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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Opinión

El nuevo año será de logros

Para iniciar el año nuevo, siempre es prudente y necesario echar una mirada al año que termina y revisar lo que, como sociedad y como personas, hubiéramos podido hacer, cambiar, mejorar y fortalecer, para ser felices en nuestro querido país. Este año que termina bajo un gobierno progresista, resultado de la mezcla de liberalismo, socialdemocracia, izquierda socialista y comunista, precisamente por su empeño en realizar cambios sustanciales, y sin ánimo de copar todos los componentes de este, me atreveré a opinar, en especial sobre aquellos temas que guardan relación directa con la construcción de paz y la superación del conflicto armado.

Este gobierno se propuso romper con viejas tradiciones de administración y de formas de hacer política, instalar nuevas maneras de hacer las cosas, y aprender sobre la marcha, reduciendo errores y fortaleciendo aciertos, despertando resistencias y oposiciones internas y externas, lo que seguramente le impidió cumplir algunas metas previstas en materia desarrollo social y económico; situación apenas lógica, si se tiene en cuenta que no hay mucho que aprender si se trata de eliminar de raíz fenómenos culturales, políticos y económicos como la corrupción, el todo vale o el narcotráfico, que lograron durante decenas de años permear, consolidarse y naturalizarse en la administración pública y en la vida cotidiana.  

 

Resultados planeados para el primer año de gobierno y que hacen parte del paquete de transformaciones que harán posible la Paz, no fueron obtenidos en su totalidad, aunque hubo importantes avances a nivel del legislativo, en especial los relacionados con las reformas a la salud, la educación y laboral, que deberán culminar satisfactoriamente en las próximas legislaturas. Es necesario tener en cuenta que estos logros no dependían exclusivamente de la capacidad del Gobierno Nacional y del Pacto Histórico, ya que los poderes existentes y construidos bajo otras políticas sociales y económicas, no se dispusieron a ceder parte de sus intereses, beneficios o privilegios, la mayoría de estos obtenidos y sostenidos bajo prácticas corruptas que se establecieron como necesarias, o como si algunos sectores de la sociedad estuvieran designados a ser los únicos beneficiarios del desarrollo y el crecimiento económicos.

Tendrán que mejorarse los canales de construcción de consensos políticos y sociales, ceder en algunos componentes y proyectar a futuro nuevos cambios, para que en el Senado y en la sociedad, se logren los acuerdos necesarios para, aprobar los proyectos de Ley y se avance hasta donde sea posible, haciendo que las reformas sean una realidad que beneficie a toda la población. Seguramente programas como Jóvenes en Paz y Matrícula Cero, que se implementarán desde inicios del 2024, fortalecerán los valores, los compromisos y los deberes de la juventud en la construcción de una sociedad equitativa, democrática y profundamente pacífica.

Se avanzó como nunca antes, en el proceso de adjudicación de tierras de forma colectiva e individual, en reconocimiento de derechos territoriales a población afrodescendiente, a comunidades indígenas y a organizaciones campesinas. Esa tarea represada y señalada como improcedente por importantes sectores económicos y políticos, ha sido motor en la construcción de la justicia social y en el proceso de legitimación del Estado; por supuesto que falta mucha tierra por entregar, pero el camino emprendido y los frutos obtenidos señalan con certeza que la democratización de la tierra y la economía, son piezas fundamentales para hacer de Colombia un país con menos hambre y menos pobreza. Hay que redoblar esfuerzos y hacer rendir los recursos económicos bajo la figura de las alianzas público-populares, para hacer que el campo sea productivo, que las comunidades vivan en armonía con la naturaleza y que la territorialidad para la paz, con organizaciones sociales fortalecidas, se construya y se reafirme.

Todos los meses se produjeron noticias sobre la apropiación indebida de recursos que dieron al traste con proyectos o con metas sociales del Estado, que terminaron en las cuentas de importantes personalidades que hicieron parte de gobiernos anteriores a todos los niveles. Siempre existirán personas que deseen amasar fortunas de forma corrupta; sin embargo, las acciones emprendidas desde la Secretaria de Transparencia de la Presidencia de la República, a falta de acciones reales contra este flagelo por parte de la procuraduría o la fiscalía, son además de importantes extremadamente necesarias. Habrá que abordar el debate nacional sobre la reforma a la justicia que ayude a superar la corrupción y la impunidad, a buena hora el Ministro Néstor I Osuna P. conformó una comisión para la construcción de una propuesta de reforma que ojalá entregue frutos en el 2024.

En materia de la solución dialogada del conflicto armado interno y sus diversas manifestaciones, todavía no se han logrado resultados definitivos; no obstante, el solo hecho de cerrar el año 2023, con dos mesas de diálogo de carácter nacional funcionando, una con el ELN, y otra con el llamado EMC-FARC, y mantener las mesas de diálogo con actores armados delincuenciales de carácter local, como el caso de Medellín, Cali y Buenaventura, nos indican que el abordar de forma simultánea y compleja todas las manifestaciones del conflicto armado, es una decisión además de posible, totalmente acertada. Es urgente, que se avance en la Ley de sometimiento a la justicia, esa responsabilidad del Gobierno y el Congreso es de extrema urgencia.

Se mantienen, los ceses al fuego bilaterales del Gobierno con cada una de las organizaciones guerrilleras que están dialogando, lo que no significa que todas las expresiones de violencia armada con estas agrupaciones, hayan desaparecido, eso solo se logrará cuando se firme el acuerdo final que ponga fin a la confrontación. Será necesario que se continúe el cese al fuego bilateral, y que el compromiso con el cese de hostilidades contra la población civil, se reafirmen y cumplan, para que disminuyan efectivamente delitos como el desplazamiento forzado, la instalación de minas antipersonal, el confinamiento de comunidades, el secuestro, la extorsión, las amenazas, los asesinatos de líderes, lideresas sociales y firmantes del acuerdo de paz, el cese del reclutamiento de niñas, niños y adolescentes, entre otras infracciones al DIH, que reportan cifras que no disminuyen ostensiblemente o en ascenso, y que afectan la confianza en el proceso de paz.

Tendremos que evaluar a finales del 2024, la implementación del Plan Nacional de Desarrollo y de los recursos obtenidos con la reforma tributaria de 2022, y su contribución a la consolidación de la paz y el cumplimiento de los acuerdos firmados en 2016 con las FARC-EP. Los nuevos gobernantes locales municipales y departamentales, tienen la obligación de elaborar participativamente durante los primeros tres meses de 2024, los Planes de Desarrollo Locales e incluir en estos, un capítulo preciso sobre el tema de paz, convivencia, reconciliación, Derechos Humanos y atención integral a las víctimas del conflicto armado, con suficientes recursos para apalancar inversión nacional y consolidar la seguridad local teniendo como eje la vida y los derechos.

Nota: El 22 de Febrero debemos participar masivamente en la Jornada Nacional por la Vida y la Paz, exigiendo el fin del secuestro, de los asesinatos, las masacres, el desplazamiento forzado, el reclutamiento de niñas, niños y jóvenes, el confinamiento e instalación de minas antipersonal. En Colombia ya no hay lugar para la violencia.

Encuentre aquí más columnas de Luis Emil Sanabria D

¿Votaría por Claudia López para presidenta?

“Año nuevo, vida nueva”, clama el refrán decembrino. Yo diría año nuevo, alcalde nuevo para #Bogotá y los #Bogotanos. Esto porque desde el primero de enero de 2024 los capitalinos recibiremos nuestro regalo de feliz año con una nueva administración, en cabeza de Carlos Fernando Galán, un internacionalista, periodista, gestor público, político de apellido caudillista y líder del partido de centro Nuevo Liberalismo. Como siempre la “cosa política” pan nuestro de cada día.

Galán tendrá muchos editoriales en medios tradicionales y digitales desde el momento en que arranque su gobierno. Que inicie su trabajo sin presiones. La teoría dice que en sus primeros 100 días de mandato tendrá el rigor de ser evaluado para percibir cómo sigue funcionando esta maltratada, caótica e insegura ciudad, que en esencia queda en un completo desorden, en gran parte, por la saliente alcaldesa, Claudia López. Por esto último, cientos de ciudadanos y generadores de opinión aseguraron desde tiempo atrás cuándo se acabará esta “horrible noche”, o mejor, esta horrible administración.

 

Y es que en mi categoría de ciudadano tengo la obligación de opinar sobre cómo observé someramente durante cuatro años las acciones administrativas y discursivas de la primera mujer alcalde y abiertamente declarada lesbiana. Esto último, la verdad, nada me interesa. En primer lugar, se dedicó en sus últimos días de mandato a entregar resultados en entrevistas a medios masivos y en las redes sociales de (@Bogota). Por ejemplo, en (@CaracolRadio) ella, como buena política de la línea populista centró su discurso en: “…la obra del metro de Bogotá está en un 27% de ejecución. Además, aclaró que defendió la obra en todo su mandato…”.

