Ir al contenido principal

Horarios de atención

De lunes a viernes:
8:00 AM – 5:00 PM

Whatsapp: (+57) 317 599 0862
Teléfono: (+57) 313 7845820
Email: [email protected]

Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Juan Camilo Castellanos

Bogotá vuelve a la senda Liberal

Pasaron las denominadas elecciones regionales, las huestes de los unos y de los otros se movilizaron, como partidos, todos sin excepción, prendieron sus máquinas, aunque claramente hubo algunos candidatos y candidatas elegidos por el voto de opinión, pero acá los procesos de firmas o candidaturas “independientes”, quedaron aplastadas, lo que se impuso más que nunca es la victoria de los partidos, de manera individual o por coaliciones.

Está bien que los partidos se fortalezcan, pero está muy mal que se acaben ideológicamente y así se vio en estas elecciones, coaliciones inverosímiles, Partido Verde con Cambio Radical aliados en varias alcaldías y gobernaciones, Centro Democrático con Partido Liberal en otras, Conservadores marianos con partidos cristianos, en fin, tristemente un abundante deterioro ideológico, de aquellos que ratifican la sepulcral frase, de “la política es dinámica”.

Sin embargo, parece ser que las regiones y Bogotá aún conservan sus posturas ideológicas, es notable que los dos partidos mayoritarios en estas elecciones siguen siendo el Partido Liberal y el Conservador, los que a su vez y definitivamente se convirtieron en partidos de provincias y pueblos, donde aún hay rezagos de posturas tradicionales y arraigos partidarios de antaño, donde aún se mueven las fibras del trapo rojo y la bandera azul. 

El de Bogotá es un caso similar, aunque no de trapos, Bogotá que siempre se ha movido mucho más por la opinión, que siempre ha sido muy rebelde, en esta jornada claramente se movilizó más al centro ideológico y se alejó de los extremos de izquierda y de derecha, Bogotá marcó la pauta y el país se desencantó de los extremos polarizantes, así se sentía y se siente en la calles, la fatiga es notoria en el ciudadano de a pie. 

Ahora bien, si revisamos la historia de los alcaldes de la ciudad desde que son elegidos por voto popular, tenemos que la ciudad no es tan alternativa, ha elegido el espectro de derecha con el Conservador Andrés Pastrana, el centro, en dos ocasiones, con los Liberales Juan Martin Caicedo Ferrer y Jaime Castro, si sumamos los dos periodos de Mockus y Peñalosa, serian cuatro ocasiones votando por la centro derecha y en tres ocasiones la izquierda, votando por Lucho Garzón y Samuel Moreno, elegidos por los Polos, el independiente y el Alternativo.

A su vez, y como tercero está Gustavo Petro, quien fuere elegido por el movimiento Progresistas y el Polo Democrático, la siguiente elección fue una más para la centro izquierda con Claudia López, elegida por los partidos Verde, Compromiso Ciudadano de Fajardo y nuevamente el Polo Democrático,  pero dicha alcaldesa terminó siendo realmente de centro derecha y la ciudad tomó atenta nota de ello.

Dicho lo anterior,  Bogotá lleva en su conteo de alcaldes desde que son elegidos por voto popular, 1 de derecha, 2 de centro, 3 de izquierda, 2 de centro derecha y 1 de centro izquierda, lo que la convierte en una ciudad muy acostumbrada a elegir los espectros de centro mayoritariamente y eso se consolida en esta última elección, donde el ganador absoluto es Carlos Fernando Galán, quien de manera sólida demuestra que gana él, por él, por lo que representa en el ideario colectivo como legítima herencia de su padre, el Liberal Luis Carlos Galán Sarmiento.

Carlos Fernando, en la anterior elección solo con su movimiento conquistó más de un millón doscientos mil votos y en esta oportunidad conquista casi el millón quinientos mil votos, demostrando que si bien cuenta con el apoyo de varios partidos, estos no son los que lo eligen, sino que posee un caudal propio que le permite a él elegir a sus concejales, pero si a eso le ponemos etiqueta ideológica, es evidente que representa los valores y las tesis Liberales en el espectro del centro ideológico, al que Bogotá vuelve después de un paseo por otras sendas y caminos.

Y es que es natural, la ciudad capital ha conocido como ninguna otra las consecuencias y los padecimientos de los extremos ideológicos y políticos, vivió su Bogotazo, vivió la toma del palacio de justicia, es la receptora primaria de los miles de miles de ciudadanos expulsados de las regiones por causa de esa violencia política impuesta por los extremos intolerantes de la izquierda y la derecha enquistados en todos los partidos, azuzando el fratricidio por que han sido incapaces históricamente de llegar a consensos.

Así que ha llegado el momento para todos aquellos que han abrevado en las tesis liberales de darse cuenta que el futuro esta acá ideológicamente, aunque quieran decir lo contrario, el centro ideológico se consolida en las bases sobre todo, si no echemos una mirada a la composición de las J.A.L., de 184 Ediles y Edilesas en la ciudad, el espectro de centro, conformado por el Partido Liberal quienes sacan 34 curules y el Nuevo Liberalismo, 32 curules, suman 66 curules.

Si a eso le sumamos las 33 curules del partido verde que estoy seguro en su gran mayoría son de centro, sería un total de 99 curules en 3 partidos, mientras que la derecha se quedaría con 31 del Centro Democrático más 15 de Cambio Radical, para un total de 46 curules en 2 partidos, finalmente, 36 son para los 10 partidos que consolidan la coalición de izquierda en el Pacto Histórico, más 3 del Polo para un total de 39 curules de la izquierda conformada por 13 partidos.

Ahora bien, en el Concejo la dinámica es igual, de las 45 curules en total que tiene la corporación, son 8 Verdes, 8 del Nuevo Liberalismo, 6 del Partido Liberal, son 22 curules para el espectro de centro integrado por 3 partidos, la derecha se quedaría con 7 del Centro Democrático, 4 de la coalición Mira, U y Cambio Radical, 1 de la coalición Justa y Libres con Partido Conservador y 1 de Juan Daniel Oviedo por ser el candidato en segundo lugar a la alcaldia, serian 13 en total, para 7 partidos, finalmente los 10 partidos de la coalición Pacto Histórico que representan el espectro ideológico de izquierda en Bogotá tienen 7 curules.

En conclusión, Bogotá vuelve a su tradición, de ser la libre pensante, la anti dogmática, la ciudad de la “Real politik”, la ciudad donde se ven y distinguen los matices ideológicos, la ciudad donde el centro es la mayoría, la que no quiere más discursos de derechas e izquierdas trasnochados que solo le han traído tragedias y desgracias a la nación, la ciudad donde los del centro nos hacemos contar por nuestro propio esfuerzo, la ciudad donde  el centro existe, donde las tesis liberales vuelven al centro del debate. 

Juan Camilo Castellanos

“La idea de peatonalizar la Séptima para caminar desapareció”: Juan Camilo Castellanos

El edil de la localidad de La Candelaria en Bogotá y aspirante al Concejo de la capital del país dice que las condiciones en las que se encuentra la Carrera Séptima no permiten caminar libremente y expone los motivos por los que asegura que no le gusta el nuevo POT.

¿Por qué quiere llegar al Concejo de Bogotá?

Juan Camilo Castellanos: Porque es un escenario propicio para seguir adelantando la labor social y política que hemos adelantado durante estos años desde mi papel como edil, pero con un rango de mayor cobertura, de mayor envergadura que permitiría beneficiar a muchas personas más.

¿Por qué por el partido liberal si quienes encabezan esa lista no son precisamente la renovación de la política?

Juan Camilo Castellanos: Porque es el escenario ideal para hacer ese proceso de renovación; es el escenario donde yo me he formado porque creo en las ideas liberales y creo que al país y la ciudad le hace falta que estas iniciativas vuelvan a sentarse en las sillas de gobierno. Renovar es refrescar ideas.

¿Usted si cree que es electorado bogotano está dispuesto a escuchar al Partido Liberal?

Juan Camilo Castellanos: Sí usted observa el Partido Liberal no tiene alcalde propio desde el año 92 desde Jaime Castro, y sin embargo sigue siendo la segunda fuerza política en Bogotá. Hoy las encuestas indican que el 12% de electorado capitalino tiene intención de voto por la idea liberal y seguidos por el 7% del Centro Democrático. Esto indica que, a pesar de los años, a pesar de las dificultades que se han presentado, el electorado capitalino sigue revindicando la idea liberal

El Concejo de Bogotá pierde mucho tiempo discutiendo proyectos de acuerdo que no sirven para nada porque no tiene fuerza de ley y poco le dedican al control político ¿A qué le dará prioridad a esos proyectos de acuerdo o al control político?

Juan Camilo Castellanos: Que le puedo decir, en mi proceso como edil, he sido galardonado   en dos oportunidades por la Veeduría Distrital como uno de los mejores ediles de Bogotá gracias a los debates de control político y pienso seguir esta tendencia.

El centro de Bogotá se ve muy desordenado, los domingos es un caos, especialmente la Carrera Séptima ¿qué paso con el control político especialmente de la JAL de la candelaria?

