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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Opinión

Espaldas de la Amazonía

Gracias a la COP 16, ahora es común escuchar que Colombia es el segundo país más biodiverso del mundo. Este reconocimiento se debe a que el país alberga más de 58.300 especies registradas: 32.100 animales y 26.200 plantas. De lejos, el número uno en aves, orquídeas y mariposas, el segundo en peces, reptiles y plantas, y el quinto en mamíferos. Si bien existe la duda sobre si Indonesia nos superó desde 2022 en número de especies, Brasil continúa siendo el indiscutible número uno. Lo triste es que a pesar de que gran parte de nuestro potencial y actual riqueza de biodiversidad se encuentra en la Amazonía, el país le da permanentemente la espalda.

En naciones como Perú o Ecuador, la Amazonía juega un papel cultural, abarcando desde la gastronomía hasta el turismo. En Colombia, a pesar de extenderse por 10 departamentos en 40% del territorio, no forma parte de la vida cotidiana del país. Con 1.14 millones residiendo en el Amazonas, pocos platos Amazónica se disfrutan en otras regiones, son esporádicas las noticias por fuera de lo ambiental, y el turismo es limitado. En cualquier estadística de bienestar los promedios están muy por debajo de los nacionales. La Amazonía no solo es ignorada por el gobierno, sino que también está olvidada por la sociedad en general.

 

Las actividades de la región reflejan la composición económica de otras zonas rurales del país: Estado, comercio, agricultura, turismo, y minería. De los 10 departamentos con menor actividad del PIB, siete están ubicados en la Amazonía. En su periferia, actividades ilegales como el cultivo de coca, minería ilegal y deforestación son alarmantes. Cerca del 65% de la deforestación nacional ocurre en esta región, a pesar de una reducción de casi el 38% en 2023. Aunque el esfuerzo policivo está dando resultados, se perdieron 45 mil hectáreas de bosque nativo en ese periodo.

El temor que muchos tenemos es que un desarrollo con una visión del siglo XX en la Amazonía acabe con esta joya de la naturaleza. El propósito no puede ser construir carreteras para reasentar poblaciones o talar bosque para ganadería. Sin embargo, hay inversiones necesarias en electrificación sostenible, mejora de aeropuertos, infraestructura hospitalaria y masificación de telecomunicaciones. Aunque el turismo y algunos productos forestales no maderables (acai, copoazu, entre otras) ofrecen oportunidades de desarrollo, la verdad es que la agenda de conservación global es la mayor esperanza.

Según Climate Policy, con tan solo pagar US$20 por tonelada de carbono capturada, el incentivo de la periferia amazónica de deforestar se acaba (aunque otras estimaciones son tan altas como US$75). En otras palabras, con eso es más rentable conservar que deforestar para la ganadería o cultivo de coca. Según el WHRC, el costo de conservación en el corazón de la Amazonia podría ser tan bajo como US$3 por tonelada. Esto significaría entre US$2.4 y US$5.1 miles de millones en pagos anuales por servicios eco-sistémicos para Colombia.

Entendemos que el gobierno no cree en las soluciones ambientales ni privadas ni de mercado, pero lo que garantizaría la conservación y el bienestar sería una agenda de créditos de bonos de mercado internacionales. Desafortunadamente en Colombia esta agenda no se mueve.

Simón Gaviria Muñoz

Presidenciales, sin extremos, sin “delfines políticos”

Las figuras masculinas de la vida pública criolla empezaron a salir al ruedo. No se quieren quedar rezagados ante la arremetida de varias valientes, poderosas y destacadas mujeres de la “cosa política” dispuestas a pelear una presidencia. Infiero, por esto último, que nuestros varones electorales se arriesgaron a exponer sus posicionados nombres y tradicionales apellidos como alternativas para competir en las elecciones pese a que faltan alrededor de dos años, si se respeta la Constitución y sus leyes, para los promocionados, competitivos y polémicos presidenciales del 2026.

La anticipada contienda electoral se puso tan caliente que las firmas encuestadoras Guarumo y EcoAnalítica se aventuraron realizando un sondeo para medir las iniciales preferencias de los colombianos hacia las y los precandidatos. Si bien la elección está lejos llama la atención en esta encuesta los nombres de seis mujeres en el sonajero (Vicky Dávila, María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, María José Pizarro, Claudia López, Francia Márquez). Entre ellas existen unas con una vasta experiencia en la vida política, con cada vez más visibilidad entre la opinión pública y los medios masivos. Unas de derecha y otras de izquierda. Reitero que las mujeres están de moda en el menester del liderazgo público.

 

Los políticos tradicionales con sus nombres y apellidos también pululan en este sonajero. Por ejemplo, Germán Vargas Lleras, Sergio Fajardo, Roy Barreras, Gustavo Bolívar, Iván Cepeda, Francisco Barbosa, Alejandro Gaviria, entre otros menos distinguidos en la arena gubernamental, pero que se destacan últimamente por cazar fuertes peleas con funcionarios del gobierno en las redes sociales, defendiendo su línea ideológica o los accionares del actual Presidente. El tono en los mensajes de los citados, según los analistas, les hace calificarlos de extremos (derecha e izquierda), situación que tiene bastante dividido a los colombianos. Yo me temo lo peor y es que posiblemente cada uno desde su trinchera seguirá jugando un papel estratégico en el 2026.

Sigamos tratando de visibilizar a esos posibles líderes políticos referenciados en la encuesta. Me llama mucho la atención nombres como: Juan Manuel Galán, Simón Gaviria y Miguel Uribe Turbay, políticos relativamente jóvenes, sin embargo, siempre conectados con partidos tradicionales y ejerciendo cargos en altos puestos gubernamentales. A ellos, a la par, les bendice venir de familias con apellidos de ex presidentes de la República. Dicho lo anterior, nada indica que vayan a ganar de entrada su candidatura oficial, pero si un buen indicio de quienes a la fija les apadrinan, pero también de quienes les señalan ser delfines políticos (en el argot político, delfín es el familiar de un mandatario o político que sigue la misma trayectoria).

Siendo realistas la carrera por ocupar el sitio presidencial es un hecho. Los varones y legendarios varones electorales empezaron a promover sus nombres y vienen ejerciendo presión al primer gobierno de izquierda en Colombia por sus constantes flaquezas que van desde corrupción, pasando por burocracia y terminan con un enfrentamiento sin precedentes entre extremos, pero con ello, generando en esencia incertidumbre en todos los sectores de nuestra sociedad. Esto último debe hacerlos recapacitar con el fin de salir de la confrontación verbal y digital para buscar un proyecto político serio y ajustado a las necesidades de Colombia y los colombianos.

No me cabe duda de que los denominados “delfines políticos”, con todas las críticas a sus espaldas, pero seguros de su oficial intensión presidencial, como arrancó recientemente, Miguel Uribe Turbay, ajustarán sus estrategias para pelear sus candidaturas oficiales con sus partidos para luego amalgamar una agenda programática que les permita venderse ante el electorado. Será que estos jóvenes candidatos cuentan con el conocimiento, la experiencia y la sabiduría para sacar al país de los graves problemas económicos, sociales y políticos en los que se encuentra? Los colombianos se arriesgarán a elegir a uno de estas figuras con legendarios apellidos políticos?. Lo dudo mucho porque si algo se buscó con el Presidente Gustavo Petro fue un cambio sacando a los líderes tradicionales.

Ojalá las elecciones presidenciales del 2026 estén alejadas de extremos y “delfines políticos. Urgimos de candidatos entregados a sacar el país adelante.

Edgar Martínez Méndez

“¿Coca cola y Postobón para cuando ahorrarán agua?”

