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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Kamala Harris

Harris y Trump empatan en una simbólica votación en Dixville Notch

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, y el exmandatario Donald Trump han iniciado su carrera hacia la Casa Blanca con un empate en la localidad de Dixville Notch, situada en el estado de New Hampshire y que desde los años sesenta es el primero en votar en cualquier proceso electoral en el país norteamericano.

Según las informaciones recogidas por la cadena de televisión CNN, los dos aspirantes a la Presidencia estadounidense han recabado tres votos en las urnas, instaladas en un hotel tras la apertura a medianoche (hora local) del colegio electoral establecido a tal efecto.

Les Otten, una de las votantes, ha dicho que la publicación de estos resultados supone «una lección cívica para el país». «Si podemos ayudar a que la gente entienda que votar es parte importante de sus derechos como ciudadanos estadounidense, quizá es la clave de lo que hacemos», ha explicado.

Durante las últimas dos elecciones, los candidatos demócratas se hicieron con la victoria en Dixville Notch, donde Joe Biden se hizo con los cinco votos depositados. Por su parte, Hillary Clinton logró en 2016 cuatro de los siete votos emitidos, con dos para Trump y uno para el candidato libertario Gary Johnson.

Por otra parte, durante las últimas primarias del Partido Republicano, la victoria fue para Nikki Haley, quien logró los seis votos de los residentes en la ciudad. Sin embargo, Haley tuvo que apartarse de la carrera a la Casa Blanca ante la aplastante mayoría de apoyos con la que contaba Trump.

Recta final entre Trump y Harris con empate técnico

Los candidatos demócrata y republicano a la Casa Blanca, Kamala Harris y Donald Trump, se enfrentan a los días inmediatamente previos a las elecciones presidenciales de EEUU en situación de empate técnico a nivel nacional pero con cierta ventaja para el magnate en estados en disputa.

La media nacional de encuestas de RealClearPolitics coloca este domingo a Harris y a Trump con un 48,4 por ciento de voto para el candidato republicano frente a un 48,1 para su rival demócrata. En los estados en disputa, Trump mantiene su ventaja en Arizona, Nevada, Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia. Harris gana en Wisconsin y Michigan. Solo Arizona y Georgia parecen claramente inclinados a Trump.

Esta media de encuestas cubre hasta este pasado sábado, 2 de noviembre, con un margen de error medio de +/- 3 puntos porcentuales.

Encuestas particulares, como la publicada este domingo por el ‘The New York Times’/Siena sí que ponen a Harris ligeramente por delante de Trump en Nevada, Carolina del Norte y Wisconsin, pero mantienen la ventaja en Arizona del candidato republicano. Pensilvania, añade el sondeo, está por decidir.

Este sondeo, que también cubre hasta el 2 de noviembre, declara un margen de error de +/- 1,3 puntos porcentuales en cada estado.

¿Kamala o segundas partes?

Los medios de comunicación y los gurús de oficio intentan dar el resultado de las elecciones más reñidas de la historia de USA, Parten de una premisa adicional, las encuestas, que no son más que una pesquisa representativa dentro de los electores.
¿Quién será el ganador? Primitivismo puro.

Las encuestas tienen bases científicas, por supuesto, pero el delay time las convierte en apuesta, pues la muestra individual cambia de parecer porque un zancudo la molesta, son los nuevos tiempos.

¿Otro método? El cuántico: la medida y el instante alteran el resultado final. Tal cual es el principio de incertidumbre de Heisenberg, lo que está sucediendo en tiempo real.

Sería bastante más sencillo si para elegir el presidente de USA contara el voto popular nacional, pues es una elección digital, y bastaría con ver la tendencia que se mueve entre el 1 o el 0, como en casi todos los países.

De repente, la timidez de la segunda vuelta para acercar más electorado al nuevo presidente. Siempre que sean dos candidatos en las grandes mayorías, como suele suceder, no es difícil adivinar.

Resulta que en USA, según el sistema de colegio electoral —grupo de colegas— establecido en la Convención Constitucional de Filadelfia en 1787, cada estado aporta votos de acuerdo a su población, territorio e incluso influencias (el número de electores que cada estado tiene es igual a su representación en el Congreso). El número mágico es 270 de 538. Un país polarizado.

Lo cierto, por la vía de las encuestas y procesos matemáticos sencillos, se decide en siete estados, denominados péndulos: Michigan 16, Pennsylvania 20, Arizona 11, Carolina del norte 15 y Nevada 6 Missouri 10 y Wisconsin 10. La desviación estándar: 18 %. Nada fácil.

¿Por qué Kamala Harris se llevará la victoria? Sentido común, es una elección meramente psicológica, los factores conservadores, como la gasolina, la inflación, la inmigración, la raza, demócratas-republicanos son variables que no tienen, en el 2024, los pesos específicos determinantes para, por medio de la probabilidad, determinar el ganador.

