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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Metro

Proponen consulta popular para «defender primera línea del metro»

El concejal Oscar Ramírez Vahos radicó el pasado diciembre de 2022 una iniciativa de consulta popular ante la Registraduría Distrital del Estado Civil, para que los bogotanos decidan si quieren o no que se modifiquen las obras relacionadas con la Primera Línea del Metro para la capital; esto, tras los reiterados anuncios del Gobierno Nacional sobre la posibilidad de modificar este proyecto.

La consulta popular también preguntará a los ciudadanos sobre temas sensibles del futuro del sistema TransMilenio.

 

Oscar Ramírez Vahos, vicepresidente del Concejo de Bogotá, advirtió que la decisión de modificar la Primera Línea del Metro acarrearía billonarios sobrecostos y retrasos en el peor momento económico y de desarrollo para la ciudad: “El consorcio chino logró calcular que la modificación solicitada por el gobierno del presidente Petro a la Primera Línea del Metro puede llegar a representar sobrecostos entre 9 y 18 billones de pesos. Esto es media reforma tributaria, y todo en un año con posible recesión económica y alta volatilidad del dólar. ¿De dónde van a salir los recursos? Creemos que una decisión de esta magnitud, donde está en juego la sostenibilidad económica de la ciudad, debe ser definida por todos los bogotanos quienes pagan con sus impuestos el desarrollo de las obras”, dijo Vahos.

De aprobarse la modificación pedida por el presidente Petro, “es seguro que no tendremos metro en el año 2028, sino después del año 2035. Somos los ciudadanos los que soportamos 122 horas al año en trancones. ¿Están dispuestos los bogotanos a soportar una década más sin Metro, con la actual crisis de TransMilenio y los interminables trancones? Es lamentable decirlo, pero Medellín ya va para realizar su tercera línea del Metro, ¿y Bogotá para cuándo?”, enfatizó Oscar Ramírez Vahos.

“Lo que propone la ministra de Salud es un sesgo evidente”: Andrés Forero

El representante Andrés Forero, en entrevista para Confidencial Colombia expresa sus preocupaciones por lo que será la discusión de la reforma a la salud y habla además del debate en Bogotá sobre la primera línea del metro.

La alcaldesa Claudia López dijo que lo que había sucedido con el ministro de Transporte alrededor del metro “era un malentendido” ¿Está de acuerdo con eso?

 

Andrés Forero:  No creo que sea un malentendido.  Me imagino que la alcaldesa está tratando de resolver los problemas con el gobierno de manera diplomática pero todos entendimos que realmente estuvieron chantajeando a Bogotá. Esperemos que la alcaldesa no ceda a las presiones y garantice la construcción de importantes obras de infraestructura para nuestra ciudad.

Los argumentos para tratar de cambiar el tramo que corresponde a la Avenida Caracas se fundamentan en la estrechez de la vía ¿está de acuerdo con esto?

Andrés Forero:  La decisión de pasar al modelo elevado fue del alcalde Peñalosa por un menor costo para poder complementar con otras obras de infraestructura de movilidad, en particular la troncal de la Av. Ciudad de Cali y la Av. De la 68. Ahora el presidente insistente en subterranizar parte del trazado y obviamente eso tiene un costo bastante alto porque  implica dejar de hacer otras obras de infraestructura y eso es lo que nos preocupa.

Todos estamos de acuerdo en que lo ideal es que todo el trazado fuera subterráneo, pero eso implica un mayor costo y lo estamos viendo con lo que nos está diciendo el consorcio chino que mostró como esas propuestas que le hizo el presidente podrían llegar hasta los 16 billones de pesos adicionales. Más que nada eso es aceptar que tenemos una limitación de recursos y que con esos recursos, debemos tratar de hacer la mayor cantidad de obras de infraestructuras.

¿Qué tan cierto es que la banca internacional podría intervenir en este asunto?

Andrés Forero: No sé si pueda intervenir lo que sí creo es que si el presidente insiste y no tiene una claridad jurídica como creo que no la tiene, puede descarrilar la primera y segunda línea del metro.

¿Participará de la marcha que convoca el Centro Democrático contra el presidente Gustavo Petro?

Andrés Forero:  Como miembro al Centro Democrático no la he convocado, pero si acojo el llamado porque hay muchos grupos de ciudadanos que están llamando a que la gente salga a marchar. Se que hay algunos integrantes del partido que lo han hecho, pero yo personalmente creo que ese tipo de iniciativas entre más cívicas sean tienen mayor acogida. En este caso no actuaré como representante de la cámara sino cómo un ciudadano que está inconforme con algunas de las reformas.

