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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Petróleo

«Producción de petróleo y gas tendrá continuidad»: Gustavo Petro a Paloma Valencia

El Presidente de la República, Gustavo Petro, confirmó que la producción de petróleo y gas seguirá con normalidad en Colombia.

A través de su cuenta de Twitter, el Presidente le salió al paso a informaciones difundidas por redes sociales en el sentido que el Gobierno del Cambio prohibió esta actividad.

 

“En ninguna parte del país se ha prohibido ni el petróleo ni el gas, seguirán produciéndose normalmente”; afirmó.

Dijo además que “los contratos de exploración petrolera, carbonera y gasífera continúan normalmente”.

Agregó que “los contratos de exploración vigentes continúan normalmente. No hay ninguna prohibición”.

Del mismo modo, respondió a la oposición que aseguró que el déficit en Colombia aumentó en los dos meses del actual mandato.

“Tenemos el derecho a defendernos de la mentira”, dijo y confirmó que quien subió la deuda de Colombia fue el anterior Gobierno.

¿Matar la gallina de los huevos de oro?

Cuenta Esopo en una de sus fábulas que un mago le regaló a un campesino una gallina que ponía un huevo de oro cada día, con lo que se volvió el más rico de la comarca. Y que este nuevo rico un día decidió matar la gallina con el sueño infantil de apoderarse en un instante de la totalidad de la mina de oro que supuso tenía adentro, con lo que sin nada se quedó.

Esta historia me llega a la mente por el fuerte castigo que la reforma tributaria le propinará a Ecopetrol, de 7,6 billones de pesos en 2023, monto tan alto que representa la tercera parte del aumento del recaudo, calculado en 22 billones. Y la exacción escalará a 12 billones desde el 2026. Con razón, directivos de la empresa y analistas le han reclamado al ministro de Hacienda y a los congresistas petristas.

 

Los nuevos impuestos provienen de una sobretasa al impuesto de renta y de la no deducibilidad de las regalías que define la reforma, que además le crea un problema mayúsculo a Reficar –del Grupo Ecopetrol– por el cambio del régimen de zonas francas, empresa a la que se le debería dar un trato distinto a las privadas pero que los TLC impiden, como ocurrió con el día sin IVA solo para la producción nacional.

Se castiga a Ecopetrol, una empresa que en un 88,5 por ciento pertenece al Estado, es decir, a los colombianos y cuya producción e impuestos financian en grande el gasto público nacional, las regalías de los departamentos y buscar y producir más hidrocarburos, de cuyos éxitos depende que el dólar y la crisis nacional no se salgan de madre.

Y esos mismos recursos deben financiar la urgente modernización de la refinería de Barrancabermeja –que no adelantaron ni Santos ni Duque y que el candidato Petro ni siquiera incluyó en su programa–, para que Colombia salga del peor extractivismo imaginable, el del absurdo de exportar petróleo e importar el 37 el 35 por ciento de la gasolina y el ACPM, respectivamente.

Al golpe que se prepara hay que sumarle el pésimo negocio que le impusieron Duque y Carrasquilla a Ecopetrol cuando, tras otra demagogia de falso ambientalismo, la obligaron a comprarle ISA al Estado colombiano por 14,2 billones de pesos, plata que despilfarraron en politiquería. Para empeorar las cosas, en un año, las acciones de ISA se han desvalorizado en 2,8 billones de pesos y en dividendos apenas pagarán el tres por ciento, en tanto Ecopetrol paga 17 por ciento más –en pesos– por su deuda adquirida en dólares. Y Duque dejó listas las privatizaciones de Cenit e Invercola, del Grupo Ecopetrol.

Que no resulte que una falsa defensa del medio ambiente –falacia demostrada hasta la saciedad y protegida por sectarismos políticos–, haya levantado una ola antipetrolera y anti Ecopetrol tan fuerte, que le abra paso al objetivo privatizador de décadas y revierta la lucha nacionalista de los trabajadores del petróleo y de los demócratas colombianos, incluido Jorge Eliecer Gaitán, que en 1951 convirtieron en Ecopetrol a las trasnacionales petroleras que monopolizaban el negocio en Colombia, convirtiéndose en la mayor empresa de la historia nacional y la número 294 entre las 300 más grandes del mundo (Forbes, 2021).

Sin duda, esta es una de las razones por las que al FMI le gusta la reforma tributaria. El colmo sería que se sacrificara la gallina de los huevos de oro de los colombianos.

Vuelve y juega: el «dólar» sigue por el aire

Este jueves, el dólar abrió la jornada a $4.653,44 en promedio, lo cual representó un aumento de $42,56 frente a la Tasa Representativa del Mercado (TRM), que hoy se ubica en $4,611.18.

Según la plataforma Set-FX, la divisa estadounidense tuvo un precio de apertura de $4.661,50 un mínimo de $4.640 y el máximo fue de 4.666. Durante la jornada se han negociaron más de US$46 millones a través de 51 transacciones.

 

De acuerdo a La República, el dólar subió, los futuros de acciones de EE.UU. se desplomaron y los rendimientos del Tesoro subieron después de que los datos de inflación superaran las estimaciones, sellando las expectativas de otro fuerte aumento de las tasas de interés.

Los futuros del S&P 500 eliminaron una ganancia de 1% y cayeron más de 2% después de que los datos mostraran que los precios al consumidor aumentaron nuevamente el mes pasado. Creciendo las apuestas de que la Reserva Federal aumentará las tasas en tres cuartos de punto porcentual cuando se reúna el próximo mes. los del Nasdaq 100 perdieron 3%.

El rendimiento del Tesoro a dos años saltó 15 puntos básicos. Un índice del dólar agregó 0,4%. Mientras tanto, la libra subió ante la especulación de que el gobierno podría reconsiderar un controvertido programa de reducción de impuestos.

En cuanto a el petróleo, los precios del crudo subían el jueves encontrando un apoyo continuo en la decisión de la Opep+ de recortar los suministros la semana pasada, mientras la Agencia Internacional de Energía (AIE) advirtió que esos recortes podrían llevar a la economía mundial a una recesión.

El barril de petróleo Brent, de referencia para Colombia, caía 0,71% a US$91,79; mientras que el WTI también descendía 0,97% a US$86,42

La semana pasada, el grupo de productores formado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) y sus aliados, incluida Rusia, hizo subir los precios cuando acordó reducir el bombeo en 2 millones de barriles diarios (bpd).

«El plan de la Opep+ ha desbaratado la trayectoria de crecimiento de la oferta de petróleo en lo que queda de año y en el próximo, y el consiguiente aumento de los precios ha exacerbado la volatilidad del mercado y aumentado la preocupación por la seguridad energética», afirmó la AIE el jueves.

