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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Política

Presidente Maduro se refirió a la situación económica y política

El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro,  ha vuelto a hacer un llamado al pueblo y a la unidad para afrontar la nueva lucha económica y política para superar los obstáculos que están enfrentando en varios ámbitos y alcanzar nuevas conquistas.

«Reitero mi llamado al Pueblo venezolano: unamos nuestras fuerzas para enfrentar las próximas batallas. Con esfuerzo, amor y perseverancia viviremos los días de gloria y grandeza que se avecinan», expresó el mandatario en su cuenta oficial de Twitter.

 

En el 2019, el gobierno tanto el pueblo han superado las batallas y a su vez vencido las medidas coercitivas unilaterales exigidas por los Estados Unidos, bajo políticas de protección y organización política que afecta a los venezolanos. En medio de la actualización de infraestructura del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y la buena gobernabilidad del 1×10.

Escolios

Nicolás Gómez Dávila, nacido en Bogotá el 18 de mayo de 1913 y fallecido en la misma ciudad el 17 de mayo de 1994, se erige como el pensador colombiano más grande y universal. Su obra, por cierto, bastante desconocida en Colombia, es material de estudio en Universidades de Alemania e Italia. El profesor italiano Franco Volpi (1952-2009) le llamó el Nietzsche colombiano, y el poeta bogotano recientemente fallecido, Juan Gustavo Cobo Borda (1948-2022) refirió sobre la obra de Gómez Dávila: “(…) no sólo pulveriza las mentiras que nos rodean: la izquierda, la derecha, la política, la Iglesia, la educación, la técnica, sino que va más allá, mediante una cura radical de escepticismo, para depararnos la alegría de la inteligencia”, para unos, Gómez Dávila es el buen odioso, y para otros, es la versión colombiana del rumano filósofo Émile Cioran (1911-1995).

Gómez Dávila fue en gran medida un aristócrata bogotano que bien hubiese podido dedicarse a los negocios como lo demandaba su época para los jóvenes de su condición, prefirió el estudio y la lectura de los clásicos en su lengua original; hablaba francés, inglés, alemán, italiano y algo de ruso, además de leer en latín y griego, actividad que conjugó junto al comercio de paños en un céntrico local de Bogotá, además de ser cofundador de la Universidad de los Andes. Se dice que no tuvo educación universitaria y que su formación académica corrió por cuenta de tutores privados y su colegio benedictino en Francia, del cual se desconoce el nombre, país donde vivió desde los seis hasta los 23 años alternando con estancias veraniegas en Inglaterra. El resto de su vida, salvo un periplo semestral por Europa, transcurrió en la cachaca Bogotá.

 

Gómez Dávila fue un polímata y autodidacta, acérrimo crítico del boom latinoamericano. Su obra literaria no es prolífica en cantidad, pero sí en calidad. Escribió frases geniales como “Un escritor sin talento es un eunuco enamorado”. La obra Gómezdaviliana se hizo más conocida hacia el final de la vida del autor y especialmente en lo que va del Siglo XXI. La obra tiene una peculiaridad: Está edificada a partir del método aforístico, es decir, consiste en la compilación de aforismos cosechados por el autor a lo largo de su vida, en los que lanza profundas reflexiones filosóficas sobre todo lo habido y por haber. Crítico de la industrialización y la tecnología, de las revoluciones, de la política, de la Iglesia, del amor, entre variopintos temas. La obra escrita de Gómez Dávila se compone básicamente de Textos I, Notas (México 1954, obra no destinada a las librerías), Escolios a un texto implícito I, Escolios a un texto implícito II, Nuevos escolios a un texto implícito I, Nuevos escolios a un texto implícito II, y Sucesivos escolios a un texto implícito, obra completa que fuera publicada por Villegas Editores en 2005.

La palabra escolios viene del latín scholium, corresponde a las notas que se colocan al margen de un texto para explicarlo. Destacan cientos de aforismos gómezdavilianos de profunda raigambre filosófica como “El pensamiento reaccionario irrumpe en la historia como grito monitorio de la libertad concreta, como espasmo de angustia ante el despotismo ilimitado a que llega el que se embriaga de libertad abstracta.”; “Las ideas liberales son simpáticas. Sus consecuencias funestas.”; “El marxismo se desdibuja al reflejarse en la mente gelatinosa del izquierdista”; “La sociedad moderna se ha ido reduciendo progresivamente a remolinos de animales en celo”; “Las ideas tontas son inmortales. Cada generación las inventa nuevamente”; “Dios muere, el hombre se animaliza”; “Mientras más graves sean los problemas, mayor es el número de ineptos que la democracia llama a resolverlos”; “La democracia es el sistema para el cual lo justo y lo injusto, lo racional y lo absurdo, lo humano y lo bestial, se determinan no por la naturaleza de las cosas, sino por un proceso electoral”.

El escritor payanés Juan Esteban Constaín (1979) en su maravillosa obra sobre Álvaro Gómez Hurtado (1919-1995), menciona que en algún momento éste le propuso a Gómez Dávila ser vicepresidente de Colombia, recibió como respuesta un rotundo No. Sus razones tendrían, “Características del colombiano: imposibilidad de lo concreto; en sus manos todo se vuelve vago; falta de moralidad; la noción del deber es desconocida; la única regla es el miedo del gendarme o del diablo; en su alma ninguna estructura moral, ni intelectual, ni social; ignora toda tradición; sometido pasivamente a cualquier influencia, nada lo marca; nada fructifica, ni dura en ese suelo de contextura informe, movedizo, plástico e inconsistente”. A Gómez Dávila sólo le faltó corregir que, los colombianos ni a la Policía ni al Diablo temen, razón tenía Jorge Luis Borges (1899-1986) cuando escribiera que “(…) ser colombiano es un acto de fe”.

 

 

La izquierda no existe

Según la teoría marxista, los medios de producción son los instrumentos y materiales que intervienen en el proceso de trabajo. Están constituidos por las materias primas, las máquinas, las herramientas, el dinero, así como por las unidades de producción, es decir, los talleres y fábricas.

Clasificación por Marx de los medios de producción: directos: personal operario, materias primas, maquinaria destinada a la producción. auxiliares o indirectos: instalaciones destinadas a la tarea productiva, como talleres, almacenes o fábricas.

 

Los dueños de los medios de producción (capitalistas) son la clase dominante (burguesía) que obtienen sus ingresos a partir del producto excedente producido por los trabajadores y se han apropiado libremente por los capitalistas. (Wikipedia)

Wikipedia define conceptos lo mas simple posible (a veces demasiado), pero todo en aras de la comprensión

Aunque el miedo a la izquierda ha estado presente durante gran parte del siglo XX y en lo que va del XXI, la izquierda que vemos hoy es radicalmente distinta a la del siglo pasado, y aun más diferente con los orígenes teóricos de esta. Es en esto último que me quiero centrar.

Quiero tratar sobre las diferencias entre los discursos de la izquierda de hoy en América Latina (Boric, Petro, Lula, AMLO, Castillo, etc.) y lo que Marx definía en El Capital. Hemos confundido por varias décadas, ese tipo de candidatos con una visión errónea del Marxismo; pues en el subconsciente (y en el consciente) colectivo se cree que todo lo que medio se parezca a la izquierda, es igual a Marxismo; y no es así para nada.

Para entendernos, efectos comunicativos y ser prácticos en este artículo, vamos a calificar como liberalismo a la derecha, y como izquierda al marxismo. A pesar de que detrás de esa arbitraria categorización hay millones de debates, y en esto le pido excusas a los estudiosos del tema (no a los puritanos).

Para empezar, los medios de producción para Marx son aquellas vías que se utilizan para realizar nuestro trabajo. Computadores, herramientas, papel, palas, y/o capital/inversiones. Todo lo que permite a las personas desarrollar su trabajo. No importa si es en el sector de servicios, bancario, o energía. Todos necesitamos de medios de producción para realizar nuestro trabajo.

