyectos que impulsan la competitividad de las empresas, y que representan eficiencia energética, Bancolombia financiará proyectos de cogeneración de energía que Vanti desarrollará para sus clientes, con un crédito sostenible por $58.900 millones a cinco años.  

Con estos recursos, Vanti invertirá en la compra de equipos y en la construcción de las instalaciones para que nueve compañías de distintos sectores en Bogotá y Cundinamarca, puedan producir energía eléctrica a partir de gas natural y calor residual.

 

El uso de estas instalaciones para la cogeneración de energía permite que las empresas puedan ahorrar costos en sus procesos de producción, la generación de energía a partir de fuentes más limpias, y representan además un ahorro de casi 60.000 MWh/año.  

Para Mauricio Rosillo, vicepresidente de Negocios de Bancolombia, “este tipo de proyectos, que desarrollan organizaciones como Vanti, son una muestra de cómo el trabajo conjunto entre el sector financiero y compañías de distintos sectores tiene un impacto positivo en la competitividad empresarial, y además contribuye a uno de los propósitos de país, que es la transición energética sostenible”.

Por su parte, María Cecilia Bertran, vicepresidenta de Estrategia y Finanzas de Grupo Vanti puntualizó que “en línea de con nuestro compromiso de sostenibilidad y de acuerdo con nuestra estrategia corporativa, este crédito servirá para apoyar a nuestros clientes industriales en sus procesos para que puedan ahorrar en sus costos de producción y generar energía a partir de fuentes más limpias”.

Vanti lleva cinco años desarrollando este tipo de proyectos de cogeneración de energía y el objetivo es seguir promoviendo este tipo de iniciativas en más industrias del país para que cambien fuentes como carbón y combustibles líquidos por gas natural y así contribuir a la transición energética del país.

En esa misma línea, Bancolombia reafirma su intención de ser el aliado de las organizaciones, poniendo a su disposición líneas especiales de crédito que les permitan impulsar iniciativas de eficiencia energética y en general todas aquellas que representen impacto ambiental y social positivo.

Precisamente, en el primer semestre de este año, la entidad financiera desembolsó créditos sostenibles a Grupo Vanti por un total de $48.000 millones, en reconocimiento a sus acciones para promover la diversidad, equidad e inclusión (DEI).

Reducen exportaciones de energía a Ecuador

El Ministerio de Energía y Minas anunció que limitará las exportaciones de energía a Ecuador en aras de garantizar el consumo local, a pesar de que su país vecino se enfrenta a una situación de desabastecimiento que ha llegado a obligar al Gobierno a programar apagones.

El Gobierno colombiano ha informado en un comunicado de que se exportará a Ecuador tan solo los remanentes de energía térmica «que no sea necesaria para el despacho nacional». «Se estaría exportando a Ecuador con excedentes que no se requieran para la atención de la demanda nacional», ha explicado.

 

Este anuncio de las autoridades colombianas se produce en un contexto en que Ecuador atraviesa por una crisis de desabastecimiento energético. Desde hace meses el país sufre apagones, en algunas ocasiones incluso programados, para tratar de hacer frente a la crisis energética.

De hecho, esta misma semana se había programado un apagón nocturno entre las 22.00 y 6.00 horas a nivel nacional, y a partir del lunes de la semana que viene esta situación se repetirá hasta mediados de semana, según informaron las autoridades ecuatorianas a mediados de mes.

Crítica de Petro a intermediarios en la venta de energía

El presidente Gustavo Petro aseguró que en Colombia se ha creado un mercado de intermediarios entre los generadores y los que compran la energía, lo cual, según el, «triplica el valor de las tarifas, afectando a los usuarios».

Dijo que esos intermediarios le compran la energía a Urrá, que es del Estado, a 220 pesos kilovatio hora, y le venden a Air-e, que después le vende al usuario a 880 pesos el kilovatio hora.

 

indicó que propuso a la CREG (Comisión de Regulación de Energía y GAS) una fórmula para bajar las tarifas, y preguntó si la tarifa de energía eléctrica que hay hoy en Colombia es justa.

