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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Opinión

“Con hambre en la camiseta”

Que orgullo nos trae ver a los colombianos participar en estos juegos olímpicos, muchos de ellos con ganas de representar a un país que ha sido egoísta, pues a lo largo de la historia a aquellos “súper héroes” como los tilda el Gobierno y sectores afines, han recorrido un camino lleno de incertidumbre y soledad, como se dice popularmente “con las uñas” para ganarse un cupo en la justa olímpica que los convoca cada 4 años; es por eso que cada triunfo de un compatriota es tan expresivo y conmovedor, pues somos un país lleno de berraquera y ganas de salir adelante, detrás de cada deportista existe una historia que muchas veces se remonta al sueño de tener vivienda propia o ayudar a su familia, esta misma historia sobre la que no fijo la mirada un estado populista y conveniente que aparece con sumos de grandeza cuando sus guerreros ya están en la cima.

Es admirable y un tanto nostálgico, escuchar las historias de vida de nuestros deportistas, por eso el título de este escrito, mientras que en otros países los atletas llegan en condiciones óptimas para ser campeones, los nuestros llegan con hambre y una horrible angustia por ganar, pues se están jugando el futuro de ellos y de su familia.

 

Con un ejemplo simple, veremos la diferencia que hay con algunos países respecto a los incentivos económicos que se obtienen por ser medallista olímpico, mientras que Hong Kong le otorga al ganador de la medalla de oro unos 3.134 millones de pesos, Israel unos 1.122 millones de pesos, Colombia le entrega unos 343 millones de pesos a quien consiga la presea dorada, muchos podrán pensar que es una gran suma, pero no son conscientes del sacrificio diario que vive cada deportista durante 4 años de preparación, máxime cuando no cuentan con los espacios deportivos idóneos, indumentaria adecuada y demás prebendas necesarias para llegar en óptimas condiciones al encuentro más importante de su vida.

Aunado a lo anterior y haciendo un análisis al presupuesto presentado para el año 2025 por el Gobierno Nacional, llama la atención que en plenos juegos olímpicos y ante el llamado del pueblo colombiano que pide más garantías para los deportistas, se proponga disminuir los recursos para el Ministerio del Deporte, pues haciendo una comparación entre el año 2024 y 2025, el presupuesto de inversión en el sector de deporte y recreación se redujo en un 69,3 %, siendo el sector con el recorte más alto, dejando un triste mensaje, pues está más que comprobado que el deporte ha salvado vidas y es una verdadera alternativa para triunfar en el país.

Vale la pena aclarar que el poco apoyo que ha tenido el deporte en Colombia, no solo ha sido de este gobierno, pues desde el año 2015 este tema siempre ha sido motivo de discusión, se ha intentado mediante leyes otorgar mejores condiciones económicas a los deportistas, desde dinero hasta Casas como retribución a su honorable representación, y que en muchos casos ha sido objeto de polémica pues los deportistas se quedan esperando tales promesas.

Lo cierto es que Colombia debe reconocer el innegable talento que tiene para el deporte, y no desconocer que en muchos lugares del país la única salida para salir de la pobreza es ser futbolista o atleta y esa debe ser la apuesta de este y los gobiernos que vienen, apoyar los sueños de los niños y niñas que quieren regalarle una alegría a este país por medio del deporte.

Cesar Orlando Amaya Moreno

Doblando la apuesta

A mitad de su mandato el presidente Petro dobla su apuesta de paz. Decide instalar dos nuevas mesas de diálogos con el Clan del Golfo y las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada, con lo cual suma nueve procesos de negociación simultáneos; anuncia acelerar la implementación del Acuerdo del Teatro Colón con la Ex FARC; y se compromete en una estrategia de pactos territoriales en varias regiones del país que como el Catatumbo, el Sur de Bolívar o el pacífico nariñense agrupan territorios excluidos económica y socialmente y son escenarios de violencia, economías ilícitas y débil presencia del Estado.

Es una apuesta sumamente arriesgada. Porque ocurre en medio de un estado en cuidados intensivos de los procesos que más han exigido esfuerzos del Gobierno. El cese al fuego con el ELN llegó a su fin y esta organización declaró en estado crítico el proceso, lo que ha obligado al propio presidente anunciar una comunicación confidencial a sus voceros con fórmulas que permitan destrabar el dialogo, mientras se instala formalmente la negociación con los Comuneros del Sur, estructura que formalizó su disidencia de los elenos.

 

El denominado Estado Mayor Central se reventó y el Gobierno mantiene la mesa con varios de sus bloques al mando de alias Calarcá y Andrei quienes se rebautizaron como Estado Mayor de Bloques, mientras responde con una ofensiva militar a Iván Mordiscos y sus degradadas estructuras armadas. Y contra quienes han proclamado la inconveniencia e inviabilidad de volver a negociar con quienes abandonaron los acuerdos de paz, se abre una negociación con la Segunda Marquetalia de Iván Márquez.

“Total” es el apellido con el que el Gobierno ha bautizado su política pública en esta materia, para corregir la venenosa versión de “paz con legalidad” del periodo Duque. Adecuó la ley de orden público y logró que el Congreso le aprobara la ley 2272 del 2022 que reivindica la paz como una política de Estado, establece regiones de paz que serían objeto de programas de transformación territorial y escenarios de dialogo con actores armados, reitera el compromiso con la implementación del Acuerdo del 2016, y entrega facultades al presidente para adelantar negociaciones con guerrillas que conserven su vocación política y estructuras criminales de alto impacto. Para este segundo tipo de grupos, calificados por especialistas como bandas neoparamilitares y organizaciones multicrimen, el control constitucional adelantado posteriormente por la Corte Constitucional a la Ley de Paz Total, conminó al gobierno y al Congreso para expedir una ley que establezca las condiciones de su sometimiento a la justicia.

En gracia de discusión podríamos aceptar que las decisiones presidenciales se apegan al libreto de La Paz total. Que es una salida audaz, una fuga hacia adelante a la que nos tiene acostumbrado al jefe de Estado. Que ante las dificultades y las exigencias de resultados en términos de acuerdos con las organizaciones y grupos sentados en la mesa, el gobierno se arriesga por ampliar las interlocuciones. Que hace esfuerzos por desactivar todos los fenómenos de violencia con arraigo territorial, acudiendo indistintamente a la vía negociada con organizaciones que aún conservan vocación política y con estructuras criminales mafiosas. Petro quiere, a como de lugar, cumplir su promesa de una paz completa y corregir la historia de paces parciales o parceladas que caracterizan 30 años de acuerdos escalonados con 10 organizaciones armadas que arrancó con el M19 en 1990 y terminó con las FARC en el 2016. El Presidente lo quiere todo y al mismo tiempo para, y no le falta razón, evitar que La Paz pactada con un grupo en las regiones de nuestra geografía violenta sea acechada o borrada por las violencias que se mantienen y fortalecen.

Pero los riegos son evidentes. Hay razonables dudas sobre la capacidad del gobierno y su oficina del Comisionado/Consejero de Paz para atender las nueve mesas de paz abiertas. Es como querer hacer en los dos años que restan del gobierno Petro lo que el Estado colombiano ha hecho en tres décadas. Muchos se interrogan por la fortaleza institucional y la disponibilidad financiera para atender los compromisos del Acuerdo de Paz del 2016 y los que se deriven de los acuerdos de cumplimento inmediato que se están cocinando en las mesas instaladas. Y salta el gran interrogante de la continuidad en el próximo gobierno de los procesos que no alcancen a culminar con la firma de acuerdos de paz definitivos en la era Petro.

Sería aconsejable que esta apuesta arriesgada esté acompañada de metas realistas para los próximos dos años. Antes del 7 de agosto del 2026 Petro debería entregar acuerdos exitosos y procesos de negociación cuya irreversibilidad impida que un nuevo gobierno nos niegue el derecho a La Paz que nos prometieron los Constituyentes del 91. Solo así valdría la pena haber doblado la apuesta.

Antonio Sanguino

Crónica de una madre angustiada

Doña Ana es una madre cabeza de hogar con dos hijos de 6 y 8 años. Dice su familia que siempre se ha caracterizado por ser una mujer con carácter y echada para adelante. Pero esta semana pasó las verdes y las maduras porque, de un momento a otro, en el colegio público donde estudian sus niños en la localidad de Usaquén dejaron de darles su almuerzo. ¡Sin mayor aviso!

En una improvisada circular, la justificación dada por esta Institución Educativa Distrital, IED, fue que un desagüe en la cocina estaba dañado, razón por la que cada quien debía solucionar como pudiera.

 

La señora Ana, quien se gana un salario mínimo, resolvió fiando en una tienda cercana a su casa para poder alimentar a sus niños. Así como ella, también padecieron la situación otros padres de familia de este colegio que cuenta con cerca de dos mil estudiantes en ambas jornadas.