El barril sin fondo del FEPC

El Fondo de estabilización de los precios de los combustibles (FEPC) fue creado en 2007, mediante el artículo 69 de la Ley 1151 y empezó a operar en 2009. El mismo tenía por finalidad contrarrestar la volatilidad propia de los precios del petróleo y de sus derivados (gasolina y diésel) y evitar alzas bruscas en el precio de referencia de los mismos, que fija mensualmente el Ministerio de Minas y Energía y es el que paga el consumidor en la estación de servicio. Con tal fin, se estableció una banda de precios, de tal suerte que los reajustes de precios, hacia arriba y hacia abajo, no debían sobrepasar el 3% para la gasolina y el 2.8% para el diésel.

Posteriormente el Congreso de la República expidió la Ley 1739 del 2014, estableciendo el diferencial de participación y el diferencial de compensación, “como contribución parafiscal del FEPC para atenuar las fluctuaciones de los precios de los combustibles, de conformidad con las leyes 1151 de 2007 y 1450 de 2011”. Tales diferenciales operaban de la manera siguiente: en el primer caso, cuando el precio de referencia superaba el precio al productor (IP en la fórmula), ECOPETROL, se generaba un ahorro que alimentaba el FEPC y viceversa, en el segundo, cuando el precio de referencia estaba por debajo del IP había que “desahorrar” para impedir que el aumento de precios fuera mayor. Es de anotar que el neto, casi siempre ha sido negativo, lo cual obedece a la tendencia de los precios en los últimos años.

 

Pero, a finales del 2015, la Corte Constitucional, mediante la Sentencia  C-526, tumbó el diferencial compensación, con lo cual el FCPC perdió el ahorro como su fuente de financiación, tornándolo inoperante para el fin propuesto. La verdad sea dicha, después de este fallo el FEPC quedó reducido a un registro de los saldos entre uno y otro diferencial entre los precios de referencia y el IP. A consecuencia de ello, el déficit del FEPC ha sido cada vez mayor y se ha venido cubriendo por parte de la Nación. En su momento el Ministro Carrasquilla lo solventó emitiendo títulos de Tesorería (TES).

A marzo de 2022, dicho déficit acumulado (deuda con ECOPETROL) ascendió a los $7.8 billones, el cual canceló el anterior gobierno del Presidente Iván Duque. Ese es el costo de mantener el precio de los combustibles en Colombia como el tercero más bajo en Latinoamérica después de Venezuela y Bolivia.

Pero, el “taxímetro” siguió marcando, sobre todo debido a que, como lo acota el experto Mauricio Cabrera, “el problema se agudizó en el último año, pues mientras que con la devaluación y el precio internacional el barril de petróleo pasó de $270.000 a $480.000, para un incremento del 185%, el galón de gasolina sólo llegó a $9.500, menor que antes de la pandemia” y un incremento a duras penas del 8%.

Además, el gobierno Duque dispuso el congelamiento de los precios de los combustibles desde el mes de marzo de este año y solo decretó un alza de $200 en la gasolina y $100 en diésel a finales del mes de junio, cuando ya estaba con un pie en el estribo para hacer dejación de la Presidencia. Y ello, no obstante que, a su juicio “existe el espacio suficiente para generar los ajustes requeridos para la convergencia entre los precios locales e internacionales”.

En concepto del ex ministro de Hacienda José Manuel Restrepo, “la política de precios de los combustibles balancea entre la estabilización del precio para el consumidor final y el costo fiscal para el gobierno. Todo esto deberá hacerse de manera concertada con el próximo gobierno”, a quien le quedó la ímproba tarea de lograr ese “balanceo”.

El desfase, entonces, entre el precio de referencia y el precio paridad importación se acrecienta y con él el déficit del FEPC. El estimativo del Comité autónomo de la Regla fiscal para este año es de un déficit de $33.7 billones, monto este muy superior a los $25 billones que aspira a recaudar el Gobierno con la reforma tributaria que se tramita en este momento en el Congreso de la República, suficiente además para erradicar la pobreza en Colombia. Solo en el primer trimestre de este año el saldo en rojo llegó a los $6.3 billones (¡!).

Así las cosas el FEPC se convirtió en un barril sin fondo.
Como este déficit debe ser cubierto, son tres puntos más del PIB que se viene a sumar al déficit fiscal para 2022 proyectado en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) del 5.6% se eleva al 8.6% del PIB. Una barbaridad. El FEPC y su déficit, es una verdadera bomba de tiempo que puede estallar en cualquier momento.

Por ello el Presidente Petro dispuso reajustar el precio de la gasolina, al tiempo que mantiene congelado el del diésel, tal vez porque este, por ser el combustible que más usa el transporte de carga y pasajeros, es el que más presión ejercería en la inflación que ya supera el 10%. En todo caso dicho reajuste, que se viene a sumar a las excesivas alzas en las tarifas de energía,  se tendrá que hacer de manera gradual y progresiva, no vaya a ser que la misma cause una explosión social, como ya ocurrió recientemente en el Ecuador, obligando al gobierno de Guillermo Lasso a recular y derogar el alza decretada!

 

Cota, octubre 2 de 2022

www.amylkaracosta.net

 

 

La Otra Bonanza

No estamos hablando de la decisión de retomar el comercio con Venezuela, la medida más acertada en lo que va del nuevo gobierno. La ruptura poco sirvió para fortalecer las costumbres democráticas de Venezuela, pero si hizo mucho daño al empleo colombiano. Más aún, el debilitamiento de la economía vecina, probablemente incrementó el volumen de migrantes venezolanos en el país. Superado ese episodio, hay que ponerle atención a una bonanza más grande en Guyana.

La generación de riqueza que está ocurriendo, no tiene precedentes en Sur América. Guyana es hoy la economía de mayor crecimiento del mundo, con una tasa del 47% en 2022, aun durante la pandemia, creció 43% en 2020 y 20% en 2021. Lo importante de este éxito es que no tiene suficiente producción ni de alimentos ni de manufactura donde Colombia puede ayudar. Guyana debe volverse una prioridad comercial, por lo menos, un comienzo sería un vuelo directo Bogotá – Georgetown. Hay mucho para hacer, la relación es casi inexistente.

 

El único país de habla inglesa de Sur América, los Caribes y Arahuacos de Guyana sufrieron la colonización española. Tras la invasión holandesa en el siglo XVII, se impulsó la explotación agrícola y con ella la importación de esclavos africanos. En el Congreso de Viena de 1815, Guyana fue transferida al imperio británico que, al finalizar la esclavitud, incentivó la migración de indonesios, chinos y, principalmente, hindúes. La mezcolanza racial condujo a un sistema político de división híper-racial. Los dos principales partidos el Afro e hindú, deben liderar un país que para 2025 sobrepase a Kuwait como principal productor de petróleo per cápita del mundo.

Con tan solo 800 mil habitantes, desde 2015, los descubrimientos de petróleo costa afuera liderados por Exxon, llevaron a una monumental transformación. Solo el campo de Exxon producirá 1.2 millones de barriles diarios en el año 2027, con reservas de 11 billones de barriles; otras empresas encontraron 6 billones más. Guyana recibirá por lo menos US$160 mil millones en los próximos veinte años; el reto es invertir con sabiduría. El año pasado, aprobaron leyes para crear un fondo soberano y fortalecer inversiones en salud, educación e infraestructura. Que aprovechen su bonanza está por verse, de todas maneras, es clave construir la relación comercial.