¿Qué propone el Marxismo con relación a los medios de producción? En el socialismo de Marx los medios de producción no pertenecen a los capitalistas (empresarios), sino que pertenecen a los mismos trabajadores, que son los que realmente poseen la fuerza de trabajo capaz de hacer que tales medios produzcan bienes y servicios.

Ahora, en los discursos de los candidatos y/o presidentes de la ola actual de izquierda en América Latina ¿alguien ha propuesto quitar los medios de producción a sus dueños (empresarios) para dárselos a los trabajadores? Existe el miedo a esto, tal como se vivió en la ultima campaña electoral de Colombia, donde gustavo Petro fue electo como presidente. Sin embargo, a ninguno/a de los candidatos o presidentes le he escuchado una propuesta siquiera similar.

Por ende, todos los que interiorizan el miedo a estos candidatos, y lo exteriorizan con repudio y odio a todo lo que huela a izquierda, les informo que han estado equivocados. Porque ni Boric, ni AMLO, ni Lula, ni Castillo, ni Petro le han quitado los medios de producción a quienes los poseen, para dárselos a los trabajadores. Han estado viviendo con miedo con base a una mentira.

En todas las propuestas y políticas que estos lideres están desarrollando lo que se evidencia no es una toma de los medios de producción, sino una distribución de la riqueza. De hecho, usted que esta a favor de una mejor educación, mejor salud, un transporte decente, en general unos servicios públicos mejores, esos son ideales de izquierda, y eso es lo que estos lideres están promoviendo.

Lula y compañía, están promoviendo una mejor repartición entre los que más lo necesitan, mejorando los servicios que provee el Estado. Obvio, hay muchas variables en este tema como: la corrupción, un Estado eficiente, la violencia, etc., que deben ser discutidas una por una. Pero la idea central de la “izquierda” latinoamericana es esa.

En consecuencia, lo que estos lideres están promoviendo uno tiene nada de marxista, ni nada de izquierda. Ellos están proponiendo un liberalismo mas distributivo. Un sistema que busque equilibrar la balanza con los que menos tienen, sin cambiar el modelo económico, ni expropiar los medios de producción.

Por otro lado, debido a la incapacidad de los gobiernos actuales (no solo en Latinoamérica) de cambiar verdaderamente las condiciones materiales (termino marxista), la izquierda ha adoptado los discursos de inclusión, minorías, LGBTQ, etc. Son temas claves, y que apoyo absolutamente.  Sin embargo, es deber de estos lideres de “izquierda”, cambiar las condiciones objetivas y materiales en la sociedad (no solo de esos grupos), para lograr la total inclusión de esos históricamente excluidos. No es suficiente cambiar el nombre de un ministerio, decir ellos, ellas y elles.

En conclusión, una vez mas se ha confirmado que las fake news y sus miedos infundados han calado profundamente en nuestra vida diaria, creando odios a partir de verdades a medias, lo que nos ha partido como sociedad. La enseñanza clave con esto es leer un poco mas sobre los temas, informarnos, y no dejar que tik tok, twitter o Instagram califiquen de izquierda o no a alguien, para así atacarlo y quedarme con mi tribu.

De continuar así, estaremos en contra de un fantasma, porque hoy, la izquierda no existe.

¿Cómo se debe humanizar la política?

Una enfermedad que tiene de rodillas a todo el mundo con una crisis sanitaria sin cercanos precedentes para la humanidad y el caos que está generando en la vida diaria de los más pobres o débiles, debe ser el punto de partida para que la clase política humanice las decisiones de sus liderazgos.

Cuando se habla de humanizar referenciamos conceptos básicos para entender que está en juego la vida de millones de personas de carne y hueso. Esas mismas personas, que, en varias elecciones, con sus votos, les dieron la oportunidad a los políticos de ser favorecidos en altos cargos públicos para que hagan el máximo esfuerzo de trabajar por sus necesidades básicas.

 

Desde esos importantes escenarios, los gobernantes deben rescatar, socializar y sintonizar en su qué hacer cotidiano palabras de “moda” como solidaridad – apoyo incondicional a causas o intereses ajenos, especialmente en situaciones comprometidas o difíciles-, pero no solamente en calendario electoral, ni en un momento de calamidad, el líder político debe estar en las buenas y en las malas con su gente, con sus ciudadanos.

Otro término que merece atención en las nuevas agendas gubernamentales es la empatía –qué siente o piensa otra persona, e incluso ponerse en su lugar-. Es decir, la urgencia de apropiarse y solucionar a corto plazo problemas sociales y económicos de “vieja data”, que siguen enquistados entre los más pobres y sin dolientes por parte de los gobiernos de turno, partidos o líderes políticos.

Los políticos deben entender que millones de colombianos andan inmersos en la pobreza, el hambre, el desempleo, la inequidad y un sin número de problemas identificados incluso por estudios de entidades gubernamentales. La racionalidad, en este sentido, entra a jugar un papel importante, entendiendo que se deben propiciar soluciones con objetivos puntuales y dirigidos a los ciudadanos más indicados.

Es por esto que humanizar con palabras y significados a la clase política es una tarea de sensibilización con énfasis en las grandes brechas entre ricos y pobres, evidenciadas últimamente en todo el país con protestas, cacerolazos, marchas, paros y un sin número de activismos sociales que claman con mensajes de compasión para que las necesidades sean observadas por los gobernantes.

El clamor humano es que toda la clase política por una vez en toda su existencia deje a un lado el afán de seguir “enquistada” en los altos cargos públicos para beneficiarse y beneficiar a los mismos de siempre. A los políticos en ejercicio, que, a cambio de hacer campaña electoral durante su gobierno, se dediquen de todo corazón a generar propuestas serias para sacar adelante a sus ciudadanos.

Resumiendo, la solidaridad, la empatía y la racionalidad son algunas de las cualidades humanas que sirven para revitalizar, revivir y reinventar la actividad política en todas sus manifestaciones, en un momento crucial para los miles de personas que viven en carne propia la arremetida de una pandemia que es ajena a la pobreza o al más débil.

Todos piensan que esta crisis va a generar un gran cambio en las personas porque se están evidenciando las más crueles necesidades de las clases menos favorecidas. Si el dolor de los ciudadanos es ajeno a los grandes líderes políticos es claro que la humanidad va a seguir en grandes momentos de incertidumbre. Los partidos, los movimientos y las figuras políticas tienen la palabra. El tiempo es el juez…

 

Los partidos no convocarán a las lideresas

Hace pocos días tuve la oportunidad de escuchar a mujeres lideresas del mundo hablando sobre sus experiencias, retos, y compartiendo parte de su trayectoria para inspirar a otras, en situaciones probablemente mucho más difíciles. Entre ellas, escuché a la alcaldesa Claudia López decir: yo no sé a quién se le habrá ocurrido el concepto de techos de cristal, pero parecen más bien de titanio. Lo decía ella, el segundo cargo de elección popular más importante del país, una de quienes los lograron.

El cupo para las mujeres en la política sigue siendo poco, a pesar de las leyes de cuotas. Y es que efectivamente el techo de titanio se empieza a sentir cuando una mujer inicia una trayectoria de liderazgo. La mayoría de las asistentes, que eran mujeres valientes de zonas rurales, líderes indígenas y campesinas, algunas bajo amenaza de muerte en zonas tan complejas como la Amazonía Venezolana, el Putumayo o el Cauca coincidían en que la primera barrera son las normas no escritas. Todas nos identificamos.