Hoy se convoca a una marcha que dice arriba Petro y mañana 15 se convoca a otra que dice abajo Petro, no cree que esto es caer en una especie de ‘Patria boba’

Andrés Forero: La marcha del 15 es una manifestación de preocupaciones, a propósito de la agenda legislativa del gobierno y de los malos resultados que se están viendo como se ve con la inflación, con la seguridad, y lo que sí lamento es que el presidente de la república haya convocado su marcha para el 14, el mismo día que inicialmente la oposición había convocado una manifestación contra él. En este caso los organizadores de la marcha contra el gobierno actuaron con responsabilidad y decidieron cambiarla de día

¿Le parece justo que se someta al país a dos días de improductividad por estas dos marchas, independientemente de la motivación que tengan?

Andrés Forero:  Siempre he sido respetuoso con el derecho a la protesta siempre que se hagan de manera pacífica y aquí no se trata de invitar a  paros criminales que lamentablemente hicieron durante el 2021 algunos sectores políticos donde frenaron la capacidad de abastecimiento de las ciudades como es el caso de Bogotá por ejemplo,  donde quemaron establecimientos, quemaron incluso empresas, espero que sea una marcha pacífica cómo lo han sido toda las marchas en contra del presidente Gustavo Petro-

Aquí no se está llamando a ningún paro, se invita a que se salga libremente, por el tiempo que quiera y de manera pacífica manifieste su inconformidad. Lo que sí me parece un despropósito es que el gobierno haya convocado a sus seguidores para respaldar una reforma a la salud cuyo texto se conoció hace horas qué tiene 290 páginas. No creo que las personas que participen en la convocatoria la hayan leído en su totalidad.

¿Cuáles son las contra propuestas que usted cómo integrante de la oposición tiene para mejorar el proyecto de reforma a la salud?

Andrés Forero: somos conscientes de que hay dificultades con el agendamiento para atención en temas de salud, en algunos casos por la escasez de especialistas en el país. Lo que sucede es que la ministra no reconoce que eso sea así, y eso es algo que se debe mejorar. Consideramos que lo que está planteando es un sesgo evidente, que en lugar de resolver los problemas puede terminar agravándolos.

Los ex ministros y ex viceministros de minas alertaron de lo que podrían significar la intervención de la CREG ¿Usted que opina al respecto?

A.F Es una preocupación que tenemos, que se une a las decisiones, a mi juicio también equivocadas del presidente y de la ministra a propósito de los nuevos contratos de exploración de hidrocarburos porque el señor presidente está poniendo en riesgo las nuevas inversiones que garantizarían el flujo de suministro de energía en el país, y adicionalmente puede poner en riesgo el sostenimiento del flujo a futuro por querer tratar de dar unas tarifas más convenientes. Es un tema muy sensible que se tiene que manejar de manera técnica y que, en este caso, el populismo nos puede terminar costando muy caro.

Claudia López da por superado «el malentendido» con el Gobierno Nacional por el metro de Bogotá

La Alcaldía de Bogotá, Enel Colombia y la Empresa Metro de Bogotá (EMB) hicieron entrega oficial de la Subestación Eléctrica de la Calle Primera con Avenida Caracas.

Se trata de una moderna estructura que beneficiará a más de 206.000 ciudadanos residentes del centro de la ciudad y que alimentará al sistema Metro.

 

En el recorrido por las instalaciones de esta subestación la alcaldesa mayor Claudia López Hernández dijo: “Esta es la confirmación de que el Metro avanza y se sigue construyendo todos los días. La tarea de traslado de redes y esta subestación es prueba de ello, también la adecuación de suelos en el Patio Taller”.

La mandataria local aprovechó la oportunidad para agradecerle al ministro de Transporte, Guillermo Reyes, por aclarar que el Gobierno nacional mantiene todos los compromisos financieros de las obras de infraestructura de Bogotá.

Él ha dicho que fue un malentendido, que nunca fue su intención ni amenazar, ni chantajear a la ciudad con la no financiación de proyectos, de manera que le agradezco. El malentendido quedó superado, no solamente el Metro: también la Calle 13, el Cable Aéreo de San Cristóbal, la ampliación de la Autopista Norte, la Carrera Séptima, y la nueva Autopista Sur, que es la ALO Sur, tienen financiación en este momento asegurada”, confirmó López.

La Alcaldesa también ratificó que las obras siguen aseguradas: “No habrá retrocesos; por el contrario, avanzaremos en los tres nuevos cables que se están estructurando para Bogotá –dos en el centro, que se van a conectar con la Primera Línea del Metro, y otro, que va a beneficiar a Ciudad Bolívar, Bosa y Soacha–».