A pesar de que Georgetown está igual de lejos que Lima, solo existen relaciones bilaterales desde 1970. Es la embajada colombiana en Trinidad y Tobago la que se encarga de la relación, se debería empezar por abrir embajada en Guyana, definir un esquema para facilitarlas visas, trabajar un TLC, y Acuerdos de doble tributación y Protección a las inversiones. Se debe igualmente ejecutar una activa diplomacia cultural, deportiva, y militar. Como mínimo Pro Colombia debiera iniciar misiones de negocios para exportar y hacer inversiones. No es fácil entrar a un mercado nuevo en otro idioma, pero está logísticamente cerca y abundante en recursos.

Aunque Colombia va de camino a abandonar la explotación de sus recursos de hidrocarburos, debiéramos aprovechar comercialmente la que un buen vecino está conociendo. Si logramos entrar a tiempo, forjaremos las preferencias del consumidor guyanés. La integración económica de Colombia con Guyana es necesaria y urgente.

 

 

 

Petróleo Verde

Sin pena ni gloria, en marzo de 2022, Ecopetrol exportó sus primeros barriles verdes de petróleo. Esta venta de millón de barriles, se compensó ambientalmente con 32.000 toneladas de bonos de carbono. Aún con reparos de efectividad, el petróleo verde, donde se obliga a compensar la afectación ambiental, es el futuro. Antes de asfixiar los hidrocarburos, se podría explorar una transición energética. Una decisión abrupta, a parte de inmensos costos económicos, afectaría la posibilidad de lograr recursos para salvar ecosistemas. Inclusive, bien diseñado, el petróleo verde podría ser menos contaminante que la prohibición.

Colombia no debe permitir ninguna actividad que no pueda compensar su afectación. El fracking es dañino, mientras no pruebe lo contrario, no se debe permitir. Su prohibición no tiene impacto social ni económico y podría prevenir un gran daño ambiental. Inclusive se debe elevar los estándares ambientales sobre la actual producción. Colombia debe ser líder mundial en transición energética, puede poner ejemplo en hidrocarburos.

 

No somos un país petrolero, pero si produce mucho petróleo. Estamos entre el puestos 20 y 25 del escalafón de producción mundial. Durante 2021, gracias al Covid y a la mala gestión de la ANH, Colombia registró la producción más baja de hidrocarburos de los últimos 12 años. Aunque gracias a precios altos durante 2022, se logró incrementar en abril la producción diaria a 755 mil barriles. Es una bonanza que se esta dejando sobre la mesa.

Dependiendo del precio, esta cadena, con todos sus gravámenes, aporta entre el 3,5-4,5% del PIB de los ingresos, entre directos e indirectos este año debe ser como $39 billones.  Las regalías petroleras para 70% de los departamentos, son su principal fuente de inversión. Esto sin considerar que cerca del 55% de los dólares que entran al país son de hidrocarburos. Frenar la exploración no tiene efectos inmediatos, pero a partir de 2023 contribuye a la devaluación y menores ingresos. Con nubes de recesión global y altas tasas de interés, Sin estos recursos, será mas difícil el desarrollo rural, mejoras en educación y un mas justo sistema de salud.

Permitir que se explote petróleo verde no solo permitiría aliviar la carga fiscal, sino que se podría sobre-compensar para que fuera negativa su contribución de gases efecto invernadero. Se crearía un mercado interno de bonos de carbono que salvaría ecosistemas como el Amazonas y podría darles una vida digna a comunidades rurales. En cálculos personales, al sobre pasar los US$23 tonelada de compensación por captura de carbono, es mejor para el campesino cuidar el bosque que deforestar. Hoy el mercado nacional esta en US$4, el voluntario internacional entre US$7-14.

La ley de cambio climático en 2018 le dio tres años para crear un mercado de bonos de carbono cosa que no ocurrió. La nueva administración podría tener esta victoria temprana. La tributaria en vez de poner impuesto a la exportación debería crear una sobre tasa de renta, con tal de financiar la salvación de los principales ecosistemas, un mecanismo similar al impuesto al carbono. La transición energética mas que un ejercicio fiscal, requiere atrincherarse en la protección ambiental, mientras las inversiones de transición se ejecutan. De un día para el otro, es difícil.

 

 

Petróleo y gas, un sector que se toma en serio la seguridad

El sector petróleo y gas sigue representando un importante pilar del crecimiento y para la reactivación económica, ya que de acuerdo con Informes de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) se pronostica que en 2022 la demanda mundial de petróleo aumentará a 3,36 millones de barriles por día, significando una enorme recuperación de la caída que hubo en el sector en 2020.

Si bien esto implica un impacto positivo en el sector, la escasez de estos recursos naturales ha llevado a la necesidad de extracciones en ubicaciones cada vez más remotas y peligrosas, haciendo más retador aún el mantener al personal de la operación seguro.  Esto pone de manifiesto la necesidad de contar con soluciones tecnológicas que además de facilitar la productividad y eficiencia de la operación, puedan contribuir a la seguridad de los empleados que están expuestos a temperaturas extremas con condiciones adversas y a la seguridad de la operación misma.

 

Entonces, ¿cuáles son estas tecnologías que necesita el sector para enfrentar el reto de ofrecer un ambiente más seguro para sus trabajadores? En definitiva, para que uno de los trabajos más arduos y difíciles del mundo pueda sortear los problemas de seguridad, es necesario repensar los sistemas de comunicación y concebirlos como una solución integrada, para mejorar la colaboración entre las áreas de trabajo sin importar el segmento en el que se encuentre: upstream (exploración, descubrimiento y producción), midstream (transportación) o downstream (distribución)

“Al contar con una plataforma petrolera digital que permita una comunicación clara y de mayor alcance, se pueden reducir accidentes y disminuir los tiempos de respuesta a potenciales problemas.  Las soluciones de video seguridad con capacidad de analítica avanzada de autoaprendizaje y las alertas de control de acceso permiten detectar los riesgos, así los trabajadores pueden sentir mayor seguridad en su área”, aseguró Darío Mojica, experto en comunicaciones empresariales de Motorola Solutions

Por ejemplo, en el centro de control, mismo que utiliza un software de gestión de vídeo, es posible supervisar múltiples sitios remotos con un bajo consumo de ancho de banda y sin sacrificar el nivel de detalle de la escena gracias a la resolución de las cámaras a pruebas de explosión (Explosion Proof) que operan de manera segura en áreas de alto riesgo explosivo.

Así, una vez detectado el riesgo, para poder analizar mejor la situación, las instalaciones con Bluetooth y GPS permiten no solo enviar alarmas a las personas correctas durante emergencias, sino también crear alertas cuando un trabajador deja de tener actividad por un determinado tiempo. Incluso, también se puede configurar un geovallado en las zonas de alto riesgo para enviar notificaciones a la planta cuando los trabajadores se encuentran en el área y así estar pendiente de ellos y reconocer personas de interés.

