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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Gustavo Petro

Últimas noticias de Gustavo Petro

¿Para qué es el parque solar que inauguró Petro en el Cesar?

Con una dimensión equivalente a 552 canchas de futbol el presidente Gustavo Petro inauguró el parque solar en el municipio de La Loma, departamento del Cesar. En medio de este evento el mandatario lanzó la propuesta que los departamentos de Cesar, Magdalena y La Guajira, por su potencial eólico y calorífico solar, se conviertan en un en un experimento de generación de energías limpias.

En el evento de inauguración del parque, con el que se beneficiaran alrededor de 600 mil personas en los corregimientos de La Loma, y El Potrerillo, esto en el municipio de El Paso, el primer mandatario de los colombianos afirmó; que es necesario aprovechar la crisis del carbón para proyectar la nueva economía regional ya que la gran minería de exportación de carbón es la más vulnerable.

 

Además, explicó, se está creando una conciencia a no comprar carbón y que la sociedad, es más consciente de no seguir consumiendo carbón para no acelerar la extinción de la vida humana.

“Esta región debería ser el primer experimento, no el último. La riqueza de la región, hoy medida por la extracción de petróleo y carbón, que se mide en dólares y no vuelven a la región porque se los lleva el dueño del carbón, se puede convertir en riqueza de la región solo usando el sol”, afirmó Petro Urrego en su discurso.

Así mismo recalco que la empresa productora de energía térmica en La Guajira, Geselca, solo utilizará el sol o el viento en lugar de carbón, y que “toda La Guajira sería 100% una economía descarbonizada”. Además, sostuvo que, La Guajira es el segundo lugar del mundo de tierra continental donde más rápido y permanente fluyen los vientos, y favorece la energía eólica, aclaró.  

También el presidente se refirió al temor en la región si se acaba el carbón, pero subrayó que esta transición se logrará con ayuda del Gobierno Nacional, incluyendo en el diálogo a las empresas carboneras, y sabiendo cómo se va a reconvertir la fuerza de trabajo que actualmente está en las minas de carbón y transformarla fuerza laboral para producir energía limpia.

Para esto se ello se necesita que la industria que trabaja con energía solar tenga un desarrollo más ágil, “Ya estamos haciendo paneles solares, solo que poquitos”. Así mismo impulsar comunidades energéticas y desarrollar el turismo ambiental en el norte del país “mostrándole al mundo cómo es posible salir de un mundo fósil y pasar a un mundo limpio” aseguró el mandatario.

En las 400 hectáreas que conforman el parque Solar de La Loma, se invertirán 126 millones de dólares y se fortalecerá la generación de energías limpias los tres departamentos del norte del país.

La alerta de Federico Gutiérrez por posible desfinanciación por parte de Petro a proyectos de Medellín

El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, mostró su preocupación ante las alertas dadas por la falta de precisión en la ejecución de cerca de $13 billones del presupuesto nacional destinados a proyectos estratégicos.

El mandatario de la capital antioqueña considera que algunos proyectos para la ciudad como el metro de la 80, se verían afectados. La mega obra requiere de unos $490.000 millones este año para su ejecución

 

“Los recursos no están y sin esos recursos –que deberían entrar entre junio y julio de este año– se entraría en una parálisis del proyecto, lo que acarrearía demandas de los contratistas”, señaló.

Otros proyectos, que desde el punto de vista del alcalde Gutiérrez, quedan en riesgo, se encuentran: la culminación del Túnel del Toyo y de los proyectos 4G como Pacífico 1.

¿Hasta cuándo vamos a seguir así? El Gobierno Nacional debe dedicarse a gobernar y eso implica respetar los acuerdos previos para las obras que se hagan bien en las regiones. Pero ¿por qué ese odio contra Antioquia y sus proyectos estratégicos?, preguntó.

Presidente Petro insiste en ruptura institucional

Después de los hechos acaecidos el pasado jueves 8 de febrero frente a las instalaciones del Palacio de Justicia, en el marco de las marchas convocadas por diferentes sectores afines al gobierno del presidente Petro, solicitando la pronta elección de la nueva Fiscal general, el primer mandatario de los colombianos continúa insistiendo en una “ruptura institucional”.

A través de su cuenta en la red social “X”, Petro Urrego posteó “La movilización general de la ciudadanía de la que hablado tiene como objetivo no permitir la burla del voto ciudadano con maniobras politiqueras de corruptos ni permitir que haya burlas a la democracia.  La movilización general de la ciudadanía no solo debe impedir un golpe a la democracia, la movilización nacional ciudadana es para restablecer la decencia, la verdad y el poder de la misma gente”.