Sobre los trabajos de la PLMB en el resto de la ciudad, la mandataria señaló “avanza la adecuación de terrenos en la calle 72, para el intercambiador vial. El traslado de redes de Acueducto en la Avenida Primero de Mayo y ésta subestación era lo más importante para el viaducto. Esta subestación se puede expandir hasta 120 milivoltiamperios, quedó en 80 y estaba antes en 60”.

Alcalde de Cali celebra idea de Gustavo Petro de pensar en un metro

El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, se mostró a gusto con la idea del presidente Gustavo Petro de pensar en una primera línea de Metro para la capital vallecaucana.

«La propuesta del Sr Pdte @petrogustavo de iniciar estudios para un metro subterráneo en Cali nos parece muy bien y la recibimos con alborozo», escribió Ospina en su cuenta de Twitter.

 

Según Ospina, la idea de tener metro en la Sucursal del Cielo, se convierte en una importante y ambiciosa propuesta para el desarrollo de la ciudad, no obstante, destacó que en este preciso momento se debe priorizar la intervención al MIO.

El mandatario local mostró la preocupación, luego de conocer el riesgo de que la empresa Metrocali entre en liquidación por no contar con los recursos para pagar las deudas, ni lograr un acuerdo de pagos.

«Necesitamos ahora todo el esfuerzo para salvar al Mio y evitar las argucias de quienes quieren llevar a la liquidación a Metrocali», añadió Ospina.

El transporte público en la ciudad de Cali tiene únicamente el MIO y todos sus componentes, destacando las rutas alimentadoras, el MIO Cable, troncales y padrones, además, cuando hay crisis o suspensión de rutas, existen antecedente de la incorporación provisional de las tradicionales gualas (camperos)..

Claudia López y Petro sacan la banderita de la paz

El presidente Gustavo Petro y la alcaldesa de Bogotá Claudia López tomaron la decisión de reanudar las conversaciones en torno al futuro de la primera línea del metro y citar unas mesas técnicas para analizar la viabilidad jurídica que tendría la modificación del contrato.

 “Hemos llegado al ‘pacto de la Orinoquia’ entre la alcaldesa y el presidente alrededor del tema del metro. Eso implica unas profundidades jurídicas y técnicas que quiero que el Estado en su conjunto respete porque se trata de entregarle el mejor metro posible hoy, con los recursos que tenemos, a la sociedad bogotana que ha esperado por ello casi un siglo”, señaló el primer mandatario.

 

Entra tanto, la alcaldesa Claudia López aseguró que juntos tomaron la decisión de bajar el tono y la controversia política alrededor del tema.

https://twitter.com/ClaudiaLopez/status/1623784617328226305

Tanto López como Petro acordaron convocar a sus equipos políticos para tratar de convencerlos de unir esfuerzos y no dividir ni polarizar los ánimos.

El Presidente por su parte,  anunció que se estableció con la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, el Pacto de San José del Guaviare, para avanzar en la construcción del metro en la capital colombiana.

Además, ratificó el apoyo a los estudios de viabilidad para la construcción y subterranización de sistemas de transporte masivo, tipo metro, como en Cali, y Medellín, respectivamente.

“Hemos llegado al Pacto de la Orinoquía, al Pacto de San José del Guaviare, entre la alcaldesa y el Presidente alrededor del tema del metro. A mí sí me gustaría que se llamara el Pacto de San José del Guaviare. Eso implica unas profundidades jurídicas y técnicas que quiero que el Estado en su conjunto respeten, porque se trata de entregar el mejor metro posible hoy con los recursos que tenemos a la sociedad bogotana que ha esperado casi un siglo”, manifestó.

Recordó que la demora en el metro bogotano ha ocurrido por años de discusiones y circunstancias difíciles, como cuando quemaron, los que llamó “algunos gobiernos filofascistas, la idea del metro que eran los tranvías eléctricos, que en ese entonces existían”. Una situación que aseguró se produjo, porque esos mandatarios a los que se refirió, “eran los principales importadores de taxis y de buses, y establecieron un modelo del que todavía no escapamos, desde el año 1951”.

Metro 2035

Los lineamientos originales del metro de Bogotá pactados entre el gobierno Santos y el alcalde Petro dieron los insumos técnicos para estructurar la financiación del proyecto. De manera consecutiva: el alcalde Peñalosa, el presidente Duque, y la alcaldesa López fueron imprimiendo su visión sobre su alcance. Ahora el presidente Petro trata de enrutar el proyecto hacia su visión original, pero el proyecto ya está en marcha. Si no hay coordinación con la alcaldía y el contratista, el riesgo es que pierdan los bogotanos en su movilidad y los colombianos económicamente. Aun con el metro perfecto en 2035, siendo Bogotá la sexta ciudad del mundo que más pierde tiempo en trancones, 122 horas por persona, no hacer intervenciones de fondo por 12 años, sería un error.