 

La norma no escrita es la misma que dice que tenemos que trabajar seis horas más al día en labores de cuidado, la que establece los primeros juicios cuando las mujeres, en especial las mujeres que habitan la ruralidad alzan la voz por sí mismas – sin intermediarios. La primera barrera es la familia, la culpa, la ruptura con los estereotipos. A una gobernadora indígena la castigaron por llevar las uñas largas y a otra por verse muy “masculina”. Varias mujeres campesinas aseguraron que el machismo dentro de las propias organizaciones hace que nunca se llegue a lugares de toma de decisiones. Mujeres trans presentes en la sala se sintieron recogidas en esa afirmación. Así, la familia, la comunidad, el movimiento, el clóset, el partido, las sociedades, en vez de empujar, se convierten en una barrera que sumada parece un bloque de hormigón.

Para ellas, la mayoría, el liderazgo les ha traído sacrificios económicos, políticos y familiares. Ninguna de las presentes pudo contar una trayectoria fácil, pero sí fue clarísimo que entre más vulnerabilidades sumaran, más duro era el camino. Me llama la atención que casi ninguna contempla la posibilidad de tener una carrera política, a excepción de las que ya la tienen, que eran por supuesto minoría. Las ex (ministras, congresistas, candidatas) contaban cómo en sus primeras experiencias el calibre de los juicios y discriminaciones eran muy superiores a los de sus compañeros de partido.

A ellas, a las lideresas sociales, comunitarias, políticas regionales, campesinas, indígenas, no las llamarán para ser candidatas a las elecciones locales de 2023. Por el contrario, cuando llegue el momento, los directorios de los partidos, sin importar si es lista cerrada o abierta, empezarán a buscar como locos a las mujeres para llenar sus listas. ¿A cuáles? A las que les representen una ganancia fácil y clara en votos o patrocinio y que ojalá no tengan una agenda propia muy marcada. ¿Sabían, queridas lectoras, que las mujeres tenemos una posibilidad sustancialmente menor de obtener un crédito para financiar una campaña política?, ¿y que la financiación privada de campañas muy pocas veces se concentra en candidaturas de mujeres? Por eso algunas de las que llegan lo hacen bajo recomendación de alguien dentro del propio mecanismo. Aún en el congreso, la posibilidad de incidir en las agendas de partido resulta menor, pero la exposición pública de sus errores triplica la de los hombres.

La razón por la que mi columna de esta semana la dedico a este tema, es porque me conmovió la confluencia de historias y similitudes en contextos tan diversos como Kenia, Colombia, Perú, Chile y Venezuela. También porque en algún momento todas hacemos una pausa y nos preguntamos si estamos llevando correctamente los balances entre la vida pública y las responsabilidades del cuidado. En más de una ocasión yo misma me he autocensurado. Así que, aunque no es el tema más importante de la coyuntura, es más que relevante recordar que no hay democracia sin nosotras, en toda nuestra diversidad.

Njoki Gachanja, quién nos visitó desde Githuari (Kenia), nos tuvo al borde de las lágrimas cuando decía: Estoy cansada de tener que luchar tanto simplemente para existir. Esta columna es para ti, hermana. You are not alone.

Reforma electoral sastre

Si algo no tiene un verdadero carácter anticlientelista –el adjetivo que le endilgan los partidarios del gobierno de Gustavo Petro–, es la reforma política en trámite. Porque, para empezar, en la Comisión Primera del Senado se rechazó de plano la propuesta de Humberto de la Calle de cambiarle el carácter y las funciones al Consejo Nacional Electoral y a sus relaciones con el todopoderoso Registrador, los dos poderes que aseguran un sistema electoral plagado de clientelismo y corrupción que no ha estado al servicio de la democracia sino de la partidocracia de los mismos con las mismas. Con razón concluyó de la Calle: “Creo que el gobierno no apoyó la idea”.

De pupitrazo, ya se aprobó en primer debate la reforma de la Casa de Nariño y los partidos “de gobierno”, los mismos electores en la componenda que escogió al Contralor General, pieza insustituible en toda repartija clientelista, con sus cegueras y torpezas calculadas para no ver ni actuar, no resulte que por error cumplan con sus funciones legales de investigar y sancionar.

 

Aunque pueda parecer increíble, están por resucitar que los congresistas puedan renunciar a sus cargos para convertirse en ministros del gobierno, práctica hoy prohibida por una ley que le dio respuesta al repudio ciudadano a que los presidentes usaran su poder para comprarse a los jefes de los partidos y a los propios partidos.

La financiación oficial de las campañas ya no la controlarán los candidatos sino los partidos, con lo que se decuplicará el gran poder de sus presidentes para someter a los congresistas y a los demás candidatos a unos avales que reparten a discreción.

También pretenden aprobar otra etapa de transfuguismo político, para que los ya elegidos puedan escabullirse de los partidos por los cuales salieron para irse a otros, norma diseñada a la medida del Pacto Histórico, que así calcula aumentará sus filas. La clásica reforma sastre, a la medida no de las necesidades nacionales sino del grupito de quienes resultarán favorecidos.

Y buscan resucitar otra práctica que también fracasó. La de las listas cerradas y obligatorias a las corporaciones públicas, que hicieron famoso el “bolígrafo” de cada mandamás, que a su arbitrio escogía a los candidatos echando el cuento de que así garantizaba figuras ejemplares.

Cuando lo único que en verdad pueden asegurar las listas cerradas es poder ocultarles a los electores a quienes se elegirán, porque no tienen que hacerse visibles en las campañas electorales. Al senador que saltó del anonimato al desprestigio en Cartagena, ¿si lo habrían elegido los antioqueños –que lo conocían de autos– si hubieran tenido que marcarlo en el tarjetón?

Sobre las listas cerradas o abiertas lo democrático es lo que hoy existe, que permite que cada partido, según sus propios criterios, abra o cierre las suyas en cada circunscripción y que además pueda modificar sus decisiones a lo largo del tiempo.

Lo mínimo de lo democrático en una reforma política es que el sector de quienes controlan la chequera del gobierno nacional no pueda usar el poder burocrático y contractual para imponer cambios diseñados a la medida de sus particulares intereses, sobre todo cuando el “cambio” anunciado es como este, el salto a un pasado indeseable.

La mitad de los brasileños han dejado de hablar de política para evitar discusiones

Un 49 por ciento de los brasileños han dejado de hablar de política para evitar discusiones, según un sondeo, cuando faltan poco más de dos meses para unas elecciones presidenciales muy polarizadas con el Jair Bolsonaro (extrema derecha) y Luiz Inácio Lula da Silva (izquierda) como principales candidatos.

Según la última encuesta de Datafolha de finales de junio, Lula es el favorito con un 47 por ciento de intención de voto, frente al 28 que lograría Bolsonaro en la primera vuelta, prevista para el 2 de octubre. Los dos candidatos más votados se enfrentarán el 30 de octubre.

 

Ahora un nuevo estudio de Datafolha revela que un 49 por ciento de electorado dice haber dejado de hablar de política con amigos y familiares en los últimos meses para evitar discusiones. Esto afecta en mayor grado a los simpatizantes de Lula (54 por ciento) que a los de Bolsonaro (40 por ciento).

Además, el 15 por ciento afirman haber recibido amenazas verbales por hablar de política y el 7 por ciento asegura haber sufrido una amenaza de agresión física.

También en Internet un 53 por ciento de electores afirman haber modificado su comportamiento para evitar conflictos con amigos y familiares en redes sociales. Así, en WhatsApp el 43 por ciento han dejado de hablar de política y el 19 por ciento se ha salido de algún grupo por este motivo. Solo el 8 por ciento participa en grupos de apoyo a algún candidato: el 4 por ciento a Lula y el 4 por ciento a Bolsonaro.

Por sectores de población, Bolsonaro tiene más seguidores entre quienes tienen una renta mensual de más de cinco salarios mínimos (23 por ciento), entre los empresarios (32 por ciento) y entre quienes aprueban su desempeño en el gobierno (35 por ciento).

Lula en cambio es más seguido por jóvenes de 16 a 24 años (26 por ciento), simpatizantes del PT (31 por ciento) y quienes rechazan la labor del actual gobierno (24 (por ciento).