Aclaremos que la necesidad de no solo una sino varias líneas de este sistema de transporte, según expertos, son de extrema urgencia para mejorar la movilidad de millones de capitalinos. Desde 1940 se viene tejiendo la idea hasta que por fin pareciera se hará realidad una primera fase. Primera fase que se convirtió en el “caballito de batalla” y eje programático de los últimos aspirantes a ser alcaldes e incluso del actual mandatario de los colombianos, Gustavo Petro, para poner un candidato de su línea ideológica, Gustavo Bolívar. Siempre el interés de llegar al poder y las verdaderas necesidades del pueblo a un carajo.

Seguramente, la saliente alcaldesa deja otras obras de infraestructura de importancia para la ciudad y los ciudadanos en ejecución. Eso lo recalcó en su último mes de mandato en sus apariciones mediáticas como estratégicamente lo hacen todos los gobernantes cuando van de salida. Pero esos mismos mandatarios deben entender que su tarea es velar por las necesidades de la gente; para eso buscan por todos los medios ser elegidos, para eso en ejercicio deben hacerlo con responsabilidad y para eso cuando terminen su gobernanza deben entender que sus decisiones son respaldadas con los votos e impuestos de cada persona. Pónganse serios!

En segundo lugar, el lenguaje verbal de Claudia López siempre acaparó la atención de la prensa tradicional y digital. “La alcaldesa le salió al paso a críticas sobre su gestión con frases desafortunadas: quedan en la memoria de los bogotanos que cuando la criticaron por la restricción de movilidad vehicular Pico y Placa y respondió «Venda el carro sumercé», por lo que después salió a pedir disculpas. Y cuando una mujer la interpeló en la calle para hacerle un reclamo y su respuesta fue: «Trabaje juiciosa, sumercé», un momento que se viralizó y recibió críticas”, dice un artículo en (@CNNEE).

En esa línea, (@RevistaSemana) escribe: “Si Luis Carlos Galán y Rodrigo Lara vieran la calaña de candidatos y prácticas a las que sus hijos le lavan la cara, morirían de tristeza”. También dijo: “Cambio Radical trafica votos por casas, puestos y contratos mientras Galán y Lara sirven de lavaperros”. Resumiendo, “Si hay una característica que define a Claudia López, la saliente alcaldesa de Bogotá, es la incoherencia política. La mandataria siempre estuvo navegando al vaivén de su conveniencia, y no propiamente al de los intereses de la ciudad. Un día pensaba una cosa y, días después, todo lo opuesto”, Recalca Revista Semana.

“En menos que cante un gallo”, la primera mujer alcaldesa gay de Bogotá será noticia porque anunciará con bombos y platillos su nuevo proyecto político para ser la “primera dama de hierro criolla” o presidenta. Su legado para bien o mal en la capital debe dejar en las mentes, ya no de los bogotanos sino de los colombianos un antecedente para empezar a capitalizarla en tan alto menester administrativo. “…indiscutiblemente, emprende su carrera hacia una candidatura presidencial en 2026. Aunque pondrá en marcha una estrategia para verse como le convenga ante el electorado, la gente ya sabe cómo es ella realmente. Si le toca, es de izquierda y petrista. Y si le toca, también se puede vestir de derecha y ser antipetrista.

Una prueba de su incoherencia en la política”, (@RevistaSemana).

Entre tanto, (@CarlosFGalan) ¡Ahora Sí?! Tendrá la gran oportunidad de trabajar con honestidad, compromiso y responsabilidad por la capital y los capitalinos. Temas gruesos como la #Inseguridad, la #Movilidad, las basuras, el desorden urbanístico, entre otros, pero trabajando sobre lo construido y generando acuerdos serios con el concejo, los representantes por Bogotá y el mismísimo presidente. A la vez dejando de pensar en ser presidenciable a cambio de administrar con toda a nuestra amada ciudad. Su futuro político depende de este reto.

#Parvizal, ¿El Presidente Gustavo Petro Dónde Celebra La Fiesta De Año Nuevo En La Fría Casa De Nariño O En Su Mansión Familiar ?

Encuentre aquí más columnas de opinión de Edgar Martínez Méndez

(@PrensaArameoSAS)

Es Asesor, Estratega, Periodista, Reportero, Redactor Y Especialista En Diversas Formas De Comunicar

«Sostenibilidad en 2024: Innovaciones, Desafíos y Oportunidades para las Empresas»

El 2024 se perfila como un año crucial para la sostenibilidad empresarial, con el surgimiento de diversas tendencias que influirán en el ámbito de la responsabilidad corporativa, el impacto social y ambiental. Medios como Forbes o Fastcompany destacan varias tendencias clave para este nuevo año, que van desde avances tecnológicos hasta cambios en el enfoque empresarial y regulatorio.

Algunos expertos plantean que las empresas se han visto inmersas en un ciclo de “gestión de la sostenibilidad”, es decir, que las corporaciones han estado centradas en desarrollar sus funciones de reporte e información estructurando flujos de datos que permitan satisfacer las demandas de los estándares normativos de diversos países. En esta línea es previsible que el primer semestre de 2024 esté dominado por las pautas de la Directiva de la UE sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD), que entrará en vigor el 1 de enero, y las divulgaciones relacionadas con el clima de la SEC de EE.UU., previstas para abril.

 

No obstante, se espera que en el 2024 se vea el inicio en el cambio de esta tendencia, pasando de la sostenibilidad gerencial a la sostenibilidad empresarial, lo que implica un enfoque más orientado a la innovación, el desarrollo de nuevos productos y soluciones para un impacto social y ambiental sostenible, y la búsqueda de ventajas competitivas.                                              

Dentro de las tendencias Clave de Sostenibilidad para 2024, se destacan las siguientes:

  • Tecnología Financiera Climática (Climate FinTech), que son las innovaciones, aplicaciones y plataformas digitales que sirven como intermediarias financieras entre todas las partes interesadas en el cambio climático, jugarán un papel crucial en la canalización de inversiones hacia la energía renovable, la captura de carbono y la sostenibilidad ambiental y social en general.
  • Innovaciones Tecnológicas Climáticas, avances significativos en tecnologías que ofrecen esperanzas para la lucha contra el cambio climático y la promoción de un futuro sostenible. Entre estas invenciones se destaca el combustible para avión elaborado a partir de dióxido de carbono por Air Company, o los cruceros impulsados por una combinación de energía eólica y solar fabricados por la compañía noruega Hurtigruten.
  • Ampliación del Alcance de la Sostenibilidad: Además de centrarse en la neutralidad de carbono, se espera que las empresas amplíen su enfoque de sostenibilidad para abordar otros aspectos, como la gestión de riesgos climáticos y el uso de inteligencia artificial para la sostenibilidad.

Las empresas de todo el mundo están ajustando sus estrategias para alinearse con las nuevas directivas en sostenibilidad. En este contexto, es fundamental que las organizaciones consideren la integración de las tendencias mencionadas anteriormente en sus planes de expansión. La tecnología financiera climática, por ejemplo, ofrece oportunidades para la inversión en energías renovables y proyectos de sostenibilidad, lo que puede ser clave en la expansión de empresas con un enfoque sostenible.

Las innovaciones tecnológicas climáticas, por su parte, no solo representan una oportunidad para mitigar el impacto ambiental de las operaciones empresariales, sino que también pueden ser un motor de crecimiento a través del desarrollo y la comercialización de tecnologías sostenibles.

En cuanto a la ampliación del alcance de la sostenibilidad, las empresas que consideren aspectos más allá de la neutralidad de carbono, como la gestión de riesgos climáticos y el uso de inteligencia artificial para la sostenibilidad, estarán mejor preparadas para enfrentar los desafíos futuros y, al mismo tiempo, aprovechar las oportunidades que surjan en un entorno empresarial en constante cambio.

En conclusión, el 2024 se presenta como un año de transformación en el ámbito de la sostenibilidad empresarial, con un enfoque renovado en la integración de la sostenibilidad en la toma de decisiones empresariales, el desarrollo de soluciones sostenibles y la adopción de tecnologías climáticas innovadoras. Las empresas que se anticipen y se adapten a estas tendencias no solo estarán en una posición ventajosa, sino que también se destacarán como líderes en un mercado cada vez más consciente y exigente. En este contexto, la consideración de estas tendencias en las estrategias de expansión empresarial puede ser un factor determinante para el éxito a largo plazo y la contribución a un futuro más sostenible.

Encuentre aquí más columnas de Raúl Andrés Arce Calderón

Cómo terminan las principales ciudades en materia de seguridad

Para evaluar los resultados, en materia de seguridad, de los actuales alcaldes y alcaldesas de las principales ciudades, es necesario tomar como línea base el año 2019 y no solo los resultados de este ultimo año, comparado con 2022. Este artículo solo pretende mostrar las cifras de delitos de mayor impacto registradas en el Sistema de Información Estadístico, Delincuencial, Contravencional y Operativo de la Policía Nacional –SIEDCO para que analistas y los nuevos alcaldes y alcaldesas puedan sacar sus conclusiones y definan acciones para mejorar la seguridad y la convivencia de los ciudadanos durante el periodo de gobierno que se avecina.