Cuando Clinton (1992), la frase «La economía, estúpido» era correcta; no ahora. Vale es la ingeniería social, la técnica para obtener información confidencial, los fines —a la vista, funciona—. Parafraseando a las redes sociales y el coctel perfecto: ¿cuál es el acertijo? TikTok de la mano de la generación Z.

TikTok tiene el grupo demográfico social más fuerte que gestiona plataformas digitales; comprenderlo es primordial. ¿Cómo logra el despliegue? Es la herramienta vital de información, contenido corto y divertido. Coincide con el sentido común, algo que Kamala, con su sonrisa, tiene. No en vano fue fiscal general de California.

Recuerda a la tradicional revista Reader’s Digest y su sección «La risa, remedio infalible». Apuntes de humor inteligente.
TikTok tiene más de 1000 millones de usuarios y lo interesante es que el 92 % que lo usa promueve una acción. Votar podría ser una de ellas.

TikTok tiene eso. La creatividad persuade de manera inteligente su predisposición al «ya». Además, tiene condición de resonancia: «Voy a votar». Una moda, no una responsabilidad cívica. Tan es así que TikTok es más importante que los dos partidos juntos.

La generación Z está distanciada de la política tradicional. Las encuestas los colocan en los indecisos. No se dan cuenta de que son 41 millones que incluyen 8 millones de latinos, 6 millones de afroamericanos y 2 millones de asiáticos.

Kamala Harris lleva la delantera. En el juego, la casa gana y cobra. Allí puedes contar con enlaces mediáticos como Taylor Swift, Los Tigres del Norte, Beyonce, Eminem, Bad Bunny, Jennifer López, Marc Anthony, Ricky Martin y tantos otros seguidores de más de 500 millones. Trillado lo influencer.

Para finalizar, la generación Z es individualista, y no hay nada que los moleste más que la soberbia y los mesías enceguecedores. Decadencia.

Se distinguen como votantes independientes, pero en cierta forma se inclinan por Déjalo ser de los Beatles. Allí entra el futuro cercano, el cambio climático, el control de armas y el aborto. ¿Cómo olvidar lo hippie? Nadie quiere Vietnam.
Algunos, como el bachiller Sansón Carrasco, dicen que nunca segundas partes fueron buenas.

José María Aristimuño Peraza

Kamala Harris tilda de ofensivos los comentarios de Trump sobre las mujeres

La vicepresidenta de Estados Unidos y candidata demócrata, Kamala Harris, ha tildado de «muy ofensivos» los recientes comentarios del expresidente y ahora candidato republicano, Donald Trump, sobre la protección de las mujeres en un mitin de cara a las elecciones presidenciales del próximo martes.

«Creo que es muy ofensivo para las mujeres en términos de no comprender sus necesidades, su poder, sus derechos y su capacidad para tomar decisiones sobre sus propias vidas, incluyendo su propio cuerpo», ha indicado en declaraciones a la prensa.

Esto se produce después de que el magnate asegurara en la víspera en un mitin en la ciudad de Green Bay, en el estado de Wisconsin, que protegería a las mujeres estadounidenses, «les guste o no». «Voy a protegerlas de los migrantes que llegan. Voy a protegerlas de países extranjeros con misiles y de muchas otras cosas», aseguró.

El expresidente hizo estas declaraciones vestido con un chaleco de seguridad reflectante y conduciendo un camión de basura en alusión a las recientes palabras del presidente, Joe Biden, quien dijo que «la única basura que ve flotando son sus partidarios».

De este comentario se intentó desmarcar poco después Harris, quien matizó que «discrepa rotundamente» con cualquier crítica que aluda al voto. «Seré la presidenta de todos los estadounidenses, me voten o no», dijo en declaraciones a los medios.

Las palabras de Biden hacían referencia a una polémica anterior desatada a raíz de un chiste realizado por el comediante Tony Hinchcliffe en un mitin del expresidente Trump en el que calificó a Puerto Rico como una «isla de basura». El magnate neoyorquino, de hecho, se retractó más tarde por el suceso.

Kamala Harris quiere ser la primera mujer presidenta de EEUU

La actual vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, se medirá el próximo 5 de noviembre con el expresidente y candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, en unas elecciones que podrían llevarla a hacer historia y convertirla en la primera presidenta del país norteamericano.

Harris, que dice erigirse como la única solución posible para hacer frente a un candidato que, en sus propias palabras, supone «un peligro para el país y el bienestar de todos los estadounidenses», ha centrado la mirada en un concepto muy claro a lo largo de su trayectoria profesional: la defensa de la «libertad, con pasión y respeto por la ley».

Con una carrera llena de primeras veces que han sido definidas por Harris como un ejemplo de que Estados Unidos es un país «lleno de posibilidades», la política demócrata fue la primera senadora indo-afroamericana y la primera mujer con estas raíces en ocupar el cargo de fiscal general de California.

Acostumbrada a romper la norma, también fue la primera en convertirse en vicepresidenta de la mano de Joe Biden, quien le había tomado juramento en el pasado cuando llegó de forma inesperada al Senado. En la Cámara Alta fue ganando visibilidad con sus discursos y sus conocidas disputas, especialmente con el republicano Rand Paul en torno a la ley contra el linchamiento.