 

Varios analistas han opinado sobre las declaraciones del presidente Petro, entre ellos Yann Basett, quien en declaraciones para el diario El País de la ciudad de Cali afirmó lo siguiente:

“Las alertas del presidente Gustavo Petro en las que asegura que habría una ruptura institucional en el país no son acertadas, y mucho menos son suficientes las razones que evoca para hablar de un golpe de Estado”.

Por su parte un grupo de congresistas del Pacto Histórico, integraron una delegación que ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Organización de Estados Americanos (OEA), amplíen las denuncias que ha hecho Gustavo Petro sobre la “ruptura institucional” en el país.

Las repercusiones sobre las declaraciones del presidente de los colombianos llevaron a que el Senador Humberto de Calle, le enviara una carta el secretario general de la OEA, Luis Almagro, sobre sus declaraciones de la situación denunciada en el país.

“Usted optó por la vía fácil de alejarse de la verdad creyendo cumplir así su tarea en la OEA. Pero lo ha hecho con aseveraciones tan categóricas que exigían una previa y mínima verificación que le hubiese permitido utilizar el lenguaje equilibrado que se esperaría de un dignatario de tan altas responsabilidades”. Afirmó de Lacalle en su misiva.

Se espera fecha de una nueva convocatoria de marchas por parte del presidente Petro, a sus seguidores.

¿Qué tan duro está siendo el “Golpe Blando”?

La avidez de poder de la derecha colombiana la tiene desaforada. La instrumentalización que hicieron de la protesta del 8 de febrero no tuvo límites. Mientras que los medios de comunicación inventaron noticias para crear en el imaginario social que la manifestación devino en “secuestro” y “agresiones a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia”, la procuraduría se tomó atribuciones del ejecutivo, exigiendo al general William Salamanca que protegiera la “vida de los magistrados”. La Fiscalía, politizada hasta los tuétanos, prefirió pasar por alto las contundentes denuncias de los posibles delitos que cometió la vicefiscal y creó un grupo especializado para que investigara los “desmanes”, en tanto que, representantes de los partidos políticos vociferaban que el gobierno cometió “actos ilegales, inconstitucionales” y que el presidente “estaría incurriendo en actos criminales”.

Aunque en la mañana se señaló a Fecode como “borregos del gobierno”, fue el periodista Ricardo Ospina de Blu Radio, quien empezó la incitación a la zozobra con un post, pasadas las dos de la tarde, diciendo: “Atentos: Un magistrado de la Sala Civil… que intentó salir a pie del Palacio de Justicia… fue atacado a piedra por manifestantes. Tuvo que regresar al edificio”. El concejal Daniel Briceño lo secundó (antes de las 4 de la tarde) posteando “acaban de sacar magistrados en helicóptero gracias a un plantón violento provocado por usted presidente”.

 

La revista Semana, por su parte, afirmó que los magistrados habían quedado “sitiados adentro del recinto” y remató el exmagistrado Jaime Arrubla, en el mismo portal, calificando la invención como un “secuestro colectivo”. La misma revista, en su desespero por generar caos e incertidumbre, falseó una noticia en la que se aseguró que la mayoría de los magistrados “fueron evacuados en helicóptero y otros por una salida que se habilitó”. Tal fue el cinismo que la derecha, en redes sociales, intentó asemejar la manifestación con el “holocausto del palacio de justicia” como lo comprueba el periodista Camilo Andrés García. La incitación a la violencia llevó a que un grupo de personas presentadas como “Hispalibertarios”, que vestían gorras negras con águilas amarillas, llegaran a la sede de Colombia Humana con la finalidad de atacar y empapelar sus instalaciones.

Mientras se orquestaba la confabulación, la procuradora (en la cumbre de gobernadores que se llevaba en Cartagena) categóricamente sostuvo que los magistrados “están secuestrados por un grupo de manifestantes”. El presidente tuvo que replicarla recordándole que es el quien da las ordenes a la policía y exigiéndole que “no abuse de sus funciones”. En lugar de aperturar una investigación contra Martha Mancera, la Fiscalía resolvió conformar un equipo de trabajo para “efectuar los actos urgentes que correspondan y ejercer la acción penal frente a los posibles hechos delictivos que se hayan cometido”. Son varios los videos publicados en los que se observan personas que agreden a periodistas y, luego, empujan la puerta del parqueadero del Palacio de Justicia, queriendo presentar la manifestación pacífica como un hecho vandálico.

Los ánimos los terminó caldear el Centro Democrático y el Partido Liberal. María Fernanda Cabal, representante del uribismo, a las 4:30 de la tarde publicó en su cuenta de X: “Este país necesita líderes valientes como el General Arias Cabrales y el Coronel Plazas, que defiendan la democracia y la justicia frente a la violencia. Que defiendan la justicia de los violentos como en 1985”, en un intento de comparar las protestas con el Holocausto. Entretanto, César Gaviria, director del liberalismo, sostuvo en un comunicado a la opinión pública o que “estamos viendo más allá de un comportamiento dictatorial raya en lo criminal y como tal deben ser juzgados. El presidente no se está comportando como una persona cuerda, abogamos por su capacidad mental para gobernar a Colombia”.