Para comparar los resultados de seguridad de doce ciudades importantes del país (Bogotá, Cali, Medellín Barranquilla, Cartagena, Manizales, Cúcuta, Pereira, Ibagué, Villavicencio, Bucaramanga y Pasto) se tomaron las denuncias registradas en el SIEDCO de diez delitos de mayor impacto entre 2019 y 2023, se organizan por ciudad y se comparan los resultados entre ciudades, de acuerdo al número de delitos que han aumentado o disminuido. En este caso las cifras no se presentan dándole mayor peso al delito de más sanción penal, como es el caso de los homicidios, que será objeto de otro análisis. 

 

Dado que para el año 2023 SIEDCO solo tiene publicadas cifras de delitos de mayor impacto hasta noviembre, para efectos de análisis comparativo con el año completo de 2019, a cada delito de 2023 se le sumo la cifra registrada en diciembre de 2022.

De acuerdo con estas cifras, dentro de las doce ciudades, se destaca, primero, la ciudad de Manizales como la más segura. De 10 delitos registrados, solo el hurto de automotores aumentó de manera leve, pasó de 7 casos registrados en 2019 a 10 en 2022. Se destaca la disminución de los homicidios en un 44%, como se puede ver en el siguiente cuadro:

Segundo, le sigue la ciudad de Pasto donde el homicidio disminuyo en un 23% y solo dos delitos han aumentado, el hurto a personas en un 43% y el hurto a motocicletas en un 15% (ver siguiente cuadro):    

En tercer lugar, se ubica Medellín, donde aumentaron los hurtos automotores 7%, motocicletas 27% y el hurto a personas 13% y se destaca la disminución de los homicidios en un 38%.

En cuarto lugar, se sitúa Pereira donde aumentaron los hurtos a Automotores 97%, Motocicletas 51% y a personas en un 40% y disminuyo el homicidio en un 9%.

En quinto lugar, está Bucaramanga, donde han aumentado tres delitos, los homicidios 8,4%, y los hurtos motocicletas 19,7% y a personas 47%, como se puede ver en el siguiente cuadro:  

Bogotá se sitúa en el sexto lugar, aumentaron los homicidios en 1,6% y los hurtos de automotores 7,4%, motocicletas 17% y a personas 18,8%.

En séptimo lugar se ubica Villavicencio, donde los homicidios aumentaron en un 20% y los hurtos a motocicletas 46%, a personas 48% y a residencias 3%, como se puede ver en el siguiente cuadro: 

Sigue Cúcuta en octavo lugar. Aumentaron los homicidios 22% y los hurtos de automotores, 31%, motocicletas 10% y a personas 14%.

En noveno lugar se ubica Cartagena donde los homicidios aumentaron en un 109%, los hurtos a automotores 38% y a personas 29% y la violencia intrafamiliar en un 32%.

En decimo lugar aparece Ibagué, donde aumentaron los homicidios en un 4%, los hurtos a automotores 38%, motocicletas 82% y a personas en 31%, además de la violencia intrafamiliar en un 9%.

En decimo primer lugar aparece Barranquilla donde aumentaron los homicidios 34,5%, los hurtos a automotores 100%, motocicletas 30,5% y a personas 12,6% y además aumento la violencia intrafamiliar en un 44,9%. 

Finalmente, y como caso especial, se presentan los resultados de Cali, donde todos los delitos disminuyeron, según el reporte de SIEDCO, como se puede ver en el siguiente cuadro.

Situación que debe revisarse si se tiene en cuenta el comportamiento irregular de algunos delitos entre los meses de julio y noviembre de 2023, especialmente las cifras de hurtos a comercio, personas y residencias. Por ejemplo, en el caso del hurto a personas que mantenía un promedio mensual cercano a 2000 casos, en el mes de julio pasó a 199, agosto 178, etc, como se puede ver en el siguiente cuadro:

Seguramente existe una explicación a estas disminuciones tan importantes, dentro de las que no se puede descartar que se debe al accionar y operatividad de las autoridades de seguridad y justicia, que de ser así se deberían replicar en las demás ciudades y municipios del país donde estos delitos no han dejado de crecer.

Temas a tener en cuenta para evaluar de mejor manera la gestión de los actuales alcaldes y alcaldesas.

Para evaluar la gestión de los alcaldes y alcaldesas de estas ciudades hay que tener en cuenta una serie de hechos que hicieron más compleja la situación de inseguridad durante este cuatrienio de gobierno:

  • Primero, el crecimiento y consolidación de estructuras criminales cada vez más organizadas y violentas. Hoy no se está ante un delito de oportunidad, sino ante verdaderas empresas criminales que explotan las distintas rentas del narcotráfico, microtráfico, extorsión, trata de personas, comercio ilegal de armas, contrabando como forma de pago del narcotráfico, los hurtos de carros, motos, celulares, joyas, distintas modalidades de ciberdelito y los famosos y violentos préstamos gota a gota.

Aquí se requiere, más que el aumento de policías en la calle, que va a ser muy difícil incrementarlos porque la Nación no asignó recursos para esto, aumentar y fortalecer los equipos de inteligencia e investigación criminal. Más policías y fiscales especializados para atacar, no solo las estructuras y personal de los grupos criminales existentes, sino sus finanzas, sus rentas criminales, que es lo que más les duele.  

  • Segundo, las protestas sociales que comenzaron en 2019 con el paro nacional de estudiantes y se sostuvieron durante los siguientes dos años. Protestas legítimas que en algunos momentos se tornaron violentas y que comprometieron a casi todo el personal de la Policía, presentándose casos de exceso de fuerza y violación de los DD HH. Este tipo de protestas disminuyeron con la llegada del nuevo gobierno de Gustavo Petro.
  • Tercero, la atención a la pandemia del COVID que comenzó en marzo de 2020 y que se extendió hasta bien entrado el 2021. Aquí la Policía tuvo una de las tareas más difíciles y poco reconocidas, el control de los ciudadanos en los aislamientos y de las medidas sanitarias impuestas, situación que no en pocas oportunidades creó tensión y desavenencias con distintas poblaciones. Tanto la atención de las protestas, como las medidas control durante la pandemia, terminaron afectando la confianza de los ciudadanos en la Policía y por tanto la seguridad de los ciudadanos.     
  • Cuarto, sin desconocer el trabajo coordinado de la nación y los entes territoriales en la atención de la pandemia, en materia de seguridad y orden público la relación no ha sido la mejor. Discusiones públicas, en algunos casos irrespetuosas, minaron la coordinación y trabajo en equipo que debería darse para mejorar la seguridad de los ciudadanos y el control de los territorios. Inclusive, con el nuevo gobierno nacional, esa coordinación nación territorio no se ha podido lograr, como lo han manifestado públicamente los alcaldes y gobernadores.     

Encuentre aquí más columnas de Hugo Acero

Sin autonomía regional no habrá paz

El asunto de la autonomía regional y la necesidad de repensar nuestro modelo geopolítico ha asumido más vigencia que nunca. Esta, que ha sido la lucha de muchas voces que por décadas hemos coincidido en la necesidad de entender que la causa de la guerra, el atraso y la pobreza está en el modelo bolivariano del centralismo con el que se fundó nuestra patria, está tomando mayor fuerza que nunca.

Por lo anterior, durante mi período en la presidencia del Congreso he promovido el debate sobre este tema, abriendo los espacios para su análisis y divulgación. En la audiencia pública que realizamos el pasado 18 de diciembre en la ciudad de Barranquilla coincidieron tan amplias como disímiles voces, todas altamente calificadas, desde todas las orillas del espectro político; desde la academia, el empresariado y el derecho, se realizaron sesudas reflexiones que se mueven entre el federalismo y un modelo de regiones autonómicas, propuesta que personalmente defiendo y promuevo.

 

Sin embargo, en los últimos días de este año que termina una decisión del gobierno nacional ha intensificado el debate, aquella que dio por terminado un largo período de delegación en materia minera al Departamento de Antioquia. Decisión sobre la cual me pronuncié por encontrarme en desacuerdo.

Paradójicamente la decisión de dar por terminada la delegación no es antijurídica en su fundamento sino en su consecuencia. Y es que el sustento invocado por el gobierno es que la delegación no puede ser permanente, en lo que, por supuesto estoy de acuerdo, y por una razón sencilla, si una función se delega de manera prolongada lo que demuestra es la capacidad del delegatario (en este caso el Departamento) para ejercerla, lo que debería llevar no a la terminación de la delegación para reasumirla, sino para definitivamente descentralizarla en cabeza del ente territorial, y esa es la línea de la Constitución en su conjunto, que se materializa en el artículo 365, entre otros, y la orientación de la Corte Constitucional en varias de sus decisiones, entre ellas la sentencia C-036 de 2005.

La decisión del gobierno nacional fue la de terminar la delegación para reasumir la competencia, argumentando que la ejercerá de manera desconcentrada, y para ser honestos, la desconcentración no es más que centralismo vestido de ruana, o, en este caso, de poncho y carriel.