Es aquí donde vale la pena preguntarse, ¿y la Secretaría de Educación? ¿Cuál fue la solución brindada? Tuvo que pasar una semana para que, ante las alertas que presentamos en medios de comunicación, buscaran cómo resolver el problema. Hay que recordarle al Distrito que se trata de niños en edad de crecimiento y que ante este tipo de eventualidades su deber es actuar inmediatamente, sin dilaciones ni pretextos.

Sumado a esto, y siguiendo en los zapatos de doña Ana, en las últimas semanas también tuvo que echar mano de familiares y amigos para que cuidaran de uno de sus hijos, pues en este mismo colegio donde no dieron almuerzo, tampoco hubo clases varios días por la ausencia de una docente. Estas fallas en el calendario escolar se traducen en atrasos en el aprendizaje de cualquier menor. Y, evidentemente, el Distrito está siendo incapaz de resolver los problemas diarios que se deben sortear en cualquier institución.

Pero la angustia de doña Ana va más allá. Esta misma semana se enteró que la Secretaría de Educación recibió más de 13 mil alertas por violencia y abuso en los colegios públicos durante el primer semestre del año. Un promedio de 77 casos al día.

Este dato se suma a las 3.625 alertas sobre consumo de sustancias psicoactivas, lo cual se traduce en 20 llamados al día en promedio. Es decir, niños, niñas y adolescentes están expuestos constantemente a drogas y a alcohol en entornos escolares.

Y qué decir de los asuntos de salud mental. El Distrito registró 4.539 alertas provenientes de los colegios entre enero y junio por conducta suicida. Prácticamente 25 alertas diarias por parte de los 752 colegios públicos que hay en la ciudad.

Tiene razón doña Ana en expresar su angustia y temor, pues no sabe a qué se exponen sus hijos a diario. Sin embargo, ella dice que no tiene alternativa, y como de costumbre, se va a trabajar, se encomienda a Dios y ruega que a sus hijos no les pase nada.

Andrés Barrios Bernal

¿Democracia restringida? Mito o realidad

Mucho se habla de nuestro ideal sistema democrático y de su tradición en América Latina, pero poco se habla de lo injusto que este puede llegar a ser, y de cómo esta misma democracia, tantas veces aplaudida, posibilita que algunos sectores políticos impongan la dictadura de la exclusión o del sometimiento.

La afirmación de que el sistema electoral en Colombia para elegir congresistas, diputados/as, concejalas/es o integrantes de las Juntas Administradoras Locales, que utiliza mecanismos como la cifra repartidora y el umbral electoral, es restringido y antidemocrático, se basa en varios argumentos relacionados con la representación política y la exclusión de diversas fuerzas políticas minoritarias o que representan nuevas tendencias ideológicas en el proceso democrático.

 

Hace apenas unos días, en una reunión destacada tanto por la calidad de sus participantes como por la representatividad cuantitativa de estos, en la que intervinieron delegados y delegadas de partidos políticos pequeños pero profundamente comprometidos con ideales de cambio, justicia social, equidad y paz, quienes se identifican como Unitarios, surgió la discusión sobre la necesidad de una reforma política. Esta reforma debería mejorar la representación política y fortalecer la democracia directa.

Afloraron en el debate cuestionamientos sobre la llamada Cifra Repartidora. Desde su implementación en Colombia, este método de asignación de escaños ha favorecido a los partidos más grandes y establecidos, ya que tiende a distribuir las curules de manera que beneficia a las listas con mayor votación inicial. Así, la adopción de la Cifra Repartidora limita la representación de partidos más pequeños o emergentes, imponiendo dificultades para obtener una representación proporcional a su apoyo electoral.

Esto conduce a que muchas agrupaciones necesiten renunciar a los ideales que les dieron origen y someterse a las condiciones de agrupaciones más grandes, con quienes no siempre comparten la totalidad de los ejes programáticos. Se construyen lo que podemos llamar “falsos partidos”, cuya vocación fundamental es conseguir votos suficientes, aún a costa de renunciar a los intereses de sus afiliados.

En las elecciones legislativas de 2022, partidos como el Liberal obtuvieron un número de escaños significativamente alto en comparación con su porcentaje de votos debido a la cifra repartidora. Un análisis realizado por La Silla Vacía destacó que «la fórmula de la cifra repartidora tiende a concentrar los escaños en manos de partidos que ya tienen una base sólida de votantes, lo que dificulta el crecimiento de nuevas agrupaciones políticas

De otro lado, existe el llamado Umbral Electoral, que es un porcentaje mínimo de votos que un partido debe obtener para poder acceder a la asignación de escaños. Es bien sabido que en nuestro país, este umbral puede excluir a partidos pequeños y minoritarios de la representación legislativa, lo que puede limitar la diversidad política en el Congreso y reducir la capacidad de nuevas voces y movimientos para participar en el proceso legislativo. Partidos o agrupaciones política regionales, ambientalistas, animalistas, feministas, etc., ven limitadas sus opciones de tener una voz en el Congreso de la República.

En las elecciones legislativas de 2018, varios partidos pequeños, como el partido ASI (Alianza Social Independiente), no lograron superar el umbral del 3%, quedando fuera de la representación legislativa a pesar de tener un apoyo significativo en algunas regiones del país, lo que les obligó en las elecciones de 2022, entre otras consideraciones, a hacer parte de la Coalición Centro-Esperanza.

El uso de la cifra repartidora y el umbral ha llevado a una representación desproporcionada en el Congreso, donde el número de escaños no refleja con precisión la diversidad de opiniones y preferencias de los votantes. Esto a su vez, ha llevado a una percepción de que el sistema favorece a las élites políticas y limita la capacidad de cambio a través de las urnas. De allí la necesidad de que se estudie la posibilidad de abordar un reforma política que además reconozca la capacidad de las organizaciones sociales, comunitarias, étnicas y comunales de opinar políticamente y legislar en relación con sus intereses.

Al favorecer a los partidos más grandes, el sistema contribuye a la concentración del poder político, reduciendo la interlocución con el poder ejecutivo y el poder judicial, solo a los partidos mayoritarios, generando  vicios de manipulación, corrupción, imposición de mayorías, compra de votos conocida como ‘mermelada’ y otros vicios que corrompen la democracia. Estas falencias del sistema electoral trae como resultado un sistema político menos inclusivo y menos receptivo a las demandas de la ciudadanía, y unos partidos alejados de las sociedad y sus expresiones organizadas y no organizadas, ligados más a la acción y la componenda parlamentaria,

Cuando los votantes perciben que sus opciones políticas tienen pocas posibilidades de obtener representación debido a las barreras estructurales como el umbral, esto puede desincentivar la participación electoral y contribuir a la apatía política. Un estudio de la Universidad de los Andes reveló que «la percepción de que el voto por partidos pequeños es un ‘voto perdido’ desmotiva la participación ciudadana, especialmente entre los jóvenes y las poblaciones marginadas». Expresiones manipuladoras de la autonomía del electorado como el llamado al ‘voto útil’, limita que nuevas expresiones políticas puedan acceder a los espacios en donde se debaten las leyes y la normas.

Es necesario pensar en un mecanismo que combine la democracia directa, el poder del ciudadano constituyente y las Asambleas Populares, con la representación popular y política en los diferentes escenarios de deliberación, como el Senado, la Cámara de Representantes, las Asambleas Departamentales, los Concejos y las Juntas Administradoras Locales. Hay que buscar una fórmula que concilie el poder directo del constituyente primario con la enajenación del poder que se realiza cada cuatro años.

La necesidad de una reforma electoral que aborde estas preocupaciones es un tema recurrente en los debates políticos, con propuestas para disminuir el umbral y revisar el uso de la cifra repartidora para mejorar la representatividad y equidad del sistema electoral colombiano, de esta forma, también se haría más atractiva la ruta democrática, para aquellas personas que deciden abandonar la lucha insurgente y construir paz.

Luis Emil Sanabria D.

Las EPS se gastaron la plata de la salud en clases de yoga

Esta semana la Contraloría General de la República reveló un nuevo informe sobre el mal uso que hicieron las EPS de los recursos públicos durante la pandemia. En un momento donde todo el pueblo colombiano estaba preocupado por hacer frente a la emergencia, las EPS vieron la oportunidad perfecta de utilizar el dinero de la gente para su beneficio personal, dejando claro la insostenibilidad de un negocio en donde la administración de lo público se le deja a los privados.

En el año 2020 las personas dejaron de solicitar varios servicios médicos, por obvias razones. A esto se le debe sumar que el Gobierno de la época, teniendo que hacer frente al Covid-19, destino un adicional de 41 billones de pesos para el sistema de salud con el objetivo de que no se utilizaran recursos de la UPC para la pandemia de manera tal que hubiese dinero suficiente para cubrir todos los servicios en salud no relacionados con el tratamiento del coronavirus.