Es evidente el delirio de la derecha por hacer un golpe blando contra el presidente electo democráticamente, Gustavo Petro. Esta situación esta pasando de castaño a oscuro y la construcción mental del tal “Golpe Blando”, cada vez tiene más expresiones en la realidad.     

Encuentre aquí más columnas de Maylor Caicedo

A Colombia la salvarán las instituciones

La estabilidad política, social, económica e institucional se ven amenazadas cuando un presidente alienta la movilización popular con discursos de odio. Y más grave aún cuando lo hace para presionar a las Cortes, desafiando así la Constitución y las Leyes que él mismo juró proteger.

Desde 1945, la separación de poderes fue una realidad en Colombia, y desde entonces el poder público está dividido en tres ramas: la ejecutiva, la legislativa y la judicial. Un paso necesario para prevenir la concentración y el abuso de poder en cualquiera de estas tres esferas, evitando así las decisiones políticas autoritarias que pudieran tener graves consecuencias para el país. Esta división, aunque imperfecta, no solo es por definición, un rasgo distintivo de un país democrático y un Estado Constitucional, como el nuestro, si no también es una estructura que protege las libertades y los derechos de los ciudadanos de posibles actos de arbitrariedad.

 

En varias ocasiones, los mensajes difundidos por el presidente del Gobierno del Cambio a través de sus redes sociales han desafiado esta división de poderes y han promovido de manera irresponsable manifestaciones en las calles sin considerar las posibles consecuencias de tales convocatorias. La última semana no fue la excepción. Las disputas con el Fiscal General de la Nación y su deseo de contar con una fiscal alineada con su postura política, llevaron nuevamente a que el presidente convocara y respaldara nuevas protestas, esta vez con el objetivo de presionar a la Corte Suprema de Justicia para que eligiera rápidamente. Ante la falta de consenso para la elección de la nueva fiscal, los manifestantes que apoyaban al presidente bloquearon el acceso al Palacio de Justicia, comprometiendo no solo el derecho a la libre locomoción de quienes se encontraban en esta sede judicial, sino también generando una situación de tensión que amenazó la integridad del sistema democrático y el respeto por la independencia del poder judicial. Aunque la situación se resolvió el mismo día, evocó inevitablemente la toma del Palacio de Justicia que hizo el M-19 en 1985, un hecho que hoy en día representa una herida profunda en la memoria colectiva de los colombianos.

Como es costumbre, el presidente culpó a otros y no asumió su responsabilidad en una situación, que no solo generó incertidumbre política, sino que también envió señales negativas a ciudadanos e inversores por igual. Las consecuencias podrían ser profundas, tanto a corto como a largo plazo en materia de crecimiento económico y empleo, la atmósfera de duda resultante puede desalentar la inversión en el país, promover la fuga de capitales, socavar la confianza de consumidores y empresarios, y aumentar el costo del capital para las empresas, ya que las primas de riesgo serán más altas para compensar la creciente incertidumbre en nuestro país. Algo que ya pasó en Venezuela y Turquía, donde la independencia judicial ha sido puesta en duda y parece estar confeccionada a la medida de la rama ejecutiva.

En medio del dolor que ha marcado a nuestro país esta semana, recae sobre nosotros la responsabilidad y el deber de alzar la voz en defensa de la democracia, de las instituciones y del equilibrio entre las tres esferas del poder público, pero también de la estabilidad económica y del empleo de los más de 25 millones de colombianos que formamos parte de la fuerza laboral. Mantengo la confianza en la fortaleza de la democracia colombiana y estoy convencida de que, así como las instituciones han salvado a Colombia de las malas decisiones de este último año y medio, seguirán siendo la salvaguarda del país frente a un cambio que solo nos perjudica.

Encuentre aquí más columnas de opinión de Sandra Forero

Urge una Cumbre de Poderes, presidente

Es una enorme irresponsabilidad. Echarle más leña al fuego de una polarización política acechada por serios riesgos de una grave afectación a nuestra estabilidad institucional es una actitud francamente reprochable. A los dirigentes políticos no se les puede admitir un comportamiento cargado de odio comparable al de cualquiera de los energúmenos que bloquearon el parqueadero del Palacio de Justicia el jueves pasado. En estos tiempos de turbulencia lo aconsejable es la moderación y el sentido democrático.