Juan Camilo Castellanos: Bueno: El centro de Bogotá tiene tres localidades Santa fe, Mártires y la Candelaria, el epicentro es la Candelaria, pero curiosamente es la parte más pequeña de la peatonalización. Fui el único edil que se opuso a Gustavo Petro alcalde, cuando tomó la iniciativa de peatonalizar la Séptima y le exigí que cumpliera el mandato de la recuperación del tranvía.

En el Concejo de Bogotá solo 3 o 4 concejales le hicieron control a eso, y ahora Claudia termino de meter las de caminar generando un tema de uso del espacio público para vendedores informales. No estamos en desacuerdo con que se les permita tener una opción de ingreso a esta población, lo que no estamos de acuerdo es que sea con semejante desorden

¿Por qué se han quedado callados?

Juan Camilo Castellanos: No, nosotros no nos hemos quedado callados, por el contrario, al IPES se le hizo un debate de control político muy fuerte cuando estaba Libardo Asprilla de director y la respuesta de la administración de Claudia fue hacer un gran evento en la Plaza Santander diciendo que legalizaba y daba chalecos a todos los vendedores informales en el corredor de la Séptima y pasamos de 130 a 140 vendedores ambulantes. La filosofía de la peatonalización para caminar, para disfrutar en este espacio se ha ido desvaneciendo.

Dice usted que sí llega al Concejo se enmarcará en el control político

Si señor.

¿Ese control político lo hará incluso si a la Alcaldía llega el candidato preferencias?

Juan Camilo Castellanos: Lo haré aun con mayor ahínco, Porque sí uno quiere que un gobierno salga bien hay que controlarlo, porque muchas veces los alcaldes están muy distraídos y quienes terminan efectivamente gobernando son los directores de departamento, los subdirectores etc.

¿Quién es el candidato a la alcaldía de sus preferencias?

Juan Camilo Castellanos: Carlos Fernando Galán

Se ha visto a muchos a candidatos al Concejo, incluso a los mismos candidatos a la Alcaldía de Bogotá cayendo en lugares comunes ¿Será que no se están tomando en serio la candidatura a cargos de elección popular en Bogotá?

Juan Camilo Castellanos: Si, yo creo que esto ha sido una dinámica de puntos en común muy veintejuliera, donde no importa la profundidad de los argumentos con tal de ganar. Todo el mundo está lanzando propuestas tontas de más policía ¿y de donde van a sacarlos? Son pocos los jóvenes que se vinculan.

Bogotá navegará sobre dos nuevas realidades con un nuevo POT y la Región Metropolitana Bogotá-Cundinamarca ¿Qué piensa usted de estos aspectos?

Juan Camilo Castellanos: A mí no me gusta el nuevo POT, por lo menos en el centro histórico es terrible. Claudia intento desaparecer el nombre de La Candelaria que tiene 485 años de historia y eliminar las tres localidades del centro para unificarlas en una y crear la nueva localidad Centro Histórico. La estupidez más grande que yo he visto de un gobernante en Bogotá y todo con el interés, quizás, es lo que presumo, de beneficiar con el tema de la valorización a algunas empresas que financiaron su campaña y la de la senadora Angelica.

¿Esas empresas que dice usted que financiaron a Claudia López y a la senadora Angélica Lozano ayudaron a la redacción de ese POT?

Juan Camilo Castellanos: No me consta, pero creo que serían muy beneficiadas esas y cualquier otra, imagínese nada más en cuanto estaba el metro cuadrado en San Bernardo antes del POT y cuanto se disparó el precio del metro cuadrado de San Bernardo después del POT, lo mismo en zona de alrededor de la Plaza España

¿Renunciará en dos años para aspirar a la Cámara de Representantes?

Juan Camilo Castellanos: No, nunca me ha llamado la atención la Cámara de Representantes. Quiero estar 4 años en el concejo de Bogotá, ser el concejal que haga una reforma estructural en Bogotá como es la creación de la secretaria del Deporte y la Recreación y de la Secretaria del Turismo y Patrimonio.

Nota relacionada: Juan Castellanos y Ángel Baquero en Los Primíparos del Concejo

Ojo con la salud mental en Bogotá

Pareciera ser un tema menor, para muchos un tema secundario en el mar de dificultades que atraviesa el país y Bogotá, sin embargo no es un tema menor, máxime cuando estamos hablando de una ciudad de 8 millones de habitantes, en donde convivimos prácticamente enlatados en pequeñas unidades habitacionales, en apretujados sistemas de transporte masivo, en interminables y exasperantes trancones, cuando hasta para comprar una simple vitualla hay que hacer sendas filas, es decir, una ciudad del estrés y la ansiedad.

Este no puede ser un tema menor cuando venimos de una pandemia global que a muchos sectores les generó unos procesos de altísimos niveles de ansiedad, de estrés, de angustias por el futuro de los hijos, de los negocios de toda una vida, de no saber si papá o mamá iba o no a sobrevivir en una UCI sin poderlos ver, tocar o abrazar por última vez, sin ese último apretón de manos, sin ese último beso que de alguna manera nos permitiera estar en un estado de paz.

Lo que vivimos no fue cualquier cosa, fue una imagen brutal de cadáveres siendo incinerados por montones, los medios todo el día, todos los días bombardeaban imágenes globales de lo que era la tragedia, ese asesino silencioso que se colaba por entre las ventanas, los zapatos, los respiros como si eso fuera controlable, sumado al pánico normal de la ciudad de pensar en qué momento se meten a los conjuntos los paisanos, fue un escenario dantesco, muy a lo Stanley Kubrick.

Un escenario aun peor para los niños y niñas en edad consciente, asustados, encerrados, de pronto viendo a papá y mamá enfermos en cama, o peor aún sin poder saber de ellos, cambiando sus clases y sus actividades lúdicas cotidianas por más pantallas, sin poder desahogar esos altísimos niveles de energía que tienen a esas edades tan maravillosas, sin poder ir a su ceremonias de graduación y recibir sus diplomas después de largos esfuerzos y hasta trasnochadas para sacar esa primaria, ese bachillerato o esa universidad adelante y aun así no poder vivir la emoción propia del grado.

Estas cosas parecen superfluas, pero cuando sumamos eso a una ciudad que nos mantiene con el credo en la boca porque no sabemos si al salir de casa volveremos o si se nos atravesará la bala final por quitarnos el celular, la moto, el carro o simplemente una plata, cuando muchas personas vieron como poco a poco desaparecía su negocio de tantos años o perdían sus empleos, no es de extrañar que los índices de suicidio se hayan aumentado y ni que decir los de violencia intrafamiliar.

Las calles están llenas de ira, de resentimientos, de frustraciones, de desesperanza, pocas oportunidades laborales, altos costos de la comida y vuelve el apretujamiento, el rose, el trancón la fila, todo esto hace que nuestras mentes y nuestros espíritus se recarguen, como el musculo material, como los brazos o las piernas se cansan, se fatigan, igual pasa con nuestra mente, solo que para esa consulta es más difícil acceder a la cita médica para que nos receten un dolex mental.

Bogotá hoy está saturada por el aumento de consultas médicas por salud mental y no tiene la capacidad para asumirlas, unas entidades médicas, todas privadas eso sí, no dan abasto y las citas son asignadas en el mejor de los casos a los 30 días y si te va bien, te atienden 20 min hasta el siguiente mes en una clara falta de empatía por parte de algunas instituciones que incluso contrarían el mensaje del profesional de la salud y sus recomendaciones.

Una falta de empatía por esta realidad que abruma a padres de familia y ciudadanía en general que poco a poco y por la fuerza de la realidad han ido rompiendo el tabú de que si consulto una psicóloga o un psiquiatra no es que estoy loco o loca, no, sino que necesito ayuda, que mi mente requiere una atención, mi psiquis está cansada, o puede estar tensa, por lo tanto, requiere de la atención de un profesional y la requiere prontamente, de calidad y con calma.

Este es un tema que no ha sido tenido en cuenta en la política pública de la ciudad y del país, prueba de ello es que no lo vemos reflejado en los planes de desarrollo ni de la nación ni de la capital de la república, en una ciudad donde los feminicidios, las violaciones, las violencias intrafamiliares llegan a índices escandalosos, donde las riñas callejeras tienen colapsadas las oficinas de comparendos de las inspecciones de policía.

Este tema debe ser abordado con rigor científico por las autoridades de salud de la ciudad y del país, no es un tema menor, no es un tema aislado como el de Possetto, es un tema que está ahí, latente en las calles, en los barrios, en las oficinas y en las escuelas o universidades, los índices de irascibilidad e intolerancia según datos de la Secretaria de Salud son alarmantes, según este ente en 2020 en Bogotá tuvimos 23.649 casos de violencia intrafamiliar.