En las últimas semanas se han producido varios episodios violentos relacionados con la política, el más grave de ellos el asesinato de un miembro de Partido de los Trabajadores de Lula, Marcelo Arruda, en un ataque de un simpatizante de Bolsonaro en Foz de Iguaçu el pasado 9 de junio.

Dos días antes hizo explosión un artefacto en un acto de Lula en Río de Janeiro y en Minas Gerais un dron lanzó excrementos sobre un acto del PT en Uberlandia.

En Sao Paulo fueron activistas de izquierda los que impidieron un acto de Fernando Holiday y otros precandidatos del Partido Nuevo en Unicamp, en Campinas.

El análisis debe ser riguroso, que la antipatía no te nuble

El principal problema de los últimos 20 años ha sido la polarización, los extremos se necesitan y en el medio queda el ciudadano del común, el que debe trabajar más de las horas permitidas para llevar el sustento al hogar.

Desde los medios de comunicación se han dedicado a destruir o a catapultar a los “lideres” que aseguran tener la píldora o la pócima mágica para arreglar el país. Los que algunos llaman rigurosidad periodística es solo estar al lado de quien le brinde mejores posibilidades para continuar con su legado de injurias, falsas denuncias y agresiones al buen o mal nombre del personaje de turno.

 

Los analistas de campañas están con su pluma o con su ordenador afilados para continuar con su agenda del día, la agenda que anteriormente ponían las casas editoriales y ahora lo hacen las barras bravas de las redes sociales que “gracias” a sus seguidores los convierten en los dioses del olimpo de la opinión pública y juzgan al adversario de turno. Esos mal llamados influenciadores lo único que hacen es convertir un bonito día en un campo de batalla de likes. Convierten un cuento de Gabriel García Márquez (Aquí va a pasar algo) en el chisme más desesperado, en una verdad a medias o como decían los abuelos, en dañarle la honra a una gallina culeca.

Los dos personajes que van a segunda vuelta, son el prototipo del todo vale a costa de mandar en el país como si esto fuera una finca. Uno es un populista sin límite y el otro un demagogo sin remedio. Los dos fueron las alternativas que dejó la primera vuelta y las consultas internas, donde se quedaron las mejores opciones de país, las mejores opciones que no le convienen ni al populista ni al demagogo. Y esto sucedió porque cuando alguien diferente llega, los seguidores de uno y del otro lo convierten en un enemigo público, un monstruo del Lago Ness, el peor caníbal en la jauría local.

Trabajé con un candidato de estas elecciones por cuatro años, y puedo dar fe que ha sido una de las peores experiencias laborales que he tenido en mi vida profesional. Nunca le sirvió nada, siempre cambio de opinión en temas de ciudad. Cuando lo separaron de su cargo se dio a la tarea de obligar a los contratistas del distrito a marchar, a ocupar la Plaza de Bolívar y a escucharlo como si fuera el gran caudillo del pueblo.

Al otro no lo conozco, veo que no es nada diferente. Lo acusan de corrupto pero el populista es tan populista (el del tal pacto Histórico) que invitó a su equipo a tipos como Roy, Benedetti, Piedad, Prada, la gata entre otros, siempre tratan de burlarse de la inteligencia del votante (casi no nos ayudamos, es cierto) pero eso no les interesa, les interesa gobernar como si fuera su próxima venganza.

Al demagogo lo acusan de no saber cómo funciona el gobierno, ¿acaso Misael y Andrés Pastrana, Virgilio Barco, Tomás Cipriano de Mosquera, Ernesto Samper eran la panacea en cuanto a inteligencia se refiere? Eso no determina que su gobierno sea bueno o no. Es como si los estudiantes que siempre ocuparon los primeros lugares en el colegio hoy fueran los dirigentes, gerentes o líderes. En lo público las cosas no funcionan así, funciona como nos acostumbramos a verlo y a vivirlo.

Para terminar, quiero expresar que el principal error que nos dejó el pasado, fue el de decir que en la mesa no se habla de política, futbol o religión, ojalá habláramos siempre de eso, si no dejemos de hablar de eso, seríamos respetuosos con el otro, más críticos y menos viscerales, para debatir con argumentos, con conocimiento o por lo menos, sin desconocer lo que el otro me comunica y ante todo, sin tomarlo como un tema personal.

Rodrigo Lara y los hermanos Galán vuelven a sacarse chispas en redes

El senador Rodrigo Lara y los hermanos Juan Manuel y Carlos Fernando Galán volvieron a sacarse chispas en las redes sociales, esta vez por la decisión que tomará el Nuevo Liberalismo de cara a la segunda vuelta donde no se descarta que los herederos de Luis Carlos Galán se decidan a respaldar la candidatura de Rodolfo Hernández.

El nuevo rose entre los dirigentes políticos lo desató un trino del senador Lara donde de forma irónica se refiere a una publicación previa de Juan Manuel Galán donde habla de la concertación que se está realizando al interior del resucitado Nuevo Liberalismo para jugar partido en la segunda vuelta presidencial del 19 de junio.

 

Puntualmente, Juan Manuel Galán escribió que el Nuevo Liberalismo inició ayer un proceso de consulta con todos los sectores que conforman nuestra organización política. “No buscaremos afanosamente una decisión improvisada para subirnos al bus de una victoria que no nos pertenece”, señala.

A esto, Lara repostó señalando que, por “consulta” Galán “se refiere al comedor de la casa familiar” y por “no buscaremos decisión improvisada” se refiere a que “van a ofrecerle la chapa del partido al candidato que les gire 3000 millones para pagar las deudas de su fracasada campaña además de puestos, camionetas y 1 ministerio”.

Pero la cosa no paró allí, porque de inmediato, Carlos Fernando Galán le respondió a Lara: “Rodrigo, el odio nubla la razón”.

Pero Lara no se volvió a quedar callado y le respondió a Juan Manuel Galán en la misma red social.

Este nuevo choque entre Lara y los hermanos Galán hace parte de la disputa que libran desde la resurrección del Nuevo Liberalismo, que a juicio de Rodrigo Lara ha sido ocupado por los hermanos Galán que han imposibilitado el surgimiento de nuevos liderazgos en dicha colectividad.

A propósito, la pelea parece tener un nuevo round judicial porque en las últimas horas el Consejo Nacional Electoral abrió indagación preliminar en contra del Nuevo Liberalismo frente a la queja presentada Lara Restrepo por fraude al fallo SU 057 que reconstituyó la personería jurídica del Nuevo Liberalismo que exige que se comporte como un partido y no como una “fami-empresa”.

Así mismo, la autoridad electoral investigará un posible fraude procesal, al inducir a un error al Senado de la República a la hora seguir adelante con el proceso de la designación de los miembros de la Comisión accidental que serviría para decantar la lista de los candidatos a Contralor General de la Nación.

Los acuerdos sobre el clima y la realpolitik

En noviembre del año 2021 se llevó a cabo en Glasgow la reunión número 26 de la Conferencia de las Partes de la Conversión de Cambio Climático (COP 26). En esa ocasión los gobiernos afirmaron sus metas voluntarias de reducción de emisiones de gases con efecto de invernadero para los años 2030 y 2050 (“Nationally Determined Contributions –NDC). Unos países fueron más conservadores que otros en la fijación de esas metas, algunos –como Colombia- muy ambiciosos. Y si bien es cierto que esas metas no son jurídicamente vinculantes, en todo caso sí comprometen políticamente a los países frente a la comunidad internacional. Se trata de compromisos que, en por el bien global, se espera que sean honrados pues su cumplimiento presumiblemente evitaría aumentos en la temperatura media del planeta superiores a 1.5 grados centígrados.