Esta crispación política ha corrido por cuenta sobre todo de una prematura precandidatura presidencial del saliente Fiscal Francisco Barbosa. El hasta ahora jefe del ente investigador, no ha ahorrado esfuerzo alguno para abusar de su cargo como opositor político y dar rienda suelta a sus pretensiones electorales, con un lenguaje tan destemplado y grotesco contra el Presidente Petro como el utilizado por el Expresidente Cesar Gaviria. Es el mismo fiscal encubridor de la Ñeñe política de Duque, que ante la imposibilidad de demostrar en las conductas de Nicolás Petro actos que comprometan la financiación de la campaña presidencial del Pacto Histórico, precipita un allanamiento a Fecode para fabricar una acusación y un juicio político contra el Presidente. Y como si fuera poco, es el mismo Fiscal que ahora pretende mantener su control de la Fiscalía a través de su cuestionada Vice fiscal Marta Mancera. No sorprende para nada el ensordecedor silencio de Uribe y Duque, jefes políticos de Barbosa y de su compañera de causa la Procuradora Margarita Cabello, ante semejante socavamiento de la legitimidad de la justicia y del órgano de control disciplinario.

 

Con todo el respeto que reclama y merece la Corte Suprema de Justicia en su autonomía para la elección de la nueva fiscal general, es inocultable la inmensa responsabilidad política e institucional que le corresponde asumir en esta coyuntura. Sin que ello se interprete como una presión indebida, el alto tribunal debe entender que dilatar inexplicablemente la elección de la fiscal de una terna de altas calidades y demostrada independencia, aumenta el volumen de la confrontación política. Y tiene el efecto práctico de dejar la Fiscalía en manos de personas tan cuestionadas como la Vice fiscal Mancera y el fiscal Gabriel Jaimes. Una dilación que en ningún caso justifica conductas agresivas contra magistrados y trabajadores del Palacio de Justicia en Bogotá, único caso de alteración del orden público en la jornada de movilización ciudadana del pasado 8 de febrero, rápidamente neutralizado por orden presidencial a la fuerza pública.

Al Presidente de la Republica le corresponde asumir el principal liderazgo en la superación de la actual tensión política. La estabilidad institucional es una tradición democrática que debemos preservar y que no puede ponerse en riesgo bajo ninguna circunstancia. Estabilidad que es un imperativo para la realización de la agenda de cambio del gobierno y del cumplimiento eficaz del Plan Nacional de Desarrollo en un año que es crucial en la transformación del país. Presidente Petro: con su liderazgo el país puede calmar los ánimos y moderar el debate público en el marco de su convocatoria a un Acuerdo Nacional. Usted podría convocar de inmediato en Palacio una Cumbre de los poderes públicos, con presencia de los presidentes de las altas cortes, la Procuradora, el Contralor General, el Defensor del Pueblo y los Presidentes de Senado y Cámara, que permita construir un consenso alrededor de una ruta de salida institucional al impasse que afrontamos. La Conferencia Episcopal, la OEA y Naciones Unidas podrían acompañar esta convocatoria y proceso.

Presidente: su liderazgo e iniciativa son imprescindibles para unir al país y neutralizar el fuego de quienes quieren incendiarlo y sabotear los cambios por los que votamos las mayorías. Usted tiene la capacidad y el imperativo de convertir la estabilidad y el Estado de Derecho en la causa de las ciudadanías de la Colombia de hoy.  

Encuentre aquí más columnas de Antonio Sanguino

El primero que debe calmarse es Petro

Dice el viejo y conocido refrán, tantas veces va el cántaro al agua hasta que se rompe, y es precisamente lo que sucedió en Bogotá en la manifestación convocada por Fecode para exigir una pronta elección de quien será el reemplazo de Francisco Barbosa en la Fiscalía General de la Nación, el cántaro se rompió.

La batalla campal que se presentó en el ingreso a las instalaciones del Palacio de Justicia pudo convertirse en una segunda toma al Palacio de Justicia, situación que hubiese puesto en jaque al mismo presidente de la república quien a través de sus trinos se ha encargado de instigar y encender los ánimos.

 

Estoy de acuerdo en que la Corte Suprema de Justicia no debe ni puede demorar la elección del nuevo fiscal general de la Nación, que en este caso podría ser una mujer, pero también estoy de acuerdo con este proceso debe hacerse en medio de un escenario tranquilo y no en un marco de ataques y enfrentamientos desde otros poderes, en este caso, del Ejecutivo.

El presidente de la república debe saber que una manifestación puede salirse de control y que es por esto que no es prudente acudir a la presión popular para lograr determinado objetivo porque una protesta o manifestación puede salirse de control por la exaltación de los ánimos.

El primero que debe calmarse es el presidente de la república, y además, debe ser el primero que en acudir a la prudencia y a olvidar los desahogos por las redes sociales. Ha llegado el momento en que Gustavo Petro deje el activismo político y se dedique a actuar como el jefe de Estado que es, porque llamar a una protesta ciudadana para presionar a la Corte Suprema de Justicia para que elija fiscal de forma rápida no es el camino adecuado.