 

Bajo este escenario de una menor cantidad de eventos en salud atendidos y dinero extra disponible es que afirma la Contraloría que las EPS tuvieron para la vigencia 2020 un remanente de más de 11 billones de pesos de la UPC, es decir, 11 billones de pesos provenientes de la cotización para salud que hacen los trabajadores y los impuestos que pagan las personas para financiar el sistema de salud.

Al ser la UPC un recurso proveniente del Presupuesto General de la Nación las EPS tienen la obligación de someterse al principio de anualidad que le aplica a cualquier entidad que maneje recursos públicos. Este principio dicta que el dinero que no se haya gastado en la vigencia debe ser devuelto al Tesoro Público, no puede ser utilizado para un propósito distinto al que fue asignado ni puede ser retenido por la entidad.

No obstante, las EPS que se han acostumbrado a tratar lo público como si les perteneciera decidieron que estaban por encima de la ley, que esos más de 11 billones que no ejecutaron en atención en salud no los tenían que devolver sino que los podían utilizar para solventar sus negocios particulares.

Dice la Contraloría en su informe que al menos 6 billones de pesos los utilizaron para pagar deudas que tenían con proveedores y prestadores de servicios de salud, deudas que de ningún modo pueden ser pagadas con la plata de la UPC pues esta tiene una destinación muy específica, que es la atención en salud. Les correspondía a las EPS como empresas privadas que son poner su propio capital para cumplir con compromisos adquiridos, pero les pareció mucho más conveniente utilizar el dinero de la gente y no tocar el bolsillo propio.

Pero eso no es lo peor, hay $5.3 billones de pesos que están embolatados. Cinco veces la totalidad del contrato de Centros Poblados sobre los cuales no hay claridad cómo se gastaron, aunque sí indicios de que fue para todos menos para la atención en salud de la gente. Por ejemplo, en el caso de la Nueva EPS se destinaron 40.000 millones de pesos para pagar honorarios de ejecutivos, clases de yoga, pautas radiales, entre cualquier otra cosa menos las necesidades de los pacientes.

El informe de la Contraloría ayuda a entender por qué las EPS prefieren decir que salen del sistema antes de aceptar su transformación, puesto que tratan lo público como su caja menor. ¿Dónde más van a conseguir un negocio en donde no tienen que poner plata propia para sus gastos, sino que pueden utilizar la de los colombianos?

La estructura actual del sistema de salud es insostenible, se fundamenta en unos actores privados que actúan con ánimo de lucro pero sin arriesgar su propio capital, utilizando para sostener sus gastos particulares el dinero de la gente. Es por esto que se necesita una reforma a la salud, en donde quede claro que el manejo de los recursos públicos le corresponde al Estado, no a unos intermediarios financieros.

Alejandro Toro

Wilson Borja, un imprescindible de la lucha política

Hablar de Wilson Borja es adentrarse en la historia viva de la resistencia y la lucha por una Colombia más justa. Su nombre, sinónimo de compromiso y valentía, resuena en el corazón de quienes han peleado incansablemente por los derechos de los trabajadores y por la construcción de una sociedad más humana. Borja no solo fue un líder, sino un símbolo de la tenacidad y la esperanza en un país atravesado por profundas desigualdades y conflictos.

Nacido en Bogotá el 1 de septiembre de 1951, Wilson Borja se destacó desde temprano por su dedicación a las causas sociales. Se forjó en el movimiento sindical, donde se convirtió en una voz poderosa para los trabajadores. Fue presidente de la Federación Nacional de Trabajadores al Servicio del Estado (FENALTRASE) y miembro destacado de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Su lucha no fue fácil; en un país donde la defensa de los derechos laborales ha sido constantemente amenazada, Borja se enfrentó a poderosos intereses y a una violencia sistemática contra los líderes sociales.

 

Tuve el honor de conocer a Wilson Borja cuando era dirigente estudiantil. Su carisma y firmeza en sus convicciones fueron una fuente de inspiración. Desde esos tiempos, su capacidad para movilizar y liderar con un enfoque inclusivo y democrático quedó grabada en mi memoria.

El 15 de diciembre de 2000, Wilson Borja sobrevivió a un atentado que buscaba silenciar su voz. Aquel día, un comando armado disparó contra su vehículo, dejando como saldo varios heridos y un mensaje claro: su lucha incomodaba a muchos. Sin embargo, lejos de amedrentarse, Borja emergió más fuerte, decidido a continuar su batalla desde el Congreso de la República. Fue elegido Representante a la Cámara por Bogotá en 2002, donde se destacó por su incansable labor legislativa en defensa de los derechos humanos y laborales.

En su paso por el Congreso, Borja impulsó leyes cruciales para la protección de los trabajadores y la dignidad humana. Su trabajo legislativo fue siempre guiado por un principio inquebrantable: la justicia social. Defendió la paz y fue un férreo opositor de la guerra y la militarización, abogando por soluciones políticas al conflicto armado que ha azotado a Colombia por décadas.

Al interior del Polo Democrático Alternativo, Wilson Borja se consolidó como un líder influyente. Su visión unitaria de una propuesta progresista fue clave para fortalecer al partido como una fuerza política comprometida con los derechos de los más vulnerables y la transformación social del país. Borja trabajó incansablemente para construir puentes entre diferentes sectores de la izquierda, siempre con la convicción de que la unidad es esencial para lograr cambios significativos.

Durante el gobierno de Álvaro Uribe, Borja fue objeto de constantes ataques y amenazas. La persecución política en su contra fue intensa, pero Borja, con una fortaleza admirable, logró salvaguardar su vida y continuar su labor. A pesar de los intentos de acallarlo, su voz permaneció firme, denunciando las injusticias y defendiendo la verdad.

Desde su tendencia política, el Combo Amarillo, Borja apoyó mi última campaña al Concejo de Bogotá. Su consejo, siempre sabio y oportuno, me guió en cada paso. Borja, fiel a sus principios democráticos, nunca temió al poder popular, sino que lo alimentó y fortaleció, enseñándonos a todos la importancia de la participación y la resistencia.

El legado de Wilson Borja es inmenso y su impacto, duradero. Nos deja un ejemplo de integridad y lucha incansable. Su vida es un testimonio de que, a pesar de los obstáculos y los intentos de silenciar la verdad, la justicia y la dignidad siempre encuentran su camino. En su memoria, debemos seguir trabajando por el país que él soñó: uno donde los derechos de los trabajadores sean respetados, donde la paz y la justicia prevalezcan, y donde cada ciudadano tenga la oportunidad de vivir con dignidad.

En estos tiempos, donde las amenazas contra los líderes sociales persisten y donde la injusticia sigue presente en muchas formas, recordar a Wilson Borja es reafirmar nuestro compromiso con sus ideales. Es un llamado a no rendirse, a seguir luchando con la misma pasión y dedicación que él mostró en cada paso de su vida. Un imprescindible de la lucha política, seguirá siendo una luz guía para todos aquellos que creen en un futuro mejor para Colombia.

Quena Ribadeneira

Venezuela: un reto para el interés nacional

Son muchas las voces críticas de la posición asumida por el presidente Gustavo Petro en unión de sus pares Lula da Silva de Brasil y Manuel López Obrador de México frente a la crisis suscitada por las elecciones en Venezuela.  Sin haber culminado un proceso de constatación objetiva de los resultados, ambos lados -gobierno y oposición- reclaman victoria. Frente a esta controversia que amenaza con desatar un ciclo de violencia, los tres presidentes han llamado a dirimirla por la vía institucional, con respeto a la soberanía popular mediante la verificación imparcial de los resultados y buscando el diálogo para la convivencia. Tanto Estados Unidos como la dirigente de oposición venezolana María Corina Machado ven con buenos ojos esta iniciativa.

Asumiendo como propia la narrativa de la oposición venezolana y sin esperar el dictamen final, la oposición colombiana deja de lado el interés nacional en función de la ideologización de las relaciones exteriores. Con esa perspectiva, acompañaron al gobierno Duque en el reconocimiento, sin conteo de votos, del autoproclamado presidente interino Juan Guaidó y apoyaron la propuesta belicista de Francisco Santos, entonces embajador de Duque en Washington, quién actuó igual que John Bolton, asesor de seguridad nacional de Trump y el secretario general de la OEA Luis Almagro, para conseguir que Estados Unidos optara por la “opción militar” en Venezuela.