Hacia finales de este año se reunirá en Egipto nuevamente la conferencia del Partes (COP 27). En esta ocasión la discusión se centrará principalmente en los mecanismos y estrategias para alcanzar las metas afirmadas por los países en la COP 26 y, muy en particular, en lo relacionado con la transferencia de los recursos financieros y tecnólogos que los países más vulnerables necesitan para adaptarse a los ampliamente imperdibles efectos del cambio climático. Estos países, además, son, generalmente, los que, por sus relativamente bajas emisiones y menores niveles de desarrollo, han hecho los menores aportes a la consolidación de la crisis climática global.

 

Ahora bien, cuando los países signatarios de la Comisión de Cambio Climático hicieron sus compromisos de reducción de emisiones (NDC) en la COP 26 era claro que existía una amplia incertidumbre sobre los posibles escenarios climáticos del futuro, y sobre sus posibles consecuencias. Lo que tal vez no se tuvo plenamente presente fue la volatilidad de las realidades geopolíticas globales, y sus potenciales repercusiones sobre los mercados energéticos; en particular en lo relacionado con los combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas).

La sorpresiva y violenta invasión a Ucrania por parte de Rusia se atravesó entre la COP 26 y la COP 27. Este suceso, que tiende a prolongarse en el tiempo, puede alterar de manera significativa el rumbo de las negociaciones climáticas en el marco de la Convención de Cambio Climático. Pero, más aún, puede alterar la senda misma de reducción de emisiones de gases con efecto de invernadero en los distintos países. Como en el caso de las consecuencias de los distintos escenarios climáticos, los efectos de las nuevas realidades geopolíticas sobre la viabilidad económica y social de las estrategias de reducción de emisiones de gases con efecto de invernadero son difíciles de predecir. De hecho, lo más probable es que esos efectos sean distintos en los distintos continentes y países.

Veamos: un escenario posible es que la crueldad de los ataques a Ucrania efectivamente lleve a que la Unión Europea suspenda o disminuya drásticamente las compras de petróleo y gas a Rusia (USD 1 billón por día), y que opte por remover las restricciones que había impuesto al uso del carbón para la generación de electricidad y calor. Esto con el fin de mantener controlados los precios de la energía que han resultado ser asuntos social y políticamente muy sensibles en Europa.  En ese caso, las metas de reducción de emisiones de gases con efecto de invernadero de varios de los países de la Unión Europea se verían afectadas, y su cumplimiento sería aún más difícil lo que ya es.

De otra parte, la menor oferta de petróleo y gas en el mercado global podría llevar, como de hecho ya se siente, a un aumento en los precios globales del petróleo y del gas. Ese aumento en los precios, generaría incentivos para acelerar exploración y la producción de petróleo y gas en los países productores. De hecho, eso ya está ocurriendo. El ritmo en el aumento de esos precios y su eventual retorno a niveles similares a los de antes de la invasión a Ucrania dependerá de la celeridad con la cual la oferta de petróleo y gas reaccione a la escasez creada por las restricciones a las exportaciones rusas. Hay que tener en cuenta, en todo caso, que las decisiones de China y de India en cuanto a sus relaciones comerciales con Rusia serán determinantes en la formación y en la dinámica de los precios de petróleo y del gas.

Otro escenario plausible, distinto al anterior, pero que no lo excluye, es que la subida en los precios del gas y del petróleo incentive y acelere, como ocurrió en los años 70, el desarrollo de proyectos de energía nuclear (cero emisiones), la generación con de fuentes alternas de energía, la eficiencia energética, la movilidad eléctrica etc. En ese caso, se habrían creado condiciones favorables para el logro de las metas de reducción de emisiones de gases con efecto de invernadero en varios países; y las metas propuestas en la COP 26 estarían menos lejanas para muchos.

Los dos escenarios antes plantados, como indique antes, no son excluyentes, y entre ellos existirían números escenarios intermedios que se expresarían de distinta manera en los distintos continentes y países. Lo cierto es que, como en el caso de los escenarios climáticos, la incertidumbre sobre las dinámicas geopolíticas es enrome y la volatilidad es alta. También parece cierto que, en todo caso, las sendas de reducción de emisiones de gases con efecto de invernadero que recorran lo países estará fuertemente afectadas, por los precios relativos del gas, el petróleo y el carbón, y que estos, a su vez, estarán determinados por la evolución de las realidades geopolíticas globales.

Pareciera, de hecho, que el ritmo en la reducción de las emisiones de gases con efecto de invernadero y el cumplimiento de las metas propuestas, no depende tanto de lo que se acuerde en las conferencias y discusiones políticas sobre de cambio climático como de las realidades de los mercados de los combustibles fósiles creadas por los -difíciles de predecir cambios y realidades geopolíticas que se vallan presentando.

Entonces, ante las incertidumbres y volatilidad de las condiciones climáticas y de las dinámicas geopolíticas globales a que estamos abocados, y ante la imposibilidad de predecir con niveles aceptables de certeza los escenarios climáticos y económicos que están siendo determinados por la compleja interacción de numerosas variables de distinto tipo, solo nos queda estar listos para cualquier cosa: adaptarnos a la incertidumbre.

¿Watergate a la colombiana? el cantinflesco caso de espionaje que agita la campaña

Han pasado 50 años desde que el caso Watergate, considerado como el escándalo político más importante de Estados Unidos en el siglo XX, que tumbó al presidente Richard Nixon al descubrirse la trama de espionaje y escuchas que su administración llevó a cabo durante la campaña electoral de 1972, cuando cinco individuos fueron descubiertos intentando forzar la entrada de la sede del Partido Demócrata en Washington.

Cinco décadas después, el escándalo parecería tener una nueva versión, una más criolla y rudimentaria cuya trama tiene lugar en la contienda presidencial en Colombia, donde el candidato Federico Gutiérrez ha denunciado con prueba en mano lo que sería un presunto caso de espionaje contra él y su círculo más cercano al que se ha atrevido a comparar con el sonado e histórico caso norteamericano.

 

“Esto es una chuzada, más que una infiltración, la misma infiltración que el candidato Petro, su abogado y varios personajes de la campaña han aceptado públicamente”, dijo un enérgico Gutiérrez desde el centro de Bogotá donde adelantó agenda pública este martes.

Concretamente, el candidato Gutiérrez ha denunciado la presencia de un micrófono oculto en una de sus sedes situada en la ciudad Medellín.

Desde la campaña precisaron que, los dispositivos electrónicos instalados de manera oculta en la sede de campaña “transmitían en tiempo real todo lo que acontecía allí, las 24 horas”

El micrófono que se encontraba oculto en un balastro (dispositivo que sirve para mantener estable y limitar la intensidad de lámparas), fue hallado por un equipo de seguridad privada que contrató la campaña de Gutiérrez tras las sospechas que existían dentro de la coalición de que podrían estar siendo objetivo de algún tipo de seguimiento o filtración.

Las sospechas surgieron después de que el abogado Miguel Ángel del Río dijera hace unos días en la revista ‘Semana’ que el Pacto Histórico de Petro contaba con «infiltrados» y que disponían de «una persona en cada casa electoral» con el fin de evitar que se produjera compra de votos, una de las denuncias que el candidato de la izquierda ya expuso en la segunda vuelta de las pasadas elecciones.

«Después de la confesión del abogado Miguel Ángel del Río de haber infiltrado la campaña, se contrató una empresa de seguridad para revisar todas las sedes y en la de Medellín se encontraron micrófonos. Esto se puso en conocimiento de las autoridades y estamos revisando todas las sedes de la campaña, porque nos han señalado diferentes fuentes que esto no solo pasó en Medellín», ha contado Luis Felipe Henao, jefe de campaña de ‘Fico’.

En ese sentido, Henao cree que «esto tiene que ver con la campaña del Pacto Histórico», puesto que habría sido no solo «confesado» por Del Río, sino también «respaldado recientemente» por el propio Petro.