Lo único que se consiguió con esa protesta fue exaltar más los ánimos y en medio de la crispación las cosas se salen de control.  Es hora de que el presidente Gustavo Petro pare la llamadera a la protesta ciudadana porque es él quien va a salir perjudicado.

Sería bueno además de que el Pacto Histórico y el mismo presidente Gustavo Petro pidan disculpas al país por los hechos que sucedieron ayer en medio de la protesta, porque si bien es cierto que el primer mandatario y su coalición política no convocaron de manera tajante a acompañar la marcha de Fecode, también es cierto que sí la apoyaron, y políticamente son los responsables.

Estoy de acuerdo en la Corte Suprema de Justicia, debe elegir un fiscal general de la Nación con prontitud si en realidad quiere ayudar a calmar los ánimos, pero, qué pena, no es con marchas en las calles como se puede conseguir este objetivo, porque quien más pierde con manifestaciones violentas, es el presidente de la república, Gustavo Petro.

Encuentre aquí más columnas de opinión de Óscar Sevillano

Gaviria culpa a Petro por desmanes en la marcha de Fecode

A través de una declaración publicada en redes sociales, el expresidente de la república y director único del Partido Liberal, Cesar Gaviria Trujillo, responsabilizó al presidente Gustavo Petro por los hechos violentos ocurridos durante la marcha convocada por Fecode para exigir la elección de un nuevo fiscal.

«El presidente está actuando con actos violatorios de la Constitución, nos está sacando del Estado de Derecho y estaría incurriendo en actos criminales», señaló el exmandatario.

 

Hizo además un llamado a la ciudadanía a defender la democracia y a fortalecer la justicia, pero también a respetarla, «no vamos a permitir que Petro quebrante 200 años en que estas instituciones defendieron nuestra democracia en donde no hemos vistos actuaciones como las que hemos observado hasta el día de hoy», dijo Gaviria.

El canciller Leyva acata la suspensión de la Procuraduría

A través de un comunicado de prensa, el canciller, Álvaro Leyva, dio a conocer su decisión de separarse del cargo, luego de notificarse de la suspensión proferida por la Procuraduría General de la Nación.

«Es mi deseo precisar que continué ejerciendo las funciones propias de ministro entendiendo, con la asesoría de mi apoderado, que fue la propia Sala Disciplinaria de Instrucción, en el auto del 24 de enero de 2024, la que dispuso remitir copia de la providencia al señor presidente de la república para que diera cumplimiento a la medida de suspensión provisional», dice el texto.

 

Tras conocer la decisión del canciller, el presidente de la república, Gustavo Petro, a través de su cuenta de X mostró su desacuerdo y dijo a la procuradura, Margarita Cabello, que es el primer mandatario quien ratifica las suspensiones.

Estados Unidos pide a Gustavo Petro mediar para que Venezuela permita unas elecciones libres

El presidente Gustavo Petro se reunió con la delegación de alto nivel del Gobierno de Estados Unidos liderada por Jonathan Finer, consejero principal adjunto de seguridad nacional y Juan González, asesor de Joe Biden para América Latina. 

En medio del diálogo que se dio en la Casa de Nariño los delegados del gobierno norteamericano pidieron al primer mandatario su intermediación de Colombia para intentar que Nicolás Maduro permita unas elecciones con garantías para María Corina Machado, quien fue inhabilitada para participar de las elecciones presidenciales en Venezuela.

 

La Embajada de Estados Unidos en Colombia informó desde su cuenta de X que uno de los temas tratados en la cita fue lo que ocurre en Venezuela y el riesgo de unas elecciones que no garanticen la debida transparencia.

Fecode se lanza a las calles a una nueva protesta

Por: Enrique Castañeda

La Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) fijó el próximo 8 de febrero como fecha para la jornada de movilización «en defensa de la democracia y el Estado Social de Derecho». Según sus directivas esta protesta busca acabar con lo que consideran la estigmatización y persecución al sindicato de maestros y en general al movimiento sindical, esto después del allanamiento realizado a sus instalaciones el pasado 22 de enero por parte de la Fiscalía.

 

En dicha diligencia, los investigadores reunieron varios documentos, así mismos libros, y USB, en busca de pruebas sobre el supuesto apoyo económico de cerca de 500 millones de pesos por parte del sindicato de maestros a la campaña Petro presidente. Cabe recordar que en mayo de 2022 Fecode hizo público su apoyo a la campaña del hoy presidente de la nación.

