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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Opinión

El presidente y las fuerzas militares contra el Clan del Golfo en Antioquia

El Clan del Golfo ha azotado al departamento de Antioquia por más de 16 años. Este grupo es conocido como una de las organizaciones criminales transnacionales más peligrosas, especializándose en actividades como el narcotráfico, extorsión, reclutamiento forzado a menores, despojo de tierras.

La sólida estructura del Clan, arraigada en actividades legales y compuesta por más de 1,900 miembros, representa un desafío significativo para nuestra Nación. Esta organización delictiva ha logrado establecerse en la región, aprovechando su conexión con actividades legítimas para disfrazar sus operaciones ilegales. Su presencia se extiende a 107 municipios en Colombia y abarca más de 28 países, configurando alianzas con las principales mafias a nivel mundial, incluyendo los Carteles de Jalisco Nueva Generación y Sinaloa, las mafias Calabresa y Silicina, así como Los Balcanes.

 

Recientemente, las operaciones del Clan del Golfo han protagonizado violentos eventos en Segovia, Antioquia. Desde el 7 de febrero, intensos combates entre las Autodefensas Gaitanistas (Clan del Golfo) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) han sacudido la zona rural, resultando en el acuartelamiento de familias locales y el desplazamiento forzado de aproximadamente 800 de ellas, además de pérdidas lamentables de soldados. En respuesta a estos miserables hechos, Entidades Gubernamentales y cooperantes internacionales han tomado medidas para aliviar la escasez de alimentos y medicinas, proponiendo incluso la apertura de un corredor humanitario para llevar ayuda a las familias confinadas.

Frente a esta cruda realidad, nuestro presidente ha condenado los recientes ataques perpetrados por el Clan del Golfo. En sus declaraciones, expresó el firme compromiso del Estado de enfrentar y desmantelar estos grupos delictivos, así como de golpear la economía asociada al oro ilícito y la cocaína. Subrayó que, de manera constante, se están llevando a cabo operativos que resultan en la incautación diaria de decenas de toneladas de cocaína.

El propósito inequívoco del presidente y las Fuerzas Militares es el restablecimiento del orden público en el país. Para alcanzar esta meta, se ha implementado un despliegue militar estratégico que involucra al Ejército Nacional y la Fuerza Aeroespacial. Este operativo tiene como objetivo central la captura de los principales cabecillas, conocidos como alias de Azul y Chuzo, quienes lideran la estructura criminal en el nordeste antioqueño.

Estos individuos no solo son señalados como autores intelectuales y materiales de acciones violentas contra la Fuerza Pública y la población de Segovia, sino que también se les atribuye imponer toques de queda, amenazar líderes sociales, restringir el transporte y ejercer control sobre las empresas mineras líderes en la región, antes estas atrocidades las autoridades ofrecen una recompensa con el fin de dar con su captura y cesar la violencia en Segovia Antioquia.

La violación sistemática de los Derechos Humanos es una realidad que ha desencadenado una respuesta unificada a nivel nacional e internacional. Tanto el Comité Internacional de Derechos Humanos, líderes sociales y las autoridades nacionales han expresado su contundente rechazo, uniendo esfuerzos para poner fin a las hostilidades en la región y abordar las raíces del problema. La cooperación internacional, la atención humanitaria y la recompensa ofrecida por las autoridades son pasos cruciales para mitigar el impacto en la población afectada y avanzar hacia la erradicación de la violencia y el crimen organizado en Segovia, Antioquia.

Tenemos plena confianza en el gobierno y nuestras Fuerzas Militares, reconociendo el esfuerzo conjunto para rescatar al pueblo forjado en oro y preservar la riqueza cultural de esta plaza, moldeada por la extracción minera que define la riqueza e identidad del Municipio.

Alejandro Toro

La trasnochada y peligrosa legítima defensa

Que no nos vengan con cuentos trasnochados. La invocación del “derecho a la legitima defensa” para enfrentar los problemas de inseguridad en campos y ciudades no es ninguna novedad, es el expediente que cada cierto tiempo desempolva la derecha política aprovechando la indignación ciudadana y los miedos colectivos que producen cada atraco, cada homicidio o cada hecho violento. Como siempre, esta primitiva invocación a defenderse por mano propia, es presentada con un ropaje inofensivo y provista de los más nobles propósitos. Hasta hay quienes, como si estuvieran en sus “cabales”, se atreven a afirmar que la legitima defensa es para defender el derecho a la vida.

Ahora de nuevo el turno fue para el Partido Conservador en cabeza del Representante Juan Carlos Wills quien acaba de radicar el, para nada innovador, proyecto de ley que busca levantar las restricciones al porte de armas establecidos mediante decreto presidencial 0155 del 2016 por el entonces Presidente Juan Manuel Santos, disposición que se ha venido reiterando desde entonces año tras año, incluyendo el periodo del Presidente Ivan Duque, y que ha sido ratificado por el Presidente Gustavo Petro con el decreto 2267 del 29 de diciembre del 2023. A Wills y a Congresistas como Polo Polo y María Fernanda Cabal no los convencen las evidencias de estudios sobre la materia como para desistir de este grotesco ataque de populismo. No se dan por enterados de estudios como el de “Epidemioloigic Revienws” realizado en 10 países por Santaella, Cerdá, Villaveces y Gaela que arroja el concluyente resultado de la disminución de la violencia interpersonal entre 1950 y 2014 en virtud de las restricciones al porte de armas. No hacen el mínimo esfuerzo por leer los estudios que revelan como el desarme ciudadano ha disminuido dramáticamente los feminicidios y la violencia intrafamiliar o los homicidios ocurridos en contextos de riñas en la vida cotidiana. Como tampoco les interesa conocer los datos de disminución de los homicidios hasta en un 22% en ciudades como Bogotá y Medellín por cuenta de estas restricciones.

 

Cuando lo que se requiere es legislar sobre restricciones severas al uso de armas traumáticas o armas blancas para promover la convivencia ciudadana y prevenir hechos de violencia derivados del uso de estas o cuando lo que se impone es perseguir las mas de tres millones quinientas mil armas ilegales, a estos avezados congresistas solo se les ocurre proponer un arma legal por cada arma ilegal en el mercado entregada a los “ciudadanos de bien”. Vaya paradoja : Los defensores de un Estado Fuerte o de un Estado cuya única función sea la seguridad y la justicia, mientras lo demás se deja a merced de la “mano invisible del mercado”, de nuevo arremeten para acabar con el monopolio público de las armas y la seguridad. Se les hace agua la boca convirtiendo nuestras calles y sitios públicos en un gran campo de batalla con armas de fuego.

Como si fuera poco y haciendo parte del mismo libreto Pepe Lafourie y Fedegan en Valledupar acaban de anunciar la creación de los “Frentes Solidarios de Seguridad Ganadera”, reedición de fórmulas que en la evidencia académica y en nuestra propia experiencia se revelan como contraproducentes para encarar la inseguridad en campos y regiones, pero sobre todo, nos recuerdan un reciente pasado violento que aun no terminamos de superar. Los testimonios de cientos de paramilitares, entre ellos Ex comandantes como Mancuso, nos recuerdan como comenzó su colaboración civil con las autoridades militares, la posterior creación de las tristemente célebres “convivir” amparadas legalmente y su rápida evolución hacia el paramilitarismo. Ante la desautorización del Ministro de Defensa Ivan Velázquez a este peligroso experimento, Lafourie y sus áulicos le “recordaron” la existencia de mas de 30 mil frentes de seguridad en todo el país, aunque peló el cobre cuando puso como ejemplo de la actuación eficaz de sus Frentes Solidarios Ganaderos la manera como integrantes de su gremio en decenas de camionetas hostigaron a campesinos sin tierra que ocuparon predios rurales en días pasados en el municipio de La Paz (Cesar) obligándolos a desalojarlos. Ello cuando el congreso de la república acaba de crear la jurisdicción agraria, precisamente para resolver por vías civilistas y legales los conflictos de tierras.