Pacto Histórico se desmarca del escándalo

Desde la campana de Gustavo Petro han respondido a los señalamientos que ha hecho Gutiérrez y su jefe de debate, indicando que la presunta trama de espionaje obedece a una “reacción nerviosa” del candidato del Equipo por Colombia que hoy figura segundo en las encuestas a casi 20 puntos del candidato del Pacto Histórico.

“Creo que el nerviosismo en que está la campaña de Federico Gutiérrez, por cuenta de las encuestas, los hacen cometer imprecisiones”, aseguró Alfonso Prada, jefe de debate del Pacto Histórico.

En ese sentido, Prada también indicó que, en la campaña del Pacto Histórico, “no hay ninguna actividad ilegal”.

“Todo lo contrario, estamos denunciando y poniendo en conocimiento de las autoridades judiciales y administrativas cualquier tentativa de fraude que nos llega de esa o cualquier campaña”, puntualizó Prada.

Este nuevo escándalo que agita la contienda electoral se da a doce días de la primera vuelta cuando los colombianos están llamados a las urnas para elegir al próximo presidente (si alguno supera el 50% de los votos más 1) o a los dos nombres que se disputará el cargo en segunda vuelta en el mes de junio.

Liberar a Colombia de gobiernos de facto

Uribe elaboró una estrategia de largo plazo para secuestrar el Estado. Lo logró, pero con demasiados errores y horrores de ahí que sea imposible mantener el terrible proyecto. Sin embargo, superarlo depende de la unidad de la oposición para alcanzar la victoria el 29 de mayo y de esa manera construir la gobernabilidad que Colombia necesita para iniciar una era de cambio.

Gobiernos de facto

El país parió un engendro político creado por Uribe, sostenido por Duque y acogido por Gutiérrez. A partir de la Constitución de 1991 emergió un mafioso sistema de relaciones cruzadas entre los poderes del Estado, que ha impedido la construcción de instituciones fuertes y estructurar un proceso de bienestar y de paz para todos. El uribismo ha actuado con espíritu antidemocrático y el gobierno de Duque ha derivado en un mandato de facto que Gutiérrez quiere prolongar.

 

Los organismos de control se encargaron en los últimos cuatro años de construir unas instituciones anómalas. Personajes de menor talante intelectual, ético e ideológico, se tomaron el poder. Colombia está en manos de poderosos clanes de derecha, corrupción y clientelismo, cruzados por economías ilegales que en los cuatro años de Duque expandieron la captura del espectro político y económico.

Han sucedido ataques sistemáticos a Fajardo pues no les interesa nadie dispuesto a gobernar con transparencia, introducir cambios en el modelo económico, desarrollar el país con un enfoque de equidad, desarrollo sostenible, conocimiento, reestructuración productiva y comprensión del papel de Colombia en un difícil  orden mundial. Entonces, la Contraloría, la Fiscalía y la Procuraduría enfilaron acciones para sacarlo del camino a la presidencia.

Fajardo puso contra Duque una demanda ante la Comisión de Absoluciones del Congreso de la República, por aplicar una arbitraria reforma a la ley de garantías, abiertamente inconstitucional. Sin embargo, el uribismo necesita esos dineros públicos para comprar el proceso electoral en un país con mucha gente pobre que nada espera del Estado ni de nadie, solo de lo que logran raspar de la tierra y de las calles por eso en las elecciones venden su conciencia a cincuenta o cien mil pesos.

El asalto al Ministerio de Hacienda ha sido posible por la demora de la Procuraduría en dar un concepto para que la Corte Constitucional decida sobre la constitucionalidad del esperpento introducido en la ley de garantías. ¿Quién sanciona a una procuradora que le hace trampa a las instituciones,  a la democracia y al ordenamiento internacional?

A su vez, el Pacto Histórico de Petro, la fuerza política más grande que hoy tiene Colombia camino a la presidencia, ha sufrido todos los ataques del fascismo, incluidas amenazas de muerte y propósitos de robarle las elecciones.

La última jugada en su contra fue la arbitraria decisión de la Procuradora de apartar del cargo al alcalde de Medellín, a través de una acción que por mandato constitucional solo lo puede hacer un juez de la república según decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La destitución del alcalde Quintero se derivó de la reforma a la Procuraduría que ella impulsó, que Duque bendijo, y el Congreso aprobó. Se caerá la medida contra el alcalde de Medellín, y a los prevaricadores la ciudadanía les cobrará en las urnas.

Y el ingeniero Rodolfo Hernández, el actor emergente de la política colombiana, insistente en su lucha contra la corrupción, con ideas liberales para lograr un estado del mercado más eficiente que llegue a más personas, cierra las tres fuerzas que son mayoría absoluta para ganar la presidencia, porque el uribismo y los partidos de la perdición tienen en Gutiérrez un candidato opaco, torcido de intenciones, pobre de conocimiento, y capaz de continuar con la debacle que dejará Duque puesto que no tiene capacidad para pensar algo mejor.

Por lo dicho y mucho más, el uribismo y sus aliados han creado un Estado fallido disfuncional pero funcional a sus torcidos intereses ideológicos, políticos y económicos. El Estado que han creado está irreparablemente dañado porque lo hicieron a imagen y semejanza de la ilegalidad, del enriquecimiento inmediato, de lo ambientalmente destructivo y socialmente fragmentado, con una inmensa mayoría de población sin esperanzas.

La explotación, el extractivismo, el abuso y la represión, ha sido su propósito, puesto que una economía poco productiva, innovadora, emprendedora, y escasamente exportadora, con débiles agregados macroeconómicos sostenidos por medidas ortodoxas y resultados que ocultan verdades porque el crecimiento se debe en gran medida a las economías ilegales que se mueven como reptiles por el sistema económico y político al amparo de un equivocado modelo de mercado que trajo César Gaviria, hoy socio de Gutiérrez.

Ante un gobierno y un candidato de facto, unidad

Los sondeos y las encuestas poco favorecen al candidato de la ultraderecha. Solo tiene a su favor millones de pesos de las economías ilegales y del saqueo al Estado con la violación de la ley de garantías.

Sin embargo, aprovecha que la oposición está divida entre Petro, Fajardo y Hernández, y no sabemos cuál será la decisión que éstos tomen para la segunda vuelta, porque si bien hay una ventaja de Gutiérrez sobre los que van de terceros, también es cierto que estos no están tan lejos como lejos está el uribista de Petro.

Dado que no habrá unidad antes del 29 de mayo, y si Petro triunfa o no en la primera vuelta, se tiene que llegar a un acuerdo de gobernabilidad entre los tres candidatos de la oposición para derrotar al uribismo y sus aliados. Lo importante es garantizar la victoria contra la ultra derecha y hacer el mejor gobierno posible con el fin de mantener una senda de cambio en los siguientes largos años. Esto es factible, porque la proximidad programática entre el Centro Esperanza y el Pacto Histórico, es evidente, y los contrastes frente a la propuesta de Gutiérrez, son enormes.

Si no hubiera cajas de dinero para que Gutiérrez compré el voto de los pobres, se podría asegurar que Fajardo pasaría a la segunda vuelta, pues su techo es más alto que el de Hernández, y porque a diferencia de las encuestas compradas para perjudicarlo, hay otras evidencias de que está subiendo y lo ubican a escasos puntos de Gutiérrez.

Lo responsable e inteligente es unirse contra el uribismo. Colombia puede cambiar el 29 de mayo o el 19 de junio. Las responsables, las tres fuerzas de la oposición. No puede haber llamados al voto en blanco, nadie se puede torcer hacia el ficouribismo, porque sería una traición a los sueños de cambio depositados en ellos, y se convertirían en los políticos más odiados de la historia reciente de Colombia. Fajardo, Hernández y Petro pueden alcanzar la gloria, o terminar en el destierro.