Por su parte el presidente Gustavo Petro mostró su apoyo posteando lo siguiente: “Comó presidente de la república debo avisar al mundo de la toma mafiosa de la fiscalía y debo solicitar al pueblo la máxima movilización popular por la decencia. Aquí no se puede tumbar un presidente progresista, el primero en un siglo, porque legalmente un sindicato de trabajadores aportó a un partido de izquierda. Llego el momento de la expresión popular” afirmó el primer mandatario, a través de su cuenta en X.

Otra de las razones de la convocatoria de esta marcha es hacer una exigencia a la Corte Suprema para la elección de la nueva fiscal general (de la terna de tres candidatas enviada por el presidente Petro).

La capital del país no será la única donde se realicen estas manifestaciones en apoyo al actual mandatario. En varias ciudades del país, como Cali, Medellín, Barranquilla están citados no solamente los afiliados a Fecode, también los miembros de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), y de otras organizaciones sociales y sindicales del país. 

La jornada en Bogotá, está convocada para las ocho de la mañana frente a las instalaciones de la Corte Suprema de Justicia en pleno corazón de la capital del país por lo que se prevé traumatismo en el transporte público y en el tráfico, por cuenta de la manifestación de los sindicatos.

El silencio no es la opción

Lo peor que le puede suceder a un líder es cuando la mayor parte de su equipo permanece en silencio. Es como si le pusieran una venda en los ojos. Nadie es infalible y, aunque el ego pese, uno siempre necesita que alguien le señale las cosas que no está haciendo bien. Escuchar y tomar decisiones es, tal vez, una de las tareas más difíciles de la humanidad.

El gabinete presidencial está en tensión. Las cosas no avanzan al ritmo que el presidente desea. A él no le gusta que lo tilden de mal ejecutor, especialmente después de un año y medio de gobierno, tiempo en el que soñaba con cambios mucho más contundentes. Además, en Colombia, las expectativas sobre los mandatarios son desmedidas. Es cierto que el presidencialismo es fuerte, pero está muy lejos de ser todopoderoso. En su frustración, llama la atención de su gabinete y prioriza a aquellos que lo defienden a toda costa, como el canciller Leyva o Daniel Rojas de la SAE. Sin embargo, Gustavo Petro no es un líder centrado en el cómo se hacen las cosas, y en un momento de paranoia generalizada, poca gente siente confianza para avanzar con el plan de gobierno.

 

Aunque hay promesas que se han cumplido, otras van muy retrasadas. Aquellos que critican la baja ejecución en agricultura deberían revisar nuevamente las cifras, ya que no es verdad que tenga un mal desempeño. Incluso, a pesar de las trabas burocráticas, se ha avanzado más en un año y medio que en los ocho años anteriores. La prueba está en que, incluso con un aumento en el precio de la gasolina, los alimentos tienden a la baja y la inflación da un respiro. Este alivio es crucial para que el presidente pueda brindar tranquilidad. La macroeconomía va por buen camino, y Colombia se mantiene estable.

Entre las promesas retrasadas se encuentran, por supuesto, las reformas y algunos programas que podrían haberse ejecutado mejor o, al menos, con mayor celeridad. La paranoia que rodea al gobierno le impide ver que, muchas veces, puede aumentar su base de aliados entre funcionarios, líderes de opinión y organizaciones populares que llevan décadas esperando atención. No sería complicado poner en marcha el Fondo Colombia en Paz, que registra una de las peores ejecuciones gubernamentales, y así proporcionar alivio inmediato a las comunidades afectadas por la guerra y la violencia organizada. Lo mismo se podría hacer para revitalizar la dignidad de la Consejería Presidencial para los Derechos Humanos, tan necesaria hoy en día para proporcionar tranquilidad y una línea política clara para la disminución de los indicadores de violencia.

La posición del presidente no es fácil porque tiene razón. El Ministerio Público, que debería estar orientado a la provisión de justicia y a la protección de los Derechos Humanos, se ha convertido en el refugio de clientelistas que no lograron negociar con el gobierno nacional, lleno de burocracia ineficiente y ejecutando diligentemente el presupuesto de inversión en contratos de prestación de servicios, al mismo tiempo que ejercen su poder como operadores políticos. Francisco Barbosa, Margarita Cabello y William Camargo están hoy muy lejos de su rol original.

El problema del presidente no es tener la razón. Es evidente que ningún mandatario, ni siquiera el expresidente Uribe, ha estado bajo una atención tan intensa. Sin embargo, la paranoia lo lleva por un camino que él conoce bien y que no produce resultados positivos. Cuando hay silencio y uno siente que todos le dan la razón, es necesario desconfiar de inmediato, porque se corre el riesgo de conducir un coche de fórmula 1 con los oídos y los ojos tapados. El llamado del presidente es necesario para preservar la institucionalidad, pero en esto necesita mucha gente y el enroque no es una buena estrategia.