De cinco propuestas que fueron evaluadas por Alcaldía y el Presidencia, dos fueron seleccionadas. La primera opción busca subterranizar de la calle 72 con Caracas hasta la calle 100 con autopista y la segunda desde la Primera de Mayo con carrera 50 hasta la calle 72 con Caracas. En esencia, la primera opción mantiene el actual proyecto, pero extiende el alcance con un tramo subterráneo. La segunda opción reemplaza parte del actual diseño volviendo al concepto subterráneo original. Por otro lado, el concesionario apoyó la segunda opción argumentando la importancia de ampliar el proyecto 3.9km que añadiría 20 mil pasajeros adicionales.

 

Para empezar, como estrategia de negociación contractual, entre menos se modifique mejor. Existe el riesgo que, en cualquier tipo de renegociación, el concesionario busque recuperar los cerca de $11 billones de mayores costos causados por la devaluación. La primera opción tiene el menor riesgo ya que se puede manejar como una adición. El reto financiero de los $12,3 billones de más, requiere que Bogotá aporte $4,1 billones, ya que la nación no puede financiar más del 70% del proyecto. También ese tramo de Unilago es donde la calidad del suelo limita las opciones de tunelización causando mayores gastos, tráfico, y tiempo.

La segunda opción es volver al proyecto original, pero es una opción más costosa. Como regla general con sinnúmero de asteriscos, si una opción férrea terrestre cuesta 1 peso, una opción elevada cuesta 2 pesos y un subterráneo cuesta 5 pesos. Con esta opción solo quedarían solo 10.6km de metro elevado, cuyo beneficio de movilidad significa una mayor capacidad carga. Algo que una de las ciudades más densas del mundo, Bogotá, sin duda necesita. Como en su momento existían limitantes financieras, al metro volverse elevado se habilitaba recursos para construir Transmilenio que alimentaba la demanda y disminuía el costo del pasaje.

Hay que abonarle a la alcaldesa su no disponibilidad de sacrificar los cables ni el tren de cercanías. Al mismo tiempo, decisiones de ella como no construir la Alo o APPs para mejorar la entrada/salida de la ciudad se ven menos sabias. Todo el ruido de amenazas, parece se resuelve con la chequera nacional asumiendo los gastos adicionales. La preocupación es que lo que parecía una impresionante bolsa adicional de $20 billones de la tributaria para cumplir el plan de gobierno, entre SOAT, subsidios y salarios, ya se está comiendo un tercio de la plata y solo vamos en febrero.

Simón Gaviria

¿El nuevo dictador?

El Metro de Bogotá se ha convertido en un capricho del Presidente y de paso ha sacado a la luz sus verdaderas intenciones.

El gobierno del presidente Gustavo Petro está tomando decisiones mezquinas y caprichosas para Bogotá. El hecho de amenazar a toda una ciudad con la suspensión del 70% de los proyectos que financia la nación si no se hace la primera línea del Metro subterránea, ha sido un acto de un presidente con ínfulas de dictador.

 

Los bogotanos llevan más de 60 años esperando el Metro, pero entre discusiones y promesas han retrasado un proyecto que pareciera que no tiene cuándo terminar. Durante años se ha hablado de la posibilidad de hacer un Metro elevado o subterráneo y cada uno de los alcaldes que han llegado a administrar la ciudad han prometido cosas diferentes, lejos de entender que los bogotanos estamos cansados de la pésima movilidad y que lo único que nos interesa es poder tener un medio de transporte efectivo y rápido en beneficio de la capital.

Y es que es imposible ver con buenos ojos lo que el presidente Petro está pretendiendo hacer con el proyecto más importante de los bogotanos. Frenar de esta manera esta importante obra, y condicionarlo para que sea hecho a su medida, dejará a la ciudad con múltiples problemas jurídicos y contractuales que seguramente entorpecerán indefinidamente este megaproyecto.

Lo que sí resulta claro es que el presidente de los colombianos olvida que este ya no es un proyecto, o un plan venidero para la ciudad. Estamos hablando de un contrato firmado, financiado y en ejecución, por tanto, la única discusión debería ser sobre la extensión de la primera línea, o la financiación de la tercera. Pese a lo anterior, lo único que encontramos es que el Presidente de la República busca detener e imponerse como un dictador ante sus caprichos.