 

Del 2019 para acá la situación internacional se ha complejizado. El presidente Biden expidió en octubre de 2022 la estrategia de seguridad nacional de su gobierno en la cual se protocoliza la competencia geoestratégica entre los Estados Unidos y China. Por su parte, China y Rusia habían acordado en febrero de ese año una “sociedad sin límites”. Ahora, esa confrontación geopolítica se atraviesa en Venezuela al reconocer China y Rusia como ganador al presidente Maduro y Estados Unidos, al candidato de la oposición, Edmundo González.

En este contexto, el llamado de los presidentes de Colombia, Brasil y México es la posición más sensata y acorde con el interés nacional de Colombia y la seguridad continental. Nuestro país comparte dos mil kilómetros de frontera con Venezuela, hay profundos lazos históricos entre los dos pueblos hermanos y ambos países albergan cuantiosa población del otro. Pertenecen todas las naciones nombradas a un continente de paz, sin conflictos bélicos entre sus integrantes. Son poderosas las razones que respaldan el llamado al diálogo y a una salida institucional en vez de a la continuada confrontación que puede conducir a soluciones de fuerza.

La abstención en la votación de la declaración contra Venezuela de la OEA ha sido otro acierto del presidente Petro. No tiene lógica mediar en un conflicto y golpear a una de las partes desde una organización multilateral a la que Venezuela renunció y cuya autoridad no reconoce. Ante una disputa que puede desembocar en una guerra civil o, incluso en un conflicto mayor, es necesario actuar con prudencia para que pueda operar la institucionalidad venezolana, saber probatoriamente que pasó en respuesta al clamor generalizado de una verificación transparente de los resultados y buscar un acuerdo de convivencia entre los dos sectores enfrentados.

Hago votos porque el interés nacional de Colombia y más ampliamente del continente americano prime en esta oportunidad sobre la confrontación ideológica que amenaza con prender la chispa que puede incendiar la pradera.

Clara López

De los peores años en la historia de la industria minero energética colombiana

A lo largo de la historia, se pueden identificar varios períodos difíciles para el sector minero-energético colombiano, algunos asociados a dinámicas propias del mercado internacional y otros en los que asuntos internos lograron frenar la expansión de este importante sector de la economía. No obstante, nunca como hoy había sido la intención deliberada de un gobierno la que, con múltiples acciones, ha procurado su desincentivo de manera tan evidente y contundente.

En primer lugar, se desarrolló una matriz de opinión adversa y se promovió un clima de conflicto en las regiones productoras, incluso como parte de la campaña que resultó en la elección del actual gobierno. Mediante el engaño y la exacerbación del odio y el resentimiento, se empezó a hacer más complejo y oneroso el desarrollo de algunos proyectos, los cuales tuvieron que ser abandonados.

 

Sin embargo, fue la designación de la primera ministra del actual gobierno, interpretada por muchos como un simple error de cálculo o una ligereza, lo que marcó formalmente el inicio del período oscuro en el que nos encontramos. Con gran acierto, la funcionaria logró sembrar las semillas de desconfianza e incertidumbre que frenaron el crecimiento del sector.

Pronto, el mismo presidente no vaciló en denigrar al sector en escenarios nacionales e internacionales, equiparándolo con el narcotráfico y despreciando la robustez técnica y científica de nuestra actividad y de quienes laboramos en ella. Aseguró que no se necesitaba «mucho cerebro» para el éxito de nuestras operaciones, lo que no solo evidenció la perversidad con la que se oficializaba la intención de destrucción, sino que también respaldó la gestión de la tristemente célebre ministra, promotora del decrecimiento económico y del anuncio de la importación de gas de Venezuela.

Pasando del dicho al hecho, la negativa a la suscripción de nuevos contratos de exploración, en un contexto de reservas y producción ajustadas en el país, fue la primera acción material que produjo efectos claros sobre la evolución de la industria. Esto se evidenció en la caída de las reservas, lo que pone en riesgo la soberanía energética e introduce señales inflacionarias y de desaceleración de nuestra economía.

La Reforma Tributaria marcó otro hito. Aunque parte de sus medidas fue atenuada por inconstitucionalidad, logró en complicidad con la mayoría del Congreso cargar con una sobretasa de renta a la actividad petrolera. Como es obvio, esto redujo las expectativas de generación de valor para inversionistas, empresarios, trabajadores, comunidades y, en general, la sociedad, poniendo al sector en una posición defensiva de reducción de inversiones y aceleración de retornos. Este ambiente, que ya era enrarecido, hoy vuelve a encender sus alarmas ante nuevos anuncios de mayores impuestos en la anunciada reforma que se pretende tramitar en la actual legislatura.

Con todo lo anterior, se ha construido un escenario que, sin duda, puede ser calificado como los dos peores años en la historia de la industria minero-energética colombiana.

Sin embargo, aunque el panorama luzca desolador, no podemos sucumbir ante la maldad que pretende arrastrarnos hacia la miseria. Por el contrario, es tiempo de apelar a la resiliencia y al coraje que nos caracteriza, y promover todas las acciones legales y constitucionales que hagan cesar este ataque a la brevedad posible. Es momento de unir a todos los colombianos con argumentos reales que demuestran que es con, y no contra, nuestra industria como podremos rescatar a nuestra nación de la pobreza, la destrucción y la muerte que prometen regímenes como el que se nos pretende imponer y que ya han destruido a varias naciones de la región.

Alejandro Ospina

Demagogia anticorrupción

No voté por Gustavo Petro en las elecciones presidenciales de 2018 y 2022. Voté en blanco. No voté por él por muchas razones, incluido que en 2010, luego de ser el candidato del Polo derrotado por Santos –el hombre de Uribe en esa elección–, Petro nos exigió que respaldáramos a Santos. Y como le rechazamos su desproporción, rompió con el Polo y, a punta de mentiras, se dedicó a hacerle daño.

Luego de dos años en la presidencia, he concluido que el gobierno de Petro resultó peor de lo que pensé, empezando porque ratificó el modelo económico neoliberal que está arruinando, entre muchos otros, a las fábricas de acero y a los ganaderos de la leche.

 

Por razones de espacio me centraré en la corrupción nacional, que no empezó hace dos años y no es de “manzanas podridas” sino un sistema nacional montado entre políticos, funcionarios públicos y negociantes privados. Tan maquiavélico que permite gobernar contra los colombianos y ganar y ganar elecciones, porque con la plata que se roban pagan los votos necesarios para vencer. ¿Y qué ha hecho Petro contra ese sistema de corrupción? Nada.

Sobre cómo financió Petro la campaña electoral, su hijo, Nicolás, explicó que Euclides Torres fue el gran financista en el Caribe y que “Laura Saravia se encargaba de ubicar a gente en cargos importantes, en sectores en los que Euclides tiene algún tipo de interés”. Y le ha ido muy bien. Porque en negocios de energías alternativas logró contratos por $180 mil millones y con la salud del magisterio –de la que los maestros carecen– coronó otro por $75 mil millones. ¿Cuántos más le dará el gobierno en los próximos años?

En su programa de gobierno, Petro prometió: “Lucha frontal contra la corrupción”, “reformar la justicia y los organismos de control”, “elección del Fiscal con total independencia del gobierno” y “reformar la Procuraduría y la Contraloría”. Y ahora, más cuentachistes. Porque no ha promovido ninguno de dichos cambios, sino que se ha dedicado a controlar esos organismos. Hasta la medianoche del 6 de agosto de 2022, estuvo Petro en persona cuadrando el acuerdo para el nuevo contralor, acuerdo que coronó con el Pacto Histórico y todos los partidos tradicionales.

Por la corrupción en la Unidad de Gestión de Riesgos y las acusaciones de Olmedo López, la Fiscalía le abrió investigación al ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, a quien Petro ha debido sacar del puesto. Y la “Fiscalía pone a la par a Olmedo López y a César Manrique en el caso Ungrd” (El Espectador, Agt.07.24), pero Petro tampoco le pide la renuncia a Manrique, aunque hay un agravante.

Porque en la alcaldía de Petro en Bogotá, a Manrique le estalló un escándalo de corrupción por la compra de cien motos eléctricas con sobreprecios, caso por el que la Fiscalía hoy le pide condena a la Corte Suprema de Justicia (Semana, Jun.12.24). Y Petro, como los peores políticos tradicionales colombianos, no reemplaza a Manrique porque, dice, no ha sido condenado.

País en el que se imponga que los funcionarios embadurnados con corrupción no pueden ser sacados de sus cargos por razones políticas, esperando que la Justicia falle, se pudrirá inexorablemente.

Cada día se confirma más que “el cambio” cierto en este gobierno es el de los petristas que han pasado a “vivir sabroso”.

Jorge Enrique Robledo

Mucho más que un simple reporte

La comunicación eficaz es un pilar fundamental para el compromiso con el ESG, ya que es esencial para demostrar el compromiso, el progreso y el impacto de la organización. Casi la mitad de los directores ejecutivos afirma que, hoy en día, sienten presión para explicar las prácticas ESG de sus organizaciones y convertirlas en una narrativa convincente.