Nota: Quiero aprovechar este último párrafo para despedirme con amor de mis colegas y de Oscar Sevillano, mi editor en Confidencial Colombia, quien generosamente me ha abierto sus puertas. Continuaré con mi espacio de opinión y análisis en mi casa, Pares. Esperen novedades muy pronto.  

Encuentre aquí más columnas de opinión Laura Bonilla

Los históricos males del político criollo

Llevamos décadas escuchando y leyendo sobre clientelismo, nepotismo, corrupción y burocracia, términos históricamente relacionados con nuestra impúdica clase política. De hecho, traté de ubicarlos en un ranking personal, pero me fue imposible ante la oleada cotidiana de hechos delictivos por parte de cualquier funcionario público, nuestros gobernantes, sus familiares o sus amigos más cercanos. Estos últimos “untados” de nombramientos en cargos estatales y aceptación de contratos millonarios. Así funciona Colombia desde la más alta y baja esfera de nuestra sociedad pública y privada.

Amigo lector, lamentablemente en poco o nada van a cambiar las cosas porque el tan anhelado cambio en los fondos y las formas de hacer política pareciera nunca van a cambiar. Ni el mismísimo gobierno de izquierda reinante pareciera nublará las fechorías de los presidentes de la opositora derecha y sí que menos de los liberales o los conservadores, en otrora tiempo dueños sectarios del poder y del país electoral. La realidad, por estos días, nuestra golpeada patria, nos muestra un clima de labor gubernamental más “caliente” que las altas temperaturas en algunas regiones como consecuencia del tal Fenómeno del Niño.

 

Los colombianos eligieron –según, la Registraduría Nacional, con 11’281.013 votos- al líder de la izquierda radical, Gustavo Petro, ilusionados con el proyecto enfocado en acabar con las guerras territoriales, el desorden público reinante, las necesidades básicas insatisfechas, la desigualdad, la falta de oportunidades para “todas y todos”, el clientelismo, el nepotismo, la corrupción y la burocracia, entre otros grandes temas con autorías históricas de los denominados políticos tradicionales, pero demasiado cercanos a los más débiles, a los más pobres, a la clase obrera…Como dice el aforismo latino y citado por Froilán Casas, Obispo emérito de Neiva: “Stultorum inifinitus est numerus”: ‘Es infinito el número de idiotas’.

¿Idiotas? No les fato al respeto, ni más faltaba. Es simplemente que las embarradas en los que están envueltos algunos familiares y personas cercanas “salpican” la vida y obra política del mandatario colombiano propiciando un fuerte clima de desconfianza entre sus más fieles seguidores y los que estamos en desacuerdo con su línea ideológica y su forma de gobernar. Por una parte, “Nicolás Petro, exdiputado regional, aceptó sobornos provenientes de un ex narcotraficante y el hijo de un empresario presuntamente vinculado a grupos paramilitares, todo a cambio de favores políticos. La duda radica en si estos dineros impulsaron de alguna manera a Gustavo Petro en la carrera por la Presidencia de la República”, reseña el reconocido medio internacional The Economist.

Por otra parte, “la primera dama de la Nación, Verónica Alcocer. En el ojo del huracán por las revelaciones de ‘La Silla Vacía’ sobre la costosa comitiva que la acompaña a todas partes y que viaja con ella a todos sus destinos internacionales: maquillador, vestuarista, fotógrafo, asesora de imagen y una mejor amiga. Séquito de asesores de imagen que le ha valido al erario público más de mil millones de pesos en año y medio —250.000 dólares— con sueldos mensuales que superan, en promedio, a los de un ministro y que son pagados por tres oficinas públicas distintas (…)”.

Renuncias sorpresivas de ministros, nombramientos diplomáticos sin la experiencia idónea, creación de un ministerio para pagar favores políticos, contratos de grandes cantidades de dinero sin justificación, la gobernanza y pelea hasta con la sombra del propio Petro por redes sociales y la pérdida de la organización de los Juegos Panamericanos, son algunos de los escándalos mediatizados y comprobados que tienen al Gobierno en vilo. Él y sus funcionarios se deben poner el overol, programar gestas reales de austeridad, dejar las broncas dogmáticas, deponer su odio contra los medios de comunicación y parte del periodismo y propiciar confianza hacia las instituciones y el empresariado en aras de hacer crecer económicamente a Colombia y los colombianos.

Señores funcionarios públicos y gobernantes de una crisis se sale victorioso poniendo la cara, diciendo la verdad y generando un plan con acciones estratégicas viables para mitigar esos incendios ocasionales. En esa línea, la “cosa política criolla” debe ser honesta dejando a un lado las contraprestaciones económicas, renunciando a la búsqueda frecuente del poder político, mitigando el deseo de figuración y acabando de tajo con la solidaridad familiar y partidaria con los dineros estatales. Es decir, dejando esos vicios cancerígenos ancestrales que son propios de la clase dirigente de “cuello blanco” criolla.