Aunque las cifras en ciudades como Bogotá registran desde el 2011 una disminución de la mayoría de los delitos de alto impacto, incluido el homicidio, o que las actuales cifras de violencia no son comparables con las que se presentaban en el país antes de la firma del Acuerdo de Paz del 2016, es innegable un aumento de la zozobra y el miedo por cada hecho violento cuya ocurrencia ponga en tela de juicio la promesa de paz total en el imaginario ciudadano. Pero los formuladores de política pública y los formadores de opinión pública no debemos olvidar que estamos en presencia de un tipo de violencia derivada de mercados criminales y sofisticadas y complejas organizaciones multicrimen de alcance transnacional. Esa mutación de la violencia no se superará con viejas recetas que nos proponen jugar al pistolero loco. Seamos serios.

Antonio Sanguino

El Sentido de la Vida

Desentrañar el sentido de la vida es una de las grandes acciones que un humano puede emprender. Más allá de la existencia humana en general, es la propia existencia la que merece ser vivida y entendida. La vida sencilla y simple que a cada quién corresponde, comprender el sentido de la vida bien puede tomar toda una vida, toda una existencia, incluso, puede tomar varías existencias. El sentido de la vida bien podría consistir en hacer lo correcto y mantener la calma en aquellos momentos de apremio.

El sentido de la vida es algo individual y personal, no es un proceso colectivo de diálogos de saberes, se forja en lo más íntimo de los individuos, en el alma misma donde se cuecen las entretelas de lo interno. No hay un manual para hallar el sentido de la vida, para muchas personas bien puede ser un oficio, un arte, un pasatiempo, una obra benéfica dentro del espíritu inmenso de darlo todo por todos, o simplemente: La nada, entendida como la reflexión profunda que permite la iluminación superior mediante estados alterados de conciencia, o la nada como el reposo constante en el vacío.

 

Para algunos otros, el sentido de la vida podría ser hallado en lo material, un bien susceptible de precio, o una suma de dinero depositada en una cuenta bancaria, o podría ser su semejante, amado u odiado, los hijos, los padres, la pareja o hasta un animal no humano. Cuando se halla el sentido de la vida, todo fluye, todo es mejor y la vida torna en instantes y dimensiones incalculables de éxtasis. Encontrar el sentido de la vida acerca al Creador y enruta a la misión en la vida.

El sentido de la vida no consiste en el éxito que a tantos les es esquivo, el sentido de la vida se acerca al fuego interno que una vez conocido, es sentido y entendido como la gran materia de la existencia. Gracias al sentido de la vida se conquista lo inconquistable, los obstáculos una vez superados se convierten en experiencia. El sentido de la vida no tiene edad, ni etapa, no se requiere requisito previo de juventud, de madurez o de educación formal para hallarlo, no corresponde a un ahora determinado, es quizá el memento mori, ese también morirás que a todos acecha.

Un día le preguntaron a un hombre por el sentido de la vida, en su sencillez, respondió que es como recomendar un libro para su lectura, se pueden hacer cientos de listados de libros según diferentes criterios, pero siempre, responde el hombre, el libro más importante que debe ser leído, es el libro de la propia existencia que se escribe día a día.  

Hallar el sentido de la vida es encontrar el leitmotiv, la razón recurrente de ser, aquello que cuando se encuentra, se encuentra a sí mismo, bien puede ser el encuentro entre los claroscuros que llenan las almas humanas, el bien y el mal en un mismo continente, el amor que todo lo puede y todo lo soporta, o el desamor que todo olvida y refuta.

El sentido de la vida no tiene nada que ver con los aires de una cabalgadura, la monta se puede disfrutar al paso, al trote o al galope extendido, lo importante es el avance, y aún el reposo podría ser el sentido de la vida para algunos. El sentido de la vida no es un formato que aplica para todos por igual, hay quienes en la adolescencia ya lo han detectado y a otros hacerlo les tomará muchas noches de insomnio, en todo caso, no hay garantía de nada. Se puede dejar la existencia sin encontrarlo.

Cuando se descubre ya sea por serendipia o por ejercicio racional, reflexivo o programado el sentido de la vida, se logra conocerse a sí mismo, ese conocimiento indefectiblemente marcará un hito entre el pasado y el futuro, que no es otra cosa, que el presente eterno. El sentido de la vida dará la eternidad, la inmanencia y la trascendencia.  Entre tanto, hacer lo correcto y mantener la claridad mental son indicios de que la búsqueda va por buen sendero, y probablemente, lo que es buscado, anhelado y querido para la vida, está pasando el siguiente recodo. Que el Todopoderoso permita a cada quien hallar el sentido de la vida.

León Sandoval

Las conductas desafiantes que desesperan

Seguramente, has enfrentado situaciones de llanto incontrolable, una pataleta en el centro comercial o un portazo de tu hijo adolescente. En esos momentos, debiste mantener la calma, consciente de que castigar, decir «no» o gritar solo agravaría el conflicto. Quizás te hayas cuestionado por qué mostrar amabilidad, escuchar y ofrecer compañía no mejora la situación, y por qué tu hijo o hija sigue escalando sus berrinches. Puede que incluso hayas llegado a pensar que el problema residía en ti, considerándote el error, la falla, sintiéndote una mala madre o un padre terrible.

Si alguna vez has participado en una clase de crianza positiva, asistido a talleres sobre aulas respetuosas, o mantenido conversaciones con tu círculo social acerca de cómo mejorar la conducta de tu hijo o hija, te invito a quedarte con este artículo. Vamos a explorar el origen del control conductual que has anhelado, ese que visualizas como el simple acto de presionar un botón para resolver instantáneamente la situación. Por supuesto, sin recurrir a la violencia.

 

Conductismo Clásico

En una escena de una película, la protagonista, quien es compradora compulsiva, lleva al límite sus tarjetas de crédito. Aunque es consciente de no contar con el dinero necesario, cree escuchar su voz interior, impulsada por el deseo de concederse o premiarse con lo que considera merecer. Esta voz la incita a satisfacer el impulso de adquirir y disfrutar para sí misma una nueva prenda que la hará lucir sofisticada, algo que su madre jamás aprobaría.

Ahora, vamos aplicar los principios del condicionamiento clásico de Ivan Pavlov, quien consideraba que el comportamiento de los seres vivos puede ser condicionado y modificado a través de la asociación entre estímulos y respuestas.

Situación Inicial

  • Estímulo Incondicionado (EI): La satisfacción emocional y el placer que siente la protagonista al adquirir una nueva prenda.
  • Respuesta Incondicionada (RI): La alegría o el sentimiento de realización que experimenta al comprar y poseer algo nuevo.
  • Respuesta Incondicionada (RI): La alegría o el sentimiento de realización que experimenta al comprar y poseer algo nuevo.

Se introduce el Estímulo Neutro (Un estímulo que, inicialmente, no provoca ninguna respuesta específica en la protagonista hasta que se asocia con un estímulo incondicionado):

  • Estímulo Neutro (EN): El acto de deslizar la tarjeta de crédito, que inicialmente no provoca la respuesta emocional de satisfacción por sí mismo.

Condicionamiento (Proceso por el cual un estímulo neutro genera una respuesta tras ser asociado con un estímulo incondicionado):

  • Asociación del Estímulo Neutro con el Estímulo Incondicionado: Cada vez que la protagonista experimenta la satisfacción de comprar algo nuevo, está acompañada por estos estímulos neutros (el ambiente de la tienda, el sonido de la caja, el acto de deslizar la tarjeta de crédito).

Después del Condicionamiento:

  • Estímulo Condicionado (EC): El acto de deslizar la tarjeta de crédito.
  • Respuesta Condicionada (RC): La protagonista comienza a sentir anticipación, excitación o la necesidad de comprar, incluso antes de realizar una compra o sin tener la intención inicial de comprar.

Cambio de Comportamiento

En el análisis del comportamiento de la protagonista se desarrolló una asociación entre los estímulos de deslizar la tarjeta de crédito, el olor de la tienda o sonido de la caja, que originalmente eran neutros, con la satisfacción de adquirir algo nuevo. Por tanto, cada vez que la protagonista se encuentre en un entorno de compra, estos tres estímulos desencadenan el deseo de comprar, independientemente de su capacidad financiera o las consecuencias a largo plazo.

Además, el deseo de la protagonista de satisfacer un impulso personal que va en contra de las conductas de su madre, esto puede ser visto como un refuerzo de su comportamiento, donde el acto de comprar se convierte en una forma de afirmación personal y aprecio de sí misma, contra las normas maternas.