Si nos apartamos de la discusión sobre la construcción del Metro para los bogotanos, se hace cada vez más evidente el nefasto mandato por el que pasa el país. Tenemos un Ministro de Transporte que chantajea, un Secretario General del Departamento de Prosperidad Social acusado por corrupción, un Director del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (DAPRE), investigado por acoso sexual, una Ministra de Minas acabando el sector energético del país. Así mismo no hay que olvidar que la Directora del ICBF no tiene experiencia con niños; el Ministro de Defensa con orden de captura de la Fiscalía de Guatemala por corrupción y dos viceministras ya han pasado su carta de renuncia. ¡Vaya cambio el que nos esperaba a los colombianos!

En tan solo cuatro meses el costo de vida ha aumentado drásticamente, el dólar sigue disparado y ni hablar de los combustibles: el galón de gasolina corriente ya bordea los 11 mil pesos, nada extraño que la aprobación del presidente Gustavo Petro en la última encuesta haya bajado y que un porcentaje de sus electores se sientan defraudados y hasta arrepentidos de haber creído en el supuesto Gobierno del cambio.

La preocupación de las Contralorías Distrital y General por la primera línea del metro en Bogotá

La Contraloría Distrital en conjunto con la Contraloría General, emitieron un comunicado advirtiendo que estarán alertas a lo que pueda ocurrir en materia fiscal con la primera línea del metro.

“La vigilancia y control fiscal que será objeto de esta acción conjunta y coordinada se realizará sobre la gestión fiscal relacionada con la planificación, construcción y puesta en funcionamiento de la Primera Línea del Metro para Bogotá – Tramo 1, que comprende, entre otros aspectos, contrato de concesión, contrato de interventoría, gestión predial, traslado de redes y gerencia del proyecto (PMO)”,  Así mismo, incluye troncales complementarias, troncales alimentadoras y primera línea del Metro”, dicen los dos órganos de control fiscal.

 

Ambos organismos aseguran sentirse preocupados por las declaraciones que van y vienes en medios de comunicación y en redes sociales entre la alcaldesa de Bogotá, Claudia López y el presidente de la república, Gustavo Petro por la primera línea del metro.

“Si bien estos pronunciamientos aún no han sido formalizados en actos de gestión fiscal, tienen la potencialidad de generar riesgos contra el patrimonio público estatal”, indicaron.

La Contraloría de Bogotá anunció que  ejercerá la función genérica de vigilancia fiscal y prestará el apoyo que requiera la Contraloría General de la República para la realización de las actividades de vigilancia y control fiscal sobre lo que tiene que ver con la primera línea del metro.

La historia de Petro con el Metro de Bogotá narrada por Jorge Robledo y Manuel Sarmiento

El excongresista, Jorge Enrique Robledo y el concejal Manuel Sarmiento, señalan que el presidente de la república, Gustavo Petro, junto con el exalcalde Enrique Peñalosa, tiene responsabilidad en el atraso que hoy presenta el proyecto.

Los dos políticos aseguran que la administración Petro no tomó decisiones a tiempo y que gracias esto, el exalcalde Enrique Peñalosa puso su cuota cambiando el modelo, lo que retraso aún más la construcción.

 

Lo primero que recuerdan Sarmiento y Robledo es que, durante la campaña por la Alcaldía de Bogotá del año 2011, el entonces candidato Gustavo Petro propuso la terminación del sistema TransMilenio que contemplaba las troncales de la Carrera Séptima, Avenida 68, Avenida Boyacá y Avenida Ciudad de Cali y que, al posesionarse como burgomaestre de la ciudad, propuso la construcción de un tranvía.

“Tomó al menos dos decisiones irresponsables: primero, perdió más de un año concentrado en un Tranvía por la séptima que no contaba con estudios, relegando el Metro a un papel secundario; segundo, como candidato y como alcalde, llegó planteando un Metro diferente al que ya se había consolidado por parte de la administración de Samuel con estudios serios de las firmas Sener y Steer Davies And Gleave, a un precio accesible de 4 billones de pesos. Con ello se perdió un tiempo valiosísimo que hoy tiene a la ciudad en esta disyuntiva”, dice el documento.

De acuerdo con Robledo y Sarmiento, “Gustavo Petro cambió la coordinación del proyecto dejándolo en manos de funcionarios del IDU y contrató una interventoría sobre los nuevos estudios – que no exigía el Banco Mundial- y que terminó retrasando en varios meses el inicio de los nuevos estudios”.

Nota relacionada: Metros y autoritarismos

Ambos líderes del Partido Dignidad, recordaron, además, que el entonces alcalde de Bogotá llamó al Concejo de Bogotá a sesiones extras pidiendo un cupo de endeudamiento por 800 mil millones que serían utilizados no para el proyecto metro sino para un tranvía por la Carrera Séptima. La Comisión de Hacienda del Concejo de Bogotá no aprobó el proyecto de acuerdo de Petro y decidió mantener el cupo de 800.000 millones exclusivamente para el Metro pesado.