Sigo apoyando a Fajardo, votaré por él y por Murillo su magnífico vicepresidente,  creo que es el candidato con el mejor programa y el mejor equipo, pero entre las fuerzas de oposición debe haber un acuerdo de gobernabilidad con el fin de superar para siempre el periodo más largo de maldad y atraso que ha vivido Colombia bajo la sombra de un espantoso tirano considerado el determinador de crímenes de lesa humanidad, y de una clase dirigente funcional al desestructurado Estado que se ha creado bajo el uribismo.

Los rasgos psicológicos detrás de la ideología

Dos interesantes documentos sobre cómo influyen los rasgos psicológicos en las preferencias políticas de las personas en el contexto de Estados Unidos, develan asuntos claves para entender el porqué de tendencias tan marcadas en las personas sin aparente relación con otros factores, pero que quizás, en forma intuitiva, ya pensábamos. Quienes son más conservadores (republicanos, derecha) se comportan en su vida bien diferente a quienes son más liberales (demócratas, progresistas, izquierda). Y los políticos ayudados por los medios se han encargado de hacer que tales diferencias sean antagónicas, de odio y de guerra para poder manipular a los ciudadanos, con un costo enorme para la sociedad puesto que los desafíos de la vida y del mundo sugieren que estos rasgos son más bien complementarios y necesarios colaborativamente.

El primero de ellos, “Los rasgos psicológicos que dan forma a tus creencias políticas” en TED Talks de Dannagal G. Young concluye que los conservadores corresponden más a personas que están en alerta, que viven monitoreando las amenazas, que toman decisiones de manera rápida y eficiente, guiados por la intuición y la emoción, disfrutan de la programación de charlas de opinión política que identifica amenazas y enemigos de manera clara y eficiente, porque no toleran la ambigüedad (texto adaptado de la fuente).

 

Mientras que los liberales son menos preocupadas por las amenazas, tolerantes con la ambigüedad, en asuntos como la inmigración, el crimen o la sexualidad, tienden a estar de acuerdo con los matices y disfrutan pensando por pensar, a apreciar cosas como el arte abstracto o incluso las historias que carecen de un final claro, y es más probable que aprecien y entiendan la sátira política irónica (adaptado).

El segundo es “¿Nos vuelve estúpidos la política?” de Jose Antonio Marina, que cita varios autores, entre ellos a Lakoff , autor reconocido por su enfoque en los porqués de los pensamientos políticos (en su libro Política moral: Cómo piensan progresistas y conservadores), partiendo de dos modelos de ética familiar: la del Padre Estricto y la del Padre Atento que explican las conductas de los individuos. Y por otro lado, a expertos que sostienen que la preferencia política puede estar genéticamente influida: soportados con un estudio de 12,000 análisis de ADN concluyen que las diferentes pruebas en Estados Unidos muestran que los republicanos valoran más la seguridad y el orden, insisten en la responsabilidad individual (locus de control interno), al explicar algunos temas sociales como la pobreza, el desempleo o la enfermedad, hacen referencia a la responsabilidad individual, tienden a sentirse más responsables de lo que les ocurre, a creer que pueden controlar los acontecimientos y que son menos vulnerables y, además, suelen considerar adecuadas las ayudas que la sociedad ofrece a los grupos más desfavorecidos y obedece al modelo de familia del Padre Estricto (de Lakoff). Mientras que los demócratas disfrutan más con la novedad, el cambio y la búsqueda de emociones, insisten en la responsabilidad social (locus de control externo) al explicar algunos temas sociales como la pobreza, el desempleo o la enfermedad, tienden a usar explicaciones de tipo social, se sienten más expuestos a eventuales riesgos que no pueden controlar (como el desempleo), tienden a juzgar insuficientes las ayudas que la sociedad ofrece a quienes tienen dificultades y consideran que la injusticia social es el origen del malestar de los grupos más desfavorecidos y obedece al modelo de familia del Padre Atento (de Lakoff).

En nuestro contexto donde no hay la nitidez de los partidos como en Estados Unidos, tenemos exactamente los mismos desencuentros, tanto, que parecieran más bien importados. Lo mismo acerca del aborto, la educación, el tamaño del Estado y su función asistencial frente a los más desfavorecidos, la pobreza y todos los temas de política. Pero tenemos a mi juicio dos dimensiones mayores en complejidad que hacen el análisis más difícil: la violencia y la corrupción.

Empezando por la violencia, el mismo tema del aborto tiene aquí unas connotaciones de una gravedad absurda ya: mientras que los de derecha rechazan el aborto aludiendo al respeto de la vida pero se hacen los desentendidos, e incluso podrían estar de acuerdo con la masacre continuada de líderes sociales, los de izquierda, que defienden la vida al protestar por la masacre permanente de líderes sociales, están de acuerdo con liberar el aborto. O el proceso de paz, por medio del cual se tuvo la oportunidad de ver con claridad las preferencias de orden y control por el lado conservador, así representaran una guerra interna prolongada, con muchas muertes y llevada a cabo por fuerzas regulares y no regulares, con masacres y despojos como se conoce; mientras que los más liberales, más amigos de un acuerdo de paz para parar la guerra, preferían las negociaciones así se sacrificara parte de la institucionalidad vigente. Los asuntos en cuestión tienen unas dimensiones brutales en nuestro contexto.

En cuanto a la corrupción, aunque hay también en Estados Unidos (y “en todas partes” dicen los que quieren hacer ver el problema como un asunto no tan mayor) el nivel absurdo al que hemos llegado en Colombia obliga a un análisis diferente: la posible alineación de rasgos psicológicos políticos sería más difusa aún, porque como se oye coloquialmente “es ambidiestra” (refiriéndose a que puede darse por igual en la derecha como en la izquierda). El fenómeno puede deberse al cambio de mentalidad que sufre una persona cuando experimenta sucesivamente un hecho que mueve su estructura de moralidad, y al cual ha sido expuesto muchas veces: la primera vez que se asesina, el choque interno de lo que llamamos “conciencia” es brutal (más o menos respecto al contexto en que haya vivido), pero a medida que comete más asesinatos esa barrera natural se va haciendo cada vez más débil.

Haciendo caso a la advertencia de Young sobre que no estamos ante algo exacto, sí es fácil entender que el modelo de familia que cita Marina debe tener una enorme influencia en cuanto a las preferencias políticas (la diferencia entre el Padre estricto versus el Padre atento), la propensión a la violencia (entorno familiar violento) y a la corrupción (modelo familiar que tolera y enseña la corrupción) que tanto hemos analizado. La familia es en esencia modeladora de rasgos y comportamientos. Esto no va en la misma dirección a lo que siempre salen al paso políticos y abogados cuando, suele suceder, en la misma familia hay varios casos de corrupción y recuerdan “que los delitos son individuales” bajo la ley, pero que en la sabiduría popular se expresa con precisión: “hijo de tigre sale pintado”; lo vemos todos los días refrendado en las noticias.

No se puede despedir este resumen de Young y Marina sin citar sus más importantes conclusiones, en mi libre interpretación: el concepto de que los “otros” son peligrosos, ese odio entre los extremos, esa polarización extrema, ha sido vendida por los mismos políticos y los medios para favorecer su capacidad de conservar o acceder al poder, por razones de codicia en torno al poder que lleva al dinero. ¿Qué pasaría si no nos hubieran vendido esas diferencias, ese odio? se pregunta Young. Al reconocer que el mundo requiere tanto de los rasgos de los más liberales para propiciar los nuevos puntales para el progreso como el de los conservadores para ejecuciones ordenadas y seguras que cristalicen ese progreso, tendríamos un mundo mejor, progresando, haciendo que el bienestar llegue a mayor número de humanos. Marina dice que sueña con unos partidos políticos que no tengan como primera prioridad enfrascarse en “ideologías y más bien estar aprendiendo siempre”, y complementando, que no basen su éxito en vender el odio y la polarización que emergen de la ideología fuerte.