Las organizaciones deberían considerar cómo comunicar sus mensajes para desarrollar una estrategia ESG más efectiva. Encontrar el tono adecuado inspirará a otros a involucrarse. Además, las organizaciones pueden adoptar una estrategia de divulgación que responda a los comentarios de los inversores, utilizando tanto estrategias de relaciones públicas como de marketing. (Sean O’Neill, Corporate Governance Institute)

 

Como indica el Corporate Governance Institute, la comunicación es clave para los criterios ESG. El problema surge cuando esto no va más allá de un simple reporte. Muchas empresas presentan orgullosamente sus informes ESG entre abril y junio de cada año. Las publicaciones en LinkedIn de los profesionales de la sostenibilidad se llenan de mensajes de amigos, colegas y contactos que comparten estos informes.

Como alguien que conoce de primera mano el inmenso esfuerzo que implica la creación de estos informes, puedo afirmar que su finalización ciertamente es digna de celebración. Si bien los informes son herramientas eficaces para revelar información sobre sostenibilidad a inversores, agencias de calificación y otras partes interesadas ávidas de datos, pocas personas realmente los notan.

Según Mike Hower, de Trellis:

Nadie se ha molestado en recopilar datos sobre cuántas personas leen realmente los informes ESG (Spoiler: son pocos, muy pocos), pero sí sabemos que el 96 por ciento de las empresas del S&P 500 y el 81 por ciento de las del Russell 1000 los publican. Esto representa un tremendo progreso, teniendo en cuenta que hace apenas una década solo el 20 por ciento de estas empresas presentaban informes, según el Governance & Accountability Institute. Y a medida que las regulaciones que exigen la divulgación de información sobre el clima están llegando por parte de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, los que se resisten pronto se unirán a la refriega de informes.

Sin embargo, es clave no quedarse ahí. Un informe ESG es solo el resultado de la implementación general de una estrategia de sostenibilidad. Esa estrategia debe permear todas las áreas del negocio: las operaciones, las finanzas, los proveedores, los clientes, recursos humanos, etc. Es mucho más que la mera acción de reportar.

Es importante comprender que los ESG solo como un tema de comunicaciones conlleva el riesgo de:

Greenwashing y daño a la reputación

Compromiso superficial: Si el ESG se trata únicamente como un ejercicio de reporte, existe el riesgo de que las empresas se centren en acciones superficiales o simbólicas en lugar de cambios sustantivos. Esto puede llevar a acusaciones de «greenwashing», donde se percibe que las empresas están engañando a las partes interesadas sobre su impacto ambiental o social.

Pérdida de confianza: Una vez que se percibe que una empresa está involucrada en greenwashing, puede sufrir un daño a largo plazo en su reputación.

Oportunidades perdidas para la innovación y el crecimiento

Falta de innovación: Considerar el ESG solo como un requisito de reporte puede hacer que las empresas pierdan oportunidades de innovar.

Desventaja competitiva: Las empresas que no integran completamente el ESG en sus operaciones corren el riesgo de quedarse atrás respecto a competidores que están aprovechando el ESG para impulsar el crecimiento y la innovación.

Gestión de riesgos inadecuada

Subestimar riesgos críticos: Tratar el ESG como un ejercicio de cumplimiento puede hacer que las empresas pasen por alto o subestimen los riesgos medioambientales, sociales y de gobernanza que pueden afectar sus operaciones.

Exposición a riesgos legales y regulatorios: A medida que los gobiernos y los reguladores ponen un énfasis creciente en los temas ESG, las empresas que no van más allá del reporte pueden encontrarse desprevenidas ante regulaciones más estrictas.

Implicaciones para el desempeño financiero

Desinterés de los inversionistas: Los inversionistas están utilizando cada vez más criterios ESG para tomar decisiones de inversión. Las empresas que no integran genuinamente el ESG en su estrategia pueden encontrar dificultades para atraer y retener inversión.

Erosión del valor a largo plazo: Enfocarse únicamente en el reporte ESG sin acción real puede resultar en un desempeño financiero deficiente a largo plazo. Esto se debe a que no se están abordando adecuadamente los riesgos y oportunidades subyacentes del ESG, lo que puede llevar a costos más altos, ineficiencias operativas y oportunidades de crecimiento perdidas.

Desconexión de empleados y clientes

Pérdida de talento: Los empleados, especialmente las generaciones más jóvenes, están buscando cada vez más trabajar para empresas que se alineen con sus valores.

Reacción negativa de los clientes: Los consumidores son más conscientes social y ambientalmente que nunca. Si perciben que los esfuerzos ESG de una empresa son insinceros o inadecuados, pueden llevar su negocio a otra parte, afectando la cuota de mercado de la empresa.

Incapacidad para satisfacer las expectativas de las partes interesadas

Insatisfacción de las partes interesadas: Diversas partes interesadas, incluidos clientes, empleados, inversionistas y comunidades, ahora esperan que las empresas tomen medidas significativas en temas ESG.

Erosión de la licencia social para operar: Las empresas que no se comprometen genuinamente con los temas ESG corren el riesgo de perder su licencia social para operar, especialmente en comunidades donde tienen impactos significativos medioambientales o sociales.

Falta de adaptación a las tendencias futuras

Falta de preparación para los riesgos relacionados con el clima: Con el cambio climático representando un riesgo cada vez mayor, las empresas que no integran completamente el ESG en su planificación estratégica pueden encontrarse desprevenidas ante los riesgos físicos y de transición asociados con el cambio climático.

Rezago en las tendencias de sostenibilidad:

Las tendencias ESG están evolucionando rápidamente. Las empresas que ven el ESG solo como un ejercicio de reporte pueden no adaptarse a estos cambios, como los cambios en el comportamiento del consumidor, los nuevos marcos regulatorios o los avances en tecnología sostenible.

Todo lo anterior muestra que, si no se convierten a los ESG en una estrategia integral en la empresa, esta perderá valor, innovación, inversión y credibilidad, lo que llevaría al peor de los escenarios para los gerentes generales y CEOs. Es necesario entender estos criterios no solo como una formalidad con la cual se debe cumplir, sino como algo que agrega valor a la producción y, por ende, a la empresa.

Esto plantea otra pregunta: ¿Están nuestros líderes dispuestos a incorporar los ESG como una gestión que agrega valor? Esa respuesta depende de la presión que ejerzan los inversionistas, consumidores, empleadores, proveedores y empleados.

Juan Camilo Clavijo

Pensar bonito

Si se parte de la premisa que pensar bien y bonito es el primer paso para lograr el éxito en la vida; el amor es el condimento especial que debería sazonar todo acto humano en la búsqueda de la realización superior. Pensar bien y bonito al igual que el amor son excluyentes con todo pensamiento que apunte hacía el odio, la envidia y el juzgamiento. A mayor calidad del pensamiento, mayor será su fluidez en aras de la materialización de lo que se busca para el éxito en la vida. Para que una idea sea considerada diamante, es decir una idea trascendente e impactante, debe tener la posibilidad de materializarse en algo favorable, tangible, palpable, medible y cuantificable.

Pensar bien y bonito debe implicar la idea de dar, de entregar lo mejor de cada uno siempre sin esperar recompensa. Se debe estar dispuesto para compartir no sólo recursos materiales, también el conocimiento, la generosidad y hasta el alma. Pensar en dar conlleva tener la capacidad de ser una fuente de bendición y provisión permanente para otros seres y mundos. Pensar en dar es reconocerse como manantial que puede regar con acciones las vidas de otros para construir un mundo si no mejor, al menos más justo y armonioso.

 

El pensamiento de dar es correspondiente con el pensamiento de recibir. Recibir también es un arte que se debe ejercitar, recibir es la consecuencia natural de dar. Muchas veces al recibir el agradecimiento por parte de otra persona se responde con un simple “De nada”, como sí lo que se hubiese dado careciese de valor. Recibir es también un acto de autorrespeto, de amor propio y autoafirmación. Recibir es conectar con el ciclo vital, se recibe la vida y se da la vida. Se recibe alegría y se da alegría. Siempre que se da, le corresponde por ley natural el recibir. Recibir es también el reconocimiento de ser un ser especial que merece. No hay recibo inmerecido, el acto de recibir es la materialización del pensamiento de recibir.