Conductismo Clásico en las Pataletas

Ya hemos abordado las definiciones principales del conductismo clásico; ahora, entremos a la situación que se vive día a día en cientos de hogares: las pataletas. Es claro que desesperan y, por supuesto, llega un punto en el que como adultos pueden no saber qué hacer. Esas sensaciones de cansancio, unidas a emociones de agotamiento y estrés en la crianza, llevan a pensar que mantener procesos de crianza respetuosa no sirve para los desafíos de conducta.

Intentar construir espacios inclusivos y diversos, es un completo desafío. En medio de la creciente exigencia de igualdad en las aulas escolares y la demanda por la adaptación de los maestros, se esconde un sigiloso pensamiento estereotipado y discriminatorio que pone a prueba los valores sociales y la capacidad de empatía social.

Vamos aplicar conductismo clásico

Lo primero: Identificar los Estímulos y Respuestas

  • Estímulo Incondicionado (EI): La negativa a comprar algo deseado.
  • Respuesta Incondicionada (RI): La frustración del niño que naturalmente conduce a una pataleta.
  • Estímulo Neutro (EN) que se convierte en Condicionado (EC): El contexto del centro comercial y la posibilidad de llevar en el mercado lo que quiera como lo hace mamá o papá.

Lo segundo: Introducción de un Nuevo Estímulo Condicionado (EC) y Respuesta Condicionada (RC)

  • Estrategia: Crear una «tarjeta de comportamiento adecuado» que el niño lleve consigo en el centro comercial o el supermercado. Esta tarjeta simboliza el compromiso del niño de mantener un comportamiento adecuado durante el tiempo que esté allí. La tarjeta actúa como un estímulo condicionado, recordando al niño la importancia de su comportamiento y la expectativa de autocontrol.
  • Implementación: Es un refuerzo positivo. Si el niño logra mantener el comportamiento acordado y no recurre a pataletas, al final del tiempo que estén allí puede recibir una recompensa no material, el niño elegirá entre dos opciones que mamá o papá previamente le han dado en casa y que por tanto, ya conoce. La recompensa se asocia con el uso exitoso de la tarjeta y el buen comportamiento, reforzando positivamente la conducta deseada.

Seguramente la pregunta es: ¿Qué pasa si no sirve, si continúa con el comportamiento indeseado?

El condicionamiento clásico es un entrenamiento de adquisición por experimentación, basado en el refuerzo positivo y no en el castigo. Repetir este proceso varias veces logrará un efecto similar al sonido de la tarjeta de crédito para la protagonista de la película. Los niños mantendrán el comportamiento adecuado en espera de la recompensa previamente acordada. El éxito es la repetición y entrega de esa recompensa, cuando no se ejecuta de forma sistemática, el niño aprenderá que el estímulo no produce respuesta y lo descartará, incrementando el comportamiento indeseado.

¿Por qué no se considera crianza respetuosa a las estrategias del condicionamiento clásico?: La modificación del comportamiento mediante el condicionamiento clásico se basa en un estímulo de refuerzo positivo a través de una recompensa, dejando de lado la maduración del cerebro y el análisis de la situación por parte del adulto.

Es fundamental identificar que el condicionamiento clásico se utiliza mucho más frecuentemente de forma casi imperceptible para modificar los comportamientos de compra, consumo de redes, amistad, aceptación de las personas, entre otros; en especial, en los casos de inflexibilidad cognitiva en los niños y niñas, se suele utilizar el condicionamiento clásico a través de las rutinas, sobre todo las visuales que son populares entre los preescolares.

Alexandra Parra

Neuropsicóloga y pedagoga

Indignidad expresidencial

Hablar de dignidad, de honor, de magnanimidad en estos tiempos parece causa perdida, a las generaciones de la guayaba y hasta de pronto en alguna medida la generación Z, según el ciclo de Andrés López en su pelota de letras, algo se le enseñó al respecto, pero de ahí en adelante, no lo sé, no me consta, parece poco probable, no lo escucho muy a menudo ni en su léxico, ni en su jerga y menos lo evidencio en su comportamiento.

Así que, escribiendo estas letras, me angustio más allá de lo que es el mensaje de este texto, porque caigo en cuenta, que cuando no hay esos límites, esos mojones en la psiquis colectiva, no queda otra cosa sino la decadencia, por mucho que los psicólogos y pedagogos nos quieran insistir en que es normal que los tiempos cambien,  este parece ser el efecto que estamos presenciando y la prueba irrefutable, es la historia.

 

En ese comportamiento genérico y social puede que influya Hollywood, puede que los estándares musicales tan bajitos, puede que la “flexibilización” de las concepciones, sociales, educativas y familiares impuestos por agendas homogenizantes de los sistemas financieros, pero creo que hay algo peor, la dirigencia de un Estado junto a la dirigencia social, que influyen mucho más.

Y es que, como lo sentencia la célebre frase del científico Georg C. Lichtenberg «Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto”, y esto, soy claro, no me refiero a mandos reverenciales por causa religiosa, racial, de apellido, abolengo o casta,sino al mando que se ejerce por las razones de mérito, institucionales o legales y que por su legitimidad causa ese efecto, más aún en tiempos donde todo es permitido, escrutable y cuestionable hasta la invención mítica en las impersonales y masivas redes sociales.

Si aquellos que por algún mérito, bien sea ganar el respaldo popular para acceder a un cargo de representación, por un concurso o examen de aplicación para acceder a un cargo o por su actividad artística, histriónica, militar, filantrópica o económica logra hollar las cumbres sociales y estando allá actúan con desvergüenza y deshonor, aquellos que los siguen y en cierto modo los oyen, admiran u obedecen, perderán el respeto, no solo con el personaje, sino en general.

Eso suele ser más impactante en la vida social cuando los lideres así actúan, pervierten a aquellos que se sienten autorizados porque de esa forma actúa su referente, está tan memorizado y ha calado tanto en la profundidad de la psiquis colectiva ese bello principio de la igualdad de todos y todas, que lamentablemente como decía Platón, ya se empieza a degenerar ese símbolo de la democracia en tiranía, entonces aparece el “yo tirano”, expresando el triste y agónico, si lo hace él, pues entonces yo también”, o “si lo esa ella, porque yo no”

Esto es discutible, lo sé, pero cada vez me convenzo más que es real, que se ve y se siente en la idiosincrasia Colombiana y solían ser los dirigentes, los más reputados, por lo menos a la gran mayoría se les notaba el intento, quizás por eso aun hoy hay estruendos en la conciencia colectiva de un Gaitán, un Alfonso López, un Darío Echandía, una Aydee Anzola Linares, Manuela Beltrán, o María Antonia Santos, o José Antonio y Luis Carlos Galán.

En el ámbito de la cultura, Vargas Vila, Gabo, Escalona, Alejo Duran, Maravilla Gamboa, el profe Ochoa, Manzur, Botero, Débora Arango o Virginia Gutiérrez, Julio Mario Santo domingo, Fidel Cano, entre tantos otros, con algo en común, todos, en diferente épocas, fueron reconocidos por actuar con honor y dignidad, fueron en sus esferas dirigentes de un país, imprimieron su estampa en la sociedad para bien, pero aun así, lo que más suele resaltar son aquellos que ejercen la dirigencia política.

Por ello, en Colombia la figura de los ex presidentes solía ser tan respetada como el símbolo del presidente de la república, quien siempre ha simbolizado no solo una imagen de poder, sino en buena medida el ser el primero entre todos, estar al frente de,  después de todo, esa es la etimología de la palabra, pero también por costumbre y literatura jurídica había simbolizado el prestigio, la unidad y hasta la dignidad del país.

Esos expresidentes solían ser consultados, convocados incluso a la comisión asesora de asuntos exteriores, a grandes foros nacionales e internacionales, en fin, hasta se les seguía diciendo o llamando por el rango al que habían llegado, el de “presidente”, todo esto se ve desdibujado en las últimas décadas del Siglo XX entre tantos escándalos y redes sociales con el inverosímil concepto de la post verdad, usado más recientemente.