“No, es una pura y mera especulación. Se están comiendo dineros de la gente y de la economía porque unos señores de la CREG hicieron una fórmula hace muchos años que está mal hecha, porque está a favor de ellos y no del usuario de Colombia”, sostuvo.

Colombia al borde de una crisis energética: ¿Adiós a la Soberanía?

En medio de la grave crisis que enfrenta Colombia, es crucial comprender la complejidad de la situación y distinguir entre los problemas estructurales y las coyunturas que reflejan el deterioro del panorama. Un ejemplo reciente es el alarmante anuncio de Juan Ricardo Ortega, presidente del Grupo de Energía de Bogotá, quien advirtió: “A hoy no existe gas para diciembre en Colombia”. Esta declaración se refiere a la incapacidad actual de asegurar el contrato por 5 millones de pies cúbicos diarios (MPCD), necesarios para el funcionamiento de las compresoras que garantizan el flujo de gas entre la costa y el interior del país.

Este incidente, sin duda preocupante, podría comprometer el abastecimiento nacional si no se resuelve antes del 30 de noviembre, fecha en la que culmina el ciclo contractual del mercado de gas en Colombia. Sin embargo, es fundamental subrayar que este es solo un síntoma de un problema mucho más profundo: la crisis estructural que afecta al sector energético.

 

Si no se garantiza el suministro de gas para las compresoras, las consecuencias serán inmediatas y graves. El suministro al servicio público domiciliario, el gas vehicular, el sector industrial y, en última instancia, todos los colombianos estarían en riesgo. A pesar de ello, se prevé que la situación se resolverá mediante la importación, un recurso cada vez más utilizado para cubrir la demanda nacional, aunque con un impacto económico creciente.

Colombia consume en promedio 1.000 MPCD, con variaciones significativas en momentos de alta demanda, como durante las sequías que limitan la generación hidroeléctrica. En los últimos meses, cerca del 15% de esa demanda se ha cubierto mediante gas importado, lo que ha encarecido el costo de la energía eléctrica. Este aumento de costos pronto se reflejará en otros sectores, como el transporte de gas, que verá afectados sus precios para mantener operativas las compresoras.

Actualmente, el país cuenta con aproximadamente 11 millones de usuarios domiciliarios de gas natural, además de pequeños comercios y una gran cantidad de industrias. A esto se suman cerca de 650.000 vehículos convertidos a gas natural.

El verdadero problema estructural en el servicio público domiciliario de gas natural en Colombia es la decisión del actual gobierno de no firmar nuevos contratos de exploración, junto con una serie de medidas que han desincentivado al sector. Bajo el pretexto de una política pública en favor del medio ambiente, se ha impedido la incorporación de nuevas reservas, lo que agrava el riesgo de perder la autosuficiencia energética.

Hoy, la industria petrolera, clave para solucionar de fondo esta crisis, se enfrenta a un panorama sombrío. Las medidas tributarias, las restricciones para obtener licencias y permisos, el aumento de la conflictividad social en las zonas de influencia de los proyectos, y la retórica destructiva del presidente han puesto en jaque al sector.

Desde la UTIPEC, compartimos la preocupación expresada por varios sectores ante la inminente pérdida de la soberanía energética del país. Hacemos un llamado a los trabajadores y a toda la sociedad colombiana a reconocer la importancia crucial de la industria minero-energética. Es hora de unirnos en defensa de este sector, patrimonio de todos los colombianos. Si permitimos que el gobierno actual continúe debilitándolo, las consecuencias serán desastrosas para todos.

Alejandro Ospina

Alarma por incremento de costo de energía en empresas

La reforma laboral que se debate en el Congreso, y que podría incrementar hasta un 20 % los costos laborales de las empresas, sumado a la incertidumbre económica que genera la política fiscal del Gobierno, que recién dio a conocer un anuncio sobre una nueva propuesta de reforma tributaria que podrán en discusión del legislativo, no es la única preocupación que tiene en alerta al sector productivo. El valor de los servicios públicos también causa alarma. ¿Por qué?