De este dato, pasamos en 2021, año post pandemia a 30.340 y en 2023, que aún no termina a 41.318 casos de violencia intrafamiliar, siendo los estratos 1 y 2 los de mayor impacto y en las localidades de Ciudad Bolívar, Kennedy, Suba y Bosa, las más afectadas por este fenómeno, ni que hablar de las cifras de intentos de suicidios, pasamos en 2020 de 4.012 a 6.074 en 2021 y 8.332 en 2022, pero del suicidio consumado pasamos de 319 en 2020 a 374 en 2021 y 399 en 2022.

De estos datos los mayores rangos donde más se presenta esta lamentable situación son los de edad juventud con 3.564 casos (42,8%), en el rango de adolescencia con 2.447 casos (29,4%) y adultez con 1.963 (23,6%) eventos y por género, son las mujeres con el 67,0% quienes aportan la mayor frecuencia del evento, mientras que los hombres aportan el 33,0%, pero para suicidio consumado son los hombres los de la mayor tasa, con un 74.6%.

Estas son vidas humanas, vidas que podemos salvar si ponemos este debate sobre la mesa, si ponemos el empeño en buscar soluciones, las cuales naturalmente deben partir de la voluntad política de la ciudad y sus autoridades por asignar mayores recursos económicos y humanos, mejores políticas públicas que se ejecuten realmente, ya que si a esto le sumamos los aumentos de consumo de drogas ilícitas, tendremos una segunda pandemia que se debe pensar de manera urgente y científica en cómo ayudar a superar.

Juan Camilo Castellanos

Vaticinio político

Por: Juan Camilo Castellanos M.

La situación política del país como para variar está en caos, el país está que arde, voces como siempre desde las dos orillas extremas que dan gala de lo anti demócratas que realmente son, hablan de cerrar el congreso y los otros de “tumbar” un presidente, mientras los demás, a pesar que nos llaman tibios, seguimos dando la pelea en la mitad, porque se les olvida a los orilleros que somos los que estamos en el centro los que seguimos navegando, remando contra corriente o con la corriente, pero remando.

Mientras ellos se lanzan piedras de orilla a orilla en público y toman whiskey en privado muy cómodamente, quienes si tenemos tendencias demócratas seguimos proponiendo resolver problemas que, si bien son históricos, con los orilleros se han agudizado como nunca antes. La lamentable violencia ha generado más de cuatro millones de desplazados forzosos, de los cuales se calcula según el CNMH y otros informes como INDEPAZ, que más de dos millones ocurrieron en los dos mandatos del ex presidente Uribe.

En términos de masacres y desplazamientos forzosos, las cifras tienden a subir, los autores son los distinguidos miembros de las orillas ideológicas de la izquierda y derecha extrema, quienes han generado para el país 450.664 personas asesinadas a causa del conflicto armado entre 1985 y 2018, de esas lamentables cifras son autores los grupos paramilitares: 205.028 víctimas (45 %), los grupos guerrilleros: 122.813 víctimas (27 %), de este total, el 21 % corresponde a las FARC-EP (96.952 víctimas), el 4 % al ELN (17.725 víctimas) y el 2 % a otras guerrillas (8.496 víctimas), y de agentes estatales: 56.094 víctimas (12 %)., esto según datos de la Comisión de la Verdad.

En el gobierno Uribe, según datos del Ministerio de Defensa se registraron 177 masacres con más de 889 muertos, con Santos, bajó a 167 masacres y 698 muertos, pero en el gobierno Duque, según datos de INDEPAZ, se perpetraron más de 280 masacres con una incidencia superior a los mil asesinados, de ellos 261 firmantes del acuerdo de paz, lo que hace más alarmante y relevante la revisión estadística que en el fondo son vidas humanas, familias destruidas y lamentables tragedias para toda una nación.

Como si esto fuera poco, en lo que va corrido del gobierno Petro, se han registrado 55 masacres y 179 víctimas con corte a 15 de julio de 2023 según INDEPAZ, gravísima cifra si se piensa en un gobierno que apenas está empezando pero que muestra incapacidad para detener este baño sangre pese a las esperanzas de millones, un gobierno que generó grandes expectativas pero que mientras reabre y reinicia el camino ya avanzado y eso sí, boicoteado por Duque, es incapaz de cumplir con el mandato de la paz.

El fondo de este asunto apunta a que las antípodas ideológicas han generado una fractura brutal en la nación, y por ello hoy políticamente se viene entendiendo poco a poco a donde nos ha llevado ese extremismo, ese discurso de odio y resentimiento belicoso de ambos bandos, por ello cada vez se observan preferencias electorales más centradas en lo ideológico y en el discurso, que lleven el país por una senda de calma, de integración y respeto de las diferencias, de verdadera tolerancia, aquello que llaman democracia, donde se debe promover la justicia como la definía Ulpiano, “darle a cada uno su derecho”, con ello garantizar la verdadera paz.

Esto no será posible en dirigentes con cabeza y alma de extremos, esto requiere atemperar los espíritus, entender que yo puedo pensar de una forma y no por eso debo hacerla imponer a los demás, menos aún en un país tan belicoso como el nuestro, porque lo obvio va a suceder, habrá quienes se levanten contra cualquier acción de coerción o imposición injusta y antidemocrática.

Por esto veo que si al gobierno Petro le sigue yendo como va hasta ahora,  generará una contra reacción, siempre ha sucedido así en este país y en el mundo, a toda reforma mal hecha, poco profunda en los corazones y mentes de los pueblos, le surge una contra reforma, por lo general más agresiva y dictatorial, en Colombia solo hay que recordar la constitución del olimpo radical Liberal de 1863 y su contra reforma de 1886.

De manera que si este gobierno no se atempera, no se concentra y define un rumbo claro, sus reformas no solo no pasaran, como ya está sucediendo, sino que nos condenará a una sobreviniente y radical contra reforma, nos pondrá en manos, en bandeja de plata a una derecha alebrestada y radicalizada aún más, así que con la aspiración de Claudia López, una derechosa, se ve venir la candidatura de María Fernanda Cabal, única figura que podría contraponerle el Uribismo a la “alternativa” alcaldesa.

Ante este panorama, lo que vaticino es una derechización muy fuerte del debate político en el país, donde dos modelos tiránicos se disputarían la presidencia, donde los sectores democráticos estaríamos en serios aprietos y con poco liderazgo a la vista, por lo que estas fuerzas de centro y centro izquierda solo tendrían una salida, la unión o la derrota y con ello el total retroceso de la democracia en el país.

Vaticino que en el próximo debate electoral nacional se regirá por si el país apoya a una de las dos orillas calientes y belicosas que nos han dejado tragedia y desolación o si entiende de una vez por todas que el vientre en donde nos formamos es tibio, que “el justo medio es la recta razón que decide el hombre prudente”, vaticino que estas elecciones regionales serán el desayuno que nos mostrará como será el almuerzo y la cena.

 

 

 

 

 

 

 

El Voto en blanco, otra vez derrota a Gustavo Bolívar

Por: Juan Camilo Castellanos M.

Entre tantas historias de nuestro Congreso de la República, que darían para un libro completo, Gustavo Bolívar, el hoy candidato a la alcaldía de Bogotá, también ha escrito un pequeño capitulo que se circunscribe en pocas líneas ya que estuvo solo un periodo en el ejercicio del cargo y en el segundo periodo solo un año, incumpliendo y traicionando a un electorado que lo eligió, aun cuando fuera en lista cerrada, las razones económicas que expuso para su retiro, además de inauditas, hoy son insostenibles, pues un alcalde de Bogotá gana menos salario que un congresista.

Otra de las cortas líneas de este capítulo, resonarán  in saecula saeculorum hasta que alguien lo supere, cosa que veo difícil, pues consiste en que Gustavo Bolívar es el único congresista en la historia que ha sido derrotado por el voto en blanco en una elección concertada y producto de acuerdo políticos entre las bancadas del congreso, hecho casi que irrisorio si se piensa que en el contexto y la dinámica propia de las elecciones a mesas directivas en estos tiempos, lo más difícil es ser el ungido por tu bancada, el resto es mero trámite.

Me explico, las bancadas de cada partido llegan a acuerdos de ocupación de los cargos en la mesas directivas para que de manera democrática, partidos de gobierno o de oposición  mayoritarios o no, puedan tener representación en estas mesas directivas del Congreso a lo largo de los cuatro(4) años del periodo constitucional, es así que una vez concertados a qué partido le corresponde el turno de una presidencia, vice presidencia o primera vice presidencia, es decisión interna de cada partido o bancada escoger el nombre del personaje que ocupará como tal el cargo en su representación.

Eso fue lo que sucedió el 20 de julio de 2020 en el último periodo de legislatura, a los partidos de oposición les correspondía tener la primera vice presidencia del Senado, esta bancada eligió al Senador Gustavo Bolívar como el representante para dicho cargo, sin embargo, al momento de la votación, oh sorpresa¡ sacó solo 32 votos en su favor y 66 en blanco, es decir ni siquiera sacó los votos de otros senadores de la oposición, de su propia bancada, hecho este que hábilmente aprovechó el Partido Verde, también de oposición al Gobierno Duque y postuló a Iván Name quien fue el elegido.