Salvo unas contadas excepciones, ya no tenemos a aquellos “excelentísimos” dignatarios, sino aquellos cuestionados dirigentes, bien sea por la forma en que accedieron a la alta magistratura o por la financiación de sus campañas como en el caso de Samper y Pastrana, pero jamás pensé que llegaríamos a ver que un expresidente, terminara de Dj, presentándose en camiseta cual adolescente entre juego de luces de animador de fiestas con reggaetón.

No le bastó a Iván Duque con la humillación pública de las “cabecitas” ante un ex jugador de futbol del Real Madrid, tampoco con quedar ante el mundo y ante el Rey de España de mandadero de “saludos” del expresidente Uribe, todo ello, ante la mirada claramente despectiva del monarca, no le bastó con insultarse a madrazos en plena vía pública, cual verdulera con un pseudo periodista gringo y ahora nos sale con esta perla.

Una perla que hace notar que perdió el norte de lo que solía significar la figura presidencial, que perdió la poca vergüenza en su actuar, que si bien no es criminal, para nada, no es inmoral, ni más faltaba, sí desdibuja esa jerarquía que debiera tener un ex jefe de Estado, no sé si esto lo perdió, francamente creo que nunca lo tuvo, pero que triste ver que con nuestros impuestos debemos seguir sosteniendo un personaje así.

Si bien creo, que los expresidentes, son eso, creo que, de la generación de la W, de la que son mis padres y seguramente de las costumbres provincianas con las que me formaron, tengo el rezago de esa forma de ver el mundo, en donde hay que aceptar que muchas veces, como te ven te tratan y que es nuestro deber engrandecer el cargo,

no el cargo engrandecerlo a uno.

Que hay responsabilidades que si se asumen se tienen que cumplir, pase lo que pase, puesto que no es el nombre personal e individual, sino de millones que hay que mantener en alto estándar y dignidad, pienso que esas son las consecuencias que se cometen a elegir personas sin méritos propios, sino por dejarse llevar de las calenturas del momento, se vota por los “pollos” o “gallos” de x o de y, no por el mejor, sino por el “menos peor”.

Juan Camilo Castellanos

Junto a la sociedad civil firmantes de paz clamamos por la defensa de la vida

En Antioquia son 203 líderes y lideresas sociales y 41 los firmantes asesinados desde la firma del Acuerdo de Paz. En Colombia padecemos una violencia estructural que también cobra la vida de las mujeres: ocurrieron 410 feminicidios el año pasado y van 21 en lo corrido de este año. Lo del año pasado es escandaloso: 34  feminicidios mensuales, más de 1 caso diario. Y solo el 3 %  de esos casos tienen ejecución de penas. Esa impunidad hace parte de nuestras violencias históricas. Una hecatombe que nos debe movilizar permanentemente.

Por eso nos convocamos este mes en un duelo colectivo por esta pérdida de vidas humanas y proyectos políticos, ambientales y sociales que sigue en aumento. Se le exige a los actores armados el respeto por la vida y hacemos un llamamiento de urgencia de acciones al Estado colombiano para proteger efectivamente la vida de las mujeres, de los liderazgos y de las y los firmantes.

 

Es triste que tras siete años de la firma del Acuerdo de paz aún sigamos aumentando la cifra de asesinatos de firmantes, líderes sociales y feminicidios en los territorios. Van 419 firmantes de paz asesinados en todo el país. Una cultura de la guerra se ha arraigado no solamente con ocasión del conflicto armado sino con la violencia simbólica instaurada en las relaciones cotidianas.

Por todo lo anterior es que convocamos a un duelo colectivo contra esta tragedia que nos debe movilizar como pueblo que merece la paz.

La Nueva Área de Reincorporación (NAR) de Medellín está integrada por más de 300 hombres y mujeres que dejaron las armas y adelantan su regreso a la vida civil en la capital antioqueña, y son un colectivo que junto a organizaciones como Defendamos La Paz quiere movilizarse y dejar un mensaje claro: el primer bien de la paz es la vida, de firmantes y de liderazgos sociales y ambientales.

Juntémonos en este grito colectivo por la Vida y la Paz.

Pedro Baracutao

Libertad de datos

En 2006, qué visionario fue el economista Clive Humby cuando dijo “el activo más valioso ya no es el petróleo, son los datos.” Esta emblemática frase de la cuarta revolución industrial, cada día es más evidente, en un solo día Google recibe más de 3.500 millones de búsquedas y WhatsApp 100 mil millones de mensajes. La abundancia de datos es el motor de las empresas del futuro, la eficiencia del estado, y una mejor calidad de vida. Colombia, por su tortuosa historia de conflicto armado o por la pereza de crear normas y copiar las extranjeras, viene desarrollando una legislación hostil a los datos. Entendiendo los temores, los dividendos de la económica de datos, incluyendo los no-monetarios, son demasiado grandes para ignorar. Colombia debe ser protagonista, como mínimo en América Latina, de la revolución de inteligencia artificial.

Una mala distribución y apropiación de tecnología puede causar mayor desigualdad. Primero hay un efecto de creación de riqueza que se distribuye en sus fundadores. La tecnología de la información representa ya el 30% de la valuación del S&P 500 de la bolsa de Nueva York, la cual llegó a nuevos records en febrero. Si estas empresas, no se fundan en América Latina o Colombia, la creación de riqueza se va a quedar en otras geografías. Sabemos que el talento colombiano puede crear empresas exitosas como Rappi o Nu Bank, pero necesitamos decenas no unas pocas. Si la materia prima que son los datos, no está disponible, no lo vamos a lograr.  

 

También la tecnología genera valor si es utilizada de manera masiva. Un campesino con teléfono inteligente puede negociar mejor su café, al saber el precio internacional. Lo mismo un estudiante motivado en zona rural puede usar un chat bot de inteligencia artificial para aprender un nuevo idioma. Esto para no hablar del número de divorcios evitados por Google Maps de maridos que ya no se pierden conduciendo. Un estudio de UCLA que evaluó el impacto de la introducción de banda ancha en Brasil, encontró que, si bien la tecnología llevó a un aumento de 2,3% en ingresos de trabajadores, el incremento fue del 9% en ejecutivos y 19% para miembros de junta. El que más la usa, es el que más gana.

Dado la falta de empresas de tecnología emergiendo de Europa, mientras EEUU promociona búsquedas en Google y China más likes en TikTok, en Bruselas sacan regulación hostil a la libertad de datos. Colombia, inspirada en Europa, en 2012 sacó una ley de datos que preveía los mismos con un enfoque exclusivo al derecho a la intimidad.  En algunos casos está bien, pero generalizado sale mal. Casi llegamos al ridículo que la SIC contempló sancionar a EEUU como país que no protege los datos.

Las nuevas generaciones tienen estándares de privacidad diferentes, sus vidas están “posteadas” en Instagram. Esfuerzos de no empadronar a los colombianos, se pierden con la adquisición de un teléfono inteligente. Siempre se debe permitir que una persona tenga la opción de excluir sus datos, pero el “default” debe ser la libertad de datos. Si nuestros datos, no están en los algoritmos, es como si no estuviéramos en el mundo digital. Mejores datos significan crédito más barato, mejor seguridad y menor pobreza. Para apropiarnos de esta ola tecnológica tenemos que vivirla, sino después nos vendrán solo quejas.

Simón Gaviria

El poder del Clan del Golfo

El Clan del Golfo, también conocidos como Autodefensas Gaitanistas de Colombia -AGC, es un grupo armado ilegal que surgió en Urabá luego de la desmovilización del Bloque Elmer Cárdenas de las Autodefensas Unidas de Colombia en 2006. Daniel Rendón Herrera, alias Don Mario, después de ese año empezó a conformar grupos narco-paramilitares como las Águilas Negras y Urabeños que luego se cobijaron bajo la sombrilla de Clan del Golfo.

Este jefe paramilitar, que actualmente purga una condena de 35 años en Estados Unidos, fue reemplazado por su socio Dairo Antonio Úsuga, alias ‘Otoniel’, también capturado y extraditado en el 2021. Con la captura de ‘Otoniel’, Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias Chiquito Malo asume como líder de la organización criminal. Actualmente, es el hombre más buscado por las autoridades colombianas que ofrecen una recompensa de hasta 5.000 por su captura   

 

Durante la década pasada, el Clan del Golfo se convirtió en la organización de tráfico transnacional de drogas más grande que opera en el país. Según el centro de pensamiento InSight Crime, la estructura criminal se extendió por casi todo el país y “pronto llegó a controlar las zonas de producción de drogas, los corredores de tráfico y los puntos de salida en todo el norte de Colombia, a lo largo de las costas del Atlántico y el Pacífico, y en la frontera con Venezuela”.