De madre india y padre jamaicano, son muchos los que ven en Harris la encarnación del sueño americano: nacida en Oakland (California) en el seno de una familia interracial, creció en Berkeley, donde pudo beneficiarse de un programa de autobuses de integración escolar para familias afroamericanas.

Posteriormente, tras el divorcio de sus padres, se mudó a Canadá, país en el que vivió durante unos años hasta su regreso a Estados Unidos para asistir a la Universidad de Howard, históricamente vinculada a la población afrodescendiente.

Harris, ferviente defensora de las oportunidades, afirma haberse criado en un ambiente en el que «el activismo formaba parte de la vida diaria». Así, ha recalcado su pasión por defender a los más desfavorecidos a pesar de que Trump insiste en acusarla de mentir y carecer de las suficientes «capacidades cognitivas» para ejercer el cargo de mayor relevancia de Estados Unidos.

Tras graduarse en Derecho y volver a California, Harris trabajó años como fiscal antes de ser elegida en 2004 como fiscal de distrito de San Francisco. Durante esta etapa fue duramente criticada al solicitar la cadena perpetua –y no la pena capital– contra el principal acusado de haber disparado y matado al agente de Policía Isaac Espinoza.

Fue durante su trabajo como fiscal general de California cuando conoció a Beau Biden, el ya fallecido hijo mayor de Biden y al que muchos señalan como el principal responsable de que la ahora candidata demócrata a la Casa Blanca haya llegado tan lejos a nivel político.

Su llegada a la política

Harris irrumpió en 2015 como senadora para sustituir a Barbara Boxer, que llevaba más de dos décadas en el cargo, y recibió el apoyo incondicional del entonces presidente, Barack Obama, y del que fuera entonces su ‘número dos’, Joe Biden.

Desde el hemiciclo, formó parte de la Comisión Judicial y defendió el proceso de destitución contra Trump. Después, decidió lanzar su carrera a la Casa Blanca, de la cual tuvo que retirarse ante la falta de fondos y las crecientes discrepancias internas.

Sin embargo, y tras protagonizar un encontronazo con el propio Biden en relación a las políticas para minimizar la segregación racial en los colegios, en agosto de 2020 fue presentada como compañera de fórmula del que luego se convertiría en el inquilino de la Casa Blanca.

Al aceptar de buen grado la elección en lo que parecía a todas luces el regreso del tándem demócrata a la primera fila de la política estadounidense, Harris resaltó la importancia de unir al país ante el «fracaso de Trump». Asimismo, denunció la existencia de un «racismo estructural» que abocaba a Estados Unidos a un «punto de inflexión».

Desafíos

La ahora candidata a la Presidencia, de 60 años y casada con el abogado Doug Emhoff, tendrá que hacer frente a numerosos desafíos en caso de hacerse con la victoria en una carrera electoral que parte de unos datos de intención de voto sumamente ajustados, según los sondeos.

Aunque muchos le achacan un «perfil bajo» en su desempeño como vicepresidenta y hablan de su llegada a la candidatura como un acto de «rebote» ante la creciente preocupación sobre la salud de Biden, Harris, junto a su ‘número dos’, Tim Walz, se mantiene optimista y destaca los puntos fuertes de las políticas de la Administración actual.

De esta forma, ha defendido la entrega de armas a Ucrania para hacer frente a la invasión rusa, al tiempo que ha resaltado el derecho de Israel a una «legítima defensa» a medida que el conflicto se recrudece en Oriente Próximo.

En este sentido, y a pesar de apostar por dar apoyo militar a Israel, ha instado a lograr un alto el fuego y evitar la masacre de la población civil en Líbano y la Franja de Gaza, mientras respalda una solución de dos Estados que ponga fin a décadas de conflicto palestino-israelí tras la muerte de más de 42.000 personas en el enclave palestino durante el último año.

Política interna

En su defensa por los derechos civiles, Harris ha centrado su campaña a nivel interno en la defensa de las mujeres, las personas racializadas y los derechos de la comunidad LGTBI, por lo que ha reivindicado la lucha contra la desigualdad y la importancia de salvaguardar el acceso al aborto, al tiempo que ha incidido en la importancia de lograr una asistencia sanitaria asequible para la población.

Respecto al control de armas, un tema candente en el seno de la sociedad estadounidense, ha defendido la posibilidad de reforzar el acceso y aumentar el control sobre la posesión, si bien levantó la polémica en septiembre tras asegurar sin titubeos durante un programa de la presentadora Oprah Winfrey que no dudaría en disparar a cualquiera que decidiera entrar en su casa.

A pesar de su bagaje personal y su historia familiar, la cuestión migratoria supone un dolor de cabeza para la actual vicepresidenta, que busca mantener un fuerte dispositivo de seguridad mientras diseña una reforma de las políticas migratorias que podría conducir a una mayor militarización de la zona.