Se sorprenderá el gobierno al encontrarse que hay delegaciones vigentes hace incluso más tiempo que aquella que acaba de dar por terminada, por ejemplo, en materia de transporte.

Todos los gobiernos desde la vigencia de la Constitución de 1991 han cedido a la tentación centralizadora, de concentrar cada vez más y más funciones en el cabeza del gobierno nacional, por ejemplo, a través de modificaciones al sistema general de participaciones, la nacionalización de facto de las regalías, en asuntos de servicios públicos, y, en fin, la asunción de funciones de toda índole, y este gobierno demuestra no tener intención de ser la excepción.

Desde la presidencia del Senado de la República vamos a continuar profundizando el debate, que de cualquier manera es de todos, y debe serlo. El camino más expedito al fracaso de una iniciativa que reformule nuestro destino como país, modificando su modelo geopolítico es el de las banderas partidistas, por eso nuestra vocación es la de convocar a todos quienes estamos convencidos de que este es el camino, y convencer a quienes aún no están convencidos.

Estoy profundamente convencido de que bastante bien le haría a nuestro país el establecimiento del modelo de regiones autonómicas, que ayudarían a resolver tantas inequidades y problemas sociales como los que vivimos actualmente en el Cauca, en Arauca, en gran parte del pacífico, y en general la inmensa mayoría del territorio nacional. ¡Colombia es de todos, cabemos todos, es para todos!

Aprovecho este espacio para invitar a las audiencias que seguiremos realizando el año entrante, deseándoles un muy feliz y próspero año 2024 a todos los colombianos.

Iván Leonidas Name Vásquez

Presidente del Congreso de la República

Ministro de las TIC, la sacó del estadio con el 5G

Esta semana sucedió uno de los hitos más importantes en la historia del sector de las TIC en Colombia: se llevó a cabo la subasta para la introducción masiva del 5G en el país. La calificación histórica no es exagerada, pues el 5G va a permitir que el sector productivo se ponga a la par de los países más desarrollados en términos de innovación digital.

El 20 de diciembre se reunieron en el Maloka City Hall, en Bogotá, delegados de cinco operadores para adquirir una porción del espectro electromagnético, recurso natural no renovable que le pertenece a todos los colombianos y por el cual las empresas hacen su mejor oferta para poder explotarlo por un período determinado de tiempo.

 

Con la subasta se da el ingreso de un nuevo operador de telecomunicaciones al país, necesidad urgente en un mercado donde existe una posición dominante, incluso de monopolio, de la empresa Claro. La brasileña Telecall, con más de 20 años de experiencia en el mercado, ingresa al mercado colombiano para ofrecer una nueva opción a los consumidores. Una excelente noticia para quienes estamos trabajando para que en Colombia exista un modelo capitalista de verdad, o sea, basado en la competencia entre iguales.

Con la adquisición del espectro, las empresas adquieren obligaciones de hacer, que en el caso de la subasta 5G corresponden al despliegue de infraestructura de conectividad en 1.191 instituciones educativas por 20 años por medio de fibra óptica, beneficiando así a más de 73 mil niños y niñas, especialmente de las zonas rurales del país. De forma anual se van a invertir recursos de $1.6 billones de pesos por operador para mejorar la conectividad en el país.

La ganancia con el 5G va más allá de los compromisos en inversión social que adquieren los operadores. Para los usuarios va a significar contar un servicio de conexión a internet entre 20 y 40 veces más rápido; para las empresas, el 5G abre la puerta a procesos de automatización tan avanzados como la realización de cirugías a distancia.

No se puede dejar de reconocer la gestión hecha por el Ministro de las TIC Mauricio Lizcano. En tan solo 8 meses, tiempo récord a nivel latinoamericano, el Ministerio de las TIC hizo posible la realización de la subasta.

Llegando a la dirección del sector después de un exitoso paso por el DAPRE, el Ministro Lizcano se puso desde el primer momento la tarea de cerrar la brecha digital en el país, compromiso que queda demostrado con la exitosa subasta del 5G que el Ministerio TIC del Gobierno Duque no quiso hacer.

El Gobierno anterior, más preocupado en los Centros Digitales que con su triste desenlace han significado un retroceso enorme en el acceso a internet de la ruralidad, dejó claro que la tarea de traer el 5G a Colombia debía recaer en quien los sucediera sin importar que estaban en la capacidad de realizar la subasta por su cuenta.

Para el Ministerio de las TIC del Gobierno Duque fue más importante la licitación para darle los recursos del Internet a Emilio Tapia que impulsar la inclusión de Colombia en la era digital. Para el Gobierno Petro, el norte es claro: Colombia debe ser líder de la quinta revolución industrial en América Latina, lo cual sólo es posible con la llegada del 5G.

Encuentre aquí más columnas de Alejandro Toro

A analizar con rigor las pruebas PISA

A Colombia le fue mal en las pruebas Pisa de 2022 (gobierno de Iván Duque), examen de la OCDE para medir, con estudiantes de 15 años de educación media, sus capacidades en lectura, matemáticas y ciencias. Quedamos de penúltimos entre los 38 países de la OCDE, el llamado “club de los países más ricos”, al que pertenece Colombia, pero no por esa razón. Un problema importante al que hay que buscarle soluciones verdaderas, que tienen que empezar por acertar en sus causas principales, pues nada impide más las alternativas correctas que un diagnóstico equivocado.

Germán Vargas Lleras les echó la culpa a los profesores y a sus organizaciones. Diagnóstico fácil, y errado, que da votos pero lleva a falsas soluciones. Porque no relacionó un problema estructural de décadas con la muy mediocre economía nacional ni con las malas políticas educativas de todos los gobiernos.

 

Con datos de inteligencia artificial (IA), del Banco Mundial y de otros, apelé a mi experiencia de profesor para observar las causas principales de lo que ocurre.

El gasto público de Colombia por estudiante es el 30% del promedio de la OCDE y su gasto en infraestructura educativa llega al 22%. ¿Estudiantes promedio por aula? OCDE 22,5, Colombia 35 y se considera óptimo 20 o menos. Con 598 mil estudiantes, casi ningún colegio de zona rural colombiana tiene agua potable y he visto instituciones urbanas en las que asisten a clases sentados en el piso o en sillas que no tienen dónde apoyar los cuadernos.

Los profesores colombianos ganan la mitad del promedio de la OCDE y, por sus sueldos bajos, el 24% recurre a un segundo empleo, contra el 10% en la OCDE. Y en Colombia el 25% tiene posgrado, en contraste con el 45%.

Las carencias por fuera de las aulas afectan negativamente lo que ocurre en ellas. ¿Si pueden atender bien a las clases los estudiantes que hacen parte del 30% de los colombianos con hambre o mal alimentados? ¿Pueden concentrarse bien los hacinados en salones de clase muy calientes? ¿Cómo hacer las tareas en los 2,7 millones de hogares que viven en una sola habitación?

Se sabe que la mejor educación de los hijos depende bastante de la de los padres, para que puedan ayudarles en su formación. Padres con títulos profesionales: Colombia 27% y la OCDE 74. Y es muy mala la conexión colombiana a internet, porque apenas el 60% de los hogares está conectado y el 77% del total de las personas lo hace por teléfonos celulares.

Empeoran además las diferencias de calidad entre la educación pública y la privada más costosa. Porque el costo promedio por estudiante en las instituciones públicas es 2,5 veces menor que el de las privadas. Y se sabe que lo barato sale caro.

Con razón, Humberto de la Calle dice que la educación en Colombia se ha ido convirtiendo en una nueva sangre azul, que discrimina contra los sectores populares y desperdicia sus potencialidades, entrabando el progreso nacional.

La descomposición social, la violencia y la desesperanza, que por décadas han azotado al país, también conspiran contra la mejor actitud de los jóvenes colombianos para educarse.

Y en la base de la financiación escasa, de la que, quiérase o no, depende bastante la calidad de la educación, está que la riqueza por habitante que produce Colombia es 6,5 veces menos que la del promedio de la OCDE y 2,5 veces inferior a la de los tres países latinoamericanos a los que les fue mejor en las pruebas Pisa, aunque quedaron lejos de los primeros.

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El fiscal Fico Gutiérrez

En lo que llevo ejerciendo como periodista, jamás he visto que una alcaldía bien sea de una ciudad o de un municipio, termine con el 100% de su gestión a las mil maravillas como es lo deseable. Esto es algo que no sucede ni aquí ni en ningún lugar del mundo porque todas tienen acierto y también desaciertos.

Por lo anterior, considero que el alcalde electo, Federico Gutiérrez o Fico como lo conocen cariñosamente quienes acostumbran a limpiarle la solapa, no debería escupir tanto al cielo porque al final de su segunda administración podría ser medido con la vara inclemente que está midiendo a la administración del exalcalde Daniel Quintero a quien viene señalando todos los días desde que ganó la pasada elección para la Alcaldía de Medellín.