La red criminal ha expandido sus negocios más allá del narcotráfico. Controlan el paso de migrantes que pasan por el Tapón del Darién con rumbo a Panamá y, posteriormente, a los Estados Unidos. Algunas denuncias refieren que los migrantes de distintos países que pasan caminando el Darién tienen que pagar alrededor de 400 dólares por persona. Incluso, la semana pasada, el Coronel William Alberto Zubieta Pardo, comandante de Departamento de Policía Urabá, manifestó que algunos migrantes están siendo forzados a transportar drogas a través del Golfo del Urabá.

La extorsión y el secuestro perpetrado en los departamentos de la costa atlántica, los llanos orientales, el Chocó y Antioquia es cometido, en mayor medida, por esta estructura criminal. Aunque las autoridades le han asestado severos golpes, en el marco de la Operación Agamenón, con la incautación de varias toneladas de cocaína en los últimos días y el desmantelamiento de estructuras dedicadas a la extorsión, la nómina continúa y los segundos o terceros al mando terminan asumiendo el dominio. Y es que justamente operan como una empresa criminal que paga salarios fijos mensuales en el marco de una “seudo-nómina” que involucra a militares en algunas regiones y tienen funciones definidas en la estructura jerárquica. Esta situación devino en que algunas comunidades terminan aceptando y “legitimando” la presencia de las AGC, pues son los únicos “empleadores” en el territorio.    

El Clan también cuenta con tentáculos en la minería ilegal que se extrae en el sur de Bolívar y el nordeste de Antioquia. Los 5 soldados asesinados este fin de semana en Segovia se registraron en el marco del combate contra la extracción ilegal de oro que realiza el ejercito colombiano.

A pesar de que en marzo del año pasado el gobierno nacional decidió suspender el cese al fuego bilateral con el Clan del Golfo, el asesinato de soldados en el sur de Bolívar obligó a presidente Gustavo Petro a darles un ultimátum: “Si no se desmantelan, serán destruíos por el Estado”.     

La respuesta del Bloque Roberto Vargas de las AGC (con presencia en Antioquia y el Sur de Bolívar) no se hizo esperar. En documento dado a conocer por la opinión pública, entre otras cosas, señala que el gobierno de Gustavo Petro “lo único que ha hecho es brindarle beneficios a una guerrilla que ha venido acabando a nuestra población”.   

Al menos tres preguntas surgen después de esta descripción: ¿Qué personas que se camuflan en la legalidad hacen parte de la estructura de las AGC? Esta labor la tendrá que atender la nueva Fiscal, ya que la actual administración de la Fiscalía no la ha adelantado como debe ser. ¿Qué impacto tendrá para la Paz Total la declaración de guerra frontal contra la organización ilegal más grande que opera en Colombia? ¿Cómo desconfigurar la “legitimidad” que tiene el Clan del Golfo en ciertas zonas del país?

Maylor Caicedo

¿Jefe de Estado o revolucionario?

Supone uno, como cualquier ciudadano de a pie, que tras haber entregado toda su vida siendo funcionario público, el político maximizará su proyecto de vida conquistando el cargo de jefe de estado, jefe de gobierno o presidente, en el caso de Colombia liderazgo nada sencillo porque son marcados los extremos ideológicos, una oposición señalada de radical extrema derecha y un puñado de responsabilidades alineadas con una formación íntegra, culta e inteligente, para estar a la altura de tan honroso e histórico menester en el orden nacional e internacional

En esa ordenanza de ideas, nuestro jefe de Estado, Gustavo Petro, tuvo la fortuna política de ser generosamente indultado por la democracia colombiana, lo que le permitió convertirse luego en Personero, concejal, funcionario diplomático, representante a la Cámara, Senador, alcalde de Bogotá y presidente, una larga y destacada carrera pública ajustada en la izquierda ‘pura’, definida por criticar sin sonrojarse las formas y los fondos de cómo funciona el sistema y sus tradicionales gobernantes. En resumen, viviendo del Estado en su máxima expresión.

 

Ese mismísimo Jefe De Gobierno adquirió el poder venciendo a varias administraciones de derecha y partidos tradicionales -liberales, conservadores y sus compinches politiqueros-, no obstante, durante sus casi 18 meses de mandato sigue aumentando su arraigo a sus posturas dogmáticas, eso sí, siempre lanzando epítetos, incluso con palabras de ‘fuerte calibre’ a quienes le critican sus cuestionadas decisiones o están en contra de sus drásticas reformas a salud, pensional, laboral y presionando tácitamente la elección de la entrante Fiscal. La verdad es un dirigente poco cercano a escuchar y aceptar propuestas, dicen sus más cercanos. El ego es cosa sería en él, también sentencian en los pasillos de la Casa de Nariño.

El Presidente viene siendo criticado sistemáticamente. Pero es que en una democracia participativa es necesario generar discusiones en favor o en contra de cualquier determinación venga de donde venga. En esencia porque sentimos un sabor agridulce, incierto y caótico del futuro de Colombia y los colombianos. Un máximo dirigente como Gustavo Petro debe estar a la altura de su cargo: “debe actuar como centro de poder para la solución de los conflictos institucionales. No irrespeta la autonomía de funciones ni la asignación de competencias, el hecho de que el Presidente de la República intervenga en las discusiones que se presentan entre diferentes órganos y funcionarios, sobre asuntos que causan cuestionamientos a la institucionalidad. Entre Contralora y Auditora. Entre Fiscal y Procurador. Entre Altas Cortes”, dice Luis Fernando Álvarez, en el periódico El Colombiano.

El Presidente en su calidad de Jefe de Gobierno y Suprema Autoridad Administrativa debe ir más allá y comportarse con grandes ínfulas de estadista en el sentido supremo de la palabra. Como diría, José Ortega y Gasset, en su ensayo El espíritu de la letra. Mirabeau o el político. “Un #Estadista se define como el político que se coloca por encima de las divisiones partidistas, que se concentra en la búsqueda del bien común y logra imprimirle un giro constructivo al destino de la Nación”. La verdad esta definición está bastante alejada de la realidad política vivida en el país y las constantes acciones comunicacionales emanadas por parte de Gustavo Petro y su equipo de gobierno.

En esa línea, en nada le queda bien a un primer mandatario que busca la “Paz Total” y obtener un “Premio Nobel de Paz” “(…) actuar sin racionalidad, sin criterios técnicos, con mezquindad, que promueve la división entre sus ciudadanos, rechaza el disenso, la oposición, la libertad de prensa, ataca las instituciones y menoscaba la constitución y la ley (…)”, dice María Andrea Nieto en una de sus columnas en (@RevistaSemana). De hecho, Gustavo Petro, en una de sus calenturas digitales en la red X (Twitter) procedió a enviar un mensaje de emergencia, que tradujo a francés, italiano, inglés y árabe. Esta última travesura poliglota, incluso, le salió desacertada puesto que se divulgó en las redes con los errores propios del traductor de #Google. De verdad, que oso tan peludo ante la comunidad regional y mundial. 

Reflexionar por estos días de cuaresma sería una de las acciones estratégicas para el Presidente ya que los “vientos de buena mar” parecen estar lejanos ante un panorama político por divisiones extremas siempre en “cuidados intensivos”, meditar en aras de buscar consensos con la institucionalidad y empresarios para alejarlos de la desconfianza contra el gobierno, recapacitar en sus acercamientos con todos los grupos violentos autores del aumento del índice de criminalidad en todo el territorio y cavilar por dejar ser un líder político con altas métricas y tendencias en las redes sociales por medio de convocatorias a las revoluciones -innovadoras y transformadoras del sistema-  a través de movilizaciones populares, marchas y plantones, que se asemejan más a un llamado revolucionario por parte de un ex subversivo de las tantas guerrillas legendarias de nuestra irrespetada Colombia. Señor, jefe de Estado, ¡salve usted la Patria!