Un reciente estudio realizado por la Startup Energy Master, advierte que el costo de la tarifa de la energía en las empresas aumentó hasta un 32 % en el último año y los costos promedio, al revisar la facturación en los principales departamentos del país, presentaron un incremento alrededor del 20 %. 

 

Según el informe, que analizó más de 300.000 recibos de servicios públicos, entre el 1 de junio de 2023 y el 30 de junio de 2024, las compañías del sector comercio, restaurantes, oficinas, tiendas de ropa y supermercados, entre otros, pasaron de pagar el año pasado, en promedio, por 1 Kilovatio Hora (kWh) $771, a cancelar actualmente por el mismo indicador cerca de $922.

Por zonas del país, los mayores aumentos en el costo de la energía se presentaron en los departamentos de Bolívar (32 %), Atlántico (26 %), Eje Cafetero (20 %), Santander (19 %), Valle del Cauca (18 %), Bogotá y Cundinamarca (16 %).   

De acuerdo con el estudio, este incrementó significó para las empresas una facturación total de $485.728 millones; valor que, según Alejandro Ramírez, CBO y cofundador de Energy Master, “causa un sobrecosto a sus finanzas y genera incertidumbre en la decisión de crear más empleos y hacer nuevas inversiones”.    

Para tener en cuenta, la factura de energía es la que hoy más pesa en las empresas analizadas durante el informe, con un 95 % de participación total en el pago mensual de servicios públicos, seguido del recibo del agua (3%) y de gas natural (2%).

Con relación a los operadores que más han incrementado las tarifas, según el componente de generación, en primer lugar, sobresale Afinia (47 %), con presencia en los departamentos de Bolívar, Córdoba, Sucre y Cesar; segundo, EPM (37 %), con alcance en Antioquía, Santander, Norte de Santander, Caldas, Risaralda, Quindío, entre otros; tercero, Air-e (19 %), que presta sus servicios en Atlántico, Magdalena y La Guajira; y cuarto, Enel (3 %), que concentra su operación en Bogotá y Cundinamarca. 

Las cuatro razones que explican las alzas de los precios

La generación de energía sigue dependiendo de gran manera de las hidroeléctricas, factor que hizo que el Fenómeno del Niño generará un gran impacto en sus finanzas, en parte por la generación con térmicas y la especulación en precios de bolsa.

Los cobros por opción de tarifa “que, si bien significaron un supuesto alivio para las compañías que se vieron apretadas por estos pagos, con el tiempo terminaron asumiendo valores retroactivos sobre el costo del kWh que no se cubrieron durante la congelación de tarifas que se presentó en la pandemia”, asegura Ramírez

Varios municipios presentan un costo muy elevado en el impuesto de alumbrado público, sumado a que aún se hacen unos cobros por el consumo de energía que no están claramente justificados y que se crearon con la intención de potenciar la eficiencia energética. “Esto demuestra una falla preocupante en la implementación de las políticas del Gobierno Nacional en esta materia”, agrega.

Factores externos, como la fluctuación de precios del gas, que es con el cual en gran medida funcionan las generadoras térmicas, ha hecho que se aumenten los precios, situación que preocupa porque podrían dispararse aún más si se tiene en cuenta que una buena parte de este combustible se está importando y sería un recurso clave en caso que se presentará otro Fenómeno del Niño.

Ramírez advierte con preocupación que, de cara al futuro, no se ve una solución cercana que puede prever un bajón en las tarifas de energía; de hecho, se esperaba que en 2023 el país tuviera por lo menos un 15 % de generación con FNCER (Fuentes de energía no convencionales como solar y/o eólica) que permitiera tener acceso a precios más estables en los próximos 15 años. “Sin embargo, hoy sólo alcanzamos un escaso 2 %, lo que evidencia claramente que durante este Gobierno no se ha avanzado casi nada en este sentido, poniendo en peligro la seguridad energética del país en los próximos años”.

Un dato para tener en cuenta

Los resultados del estudio completo se revelarán durante el Energy Master Summit 2024, evento que reunirá a los principales líderes del sector energético del país, el próximo 28 de agosto en Bogotá.