Sin duda, debemos cuidar con celo que la ideología no nos nuble la inteligencia.

(O que la ideología no nos vuelva estúpidos, como citaría Marina).

@refonsecaz

Petro en la prisión de los partidarios de “Fico”

El mesianismo de Petro

El candidato del Pacto Histórico sí expuso en una sesión en el Senado de la República su idea de perdón social para todos, incluido Uribe. Habló del perdón social como una instancia revolucionaria conducente a que las sociedades dan un salto adelante, aludiendo a Derrida, el filósofo francés que ha desarrollado toda una línea de pensamiento en torno al perdón social como punto final de una gran confrontación como el caso de Europa después de la segunda guerra mundial.

Como suele sucede con sus “ideas innovadoras”, primero las suelta y luego las desarrolla, generando discusiones desgastadoras donde al final el que gana es el FAKE de los opositores, conocida y efectiva estrategia del uribismo: insistir en la mentira, la deformación y la manipulación a una ciudadanía con una precaria cultura general y política. Así ha gobernado Uribe en los últimos veinte años. Así maneja toda dirigencia injusta a su sociedad, porque la inequidad se fundamenta en la falta de educación que no acerca las personas a los libros ni le ofrece mejores oportunidades a lo largo de la vida.

 

Petro llevaba un año trabajando el tema de una amnistía para acusados de crímenes de lesa humanidad, ahora ampliada a los corruptos de lesa humanidad, porque es tanto lo que han robado que no pueden ser catalogados como corruptos menores dado que en muchos casos sus actos de corrupción también están ligados a crímenes contra la humanidad. En Colombia, el perdón social primero tiene que superar unas instancias de verdad, justicia, reparación y de reestructuración del Estado, porque necesita reconstruirse sobre nuevos valores y en  torno a un nuevo pacto social o nueva constitución.

De esta manera, Petro comenzó conversando con criminales y corruptos, fatal. El perdón social que él propone es de lejos de mayor alcance que el Acuerdo de Paz con las FARC. Sería producto de un nuevo pacto social fundamentado en un cambio social como sustento de un cambio global de Colombia.

Entonces, una propuesta de perdón social debe transitar por una profunda reforma a la Constitución puesto que se necesita cambiar la fallida estructura de su democracia representativa, reformar la justicia, el sistema electoral y político, el modelo económico por la violenta inequidad multidimensional que trae asociada a un atrasado modelo de desarrollo productivo extractivista, feudalista, patriarcal y de desindustrialización, por el cual fluye el narcotráfico y la corrupción.

También se necesita cambiar la manera como se eligen las cabezas de los organismos de control, los magistrados de las altas cortes, y el desbordado poder del Ejecutivo que ha derivado en tiranos en la cima del Estado como el innombrable que Petro quiere perdonar o como el cínico mentiroso que pronto se  va. El perdón social no puede venir sin la autonomía de las regiones para dirimir y superar los conflictos desde los territorios y no solo desde el centralismo que permitió el surgimiento y ascenso de una estructura de criminales y corruptos de lesa humanidad.

La idea del perdón social no es mala, es necesaria, pero no a partir del afán y del oportunismo electoral. Sería la fase superior y cierre de dos siglos de un modelo político, económico, social y territorial equivocado por premoderno, ultra conservador, violento y descompuesto.

Cuando se escuchan los mensajes que Petro ha enviado una vez su hermano fue vinculado al escándalo, es claro, que no puede ocultar la intención que traía entre manos. Un acto irresponsable y apresurado a cuarenta días de la primera vuelta presidencial. Un pacto social por el perdón social con imperdonables que no han dicho la verdad, como Uribe y miles más, sin reparar al estado y a las víctimas.

Repito, el error no es el pacto por el perdón social, el error está en que lo venía pensando y haciendo a espaldas de la ciudadanía. Con los criminales en las cárceles había que hablar de último. Lo hizo al revés y descompuso totalmente el debate electoral. La entrevista que dio a Cambio, deja lagunas y grises en su actuar.

El uribismo le tendió la trampa

Pienso que Uribe, desde que Petro habló de amnistía general para el perdón social, sabía que algún día cometería un error. Era cuestión de tiempo, de hacerle seguimiento y esperar el momento. Y este llegó con los afanes de las elecciones. Petro metió las patas y el salió a cortárselas.

El modo de actuar es exactamente el mismo que Uribe usó en su infamia jurídica contra Iván Cepeda. Buscar amigos en las cárceles a través de abogansters. En este caso, identificar a aquellos dispuestos a pisar la cabeza del Pacto Histórico, porque saben que un perdón social general es imposible desde las condiciones actuales de decadencia institucional, a diferencia del acuerdo de paz con las FARC, porque estás estaban replegadas y no a la ofensiva.

Con los corruptos la situación es otra, porque la corrupción está en la cumbre del poder que gobierna a Colombia: tiene presidente, candidato para sustituirlo, partido y coalición de partidos, controla el Estado, está en ascenso, y quienes viven de la corrupción y de la violencia temen perder el sistema de descomposición que han creado. Además, si de crímenes de lesa humanidad se trata, el uribismo disfrazado de Duque lleva el triste inventario de más de 900 lideres sociales asesinatos y más de 270 masacres en los últimos 4 años. Entonces, perdón social con ellos no es racionalmente una buena propuesta, simplemente porque no están interesados. Quieren poner a “Fico” y nada más.

De esa manera, el momento del perdón social lo determinan ellos, y no un personaje de clase media surgido de las periferias territoriales. Diferente era Santos con las FARC, porque aquel representaba al establecimiento, Petro no. Detrás de todo esto también está Gutiérrez que solo es el tercer comodín de Uribe y de los demás partidos que lo acompañan. El amigo de las Oficinas y vergonzante uribista no puede salir a cobrar victoria porque todos los de La Picota pertenecen a los partidos de su Equipo Colombia.

El dilema para Francia Márquez y el Pacto Histórico.

Petro no sale bien librado con la comunidad ni al interior del Pacto Histórico. Sabe que cometió un error monumental aproximándose al Bloque de La Picota, de una jerarquía mayor que los criminales de poca monta de Cadena contra el senador Cepeda.

Hasta ahora su equipo más cercano, únicamente escribe mensajes defensivos. Sin embargo, no hay un comunicado de todas las fuerzas del Pacto, pues no es suficiente lo que diga su candidato. Es importante conocer lo que piensan todos y todas, y especialmente saber que pasa por la cabeza de Francia Márquez. El Pacto tiene el deber de hablarle al país. Hacerlo desde el twitter y los videos, no es poner la cara.

La otra estrategia es dejar que pasen los días y alegar que todo fue una trampa, enfrascándose en una guerra digital y de micrófono con Gutiérrez, que a nada bueno conduciría porque haría de esta la campaña más superficial y sucia en un momento de quiebre institucional por el continuismo del narco paramilitarismo, del clientelismo y la corrupción.

Esta pelea le gusta a “Fico” para compensar sus déficit intelectuales, morales y programáticos, y su vergonzante uribismo. A él no le interesan los debates. A él le interesa son ríos de plata para contaminar con exceso de vallas prohibidas las ciudades y comprar las elecciones. En Cali, por ejemplo, puede poner como máximo ocho vallas y lleva 26.

Fajardo

No debe detenerse en este escándalo, pero sí saberlo leer, sintetizar, comunicar y superar, porque él dice: ni con Uribe, ni con Duque, ni con Petro.

Para la ciudadanía, desligarse de Petro y arrimarse a Fico, es la peor decisión, porque este es “vivo” y nada más. La ciudadanía debe estar atenta al comunicado del Pacto y a la opinión de Francia para decidir su voto. Sin embargo, el objetivo es derrotar al uribismo, y con Fajardo encontrar la senda menos incierta porque tiene la propuesta más cierta para un país en crisis.