También mediante el uso de radios de dos vías especializados para entornos peligrosos, la comunicación es un eslabón fundamental. Los empleados pueden compartir voz y datos entre ellos logrando una colaboración en tiempo real y asistencia en caso de algún contratiempo o incidente. Estos radios deben tener la propiedad de reducir a mayor escala los ruidos de fondo, garantizando que el mensaje llegue de manera clara y rápida al destinatario. Además de la eliminación de ruido, se necesita que los radios y accesorios estén especialmente diseñados para soportar fuego, agua y caídas o golpes duros, por ejemplo.

“Al estar toda la plataforma conectada, es posible el registro de eventos en voz y audio para contar con evidencia de lo sucedido en todas las áreas de trabajo durante las horas laborales y así poder responder de manera inmediata. El poder registrar y gestionar los incidentes, implica una mayor seguridad a los trabajadores gracias a un entorno inteligente. Esto implica, además, que se lleva a cabo la labor con eficiencia gracias a una mejora en el desempeño del trabajo”, añadió Mojica.

Sin duda, la seguridad, la eficiencia y la productividad están profundamente interconectadas por lo que en conclusión, las compañías del sector que desarrollen y aprovechen sistemas de comunicación unificadas y conectadas con funciones avanzadas de seguridad, voz, video y datos lograrán minimizar el tiempo de inactividad, mejorar la eficiencia y la productividad y así generar mejores resultados en todos los segmentos de la industria (Upstream, Midstream y Downstream) siendo así más competitivas en un mercado tan demandante.

Autosuficiencia del petróleo no se logrará por más exploración o fracking

A pocos días de la toma de posesión del nuevo Gobierno aún existe la expectativa negativa que se pare la exploración petrolera y el país entre en una senda de desabastecimiento en los años subsiguientes con fuertes alertas de la devastación de la economía nacional y las finanzas públicas, que también fue duramente repudiado por muchos políticos y economistas durante la campaña. Lo que muestran los datos del sector es que no tenían el conocimiento necesario sobre el tema como para vociferar como lo hicieron.

Lo que no se ha dicho es que la exploración en Colombia desde hace más de 30 años no ha sido la principal vía por la cual hemos tenido petróleo. El éxito de esas exploraciones ha representado menos del 10% de las adiciones de reservas probadas de petróleo y gas; por ejemplo, para 2021 fue tan solo el 6% y 13% respectivamente, según cifras oficiales de la ANH. La gran mayoría de la producción (entre el 80% y el 90%) en las últimas tres décadas ha provenido de reservas descubiertas antes, en 1970´s, 1980´s y 1990´s, y principalmente lograda mediante sistemas productivos que llaman los ingenieros de petróleos recuperación primaria y algo de recuperación secundaria en campos “viejos”; también se explica por una de esas vueltas de la rueda de la fortuna debido a que el régimen Venezolano bajó la producción de crudos pesados, permitiendo que nuestros crudos pesados tuvieran mercado. Es decir, pareciera que toda la histeria que generó el tema en campaña era inocua.

 

Tampoco se ha dicho que el Fracking, que es un tipo de estimulación hidráulica a los yacimientos como la que se hace desde hace años en la recuperación primaria y secundaria, solo que a formaciones más duras y generalmente mediante pozos horizontales,  y por ello más costosa, puede ser una alternativa siempre y cuando los precios internacionales lo permitan. Pero no pareciera la más lógica porque primero, por ser más viable, rentable y sostenible para el país y para Ecopetrol,  estarían la recuperación secundaria y terciaria de las reservas ya descubiertas en los campos “viejos”.

Ecopetrol ha emprendido el aprendizaje del Fracking asociándose en algunos campos en USA y el discutido piloto en el país; pero por increíble que parezca, sabe poco de recuperación secundaria y terciaria cuando es su principal fuente y su mayor potencial. Solo hasta hace pocos años ha venido cambiando su estrategia de explotación, la cual ha debido hacer al menos hace tres décadas cuando empezaba a recibir campos con grandes reservas ya descubiertas, producto de la reversión de contratos petroleros; campos donde de hecho era socio desde antes de las reversiones.

También hay que decirlo, toda la histeria que genera el Fracking debe moderarse y de lo que debe hablar Ecopetrol, con prioridad, es de recuperación secundaria. A hoy hemos extraído del subsuelo menos del 20% de las reservas ya descubiertas de petróleo, de las llamadas reservas in situ: esto es lo que se conoce como el factor de recobro. En el mundo este factor supera el 30%. Estamos lejos de raspar la olla con lo que ya tenemos descubierto, podemos hacer mucho más en recobro mejorado en campos viejos donde, además, podríamos usar la misma infraestructura de superficie que ya tenemos y tener un menor impacto ambiental y menores costos.

Con las recomendaciones de la OCDE para “evitar” una mala influencia gubernamental sobre una empresa industrial del Estado, se eliminó la participación de los ministros en su junta directiva, en especial del de economía. Esto tiene un error estructural en la concepción de la relación de la empresa con la economía nacional, dado que ésta depende en una importante proporción de aquella, y por lo tanto no se podía seguir a rajatabla la recomendación de la OCDE, bien intencionada, pero que aplica a casos genéricos de Empresas de Propiedad del Estado y no a una como Ecopetrol que hace parte íntima del manejo económico y fiscal del país. Y es que estamos acostumbrados a ser “el vagón de la cola” y no hemos desarrollado el criterio suficiente para revisar las “mejores prácticas” que fueron desarrolladas en otros contextos para localizarlas debidamente al nuestro.

Y en cambio sí se dio paso al manejo politiquero y amiguero que le han dado, con exactitud lo contrario a lo que intenta proteger la recomendación de la OCDE. Se supone que el Gobierno que representa al mayor accionista presenta y elige para su junta directiva a prohombres con enormes conocimientos en el negocio y a toda prueba. La realidad que hemos visto es al revés, lamentablemente: ni conocimiento del negocio ni de economía (Fonseca, 2021). El petrolero es un negocio de mucho cuidado, no solo por las complejidades tecnológicas y de los mercados, sino porque es de grandes números, y cualquier riesgo materializado va contra los recursos públicos. Cuando el riesgo asumido no ha sido razonable comparativamente con otras empresas del sector, privadas, termina siendo un error, y ya le hemos visto varios a esta administración (Perú, Brasil, USA, ver Suárez, 2022).

Y no se trata solamente de la conformación de la Junta como bien resalta el profesor Cuéllar (Uniandes, 2022). Pero hay que ir más allá, con una comprensión más estratégica de las dos funciones que deberían estar encadenadas: una, la del manejo económico y fiscal del país, y dos, la función empresarial de Ecopetrol, en ese orden. Las decisiones estratégicas de política económica y energética del país deben tomarse en el Gobierno y delimitar así la cancha de juego en que la empresa debe moverse y desarrollar su negocio. Y no al revés, porque no solo queda como una rueda suelta en el manejo económico y fiscal, sino que puede representar una contravía a las políticas económicas del Gobierno. Es decir, no solo no es una herramienta sino que puede volverse un arma en su contra, y de reflejo, en contra de los colombianos. Por su parte, la función empresarial no tiene por qué ser interferida por el Gobierno una vez definida la política económica y energética, y la debe desarrollar la empresa autónomamente siguiendo los lineamientos de la OCDE.