La crisis hídrica en Bogotá cada día empeora, hace 25 años que nuestra capital no atravesaba una situación de tal magnitud, factores como la deforestación, cambio climático, y el despilfarro del agua, son causas que hoy por hoy tienen a la ciudad en un hecho sin precedentes.

Los bogotanos sufren cada semana racionamientos que el distrito impone para mitigar el momento de crisis por el cual se está pasando, ¿pero realmente esta medida ayuda en algo?, la verdad es que en muchos casos no es una solución efectiva por diversos factores.

 

Un estudio revela que los días antes del racionamiento en cada localidad o barrio, los ciudadanos aprovechan para acumular agua y esto genera un consumo mayor al presupuestado por la alcaldía, es así como de una forma u otra la cultura ciudadana juega un rol importante en esta cadena de reducción, por otro lado hay conjuntos que almacenan agua y la distribuyen entre sus habitantes en los horarios donde las personas salen a trabajar, entre 6:30 y 7:30 am , por lo cual en el principal gasto en los hogares, la ducha, no se ahorro

Sin embargo, el racionamiento de las personas del común de poco sirve, si las grandes empresas, las instituciones públicas, los centros comerciales y demás no asumen que la responsabilidad es de todos, y por lo menos intentar reducir el consumo , para que al menos los embalses se mantengan en un nivel prudente de agua.

Pero es que simplemente eso es lo que no está sucediendo, los centros comerciales siempre tienen agua, en muchas instituciones públicas nunca racionan y por último el que más me ha llamado la atención, empresas que no racionan agua y que adicionalmente no le retribuyen nada al sector que “desangran”.

Pues para la muestra un botón, 11 millones de pesos por la extracción de 279.000 litros de agua DIARIOS, ¿le parece justo?, pues es la cifra que paga COCA-COLA por su planta embotelladora, ubicada en la calera- según versiones de nuestro alcalde Galán, es decir, se paga más por un año de arriendo de un aparta-estudio que por extraer agua de manera irracional en los alrededores de Bogotá. Lo aterrador de esta situación es que en este sector (la calera) más de 400 familias no tienen acceso al agua potable, y deben soportar hace mucho tiempo  racionamientos donde solo pueden abrir las válvulas 5 horas y media al día, para un territorio que lleva desde el año 81 con esta concesión que le trae más problemas que ganancias.

Lamentablemente,Este fenómeno no es exclusivo de La Calera. Según indagaciones de varios medios de investigación, en otros municipios de Colombia, como Sesquilé en Cundinamarca y Caloto en Cauca, embotelladoras como Postobón también extraen cientos de millones de litros de agua de forma similar, mientras las comunidades locales enfrentan escasez y calidad pobre del agua.

El problema del agua no solo es de índole distrital, es una situación de contorno nacional y hasta que la gente no lo entienda, seguiremos condenados a vivir esta injustica, hasta que no entendamos que el agua de nuestro país ni se compra ni se vende, que las empresas deben emplear políticas para el uso racional de la misma, Colombia seguirá siendo visto como el país óptimo para saquear recursos naturales que en un futuro será el que tanta falta nos hará.

Cesar Orlando Amaya Moreno

Derrotando el miedo a la autonomía

Pocos lo esperaban. Pero está a punto de aprobarse, con un amplio consenso en el Congreso de la República, la reforma constitucional que modifica el Sistema General de Participaciones –SGP-. Se trata de un verdadero revolcón al modelo actual de transferencias de recursos de la nación a los departamentos y municipios. Y no deja de ser sorpresa que este proyecto de tanta trascendencia no sea de origen gubernamental, como es habitual, sino de congresistas de varias bancadas, y que haya logrado un rápido consenso, incluyendo el apoyo del propio Presidente Gustavo Petro, a pesar de las resistencias iniciales del Departamento Nacional de Planeación y del Ministerio de Hacienda.

Los sectores amañados con nuestro sempiterno centralismo asfixiante no daban un peso por el futuro de este Acto Legislativo. Confiaban en que el Congreso de la Republica mantendría el libreto fiscalista del 2001 y el 2007 cuando, mediante sendas reformas peluqueó la Constitución, para ponerle un freno de mano a los recursos que el Gobierno Central debería enviarle a Alcaldes y Gobernadores para atender las necesidades y derechos de los ciudadanos en sus territorios, principalmente en educación, salud, agua y saneamiento básico. El Proyecto de Acto Legislativo, contra todo pronóstico, arribó esta semana a su sexto debate en la plenaria del Senado de la Republica y se apresta a cerrar su trámite exitoso con los dos últimos debates en una Cámara de Representantes de total composición regional.       

 

Las reacciones no se han hecho esperar. Desde los sectores más conservadores y nostálgicos del centralismo bogotano propio de la Constitución de Núñez y Caro de 1886, se ha puesto el grito en el cielo para insistir en que tal reforma pone en “riesgo la sanidad de nuestras finanzas públicas”. Con tal argumento quieren hacernos creer que dicha estabilidad fiscal no depende de la racionalidad y disminución de los gastos y la burocracia del nivel central, sino de lo que desde Bogotá se le transfiera a gobernaciones y alcaldías para atender demandas crecientes en derechos fundamentales. Otras voces mas sensatas que se proclaman amigas de una mayor descentralización, reclaman mas cuidado en una reforma de esta naturaleza. Piden revisar primero las nuevas competencias y funciones que se deberían transferir a los entes territoriales, antes de discutir el monto de la plata del presupuesto nacional que será enviada a gobernaciones y alcaldías.

Unos y otros olvidan los perversos efectos de las reformas que redujeron dramáticamente las transferencias territoriales del 2001 y del 2007. Invocando la sanidad de nuestras cuentas públicas, que según ellos, se afectó a finales del siglo pasado por el aumento de estas transferencias desde 1980, se hacen los de la “vista gorda” ante el inocultable aumento de las brechas sociales y territoriales y el incremento de la pobreza en los territorios excluidos. La autonomía de los gobernantes territoriales respecto a los gobiernos nacionales de turno y a la intermediación parlamentaria clientelista y corrupta para movilizar inversiones nacionales en los territorios ha aumentado exponencialmente. Y los cada vez mas limitados recursos de los entes territoriales para atender necesidades nuevas y crecientes como, por ejemplo, los Planes de Alimentación Escolar -PAE- o la construcción de vías terciarias, se combina con una inusitada ampliación de funciones, competencias, recursos y burocracia publica en el nivel central.

El acuerdo logrado en la plenaria del Senado expresado en un porcentaje de aumento del 26 al 39% de las transferencias a departamentos y municipios respecto de los ingresos corrientes de la nación, resulta razonable para disipar algunas dudas y preocupaciones. Y que ello ocurra en un periodo de transición de 12 años y no de 10 como venía en el proyecto original, también envía un mensaje de tranquilidad. Al gobierno le queda la tarea de presentar un proyecto que redefina las nuevas funciones y competencias de los entes territoriales, así como ponerle dientes al control público, social y ciudadano para que los recursos transferidos no terminen en una piñata en manos de clanes y mafias familiares que hoy por hoy ejercen un autoritarismo corrupto en muchas regiones.         

Que este inesperado, pero bienvenido acuerdo político en el Congreso, derrote el miedo a una mejor y profunda democracia.

Antonio Sanguino

Petro se la montó a Bogotá

La descentralización en Colombia ha sido un reto permanente. Desde finales de la década de los ochenta se empezaron a incorporar políticas que abrieron camino a transformaciones en el marco legal y administrativo que, posteriormente, se consignaron en la Constitución Política de 1991. 