 

Ojalá que el alcalde electo recuerde lo que le pasó a Iván Duque y al Centro Democrático, quienes llevados por una sed de venganza política se dedicaron a desdibujar la gestión del Gobierno de Juan Manuel Santos, y a decir que el país estaba mal y que iba camino al desnucadero. Al final del período de Duque este salió del Palacio de Nariño acompañado de rechiflas y una desaprobación de más del 60%. Es más, fue el primer mandatario en Colombia en escuchar el sonido de la cacerola en medio de un estallido social.

Espero que Federico se tome unos días, reflexiones y analice si la actitud con la que ha asumido el proceso de empalme ha sido la mejor, y cambie ojalá unos días antes de que asuma el cargo porque no será nada sano para Medellín tener a un alcalde lleno de odio, liderando una gestión impregnada de inquina, cizaña y veneno.

Dialogando con algunos colegas periodistas durante la reciente semana, estos me decían que Medellín estaba mal y que la administración saliente había procedido de manera incorrecta, respondí que sí en realidad ellos creían eso porque una ciudad como la capital de Antioquia que recibió 1,3 millones de extranjeros durante el año 2022, un 49% más que en 2019, cuando llegaron 929 mil, aumentado de esta manera el turismo e incentivando la economía, no es precisamente el resultado de un mal liderazgo. Que además redujo la tasa de homicidio pasando de 509 a 302.

Claro que se presentaron fallas, como sucede en todas las administraciones sean locales o sea de carácter nacional, y Federico Gutiérrez también las tuvo al terminar su alcaldía en 2019, o se le olvidó que durante su mandato la tasa de homicidios no bajó, sino en un pírrico 23,8 en 2019, mientras que con Quintero se redujo en un 40%.

Lo que es peor, hay un hecho que no se nos olvida, y es el de la captura de su exsecretario de Seguridad, Gustavo Villegas, quien fue detenido por favorecer con información a bandas criminales y de una alianza con la Oficina de Envigado. Además, sería bueno recordar que en diciembre de 2018 la Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) reveló que la Alcaldía de Medellín gastó más de 130.000 millones de pesos en contratos de publicidad oficial durante los años 2016 y 2017, una cifra que, de acuerdo con la organización, «superaba ampliamente el mismo rubro en ciudades como Bogotá», pero lo que más llamó la atención de este informe es que, «buena parte de esos recursos se invirtieron en contratos cuya finalidad era promover la buena imagen del entonces mandatario«.

Por supuesto que su Alcaldía tuvo logros pero también tuvo desaciertos como les sucede a todas las administraciones públicas en el país y es por esto que no está bien que se ponga en el papel de juez o de fiscal, señalando a su antecesor de todo cuanto se le ocurre porque insisto, al final del camino, con la misma vara que mide será medido.

@sevillanoscar

Escolios

Nicolás Gómez Dávila, nacido en Bogotá el 18 de mayo de 1913 y fallecido en la misma ciudad el 17 de mayo de 1994, se erige como el pensador colombiano más grande y universal. Su obra, por cierto, bastante desconocida en Colombia, es material de estudio en Universidades de Alemania e Italia. El profesor italiano Franco Volpi (1952-2009) le llamó el Nietzsche colombiano, y el poeta bogotano recientemente fallecido, Juan Gustavo Cobo Borda (1948-2022) refirió sobre la obra de Gómez Dávila: “(…) no sólo pulveriza las mentiras que nos rodean: la izquierda, la derecha, la política, la Iglesia, la educación, la técnica, sino que va más allá, mediante una cura radical de escepticismo, para depararnos la alegría de la inteligencia”, para unos, Gómez Dávila es el buen odioso, y para otros, es la versión colombiana del rumano filósofo Émile Cioran (1911-1995).

 

Gómez Dávila fue en gran medida un aristócrata bogotano que bien hubiese podido dedicarse a los negocios como lo demandaba su época para los jóvenes de su condición, prefirió el estudio y la lectura de los clásicos en su lengua original; hablaba francés, inglés, alemán, italiano y algo de ruso, además de leer en latín y griego, actividad que conjugó junto al comercio de paños en un céntrico local de Bogotá, además de ser cofundador de la Universidad de los Andes. Se dice que no tuvo educación universitaria y que su formación académica corrió por cuenta de tutores privados y su colegio benedictino en Francia, del cual se desconoce el nombre, país donde vivió desde los seis hasta los 23 años alternando con estancias veraniegas en Inglaterra. El resto de su vida, salvo un periplo semestral por Europa, transcurrió en la cachaca Bogotá.

Gómez Dávila fue un polímata y autodidacta, acérrimo crítico del boom latinoamericano. Su obra literaria no es prolífica en cantidad, pero sí en calidad. Escribió frases geniales como “Un escritor sin talento es un eunuco enamorado”. La obra Gómezdaviliana se hizo más conocida hacia el final de la vida del autor y especialmente en lo que va del Siglo XXI. La obra tiene una peculiaridad: Está edificada a partir del método aforístico, es decir, consiste en la compilación de aforismos cosechados por el autor a lo largo de su vida, en los que lanza profundas reflexiones filosóficas sobre todo lo habido y por haber. Crítico de la industrialización y la tecnología, de las revoluciones, de la política, de la Iglesia, del amor, entre variopintos temas. La obra escrita de Gómez Dávila se compone básicamente de Textos I, Notas (México 1954, obra no destinada a las librerías), Escolios a un texto implícito I, Escolios a un texto implícito II, Nuevos escolios a un texto implícito I, Nuevos escolios a un texto implícito II, y Sucesivos escolios a un texto implícito, obra completa que fuera publicada por Villegas Editores en 2005.

La palabra escolios viene del latín scholium, corresponde a las notas que se colocan al margen de un texto para explicarlo. El escritor payanés Juan Esteban Constaín (1979) en su maravillosa obra sobre Álvaro Gómez Hurtado (1919-1995), menciona que en algún momento éste le propuso a Gómez Dávila ser vicepresidente de Colombia, recibió como respuesta un rotundo No. Sus razones tendrían, “Características del colombiano: imposibilidad de lo concreto; en sus manos todo se vuelve vago; falta de moralidad; la noción del deber es desconocida; la única regla es el miedo del gendarme o del diablo; en su alma ninguna estructura moral, ni intelectual, ni social; ignora toda tradición; sometido pasivamente a cualquier influencia, nada lo marca; nada fructifica, ni dura en ese suelo de contextura informe, movedizo, plástico e inconsistente”. A Gómez Dávila sólo le faltó corregir que, los colombianos ni a la Policía ni al Diablo temen, razón tenía Jorge Luis Borges (1899-1986) cuando escribiera que “(…) ser colombiano es un acto de fe”.

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Penn, Harvard y MIT

El conflicto de Israel contra Hamas se está extendiendo mucho más allá del Medio Oriente, siendo su más reciente víctima la presidenta de la Universidad de Pennsylvania, Liz Magill. Es una conversación que genera pasiones y malentendidos. En este caso, las tres presidentas de Penn, Harvard y MIT, en sus declaraciones frente al congreso de EEUU, argumentaron que por sí solo un genocidio de judíos no violaba el código de conducta de estas universidades. La indignación fue de tal magnitud que, tras lograr la renuncia en Penn, varios activistas están apuntando a las otras presidentas.  El incidente creó un debate sobre doble estándar en la academia.

Lo increíble es lo sorprendidas que están las presidentes con la indignación. Su argumentación se basa en las sentencias de la corte suprema de EEUU donde opiniones por sí solas, aunque sean ofensivas, no pueden ser sancionadas. Una cosa es el estándar de comportamiento para consecuencias legales y otra cosa es el deber universitario de guiar al estudiante. Argumentar a favor del genocidio de judíos, armenios, musulmanes, católicos o cualquier raza o religión, no es aceptable bajo ningún contexto. No debe estar presente en ninguna universidad. Sobra decir que, dada la historia reciente del holocausto y sinnúmero de actos anti-semitas, estas amenazas tienen credibilidad.

 

En algunas de estas instituciones, las teorías del presentismo, donde se ve la historia con los estándares morales de hoy, está construyendo una nueva moralidad. Es la lógica que lleva a condenar a Abraham Lincoln como racista y que durante el paro llevó a tumbar estatuas de los “colonizadores” de Colombia. Bajo sus nombres en inglés, estos “woke” reconstruyen la sociedad en función de “opresor” y “oprimidos”. Es un mecanismo de justificación de cualquier acto del oprimido para derrotar al opresor. De aquí, muchas voces lamentan que Hamas haya violado abuelas y asesinado niños, para después entrar a justificarlo. De la deshumanización de los israelís es que salen los llamados de genocidio contra los judíos. Es una nueva moralidad que es equivocada.  