No obstante, dice apostar por introducir medidas que permitan a los migrantes sin documentación acelerar su solicitud para obtener la ciudadanía en caso de haber trabajado en el país norteamericano y culpa a Trump de la falta de seguridad en la frontera, señalando su oposición al proyecto de ley bipartidista elaborado por varios legisladores, algunos de ellos republicanos.

Aunque ha recibido críticas por sus supuestos cambios de opinión en materia política, la candidata demócrata ha defendido que esto responde únicamente a una «evolución» y ha asegurado que sus valores «no han cambiado». Así, ha sostenido que su postura sobre determinadas cuestiones, como la polémica práctica del ‘fracking’ se mantiene invariable: «como presidenta no prohibiré el ‘fracking’ (fracturación hidráulica) porque se puede construir una economía próspera de energía limpia sin una prohibición».

Este tema se ha vuelto de especial importancia en estados como Pensilvania, que supone uno de los principales productores de gas natural de todo el país y puede ofrecer a los candidatos un total de 19 votos electorales, por lo que el propio Trump la ha acusado de pervertir sus principios por cuestiones electoralistas.

Harris, por su parte, sigue cuestionando las aptitudes de Trump para volver a la Presidencia y argumenta que es una persona inestable que representa «el caos, el miedo y el odio».

Kamala Harris invita a los EEUU a no regresar al pasado

La vicepresidenta de Estados Unidos y candidata demócrata a la Casa Blanca, Kamala Harris, ha presentado las elecciones del 5 de noviembre como la oportunidad de los estadounidenses para «pasar página» y dejar atrás las políticas inconstitucionales de un Donald Trump «cada vez más desquiciado», alegando que «hay mucho en juego», cuando faltan apenas diez días para la cita en las urnas.

«Hay mucho en juego en estas elecciones. Si miran hacia atrás, se darán cuenta de que esto es de 2016 o 2020. Lo que está en juego es aún más importante porque, en los últimos ocho años, Donald Trump se ha vuelto más confuso, más inestable y más enojado, y está claro que se ha vuelto cada vez más desquiciado», ha expresado la vicepresidenta durante un acto de campaña celebrado este sábado en Michigan.

Harris ha insistido en que «hay mucho en juego» en las próximas elecciones y ha tratado de hacer ver al electorado que tiene ante ellos «la oportunidad de pasar página y dejar atrás el miedo y la división que han caracterizado» la política estadounidense «durante una década».

«Tenemos la oportunidad de pasar página y trazar un nuevo y alegre camino hacia adelante», ha reiterado la demócrata, que ha definido a su adversario como «un hombre poco serio» y ha advertido de que «las consecuencias de que (Donald Trump) vuelva a ser presidente son brutalmente graves». «Trump ha violado el juramento de defender la Constitución de Estados Unidos y, si se le da la oportunidad, lo violará de nuevo», ha aseverado.

Trump, que también ha estado este sábado haciendo campaña en Michigan, ha aprovechado para burlarse de la aparición de la cantante Beyoncé en un acto de Harris el viernes: «Tienen que utilizar a estas personas para que venga gente. Creían que Beyoncé iba a actuar», ha afirmado.

Trump y Harris inician la carrera por conquistar los votos en siete estados claves

La vicepresidenta de EEUU y candidata del Partido Demócrata a la Casa Blanca, Kamala Harris, visitará esta próxima semana Michigan y Georgia en la segunda semana de su gira por los llamados «estados bisagra» del país con la intención de recortar de una vez por todas la ligera distancia que todavía le separa de su gran rival, el expresidente Donald Trump, en lugares que se han convertido ya en esenciales de cara a los comicios de noviembre: los estados donde, a menos de un mes de las elecciones, no arrojan un ganador claro.

Los estados considerados como en disputa son, a día de hoy, Arizona (11 votos electorales), Georgia (16), Michigan (15), Nevada (6), Carolina del Norte (16), Pensilvania (19) y Wisconsin (10), un total de 103 votos electorales que representan casi una quinta parte de los 538 en juego y sin una fórmula mágica que permita ganarlos todos merced a la variedad del electorado.

Kamala Harris ostenta ventaja sobre Trump a nivel nacional, pero lo que cuenta en estas elecciones son los votos electorales que proporciona cada estado, arreglados en cálculo censitario. El ganador de las elecciones necesita 270 de estos votos y ahora mismo da igual que Harris obtenga un 49,2 por un 47,9 por ciento de Trump en los sondeos.

Si consolida las encuestas actuales y gana todos los estados reñidos, Trump habrá resultado vencedor de los comicios por 312 votos electorales por 226 de Harris, más que suficiente para volver al cargo y superar incluso a la victoria de hace cuatro años de Biden (306 votos a favor) contra el propio magnate (232 votos). De ahí el impulso final de Harris, que a lo largo de los próximos días estará acompañada por el expresidente Barack Obama para alentar al electorado.

«EL MURO AZUL»

Tres estados importan por encima de los demás: Wisconsin, Michigan y Pensilvania, el llamado «muro azul», tradicionales feudos demócratas cuya pérdida ha implicado una victoria republicana en las elecciones presidenciales.