Un ejemplo monumental que ilustra esto claramente es el de la gestión de la demanda. Los análisis de la UPME muestran que el consumo energético de los automóviles en el país es demasiado ineficiente, menos de un 23% (de toda la energía consumida a través de la combustión en los motores, tan solo 23% termina siendo energía útil en el movimiento de los vehículos).

La mayor parte de esto ocurre porque el parque automotor es viejo y mal mantenido, con tecnología de muchos años atrás, que no solo impacta al medio ambiente de manera grave (razón suficiente para ser retirados del mercado) y afecta de manera negativa a la seguridad vial, sino que en términos económicos es un pésimo negocio para el país. Si el parque automotor, que tiene en promedio una vejez de 17.5 años, fuera actualizado, se tendría un potencial de ahorro entre 38 y 50% por ciento, según las estimaciones de la UPME.

Una reducción de consumo nacional de petróleo del 50%, significa en términos relativos haber aumentado las reservas al doble en forma equivalente, sin discusiones de exploración ni de fracking siquiera. O liberando capacidad para exportar más si se requiriera como lo explica el próximo ministro Ocampo (Semana, 2022). Si Ecopetrol se maneja como empresa independiente del manejo económico del país y de la política energética, está solamente encaminada a generar utilidades, así esas utilidades se vuelvan humo tóxico en la ineficiencia del parque automotor, lo cual no es su problema. Es decir, torpemente encaminada a generar utilidades empresariales, sin tener en cuenta los efectos económicos, sociales y ambientales negativos para sus propios dueños, los colombianos.

Por lo que es imprescindible tomar decisiones estratégicas de país, antes que decisiones estratégicas de empresa. La reducción de la demanda de esta manera ahorraría al país en exploración, divisas para compra de combustibles, y el efecto en el medio ambiente. Es decir, que se podría invertir una parte importante de ese ahorro anual en generarlo ya, a través de incentivos y programas de ayuda al servicio público por tecnologías ultra-modernas incluida la electrificación del parque automotor público y privado. Podría hacerse hasta un monto tal que la tasa interna de retorno iguale la mejor de una inversión en exploración (teniendo el % de éxito anotado). No sorprenda que podrían ser montos enormes: como comparación hipotética, es posible que se obtenga una rentabilidad superior a la de Reficar invirtiendo los mismos 8.000 millones de dólares en reducir la demanda.

Estaríamos gerenciando el país como se debe, siguiendo el bienestar de la gente como único derrotero válido y el mayor beneficio económico, social y ambiental de los colombianos como objetivos supremos, y no dejando que se gerencie la empresa solamente, que aunque se hiciera muy bien terminaría en resultados negativos netos comparados. Mucho que reaprender y aplicar en el nuevo Gobierno, en la OCDE y en Ecopetrol.

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Este articulo ha sido escrito con base en las enseñanzas de los análisis estratégicos del sector energético del ingeniero Julián Garcia, compañero de comisión técnica en la Sociedad Colombiana de Ingenieros y profesor universitario. Mi gratitud con el ingeniero García por su profundidad.

* @refonsecaz

Reindustrializar a Colombia el reto del presidente Petro

Nuestro país, por su dependencia de las exportaciones minero energéticas tiene anclado el precio interno del dólar a los precios del petróleo como consecuencia de un deliberado proceso de enfermedad holandesa a pesar de que las reservas potenciales nunca fueron realmente promisorias. Evidentemente han caído aunque los contratos de exploración continúan. Colombia fue un país menor en el mercado del crudo, por eso es incomprensible su enorme dependencia de este recurso.

Se sabía que el boom duraría poco tiempo puesto que occidente nunca se recuperó plenamente de la crisis financiera del año 2008. La enfermedad holandesa se fabricó  para compensar la desindustrialización que en Colombia empezó  a partir de 1991. Ahora tenemos varios problemas: desindustrialización, caída de las reservas de petróleo, inflación por desindustrialización, y elevado déficit fiscal.

 

Colombia no tiene ni sectores ni desarrollo tecnológico para sustituir rápidamente los recursos fósiles porque desestimó  construir fuertes capacidades productivas, científico tecnológicas y de recursos humanos.

Los superávits de las exportaciones minero-energéticas no se usaron para impulsar nuevas industrias y servicios y elevar la productividad. La ortodoxia neoliberal es patética, corta de ideas y piensa a corto plazo.

Los ahorros de la bonanza han subsidiado los precios de los combustibles. Ahora están  agotados y empezó a subir el precio de la gasolina. De esta manera, la reforma tributaria del nuevo gobierno deberá cubrir varios frentes: elevar la baja productividad y competitividad, una agenda social que incluye salud, educación y otros sectores, reducir el déficit fiscal y eximir de más impuesto a la clase media y a los pobres. No olvidar que solo el 25% de las personas mayores están pensionadas y muchas deben ayudar a familiares desprotegidos. Por eso, la progresividad tributaria debe empezar por los que ganan más de doce millones de pesos, y después vincular, poco a poco, otros segmentos de población cuando la casa esté en orden vía inversión y gasto público eficiente, inversión en lo que se necesita, construir visión y misiones de desarrollo,  ataque a la corrupción, y poner fin a la guerra.

Los rezagos del sistema productivo se originaron en malas decisiones de política económica. En ausencia de una seria prospectiva de qué hacer después de la bonanza, es necesario implementar una política de reestructuración productiva y de innovación, articulando el estado y las empresas en torno al cambio estructural y tecnológico de largo plazo bajo los supuestos de la economía de la innovación y no de la ortodoxia neoliberal.

Más allá de si ciertos programas para fomentar las exportaciones, la innovación y la productividad tienen bondades en sus propósitos, pero sin que hasta ahora se constaten mayores impactos en la transformación de la producción y de las exportaciones. Estas son razones suficientes para cambiar la política de desarrollo productivo por una nueva centrada en la reindustrialización.

Si por factores externos se desploman las exportaciones, Colombia carece de capacidades productivas y de innovación para sustituir rápidamente importaciones, puesto que se sumó a la globalización cuando habían transcurrido treinta años desde que en 1962 se inició el ciclo de alto crecimiento del comercio mundial y el mundo avanzó a toda velocidad a desarrollar bienes y servicios de alta tecnología.

La política de desarrollo productivo y la de ciencia y tecnología no fueron diseñadas para integrarse y empujar un decidido cambio estructural que abatiera la dependencia de los productos primarios y al mismo tiempo vincularse al cambio tecnológico con el objetivo de dinamizar las exportaciones e incentivar el surgimiento de nuevos sectores y nuevas empresas innovadoras.