La Carta Magna llevó a un Estado Social de Derecho y Descentralizado, lo cual significó el paso a la elección popular de alcaldes y gobernadores, a la autonomía territorial, a las transferencias de recursos desde el gobierno central a los locales y regionales y al fortalecimiento de los Concejos Municipales y Asambleas Departamentales. Sin embargo, pareciera que al presidente de Colombia, Gustavo Petro, se le olvida parte de lo anterior.  

 

En el caso concreto de Bogotá, hay que decir que Petro se la montó. Está empecinado en bloquear los proyectos que representan avance para el Distrito Capital, sin respetar su autonomía, como lo establece la Constitución.

En el más reciente hecho, su ministra de Ambiente y alfil para lanzar a la presidencia de la República, María Susana Muhamad, frenó la ampliación de la avenida Boyacá, un proyecto que es clave para la ciudad y para descongestionar la movilidad del norte. La titular de la cartera ambiental interpuso una demanda, que fue admitida por el Consejo de Estado, contra la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, con la intención de anular una resolución de 2023 que autorizaba la licencia que permitía construir la obra.

Según el argumento del gobierno, se está poniendo en riesgo la Reserva Thomas van der Hammen y también el agua de Bogotá. Algo que el alcalde Carlos Fernando Galán inmediatamente rechazó, recordándole a Petro que, incluso, dicha obra se contempló en su Plan de Ordenamiento Territorial hace más de 10 años.

Lo cierto es que el presidente de Colombia no ha querido entender que ya no es alcalde de Bogotá y que las obras y proyectos que él bloquea, son pensadas para brindar calidad de vida a millones de personas.

Así las cosas, el caos de la capital no va a mejorar por ahora, porque Petro también tiene paralizadas las obras de ampliación de la autopista Norte, desde la calle 191 hasta la 245, por una decisión de ANLA de archivar el trámite de licenciamiento ambiental para el proyecto que debía empezar a inicios de este año. Lo mismo ha pasado con el Metro, con la PTAR Canoas (que ya por fin ve una luz) y con las subredes de salud.

Petro tiene desidia con la ciudad y ni raja ni presta el hacha. Aquí necesitamos avanzar, por eso le pedimos que deje de lado su ego, que permita trabajar a los gobernantes locales y que se busquen soluciones rápidas y reales para llevar los proyectos de infraestructura a buen puerto, sin descuidar el impacto ambiental. Petro está siendo revanchista y no ha querido aceptar que él, Gustavo Bolívar y su partido, perdieron en Bogotá. 

Andrés Barrios Bernal

Bogotá camina con bolillo

La reciente intervención en la estación Ricaurte de Transmilenio, donde la Alcaldía de Bogotá desalojó a un grupo de vendedores ambulantes, ha desatado una ola de críticas y preocupación sobre el trato a la economía informal en la ciudad. Este operativo, ejecutado en medio de un clima de tensión y protesta, refleja una problemática de vieja data: el espacio público en Bogotá está atrapado entre la necesidad de mantener el orden y la obligación de garantizar oportunidades de sustento para las cientos de familias que dependen del comercio informal. La respuesta parece ya definida por el Alcalde y su Secretario de Seguridad: bolillo y exclusión antes que diálogo e inclusión.

La Alcaldía de Bogotá y la Policía Metropolitana han reiterado que no darán marcha atrás en su decisión de retirar a los vendedores ambulantes de las estaciones de Transmilenio. Aseguran que esta medida no es una oposición a la actividad de estos comerciantes, sino un intento de reducir riesgos para los usuarios y evitar lo que describen como “anarquía” en el espacio público. Sin embargo, esta postura despierta interrogantes sobre el compromiso de la administración con el Decreto 098 de 2004, que establece políticas de concertación y coordinación con los vendedores informales y aboga por una regulación integral de sus actividades en el espacio público.

 

Este decreto prevé la creación de mesas de trabajo y un cronograma de actividades orientadas a ofrecer alternativas de solución y programas de inclusión social a los vendedores informales. Sin embargo, estos mecanismos han quedado en gran medida en el papel. La situación actual en Transmilenio muestra una clara contradicción en la política pública sobre el espacio público: se busca imponer orden, pero no se atienden las causas estructurales de la informalidad. El secretario de Seguridad ha anunciado que continuarán las intervenciones en otras estaciones y portales, con la intención de erradicar la presencia de vendedores en áreas críticas para la operación del sistema. Sin embargo, esto deja en el aire una pregunta fundamental: ¿qué alternativas reales tienen estos vendedores para mantener su sustento y cuáles alternativas está ofreciendo la Alcaldía?

Históricamente, las estaciones de Transmilenio han sido escenario recurrente para la economía informal. La Defensoría del Pueblo señaló en 2015 que cerca del 95% de las entradas a las estaciones contaban con ventas ambulantes, evidenciando que esta actividad es parte de la dinámica de estos espacios. Conociendo esto, la administración dejo estipulado en el Plan de Desarrollo “Bogotá Camina Segura”, en el artículo 181 que las autoridades deben desalojar a estos vendedores del sistema de transporte. No porque se actúe con fuerza y policía se resuelve un problema que tiene que ver con la comida y la supervivencia de las personas. El desalojo de vendedores informales no elimina la necesidad que los llevó a estar ahí en primer lugar, por eso considero equivocado el enfoque con el que la administración está abordando esta problemática.

Aunque se intente imponer un concepto de limpieza y orden en el espacio público, la realidad de las familias que dependen de las ventas informales es cada vez más crítica, pues necesitan algún medio para asegurar su sustento diario. La erradicación de su presencia en las calles no resuelve la situación, sino que obliga a estas familias a buscar alternativas aún más precarias o arriesgadas. Durante la discusión del Plan de Desarrollo, advertí en el Concejo sobre el riesgo de criminalizar a los vendedores informales en el sistema de transporte público (SITP); esta no es una cuestión de simple orden o seguridad, sino un tema profundamente complejo en un país y una ciudad donde la informalidad se ha convertido en el pan de cada día para miles de hogares.

La sentencia T-102 de 2024 de la Corte Constitucional, la más reciente en esta materia, reitera un precedente relevante, la defensa de los derechos fundamentales al trabajo, mínimo vital e igualdad de personas en condiciones de vulnerabilidad económica, como los vendedores informales. En este caso, la Sala Primera de Revisión protegió los derechos de un vendedor ambulante desalojado del centro de Armenia, donde trabajaba desde hace más de 12 años. La Corte señaló que, aunque existen políticas y programas para vendedores informales, estos deben ser suficientes y brindar alternativas reales que mitiguen el impacto del desalojo, especialmente cuando los afectados presentan situaciones de salud críticas.

La Alcaldía tiene en sus manos una oportunidad para replantear su relación con la economía informal, pasando del control, la criminalización y la expulsión a una política de inclusión y concertación. Lo primero y más importante es caracterizar a la población de vendedores informales, para construir desde allí una estrategia clara que les ofrezca alternativas económicas y servicios sociales complementarios. Los vendedores informales no solo ocupan el espacio público, sino que representan una economía de subsistencia para la cual, hasta ahora, no existen suficientes alternativas que los integren dignamente al tejido productivo de la ciudad.

Quena Ribadeneira

Diez preguntas claves sobre el Síndrome de Down en la escuela

Hablar de inclusión educativa no es solo abordar un tema técnico o normativo. Es asumir un compromiso profundo con la equidad, con la justicia, con la idea de que cada niño y niña tiene derecho a ser protagonista de su propio aprendizaje. El Síndrome de Down no es una limitación. A través de estas 10 preguntas, invitó a la reflexión sobre cómo la escuela, lejos de encasillar, puede ser el espacio donde cada niño descubra y desarrolle sus talentos.