Perder solo uno de ellos dificultaría enormemente las posiblidades de Harris, que todavía sigue por detrás de Trump 1,2 puntos en Michigan; 0,2 en Wisconsin y 0,7 puntos en Pensilvania, según la media local de encuestas recogidas por RealClearPolitics. El magnate ganó los tres en 2016, aunque acabó perdiéndolos en la reválida de 2020 frente a Joe Biden.

Harris y Trump se enfrentan a desafíos particulares en cada estado, que pasan por ganarse la confianza de distintas comunidades — la guerra de Gaza será un factor muy a tener en cuenta en la amplia población musulmana en las tres grandes ciudades (Detroit, Milwaukee y Filadelfia) y ganar estados concretos como Michigan, cuna del automóvil pasa por negociar seriamente con sus sindicatos.

Pensilvania, con 19 votos electorales, es considerado como el gran premio y es por ello que Trump ha dedicado especial énfasis al estado durante este pasado fin de semana, acompañado de fundador de Tesla y, desde hace unos días, invitado a sus mítines, Elon Musk. Michigan, Pensilvania y Wisconsin dependen en gran medida de la manufactura y otros trabajos manuales, áreas que Trump ha intentado apuntalar mediante propuestas arancelarias y exenciones fiscales.

Barack Obama se suma a la campaña de Kamala Harris

El expresidente de Estados Unidos Barack Obama se incorporará el próximo jueves a la campaña electoral de Kamala Harris a la Casa Blanca con su participación en un acto en la ciudad de Pittsburgh, principio de una iniciativa que le llevará por varios estados en disputa para fomentar el respaldo a la vicepresidenta del país y candidata del Partido Demócrata a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.

La intención, según han explicado fuentes próximas a la vicepresidenta a los medios norteamericanos, es que Obama forme parte activa del sprint final que Harris está preparando en varios estados cruciales, cuyo electorado no termina de decantarse entre la vicepresidenta y el candidato republicano y también expresidente del país, Donald Trump.

En un comunicado recogido este viernes por el ‘Washington Post’ y el ‘New York Times’, el asesor principal de Obama, Eric Schulz, se ha limitado a indicar que el expresidente «está haciendo todo lo que puede para conseguir la elección de la vicepresidenta Harris» y centrará a partir de ahora sus esfuerzos en «persuadir y movilizar a los votantes en los principales estados en disputa».

«Muchas de estas elecciones van a acabar decidiéndose en el último momento y aquí nadie puede dar nada por sentado», ha añadido el asesor del expresidente.

De acuerdo con las fuentes de la cadena NBC, Obama también va a grabar cuñas radiofónicas y por internet a favor de candidatos demócratas al Congreso, parte del cual se disputa al mismo tiempo que las elecciones presidenciales.

De hecho, este mismo viernes Obama ha respaldado a la congresista demócrata por Michigan, Elissa Slotkin, quien aspira a obtener en noviembre un escaño en el Senado de EEUU.

Con esta decisión, Obama salta a la palestra en respaldo de Harris tras ciertas reticencias iniciales sobre la candidatura de la vicepresidenta, anunciada el pasado 22 de julio, inmediatamente después de conocerse que el actual mandatario, Joe Biden, no perseguiría la reelección, en lo que supuso un vuelco espectacular de la carrera electoral.

Cabe recordar que Obama algunas horas en prestar su total apoyo a la vicepresidenta y recomendó en su lugar un proceso abierto en el seno del Partido Demócrata. Sin embargo, tanto Obama como su mujer y ex primera dama del país, Michelle Obama, acabaron ratificando su respaldo a Harris, traducido en su presencia en la Convención Nacional Demócrata de agosto, donde la vicepresidenta fue confirmada definitivamente como candidata.

Kamala agradece que Trump este sano y salvo

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha mantenido este martes una llamada telefónica con su rival republicano a las elecciones presidenciales, el expresidente Donald Trump, para expresarle que «agradece» que se encuentre a salvo tras el aparente intento de asesinato que sufrió hace unos días en West Palm Beach, el segundo incidente de estas características en apenas unos meses.

«He comprobado que se encuentra bien», ha expresado Harris ante los medios de comunicación después de que un funcionario de la Casa Blanca informase de que había mantenido una conversación «cordial y breve». Tras ello, la vicepresidenta y candidata presidencial demócrata ha mostrado su «completa confianza» en que el Servicio Secreto la protegerá tanto a ella como a su familia.

El presidente del país, Joe Biden, también llamó a Trump el día anterior para mostrarse «aliviado» por el fallido intento de atacarle. Tan solo unas horas antes, Trump había culpado a Biden y a Harris de utilizar una «retórica» que ha motivado que le hayan disparado en dos ocasiones en los últimos meses.