Medición inteligente, lejos del 2030

Imaginarnos un escenario donde nuestros hogares y empresas puedan monitorear sus consumos de manera automática, curvas de carga las 24 horas del día… permitiéndoles analizar su operación de manera rápida y generando estadísticas sobre sus días de mayor consumo, hora pico y fugas que se podrían corregir por una operación mal administrada, es una oportunidad que cualquier empresario pensaría razonable en su operación.

Pero… ¿En qué va el proceso?

 

Devolviéndonos al pasado, en el año 2021 se presentó la ley 2099, que establecía algunos puntos que nos permitirían direccionarnos hacia la medición inteligente, y a cambio se obtendrían incentivos tributarios: “las empresas prestadoras del servicio de energía deberán asumir los costos asociados a la adquisición, instalación, mantenimiento y reparación de los medidores inteligentes de los que trata la presente Ley. De ninguna manera este costo podrá ser trasladado al usuario en la facturación o cualquier otro medio”.

Evidentemente para cualquier distribuidor o comercializador, no es atractivo realizar un recambio tecnológico sin ver un retorno de la inversión, implicándole un flujo de caja por cerca de $9 billones a costa de nada.

Teniendo esto sobre la mesa, la corte constitucional la declaro inconstitucional, mencionando que violaba la recuperación de los costos.

Mas adelante, para el año 2022, la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) presentó la resolución 101 001, por medio de la cual se establecen las condiciones para la implementación de la infraestructura de medición avanzada.

En la resolución, las compañías deberían presentar un plan de trabajo, permitiéndoles desplegar dicha tecnología. Esto, en un periodo no mayor a 120 días, después de expedir la circular de la Creg con material, formatos, protocolos, procedimientos y contenido objeto de inicio.

Esta circular nunca les llegó y las empresas se quedaron en el aspirar. A hoy día, no hay un modelo de implementación de AMI en los comercializadores o distribuidores; muchos comercializadores lo vienen realizando por su modelo de negocio y valor agregado, que pudiese ser un piloto para el monitoreo no solo del flujo global de la energía de un cliente, sino también sus redes internas como valor agregado… generando fidelidad e ingresos extras para el negocio.

En este año, 2024, se han instalado cerca de 200.000 medidores inteligentes de acuerdo con las cifras entregadas por la Asociación Colombiana de Distribuidores de Energía Eléctrica, ASOCODIS. Haciendo el cálculo, no es ni el 1%, si esperamos instalar más 14 millones de medidores en nuestros hogares y llegar al 75% de la meta para ese año (es decir 2 millones por año).

De acuerdo con la Cámara colombiana de Energía, la ruta crítica radica en El establecimiento del Gestor Independiente de Datos e Información (Gidi), “cuya creación depende al parecer de estudios en ejecución de la Creg… y que probablemente se publiquen en 2025”.

Evidentemente, no se va ha lograr la meta propuesta, según lo anterior, podríamos tener los planes piloto entre 2026 y 2027, además, teniendo varios componentes en política pública sin solucionar, principalmente en coste, sumándole la mano de obra y mantenimiento de los equipos.

Para llegar, se deben generar acciones más competitivos y tangibles que un beneficio tributario, donde, en ocasiones y de acuerdo al proceso, el usuario o las compañías ni lo pueden utilizar.

Iván Santisteban

De los peores años en la historia de la industria minero energética colombiana

A lo largo de la historia, se pueden identificar varios períodos difíciles para el sector minero-energético colombiano, algunos asociados a dinámicas propias del mercado internacional y otros en los que asuntos internos lograron frenar la expansión de este importante sector de la economía. No obstante, nunca como hoy había sido la intención deliberada de un gobierno la que, con múltiples acciones, ha procurado su desincentivo de manera tan evidente y contundente.

En primer lugar, se desarrolló una matriz de opinión adversa y se promovió un clima de conflicto en las regiones productoras, incluso como parte de la campaña que resultó en la elección del actual gobierno. Mediante el engaño y la exacerbación del odio y el resentimiento, se empezó a hacer más complejo y oneroso el desarrollo de algunos proyectos, los cuales tuvieron que ser abandonados.