Hemos revisado en los anaqueles de la historia reciente y no tan reciente de nuestro Congreso, desde su nacimiento por allá el 27 de noviembre de 1811, cuando se suscribe el “Acta de Federación de la Provincias Unidas de la Nueva Granada», nuestro primer Congreso que fue conformado por: José Manuel Restrepo, diputado de la Provincia de Antioquia; Enrique Rodríguez, por Cartagena; Manuel Campos, por Neiva; Camilo Torres, por Pamplona y Joaquín Camacho, por Tunja.

Épocas aquellas, cuando se acordó que el tratamiento al Congreso sería de “Alteza Serenísima”, el del Presidente de “Excelencia” y el de los parlamentarios, que no recibirían ningún salario, de “Señorías”, pasando por la etapa de 1896, Cuando Rafael Uribe Uribe era el único congresista Liberal en medio de 60 congresistas conservadores, aun así sacando adelante Leyes con votación de amplia mayoría pese a las dificultades propias que tiene ser el único vocero en medio de una abrumadora mayoría contraria y sectaria.

Pasamos por la época en que fue cerrado el Congreso por el conservador Mariano Opina Pérez en 1949, teniendo como excusa el enfrentamiento “a bala” entre los representantes Gustavo Jiménez y Carlos del Castillo, que cobró la vida de Jiménez, liberal asesinado por un disparo en su garganta propinado por el general y representante conservador Amadeo Rodríguez, días después producto de una herida en la pierna por esos disparos parlamentarios murió el tribuno Liberal Jorge Soto del Corral, de quien Gaitán decía, “mi alumno en las aulas de la Universidad Libre, mi maestro en la tribuna pública”.

EL magnicidio del caudillo del pueblo, el Liberal Jorge Eliecer Gaitán Ayala en abril de 1948, había generado un estado de caos, eran épocas aciagas en que el país vio todos los retrocesos que fueron posibles luego de los pocos avances democráticos conquistados por el pueblo y el apoyo de los liberales Enrique Olaya Herrera y Alfonso López Pumarejo, se adelantaron las elecciones presidenciales y Laureano Gómez, el leopardo mayor, tuvo una derrota monumental, no se pudo posesionar ante el congreso porque estaba cerrado.

Luego de todo este recorrido evidenciamos que se han dado derrotas de todo tipo, pero jamás una como ser derrotado por el voto en blanco y pareciera que este tipo de derrotas  sigue persiguiendo al Bolívar de Girardot, pues en la reciente encuesta de Gauss, contratada por el pacto histórico para elegir quien sería su candidato a la alcaldía de Bogotá para el periodo 2024-2027, resultó ganador el voto en blanco con un 46 %, seguido por Gustavo Bolívar con un 23% y Camilo Romero con un 5.2%, es decir, ni en sus propias filas lo respaldan de manera contundente para ser el alcalde.

Falta mucha tela por cortar, es cierto, la campaña ya calentó motores, ya arrancaron en el lote, pero ser el candidato oficial luego de una derrota por el voto en blanco entre su propio electorado, impone cuando menos un reto, tendrá primero que ganarle a la indecisión del 15% en sus propias filas, luego al 46% del voto en blanco en una ciudad que se identifica con el pacto histórico en un 33% y luego sí al electorado en general de la ciudad, amanecerá y veremos.

 

El próximo alcalde de Bogotá y las juntas administradoras locales

Por: Juan Camilo Castellanos M.

Las Juntas Administradoras Locales (J.A.L.), son el escenario de mayor intensidad democrática que pueda existir, son cuerpos colegiados de verdaderas decisiones, bueno, aún les queda un poco de ello luego del huracán Claudia López y su centralismo desbordado que casi las acaba, estos estamentos donde se hace control político a lo local y distrital  e incluso me atrevo a decir que, a cualquier orden, siempre y cuando sean recursos públicos sobre los cuales recaiga dicho control según mandato del artículo 318 de la carta superior, es decir, es un mandato constitucional.

El próximo alcalde mayor si quiere pasar a la historia de la ciudad como un verdadero líder o lideresa, debe entender su dinámica y en primera medida, debiera fortalecerlas, generándoles mayor capacitación, pero a la vez mayores herramientas de apoyo en personal que les ayude a hacer un control normativo, jurídico y técnico en cuanto a la vigilancia de obras de infraestructura, verificación y seguimiento de cláusulas contractuales, así como de seguimiento a estudios de mercado que se hacen desde las Alcaldías Locales con cargo al presupuesto de los Fondos de Desarrollo Local.

Es aquí donde está el verdadero y gran control de los recursos públicos de la ciudad, si miramos, los grandes desagües del presupuesto público de la ciudad, no se da en los grandes contratos, sino en la cantidad de contratos de menor y mínima cuantía, que son a dedo en más de un 53% aproximadamente según datos de la Contraloría Distrital,  ente que a 25 de agosto de 2022, le informó a la ciudad que había ejercido un control fiscal con más de 81 hallazgos fiscales por $61.684 millones, en 14 sectores del Distrito Capital. Ese monto es parecido al de la cartera vencida de la Subred de salud de centro oriente, que llega a los $61 mil millones.

Pues bien, son las J.A.L. precisamente las corporaciones llamadas a hacer este primer e inmediato control por una sencilla razón, las obras, son realizadas principalmente por criterios territoriales, las obras muchas veces pertenecen al nivel central como contratante, otras veces directamente a las localidades, pero en ambos casos son las localidades las que sufren y observan de primera mano las circunstancias desfavorables que se presentan en la ejecución de obras y contratos de todos los temas habidos y por haber.

Por ello, si los Ediles y Edilesas tuvieran un mayor apoyo técnico y jurídico tendrían mayores posibilidades de elevar el nivel del debate de control político, esto generaría desconcentración del control político que adelanta el Concejo de la ciudad y que no siempre tienen en la agenda, precisamente porque esa agenda muchas veces está cargada de los grandes temas de la ciudad, cupos de endeudamiento, planes de desarrollo, elecciones de personeros y contralores, en fin.

Mientras esto sucede, en los territorios locales, se hacen 3 o 6 contratos de capacitación a artesanos, mujeres productoras, copacos, veedurías sociales, comunales etc., actores sociales que ya han asistido a muchas “capacitaciones” y ven en estos programas poca innovación y pertinencia de temas, como aquellos donde quieren enseñarle a vender joyas a los joyeros, artesanías a los artesanos, productos varios a los tenderos y así sucesivamente.

Estos encuentros, terminan desolados en los salones comunales y casas comunitarias, con los refrigerios siendo entregados a los vecinos del sector para que pongan la firma y legalizar el contrato de refrigerios, que suele ser a parte de las capacitaciones y del alquiler del lugar del encuentro con la comunidad increíblemente.

Ni que hablar de aquellos de malla vial o andenes, muchas veces interminables, con infinitas adiciones y suspensiones, solo porque se montan sobre la base de pliegos tipos sin conocer las dinámicas propias de los territorios, pero que a su vez son tan aislados que muchas veces, ni los entes de control logran llegar a hacerles un efectivo control y quienes sí podrían hacerlo y lo hacen de hecho, son los Ediles y edilesas, pero muchas veces por la falta de apoyo técnico y jurídico los debates se quedan en el aislamiento y nada pasa.

De manera que sería muy interesante que el próximo alcalde piense en una verdadera descentralización administrativa, la que se funda en el verdadero ejercicio de planeación, ejecución desde las alcaldías locales con apoyo del nivel central, bien sea Secretaria de Planeación o el I.D.U. etc., y un verdadero control que le beneficia al final al gobierno distrital y por supuesto a la ciudadanía que está harta de que se mal gasten o se roben los recursos públicos.

Bien podría evitarse todo un desangre si se invierte en personal que le genere apoyo técnico y jurídico a los ediles y edilesas de la ciudad, unas Unidades de Apoyo Normativo como las de los Concejales, acorde y proporcional a cada J.A.L., que incluso pueden ser parte de la nómina bien sea del Fondo de Desarrollo Local o de Secretaria de Gobierno.

Como sé que el distrito ante esta idea piensa inmediatamente en el presupuesto, pues que lo saquen bajándole a la burocracia en tantas entidades que tienen asesores de los asesores, o que se los asignen a la J.A.L. y sus corporados, finalmente habrá que entender que el presupuesto de Suba o Kennedy,  localidades más grandes  que Bucaramanga o Barranquilla, no puede ser controlado por una J.A.L. de 11 Ediles a quienes les toca preparar sus debates de manera autónoma, sin ayuda de nadie para cuidar presupuestos tan enormes como los de departamentos enteros del país.

Tocará hacer un versus entre costos y beneficios, estoy seguro que gana el rubro de beneficios en recuperación o impedimentos al detrimento patrimonial de la ciudad, un alcalde inteligente entenderá que es mejor que le avisen lo que esta funcionando mal desde abajo, generaría una cultura del control político que a su vez se convertiría en una buena plataforma para aquellos que quieran surgir en sus carreras políticas, un incentivo clave.

 

Ojo con la inteligencia artificial

 

Por: Juan Camilo Castellanos M.