Ryan Wesley Routh, de 58 años y sospechoso del ataque contra el expresidente cuando se encontraba jugando al golf este domingo en Florida, ha sido acusado de dos cargos federales por uso ilegal de armas de fuego. Se trata del segundo incidente de estas características en el que se ve envuelto Donald Trump, después de resultar herido en julio durante un mitin de campaña en Pensilvania. En aquella ocasión, el autor de los disparos fue abatido.

Trump no quiere más debates con Kamala Harris

El expresidente de Estados Unidos y de nuevo candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, ha rechazado la posibilidad de enfrentarse de nuevo a su rival demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, en un nuevo cara a cara tras el debate presidencial de mediados de semana.

«No habrá un tercer debate», ha manifestado el magnate en su perfil en la red social Truth Social, donde ha aludido al primer cara a cara que mantuvo con el actual presidente estadounidense, Joe Biden, antes de que este renunciara a la reelección y allanara el camino para la candidatura de Harris.

«Cuando un boxeador pierde una pelea, las primeras palabras que salen de su boca son: ‘Quiero una revancha’. Las encuestas muestran claramente que gané el debate contra la camarada Kamala Harris, la candidata de la izquierda radical de los demócratas», ha aseverado el expresidente Trump.

Nota relacionada: Las acusaciones entre Trump y Harris durante el debate

Trump y Harris se enfrentaron a mediados de semana en un debate tras el que gran parte de la prensa estadounidense dio a la vicepresidenta como la triunfadora de la noche, mientras que el candidato republicano ha denunciado que el cara a cara no fue imparcial y se le perjudicó.

Así las cosas, Trump ha aprovechado la citada publicación en sus redes sociales para cargar una vez más contra Biden y Harris por su gestión estos últimos casi cuatro años, en los que «han destruido» el país al permitir la llegada de «millones de criminales y personas con trastornos mentales».

«Todo el mundo sabe esto, y todos los demás problemas causados por Kamala y Joe. Se discutió en gran detalle durante el primer debate con Joe y el segundo debate con la camarada Harris», ha remachado un Trump que ha insistido en que su rival demócrata se negó a participar en debates para otras cadenas de televisión.

«Kamala debería centrarse en lo que debía haber hecho durante el último periodo de casi cuatro años. No habrá un tercer debate», ha subrayado el expresidente Trump.Copiar al portapapeles

Las acusaciones entre Trump y Harris durante el debate

El expresidente de Estados Unidos Donald Trump y la vicepresidenta, Kamala Harris, se han acusado este martes mutuamente de «no tener un plan» para el país durante el debate celebrado en la cadena de televisión ABC News de cara a las elecciones presidenciales de noviembre.

Mientras que Harris ha asegurado que Trump solo pretende «bajar los impuestos a los ricos» mientras que el magnate ha afirmado que la candidata demócrata de «copiar» la política de «cuatro frases» del actual presidente, Joe Biden, cuya gestión ha dejado la «mayor tasa de inflación» de la historia del país, si bien este dato ha sido cuestionado por los analistas de ABC News.

Tras ello, Trump ha destacado que su Administración logró una de las tasas de inflación más bajas de Estados Unidos, y ha defendido sus políticas incluso respecto a la gestión de la pandemia de Covid-19, que dejó miles de muertos en el país.

Harris, por su parte, ha expresado que pretende mejorar la situación de la clase media y trabajadora, centrándose en las familias jóvenes y en los altos precios de los alquileres de la vivienda.

De igual forma ha criticado el legado de Trump: «Nos dejó los peores datos de desempleo desde la Gran Depresión. Donald Trump nos dejó la peor epidemia pública en un siglo. Donald Trump nos dejó el peor ataque a nuestra democracia desde la Guerra Civil. Y lo que hemos hecho es limpiar el desastre de Donald Trump. Lo que hemos hecho y lo que pretendo hacer es construir sobre lo que sabemos».

Kamala y Colombia

En menos de un mes se evaporó la contundente ventaja de Donald Trump en las encuestas. Aunque dos meses en política son una eternidad, la inevitabilidad de Trump ya no es un hecho, hay que pensar que le pasaría a Colombia con Kamala Harris. Con raíces jamaiquinas, la antigua senadora de California, marcaría un contraste frente a Trump en retórica, pero no necesariamente desviaciones mayúsculas en política pública regional. Aunque el daño de largo plazo es evidente, la decisión diplomática del gobierno, de solo ser amigo de los demócratas, especialmente, de la bancada Afroamericana, saldría premiada. Aunque nada está escrito, es probable que a Colombia le vaya bien.

Al contrario de Colombia donde el voto popular elige presidente, en EEUU la mayoría es con un colegio electoral donde el ganador de cada estado suma esos votos. Trump venía ganándole a Biden por 4.0% en el agregado de encuestas de Nate Silver. En la misma encuesta, de Harris contra Trump, ahora ella lidera 3.1%, incluyendo en cinco de los seis estados más competidos. El modelo le otorga a Kamala Harris una probabilidad de 56% de ganar. A la fecha, ella viene duplicando en donaciones a Trump, US$516.8mm vs US$268.5mm.