¿Qué es el Síndrome de Down?

 

El Síndrome de Down es una condición genética causada por la presencia de un cromosoma extra en el par 21. Esta alteración cromosómica provoca una serie de características físicas y un desarrollo cognitivo que requiere apoyo educativo.

Características del Síndrome de Down:

Las características del Síndrome de Down pueden variar de una persona a otra, pero algunas de las más comunes incluyen:

Características físicas: Rostro plano con ojos rasgados hacia arriba; Cuello corto; Boca pequeña con lengua más grande de lo normal; Manos pequeñas con un solo pliegue en la palma; Tono muscular bajo; Estatura más baja que el promedio.

Desarrollo cognitivo: Retraso en el desarrollo cognitivo; Dificultades en el aprendizaje; Fortalezas en habilidades sociales y memoria a corto plazo.

Salud: Mayor riesgo de padecer ciertas condiciones médicas, como problemas cardíacos, trastornos de la tiroides y trastornos gastrointestinales; Mayor susceptibilidad a infecciones.

«Con el apoyo adecuado, las personas con Síndrome de Down pueden alcanzar un alto grado de independencia y llevar vidas plenas y satisfactorias»

¿Qué significa realmente incluir a un estudiante con Síndrome de Down?

Incluir a un estudiante con Síndrome de Down no es un favor, ni un ajuste administrativo. Es reconocer su derecho, su capacidad y su individualidad. Es transformar la escuela para que se adapte al niño, y no al revés. Incluir significa entender que las diferencias no son obstáculos, sino caminos para enriquecer el proceso educativo de todos.

¿Cómo puede la escuela ser un verdadero espacio de inclusión?

Una escuela inclusiva es aquella que abandona la idea de homogeneidad. No todos aprenden de la misma manera, ni en el mismo tiempo. El Síndrome de Down nos recuerda que la diversidad es la norma, no la excepción. La escuela debe ser un lugar donde cada niño encuentre las herramientas y el apoyo necesarios para ser él mismo, para participar, aprender y sentirse valorado.

¿Es suficiente con adaptar el currículum?

No. Adaptar el currículum es solo un paso. El verdadero cambio radica en la actitud, en la manera de mirar al estudiante. No se trata de hacer menos exigente el contenido, sino de encontrar la manera de hacerlo accesible y significativo para cada niño. El problema no es el estudiante, sino la rigidez de la escuela que no siempre está dispuesta a flexibilizarse.

¿Cómo podemos fomentar la autonomía de los estudiantes con Síndrome de Down?

La autonomía no es solo la capacidad de realizar tareas de forma independiente, sino también la de tomar decisiones y asumir responsabilidades.

Establecer rutinas claras y visuales: Las personas con síndrome de Down se benefician de rutinas predecibles. Utiliza imágenes, pictogramas o listas de verificación para ayudarles a comprender las secuencias de acciones y a desarrollar hábitos de autogestión.

Fomentar la toma de decisiones: Ofrece opciones sencillas y permite que el estudiante elija. Incluso en decisiones pequeñas, como qué ropa ponerse o qué actividad realizar durante el recreo, se está fomentando su autonomía.

Enseñar habilidades de vida diaria: La autonomía se construye a partir de habilidades básicas como vestirse, asearse, comer y organizar el espacio personal. Dedica tiempo a enseñar estas habilidades de forma gradual y paciente.

Promover la independencia en el aprendizaje: Utiliza materiales adaptados y estrategias de enseñanza que permitan al estudiante trabajar a su propio ritmo y de forma autónoma.

Fomentar la participación en actividades extracurriculares: Las actividades extracurriculares ofrecen oportunidades para desarrollar habilidades sociales, tomar decisiones y establecer relaciones interpersonales.

Establecer metas realistas: Las metas deben ser alcanzables y adaptadas a las capacidades del estudiante. Celebra cada logro, por pequeño que sea.

¿Cómo garantizar que el estudiante con Síndrome de Down participe plenamente en la vida escolar?

La participación no se logra solo con estar presente en el aula. Es necesario crear espacios donde cada estudiante pueda contribuir de manera activa. En lugar de centrarnos en lo que no pueden hacer, deberíamos preguntarnos: ¿qué podemos hacer nosotros para que este niño o niña participe plenamente? Esto incluye desde actividades académicas hasta juegos, relaciones sociales y la vida cotidiana de la escuela.

¿Qué papel juegan los compañeros en la inclusión?

Los compañeros no son observadores pasivos; son parte fundamental de la inclusión. El grupo clase debe ser un espacio de aprendizaje compartido, donde todos se benefician de la diversidad. Los niños tienen una capacidad increíble para aceptar y valorar las diferencias, si les damos la oportunidad. La inclusión debe partir también de ellos, creando un ambiente de apoyo y respeto mutuo.

¿Cómo enfrentar los desafíos de comportamiento en el aula?

Los comportamientos desafiantes en los estudiantes con Síndrome de Down suelen estar relacionados con dificultades en la comunicación, la frustración al no poder expresar lo que sienten o entienden, o la sobrecarga sensorial. Es importante recordar que su procesamiento cognitivo y del lenguaje puede ser menos elaborado, por lo que a menudo necesitan más tiempo para comprender las instrucciones y formular una respuesta. Los docentes deben aprender a identificar las señales tempranas de frustración o estrés, para prevenir crisis antes de que se intensifiquen.

Además, es esencial implementar estrategias como el refuerzo positivo. Las ayudas visuales y una rutina clara y predecible también pueden reducir la ansiedad y los comportamientos desafiantes.

¿Qué lugar ocupan las familias en el proceso de inclusión?

Las familias de estudiantes con Síndrome de Down son una fuente invaluable de información sobre sus hijos. Estos padres suelen ser los mejores conocedores de las fortalezas, debilidades y formas de aprendizaje de sus hijos, lo que los convierte en socios esenciales en el proceso educativo. Es crucial mantener una comunicación abierta y fluida con las familias para garantizar que los ajustes que se implementen en el aula también se apoyen en casa.

La inclusión real no puede suceder sin la colaboración activa de las familias. Involucrarlas en la toma de decisiones sobre los ajustes razonables y la estrategia educativa permite que se cree un ambiente coherente y favorable para el aprendizaje del niño, tanto en la escuela como en el hogar.

¿Qué es lo más importante que puede hacer un docente por un estudiante con Síndrome de Down?

Lo más importante que un docente puede hacer por un estudiante con Síndrome de Down es creer profundamente en su potencial y capacidad de aprender. Aunque el ritmo de aprendizaje pueda ser diferente, cada estudiante tiene fortalezas únicas que deben ser reconocidas y potenciadas. Un maestro que cree en sus estudiantes y les da la oportunidad de probar, equivocarse y aprender, está abriendo un camino para el desarrollo.

Además, es vital adaptar el currículo y las estrategias de enseñanza de manera que se alineen con las necesidades del estudiante, pero sin subestimar su capacidad. Proporcionar herramientas de aprendizaje accesibles, fomentar la autonomía y reforzar la autoestima son acciones que tendrán un impacto positivo a largo plazo en su desarrollo académico y personal.

 ¿Qué significa, en última instancia, una escuela inclusiva?

Una escuela inclusiva no es aquella que simplemente permite la entrada de estudiantes con diferentes capacidades, sino una que se adapta constantemente para asegurar que cada estudiante, con o sin discapacidad, participe plenamente y se sienta valorado. En el caso de los estudiantes con Síndrome de Down, la inclusión implica no solo ajustes académicos, sino también un esfuerzo continuo para crear una comunidad en la que todos los niños se sientan parte de algo más grande.