Las políticas de competitividad y de ciencia y tecnología fueron diseñadas para generar condiciones iguales a todos los sectores a través de acciones horizontales obviando la selección de sectores productivos y de áreas  estratégicas de investigación.  Ambas, integradas, hacen posible la transformación constante de la producción y elevar la productividad.

Las políticas horizontales son válidas para el comercio internacional, pero son fatales como enfoque principal de las políticas de cambio productivo y de innovación.

En la actual coyuntura, Colombia tiene una inflación y una mayor devaluación por la desindustrialización y abatimiento de la agricultura. Los insumos que necesita el campo, son importados, y también  la tecnología para los demás sectores.

Si la guerra en Ucrania se prolonga, el problema del abastecimiento de alimentos y materias primas se complicaría aún más. Y cuando termine la guerra, retomar los flujos del comercio internacional no sucederá de la noche a la mañana. Colombia solo tiene capacidad de satisfacer la demanda interna de insumos y de productos alimenticios en dos o tres años si logra prender nuevas industrias, acelerar la investigación y el emprendimiento, y producir más y nuevos alimentos.

Colombia debe apurar la reestructuración con energías alternativas, industrias de los océanos, turismo sostenible, industrias del sistema de movilidad, industrias de salud, electrónica, industrias 4.0, aeroespacial, naval, ingeniería y ciencia para infraestructura. De lo contrario, la agricultura, la agroindustria, las confecciones y otras industrias de consumo, así como el turismo, solo solucionarán parte de los problemas económicos y sociales porque se necesita como el metaverso: mirar más allá en el universo.

El presidente Gustavo Petro sabe de la necesidad de una transformación de la matriz productiva de Colombia, de la importancia del conocimiento y de la investigación, Sus ministros y ministras de Hacienda, Agricultura, Medio Ambiente y Salud están claramente encaminados a un cambio productivo y tecnológico sostenible. El presidente también tendrá que acertar en los nombramientos en los ministerios de comercio, industria y turismo; en el de ciencia, tecnología e innovación; y en el de minas y energía, porque la mejor política macroeconómica es una política de reestructuración productiva.

 

 

El sorprendente ‘salvavidas’ de Joe Biden a Nicolás Maduro

Han pasado tres meses desde que la diplomacia norteamericana se reuniera con Maduro en Caracas y ese histórico paso ya da frutos al presidente venezolano. La petrolera española Repsol y la italiana Eni podrán enviar petróleo de Venezuela a Europa desde el mes de julio para compensar los cortes en el suministro y la adquisición de crudo de Rusia, tras las sanciones por la invasión de Ucrania. Lo que supondrá una importante inyección de divisas a la maltrecha economía venezolana.

Supone un paso más en el levantamiento de sanciones de la Casa Blanca a la dictadura venezolana. Esta misma semana, EE.UU. preside la Cumbre de las Américas en Los Ángeles. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que la boicotearía si Joe Biden no invitaba a Nicolás Maduro, además de los dictadores de Cuba y Nicaragua. Aunque Biden ha maniobrado levantando sanciones tanto a Venezuela como a Cuba, este lunes 6 de junio López Obrador ha dicho que no acudirá a la cumbre.

 

Según información de la agencia Reuters, el levantamiento parcial de sanciones sobre las petroleras la noche del domingo, citando a cinco fuentes conocedoras de esa decisión. Así la Casa Blanca permite a ambas empresas energéticas canjear crudo por deuda contraída con ellas por el régimen venezolano, algo que se vieron obligadas a dejar de hacer en 2020 por las presiones de la Administración Trump.

En marzo viajaron a Caracas el encargado de América Latina en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Juan González; el embajador norteamericano ante Venezuela, James Story, y el enviado especial del presidente Biden para liberar rehenes, Roger Carstens, que se vieron con Maduro en persona.

El chavismo liberó después a dos estadounidenses que tenía presos: Gustavo Cárdenas, uno de los llamados seis de Citgo, los ejecutivos de esa empresa refinadora que fueron detenidos en Venezuela en 2017 por cargos de corrupción, y Jorge Fernández, un turista detenido el año pasado acusado de terrorismo por estar en posesión de un dron.

Primer movimiento con Chevron

Después hubo un primer levantamiento parcial de sanciones a Venezuela. Por un lado, el gobierno norteamericano permitió a la petrolera estadounidense Chevron negociar algunas licencias directamente con el régimen venezolano, aunque de momento no se le permiten nuevas perforaciones o exportaciones de crudo venezolano. Por otro lado se elimina a un ex directivo de la petrolera estatal Pdvsa y sobrino de la primera dama venezolana, Carlos Erik Malpica-Flores, de la lista oficial de sancionados de EE.UU., en la que fue incluido por corrupción. Esta decisión fue criticada por los opositores al chavismo, a los que Washington reconoce legítimos representantes del pueblo venezolano.

Previamente, 18 congresisas del Partido Demócrata habían pedido a Biden en una carta que levantara las sanciones contra Maduro, para mitigar los efectos de las sanciones sobre la población. Pero estos representan al ala izquierda de su partido, y el presidente de la influyente comisión de Exteriores del Senado, el también demócrata Bob Menéndez, criticó muy duramente la decisión de Biden.

Las petroleras dejaron de canjear crudo venezolano por deuda a mediados de 2020 por las presiones de la Casa Blanca de Trump, que las advirtió repetidamente de graves consecuencias si trataban con Maduro. Según Reuters, Pdvsa, la petrolera estatal venezolana no ha previsto que Repsol y Eni asuman cargamentos este mes, de junio.

El G7 urge a la OPEP a actuar «de manera responsable» frente al mercado global

Los ministros de Energía de los países del G7 han pedido a los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que «actúen de manera responsable» en respuesta a los problemas del mercado petrolero y la estabilidad del suministro global de energía.

«Hacemos un llamamiento a los países productores de petróleo y gas para que actúen de manera responsable y respondan al endurecimiento de los mercados internacionales, donde la OPEP tiene un papel clave que desempeñar», recoge el comunicado final.

 

En este sentido, los miembros del G7 expresan su disposición a colaborar con estos países para garantizar un suministro de energía global estable y sostenible.

Los ministros del G7 reconocen que los elevados precios de la energía se sentirán tanto en las economías maduras como en los países en desarrollo que son importadores netos de energía y cuyos recursos financieros se han agotado, por lo que es necesario considerar medidas eficaces para frenar el aumento de los precios de la energía sin comprometer los mecanismos clave de la política climática para impulsar la transición energética.

A este respecto, aseguran que el grupo supervisará de cerca los acontecimientos para tomar más medidas concertadas y estrictas si es necesario, incluso con países fuera del G7.

«Actuaremos de manera solidaria y en estrecha coordinación ante posibles interrupciones del suministro y haremos lo necesario para mitigar el impacto en nuestras economías y ciudadanos, especialmente para proteger a los grupos vulnerables», advierten.