Inmigración lentamente se convirtió, después de la economía, en el tema más importante para el votante estadunidense. Especialmente en los estados competidos, el tema es fundamental. A pesar de la grandilocuencia de Trump en el tema migratorio, ya hay un consenso general en disminuir la inmigración neta en EEUU. Kamala Harris, inclusive, apoyó la ultraconservadora ley de limitación de inmigración propuesta por la derecha republicana.

La gran diferencia del enfoque de Harris está en el énfasis prohibitivo de frenar la inmigración.  Ella, en contraste, quiere atacar las causas de inmigración, principalmente la falta de oportunidad económica en los países de origen. Bajo el liderazgo de Harris, se estableció un programa de inversiones de US$5,000 millones en inversiones en Guatemala, Hondura y El Salvador, de donde provienen 40% de los migrantes ilegales. Esto abre la posibilidad de construir programas de desarrollo con financiación de EEUU en los departamentos fronterizos, pero especialmente en Chocó, donde la trata de personas y su descendencia afro son fuente de solidaridad.

Es probable que, bajo la administración de Harris, se mantengan las sanciones y probablemente se endurezcan con Venezuela. Cuando fallen las gestiones de Brasil y Colombia con Maduro para publicar las actas, la humillación a EEUU por el incumplimiento venezolano debe tener consecuencias. Aun con liderazgo demócrata, se va a endurecer la postura contra la dictadura del vecino país. En materia de Cuba si existe un contraste, así como lo ha dicho Obama, Kamala ha expresado voluntad para tratar de negociar el fin del embargo.

En lo que respecta Colombia, la postura tan amable de Biden, al cual se le recuerda como un arquitecto del Plan Colombia es probable que se enfríe. La hostilidad contra Israel y simpatía con Rusia cuesta. Dada la ascendencia jamaiquina de la prospectiva presidenta, Colombia debe rescatar su vocación caribeña. Se debe pensar en proyectos con Caricom y organizar iniciativas regionales. Lo que era un choque de trenes con Trump, puede ser ahora un aterrizaje, pero igual perdiendo relevancia.   

Simón Gaviria

Kamala Harris es oficialmente la candidata demócrata

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha entregado este lunes la antorcha del liderazgo del Partido Demócrata a su vicepresidenta, Kamala Harris, de cara a la carrera por la Casa Blanca en un discurso de apertura durante la primera noche de la Convención Nacional Demócrata, en la que ha destacado los logros alcanzados durante su mandato.

«Me quedan cinco meses de Presidencia. Tengo mucho que hacer y tengo la intención de hacerlo. Serviros como presidente ha sido un honor. Amo este trabajo, pero amo más a mi país. Y quienes dicen que estoy enfadado con quienes me dijeron que abandonara la carrera… Eso no es verdad», ha declarado el mandatario estadounidense ante una gran ovación que ha recibido en el United Center.

Biden ha subrayado que su objetivo es «preservar» la democracia, motivo por el cual ha pedido a la población que vote a la opción demócrata: «Necesitamos mantener el Senado. Necesitamos ganar de vuelta la Cámara de Representantes. Y sobre todo necesitamos vencer a Donald Trump y elegir a Kamala Harris y a Tim Walz como presidenta y vicepresidente».

«Como muchos de nuestros presidentes, ella también ha sido vicepresidenta. Es broma Pero será una presidenta a la que vuestros hijos puedan admirar como líder mundial porque ya lo es. Será una presidenta de la que todos podamos estar orgullosos. Será una presidenta histórica que ponga un sello en el futuro de Estados Unidos», ha manifestado.

Mientras que ha defendido que ha dado «lo mejor de sí mismo» al país, insistiendo en que su Administración ha «hecho un progreso», ha afirmado que es «demasiado mayor para continuar como presidente». Pero Harris y Walz «continuarán liderando Estados Unidos, creando más trabajos, defendiendo a los trabajadores, haciendo crecer la economía, bajando el costo de la calidad de vida de las familias estadounidenses», ha asegurado.

Durante su intervención, ha recordado que las elecciones del 5 de noviembre serán las primeras presidenciales desde el 6 de enero, en referencia al asalto al Capitolio, día en el que los estadounidenses «perdieron casi todo lo que era el país». «Y esa amenaza no es una hipérbole, esa amenaza está muy viva. Trump dice que se niega a aceptar los resultados electorales si pierde de nuevo», ha lamentado.

«Todos tenemos una obligación especial. Independientes, republicanos, demócratas. Salvamos la democracia en 2020. En 2024 el voto de cada uno de nosotros determinará si la democracia y la libertad prevalecen. Es así de simple. Y el poder está literalmente en vuestras manos. La historia está en vuestras manos. El futuro de EEUU está en vuestras manos», ha expresado.

Así, ha reiterado que «estamos ante un punto de inflexión» en un «momento de la historia en la que las decisiones que tomamos ahora determinarán el destino del país y del mundo durante las próximas décadas». «Me presenté a presidente en 2020 por lo que vi e charlottesville en 2017, extremistas saliendo de los bosques, llevando antorchas, sus venas palpitando en sus cuellos, llevando esvásticas, y coreando exactamente la misma bilis antisemita de los años 30».