Una escuela inclusiva se centra en las relaciones humanas, en el respeto por las diferencias y en la creencia de que todos los estudiantes, sin importar sus capacidades, pueden contribuir al aprendizaje colectivo y al bienestar de la comunidad escolar.

Alexandra Parra

Neuropsicóloga y pedagoga

La ironía como arte de gobernar

Al anunciar su demanda contra el Decreto 934 de 2013, expedido por el ex ministro de Minas y Energía Federico Rengifo, el Alcalde de la Capital por aquellas calendas Gustavo Petro manifestó que “según el Distrito la norma en cuestión es regresiva, desborda el régimen constitucional, legal y jurisprudencial existente en el país en materia de autonomía territorial, protección ambiental y de planificación y ordenamiento territorial, por lo que se procederá a su demanda ante el Consejo de Estado, con la correspondiente solicitud de suspensión provisional”, como efecto lo hizo.

Y en su decisión de segunda instancia la Sección tercera del Consejo de Estado anulando esta norma trajo a colación la Sentencia de la Corte Constitucional (C – 123 de 2014), “la cual definió que la toma de decisiones sobre el desarrollo de proyectos mineros debe responder a la participación de la Nación y los municipios mediante acuerdos sobre la protección de cuencas hídricas, la salubridad de la población y el desarrollo económico, social y cultural de sus comunidades”. Es decir que la Nación no podía desconocer la autonomía territorial consagrada en el artículo 287 de la Constitución política, avasallando con sus determinaciones a las entidades territoriales. Y fue más lejos el Consejo de Estado al dejar establecido que la Nación “deberá acordar con las entidades territoriales todo lo atinente al Plan de manejo ambiental (PMA), bajo los principios de concurrencia, complementariedad y subsidiariedad, previstos en el artículo 288 de la Carta”. Así de claro!

 

Y qué dice la Sentencia de la Corte Constitucional. Esta dirimió el conflicto de competencias planteado a partir de la interpretación del artículo 37 de la Ley 685 de 2001 del Código de Minas, que había dado lugar a un enfrentamiento entre los municipios, que se habían arrogado la facultad de impedir la actividad minera en sus territorios, ya fuera a través de consultas populares, la primera de ellas en el Municipio de Piedras, celebrada el 28 de julio de 2013, secundada por otra aupada por el entonces Alcalde de Ibagué y hoy Ministro de Salud Guillermo Alfonso Jaramillo, mientras el Ministerio de Minas y Energía mediante el Decreto objeto de la demanda lo prohibió.

Después de varios bandazos por parte de la Corte Constitucional en los que falló ora dándoles la razón a las entidades territoriales ora dándole un espaldarazo a la Nación, finalmente emitió una providencia unificadora en el sentido que “al igual que no puede concluirse que el Constituyente estableció un principio de autonomía territorial sin límite alguno, tampoco es válido afirmar que el principio de Estado unitario avala cualquier regulación legal que, en pos de distribuir competencias, establezca límites a contenidos esenciales del principio de autonomía territorial”, reivindicando de esta manera los principios de la descentralización y la autonomía territorial, tan venidos a menos en los tiempos que corren como producto de la avalancha re-centralizadora que siguió a la expedición de la Constitución de 1991.

Traigo a colación estos antecedentes a propósito de la expedición el 30 de enero del Decreto 044 de 2024 por parte de la Ministra de ambiente y desarrollo sostenible (MADS) Susana Muhamad, según ella para “evitar que se otorguen nuevos títulos y licencias en aquellos ecosistemas sensibles donde nunca ha debido haber minería”. Además de contrariar lo dispuesto en el artículo 34 del Código de Minas, que es Ley de la República, de rango superior a dicho Decreto, al darle un gran poder de discrecionalidad para determinar las “reservas temporales” al MADS se lleva de calle el principio de la autonomía territorial, así como la jurisprudencia de la Corte Constitucional y la del Consejo de Estado que obliga a la concertación entre la Nación y las entidades territoriales.

La preocupación es mayor en la medida que se podría llegar al extremo, según lo establece la norma cuestionada, que las áreas delimitadas como tales pueden “culminar con la restricción o exclusión definitiva de la minería”. Olvida la Ministra que su Despacho es del Medioambiente y el desarrollo sostenible, conceptos estos inseparables y compatibles. En su lugar, el Gobierno debería apoyar y avalar el trámite en el Congreso de la República del proyecto de ley de coordinación y concurrencia entre las autoridades nacionales y territoriales y de participación ciudadana para la exploración y explotación de recursos naturales no renovables, tal como se lo han solicitado reiteradamente las altas cortes.

Este es el camino para superar conflictos como el paro minero en contra de este esperpento jurídico: la concertación entre la Nación y los territorios!

Es irónico que esto ocurra en un Gobierno presidido por el Presidente Petro, quien siendo Alcalde Mayor del Distrito de Bogotá le plantó cara al Gobierno Nacional en defensa de la autonomía territorial que ahora se transgrede con este Decreto, que va en la misma dirección de la decisión de la Agencia Nacional Minera, retomando las facultades y competencias delegadas al Departamento de Antioquia. Es la recentralización en marcha, en menoscabo de la autonomía territorial, la misma que el Presidente y el Ministro Jaramillo defendieron a capa y espada como alcaldes. Las decisiones dejarán de tomarse desde los territorios para tomarse en los escritorios por parte de la burocracia enquistada en la paquidérmica estructura del andamiaje centralista, ninguneando a las autoridades territoriales. Esta es la ironía como arte de gobierno.

Amylkar Acosta

El imaginario colectivo de la COP16

Con la primera semana de la COP16, Cali puede decir que escribió una página en su historia, y es que ciertamente, la ciudad se volcó a la celebración de esta conferencia.  Por las calles de Cali se observan los extranjeros, tan extraños en esta ciudad como lo puede ser un chontaduro para ellos, por eso, vale la pena revisar algunas cifras acerca de la realización de esta COP en la capital vallecaucana que, por estos días, es uno de los epicentros de la agenda global.

En primera medida, el aforo del centro de eventos Valle del Pacífico, conocido como la zona azul, ha ido incrementando con el paso de los días de la conferencia, llegando a superar las 9.000 personas.  Esto refleja que los países del mundo entero acudieron a la cita con sus delegaciones, sin vacilaciones, no se presentaron boicots, ni nada que se le parezca; sin trémulas, estas personas llegaron a discutir el cumplimiento de las 23 metas de biodiversidad, comprometiendo la voluntad futura de sus Estados para la conservación de nuestra riqueza planetaria natural.  He podido asistir en distintas oportunidades a la zona azul y he visto como se respira un aire tranquilo, multicultural, sencillo y enfocado en los cientos, sino miles, de conferencias acerca de las muchas dimensiones de la biodiversidad, por ejemplo, aquella relacionada con las comunidades rurales o las economías ilegales que la destruyen, entre muchas otras. 

 

Más allá de esta gran cantidad de gente que se reúne día a día en el Centro de Eventos Valle del Pacífico, se pueden contabilizar más de 20.000 personas que han llegado a Cali para los eventos complementarios a lo largo y ancho de Cali.  Para darles una idea, existen ponencias, talleres, encuentros en, prácticamente, todas las Universidades y centros culturales.  Allí, se discute y entrena sobre tal variedad de temáticas que es casi imposible llevarle el ritmo —hablando con algunos periodistas, me han narrado sus peripecias para poder cubrir tan solo las chivas que “más venden»-.