Encuentre aquí más columnas de opinión de Edgar Martínez

Remezón ministerial, la encrucijada de Gustavo Petro

Por: Enrique Castañeda

Desde hace unos días se ha venido especulando sobre una nueva crisis ministerial en el gobierno de Gustavo Petro en donde constantemente se habla de un posible remesón ministerial y de enfrentamientos entre altos funcionarios de las diferentes entidades que conforman el Ejecutivo.

 

En el último consejo de ministros que duró alrededor de seis horas, el presidente Petro reiteró su llamado de atención a los ministros por la baja ejecución en algunas carteras y la falta de iniciativas propias para solucionar problemas de abandono estatal como los que padecen territorios como Tumaco y Quibdó, por ejemplo.

El ambiente dentro del gobierno no ha sido el mejor en los últimos días, a la suspensión de tres meses por parte de la Procuraduría al canciller, Álvaro Leyva, se suman las últimas declaraciones que vía Twitter emitió el primer mandatario en donde acusó a la Fiscalía de perseguir su gobierno a través de investigaciones a sus altos funcionarios.

A lo anterior se suma la situación de la ministra de Deportes, Astrid Rodríguez, por la pérdida de los Juegos Panamericanos. Si la funcionaria no renuncia deberá enfrentar un debate de Moción de Censura en el Senado, donde cuenta con mayorías para que esta figura se estrene en Colombia.

Ante el posible remezón ministerial, el ministro de Justicia, Néstor Osuna, aseguró que si quiere seguir en el cargo, pero que si es necesario presentar la renuncia protocolaria, lo haría.  De igual manera el ministro de Comercio afirmó que desde su despacho se estaba haciendo lo suficiente por el cambio. Pero también dejó abierta la posibilidad de presentar su carta de renuncia si su trabajo no ha llenado las expectativas del primer mandatario.

Un alto funcionario que, si presentó su renuncia durante el mencionado consejo de ministros, fue el director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Jorge Iván González,por sus reiteradas diferencias con el presidente Petro, por temas relacionados con el abordaje de los proyectos y la manera en cómo se deben tramitar. Petro quiere darle mayor protagonismo a las juntas de acción comunal y el exfuncionario considera que esto se puede hacer siempre y cuando las gobernaciones y alcaldías cumplan un papel vital en el trámite de los proyectos.

Sobre la posibilidad de un nuevo cambio en los titulares de los diferentes ministerios, Gabriel Cifuentes, analista político, opina lo siguiente:

“De producirse otro remesón sería el tercero del gobierno. Si bien algo similar había ya pasado en la época de la Alcaldía, y si bien se entiende que con el posible cambio de ministros se le pueda dar oxígeno político al Gobierno y alivianar la crisis por la que atraviesa la administración ante la opinión pública, los cambios afectan sensiblemente la ejecución y sostenimiento de los planes y proyectos”.

Y Agregó, “Con cada cambio comienza de nuevo una curva de aprendizaje, modificación de cuadros directivos y diferentes tipos de liderazgo. ¿Si el problema ha sido el tema de los resultados, frente al cual se entendería la molestia del presidente y su afán por cambiar a sus dolientes, remover ministros no necesariamente va a solucionar el problema, porque, además, ahí entra otra pregunta, y es, ¿quién entraría? ¿Perfiles técnicos? ¿Cuotas políticas para darle espacio y gobernabilidad? ¿Cuadros de confianza del presidente?

Cifuentes que considera que sí el presidente opta por atrincherarse y poner gente de su misma línea, tendrá menor resistencia en el gabinete, pero perderá gobernabilidad y pluralismo. En cambio, Si pone alfiles de partidos políticos podrá ganar juego en el Congreso, pero tendrá que saber escoger perfiles técnicos si lo que quiere es ejecutar”.

Laura Bonilla, politóloga y columnista de Confidencial Colombia, no cree que sea necesario un remezón ministerial porque, según ella, «enviar un mensaje de mayor incertidumbre no le ayudará al presidente en lo que necesita que es generar confianza en la opinión».

El momento político hace necesario que el presidente tenga una buena relación con el legislativo, porque llega al Senado donde el primer mandatario no cuenta con las mayorías necesarias para sacar adelante el proyecto de reforma a la salud.

También cursan en el Congreso varias reformas prioritarias para este Gobierno, como son, la pensional, laboral, y es muy posible que se radique también la de justicia que debe pasar por las comisiones primeras de Senado y Cámara.

Se espera la decisión final del primer mandatario que deberá darse antes del 16 de febrero, cuando el Congreso de la República retoma las sesiones.