Especialmente sorprendente es lo que sí viola los estatutos de conducta de estas universidades. En los casos de sexualidad, se le da preferencia a la “verdad emocional” por encima de la ciencia. Si una persona se declara no binaria y alguien decide no utilizar los pronombres preferidos de esa persona, se constituye un acto violento y amerita suspensión. Carole Hooven, exitosa profesora de Harvard, que reconoce la fluidez en las preferencias sexuales, no estaba dispuesta a retractarse de la idea que la sexualidad biológica es binaria, fue tan agredida que le tocó dejar la universidad de Harvard. Hay tolerancia para unas ideas, pero para otras no, es claramente anti-liberal.

De la caricaturización del árabe como terrorista, sale la indolencia por sus víctimas, un fenómeno que también se debe combatir. Todos podemos ser más incluyentes en temas raciales, religiosos y preferencias sexuales. Esto se logra en la búsqueda de la verdad que puede ser incomoda y lastimar sentimientos. Si bien el contexto histórico es importante, robarle a una persona su individualidad al reducirlo meramente a la sumatoria de su perfil demográfico, puede ser el acto más discriminatorio posible.

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*Reforma laboral en Colombia: Redefiniendo el futuro del trabajo*

En la era de la cuarta revolución industrial, nos enfrentamos a un cambio drástico en el concepto del trabajo. Las innovaciones como la inteligencia artificial, la robótica y el internet de las cosas no solo amenazan con reemplazar ciertas labores, sino que también nos ofrecen una oportunidad única de redefinir el trabajo más allá de una actividad física de 8 horas. Es imperativo adaptar nuestro enfoque laboral a esta evolución tecnológica.

Históricamente, las normas laborales han tenido el propósito de lograr un trabajo digno, pero en Colombia, estas condiciones siguen siendo un privilegio para una minoría. A pesar de argumentos a favor de la reducción de costos laborales como motor de empleo, la realidad es otra: el 57% de los trabajadores colombianos se encuentran en la informalidad, privados de derechos laborales y seguridad social.

 

El gobierno actual busca dignificar el trabajo, lo cual implica restaurar los derechos perdidos y fomentar la ciencia, tecnología e innovación para generar empleos formales. Contrario a la creencia popular, reducir garantías laborales no necesariamente conduce a más empleo. Por el contrario, asegurar mejores ingresos para la base poblacional puede crear un ciclo virtuoso de mayor consumo, mayor circulación de dinero y creación de empleo.

La reforma laboral en discusión en el congreso aborda varios puntos clave. Restaura el recargo nocturno a partir de las 6 de la tarde, como era antes de la reforma de Álvaro Uribe. También incrementa el recargo del 100% por trabajo en días festivos, plantea estrategias contra la tercerización laboral y favorece la creación de empleos. Impone medidas para prevenir el despido injusto y limita el uso de contratos a término fijo repetitivos. Además, obliga a los empleadores a vincular indefinidamente a los empleados necesarios para el funcionamiento ordinario de la empresa.

La reforma introduce alternativas modernas como el trabajo a distancia y el teletrabajo, adaptándose al mercado laboral futuro sin vulnerar el derecho a desconectarse del trabajo. Mejora las condiciones de los contratos de aprendizaje, facilitando a los jóvenes el acceso a primeros empleos dignos.

Es crucial enfocarnos en una economía industrial que genere nuevos empleos y en una regulación laboral que reduzca el tiempo de trabajo sin sacrificar la calidad de vida. La tecnología y el nuevo mercado laboral pueden ser una utopía o una distopía: depende de nosotros aprovechar los avances tecnológicos para mejorar la vida de todos. Esta reforma laboral es un paso fundamental hacia un futuro donde el mercado laboral ofrezca mejores condiciones de vida para todos los colombianos.

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Un gran acuerdo nacional

Propongo un gran acuerdo nacional con dos objetivos comunes para la Colombia de hoy: pacto por la vida y por la libertad. En concreto, creo que tenemos la oportunidad de disminuir sustancialmente el secuestro y el homicidio, que han sido los dos grandes lunares de la paz total, pero cuyo aumento no es atribuible a ésta.

No es por aguar la fiesta, pero, aunque es una gran noticia el compromiso del ELN y el EMC de suspender el secuestro, y aunque ello traerá un gran alivio en las regiones donde hacen presencia, me temo que no va a ser suficiente. En nuestro reciente informe publicado desde la Fundación PARES sobre las dinámicas del secuestro, se muestra que hay una concentración urbana de los casos, que en un 60% no se conoce quién es el autor de este, y que, además, el EMC y el ELN suman alrededor del 21% de los casos reportados por la Policía Nacional.

 

Igual sucede con las violencias masivas que hoy afectan sustancialmente a la población y que se relacionan más con la presencia de organizaciones delincuenciales y de crimen organizado en áreas urbanas, que suman 196 en 7 ciudades. Podrían ser muchas, muchas más. Por eso hay que tener dos miradas estratégicas, aunque complementarias. Una, enfocada en la recuperación de la seguridad ciudadana y otra en avanzar en las negociaciones posibles de paz. Ambas miradas están en sintonía con lo propuesto por el nuevo comisionado de Paz, Otty Patiño: concentrémonos en el territorio.

En la primera estamos muy mal en información, seguridad, tecnología y análisis. También se requieren recursos mucho más permanentes para la seguridad en municipios y departamentos afectados. Prevenir la conformación y proliferación de grupos criminales y entrar de frente a desmantelar los focos de corrupción en las cárceles y en el propio INPEC. La información que provee la Fiscalía General de la Nación al día de hoy es precaria e insuficiente, como también su accionar para complementar el trabajo de policía, y es difícil encontrar casos donde la labor de policía y la justicia operen de forma complementaria. Un 60% de desconocimiento es inadmisible.

Bogotá, Cali y Cúcuta son las tres ciudades más afectadas en número de casos de secuestro. Si queremos bajar el indicador se tiene que empezar por éstas, incluyendo el desmantelamiento más efectivo de bandas y grupos dedicados a la extorsión como renta principal. También es altamente relevante considerar tener indicadores no basados en la efectividad del crimen, sino en la de las acciones de la Policía, como indicadores de planeación y satisfacción del servicio por parte de la ciudadanía. Y sí, todo esto necesita una articulación muchísimo mejor entre el gobierno central y los gobiernos locales.

Para asegurar la segunda mirada estratégica se necesita más concentración y esfuerzo en los tres grandes: el ELN, las disidencias agrupadas en el EMC y el Clan del Golfo o las AGC. Aquí hay varios temas clave para iniciar, paralelo al avance de las mesas decididas por el gobierno y por los propios grupos. La primera es la formalización minera. Una minería artesanal o a pequeña escala que pueda ser formalizada es la única forma de garantizar que el Estado está donde lo necesitan y no dónde puede. La reforma al Estatuto Minero es fundamental en el 2024. Gran parte de los grupos armados utilizan la informalidad minera para dar créditos a maquinaria amarilla, con gravísimos daños a los ecosistemas y al mismo tiempo ejercen control territorial y de población, compran el oro y lo venden o lo lavan. Esta cadena de valor debe tener un control muchísimo mayor.

El segundo son las cárceles. Infortunadamente, la economía criminal funciona hoy a través de ellas y en muchos casos de los llamados “carteles de abogados”, que por fuera de ella manejan rutas y negocios al crimen organizado. Una ruta es en realidad un conjunto de contactos, una cadena de corrupción que permite que todo se mueva. Lo legal y lo ilegal. Tal y como están las cárceles y el INPEC hoy es casi imposible que una reforma pueda solventar el grado de podredumbre que hay en ellas. Habrá que considerar otras alternativas.

Finalmente, está la necesidad de clarificar la paz urbana o la política de sometimiento y encontrar una salida pronta a los y las jóvenes que están pidiendo una segunda oportunidad y que son perfectamente sujetos de una buena política de reincorporación. Incluso una individual, si es necesario.

Vamos a necesitar una gran generosidad social tanto por parte del gobierno central como de la sociedad, e incluso de aquellos grupos que están en la mesa. Sin embargo, lo veo viable. Supongo que es parte del espíritu decembrino.

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¿79 años no enseñan?

Hace unos días, César Ferrari, superintendente Financiero y profesor de la Javeriana, explicó que entre 1960 y 2015, en dólares de ese año, el producto por habitante creció 48,5 veces en China, 32,7 en Corea y apenas 3,4 en Colombia. Porque China subió de 238 a 11.360 dólares, Corea de 1.027 a 33.645 y Colombia solo de 1.961 a 6.858, con el agravante de que pasamos de punteros a coleros. Y desde 2015 el crecimiento colombiano ha sido tan mediocre como antes.

Peor para Colombia, muy difícil. Porque todo progreso depende de crear más riqueza y porque es importante distribuirla mejor, en lo que también estamos muy mal.

 

En cifras recientes, en desempleo, Colombia, 12,4% y China y Corea 5,1 y 3,4, respectivamente. Analfabetas adultos, Colombia, 7,5% y Corea y China: 1,1 y 3,6. Personas subalimentadas, como llama la FAO a los seres humanos con hambre, colombianos 11%, coreanos 2,7 y chinos 2,5.