#Parzival: ¿Será Qué Los funcionarios Del Gobierno, Gustavo Petro (@petrogustavo) Van A Meditar En Esta #Cuaresma Sobre Sus “Metidas De Pata” A La Hora De Tomar Decisiones?

Bogotá está en crisis

Para nadie es un secreto que hoy Bogotá atraviesa por una fuerte crisis de seguridad. Una crisis que, si bien responde, en gran medida, a la pésima gestión de la exalcaldesa Claudia López y a la incompetencia del presidente Gustavo Petro, es ahora responsabilidad del alcalde Carlos Fernando Galán.

Me atrevo a afirmar que estamos viviendo en crisis, principalmente, por dos motivos: las escandalosas cifras de conductas delictivas que reporta la ciudad y el miedo que hoy secuestra la percepción de la ciudadanía. Un ejemplo claro es el comportamiento del hurto en la capital. Los robos, en sus distintas modalidades, se convirtieron en “pan de cada día”. Solo en el 2023, se presentaron aproximadamente 147.194 hurtos, que representan el 40.5% de los hurtos de todo Colombia. Un número astronómico que equivaldría a sumar los casos de los 7 departamentos más afectados por este flagelo (Antioquia, Cundinamarca, Valle del Cauca, Atlántico, Santander, Huila y Bolívar), posicionando, de lejos, a Bogotá como la capital del hurto en el país. Esto, sumado a los casos de homicidio y extorsión, que también incrementaron en comparación al año anterior, ha sembrado el terror en los bogotanos, a tal punto, que solo el 19.7% de los habitantes se siente seguro en la ciudad.

 

Aunque las autoridades han podido identificar, como responsables de esta crisis, a 72 estructuras criminales, donde se destacan grupos armados organizados como el ELN, las FARC y el Clan del Golfo, y bandas criminales transnacionales como el “Tren de Aragua” y los “Satanás”, la respuesta institucional ha sido totalmente insuficiente. Los bandidos siguen como “Pedro por su casa”, robando y matando libremente.

Decía el Papa Francisco que de una crisis como esta “podemos salir peor o mejor. Podemos retroceder o crear algo nuevo”. Cuando digo que Galán es quien lleva ahora la responsabilidad de esta crisis, no es porque la haya causado, sino porque es ahora quien debe reconocerla, enfrentarla y, ojalá, como prometió en campaña, solucionarla. Por supuesto que recuperar la seguridad de los bogotanos no es cuestión de unos cuantos días, pero para hacerlo se requieren decisiones inmediatas y el carácter para ejecutarlas, para así, poco a poco, pavimentar un camino de paz y tranquilidad, donde podamos realmente “caminar seguros”.

Desde el Concejo Distrital hemos elevado llamados respetuosos que esperamos sean escuchados y analizados con rigurosidad. Primordialmente, le pedimos al alcalde que contemple un incremento sustancial del presupuesto para atender esta crisis de seguridad que, increíblemente, hoy representa tan solo el 1.8% del dinero público de la ciduad. De igual manera, lo instamos a respaldar el trabajo de la fuerza pública, garantizar el bienestar de los uniformados, articular labores con el Ejército Nacional y las empresas de seguridad y vigilancia privada, vincular reservistas y veteranos a estrategias preventivas, fortalecer las redes de cooperación ciudadana, entre otros.

Lastimosamente, al día de hoy no hemos recibido respuesta, o al menos humo blanco, que nos permita confiar que se está avanzando en ese camino. Por eso, el llamado, igualmente respetuoso, para el alcalde Galán y su equipo de trabajo es: ¡escuchen, decidan y actúen! La ciudadanía no aguanta un robo más, la inseguridad no admite indecisión.

Nota relacionada: “En Bogotá se requiere firmeza para combatir la inseguridad”: Julián Uscategui

Convirtieron a Ecopetrol en una tienda

En su último Reporte en W Radio, Daniel Coronell informó que Serafino Iácono –magnate venezolano nacionalizado italiano y colombiano– fue nombrado Cónsul Honorario de la República de San Marino en Colombia, un país de 33 mil habitantes, lo que en principio no es problema. Los líos aparecen con el resto de la historia

Porque el mismo consulado lo usufructuó Carlos Mattos, condenado a cárcel por corrupto. Y Coronell también contó que otros dos cónsules honorarios en Colombia terminaron en corruptelas y usaron sus cargos para no rendirle cuentas a la Justicia.

 

Serafino Iácono tiene además grandes intereses en empresas petroleras que operan en Colombia, incluso en negocios con Ecopetrol. ¿Para qué necesitará ser Cónsul Honorario de la República de San Marino?

Mientras se descubre, se sabe que Serafino le vendió, y muy barato, un magnífico apartamento en Bogotá a Ricardo Roa, el presidente de Ecopetrol. Y cada uno de ellos dijo que no se conocían ni conocieron en ese negocio, lo que no impidió que unas semanas después se encontraran en República Dominicana, donde Serafino posee una tremenda mansión (Ver enlace).

También actuó mal Gustavo Petro al imponer a Ricardo Roa, y con un muy dudoso concurso, de presidente de Ecopetrol. Porque como funcionario suyo en su alcaldía de Bogotá, Roa fue muy tolerante con un empleado que por corrupto terminó en la cárcel, a la par que les mintió a los medios sobre ese caso (Ver enlace). Y porque Roa está además enredado, por notables ilegalidades, como gerente de la campaña presidencial de Petro.

De otra parte, la Junta Directiva del sindicato de trabajadores de Ecopetrol rechazó “el recorte drástico de la inversión en exploración y producción” de petróleo de la empresa, de 4.500 a 2.500 millones de dólares de 2023 a 2024 (Ver enlace). Ese recorte significa que la perforación de pozos para desarrollo y exploración caerá en 37 y 40 por ciento, respectivamente (Ver enlace), atentando contra su naturaleza de empresa petrolera y contra su economía, principal fuente de transferencias al gobierno nacional.

Ese recorte absurdo e irresponsable pretende que Ecopetrol aumente sus inversiones en energías renovables, negocios en los que no tiene experiencia y que no son rentables o lo son en porcentajes bastante inferiores a los del petróleo. Y Petro y los petristas toman la decisión sin que hayan publicado un estudio que demuestre que aciertan, porque están manejando a Ecopetrol como si fuera una tienda de su propiedad, es decir, haciendo con ella lo que se les da la gana.

Petro además ha dicho que en Colombia no se firmarán nuevos contratos para buscar hidrocarburos –el único país petrolero del mundo en esa chifladura–, posición que en 2023 ya redujo en 30 por ciento la exploración, con pérdida de 19.500 empleos (Ver enlace). Y en Bucaramanga dijo que meterá a Ecopetrol en la producción de hidrógeno verde, negocio que la empresa no conoce y que es de alto riesgo y utilidades menores que las del petróleo.

Que Saúl Kattan, presidente de la Junta directiva de Ecopetrol y quien se ganó ese cargo, como Roa, por su cercanía con Gustavo Petro y sus charlatanerías, nos demuestre a los colombianos, con datos y cifras y no con la carreta de falso ambientalismo de su jefe, que esas decisiones no son contrarias al interés nacional. ¿Y qué opina la junta directiva de Ecopetrol de estas aventuras?

Es un crimen no promover la búsqueda y producción de más hidrocarburos –que se seguirán consumiendo en Colombia y en el mundo por décadas–, dañando a Ecopetrol, maltrato que puede terminar entregándosela a las trasnacionales. ¿O no, Gustavo Petro?

Jorge Enrique Robledo

Fico no nombra expertos, nombra a amigos

En anteriores columnas he dicho que Federico Gutiérrez tiene como principal criterio para sus nombramientos la retribución hacia quienes lo apoyaron para ser alcaldes, o quienes son amigos de los miembros de Creemos. Con la Secretaría de Cultura ya quedó claro que Gutiérrez no va a gobernar para toda la gente, sólo para los suyos.

No me sorprende lo sucedido con el que espero sea ya ex secretario de Cultura, el señor Manuel Córdoba, quien no tuvo problema en admitir de forma desvergonzada que no tenía idea del sector del que debía estar a cargo, porque a la final lo suyo son los contratos; me pregunto si con ser especialista en contratos se refería a que Federico Gutiérrez le había dado la misión de convertir la entidad en el botín a repartir para pagarle a quienes lo llevaron a ser alcalde.