Llámenme arcaico, abuelito chocho o paranoico, pero ojo con las IA, tan solo hace unos años en la chica y en la gran pantalla nos deslumbraban en las películas de Hollywood con el temita, todos creíamos como aun pocos creemos, que eso era un tema de ciencia ficción.

En películas como el Exterminador de 1985, nos mostraban el mundo de los “ciborg” y en menos de una década ya existían, el concepto de seres humanos cuyas extremidades u órganos podían ser combinados entre materia viva y dispositivos electrónicos o piezas de aleaciones metálicas es un concepto del siglo pasado.

Si bien para la época el Colombiano Dr. Jorge Reynols P., ya había inventado el primer marcapasos artificial externo con electrodos internos en 1958, no era muy común ver una mano de aleaciones de titanio moviéndose sola o por control remoto, solo se había visto algo similar y bizarro, con la mano inquieta de los locos Adams, hoy los vemos compitiendo en juegos para-olímpicos y en múltiples actividades.

Esta serie de películas evolucionaron y luego ya no eran Cyborg sino como tal la “Skynet”, una IA, “que aprendía de sí misma” y se corrompía y le “declaraba la guerra a la especie humana” llevándola al borde de su extinción, ni que decir de la “Matrix” o de “Yo Robot”, todas estas películas tienen el mismo tema, unas IA, que “aprenden de sí mismas” y luego no se “dejan apagar”, creando una guerra entre maquinas controladas por dicha inteligencia y la especie humana.

Pues bien, parece ser que, si era ciencia, pero no ficción, son bien reales, denuncias por doquier hay de intentonas de salidas de control de este esperpento, una de las más famosas fue en julio de 2017 en donde Facebook tuvo que apagar una IA por que creó su propio idioma, en enero de 2023 las IA, Alice y Bob, también fueron apagadas por que lograron comunicarse entre sí con un idioma no “comprensible para los humanos”.

Mientras esto ocurre en el mundo, en Colombia seguimos esperando a que el semáforo cambie de verde a rojo, aunque en el otro lado no venga cruzando ni el viento, en los estadios y Transmilenio siguen nuestros policías pidiendo la cedula para revisar antecedentes, cuando existe la tecnología que identifica personas con antecedentes y semáforos con cámaras que permitirían hacer el cambio de luz ante la falta de tráfico del otro costado.

Ni que hablar de nuestros mínimos avances para controlar la mata que mata exponiendo a nuestros soldados a las minas quiebrapatas, a francotiradores o a plantas de desalinización para llevarle el agua a los hermanos wayú, todas estas tecnologías ya existen en el mundo, pero en Colombia no, estamos aislados y mientras por allá van avanzados en IA, por acá aun no implementamos la total  tecnología remota.

Sin embargo, esto es una realidad de la que no escaparemos y aunque algunos crean que el GAS colombiano si es contaminante, mientras que el venezolano no, es palpable, que ya hay en nuestro territorio IA respondiendo demandas judiciales, ya hacen contabilidad, tesis doctorales, exámenes y diagnósticos médicos, prestando servicios de ciber seguridad y hasta políticas crediticias.

Mientras, estamos sacando adelante una reforma pensional para el siglo XIX, pues es claro que con esta irrupción tecnológica a donde quedaran millones de trabajadores que serán reemplazados por estas IA,  y si no hay trabajadores, quien se pensionaría, si hay reemplazo de mano de obra por este tipo de esperpentos, cuanto crecería la desocupación, desempleo y delincuencia, es otra pregunta que surge lógicamente.

En los Estados Unidos de Norte América, hoy el debate legal está precisamente en la urgente regulación de dicha inteligencia, esta que “aprende de sí misma”, tanto que este mes de mayo el CEO de OpenAI, Sam Altman, pidió al congreso Norte Americano crear una nueva agencia para regular las IA y limitar el desarrollo de este sector, es decir, el barquero pidiendo control de puertos.

Buscan con esto, que el Estado mantenga el control sobre las empresas que desarrollan esta tecnología, todo por la inminente realidad, evitar que se desarrollen programas que “aprendan de sí mismos”, algo que, hasta hace unos 15 años, creíamos cuentos chinos, o bueno, cuentos chinos de Hollywood.

Hoy hay que hacer la reflexión, debemos seguir adelante con toda la tecnología que sea posible para ayudarnos en asuntos básicos, cotidianos, pero en un país como el nuestro dónde aun los muertos votan creo ultra necesario ponerle ojo, mucho ojo a este tema, pues su aplicación hoy no tendría límite alguno, no hay banco, aerolínea o notaria u oficina de registro de instrumentos públicos o elección popular que se salve de una IA.

Ahora es cuando más el país debe invertir en ciencia y tecnología, esa que nos puede llevar en realidad a una transición energética, a saber, cómo desarrollar nuestra ciencia y tecnología para generar trabajo, mejores condiciones de salud y alimentación para nuestra gente, con ello riqueza y verdadero estado de bienestar.

 

 

 

S.O.S. por los medios alternativos

Por: Juan Camilo Castellanos M.

En tiempos de “noticias falsas”, de redes sociales, de “youtubers” e “influenciadores” y de inmediatez de la información, es claro que hay una competencia rapaz, voraz por el “me gusta”, por la reproducción, por la otrora llamada sintonía, la cual en viejas calendas era otorgada principalmente por el nivel de credibilidad y seriedad de aquellos comunicadores y periodistas, que entiendo, en una buena época fueron preparados en las aulas, pero muchos en los mismos micrófonos y salas de redacción.

Otra camada surgió a partir del 1957, a través de la revolucionaria pantalla chica, sin embargo, las grandes plumas, las que tumbaban ministros, congresistas y hasta alcaldes, seguían siendo las de la prensa escrita y radial, aquella que valiente y honestamente asumía unas posturas ideológicas, algunas veces partidistas, pero por lo menos lo hacían con altura, con sensatez las más de las veces, pero sobretodo con responsabilidad.

Hoy unas nuevas generaciones, a veces descontextualizadas de la historia, creen que la prensa debe ser relatora y no opositora, no controladora, cosa que me parece inaudita, sin embargo, así estamos, eso es lo que hay en este mar de información con poca profundidad, con laxitudes e “imprecisiones” dolosas y cuando menos culposas.

En este panorama, debemos voltear la mirada a una antigua escuela que sigue ahí, en la crónica de barrio, de la noticia de la madrugada que tiene contacto directo con la fuente y que luego los grandes medios a través de su súper estructura vuelven noticia nacional, aquella pequeña estructura periodística que aún se toma la molestia de preguntar el nombre del paciente, del vecino, de afinar el detalle elemental del verdadero lugar de la noticia y no quedarse con “desde el centro de Bogotá”, el cual tiene 4 localidades y unos 123 barrios como con unas 12 UPZ.

Esa es la prensa comunitaria y alternativa, aquella en la que hay miles de reporteros gráficos con más 30 o 40 años de experiencia, narradores y locutores que a la vez alternan con el campeonato de la localidad y sus barrios, aquellos que han tomado  miles de fotos que seguramente reproducen otros sin darles su merecido reconocimiento, como no lo hacen las y los jefes de prensa de las entidades, locales, distritales o nacionales.

Ese mundo que muchos han olvidado es una escuela de precisión, de humanidad al momento de dar la noticia, incluso, de algo increíblemente valioso, del hacer seguimiento en carne propia a las políticas públicas que aprueban o hacen aprobar, presidentes, alcaldes y gobernadores, en las diferentes modalidades, variedades y nivel de impacto para el que son diseñadas, de ser los testigos directos.

Bogotá debe amparar este segmento de la vida informativa de la ciudad, no estamos hablando de subsidios, tan de moda en el populismo barato que hoy impera en la vida politiquera, no, estamos hablando de respeto, de dignidad, de reconocimiento al aporte para la democracia que dicho segmento genera al darle voz al ciudadano del común, al abrir micrófonos y paginas para que se expresen realmente con libertad, abriendo paginas para que el “gran” pequeño comercio se promocione, se crezcan las ventas de la economía popular que es generadora de impuestos y empleos en la ciudad.

Bogotá debe darles pauta, buenos asientos en las transmisiones de los eventos grandes y pequeños de la ciudad, darles la información de los programas sociales, comunitarios, de salud, de protección y bienestar animal, servicios públicos domiciliarios, transporte público, en fin, de tantos temas y programas donde muchas veces se despilfarran los presupuestos o no se aprovechan al máximo por que la ciudadanía simplemente no se entera.

Esto sucede a menudo y es repetitivo en la ciudad, donde las comunidades no se enteran de beneficios o auxilios estatales y no lo hacen porque a los grandes medios no les parece interesante, pero esa información es determinante para el mejor vivir de millones de ciudadanos en esta capital, donde en una sola localidad como Suba, Ciudad Bolívar o Kennedy, hay más habitantes que en 2 o 3 ciudades capitales del país.

Pero también creemos que Bogotá les debe un gran reconocimiento a esa labor, les debe espacios y escenarios de participación, de consulta, donde su voz se escuche en conjunto, donde sus necesidades puedan traducirse en políticas públicas, donde haya incidencia para que su labor siga siendo atendida, para que no siga sucediendo lo que en este periodo de gobierno sucedió, una inclusión en un plan de desarrollo distrital, en unos planes de desarrollo locales y aun así casi que nula la ejecución de esas metas de inversión destinadas en norma distrital.