Las cifras anteriores resultan de las que siguen. Gasto público en Investigación y Desarrollo (I+D), insustituible en el progreso nacional: Corea: 4,5% del PIB, China: 2,4 y Colombia: solo 0,7, una vergüenza. Y esto se refleja en lo que se exporta. 30 años después de la apertura neoliberal y los TLC, las exportaciones de bienes básicos de Colombia, que se exportan con poca transformación, 56,9% del total, las de Corea 16,4, y las de China 13,4. Y la muy tragona deuda externa sobre el PIB es de 14,8 y 30,6% en China y Corea y aquí del 55.

Este desastre a pesar de que tenemos riquezas naturales de sobra: entre tierra y mar, dos millones de kilómetros cuadrados, suelos de calidad para el agro y riquezas en el subsuelo, energía de sobra, todos los climas, abundantes agua, sol y viento, costas en el Atlántico y el Pacífico, localizados en el ombligo de América y vecinos del canal de Panamá. Y con seis millones de colombianos echados del país por el desempleo, expulsión que para Colombia solo tiene de positivo que en el exterior se demuestra que somos excelentes trabajadores. Luego es idiota el decir racista de que nos fallan los genes.

¿A quién responsabilizar? En Colombia y políticamente, es obvio, a los jefes de los partidos Liberal y Conservador y de sus crías políticas, que hasta 2022 gobernaron unidos por el reparto del botín y las malas ideas. ¿Y quién les ha tirado la línea económica?

El Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros organismos semejantes, creados en 1945 para armar un mundo de países ganadores y países perdedores, y ya se sabe dónde pusieron a Colombia y que China se negó a jugarles su juego. Llevamos entonces 79 años usando fórmulas diseñadas para no desarrollarnos. ¿Qué hacer?

Unir a sectores populares, clases medias y empresarios en la idea de que sin cambios de importancia, en economía de mercado, nunca saldremos adelante. Preservando lo que funciona y creando más trabajo y más riqueza en actividades de todos los tamaños, en especial en la industria y el agro, con más ciencia y más tecnología y produciendo más para el mercado interno y para exportar. Y cero tolerancia con la corrupción.

Ya es notorio que esto no es lo que buscan Petro, el Pacto Histórico y los compadres de esconder con los que ganaron y gobiernan, centrados no en crear más riqueza sino en gastársela, con notorio clientelismo para conseguir los votos de 2026. Para confirmarlo, basta con verlos en el ridículo de ufanarse por la palmaditas en la espalda que les da el FMI y sus semejantes, que también felicitaron a Duque, Santos, Uribe y demás.

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El gas natural en la transición energética

El príncipe de los energéticos

Como se recordará el gas natural fue por muchos años el hijo indeseado de los hidrocarburos. Cuando las denominadas 7 hermanas, que eran las multinacionales petroleras exploraban en su búsqueda y al perforar un pozo y se topaban con un yacimiento de gas optaban por sellarlo y seguían tras el oro negro. Sólo a raíz de la guerra del Yon Kippur, hace ya 50 años y el embargo petrolero por parte de los países productores del Golfo Pérsico a los países aliados de Israel, encabezados por EEUU, los llevó a plantearse la necesidad de diversificar su matriz energética para no depender sólo del petróleo, cuyas mayores reservas estaban en manos de gobiernos hostiles a ellos. También llevó a las petroleras a plantearse la necesidad de diversificar su portafolio de inversiones, para no poner todos los huevos en una misma cesta.

 

Se encontró, entonces, el hambre con la comida y fue así como desde mediados de la década de los 70 del siglo pasado se integró el gas natural a la matriz energética. Desde entonces se empezó a considerar al gas natural como el Príncipe de los energéticos, porque el petróleo sigue siendo el Rey.

El gas para el cambio

Ello explica el nacimiento de la industria del gas en Colombia de la mano de la Asociación, la primera en su género, entre ECOPETROL y la TEXAS, para desarrollar los más grandes yacimientos de gas natural libre descubierto en Colombia, Ballena, Chuchupa y Riohacha, en La guajira. Estos, a poco andar se convirtieron en la principal fuente de abastecimiento de gas natural del país, sirviendo de base para el programa de masificación del uso del gas en Colombia, gracias a la política de El gas para el cambio promovida por el Ministro de Minas y Energía Guillermo Perry en la administración Barco. Se dejó, entonces, de quemar el gas asociado en las teas en los campos de explotación petrolera y de reinyectarlo para mejorar la tasa de recobro de petróleo y se extendió su uso industrial, en la generación de electricidad, en la reconversión a gas del parque automotor y en los domicilios.

Esta es la historia del gas en Colombia en donde el mismo participa en la canasta energética con el 21%, el segundo energético en importancia después del petróleo y sus derivados que participan con el 21%. No obstante, en los últimos años, al igual de lo que ha venido ocurriendo con el petróleo, las reservas probadas de gas en el país han venido cayendo debido a la declinación de los principales campos en La Guajira y en los Llanos orientales. La relación reservas – producción (R/P) pasó de 9 años en 2018 a sólo 7.2 años al cierre del año 20222. De esa manera hemos pasado en Colombia de un mercado de abundancia de gas natural a otro de escasez.

La caída de las reservas

Previendo el déficit de gas natural al cual estaríamos expuestos en los sucesivo, a nuestro paso por el Ministerio de Minas y Energía, autorizamos la instalación de una planta regasificadora que está ubicada en Cartagena (Sociedad Portuaria El Cayao), la cual tiene una capacidad de 400 MMPCD, la cual ha permitido la importación de gas para suplir los requerimientos del parque térmico que la montó. En efecto, como lo advierte ECOPETROL en un comunicado, “entre octubre y lo corrido de noviembre de 2023 se han importado, en promedio, 204 millones de pies cúbicos al día, lo cual equivale al 17% de la demanda nacional, a un costo para la demanda cercano a US $20/GBTU” Y la necesidad será aún mayor ahora que tenemos de por medio la declaratoria oficial por parte del Gobierno del fenómeno de El Niño, el cual ha obligado a una mayor generación térmica, que requiere el gas como combustible, la cual ha pasado de participar en un 15% a más del 40% de la generación de electricidad.

La COP28 y la transición energética

Es en este contexto en el que la reiteración por parte del Presidente Gustavo Petro en el seno de la COP28, que tiene lugar en Dubai, de que “Colombia dejó de firmar contratos de exploración de carbón, petróleo y gas”

, no deja de causar desconcierto. Del desconcierto se pasó a la perplejidad después de la adhesión de Colombia al Tratado de no proliferación de los combustibles fósiles, lo cual implica, según lo remarcó el propio Presidente Petro, “cero exploración nueva” y “cero proyecto de explotación nueva en el mundo”. Utilizó un neologismo para significar que con esta decisión se estaría evitando un “omnicidio” en el planeta tierra. La Primer Ministra de uno de los países firmante, Tuvalu, Kausea Natano, manifestó en nombre de los firmantes que estaban “listos para dejar sus reservas de combustibles fósiles en elsubsuelo”.

Esto es supremamente grave para el país, porque con tal decisión estaríamos dando un salto al vacío, con consecuencias catastróficas para el país! Y ello, mientras el resto del mundo, a contrapelo de lo que plantea y se propone el Presidente Petro, aumenta la producción y el consumo de petróleo y sus derivados. Según la Agencia internacional de energía (AIE), en los próximos 5 años la demanda de crudo en el mundo se incrementará en 5.8 MMBPD y solo a partir del 2030 se empezará a aplanar la curva de demanda. Entre tanto, el Presidente de PETROBRAS Jean-Paul Prates anuncia que Brasil pasará de producir 3 MMBPD a 5.4 MMBPD hacia el 2028. Por su parte Guyana se apresta a salir al ruedo con una producción nueva de petróleo de 1 MMBPD. Y Venezuela no quiere quedarse atrás, Nicolás Maduro se muestra dispuesto a dejarse torcer el brazo de Biden, con tal de que le levante las sanciones y PDVSA salga de la Lista Clinton, para tratar de reverdecer su economía a punta de dólares provenientes de la actividad petrolera, volviendo a aquellos tiempos en los que producía más de 3 MMMBPD. En ello, Maduro no tiene escrúpulos ideológicos ni reparos ambientalistas.

Así las cosas, el discurso en Dubai, así como la firma del tal Tratado, al cual además de Colombia solo se han adherido, según el registro de prensa “varios archipiélagos- Estado del océano Pacifico, Asia y el Caribe como Tuvalu, Timor-Leste, Antigua y Barbuda, Fiji y Vanuatu, ninguno de los cuales depende tanto como depende Colombia de la actividad petrolera, gana aplausos y reconocimientos del activismo de los fundambientalistas del orbe, pero se sitúa, como diría el mexicano premio

Nobel de la Literatura Octavio Paz, “a las afueras de la realidad”, por lo menos de la de Colombia.