 

Hay que entender que el “inculto” Córdoba no llega de forma coincidencial al gabinete de Fico, ni exclusivamente por su experticia en las contrataciones. Córdoba fue el gerente de campaña del concejal Andrés Tobón, al que no le bastó con el contrato que le dieron a una de sus donantes de campaña, Catalina Hoyos López, por 17 millones en la Secretaría de Participación Ciudadana, sino que además buscó la manera de que su gerente quedara bien posicionado en el gobierno distrital, quizá para poder repartir “mermelada” en el Concejo de forma eficiente.

Fico, siempre tan generoso, no ha dejado en el olvido a los diputados de Creemos en la Asamblea, para los que también ha habido ayuda. El nuevo Subsecretario de Presupuesto y Gestión Financiera es Daniel Felipe Escobar Valencia, hermano del diputado Mateo Escobar Valencia.

Aunque en este caso se puede decir que fue más bien el diputado el que recibió el pago del favor con el aval a su candidatura, pues su hermano Nicolás ya había hecho parte de la primera administración de Fico e incluso actuó en múltiples ocasiones como Secretario encargado de Hacienda. Una familia fiquista purasangre que ha visto muy bien recompensada su lealtad.

Pienso también en el caso de Camilo Montoya Cano, el nuevo Secretario de Participación Ciudadana, comunicador social que en la anterior alcaldía de Fico se encargó de las redes del INDER y que se desempeñó recientemente como director de comunicaciones de Creemos. Una persona de toda la vida de Fico, que va a asumir un cargo que requiere profundos conocimientos en políticas públicas los cuales no tiene, pues su experiencia y formación profesional están orientadas exclusivamente en el manejo de redes.

El nuevo burgomaestre de Medellín se ufana de conformar un gabinete de técnicos, pero sus nombramientos indican una tendencia clara: el principal criterio para trabajar con Fico es haber demostrado lealtad hacia el caudillo o su partido, sin importar si se tiene experticia para lo que se es nombrado.

Alejandro Toro

También se lo Gnequiaron

No se escapó. Al Estadio Armando Maestre Pavajeau le pasó lo mismo que a muchas obras públicas contratadas por la gobernación del Cesar en manos del Clan Gnecco. Una cadena de adiciones, sobrecostos, prorrogas no lo salvaron de terminar convertido en un enorme elefante blanco que hasta la gramilla se terminó consumiendo. Lo paradójico es que al elefante lo despertó la Conmebol que esta semana descertificó al Estadio vallenato para atender los juegos de la copa suramericana por parte del Alianza Futbol Club, preciso cuando la Gobernadora impuesta por el Clan sacaba pecho portando la camiseta del nuevo club profesional de los cesarenses adornada con el patrocinio de la Gobernación y la Alcaldía de Valledupar.    

La llegada del Alianza Futbol Club, gestionada por el Conservador Representante a la Cámara Ape Cuello, socio y aliado político de los Gnecco, fue aplaudida y celebrada por una población ávida del espectáculo del futbol profesional e ilusionada con un equipo que promete convertirse en el movilizador de los aficionados al futbol y de la hinchada que ya comenzamos a reunirnos alrededor de nuestro equipo. Pero la alegría no era solo por tener por fin un equipo de futbol de primera división que se alimentara de sus divisiones inferiores ofreciendo a muchos jóvenes de esta región este deporte de alto rendimiento como proyecto de vida. Era la oportunidad para apreciar en Valledupar, en vivo y en directo el mejor futbol del país y del continente. Pero todo eso se estropeo esta semana por culpa del Clan en el poder. Me explico:

 

La vergonzosa historia se remonta al año 2012, cuando el recién condenado por el robo del Plan de Alimentación Escolar Luis Alberto Monsalvo Gnecco, el pechichón de Cielo, en su primer periodo como gobernador anunciara con bombos y platillos su propósito de usar las regalías del carbón para dotar a Valledupar de un Estadio de futbol de alta competencia. Contrató entonces los diseños para la ampliación, adecuación y remodelación del viejo Estadio Chemesqemena, bello nombre kankuamo con el que lo conocí en mi niñez y adolescencia, rebautizado luego como el Armando Maestre Pavajeau. El mismo Monsalvo Gnecco adjudicó al consorcio GMP Construcciones y al grupo Capítol el contrato para la remodelación del Estadio por un valor de $33.345 millones de pesos, cuya acta de inicio se firmó el 28 de febrero del 2014 con un plazo de ejecución de 18 meses. Es decir que, en año y medio, en el 2016 Valledupar contaría con un gran escenario para el futbol.

Pero ahí empezó cristo a padecer. Finjamos sorpresa con la noticia que recibieron los vallenatos en octubre del 2014: una adición al contrato original por $16.671 millones de pesos y la ampliación del plazo de ejecución por tres meses adicionales. Este contrato se terminó de ejecutar el 20 de junio del 2016 con un costo total de $50.001.492.793. Monsalvo descubrió que todavía no había Estadio y nos volvió a sorprender con una segunda fase contratada simultáneamente en febrero del 2015 por un valor de $9.362 millones con la unión temporal “Obras Complementarias”, contrato que tampoco se salvó de sus respectivas adiciones, una por $3.750 millones y otra segunda por $929 millones. Las tres prorrogas y las tres suspensiones de la obra hizo que la entrega final ocurriera hasta el 19 de julio del 2018. Si a las $64.057 millones de pesos de las obras le sumamos los $11 mil millones de la consultoría, interventoría y compra de predios, tenemos una cifra escandalosa de $75 mil millones de pesos, sin contar las inversiones adicionales realizadas para los Juegos Bolivarianos celebrados en Valledupar en el 2022 y los recursos que podrían derivarse de los pleitos jurídicos en curso entre contratistas y gobernación. Mejor dicho, al Estadio también se lo Gnequiaron.

Esta frustración vallenata y este despilfarro inaceptable de los recursos de las regalías no pueden quedar impunes. Si los ciudadanos no pasaron la factura de cobro en las urnas al Clan responsable de esta fechoría, corresponde a la justicia y a los órganos de control al más alto nivel cuidar lo que nos pertenece a todos y proferir las sanciones respectivas.  

Antonio Sanguino

El ego

El ego es el gran opositor de la condición humana y es también su mejor amigo. El ego se nutre de la debilidad humana, se forja y permanece en la psique humana. El ego que viste de gala con su pompa, su vana sabiduría profana, su inteligencia vacua, sus efímeras habilidades atléticas, sus galones, medallas, mandiles y charreteras, y también sus títulos académicos, diplomas y certificados, y en otros casos, fajos de billetes, propiedades, glamur y profana ostentación.

El ego es como ese parasito interno que inconscientemente anida en el anfitrión, empero, el parasito es consciente de su parasitismo y del daño que realiza, mientras el anfitrión es víctima del ego, que cree que todo es perfecto y que todo lo merece. El ego tiene mirada insidiosa y su alma es reemplazada por cientos de méritos artificiales que le acompañan, méritos que no están realmente allí, en el interior, sino en lo que sobra y no importa. No es el ego el que se salva del naufragio sino la simpleza en la destreza para sobrevivir.

 

El ego debería nacer exacerbado para ir menguando hasta finalmente desaparecer. La mayoría de edad del ego debería ser su muerte, la muerte del ego, y si no logra vencerlo la muerte, al menos sujetarlo, pero la tendencia del ego es ir aumentando peso a medida que pasan los años cual voraz proporción. El ego hace que quien habla, sólo hable de sí y de sus logros, y de cuánto ha acumulado, como si el acumulador de títulos pudiese trastearlos todos en una bolsa, o como si el lector ávido pudiese cargar la biblioteca al hombro por doquier, el ego es los libros que ha tenido o los que ha leído, pero no los que ha logrado atesorar dentro de sí y poner en práctica por pocas sean las líneas que haya leído.

El ego tiene una mirada que no provoca confianza, una mirada que, en lugar de transmitir la tranquilidad del alma, transmite la desconfianza porque sólo piensa en engrandecerse a sí mismo, a costa de la hipocresía y del querer quedar bien con los demás. En la mayoría de los casos el ego es un diplomático mal representado en donde siempre habrá un doble y hasta múltiple cariz.