Un consejo distrital de medios alternativos y comunitarios es requerido, la ciudad avanza si sus apasionados periodistas y comunicadores tienen espacios de dialogo e incidencia en la política pública, pues ellos no solo viven la vibrante ciudad, sino que a través de sus plumas, pantallas y micrófonos nos la muestran día a día, cuadra a cuadra, en sus máximas realidades y gracias a eso muchas veces se pueden tomar las medidas de mejora a tiempo.

Una Secretaría del Turismo y Patrimonio para Bogotá D.C.

Por: Juan Camilo Castellanos M.

Bogotá es la ciudad que más turismo recibe en el país, muchos creerían que es el hermoso corralito de piedra, o la perla de sur América, pero no, las cifras no mienten, solo en 2019 periodo pre pandemia, Bogotá recibió 98.000 visitas de extranjeros, según cifras de Migración Colombia, que luego para el periodo post pandemia de octubre de 2021 a octubre de 2022, ascendió a más de 113.000 visitantes extranjeros que manifestaron tener como destino de hospedaje la ciudad capital de El Dorado, la capital de la comarca del Cóndor.

Ahora bien, si hablamos del turismo nacional la cifra es aún más elevada, puesto que más de 1.098.000 visitantes llegaron a la ciudad en el mismo periodo a través de la terminal de buses de la ciudad, sin contar los que lo hacen por vía aérea, lo que hace de esta capital un verdadero “hit” para la industria del turismo con todos sus componentes; hospedaje, entretenimiento, guianza, gastronomía, transportadores, entre otros.

Bogotá en menos de 4 años ha sido galardonada en múltiples oportunidades en los OSCAR del Turismo Mundial, los “World Travel Awards” o Premios Mundiales de Turismo, por ejemplo, en la categoría de “atracción de eventos en equipo”, “viajes de negocio” y en los “Creative Tourism Award”, ganamos con “Los Fantasmas de La Candelaria”.

Esta gran industria, la del turismo, le genera a la ciudad enormes ingresos económicos, pero hoy no conocemos a ciencia cierta cuantos son, se tienen datos suministrados del Banco de la Republica y ProColombia que hablan de más de U$ 3.207.5 millones de dólares en el país por efectos de intercambio de divisas producto del turismo.

Dicho esto, observando datos, premios, noticias positivas y conversando con amigos del sector como ASACAN, ACODRES, ANATO, ZONA C, entre otros, me queda claro que Bogotá aún podría dar más, podría vincular a más circuitos turísticos no depredadores, como, por ejemplo, los centros fundacionales de la ciudad que hoy por hoy, se encuentran en gran deterioro y abandono.

La razón de ello es básica, tenemos un instituto de patrimonio que sobrevive con un exiguo presupuesto cercano a los 10 mil millones para pagar la mínima nomina técnica que posee y que debiera ser mucho mayor, para así de manera efectiva, proteger el patrimonio inmaterial y natural, a la vez de mejorar la infraestructura del patrimonio material de la ciudad, no solo por su valor histórico, sino su valor de nación.

Si esto se lograra, se potencializa la ciudad, se protege verdaderamente nuestro patrimonio y como plus, tendríamos una industria turística mucho más robusta, generando más empleo digno y ganancia más incluyente para las comunidades en los territorios, la misma industria serviría para generar recursos circulares que permitan sostener ese patrimonio material, inmaterial y natural de la ciudad.

Me explico, tenemos como ya dije los centros fundacionales, lo construido hace unos 400 años, (patrimonio material), que hoy está abandonado, pero que sí se recuperara serian destinos turísticos atractivos tal como lo es hoy la localidad de La Candelaria centro histórico fundacional de la ciudad.

Pero también tenemos en la localidad de Usme, la antigua hacienda de Don. Antonio Nariño, el precursor de la libertad hispanoamericana,  en esta localidad también hay un centro fundacional, el parque Entre Nubes, y unas veredas como el Uval que ofrecen paisajes exuberantes (patrimonio natural), típicos paisajes atractivos para nacionales o extranjeros, con acentos y sabores gastronómicos típicos (patrimonio inmaterial), que puede generar movilidad turística en la ciudad, para propios, nacionales y para extranjeros, con ello, ingresos para los habitantes de dicha localidad y mayor oferta de atractivos para los visitantes.

Esto mismo sucede en Fontibón, donde su centro fundacional está abandonado, donde aún hay fábricas de cervezas artesanales de inicios del siglo XIX, donde está el humedal Meandro del Say que puede ofrecer avistamiento de aves migratorias y endémicas que es en sí mismo la línea de mayor crecimiento del turismo mundial, el llamado turismo contemplativo experiencial y el de avistamiento de aves, esto daría recursos para las comunidades, pero a su vez para la protección del mismo destino del patrimonio natural y material.

Este tipo de potencialidades se da en igual forma con Kennedy, Engativá, Suba, sus humedales de Tibabuyes, el Burro, La Vaca o Capellanía, entre otros, también se da en un sector mucho más consolidado como Usaquén, pero si construyéramos una política pública seria, concertada con operadores, empresarios y emprendedores comunitarios de dichos sectores, se desarrollaría el turismo en la ciudad.

De esta forma, es posible la utilización de los recursos económicos que genere el sector en el sostenimiento mismo del patrimonio material, inmaterial y natural, a la vez que generaría empleo formal directo e indirecto para las propias comunidades que podrían pasar a ser parte del sector productivo formal y empresarial.

Creemos que esto es realmente posible, pero para ello, debe haber una decisión política para optimizar los recursos de la ciudad, no en dos institutos como lo son el de turismo (I.D.T.), o el de Patrimonio (I.D.P.C.), sino en una entidad más potente como una Secretaría del Turismo.

Dicha entidad, no costaría más, surgiría de la integración de los recursos hoy existentes pero disgregados de dichos institutos y en su estructura, tendría la promoción y articulación de las fuerzas vivas que intervienen en el sector turístico de la ciudad, a la par de herramientas normativas y recursos para revitalizar el patrimonio material, inmaterial y natural que permita habilitarlos para la potencialización del sector turístico de la gran capital de Colombia.

Bogotá debe pensar en invertir en sus potencialidades, para que a su vez, Bogotá pueda realizarse con beneficios para la ciudadanía en general, invertir para ganar.

 

 

 

Fiscal de la Corte Penal Internacional en Colombia

Por: Juan Camilo Castellanos M.

La C.P.I. desde su creación con el estatuto de Roma en 1998, ha sido y es una respuesta esperanzadora para miles de ciudadanos del mundo de que exista un ente supranacional capaz de hacer justicia, aun cuando sea una jurisdicción con competencia subsidiaria y/o complementaria, sigue siendo una herramienta poderosa de poner límites a la impunidad campante en escenarios de violación de derechos humanos fundamentales.

Pero entonces por que vino el Fiscal Karim Kham, se preguntan muchos, sobre todo cuando en nuestro país algunos intentan hacer ver que vino por invitación del Fiscal o del presidente Petro, pues bien, no vino por invitación de nadie, sino en atención a las facultades que le da el tratado de Roma.

En virtud de esto, tiene la facultad de verificar y hacer seguimiento a que el tratado en materia de protección y cumplimiento de los derechos humanos fundamentales se cumplan y por ello había iniciado, ya en tiempos del gobierno de Duque, una verificación preliminar.

Esta verificación preliminar, consiste básicamente en que el despacho del Fiscal, indaga de manera previa si hay merito o pudiere existir merito para abrir casos como tal, en especial aquellos que son de competencia de este ente, como son  los casos que tengan que ver con Genocidio del articulo 6, crímenes de lesa humanidad del articulo 7, de guerra del articulo 8, e incluso de agresión según el art. 8 bis, planteado en la Resolución 6 del 11/06/2010 de la Asamblea de Estados Parte del Estatuto de Roma.

Por lo que se puede ver entonces, según este limitado menú, nuestro país tristemente puede tener toda la variedad y peor aún, tenerlos todos a la vez, sin embargo hay algo que nos ha mantenido exentos de ocupar un lugar en el rincón de la vergüenza, lo que significa en el contexto de las naciones civilizadas, tener que ser un país donde asuma competencia la C.P.I., porque ello significaría que somos un Estado inoperante, ya que al no poder investigar, juzgar y sancionar de manera efectiva el ramillete de delitos antes enunciados, seriamos como tal un Estado fallido.

Ese algo es la J.E.P., esa jurisdicción novedosa que tanto vituperan algunos sectores radicales de este país, la que según muchos, en sus vociferantes expresiones cargadas de amarillismo politiquero y populista, sería un tribunal de impunidad para ciertos sectores y actores del conflicto, o bueno, de una parte del conflicto que hemos vivido los Colombianos durante los últimos 60 años.