El entonces alcalde de Bogotá, insistió en su idea del tranvía, a través de una alianza pública privada, sin embargo, esta no cuajó. “El Tranvía por la séptima se cayó definitivamente por decisión del mismo Petro: cuando la multinacional francesa Alstom, que tenía prioridad por haber sido la primera en radicar la propuesta, desistió. Petro adujo intereses de su concuñado, Carlos Gutiérrez, quién hacía parte de consorcio que quedó como segundo oferente, para no continuar con la APP”, recuerda el concejal Sarmiento.

El cabildante dice que el actual presidente de la república en calidad de alcalde de Bogotá, retomó el proyecto del metro subterráneo en el año 2013, contratando los estudios de ingeniería básica avanzada a cargo de las firmas Euroestudios e Idom y la firma colombiana Cano Jiménez, bajo la coordinación del IDU. El trazado de la primera línea terminó haciéndose con base en los estudios de ingeniería conceptual de Sener contratados por la administración de Moreno en 2008 y terminados en 2010, aunque con un Metro totalmente subterráneo.

El entonces alcalde concretó una primera línea que saldría desde el Portal de las Américas hasta la Calle 100 con Carrera 11, toda subterránea, con 23 estaciones, un máximo de 80 mil pasajeros-hora, velocidad comercial de 35 km/h, y un valor a licitar de $13,79 billones, cotizado a una tasa de cambio de $3.149 por dólar.  Recibió aval del Confis el 26 de octubre de 2015 a un costo de $15,085 billones, considerando gastos adicionales del Distrito. Bajo este escenario, Juan Manuel Santos en calidad de presidente de la república y Simón Gaviria, para entonces director nacional de Planeación, entregaron a Gustavo Petro un cheque simbólico por $9 billones”.

El apoyo de Petro a la reelección de Santos solo le alcanzó para avanzar hasta la ingeniería de detalle y  un Confis por 13 billones de pesos. Terminado el período de Petro, y tras el retorno de Enrique Peñalosa a la Alcaldía de Bogotá, Santos y su vicepresidente, Germán Vargas Lleras, le entregaron tres Conpes a reelegido burgomaestre, quien cambió el diseño subterráneo por uno elevado recortando el trazado hasta la Calle 72.

Al respecto la concejal María Fernando Rojas, quien ocupo el cargo de directora del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), durante la administración de Gustavo Petro,  dijo en su cuenta de Twitter,  que nunca se relegó el proyecto de la primera línea del metro y que ella fue la encargada de revisar y dar viabilidad  al  proyecto heredado de la administración de Samuel Moreno Rojas.

Chantaje del gobierno Petro a Bogotá por primera línea del metro

El Gobierno Petro a través del Ministro de Transporte, Guillermo Reyes, chantajea no solo a Bogotá, sino al país entero, al exigir de manera arbitraria que se hagan cambios al proyecto de infraestructura más importante que se viene adelantando en Colombia y la capital. Para satisfacer su capricho con cálculos políticas durante la época de las elecciones locales. Pasan por alto los avances de la primera línea del metro de Bogotá sin importar los billonarios sobrecostos que traería aceptar dicha exigencia.

El Gobierno Nacional busca a toda costa sabotear el megaproyecto del Metro y utilizar la posición de poder de manera dictatorial para que el Distrito acepte el capricho del Presidente Petro. Coaccionan a la Alcaldesa Claudia López al señalar que “si no se acepta, como se ha venido diciendo, que se hagan las modificaciones propuestas dentro del marco jurídico, pues el Gobierno también, en la medida en que financia el 70% de los otros proyectos, pues esos otros proyectos se van a tener que parar” expresó el Ministro Reyes.

 

Hay tres elementos que el Mandatario y su gabinete están pasando por alto en su afán por cumplir un capricho. El primero, suponer que se puede hacer cambios a un contrato cuando ya está en ejecución. En segundo lugar, ignorar la descentralización administrativa de las entidades territoriales y considerar que estas deben estar a merced de los intereses del Gobierno Nacional, como si se tratara de un vasallo. Lo tercero, desconoce los principios de planeación contractual y de gestión de proyectos, lo que conlleva a que exista una falsa idea sobre el uso eficiente de los recursos.

La “advertencia” es en realidad una amenaza al transporte público multimodal que merecemos los bogotanos y la evidencia del talante antidemocrático y dictatorial del “Gobierno del Cambio”. Desconocen los avances de la obra: Construcción (18%), patio taller (68%) y el Traslado Anticipado de Redes (95%). Los únicos perjudicados con las demoras en las obras y el caos actual en la movilidad serán los 2,5 millones de bogotanos que se beneficiarán con el Metro que se está ejecutando.