 

Sin embargo, fue la designación de la primera ministra del actual gobierno, interpretada por muchos como un simple error de cálculo o una ligereza, lo que marcó formalmente el inicio del período oscuro en el que nos encontramos. Con gran acierto, la funcionaria logró sembrar las semillas de desconfianza e incertidumbre que frenaron el crecimiento del sector.

Pronto, el mismo presidente no vaciló en denigrar al sector en escenarios nacionales e internacionales, equiparándolo con el narcotráfico y despreciando la robustez técnica y científica de nuestra actividad y de quienes laboramos en ella. Aseguró que no se necesitaba «mucho cerebro» para el éxito de nuestras operaciones, lo que no solo evidenció la perversidad con la que se oficializaba la intención de destrucción, sino que también respaldó la gestión de la tristemente célebre ministra, promotora del decrecimiento económico y del anuncio de la importación de gas de Venezuela.

Pasando del dicho al hecho, la negativa a la suscripción de nuevos contratos de exploración, en un contexto de reservas y producción ajustadas en el país, fue la primera acción material que produjo efectos claros sobre la evolución de la industria. Esto se evidenció en la caída de las reservas, lo que pone en riesgo la soberanía energética e introduce señales inflacionarias y de desaceleración de nuestra economía.

La Reforma Tributaria marcó otro hito. Aunque parte de sus medidas fue atenuada por inconstitucionalidad, logró en complicidad con la mayoría del Congreso cargar con una sobretasa de renta a la actividad petrolera. Como es obvio, esto redujo las expectativas de generación de valor para inversionistas, empresarios, trabajadores, comunidades y, en general, la sociedad, poniendo al sector en una posición defensiva de reducción de inversiones y aceleración de retornos. Este ambiente, que ya era enrarecido, hoy vuelve a encender sus alarmas ante nuevos anuncios de mayores impuestos en la anunciada reforma que se pretende tramitar en la actual legislatura.

Con todo lo anterior, se ha construido un escenario que, sin duda, puede ser calificado como los dos peores años en la historia de la industria minero-energética colombiana.

Sin embargo, aunque el panorama luzca desolador, no podemos sucumbir ante la maldad que pretende arrastrarnos hacia la miseria. Por el contrario, es tiempo de apelar a la resiliencia y al coraje que nos caracteriza, y promover todas las acciones legales y constitucionales que hagan cesar este ataque a la brevedad posible. Es momento de unir a todos los colombianos con argumentos reales que demuestran que es con, y no contra, nuestra industria como podremos rescatar a nuestra nación de la pobreza, la destrucción y la muerte que prometen regímenes como el que se nos pretende imponer y que ya han destruido a varias naciones de la región.

Alejandro Ospina

Del dicho al hecho

Según el Presidente de la República Gustavo Petro, “el Gobierno nacional cuenta con la voluntad de modificar el esquema tarifario de la energía en el país. sin embargo, decisiones judiciales y políticas lo han impedido…no he podido en dos años, porque una y otra vez se atraviesa algún tipo de decisión judicial o política para defender los intereses de seis grandes pulpos de la generación eléctrica, que están ordeñando a toda la sociedad colombiana, ordeñando a la industria, ordeñando a la agricultura y ordeñando al poder productivo de Colombia”. En un duro cuestionamiento a los mandatarios del caribe les endilgó parte de la responsabilidad, insinuando su supuesta connivencia con las empresas. Pero, veamos los hechos.

En septiembre del año 2022, en su discurso de clausura del el Presidente Petro responsabilizó de las excesivas alzas tarifarias a la CREG y se propuso asumir sus funciones y competencias para bajarlas, pero después de fracasar en el intento de asumirlas, la CREG quedó en sus manos y desde entonces no hay sabido qué hacer con ella, pues hasta la fecha se ha negado sistemáticamente a nombrar en propiedad a los 6 expertos comisionados de la CREG, como lo manda la ley y lo ordenó el Tribunal administrativo de Cundinamarca.