Pensar para el éxito lleva anejo un pensamiento para con el propósito de vida a partir de las siguientes preguntas: ¿Qué se desea hacer? ¿Hasta dónde se quiere llegar? ¿Cuál es la meta deseada? Está demostrado que las personas que tienen propósito de vida generalmente logran vidas de mejor calidad. La vida no es el simple sostenimiento diario de las necesidades básicas, es también la proyección de un propósito a lo largo del tiempo. Del inolvidable Dr. Joseph Murphy (1898-1981) se dice que, (autor entre otros libros, de El poder de la mente subconsciente, un clásico sobre el pensamiento positivo y la ley de la atracción), siendo octogenario le invitaban a dar conferencias, siempre las iniciaba compartiendo con el auditorio su propósito de vida para los próximos años, lo cual, es digno de admiración e imitación en tiempos en los que muchas personas, al llegar a la edad de jubilación creen que sus vidas han perdido sentido, como si jubilarse significare sentarse a esperar la muerte.

Pensar para el éxito es el equivalente a quien abona el terreno para la siembra, con la certeza de que esa tierra algún día permitirá que de sus entrañas brote la cosecha y se expelan los más dulces aromas junto a frutos dignos de selectos paladares. Pensar para el éxito precede a la acción que permitirá que la prosperidad, que la abundancia, que la salud, que el amor y miles de maravillosas cosas se materialicen. El éxito persigue a quien piensa bien y bonito. Sólo resta por preguntar: ¿Estás pensando bien y bonito hoy? La vida es bella y vale la pena vivirla. Bendiciones sin fin.

León Sandoval

¡¡¡Alcalde deje la Calma que Bogotá no Avanza!!!

En días pasados estuve leyendo sobre la posible instalación de la cabina calma dentro de un centro comercial, una cabina que pretende generar un espacio seguro para que los hombres se desahoguen y no se vean tentados a maltratar ni asesinar a las mujeres. Esta es la novedosa estrategia para prevenir el feminicidio y disminuir la violencia hacia las mujeres, mediante la cual los hombres aprenderán a manejar sus emociones. Las cabinas se iban a implementar de manera simbólica en el centro comercial Santa Fe porque allí fue asesinada Esthefani Barranco por su pareja.  Esto es lo que les propone a las mujeres de Bogotá el alcalde Galan.

Ya le corresponderá al Concejo de Bogota hacer el respectivo control político: ¿cuánto costó esta cabina? ¿cuál es la justificación? ¿cuál fue el proceso participativo que acompañó estas decisiones?  ¿porque se adquirió esta inversión? ¿cuáles son los indicadores? ¿cuántas personas se presentaron al proceso licitatorio? ¿De dónde sacaron tan maravillosa idea y cuáles son los resultados positivos que esta ha generado para que el mandatario y su equipo tomen la decisión de implementarla en nuestra ciudad? El Concejo de Bogota nos dirá si hay o no detrimento al patrimonio de las mujeres.

 

Cuestiono no solo la estrategia sino el lugar donde pretende ser implementada, en un centro comercial al cual acude una población con un alto poder adquisitivo de dinero, al norte de la ciudad, justificando que allí se cometió el Feminicidio de Esthefani Barranco. Y no es que considere que la violencia hacia la mujer no se presente en el estrato alto, claro que se presenta; la violencia económica, la violencia patrimonial, la violencia psicológica y la violencia física la cual es tapada con un poco de maquillaje y un falso pudor por el que dirán. Profesionalmente hablando mucho más difícil de abordar y afrontar una situación de violencia en los estratos altos que los estratos bajos, ya que en estos hay más barreras invisibles para recibir ayuda.

Y dirán ahora… siempre piensan en las mujeres, porque todo para las mujeres, si los hombres también sufren, a los hombres también los maltratan. ¿Y una diría sí, los hombres también han sido maltratados, pero cuánto tiempo lleva la humanidad humillando y atropellando a las mujeres? Y es que este tema de las violencias de género no es una competencia ni es una contabilidad para ver quién debe, o para ver quién maltrata más, quien maltrata menos y quien se defiende.

El maltrato es tal vez la conducta hegemónica y denominación más antigua que ha usado el ser humano para resolver un conflicto. El castigo ha sido considerado como una forma de enderezamiento de la conducta, es un método arcaico pero que, de manera eficiente quieta al otro por medio del sometimiento, la fuerza, la intimidación y el miedo. Podrá ser eficiente pero adecuado no y nunca. De ninguna manera vamos a avalar que la violencia sea el método adecuado para llamar al orden y a la convivencia.

En un país como el nuestro que dice ser un país democrático hablar métodos de castigo físico y psicológico es absolutamente cuestionable, ya que la dominación sobre la otra persona ya implica una coerción hacia el otro y una falta de respeto hacia la diferencia.

El hombre maltrata a la mujer, la mujer maltrata a sus hijas e hijos estos se maltratan entre sí y estos maltratan los animales es una cadena de maltrato, del de mayor hegemonía al de menor poder.

Pero además también es una forma inadecuada de resolver los conflictos, la violencia, la presión psicológica y física sobre el otro, agota la capacidad de respuesta del más débil y resuelve casi que por cansancio y fatiga ansiosa, una situación que disminuye profundamente al violentado. Y las cifras lo dicen; son más violentadas las mujeres que los hombres y las cifras de feminicidio crecen.  

La línea calma es una línea telefónica que ofrece atención psicológica de manera rápida y gratuita. Un canal de comunicación para todos los hombres mayores de 18 años en Bogotá que quieran tener un espacio para comunicarse, ser escuchados y recibir orientación profesional. Sin embargo, muy pocas personas conocen la línea calma y su capacidad de difusión es responsabilidad del distrito que al momento no ha llegado a la masa crítica de las personas que requieren una atención integral Biopsicosocial para controlar y manejar sus emociones, respetar al otro y a la otra y establecer métodos eficientes para resolver un conflicto.

La fiscalía general de la Nación, en el último año, entre mayo de 2023 y mayo de 2024, documentó 630 de feminicidios, es decir, un promedio de dos casos por día, además de registrarse casi 150 mil denuncias de violencia intrafamiliar.

¿Realmente creen que con cuarticos para bajar la calentura se resuelve esto? Están muy equivocados. Está “estrategia”, no solo es inútil si no que es violenta con las mujeres. Son paños de agua tibia ante gran problema sistemático y estructural. Este tipo de medidas no son preventivas, no sirven, nada resuelven por qué no abordan la raíz y una causa. ¡¡¡Quien esté asesorado este tema para el distrito está mal enfocado!!! Esto es un tema que se debe abordar desde la política de salud mental de Colombia para estos casos no solamente debe programarse una intervención individual y familiar sino que se deben identificar los factores psicológicos, sociales, familiares y de contexto que lleva a estas personas a cometer acciones violentas pero además no quedarse solamente allí sino que se debe trabajar de manera conjunta con las instituciones judiciales para que no se revictimice a las personas que sufren cualquier tipo de violencia.

En este sentido el gran padre de familia que se posicionó el 1 de enero de este año rompiendo el protocolo con una imagen cándida de su hija entregándole la banda que le distinguía el título de mandatario es contradictoria, puesto que a las niñas no se les cree ni se les protege en esta ciudad, todos los días en redes sociales aparece para compartir con urgencia y desesperación por parte de las familias la búsqueda de una menor de edad en cualquier localidad de Bogotá, ¿cuáles son las estrategias para prevenir las condiciones de maltrato y de abuso sobre las niñas? ¿Cuáles son las líneas de atención y de ayuda que tienen los niños y las niñas en el entorno escolar tanto público como privado? cuáles son los profesionales que en las instituciones educativas deben abordar de manera profesional y además sin riesgo a no quedar contratados? Se deben tratar estas problemáticas no sólo desde su descripción y diagnóstico sino desde su intervención hasta la cura y alivio. Yo sinceramente pienso que Michell Focault lo expresó acertadamente cuando habló de las relaciones de poder las relaciones asimétricas y de dominación, quienes generan condiciones de control que contienen las emociones, las reprimen y no las tramitan, sino que por el contrario van acumulandóse y acumulándose generando una contención insostenible para el ser humano. Súmele a esto condiciones económicas precarias y la dificultad de tener acceso a derechos fundamentales como la alimentación, la educación, la salud, la vivienda y el trabajo, que hacen más desigual estas relaciones.

Pretender que la violencia contra la mujer cambie en nuestra ciudad sin tener en cuenta la feminización de la pobreza, es coger el agua con las manos. las mujeres merecemos ser reparadas en esa brecha histórica de desigualdad en la cual hasta hace muy pocas décadas éramos consideradas casi cosas o propiedad del varón cosanguíneo más cercano a nuestras vidas. Ni se reconocía el nivel intelectual para manejar e interceder en negocios o situaciones económicas, en un país donde las mujeres votaban por el patriarca que mandaba en su familia, el cual era el que por lo general también determinaba los destinos económicos y las herencias de las mujeres, negándoles la posibilidad de tomar posesión y autonomía de sus bienes.