Ahora bien, más allá de los números, lo que hace a esta COP especial es la organización de la zona verde y el circuito de la biodiversidad, de una manera diferente.  Hay que reconocerlo, hace parte de nuestra idiosincrasia —y falta de contacto con el mundo— el organizar un encuentro tan festivo alrededor de una conferencia un tanto acartonada para nuestro gusto. Sin embargo, es precisamente esa la magia que tenemos los colombianos, aquella por la que muchos se enamoran de nuestro país, a pesar de los sabidos problemas que tenemos.  Desde hace varias COP se organiza una extensión de la misma abierta al público, conocida como la zona verde, en donde se discute de manera más amplia —democrática, tal vez— con participación de organizaciones y personas que no representan a los Estados miembros del Sistema de Naciones Unidas, pero que son fundamentales para la conservación de la biodiversidad.  En esta oportunidad, la zona verde va mucho más allá.

La zona verde se extiende por un área que contiene stands que combinan la representación de organizaciones académicas y civiles que trabajan en la preservación de la biodiversidad con nuestros emprendimientos, casi todos eco-sostenibles y, múltiples eventos culturales, atractivos para el público en general.  Al caminar por la zona verde —y su apéndice, el circuito de la biodiversidad— pulula la música, de todos los géneros, las exposiciones de creatividad y la gastronomía que, en Cali, alcanza su clímax.

En Cali no puede faltar el baile y la fiesta, por eso, la oferta cultural de estas áreas trae consigo cinco días de conciertos gratuitos para la gente, en donde era imposible que faltara la salsa, con la presentación de Rubén Blades —que aquí es casi un lugareño más— junto a nuestro grupo Niche. Por doquier se escucha la exaltación de estos conciertos, pero también, se vive otro tanto de música del pacífico y género urbano, entre otros.  Así, la zona verde y el circuito de la biodiversidad es una fulgurante explosión de activaciones culturales en donde las personas bailan, toman innumerables fotos para el recuerdo —e Instagram— y acceden a productos que, normalmente, no vemos en nuestras tiendas, además de conocer a fondo sobre la biodiversidad, incluso, aquella perdida por nuestra avaricia humana, también.

Pero esta narración no solo es para tratar de hacer una leve impresión de lo que está sucediendo en Cali, sino para reflexionar sobre algo que trasciende todo lo anterior.  Se trata del imaginario colectivo de Cali y sus gentes.  Cali, la misma que estuvo sitiada por un mes en el llamado estallido social hace tres años; Cali, aquella que tristemente se hizo célebre por los cárteles de la droga de los años 90 del siglo pasado; Cali, la ciudad que presenta una de las tasas de homicidio más altas del mundo; sí, esa misma Cali está cambiando, de pronto, sin darse cuenta, esta COP se ha convertido en uncatalizador poderosísimo de esa transformación.  Nuestra ciudad ha vuelto a creer que puede ser una ciudad cívica y que puede recibir al mundo —como lo hizo en 1971 con los únicos juegos Panamericanos organizados en territorio colombiano hasta ahora.  Al recorrer las calles de la zona verde y ver a las y los caleños caminando alegres, puedo sentir una “vibra” distinta.  Una energía positiva, diferente incluso, a la que se siente en la propia feria de fin de año porque, en esta oportunidad, estamos descubriendo nuevas fronteras, en el sentido literal y figurado de la expresión — ¿Acaso habíamos hablado tan profundamente de ser una ciudad boscosa líder mundial en avistamiento de aves? por ejemplo— estamos evidenciando que podemos hacer lo que otros no pueden y que podemos desafiar el pesimismo y la propia psiquis de años de frustración social.

Cali es hoy, la esquina del movimiento de la biodiversidad de todo el mundo, referenciada en todos —sí, en todos— los grandes medios de circulación planetaria, como el New York Times, pero, sobre todo, Cali hoy es una ciudad que está encontrando en la COP16 un camino para la reconciliación consigo misma, para cambiar su propio imaginario y renacer como una ciudad singular, electrizante, posiblemente indescriptible.  Confiemos en el camino que abre la COP16 se profundice, y la salud medioambiental, mental y física de Cali mejore a partir del autorreconocimiento de que hay un camino distinto al que hemos recorrido en los últimos años, uno donde todos cabemos, y donde se pueda convivir en paz, con la naturaleza y entre nosotros mismos.  

Germán Escobar Morales

La flor de Inírida en la COP 16

Vine a la ciudad de Cali a encontrarme con las mujeres de mi país, con las mujeres de base, las negras, las indígenas, las campesinas, las pescadoras, las matronas, las parteras, las hierbateras, las cantaoras y las tejedoras. Todas cuidadoras de la vida. Porque la vida es agua, la vida es verde, la vida es el jaguar, el pájaro y la culebra.

El pacto por cuidar la madre tierra empieza por reconocernos como distintas, pero iguales en derechos y capacidades. Ese cuidado de la vida que ancestralmente nos pertenece, ese cuidado que, si decidimos, nos convierte en madres, ese cuidado que es respeto por unas relaciones no hegemónicas, en construcciones simétricas que invitan al hombre a deconstruirse y a ceder los espacios que la cultura patriarcal nos ha robado durante años a las mujeres y que a ellos se les ha otorgado.

 

La flor de Inírida representa la unión, la fuerza, el aguante y la belleza de un ser vivo que, en los momentos más críticos y agrestes, florece, como el ave fénix renaciendo de la muerte y de la guerra. La flor de Inírida es una especie que representa esta COP 16, pero que también refleja lo que representamos las mujeres colombianas en nuestra diversidad, en nuestro reto por plantear una revolución simbólica en la manera de relacionarnos con la madre tierra.

Venimos de ella y la admiramos. El empoderamiento de las mujeres no es la hegemonía patriarcal, es la oportunidad de construir otra Colombia, otro territorio, ¡otro planeta! Otro hábitat donde habitan mujeres y donde se crían personas funcionales para crear y compartir ambientes colectivos y colaborativos que nutran la diferencia, el respeto y el valor de lo simple.

Las pequeñas cosas son una gran revolución de vida. El cambio del modelo económico depende de nosotros y nosotras, del cambio en nuestros análisis de consumo, porque somos lo que consumimos. La relación con la Gaia no depende solo de las consultas previas y del valor que le demos a esa travesía; es necesario respetar y racionalizar el consumo del agua, liberar la patente de las semillas, volver al pequeño cultivo de pancoger, a la agroecología y a la huerta, donde el control de plagas y pestes está en manos de plantas madre que, con su poderosa energía, dominan el resto. Bajo el precepto de la mejora continua, del progreso.

Ese progreso transforma nuestra relación con los animales, porque su sintiencia nos inspira, ya sea en un animal de compañía o en la representación de una especie que nos brinda fuerza, protección y progreso.

Hoy, en Cali, alzamos la voz las mujeres de América para liberar nuestras condenas heredadas, porque aquí hay historias modernas, historias inspiradas en la coherencia del cambio y la salvación del planeta azul.

Y con pasión podemos escucharnos y con pasión podemos lograrlo. Es necesario desmantelar el patriarcado, el consumo devorador que aquí se consume junto con la vida misma y no tiene retorno.

Esta semana en el Valle ha sido un reto, el reto de la COP 16, el reto de la flor de Inírida y el reto de la flor del trabajo, todo esto dedicado a las madres, a las hermanas, a las mujeres y a las hijas de a pie, ¿por qué no? El mundo es parte del cambio, y el cambio está en la transformación de este modelo económico extractivista hacia un modelo cuidador y responsable.