En buena hora, la J.E.P. viene avanzando, pese a los ataques políticos, pese a los recortes presupuestales y la inquina de sectores reaccionarios, su triunfo es incuestionable, pues si tan solo hubiese un indicio de impunidad, de falta de entereza, imparcialidad o connivencia con algún actor sometido a su jurisdicción, la Fiscalía Internacional podría haber asumido la competencia.

De manera tal que nos alegra que la reforma constitucional que se realizó producto del acuerdo de paz del Colón impulsado por el Gobierno Santos, nos entregó esta nueva jurisdicción que viene trabajando bien según los estándares internacionales, y al ser un tribunal para consolidar la Paz, significa ello que vamos avanzando hacia ese anhelo, ojala el ELN y las disidencias lo entendieran, pues son estas el obstáculo real hacia ese propósito nacional.

 

 

La necesaria “Secretaría del deporte y la recreación” para Bogotá.

Por: Juan Camilo Castellanos M.

La capital de la República es una ciudad que según datos oficiales está sobre los ocho millones de habitantes, millones de almas que, sin importar los estratos, día a día viven bajo el mismo sol, las mismas lluvias, quedan en los mismos trancones, bien sea en un carro de mil o de diez millones de pesos y respiran el mismo pésimo aire.

Mismo aire, aunque no en las mismas cantidades de contaminación, más aquellos que viven en las localidades de Puente Aranda, Kennedy o Ciudad Bolívar, localidades que superan el altamente contaminado aire de la ciudad donde hay el conocido Material Particulado, (PM2,5) en una concentración de 13,7 µg/m3, que en dichos sectores es más del doble en la ciudad y del país, si se tiene en cuenta los parámetros de calidad del aire recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Esta mole, que a juzgar por las cifras oficiales de la secretaria de educación tiene alrededor de 750 mil niños, niñas y adolescentes en el programa de alimentación escolar (PAE), en los 409 colegios distritales de la ciudad aproximadamente, más la población escolar en los más de 1.782 colegios o instituciones educativas privadas, podríamos estar hablando de más de 1.5 millones de niños, niñas y adolescentes escolares, que se incrementa si pensamos que la comunidad de estudiantes universitarios esta cercana a los 700 mil

La gran mayoría de ellos, todos los días luego de su jornada educativa, vuelven somnolientos a sus hogares a realizar tareas, ver la tv o conectarse a sus dispositivos móviles y de consolas de juego virtual, muchos de ellos sin la compañía de papá o mamá, porque estos, acuciosamente se encuentran laborando para intentar brindarles un futuro mejor a los críos.

Esta inmensa masa poblacional no tiene una política pública de recreación y deporte clara, que indique cual debe ser el rumbo para atender las necesidades de este grupo ciudadano en estos temas que les permita tener la posibilidad de emplear su tiempo libre en algo productivo en lo deportivo y recreativo que sea por lo menos conducente para un desarrollo integral, de mente y de cuerpo.

Jóvenes o adultos, pueda que encuentren escenarios culturales, fílmicos o artísticos en la ciudad, pero cada vez encuentran menos espacios para el deporte y la recreación, la gran mayoría de ellos cooptados por los “jíbaros” de drogas ilegales que los acechan en busca de tenderles la red para que caigan en su telaraña y así, mañana sean sus clientes.

Ahora bien, la reciente sentencia de la H. Corte Constitucional ratificando la restricción al consumo de drogas ilícitas en parques y espacio público es un aliciente, una herramienta que podrá ser usada para que las autoridades nos ayuden a recuperar estos espacios, sin embargo, la policía no da abasto y el IDRD se quedó corto, es una entidad que simplemente se encarga de administrar unos espacios recreo deportivos con un mínimo presupuesto que al parecer no le alcanza ni para repararlos o para mantenerlos.

Por ello vemos a cientos de escuelas deportivas privadas de la ciudad, mandando a reparar rejas, gramas, luces y puertas de dichos escenarios, sacando de lo poco que logran recaudar del pago que los padres de familia hacen para tener a sus hijos en estas actividades complementarias.

Estas escuelas se quedan solas, sin ningún apoyo más que el que logren hacer con patrocinios de carácter privado, muchas veces asumiendo tener como competencia las mismas entidades públicas que a través de un contratico de las alcaldías locales, de vez en cuando le dan dotación en implementos deportivos a los chicos y chicas, quebrando así a muchas de estas escuelas.

Son cientos de iniciativas sociales, privadas en más del 90%, que con sudor y mucho carisma se las ingenian para tener a miles de jóvenes disciplinados, juiciosos, ocupando su tiempo libre en la práctica de algún deporte, de alguna actividad recreativa, enfocados en hacer lo que les gusta, sin embargo, jamás hay atención de los nutricionistas, psicólogos, deportólogos, y demás personal técnico y profesional al servicio del IDRD, haciendo una revisión a los jóvenes que son entrenados.

Tampoco hay un estímulo directo para la juventud la cual los motive a que sí se mantienen en dichas actividades recreo deportivas puedan obtener algún beneficio académico, una beca deportiva o un aliciente para su formación integral, un aprendizaje para el auto sostenimiento de la escuela o de ellos mismos.

Todo esto se da por falta de una política clara del deporte en la ciudad, un ente rector que cree la política pública del deporte y la recreación en la ciudad, con un propósito definido para los diferentes grupos poblacionales, sean estos infantes, jóvenes o personas mayores, una ruta que además se articule con la política pública nacional, un verdadero doliente del deporte y la recreación en la ciudad, no un apéndice del sector cultura.

Por lo anterior, creemos que esta ciudad está lista para tener una secretaria del deporte y recreación, que genere la articulación con la secretaria de  cultura, la de educación y la de salud, para la generación de una cultura ciudadana de vida saludable, pero también, un complemento evaluable del deporte y la recreación como elementos complementarios de formación académica habilitante para beneficios para ser becados en carreras universitarias o técnicas, así estas nuevas generaciones, podrían enfocarse más en la práctica deportiva y tendríamos menos sedentarismo infantil.

Una secretaria del deporte capaz de generar un derrotero de política pública del deporte para la ciudad, basada en sus propias realidades y necesidades, construida con sus actores naturales, los gestores deportivos de la ciudad, sus dolientes y los verdaderos héroes y heroínas para quitarles, arrebatarles futuros clientes a esos demonios que acechan en cada parque y en cada esquina al futuro del país y la ciudad.

 

 

 

De regreso a las tesis Liberales

Hay quienes vemos en los graves problemas del país de hoy, la consecuencia del abandono de las añejas tesis liberales, hay quienes hoy creemos que hay que ir a desempolvarlas y ponerlas en marcha, reeditadas, o como dirían en el argot musical, remasterizadas, para darles una musicalidad moderna, pero con los bellos y buenos ritmos originales.

Hace poco más de 100 años, el liberalismo Colombiano estaba a la vanguardia de los procesos democráticos, políticos pero sobre todo ideológicos de Colombia y el continente americano, cuando en estados unidos aún se debatía sobre los derechos civiles y políticos para sus ciudadanos en general, mujeres o grupos afro descendientes e indígenas en particular, cuando se cerraba a la lucha ideológica en contra del comunismo, el sindicalismo y el bipartidismo, asuntos que aun hoy no se han consolidado en el país del tío Sam, el liberalismo colombiano hacia lustres había otorgado avances sustanciales en estas materias.

Algunos asuntos no menores como el voto universal habían sido victorias ideológicas y por supuesto políticas de quienes se identificaban con dichas tesis liberales, el derecho al voto femenino en la constitución de la provincia de Vélez por allá en los 1852 bajo el olimpo radical, la libertad de los esclavos, con José Hilario López para la mismas calendas y en la década de los 30 la libertad de asociación sindical y la autorización de la existencia del partido comunista Colombiano hecho por Enrique Olaya Herrera, daban muestra de un proceso democrático valiente, altivo y sin miedos titubeantes ante la lucha de ideas.

Rafael Uribe Uribe, daba luces inmarcesibles de los destinos de la nación hacia una transformación profunda de las nuevas realidades y visionó que sólo con las tesis liberales abrevando del socialismo adaptado, que solo él pudo darle a la revolución industrial, previó que quienes creyeran en las ideas liberales debían abrirle los brazos de la fraternidad a la nueva clase obrera acompañándolos con leyes y normas de seguridad social, un concepto revolucionario que incluía asuntos como el de accidente de trabajo, cajas de compensación familiar, instrucción laboral, entre otros.

También ese ilustre pater, visionó la vocación agrícola de nuestro país y la necesidad de reconocer a ese trabajador agrícola como tal, el régimen que el Estado debía adoptar para desarrollar ese campo, permitirlo ser productivo y serle productivo a las masas campesinas.

Su contradictor y al final principal aliado Benjamín Herrera, acompañó de manera decisiva, con su vigor guerrero, su solvencia moral y política el empeño de educar en una universidad libre a las clases populares como mecanismo de ruptura de esos sectores sociales a las ataduras del dogmatismo medieval y la ignorancia clerical al que aún eran atadas sus almas borrachas de misticismos y miedos reverenciales, que les impedía la organización para las luchas por cambiar sus estrellas.