Asimismo, los ministros del G7 se han comprometido a continuar trabajando juntos para garantizar la diversificación de fuentes, suministros, rutas y medios de transporte de energía y minerales críticos para desarrollar la resiliencia del sistema y promover mercados energéticos competitivos, fiables y asequibles basados en reglas transparentes.

En este sentido, reiteran que la crisis actual destaca la necesidad «real y urgente», así como la oportunidad, de que Europa reduzca su dependencia de Rusia diversificando el suministro, acelerando el despliegue de servicios limpios, seguros y tecnologías de energía sostenible y mejorando la eficiencia energética, con un progreso significativo posible para fin de año.

La OPEP y sus aliados liderados por Rusia, el grupo conocido como OPEP+, mantienen desde hace meses su hoja de ruta para elevar gradualmente su producción conjunta de crudo al considerar que el mercado está bien equilibrado, a pesar del efecto de «factores geopolíticos y cuestiones relacionadas con la pandemia».

A principios de mayo, decidieron que a partir de junio la producción de la OPEP+ pasará a ser de 42,558 millones de barriles diarios, frente a la cuota actual de 42,126 millones. Arabia Saudí y Rusia, asumirán el mayor volumen de producción, con una oferta de 10,663 millones de barriles diarios, respectivamente.

Según las cuotas vigentes a partir de junio, los 10 países pertenecientes a la OPEP tendrán que producir un máximo de 25,864 millones de barriles por día, mientras que el resto de naciones podrían bombear hasta 16,694 millones de barriles.

La decisión de Europa que puede acabar la guerra y arruinar Rusia

Europa  La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha propuesto este miércoles a los gobiernos europeos imponer un embargo total al petróleo ruso, si bien plantea un periodo transitorio hasta final de año para contener el golpe en los mercados y preparar vías alternativas de suministro.

«Seamos claros, no será fácil. Algunos Estados miembro son fuertemente dependientes pero debemos simplemente trabajar en ello. Proponemos desde ahora una prohibición del petróleo ruso, una prohibición total de las importaciones de todo el petróleo ruso», ha proclamado la jefa del Ejecutivo comunitario en el pleno del Parlamento Europeo reunido en Estrasburgo (Francia).

 

Esta ruptura con el petróleo ruso se hará de manera «ordenada» para que los propios países de la UE y sus socios tengan tiempo de buscar vías alternativas de suministro y contener el impacto en los mercados.

El embargo afectará tanto al petróleo transportado por vía marítima como por oleoductos, sea crudo o refinado, aunque el sistema diseñado por Bruselas el fin de las importaciones de crudo sea «progresiva».

Para ello, ha dicho Von der Leyen, la UE renunciará «progresivamente al suministro ruso de petróleo crudo a lo largo de los próximos seis años y al de productos refinados de aquí a final de año».

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De este modo, ha dicho la jefa del Ejecutivo comunitario, la UE ejercerá una «presión máxima» sobre el Kremlin al tiempo que «reduce al mínimo los daños colaterales», porque «para poder ayudar a Ucrania necesitamos que nuestra economía se mantenga fuerte».

La propuesta detallada sobre el sexto paquete de sanciones está siendo examinado por los Veintisiete en una reunión a nivel de embajadores en Bruselas al tiempo que Von der Leyen informa de su contenido a los eurodiputados. El objetivo es que los Estados miembro –algunos de los cuales reclaman excepciones para retrasar la aplicación de las sanciones por su fuerte dependencia, como Eslovaquia y Hungría– logren un acuerdo entre el jueves y el viernes.

«Putin quiso borrar Ucrania del mapa y está claro que lo conseguirá», ha proclamado Von der Leyen en el Hemiciclo, después de haber defendido las sanciones propuestas porque el presidente ruso debe «pagar un precio muy alto por su brutal agresión».

Sberbank fuera de SWIFT y sanciones para altos cargos

Además de sancionar el petróleo, Bruselas reclama ampliar la lista de bancos golpeados por las sanciones europeas y excluir a Sberbank –el principal banco del país y con una cuota de mercado del 37% del sector ruso–, de la lista de entidades desconectadas del sistema de telecomunicaciones bancarias Swift, así como otras dos importantes entidades bancarias rusas.

«Con esto, golpearemos a los bancos que son esenciales sistémicamente para el sistema financiero ruso y la capacidad de destrucción de Putin. Esto reforzará el aislamiento completo del sector financiero ruso del sistema global», ha indicado von der Leyen

Otra de las claves de la sexta ronda que propone la Comisión Europea es incluir nuevos nombres de altos cargos militares y otros individuos rusos acusados de cometer crímenes de guerra en la localidad ucraniana de Bucha y responsables del «inhumano asedio» a la ciudad de Mariupol.

Bruselas propone además prohibir la retransmisión de tres grandes canales estatales rusas en la Unión Europea, por lo que no se permitirá distribuir su contenido en ningún formato, sea a través de cable vía satélite, internet o de aplicaciones para ‘smartphones’.

«Hemos identificado que estos canales de televisión son portavoces que amplifican las mentiras y la propaganda de Putin de forma agresiva. No deberíamos darles un espacio para difundir estas mentiras», ha explicado la presidenta de la Comisión Europea, que también pide prohibir a expertos contables, consultores y asesores de comunicación europeos trabajar para empresas rusas.

Von der Leyen ha recordado que está previsto que el Producto Interior Bruto de Ucrania descienda entre un 34% y un 50% este año, ante lo cual ha propuesto trabajar en un «paquete de recuperación ambicioso» para Ucrania que complete la ayuda urgente durante la guerra e incluya inversiones «masivas» para efectuar las reformas necesarias y «sentar las bases de un crecimiento a largo plazo».

En su intervención ante el pleno de la Eurocámara, la política alemana ha tenido también palabras de reconocimiento y elogio para la población ucraniana que lucha para defender sus «ideas fundamentales y ser ellos, y no un dirigente extranjero, quien decida su futuro». «Es el Derecho internacional lo que cuenta y no la ley del más fuerte. Putin debe paga un alto precio por su agresión brutal», ha proclamado Von der Leyen.

Implicaciones energéticas

Del lado de los eurodiputados, en nombre del Partido Popular Europeo (PPE), la holandesa Esther de Lange ha instado a hablar de las consecuencia socioeconómicas de la guerra de Ucrania, en referencia a la espiral alcista que marcan los precios de la energía y que se traslada al bolsillo de las familias y las empresas. En este marco, ha pedido relajar las exigencias del paquete Objetivo 55, que ambiciona la neutralidad en carbono en 2050, para «no lastrar aún más» la economía.

Una idea, esta última, con la que ha manifestado su desacuerdo la presidenta del grupo socialdemócrata en el Parlamento Europeo (S&D), la española Iratxe García, quien ha argumentado que ahora «más que nunca» es necesario avanzar en la política de lucha contra cambio climático y ha abogado por trabajar la estrategia de desconexión de la UE con Rusia con plantas regasificadoras, negociaciones con proveedores alternativos y una estrategia de renovables.