Marcela Clavijo

Presidente Trump

Con las elecciones de EEUU en su etapa de cierre, la contienda entre Demócratas y Republicanos está para alquilar balcón. Con el entusiasmo de su anuncio, Kamala Harris no solo había recuperado el terreno que Joe Biden había perdido, sino que se perfiló como favorita para derrotar a Trump, especialmente después de un gran debate. Sin embargo, con el paso del tiempo, este entusiasmo parece haberse evaporado, y ahora Trump cierra el mes de octubre con la delantera. A una semana de elecciones según Real Clear Politics, Kamala tiene 215 votos electorales seguros, mientras que Trump llega a 219, con 104 por decidir.  Si estos votos siguieran las tendencias de las encuestas de sus estados, Trump ganaría 93 de ellos. La victoria se consigue con 270 votos electorales, y para Colombia hace mucha diferencia el ganador. 

La “apuesta” del actual gobierno colombiano solo por los demócratas, se empieza a ver increíblemente equivocada. Sus consecuencias serán dañinas, especialmente si Trump es presidente.  Las voces que argumentaban no tomar partido interno no fueron escuchadas. El lado positivo es que existe la posibilidad que por primera vez tengamos dos senadores de descendencia colombiana, un demócrata, Gallego en Arizona, y un republicano, Moreno en Ohio, este último, hermano del gran embajador en EEUU Luis Alberto Moreno.

 

En los seis estados que son los determinantes para esta contienda electoral, Kamala Harris no solo alcanzó a disfrutar amplias ventajas de más de cinco puntos porcentuales, sino que, además, se pensaba que otros serian competidos. Sin embargo, al domingo antes de la publicación de esta columna, el promedio de encuestas de esos estados da a Donald Trump ganador por 0.9%. Más grave aún para las posibilidades de Kamala, ella también pierde en los siete grandes sitios de apuestas sobre el próximo presidente. El mercado, en promedio, acorde con RCP Average, le da a Trump un 61.0% de probabilidades de ganar, frente a un 38.0% para Harris. El tema no pinta bien.

En el Senado, independiente del candidato presidencial, los demócratas enfrentan una elección muy difícil y es probable que pierdan la mayoría. En EEUU, el Senado se va eligiendo por terceras partes cada dos años, acorde con sus periodos de seis años. Aún, con cinco estados en competencia, la expectativa es que los Republicanos superen la mayoría de 51 cómodamente. En la Cámara de Representantes, hoy con control Republicano, se piensa que un buen desempeño por parte de Kamala podría inclinar la balanza. Con 207 cámaras fijas, los Republicanos requieren ganar 11 de las 32 que son cometidas para retener su mayoría.

Este resultado del Congreso no es solo un análisis político, el mundo es muy diferente si Trump controla el gobierno sin contrapeso en comparación con un escenario donde la Cámara de Representantes lo frena. Distanciarnos de los Republicanos con este nuevo mapa es un error estratégico, sumarle ser el principal enemigo de Israel, atacar a Elon Musk, y ser neutros frente a Rusia tampoco ayuda. La vez pasada Trump trató de simplificar la relación bilateral al dato de siembra de coca. La calma de Duque, pero especialmente la buena gestión Juan Carlos Pinzón, salvó la relación. Ahora con el desastre de pasar las 250 mil hectáreas de coca sembrada, no sé quién la va a salvar.

Simón Gaviria

Tiempos de scroll

Voy de compras con mi hija y me enseña en la librería del pueblo, en la sección de obras clásicas en inglés, todos los títulos que quiere comprarse: Mujercitas, el Gran Gatsby, Dracula, Jane Eyre, los Hermanos Karamazov… Más de diez.
Dice que quiere disfrutar del otoño, y de estas vacaciones, leyendo. Yo no digo nada, pienso en lo mucho que me gusta que lea, que sepa viajar por otras vidas, otros mundos y épocas. La abrazo, me siento orgullosa de ese hábito suyo tan bueno.

¿Por qué soy tan caprichosa?,- me dice acto seguido. Creo que experimenta esa desazón que provoca desear algo mucho y no poder conseguirlo en el momento.

 

Me toca hacerle ver que la vida es tiempo de espera y que ese a tiempo hay que sacarle provecho, cada uno con nuestros medios, pero dejarnos llevar por la ansiedad, la desazón de no conseguir pronto lo que esperamos sólo nos lleva a la tristeza, a un hueco infinito que puede acabar en oscuridad.

La animo haciéndole un plan rápido de finanzas con su paga; si ahorra, en un mes pueda comprarse cinco y recuerdo que pronto celebraremos su santo, tal vez podamos regalarle dos libros, pero que aún quedan días y toca seguir esperando.
Esperar refuerza la voluntad

Mis otros hijos tienen caprichos más caros que diez libros clásicos. Les hago esperar siempre, no por fastidiar, sino porque son varones, activos, enérgicos, a veces irreflexivos e hijos de un tiempo que ha acortado la espera, ha quitado la pausa, ha suprimido el aburrimiento, el misterio del tiempo y han relegado el aburrimiento de sus vidas a tiempos de scroll. La consecuencia peor es que la imaginación pareciera casi muerta y creen que todo lo breve es mucho más atractivo y llevadero.

Aún son jóvenes y no tienen esa desazón por las cosas que desean, porque tampoco guardan grandes deseos y anhelos, aún no quieren vivir grandes aventuras o recorrer otros mundos. Son de aquí y ahora y de la adrenalina que sueltan cuando juegan online con sus amigos.

Salvarlos del scroll

Pienso en su edad adulta… Leer les aburre, ver televisión les duerme, la música la escuchan de fondo. Mi esperanza estaba puesta en el colegio, pero no ayuda que hayan impuesto los medios digitales como material de aprendizaje así que hemos puesto nuestras esperanzas en dos clásicos que no fallan: darse a los demás y el deporte.

Lo de darse a los demás de momento lo trabajamos en casa a base de encargos y tareas domésticas. Es un ayudar, un trabajar a cambio de nada, sin recompensa, ni tesoro de puntos y estrellas. Bastante agotador para una servidora que repite como mantras que Fulanita saque a los perros, que Zutano ha de regar plantas o que Mengano ayude con la colada, que se reproduce sin cesar.

La otra gran estrategia contra el tiempo de scroll es el deporte porque a la actividad física, al tiempo de partido, al esfuerzo puesto en cada jugada se unen las ganas de ganar, de triunfar, de mejorar, de superarse, de conocer y abordar la estrategia del contrincante, cambiar sobre la marcha el rumbo, mejorar la táctica… y eso, de momento, el scroll no lo ha matado del todo, aunque a veces se enfrentan a chicos que en veinte minutos han perdido la motivación por competir y les pegan unas palizas increíbles, pero ganar así no los motiva tanto.

Almudena González

¿Los verdes reunidos o re-unidos?

No ha sido un año fácil para el Partido Alianza Verde. Todo indicaba una escisión o ruptura en las filas de esta fuerza política que medios periodísticos, opinadores y hasta voces desde el interior de los verdes vaticinaban que ocurriría en este segundo semestre que termina. En círculos de la derecha política y hasta en cierta izquierda sectaria prendían velas para que ello ocurriera. Las públicas diferencias al interior de su bancada en el Congreso de la República respecto del gobierno de Gustavo Petro y sus principales iniciativas legislativas, y las contradicciones entre sectores de más tradición de izquierda o centroizquierda versus voces más cercanas a posiciones de derecha o centro derecha, alimentaban el vaticinio de la terminación de esa convivencia política en un mismo partido. Por eso resulta una noticia inesperada, que ha pasado inadvertida, la reunión nacional que acaban de realizar los Verdes esta semana en el marco de la COP16 en Cali.       