En este país la violencia política, desplazamiento y el conflicto armado han influido en la violencia hacia la mujer, la ha convertido en botín de Guerra, la han convertido en el instrumento para los golpes más bajos en el debilitamiento político de un adversario. En este país donde la tenencia de la tierra está en mucho menos proporción en manos de las mujeres que los hombres, en este país donde las mujeres expresado en las cifras mayoritariamente son más víctimas que los hombres.

Así que a la mujer que es codependiente de su violentador, hay que brindarle la ayuda y herramientas necesarias para salir de esa revictimización y círculo vicioso que alimenta la espiral de violencia. Y claro de igual manera también se debe poder poner en práctica unas masculinidades no hegemónicas y unas paternidades corresponsables.

Trabajar fuertemente con las familias jóvenes sobre la prevención y cambio de las relaciones comúnmente llamadas tóxicas, el cuestionamiento para las nuevas familias de las formas de maltrato y de los mecanismos de aprendizaje. la violencia vicaria no puede estar en el olvido ni en el cuarto de la indiferencia, por que ella actúa en el aprendizaje silencioso del otro. Permitiendo que las relaciones violentas sean normalizadas y se desconozca los patrones de conducta que deben ser reparados y reconciliados.

Esperamos entonces una política pública distrital de salud mental la cual permita generar unas estrategias de investigación evaluación y diagnóstico para la formulación y diseño de proyectos que permitan la intervención mediada por indicadores de cumplimiento los cuales puedan ser medibles y cuantificables y que a lo largo del tiempo nos permitan declarar un cambio.

La Alcaldia mayor de Bogota en su relacionamiento con el Consejo consultivo de Mujeres encuentra escucha encuentra eco es hora de consignar y tomar nota de las peticiones de este grupo que por acuerdo nos representa. Allí se encuentra la sabiduría popular y desde allí se pueden construir varias herramientas que cumplan con los enfoques diferenciales y poblacionales que permitan hacer sostenible en cada territorio un país libre de violencias.

Las mujeres lo piden a gritos alcalde más empleo, más educación, más vivienda, más salud, más derechos, así que le pedimos al alcalde que deje la calma y se mueva para que Bogotá avance con las mujeres.

Marcela Clavijo

Unámonos para impedir la venta de UNE

Con la consigna “ÚNETE para que lo público florezca” diversos sectores sociales y políticos de Medellín se están uniendo para exigir que EPM no venda su participación en UNE.

Por los anterior es que desde el Senado estamos convocando a una Audiencia Pública en Medellín, en el mes de agosto, que tiene como objetivo abordar la problemática actual de UNE-EPM Telecomunicaciones S.A. y sus filiales. Asimismo, frente al proyecto de Acuerdo radicado ante el Concejo de Medellín por el Alcalde Federico Gutiérrez, que tiene por objeto autorizar a Empresas Públicas de Medellín E.S.P. para que enajene total o parcialmente las acciones de las que sea o llegue a ser propietario en UNE-EPM Telecomunicaciones S.A. y en Inversiones Telco S.A.S. Esto teniendo en cuenta que UNE-EPM Telecomunicaciones S.A. es  accionista mayoritario de la empresa.

 

UNE tiene inversiones en empresas de servicios de telecomunicaciones fijos y móviles. A su vez, cerró 2021 con ganancias por $5,13 billones, creciendo 5,9% frente a 2020 y un total de activos de $9,4 billones” (La República https://www.larepublica.co/empresas/epm-radico-proyecto-de-condiciones-para-lograr-aval-de-venta-de-la-compania-une-3452213)

Una privatización anunciada

En el año 2014, cuando Aníbal Gaviria era Alcalde de Medellín, la empresa pasó de ser 100% pública a ser de naturaleza mixta, pues el Concejo de la época aprobó la venta del 50% -1 de las acciones a la multinacional Millicom, quien tiene la mayoría de votos para la toma de decisiones en la Junta Directiva, quedando el 50% +1 de las acciones a EPM.

Aníbal Gaviria, alcalde de ese entonces, vendió la mitad de UNE y se perdió el control de la compañía, porque si bien hay un 50 50, quien la administra todo es Millicon, por eso el debate hoy enfrenta dos opciones: o se vende la parte de EPM, es decir, la pública, o se compra la privada.

La administración anterior, en cabeza de Daniel Quintero, llevó la propuesta de venta al Concejo de Medellín y algunos concejales se opusieron sin argumentos sólidos, solo por ir en contra de lo que proponía el ex alcalde. Otros concejales se manifestaron a favor de la venta solo mirando a la empresa en términos de su rentabilidad y el detrimento patrimonial, mientras que otros se opusieron a la venta porque defienden el patrimonio público y ven la potencialidad de la empresa ahora que Medellín es Distrito de Ciencia, Tecnología e Información.

En ese momento, y debido a la intervención del Gobierno nacional en cabeza de Gustavo Petro, finalmente se logró una capitalización de la empresa en la que cada una de las partes puso alrededor de 300 mil millones de pesos. Sin embargo, frente al anuncio de Federico Gutiérrez, y teniendo en cuenta que solo hay un concejal declarado en oposición (Aquinoticias), se podría afirmar que el actual Concejo de Medellín votaría positiva la propuesta que presente el Alcalde distrital.

Con algo de suspicacia cabe la pregunta: ¿si la multinacional estuvo dispuesta a capitalizar la empresa e incluso está dispuesta a comprarla, ¿es porque es un “mal negocio”? ETB es una muestra: más del 86% de la empresa es pública, con una utilidad neta de 47 mil millones en el 2022. Incluso en un informe presentado por la Contraloría General de Medellín en el 2019, tras analizar las proyecciones y los informes de gestión, se pone de presente la necesidad de realizar el análisis sobre lo que se proyectaba financieramente para UNE antes de solicitar la autorización de su venta al Concejo de Medellín en el 2014 versus la ejecución real.

Acá está en juego el patrimonio público, garantizar el derecho a la conectividad a internet como un servicio público, así como el acceso a las tecnologías de la información y las comunicaciones básicas. También está en juego el futuro de más de 14 mil trabajadores que tiene UNE-EPM Telecomunicaciones S.A. y sus filiales.

Luz María Múnera, exconcejala y actual Consejera Presidencial para las Regiones, históricamente se ha opuesto a la venta, y explica que Millicom es un socio parasitario que usa las ganancias para pagar sus propias deudas. La estrategia no es vender, es comprarle participación a Millicom y retomar el control de la empresa Pública. La necesitamos.

Pedro Baracutao

Impacto financiero de mantener productos no rentables

En el mundo empresarial competitivo, el crecimiento de las empresas es siempre un criterio que llama la atención y es lo que mide la gestión de la administración, teniéndose el concepto de que si hay crecimiento la empresa tiene salud empresarial y aptitud competitiva. Lo cual es cierto y es lo que todo empresario tiene como objetivo y nosotros los financieros nos esforzamos por hacerlo realidad día a día. Sin embargo, el crecimiento a menudo va acompañado de desafíos financieros como la inversión en capital de trabajo, optimización de la estructura de costos y el mantenimiento de una adecuada gestión del riesgo financiero que permita apalancar este crecimiento. Aquí es donde aparecen las decisiones difíciles de tomar, como la de hasta qué momento mantener productos o mercados no rentables dentro del portafolio que impactan en la rentabilidad de la empresa y hacen que el crecimiento sea más doloroso. Esta es una realidad de la vida empresarial al que todas las compañías se enfrentan en algún momento en su ciclo de vida.

Desarrollo y sus declives

 

A medida que las empresas crecen, introducen nuevos productos con el objetivo de adquirir más mercado y, por lo tanto, aumentar su rentabilidad. La mayoría de estos nuevos productos resultan ser exitosos, recaudadores de ingresos y generadores de utilidad desde el principio.

Pero, ¿qué sucede cuando esos productos ya no son rentables?

Seguir subvencionándolos tendría un costo muy elevado con un alto impacto en la utilidad neta de la empresa y en algunas ocasiones esta baja rentabilidad se camufla bajo la sombrilla de otros productos que distraen la atención del empresario.

Una decisión difícil para los empresarios

Uno de los mayores desafíos para los empresarios es saber qué hacer con los productos que no añaden valor. El camino a seguir puede estar claro, pero no necesariamente ser fácil de transitar:

Incrementar precios: Aumentando los precios en un intento de ser rentable a costa de posiblemente perder participación de mercado.

Descontinuar productos: Eliminando del mercado los productos que no tienen ningún beneficio, pero que son productos entry o insignia de la compañía.

Analizar los costos de producción: Sacrificando la calidad de los productos.

Evaluar la demanda y la competencia del producto: Determinando que la demanda es poca para la estructura de costos o la competencia es tan alta que deja de ser atractivo el mercado.