 

Y ante su incumplimiento la procuraduría general de la nación le solicitó a dicho tribunal iniciar una acción de desacato contra el Presidente Petro y contra el ministro de minas y energía Andrés Carreño. Ello ha sumido a la CREG en una interinidad permanente, hasta su desintegración actual, luego que el consejo de estado anulara el nombramiento de su director. La ex ministra de Minas y Energía Irene Vélez anunció en octubre de 2022 un pacto por la justicia tarifaria que reduciría las tarifas en un 4%, el cual terminó en sólo 2.82%, cuando el aumento acumulado era del 40% en la región caribe.

Ahora se anuncia nuevamente una baja de las tarifas en la región caribe del 4%, cuando el aumento de enero de 2023 a enero de 2024 fue del 31%, para ello el Gobierno Nacional asumirá la deuda contraída por parte de los usuarios con las empresas distribuidoras de energía por cuenta de la opción tarifaria. Pero, para que las empresas Air e y AFINIA, que son las que prestan el servicio, le trasladen este beneficio a sus usuarios no basta con el anuncio por parte del Gobierno. Para que este anuncio pueda materializarse, como lo dispone la Resolución 40225 del Ministerio de Minas y Energía expedida el 2 de julio, es la CREG quien lo debe decidir.

Del dicho al hecho hay mucho trecho. En efecto, en dicha Resolución se esbozan unos lineamientos tendientes a introducir unos cambios regulatorios, que sólo la CREG puede determinar, tendientes, según su texto a la adopción de “medidas para reducción de tarifas a los usuarios regulados del servicio de energía eléctrica”. En la misma, incluso, se deja abierta la posibilidad de que el beneficio de la supresión del pago de la Opción tarifaria se extienda a los estratos 4, 5 y 6. Pero, la verdad sea dicha, esta es una Resolución bien intencionada, pero ineficaz, pues varias de sus disposiciones principales dependen para su aplicación de acuerdos voluntarios entre generadores, comercializadores y distribuidores de la energía, que permitan la renegociación de los contratos bilaterales vigentes.

No obstante, como es bien sabido, una de las leyes de Murphy es aquella según la cual todo aquello que anda mal es susceptible de empeorar. Ahora resulta que el pasado 2 de julio se venció el encargo de uno de los expertos comisionados encargados, el de Orlando Velandia, Director de la ANH y para rematar, el Consejo de Estado anuló el nombramiento del otro, Omar Fredy Prías, quien además era el

Director ejecutivo, por no reunir los requisitos legales, con lo cual la CREG queda con sólo 2 de los 6 expertos comisionados y se requiere un mínimo de 4 de ellos para configurar quorum y sin este no se podrán tomar decisiones.

Decisiones como las que se plantearon en la Resolución de la referencia, como la orden de que establezca y viabilice “mecanismos de financiación, adicionales a los mecanismos viabilizados por el Gobierno Nacional, que de manera temporal permitan aliviar la situación financiera de las empresas distribuidoras y/o comercializadoras que posean saldos acumulados de opción tarifaria”. Y qué decir del plazo de 30 días calendarios a la CREG para que expida, nada menos, que “los ajustes regulatorios que considere necesarios, para el cálculo y reducción del Costo Unitario de prestación del servicio (CU), y la reducción de las tarifas para los usuarios de estratos 1, 2 y 3”.

Esperar, entonces, que la CREG pueda proceder, como se lo solicita el Ministerio de Minas y Energía a través de esta Resolución, a expedir la resolución o las resoluciones requeridas, cuando la misma no cuenta con el quorum para la toma de decisiones es tanto como cortarle las alas a una paloma y esperar que la misma emprenda vuelo!

Ello nos ha llevado a afirmar que la CREG se ha constituido en el nudo gordiano de una crisis energética inducida, que el Ministro Andrés Camacho se niega a reconocer, que tiene la Transición energética justa, contemplada en el Plan Nacional de Desarrollo (2022 – 2026), que ni siquiera cuenta con su Hoja de ruta, en pausa, pese a que la misma se ha convertido en el mantra de este Gobierno. Sólo este puede desatarlo, pero para ello tiene que superar la propensión a la procrastinación que lo ha caracterizado.

Amylkar Acosta