Además, García ha criticado los beneficios «caídos del cielo» de las corporaciones energéticas y ha defendido prorrogar la cláusula de escape del Pacto de Estabilidad y Crecimiento «para invertir en una defensa sólida y un futuro libre de carbono».

Posibles sanciones de Europa

Respecto a las sanciones a los combustibles fósiles procedentes de Moscú, en nombre los Liberales europeos (RE), el jefe de la delegación de Cs en la Eurocámara, Luis Garicano, ha instado a aplicar aranceles a las importaciones de energía rusa, cuyos beneficios se destinen a Europa porque implicaría, según ha argumentado, que el Kremlin «terminará exportando a precios inferiores» si bien ha reconocido que aumentaría el precio para los consumidores.

Sin embargo, la portavoz en el debate de Los Verdes, la belga Sara Matthieu, ha advertido del impacto de un embargo a los combustibles fósiles rusos sobre la ciudadanía «pudiendo agravar la injusticia social y la pobreza energética», por lo que ha abogado por una respuesta social «firme » y por un programa europeo de ayudas al paro y por un salario mínimo «armonizado».

Alemania dice estar lista para un embargo al petróleo ruso

El Gobierno alemán ha asegurado que ha logrado reducir de manera sustancial su dependencia del petróleo ruso, por lo que un embargo a las importaciones de crudo del gigante euroasiático sería manejable, según ha afirmado este miércoles el ministro de Economía y Protección del Clima, Robert Habeck.

«Hoy puedo decir que un embargo se ha vuelto manejable para Alemania», ha asegurado el ministro alemán durante una visita a Polonia, donde se reunión con la ministra polaca de Clima y Medio Ambiente, Anna Moskwa, para discutir temas de seguridad y cooperación energética.

 

En este sentido, Habeck ha destacado que Alemania ha logrado reducir el ritmo de las importaciones de petróleo ruso de manera que la dependencia se ha limitado al 12% desde el 35% anterior al comienzo de la guerra en Ucrania.

«En la UE y entre Alemania y Polonia estamos de acuerdo: debemos librarnos rápidamente de las cadenas de las importaciones rusas. La guerra de agresión rusa en Ucrania dejó esto más que claro», ha afirmado el ministro alemán.

De este modo, ha defendido la necesidad de desarrollar conjuntamente rutas alternativas, por lo que, Alemania y Polonia, quieren intensificar la cooperación en el sector petrolero para que se pueda implementar un suministro de energía estable lo más rápido posible y de manera independiente de las importaciones de petróleo ruso.

La visita de Habeck a Polonia coincide con el corte del suministro de gas ruso por parte de Gazprom a Polonia y Bulgaria ante la negativa de ambos países a pagar en rublos.

La trampa rusa para seguir vendiendo petróleo pese a las sanciones

Rusia es el mayor exportador de petróleo del mundo. Solo el año pasado, ingresó casi 105.000 millones de euros de las exportaciones de crudo a Europa y al Reino Unido. Un dominio que se ha visto truncado por la invasión a Ucrania. Desde el inicio de las hostilidades, numerosas compañías petroleras occidentales, comerciantes, transportistas y banqueros, han optado por mantenerse alejadas del crudo ruso. Al menos en teoría.

La demanda de petróleo ruso estaría resurgiendo, pero en absoluto silencio. Los petroleros rusos están apagando deliberadamente los sistemas de identificación automática durante un par de horas para eludir las sanciones a la importación de petróleo y productos derivados impuestas por EEUU, Reino Unido y otros países. Según la empresa de gestión de riesgos marítimos Windward, los apagones han aumentado un 600% respecto a antes de la guerra.

 

Los apagones van en contra de la normativa internacional, la cual exige que los buques mantengan siempre encendidos sus sistemas de seguimiento. En una nota publicada en mayo de 2020, el Departamento del Tesoro estadounidense dejó claro que cualquier manipulación e interrupción de esos dispositivos puede derivar en sanciones.

En las cinco semanas que han transcurrido desde el 24 de febrero, han desaparecido misteriosamente entre 1,2 y 1,5 millones de barriles diarios de exportaciones de crudo ruso, de acuerdo a las estimaciones de la empresa de investigación energética Rystad Energy.

Aunque se desconoce con exactitud el destino de estos millones de barriles desaparecidos, los analistas de la CNN aseguran que las refinerías de China e India estarían comprando parte de los productos petrolíferos rusos. Una teoría secundaba por la CNBC, que ha informado del aumento significativo de las entregas de petróleo ruso a Nueva Delhi. Además, lo estarían comprando con un importante descuento, dado que el actual precio de cotización del crudo ruso es 30 dólares menos que el barril de referencia europeo, el Brent.

Entre los posibles métodos para comprar petróleo ruso destacan el uso de esquemas de crédito abiertos, pagos anticipados y negociación en yuanes, rupias o rublos. Según informó Bloomberg hace unas semanas, algunas empresas también estarían adquiriendo crudo ruso a cambio de inversiones en regiones donde operan para tener el capital físico necesario para refinar petróleo.

 

El ofrecimiento de Duque a Biden para bloquear acercamiento EE.UU. – Venezuela

El presidente de Colombia, Iván Duque, ha asegurado que su país y Estados Unidos mantienen que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, «es un dictador», a pesar de que una delegación estadounidense se reuniera con el mandatario para abordar temas de seguridad energética en el marco de la invasión de Rusia sobre Ucrania.

En una rueda de prensa posterior a su encuentro con el presidente estadounidense, Joe Biden, en Washington, Duque ha asegurado que «no discutirá» la decisión de la Administración del país norteamericano de reunirse con Maduro.

 

«Estados Unidos maneja su relación, sus misiones, su política en el marco de lo que son sus intereses, y particularmente en lo que se trata de la liberación de sus presos políticos», ha indicado, antes de pedir «ir al fondo de la pregunta».

«¿Estados Unidos y Colombia siguen trabajando por el restablecimiento de la democracia en Venezuela? La respuesta es sí. ¿Estados Unidos y Colombia siguen manteniendo su postura de que Nicolás Maduro es un dictador? Sí», ha explicado

En este contexto, Duque ha trasladado que ha ofrecido a Biden aumentar el suministro del petróleo que se envía a Estados Unidos, después de que el Gobierno estadounidense haya prohibido la importación de petróleo ruso, entre otras materias primas.

Según el mandatario colombiano, su país «tiene más capacidades de suministrar hidrocarburos de lo que tiene hoy Venezuela». «Hoy nosotros estamos produciendo más de 890.000 barriles y podemos muy pronto llegar a un millón de barriles al día», ha asegurado.

La vicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez, ya señaló el martes, tras la reunión en Venezuela, que «lo importante» es «escuchar» la postura de Estados Unidos porque la geopolítica mundial ha cambiado en los últimos 15 días como consecuencia de la intervención de Rusia en Ucrania».

Maduro confirmó el lunes que se reunió con una delegación de Estados Unidos el fin de semana, tras lo que ha planteado la posibilidad de trabajar en un «agenda» común «desde el respeto», según Washington en aras de la seguridad energética global.