Esta no es una decisión sencilla de tomar, especialmente porque los empresarios típicamente se centran en la cantidad de ventas sin darle la importancia necesaria a la rentabilidad que al final es la generadora de liquidez para la reinversión en la empresa.

La cuestión fundamental

A los propietarios de empresas a menudo les gusta cuestionar: ¿Por qué no tenemos capital de trabajo si estamos teniendo éxito? ¿O porque no generamos utilidad si estamos creciendo en ventas?

Una de las respuestas está en la baja rentabilidad del portafolio del producto.

Los productos que no son rentables generan una distracción a los empresarios porque piensan que están creciendo y lo que están es destruyendo valor y estresando la liquidez del negocio.

Un análisis requerido

Con una mala posición financiera, es necesario realizar un análisis en profundidad del mix de ventas de productos dentro del portafolio. El análisis debería centrarse en buscar productos que generen liquidez sin requerir una alta inversión en capital de trabajo que haga que la caja quede atrapada y no cree rentabilidad.

Conclusión: Decidir sobre un futuro firme

Mantener productos no rentables no es solo una mala decisión financiera, sino también un lastre que podría arrastrar a la empresa a una realidad descontrolada. Tomar decisiones difíciles en torno al incremento de precios, reducción de la línea de productos o reevaluación de mercados no es solo una acción sabia, sino que debe ser mandatoria de toda administración. Rebalancear el portafolio activo para evitar caer en “prisiones» de productos no rentables y redefinir la estrategia hacia áreas de mayor rentabilidad no es únicamente una respuesta a los problemas de liquidez, sino que será el trampolín a través del cual la empresa podrá generar mayor ventaja para competir más fuertemente a largo plazo.

En el entorno competitivo de los negocios, se requiere tomar decisiones en beneficio de un crecimiento saludable. Un empresario debe ser valiente y decidir con resolución para mantener el éxito sostenible de su empresa.

Alejandro Rodríguez Vergara

¡Insostenible! Venezuela

Hace dos años, al finalizar nuestras últimas elecciones en Colombia, tuve la oportunidad de escuchar a un ingeniero especializado en aplicaciones sofisticadas con inteligencia artificial, sobre la manera de auditar en tiempo récord los resultados de los comicios. Según su reporte, media hora antes de que salieran los resultados oficiales, ellos (su grupo de trabajo compuesto igualmente por expertos en estas tecnologías, todos trabajando en la virtualidad) ya tenían el resultado y pudieron comprobar que los resultados oficiales tenían la misma tendencia registrada en las actas por mesa (formato E14 en nuestro caso); incluso, podían detectar tendencias y desviaciones sospechosas, y comparar con todo tipo de información de referencia para detectar posibles fraudes. Todo, casi en tiempo real, pues mientras la registraduría hacía su conteo (rápidamente en Colombia) ellos pudieron, no solo contar los resultados mesa por mesa, sino analizarlos y detectar posibles problemas de fraude. Esta máquina virtual antifraude, como la llaman, es el mundo de hoy, donde la tecnología puede ayudar estructuralmente a combatir la corrupción y el fraude en todas sus formas. La velocidad entre la votación, el cierre de las mesas, sus actas y su procesamiento es la clave para evitar el fraude.

Ahora han leído toda la información disponible (en el ciberespacio) y han comprobado las actas y resultados en Venezuela, con base en las actas que hizo públicas la oposición a partir de sus grupos de veedores en las mesas (advirtiendo que aún no han hecho la verificación de posibles repeticiones o problemas particulares en las mismas actas). Para consultar la información y el resultado que publica la oposición venezolana, se puede visitar su página Resultados Venezuela: 67% Edmundo González con 7,156,462 votos contra 30% Nicolás Maduro con 3,241,461 votos. Están a la espera de que por fin el CNE (la registraduría venezolana) publique las actas “oficiales” para establecer las diferencias en minutos, las tendencias y los casos extraños (al cierre de este artículo ya han pasado 8 días desde los comicios y 6 desde el plazo legal que tenía el CNE para hacerlo).

 

Les llamó la atención en la revisión de 1000 actas al azar, que en ninguna ganaba N. Maduro, lo que les sugirió chequear resultados de mesas en barrios reconocidamente chavistas desde que el barrio fue construido por los mismos chavistas, verificando que allí también ganaba E. González (puede haber sucedido, pero con baja probabilidad, observan). Tendrá que profundizarse en este aspecto tan importante.

Los mismos oficialistas han reconocido que la oposición les montó una registraduría paralela. Seguramente y por lógica, después de haber sufrido la impotencia de no poder demostrar que en las elecciones anteriores hubo fraude, según su propia conclusión, la oposición montó un operativo que no dista de sacar fotos de las actas al cierre de las votaciones en cada mesa, enviarlas por algún medio (los celulares), convertirlas a digitales por medio de software (Reconocimiento Óptico de Caracteres, OCR por sus siglas en inglés), pasar los datos en forma estructurada a una base de datos y hacer las sumas requeridas para obtener los resultados, al mismo tiempo que poner toda esta información en un sitio web para que pueda ser leída por cualquier persona en el mundo. Tecnología disponible desde hace años ya.

En un reciente video que ha circulado en las redes llamado “Jorge Rodríguez muestra actas falsas en la página web de María Corina Machado, 2 de agosto de 2024”, durante una rueda de prensa ofrecida ese día por N. Maduro, 5 días después de las elecciones, se hacen notar varios problemas que, según el presidente de la Asamblea Nacional venezolana, invalidan las pruebas presentadas por M. C. Machado en su página web.

Mediante una verificación de falacias lógicas usadas en la exposición, pretendidamente triunfalista de J. Rodríguez, se puede llegar a concluir que su argumentación no es lo contundente que él mismo cree y en cambio deja ver la dedicación de mucho tiempo a desvirtuar al oponente en vez de publicar las actas “oficiales” en los términos que tienen legalmente para hacerlo, que es lo que les corresponde. Aun así, ridiculizan el resultado de la oposición con unos cuantos ejemplos de actas no firmadas, actas con manchones, una consulta positiva con la cédula de un muerto, y unas actas incompletas. Quizá la más importante de todas las objeciones esgrimidas, es que, al contar las actas presentadas, dicen ellos, solo hay el 32% del total, lo cual difiere de lo anunciado por M. C. Machado y por la verificación con la máquina virtual que comentábamos al inicio.

Típicamente, esto es lo que se conoce como la falacia del hombre de paja, toda la rueda de prensa lo es: en vez de discutir lo objetivo e importante, se distrae la atención a otra problemática conexa a la cual se ataca sin piedad, pretendiendo desviar el análisis; y dentro de su contenido, varias falacias de encuadre basadas en sesgos de confirmación (concluir sobre el todo basado en pocas observaciones, llegando al extremo de decir que todos los muertos votaron con base en la verificación de un único caso; pero además, basados en una falsedad, que pretende tumbar un acta porque el sistema de la oposición dice donde debía votar una persona, cuya fuente es el registro electoral (establecido previamente por el CNE) y no las elecciones).

Y lo increíble: al sugerir que la razón por la que la oposición demoró 24 horas en publicar las actas en su sistema web era para tener tiempo de manipularlas, estuvo condenándose a sí mismo y anticipar la razón de por qué el oficialismo ha demorado su publicación 144 horas por fuera de los términos legales, razón que, por cierto, intuye todo el mundo.

Difícilmente Maduro y su régimen podrían lograr desviar la atención, pero, aunque lo lograran, hay dos hechos de los que no se podrían evadir en el hipotético caso de querer llegar a una solución: llevan demasiado tiempo demorando la presentación de las actas “oficiales” y no podrían evitar hacerlo tarde o temprano para someterse a una revisión que sería aún más detallada por parte de expertos de todo el mundo. Ha circulado también la posibilidad de anular las votaciones con la disculpa de un supuesto ataque cibernético durante las elecciones, lo cual no parece tener ni asidero ni consecuencia: el ataque hubiera tenido que hacerse en contra del sistema electrónico de elecciones (catalogado por ellos mismos como el mejor del mundo) y que hubiera podido cambiar los votos en el momento mismo de las votaciones, antes de la generación de las actas; nada de eso fue revelado hasta el momento pero sería comprobable con la tecnología disponible; y, si se jugaran esta movida desesperada, implicaría hacer unas nuevas elecciones en las que podrían estar seguros de que van a tener una supervisión global y a sabiendas de que van a perder (teniendo el antecedente de los actuales resultados), por lo que es presumible que eso no vaya a pasar.

Lamentablemente, se encuentran muy entrabados en Venezuela y con riesgos enormes de que se genere mucha más violencia. Es una situación insostenible, en extremo, que por su misma gravedad y dentro de lo malo que es en sí misma, tiene de bueno que deba resolverse… en días, diría la lógica.

Rafael Fonseca Zarate