Presenté ante el Tribunal Administrativo de Bogotá y Cundinamarca una Acción Popular, con el fin de salvaguardar los intereses de los bogotanos a quienes se les está vulnerando sus derechos colectivos con la propuesta del Gobernante de la Nación de retrasar la primera línea del metro.

Ojalá, la rama judicial se pronuncie lo más pronto posible sobre el bienestar de los capitalinos y su derecho a una movilidad digna que está en construcción. Hago un llamado a los ciudadanos para que me acompañen en esta Acción Popular con sus firmas, a fin de detener la improvisación y la amenaza del Gobierno de Gustavo Petro.

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Lucia Bastidas

 

El egómetro de Claudia y Peñalosa

Durante los últimos días hemos visto como el Metro de Bogotá ha vuelto a ser objeto de polémica a raíz de la sugerencia del presidente Gustavo Petro de pedir que se haga por lo menos uno de los tramos subterráneos.

Cuando Petro fue alcalde de Bogotá adelantó los estudios de ingeniería para que el Metro fuera bajo tierra, con un trazado desde Bosa, hasta la Calle 127 con Carrera 9. El costo de este proyecto se estimó en ese entonces en $13,9 billones, pero la devaluación y otras consideraciones hicieron que el CONPES dispusiera su recorte hasta la Calle 100 con Carrera 11.

 

Posteriormente Peñalosa llega a la alcaldía de Bogotá y desconociendo los avances que se tenían eligió hacer más troncales de Transmilenio y un metro elevado de muy baja capacidad con estaciones cada 1.5 kilómetros o más, anteponiendo su ego a la ciudad y sus necesidades y de paso desata la discusión entre metro elevado o subterráneo que no le ha permitido a Bogotá avanzar lo suficiente.

Con la llegada de Claudia López a la alcaldía y con un discurso anti Peñalosa y su metro elevado llega a dirigir la capital donde pronto olvido sus discursos y ahora defiende la realización de ese metro con unos pequeños avances y se encuentra en una puja en la que antepone su ego a la razón.

La realidad es que los costos adicionales en los que se incurriría son inferiores a los que traería para la ciudad el metro elevado pues según se ha conocido por parte de la empresa Metro de Bogotá, a casi cuatro años de la firma de la concesión el consorcio chino aún no ha presentado la totalidad de los estudios y diseños del proyecto.

A pesar del ego de la alcaldesa y de sus declaraciones, las condiciones están dadas para que el metro subterráneo se dé y cumplirle a la capital con una movilidad sostenible de calidad. Es el momento de anteponer el bien colectivo, negociar, buscar consensos y salir de la espiral de los últimos años en los que los bogotanos siguen viendo el metro en su imaginación y como una utopía.

 

Metros y autoritarismos

Siempre he pensado que lo mejor para Bogotá es un metro subterráneo. Como el que empezamos en la alcaldía que se inició en 2008 y que no pudo concluirse porque lo saboteó Gustavo Petro, alcalde de 2012 a 2016, sabotaje que aprovechó Enrique Peñalosa durante su alcaldía –con la ayuda de Santos– para cambiarlo a metro elevado y dejárselo contratado a la alcaldesa Claudia López. La construcción la ganó el consorcio chino APCA Transmimetro, debe terminarse en 2028 y va invertido el 19 por ciento de su valor, sin contar el costo de la deuda.

Pero ahora el presidente Petro, abusando de su poder, quiere cambiarles al consorcio y a Claudia López, y a la brava, el metro elevado por uno subterráneo. Este acto de autoritarismo, sin antecedentes en la historia de Colombia, significa que las obras del metro se demorarían otros 7 años, hasta 2035, y costarían hasta 17 billones de pesos más, para un total de 29 billones. Y ese cambio de obra y de contrato, al decir de respetables abogados, es abiertamente ilegal, lo que significa que si se hiciera, podría acarrearle fuertes sanciones legales a la firma constructora y hasta cárcel a la alcaldesa.

 

Como el consorcio y Claudia López –la alcaldesa de Bogotá, así no le guste a Petro– se resisten a violar la ley y a correr el riesgo de sufrir sanciones legales, Petro le dio orden a su ministro de Transporte, el conservador Guillermo Reyes, que la chantajeara públicamente, anunciándole que el gobierno nacional no le transferirá a Bogotá los 28 billones de pesos que necesita para otras obras, como llevar el metro a Suba y Engativá y construir el Regiotram y tres cables aéreos.

La rabieta autoritaria de Petro es un descarado chantaje a la alcaldesa de Bogotá, que no es su subalterna, y una dura agresión a los bogotanos, que no tienen nada que ver en la controversia y que sí pagan un porcentaje altísimo de los impuestos que se gastará Petro en su gobierno.