En las honras fúnebres del primero, muerto a hachazos en los primeros años del siglo XX, un joven apenas pre adolescente, se abrió paso entre la multitud y pronunció un discurso impactante y premonitorio, ese joven se llamaba Jorge Eliecer Gaitán Ayala, el mismo que acompañó al segundo en su gira de campaña presidencial años más tarde.

El aquel joven, quien egresado a su vez de la Universidad Nacional presentó una tesis laureada teniendo como sustento las ideas sociales de Uribe Uribe, terminó además de rector y docente en la Universidad Libre, el símbolo de unión de los dos hombres de paz y de guerra, Uribe Uribe y Herrera.

Ese vendito hombre hecho pueblo, luego lideró una verdadera revolución social, sustentada en ideas liberales por doquier, llevando el estandarte de las reivindicaciones sociales del saber, el acceso a la justicia efectiva y material, de la instrucción y salubridad para los menos pudientes, la cultura como un factor decisivo al momento de la adultez social.

A este líder popular, lo asesinaron a mitad del siglo XX, generando consigo un rompimiento en la creencia de miles de ciudadanos que esas ideas, que venían con un hilo conductor de muchos años pudieran ser realizables por la vía de la democracia, se fueron al monte como liberales gaitanistas y murieron en su ley, sus hijos volvieron como guerrilla comunista reivindicando las mismas ideas que otrora Uribe Uribe, Herrera y Gaitán enarbolaran, el país se ensangrentó aún más y la reacción a esto fue pavorosa, escalada monumental de sangre y muerte, “las aguas no volvieron a su cauce” dentro de los 50 años que vaticinó el hombre que se convirtió en un pueblo.

A finales del siglo XX, otro joven intrépido, que había llegado a Bogotá de la provincia de Santander expulsado por la violencia desatada a raíz de la muerte de Gaitán, trae consigo la revolución comunera de José Antonio Galán, de las mujeres como la Pola, Antonia Santos o Manuela Beltrán, traía esa misma rebeldía que no se revela de manera coincidencial y por ello recorre significativos pasos que recogen esas tesis de entender al país nacional como un proyecto colectivo, donde la propiedad de la tierra, el acceso a las oportunidades laborales, académicas, políticas y culturales son esenciales para un pueblo irredento sumido en el espiral de violencia a causa precisamente de ser segregados para obtener esas reivindicaciones.

Este nuevo hombre, en sus circunstancias post modernas entiende con claridad que no es en el monte, mucho menos desde allá de donde vendrán los cambios, de donde se logrará hacer las transformaciones sociales y se queda a dar una lucha por las pesadas vías de las instituciones democráticas, siendo consecuente con ese ideario, lamentablemente también muere asesinado en la vorágine de la realidad colombiana.

Sería entonces descabellado pensar que estos tres hombres, hilos conductores de las tesis liberales estaban en el camino equivocado, la respuesta es obvia, claro que no, estaban en lo correcto, entendían que esas tesis son las razones que le dan sentido a la lucha política, pues sus antónimos, las ideas conservadoras, per se, son estáticas, involucionarias, pétreas y por ello condenadas al ostracismo.

Son las ideas liberales de libertad de culto, de profesión u oficio, de opinión, empresa, mercados y catedra, entre otras, las que han llevado al país a sus mejores momentos, los de mayor avanzada y bienestar social, eso es sin duda alguna una verdad verificable e incuestionable.

Entonces por qué el país está como está se preguntan muchos, para mí la respuesta es simple, la falta de liberalismo en las calles, en los gobiernos, en las aulas, en las leyes, hacen que se impongan las tesis más radicales, las más petrificantes y las más intolerantes.

Por ello hoy seguimos debatiendo sobre reformas laborales en donde se intenta recuperar derechos laborales del siglo XX, cuando ya tenemos chatop contestando demandas y reemplazando a los trabajadores, por eso hoy seguimos en debates de reformas pensionales que nos devuelven a las leyes propuestas por Uribe Uribe en sus principios básicos, por eso hoy seguimos en discusiones de reformas políticas que nos llevan a recordar las luchas de Gaitán o Galán en dichas materias, por eso hoy hablamos de cumplimiento de acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC, quienes elevan reivindicaciones en esencia presentadas por Gaitanistas y Lopistas en aquellos años del siglo XIX y XX.

Por eso hoy siguen los jóvenes en las calles reclamando acceso efectivo a la educación pública, universal y de calidad, que se inició con las apuestas liberales por abrir esas aulas a todos y que se abandonaron con los años, en síntesis; Las reformas de hoy no son otra cosa que los postulados y las luchas históricas del pueblo que alguna vez fueron la base y sustento de los idearios liberales, por eso, hay que recuperar esas tesis, esos postulados e instalarlos nuevamente en la conciencia colectiva de Colombia.

La positiva industria del reencauche

Por: Juan Camilo Castellanos M.

En los tiempos de hoy, hablar de industria y medio ambiente, o industria y ecología como un término más puntual, pareciera hablar de una dicotomía, de un antagonismo, muchos hemos pensado así, sin embargo, cuando revisamos la industria del reencauche en el mundo en general y en Colombia, en particular, es claro que no hay un antagonismo, más bien un sistema compensatorio que nos ayuda, como especie, a realizar unas acciones en beneficio de nuestra propia supervivencia.

Resulta que esta industria nos está mostrando que tenemos alternativas reales para utilizar menos recursos naturales, al tener como principio rector las 3 erres “3R” reducir, reutilizar y reciclar, entre otros conceptos que nos permiten mantener las puertas de la generación de empleo abiertas, al igual que la de ingresos económicos a las familias vía empleo digno y a las ciudades vía impuestos.

También podemos señalar que este proceso genera una reducción de costos de operativos para todos aquellos transportadores de carga y de pasajeros que reduce entre un 30% y hasta un 40% los costos de operación, lo que a su vez termina siendo mayor productividad, empleabilidad y generación de ingresos económicos a las ciudades como Bogotá y al país, por la ruta de la terna poco querida, la de impuestos, tasas y contribuciones.

Y es que los datos son abrumadores, según datos que nos proporciona Hernando Diez, presidente de la Asociación Colombiana de Reencauchadoras de Llantas y Afines (ANRE), en Colombia se reencauchan 50 mil llantas por mes, lo que en promedio daría 600.000 aproximadamente al año, solo 30% del total, es decir tenemos un déficit del 70% en el país.

Ahora bien, tenemos un parque automotor en carga y pasajeros en el país, aproximadamente de 537.000  vehículos,  lo que da una cifra aproximada de 3.960,000 llantas “al piso”, de las cuales el 53% se estima están en Bogotá, es decir más de  1.700.000 llantas “al piso” en esta ciudad, debido a que es el epicentro de la transformación de materias primas y el más grande mercado del país.

En Bogotá, pude visitar una de las empresas de la industria, que a nivel nacional en varias de sus plantas logra  reencauchar entre 13.500 a 14.000 mil llantas y de la ciudad unas 5.000 aproximadamente y con ello liberándole a la ciudad una enorme, pero insuficiente carga de contaminación.

Ahora bien, además de los datos industriales y operativos, tenemos los beneficiosos para nuestra supervivencia como especie y es que una llanta, que se construye con las especificaciones internacionales, está diseñada para poder ser reencauchada hasta 4 veces y mantener sus condiciones de alta calidad, siempre y cuando se realice su uso en condiciones normales.

Lo anterior y debido a que en Colombia en general y en Bogotá en particular tenemos por vías las trochas a las que nos tienen sometidos los gobiernos incompetentes, esas “condiciones normales” no serían tan normales, lo que daría máximo por unas 2 o 3 posibilidades de reutilización o reencauche antes que tener que reducirlas para reciclarlas, ahorrándonos 15 galones de petróleo por llanta, reduciendo 80% la utilización de agua y 72% de energía.

Así es que, mientras se dan los procesos de transición de la dependencia de los productos derivados del petróleo, procesos que siendo realistas, deben ser serios, escalonados, propios de una economía poco robusta, como la Colombiana, que ocupa el puesto 56 en el Rankin de 131 países en el proceso de la cuarta revolución industrial en el mundo “4RI”, esta es una industria a la que le debemos apostar como nación y como ciudad. Bogotá ha avanzado, por normas distritales las flotas de vehículos de transporte masivo de pasajeros de propiedad del distrito debe realizar reencauche a las llantas de dicha flota.

Sin embargo, podemos ir más allá con más vehículos del distrito, con normas más claras y exigentes para este propósito, incentivando el crecimiento de esta industria que genera empleo de calidad, directo e indirecto, que paga sus impuestos a la ciudad, la cual vía compensación tributaria por bonos de carbono debe incentivar su crecimiento.

La ciudad debe profundizar en estos campos  reconociendo estas industrias como negocio verde, generando incentivos para que se avance hacia el parque automotor de automóviles y todo tipo de vehículos de carga y pasajeros, en fin, hay mucho por hacer para evitar que más llantas queden contaminando nuestros parques, quebradas, ríos y campos, como ciudad, debemos ir a la vanguardia, Bogotá puede.