El dirigente ha hecho referencia a estos hechos, señalando que en ese momento se trataba de «neonazis, supremacistas blancos que estaban siendo envalentonados por un presidente que estaba entonces en la Casa Blanca». «Viejos fantasmas con nuevos ropajes, agitando las divisiones más antiguas, avivando los miedos más antiguos», ha dicho.

Con todo, ha sostenido que el candidato republicano «quiere un nuevo impuesto a las importaciones» y tiene un «nuevo plan» para recortar los impuestos de las empresas que tienen grandes beneficios. También «quiere recortar la Seguridad Social y «hará todo lo posible para prohibir el aborto a nivel nacional».

Clintón, arropada por los demócratas

Antes de Biden, ha participado la excandidata presidencial y ex secretaria de Estado Hillary Clinton, que también ha recibido una gran ovación, y que ha afirmado que Harris romperá el techo de cristal al «levantar su mano y jurar el cargo como la presidenta número 47 de Estados Unidos». De ganar en las urnas, Harris se convertirá en la primera mujer y la primera persona afroamericana y de ascendencia asiática en ocupar la Casa Blanca.

Clinton también se ha referido al rival republicano, declarando que Trump «se durmió en su propio juicio y, cuando se despertó, había hecho historia al ser la primera persona en presentarse a la Presidencia con 34 condenas por delitos graves».

Harris, por su parte, ha hecho una primera aparición sorpresa en la convención, que se está celebrando esta semana en Chicago para oficializarla como candidata a las elecciones, y ha aprovechado el breve momento para agradecer el «liderazgo histórico» de Biden.

Kamala Harris sube puntos en popularidad

La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha visto como ha subido su popularidad entre los estadounidenses en ocho puntos porcentuales, según refleja una encuesta de Ipsos/ABC News efectuada a finales de esta semana, tras el anuncio hace siete días de su candidatura a la Casa Blanca.

El índice de popularidad de Harris ha subido al 43% desde el 35% de hace una semana, según la encuesta basada en una muestra nacional aleatoria de 1.200 adultos estadounidenses. Los resultados tienen un margen de error de 3 puntos porcentuales, ha hecho saber ABC News sobre el sondeo, efectuado los días 26 y 27 de julio.

La opinión desfavorable sobre Harris ha descendido cuatro puntos porcentuales, desde el 46 hasta el 42 por ciento, de acuerdo con el sondeo.

Su presumible rival, el candidato republicano Donald Trump, ha bajado cuatro puntos en popularidad, de acuerdo con el sondeo, que refleja caída de respaldo desde el 40 por ciento que sacó inmediatamente después del intento de asesinato del que fue objeto este mes, para registrar ahora un índice del 36 por ciento.

Los insultos de Donald Trump a Kamala Harris

El expresidente estadounidense Donald Trump ha celebrado su primer mitin desde que el actual inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden, anunciara su renuncia a la reelección y ha centrado su discurso en atacar a la vicepresidenta y máxima favorita para presentarse por el Partido Demócra, Kamala Harris, a quien ha catalogado de «lunática de izquierda radical».

«Hace tres días derrotamos oficialmente al peor presidente de la historia de nuestro país, el corrupto Joe Biden. Renunció porque estaba perdiendo por mucho en las encuestas», ha aseverado el magnate, candidato del Partido Republicano para las próximas elecciones presidenciales de noviembre.

En su mitin en Carolina del Norte, Trump ha subrayado que el rival a batir ahora es «la mentirosa Kamala Harris», a quien ha catalogado como «la vicepresidenta más incompetente y de extrema izquierda de la historia de Estados Unidos», según informa el portal de noticias The Hill.

Para Trump, Harris es aún más «liberal» que el senador Bernie Sanders, figura de la izquierda estadoundiense, y la ha catalogado como la «zar de la frontera» por su gestión de la frontera entre Estados Unidos y México. Además ha tachado de «broma» que Harris estuviera en Europa días antes del estallido de la guerra en Ucrania.

Respecto a la renuncia de Biden, el expresidente ha acusado a Harris de engañar a la población «para encubrir la aptitud mental» del mandatario, momento en el que ha aseverado que «no se puede confiar» en Harris pues «no es apta» para liderar el país.

A lo largo del mitin, el expresidente se ha referido en repetidas ocasiones a Harris, a quien ha descrito como «una muy mala persona», «desquiciada» y «loca». El equipo de campaña de la demócrata ha calificado este discurso de «extraño y divagante», pero se muestra confiado de que los estadounidenses «no se dejarán enagañar».

Biden anunció el fin de semana su renuncia a la candidatura con que aspiraba a la reelección como presidente de Estados Unidos frente a un Trump que busca volver a la Casa Blanca cuatro años después. En su anuncio de retirada, el presidente encumbró a Harris como su sustituta, que ahora se centra en recabar los apoyos necesarios.