El debate ya no es entonces sobre si se prefiere metro elevado o metro subterráneo, asunto sobre el que cada uno tiene la libertad de opinar como quiera. La controversia se centra en si Petro puede obligar a la alcaldesa de Bogotá –elegida por los bogotanos derrotando a Holman Morris, el candidato petrista–, a someterse a sus caprichos y si, además, puede hacerle el vulgar chantaje que le está haciendo.

La controversia es sobre si Petro puede usar el presupuesto nacional para arrodillar a cada alcalde y gobernador de Colombia a lo que se le dé la gana y maltratar a la ciudadanía y sobre si este país es una democracia, con todos sus defectos, o una autocracia.

***

Para completar su autoritarismo, otra hazaña de Gustavo Petro, esta vez defendiendo a ultranza a Irene Vélez, su ministra de Minas, quien nos presentó a los colombianos cifras falsas inflando la reservas de petróleo y gas, puso a firmar dichas cifras a altos funcionarios del ministerio que no las suscribieron y no las comparten y se empecina en que en este gobierno no habrá nuevos contratos para buscar hidrocarburos, con lo que también viola la ley porque a los ministros de Minas no les pagan para impedir la minería sino para promoverla, cuidando por supuesto el medio ambiente, conductas graves e ilegales que debe sancionarle la Procuraduría.

Pero según Petro, como a la MinMinas “no se la critica por bombardear niños o robarse o dejar robar recursos públicos”, no hay problema. Mientras sea petrista, puede proceder a su antojo.

Jorge Enrique Robledo

Exsenador de la República.

¿Cuáles efectos tendrían los cambios de MinTransporte para el metro de Bogotá?

En un comunicado de Bogotá cómovamos,  anuncian que el ministro de Transporte dijo que, si no se lleva a cabo la sugerencia de cambio en el metro, el gobierno nacional impondrá restricciones en la financiación de otras obras de movilidad estratégicas en Bogotá con un costo cercano a los $65 billones incluyendo: el RegioTram del norte, los tres Transmicables (ReencuentroMonserrate, Potosí-Sierra Morena y San Cristobal), la ampliación de la línea 2 del metro, la ampliación de calles 13 y 7, la Avenida Ciudad de Cali, la Autopista Norte y la ALO Sur.

El cambio en el trazado del metro, de elevado a subterráneo, requiere una modificación en las condiciones técnicas del contrato y, por lo tanto, en el objeto y alcance del mismo. Esto podría resultar en un retraso de 10 años o más en el progreso del proyecto.

 

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Los conceptos jurídicos positivos para las modificaciones propuestas por el gobierno nacional son débiles en definir con claridad la razón de peso que dé cuenta de la imposibilidad de cumplir con el contrato actual y por la cual se plantean las modificaciones en el trazado de la primera línea del metro. Los argumentos solo se remiten a “favorecer el interés público”, pero si lo anterior implica no apoyar los otros proyectos de infraestructura planeados, es el bien común de Bogotá el que se vería afectado.

En conclusión, cualquier modificación en el trazado afectaría el proyecto y tendría implicaciones, fiscales, pecuniarias, disciplinarias y hasta penales. Incumplir el metro entierra la posibilidad de mejorar la movilidad en Bogotá.

Metro de Bogotá enciende el fuego verde en el partido de Claudia López

El reciente comunicado del partido Alianza Verde apoyando el proyecto de metro elevado causó disgusto en algunos integrantes de esta fuerza política que no apoyan a la alcaldesa Claudia López como la representante Katherine Mirada y el concejal, Luis Carlos Leal.

“Rechazamos las palabras del ministro de Transporte, Guillermo Reyes, al sugerir que el gobierno paralizaría las obras Bogotá Región como la segunda línea del metro subterráneo a Suba y Engativá, la ampliación de la Autopista Norte, la Calle 13, el regiotram de Zipaquirá y 3 cables en Bogotá”, dice el texto en uno de sus párrafos.

 

De inmediato la representante Katherine Miranda respondió que el partido Alianza Verde no puede hablar por todos sus integrantes y recordó que ella no apoya a la Alcaldía de Claudia López.

https://twitter.com/MirandaBogota/status/1621601456921903104

Por su parte el concejal Luis Carlos Leal, contestó diciendo que el sector del partido que apoya el metro elevado contratado por la Alcaldía de Bogotá, apoya a Claudia López y a la senadora Angélica Lozano, del que él no hace parte.

El senador Inti Asprilla dijo en su cuenta de Twitter que algunos integrantes de la bancada del senado y la cámara se apartaron del proyecto de metro elevado.