El ego quiere tener el control de todo y de todos, por ende, es experto en trasladar la responsabilidad y la carga a los demás para evadir las propias. El ego se erige sobre los hombros de los otros. Existe una delgada línea entre el ego y la infracción de la norma. El ego gusta del halago, más del propio que del ajeno, es zalamero porque cree que dar halagos a otro, le será retribuido de la misma manera. El ego no acepta la ausencia de reconocimiento, tampoco acepta, que el más diminuto podría ser el mayor.

El ego cree que nació para mandar y gobernar, no sólo lo expresa, lo siente y engañado cree que eso lo hace superior a los demás. El ego cree que no es ego, pero no tiene necesidad de negarlo o afirmarlo, simplemente es ego que hace la vida miserable de todos aquellos que le rodean, incluidos sus seres queridos, y por supuesto, la de los tampoco queridos.

El ego detesta la imperfección del otro, que no es otra cosa, que un reflejo propio, lo del otro siempre le será despreciable, el ego cree que es armonioso y perfecto. El otro es un espejo en el que el ego se refleja, pero niega reconocerse.

El ego cree que hace todo bien y perfecto, que está llamado a los más altos ministerios y que la cabecera de la mesa es su lugar, porque es indigno de ser segundón, por ello siempre se presentará como lo excelso, lo diferente, lo magnánimo, lo generoso y lo magnífico, pese a ser un rutilante cascarón que encubre podredumbre.

El ego cree será amado e idolatrado, cuando realmente es odiado, tan sólo que sus amadores e idólatras son como el ego: Son también el ego que espera a pararse sobre su propia altura para caer al vacío. No en vano, el ego es el satán interior que espera devorarse a sí mismo porque ha olvidado de dónde ha venido y quién ha sido. Hay dos cosas por hacer con el ego, matarlo o controlarlo, lo demás es perder el sentido de la vida.

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El proceso 8.000 y la teoría del eslabón perdido

El señor expresidente Andrés Pastrana Arango, se ha caracterizado por ser un asiduo denunciante, aquí y allá de actos que a su juicio son contrarios a la Ley internacional o colombiana, a la moral de la función pública y las buenas costumbres en términos generales y con ello, intentar mostrar un valor cívico que suele ser una particular característica ciudadana que lamentablemente se ha perdido en el país.

Sin embargo, parece ser qué como en la parábola bíblica, “mira la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio ojo”, más aún, su inquisitivo dedo acusador, suele ser muy adaptable, conveniente, además de selectivo en los tiempos de promover las acusaciones, sobre todo si se acerca la época electoral nacional o de “mitaca”.

 

Así lo ha hecho con su propio partido, el Partido Conservador Colombiano, en tiempos en que pretendía imponer candidata a la presidencia y como las directivas del mismo no se doblegaron al capricho del delfín presidencial, sencillamente los acusó de ser corruptos en el año 2009.

En dicha ocasión, acusó a su colectividad de estar sufriendo del mal de la “enfermedad andina”, al referirse al apoyo de esa colectividad a la reelección de Álvaro Uribe, a quien a su vez en 2010 lo bautizó como “el aconsejado del consiglieri de pablo Escobar”, para llamar de esta forma a José Obdulio Gaviria, el mismo con el que después hizo equipo de campaña en contra del plebiscito por la paz.

En 2014, debido al apoyo de los azules al presidente Santos, los volvió a señalar de corruptos, a ese, su partido, el que apoyó a su papá y a él mismo a llegar al poder y, que valga la pena decir, que su padre, llegó a la presidencia de una manera bastante cuestionada y abiertamente corrupta para muchos historiadores respetados del país, que, según los hechos históricos no corroborados, así lo afirman.

En 2017, dijo expresamente, “El Partido Conservador es absolutamente corrupto”, luego en 2023 ante los nuevos señalamientos de corrupción de su tolda, ésta se cansó y le contestó al dirigente sin mencionarlo en palabras más o palabras menos, que “ante la ausencia de ideas y el desespero por ganar seguidores acudían a la mentira”, es decir, al ausente dirigente lo tildaron de ser un corto de ideas y un pinocho.

Sin embargo, después de toda esta arremetida, apoyó a su candidata Martha Lucia Ramírez en la consulta conservadora de 2019, donde fue la ganadora contra el ex procurador Ordoñez entre otros, lo que la avaló para ser la formula vice-presidencial del candidato de Uribe, Iván Duque, quien también fuera aconsejado por el “consiglieri de pablo escobar”, es decir, ahí el Dr. Pastrana  guardó sepulcral silencio frente a sus antiguos cuestionamientos de corrupción del partido conservador y de Álvaro Uribe Vélez, hipócritamente y por arte de magia, su dedo acusador fue recogido.

Tiempo atrás, por allá en 1994, días después que perdiera las elecciones presidenciales contra Ernesto Samper, se fue por el mundo a denunciar los narco-casettes, donde según las narraciones históricas y judiciales, se grabaron a los capos del cartel de Cali, los hermanos Rodríguez Orejuela, diciendo que habían financiado con 6 millones de dólares la campaña de Samper, lo que generó el estallido del proceso 8.000 que casi tumba al presidente.

Estos particulares hechos le dan pie para que en el año 2017, el señor expresidente al muy estilo de Torquemada, publicara un apócrifo texto llamado “Memorias Olvidadas”, donde en su amañada y muy conveniente versión, señala al ex presidente César Gaviria T., de haber conocido de la existencia y contenido de esos narco-cassettes pocos días antes de las mencionadas elecciones de 1994, en las que Gaviria fungía como primer mandatario, por esta razón, bautiza en su texto, a su homologo, como el “Eslabón Perdido” del proceso 8.000. Ante esta acusación, Gaviria, “ni corto ni perezoso”, le revela al país algo que jamás se había conocido, por lo menos yo jamás, hasta ese momento, lo había escuchado; es el hecho que en los narco-cassettes, se menciona la presunta financiación de la campaña de Samper y también la del excelentísimo delfín presidencial, Andrés Pastrana Arango

Es decir, lo único bueno del libro es el nombre, porque al señor ex presidente parece que se le olvidó en sus memorias, muy convenientemente ese “pequeño” detalle, decirle al país que él también era señalado de haber sido financiado en esa campaña por los narcos del Cartel de Cali, nada más y nada menos, una versión que ha pasado de agache.

Pero como “para verdades el tiempo”, en el año 2020, en plena pandemia, los narcos Rodríguez Orejuela, publicaron una carta, donde no sólo exoneraban al Dr. Horacio Serpa, de cualquier vínculo con ellos, sino que afirman que sí financiaron al señor Pastrana Arango, además de acusarlo de chantaje y de estar vinculado de manera directa en los actos de corrupción de los contratos de Dragacol y Chambacú.

Ante esto, no ha habido mayor cuestionamiento en escenarios judiciales, mediáticos, ni políticos, curioso hecho, sin embargo, la historia juzga y estamos muchos aún dispuestos a que esto no se le olvide al país, por que algún día debe saberse la “verdad verdadera” y completa de este triste episodio de nuestra historia política.

Sin embargo, verlo ahora, haciendo shows mediáticos atacando y cuestionando al presidente Petro, es indignante, no por el ataque, por que bien puede hacerlo cualquier ciudadano, estamos en un Estado de derecho y al poder o a los poderosos, sean quien sean, de la corriente ideológica que sea, hay que cuestionarlos porque nadie está por encima de la Ley, o por lo menos, no pueden ni debemos permitirlo y si es culpable que lo venzan en juicio.

Pero que el presunto verdadero eslabón perdido del proceso 8.000 venga a presentarse como adalid de la moral, la verdad y la pulcritud de los altos dignatarios y dirigentes de la nación es cuando menos, un insulto al país. Que primero le diga la verdad a Colombia sobre la financiación de su campaña presidencial de 1994.

Por esa misma senda, que primero recupere las pérdidas memorias sobre su papel en la liquidación de la caja agraria y las razones reales que lo llevaron a ese hecho durante su mandato, que primero se ratifique o no en sus cuestionamientos a Uribe por el pacto de Ralito y luego sí, que se dé una vuelta por la casona azul en época no electoral.

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