La Alianza Verde ha sido una fuerza política alternativa de primera línea en la política colombiana del último tiempo. Protagonizó la Ola Verde en las presidenciales del 2010 de la mano de Antanas Mockus, conquistó la Alcaldía y gobernó con solvencia la Capital de la Republica con Claudia López. Se apropió como ningún otro agrupamiento de las banderas de la anticorrupción promoviendo con éxito la única consulta popular que se haya realizado en este sensible tema, ha intentado -con menor éxito- constituirse en el referente político del ambientalismo, se comprometió sin ambages en la lucha por la paz, ha concurrido en la movilización ciudadana por los derechos sociales, ha trascendido como fuerza territorial en centros urbanos y regiones como Boyacá, Valle del Cauca, Eje Cafetero, entre otros,  y ha sido protagonista en el debate público y parlamentario en los principales temas de la agenda política.      

 

Por eso, una fractura de la Alianza Verde que amenace su existencia no era una buena noticia para la democracia colombiana. Nuestro sistema político necesita fuerzas políticas pluralistas, democráticas en su vida interna y cuya existencia no dependa de un caudillo carismático, con vocación de permanencia y capaz de conectarse con los sectores populares, las clases medias y la opinión publica para movilizarlas en una perspectiva de cambio y transformación social. El encuentro nacional de los Verdes al reunir a todos sus diputados, concejales, buena parte de su bancada parlamentaria, dirigentes nacionales y representantes de los 1.800 electos de todo el país, por si solo es un esperanzador mensaje que despeja el fantasma de la división.    

Contrario a un ácido enfrentamiento entre sectores políticos, fue un reencuentro fraterno que promete un clima favorable a la reunificación del Partido Verde de cara las batallas políticas y electorales que se avecinan. De una importancia singular fue la discusión política con un importante contenido académico que abordaron los Verdes en esta cita. Porque no se trata de una unidad formal o de una foto para la galería, sino de concurrir alrededor de una ruta y unos mínimos programáticos que le propongan un sentido al Estado y la sociedad colombiana para los nuevos tiempos que vienen. Una nueva ilustración ecocentrica que imponga un paradigma de la vida que supere el antropocentrismo de los siglos XVIII y XIX y un nuevo keynesianismo que le conceda al Estado y a la esfera pública un papel emprendedor e innovador, como lo aconseja Mariana Mazucato, son imperativas reflexiones que los Verdes empiezan a discutir para definir sus nuevas apuestas y propuestas en tiempos de crisis climática.

Esta reunificación verde debe reafirmar su lugar alternativo en la política colombiana; debe profundizar su compromiso ecológico y social y debe avanzar en mayores niveles de identidad política sin perder la riqueza de su pluralismo. Pero lo mas importante es la conciencia de que su fortalecimiento es un gran activo para la segunda ola de reformas progresistas que el país reclama. Una ola que debe ser de nuevo Verde.        

Antonio Sanguino

Los BRICS y la alineación múltiple del Sur Global

La semana pasada se reunieron en Kazán, Rusia, los nueve países integrantes de los BRICS+ compuesto inicialmente por Brasil, Rusia, India, China, Sur África y ahora con cuatro nuevos miembros, Egipto, Etiopía, Irán y Emiratos Árabes Unidos, acompañados de una treintena de socios e invitados; todos del Sur Global. La consolidación del bloque como actor geopolítico independiente da fe del debilitamiento progresivo del sistema internacional surgido después de la segunda Guerra Mundial y del modelo de la globalización de mercado de la posguerra fría liderado por Estados Unidos. Llegó la hora de reconocerle voz y representación a los países emergentes y en desarrollo pues ya reúnen una tercera parte del PIB y la mitad de la población mundial.

En la declaración final de la Cumbre de Kazán, los BRICS+ hacen ver su intención de convertirse en jugador geopolítico relevante del nuevo mundo multipolar que se está gestando. En tal dirección aborda las disputas centrales de la actualidad, desde la reforma de la ONU y la no proliferación de armas nucleares en el espacio y en el Medio Oriente, hasta el rechazo a las sanciones ilegales de Estados Unidos y la Unión Europea y la construcción de una arquitectura financiera internacional alternativa.   

 

Respecto de Naciones Unidas, proponen una reforma integral que democratice el Consejo de Seguridad, el FMI, el Banco Mundial y la OMC. Anuncian que están organizando una infraestructura de mensajería interbancaria alternativa al SWIFT, supervisado por EE. UU. y, por tanto, funcional a las sanciones unilaterales e ilegales que hoy pesan sobre una tercera parte de los países del mundo y las cuales rechazan enfáticamente.

La Iniciativa de Pagos Transfronterizos de los BRICS irá acompañada de la plataforma BRICS Clear que permitirá el pago de transacciones internacionales con monedas propias, utilizando el Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS como cámara de compensación para abrir nuevas avenidas al comercio internacional entre los países del sur y, de paso, obviar las sanciones ilegales mediante la desdolarización progresiva.

Los BRICS aparecen en la escena geopolítica actual jugando un papel de contrapeso similar al del Movimiento de Países no Alineados en el siglo pasado, pero con una posición diferente y pragmática respecto de las grandes potencias en disputa. En reemplazo de la no alineación, pareciera que han optado por un enfoque de alineación múltiple, para aprovechar los beneficios de ambas y promover la distensión y paz mundiales.

En esa dirección, han asumido una estrategia de reducir las tensiones mutuas, como en el caso de los conflictos fronterizas entre India y China. Con visión de largo plazo y la convivencia pacífica como meta, abogan la solución dialogada de los conflictos con negociaciones en la guerra de Rusia contra Ucrania, un cese al fuego inmediato y el reconocimiento pleno del Estado Palestino y el proceso de paz en Yemen bajo los auspicios de la ONU. La Declaración de Kazán está dando contenido y voz al Sur Global. Su voluntad de acción, peso y cohesión dentro de una alineación múltiple hacen factible que ahora si sean escuchados.

Clara López Obregón

Esa película ya la vimos

Ecuador padece diariamente hasta 10 horas de racionamiento del servicio de energía. Esa película ya la vimos, se rodó en Colombia hace 32 años, cuando sufrimos los rigores de un racionamiento similar, que se extendió por espacio de 14 meses entre los años 1992 y 1993. Allá se esta reeditando.

La causa raíz de cuanto acontece en Ecuador es muy similar al caso colombiano: 1) dependencia en un 79% de la generación hídrica (Colombia 80%). 2) atraso en la ejecución de los proyectos de generación y transmisión debido a la estatización del sector y a la falta de espacio fiscal (en Colombia absorbía el 45% de la deuda pública) para las inversiones requeridas. 3) de 3.000 MW capacidad instalada de generación térmica, solo 700 MW están operativos por obsolescencia y falta de mantenimiento (Colombia : ídem, el caso más patético fue el de CORELCA) por falta de recursos. 4) las tarifas las fija el ejecutivo, sujeta a consideraciones políticas y no técnicas ( en Colombia se hizo célebre la frase de un Presidente dando instrucciones para que subieran “ondulantemente suave” sin consultar los costos, afectando el flujo de caja de las empresas) 5) entonces como ahora, la sequía sirvió de detonante del apagón ya que cuando el nivel del agua baja es que se sabe quién venía nadando desnudo!

 

Veámonos en el espejo de Ecuador y como dice el adagio cuando las barbas de tu vecino veas arder pon a remojar las tuyas!

Amylkar David Acosta Medina