La posible sociedad Ecopetrol – PDVSA

Tanto el anuncio de no más firma de contratos de exploración y explotación petrolera y ahora la renuncia a la actividad petrolera, no se compadecen con los términos de la Declaración firmada por los presidentes Gustavo Petro y Nicolas Maduro en el cual se dice, palabras más palabras menos que “es muy probable que Ecopetrol se vuelva socia de PDVSA en la explotación de campos de gas en Venezuela y de campos de petróleo”

. Tanto más en cuanto que para que ello sea posible es menester firmar allá los contratos de exploración y explotación que se niega a firmar en el territorio nacional. La mayor expectativa que despertó en el Gobierno la flexibilización de las sanciones de EEUU a Venezuela por parte del Presidente Jean Biden es la posibilidad de importar gas desde Venezuela, propuesta esta que se viene acariciando desde los inicios de este Gobierno. Para justificarlo el Ministro de Hacienda Ricardo Bonilla afirmó que “nosotros sí le entregamos el gas y ellos no lo han devuelto. Este es el momento. Y tendríamos el gas para que las térmicas estén actuando” .

Se refiere él al Memorándum de entendimiento firmado entre los presidentes Hugo Chaves y Álvaro Uribe que hizo posible la construcción del gasoducto Antonio Ricaute, con el compromiso de suministrarle gas a Venezuela por parte de Colombia entre los años 2007 y 2015, lo cual se cumplió y luego Venezuela lo revertiría a partir del 2016, lo cual nunca se dio. Huelga decir que, según la Asociación de Geólogos y Geofísicos (ACGG), “en lo que queda de este Gobierno es dificil traer gas y petróleo de Venezuela” .

Habla Petrobras

En momentos en los que se discutía esta posibilidad, que está supeditada entre otras cosas a la posibilidad de que PDVSA salga de la Lista Clinton y se plantean reparos a tal iniciativa por no ser confiable la contraparte, dado sus antecedentes, así como sobre su viabilidad técnica , cuando, de pronto, se conoce el anuncio por parte del Presidente de PETROBRAS, Paul Prates, en una entrevista con la Agencia de noticias EFE, en el sentido de que están trabajando “en un plan de desarrollo de esas reservas para atender el mercado de Colombia y, eventualmente, si nos juntamos con empresas que también tienen reservas en la región, montar una planta para licuar ese gas natural y poder exportarlo a donde queremos”. Con ello, según

la fuente, Colombia, no sólo recuperaría su capacidad de autoabastecerse sino que podría convertirse “en un jugador clave en la exportación de gas”, en momentos en los que debido al conflicto en Ucrania y las sanciones a Rusia hay un gran apetito por el mismo.

Según sus cálculos en área que comparte con ECOPETROL, su socio, se calculan reservas del orden de 4 TPC de gas, el doble de las reservas probadas remanentes con las que cuenta actualmente el país, que están alrededor de 2.9 TPC. Y esto va en serio, toda vez que según aseguró el Presidente de PETROBRAS, esta contempla en su Plan estratégico 2024 – 2028, que prevé inversiones por US

$102.000 millones, se apropiaron US $1.300 millones a operaciones en otros países entre los cuales está Colombia en su radar.

Como lo acotó el Presidente de la Fundación Xua Energy y ex director de Hidrocarburos del Ministerio de Minas y Energía Julio César Vera, “para el país es una excelente noticia la posibilidad que se puede desarrollar un área frontera, como lo es el off shore, con un potencial tan importante en materia de gas, que no solo permitirá inicialmente duplicar las reservas actuales que aportarían a la seguridad y soberanía energética del país, sino además con un potencial exportador que aporte divisas y recursos importantes. Adicionalmente, se puede generar alrededor del sector off shore un cluster de servicios, innovación y desarrollo tecnológico”11.

Por lo demás, como es bien sabido, en los últimos años han tenido lugar unos hallazgos off shore muy importantes en el Caribe, destacándose entre ellos los campos de Uchuva, Gorgón y Orca, este último en etapa de delimitación y cuantificación de sus reservas, hasta ahora contingentes, para lo cual se avanza en el alistamiento de la perforación de varios pozos por parte de HOCOL, empresa del Grupo empresarial de ECOPETROL.

Así las cosas, nos atrevemos a plantear que no se debe prejuzgar, ni descartar de plano ninguna opción, todas deben considerarse su viabilidad, oportunidad y conveniencia, desde la perspectiva del corto, mediano y largo plazo, asumiendo que el gas natural, el Príncipe de los energéticos, está llamado a ser el combustible – puente en la taxonomía de la Transición energética y teniendo como premisa fundamental la seguridad y la soberanía energética.

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Los siervos de la nube

Una amenaza se cierne sobre la política: el tecnofeudalismo. Esta nueva macro tendencia global consiste, según el economista greco-australiano y Ex ministro griego Yanis Varoufakis, en el traslado vertiginoso del poder económico y político derivado de la posesión de bienes de capital, tierras e industrias a los propietarios del “capital de la nube”, esto es, a quienes controlan “un sistema basado en la nube” capaz de sondear, reforzar y explotar nuestras más profundas emociones. Ahora incursiona dramáticamente en el debate democrático y en el oficio parlamentario o gubernativo para envilecerlo y socavarlo. La figura central de este riesgoso escenario es el “Influencer” o “activista digital”, que se comporta la mayoría de las veces sin saberlo, como “un siervo de la nube”. Fenómeno que no se concentra en una sola orilla ideológica. El espécimen se riega como verdolaga en playa por todo el espectro político.

Es innegable las posibilidades en la democratización de la información que han abierto las redes sociales. Sería una tontería no reconocer que establecen innovadores posibilidades de relaciones entre el emisor y el receptor de un mensaje o contenido. Que puede enriquecer la interacción entre ciudadanos y ciudadanas en las muchedumbres solitarias en las que hoy habitamos. Pero seria ingenuo o una estupidez imperdonable, para quienes nos proponemos transformar la vida y el mundo que heredamos y recibimos, no advertir que el mundo digital se mueve con hilos que escapan a nuestro control. Que somos más vulnerables a la manipulación de nuestras emociones y preferencias. Que nos moldean explotando esas emociones para que consumamos los contenidos y mensajes que las satisfagan.

 

Lo que empezó a aplicarse en el campo de la publicidad en general, ahora trasmutó en una poderosa arma de marcketing político. Que los “influencer” hayan emergido como los publicistas de la nube, vaya y venga, pero cuando sustituyen a los clásicos “formadores de opinión” de las democracias modernas e ilustradas o peor aún, cuando asumen ellos mismos el lugar de los líderes políticos, la cosa se pone “color de hormiga”. Y ese es el drama que empezamos a padecer en el escenario político colombiano. Porque estos “influencer” no representan ideas de Estado y Sociedad con vocación de permanencia en el tiempo o de coherencia en las consignas que agitan y defienden. Sus referentes no son los grandes paradigmas sociales, sino el apetito inmediato del consumidor de sus diatribas. No persiguen el respaldo a una tesis o un argumento, sino la aceptación irracional de un superficial y emotivo mensaje. Ahora metidos en el oficio político, se afanan por conseguir “likes” y “me gustas” y por aumentar exponencialmente el número de seguidores, que luego aspiran a convertir en votos, sin importar que ello se haga con Fake News o con virulentos ataques al contradictor. Es la postverdad convertida en política por otros medios.

Ello es el más dramático rasgo de lo que ocurre en el Congreso de la Republica actual y en general en la actividad politica de los colombianos. Al lado de la vieja política o de las estructuras tradicionales, poco a poco emergen estos curiosos personajes que no protagonizan grandes debates parlamentarios, ni defienden con solidez una perspectiva de sociedad con arreglo a las teorías sociales; pero si se encarnizan en bochinches y se especializan en gritos y pataletas para aumentar audiencias en sus redes y canales. Sus Unidades de Trabajo Legislativo no son equipos de expertos para mejorar la calidad de su trabajo parlamentario, sino asesores en redes y de marcketing. Nada mas. Sus oficinas en el Congreso no se usan para atender a los ciudadanos y comunidades o preparar debates a profundidad, sino que han terminado convertidas en salas de grabación y edición de “contenidos” sin contenido. Son curules de la levedad, la superficialidad, el narcisismo y los Fakes News. Les resulta anticuada la política como el campo de la confrontación de ideas y la gestión de propuestas y prefieren trabajar para el consumo y la inmediatez, sin saber a que intereses responden o qué implicaciones tendrá para la sociedad.

Quienes habitamos en este lugar de la política transformadora debemos refundar la actividad política en su sentido esencial. Fortalecer los partidos como actores colectivos claves en toda democracia; construir ciudadanías capaces de incidir en decisiones públicas de calidad; y promocionar y consolidar liderazgos que acudan al argumento y la evidencia en el debate público. No se trata de prescindir de las redes sociales como otro escenario de comunicación y acción ciudadana, sino mas bien de situarlos en su justa proporción. No hay que sucumbir al Facebook o al X, al YouTube o al Tik Tok, ni endiosarlos; hay que utilizarlos adecuadamente para nuestro proyecto de cambio social y político. Es la mejor manera de superar esta amenaza de los “influencer” o “siervos de la nube” convertidos en “nuevos políticos”.

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