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Etiqueta: Presupuesto

Gobierno analiza nuevo congelamiento en el presupuesto

El ministro de Hacienda, Diego Guevara, explicó en entrevista para Blu Radio que el Gobierno Nacional evalúa un segundo aplazamiento de “algunas partidas adicionales” del Presupuesto General de la Nación 2025.

“Estamos revisando las partidas de aplazamiento nuevamente y, sobre todo, enviando un mensaje de sostenibilidad”, dijo el funcionario.

 

Según el ministro, esto no afectaría el gasto social y corresponde a la idea de darle un manejo juicioso a las finanzas públicas.

Esta idea se sumaría al ya decretado congelamiento de $12 billones pesos en el presupuesto general de la Nación decretado en semanas anteriores y que generó una polémica a nivel nacional porque pone en riesgo proyectos de gran infraestructura como el metro de Bogotá.

Gobierno anuncia recorte en los gastos

El ministro de Hacienda y Crédito Público, Ricardo Bonilla, anunció al país el recorte en el presupuesto de gastos del año 2024 por 28,4 billones de pesos, equivalentes a un 5,6 por ciento del total del Presupuesto General de la Nación (PGN) aprobado para el año.

La decisión fue tomada en el reciente consejo de ministros citado por el presidente de la república, Gustavo Petro, contemplando los 20 billones de pesos del aplazamiento presupuestal anunciado en junio, así como 8,4 billones de pesos adicionales que surgen como resultado del análisis de la situación económica actual de la Nación.

 

También se hará un recorte en el rubro de funcionamiento donde se recortarán 18,2 billones de pesos. Los sectores que tendrán mayores disminuciones en esa área son Hacienda con 11,8 billones de pesos, Trabajo con 3,9 billones de pesos, Defensa con 606.000 millones de pesos, Rama Judicial con 452.000 millones de pesos y Fiscalía con 347.000 millones de pesos.

Con este recorte en los gastos se espera garantizar la alimentación infantil, los derechos básicos de niños y niñas gratuidad en la educación superior y temas relacionados con el consumo del agua.

¿La Jugadita que llevo al decreto presidencial del presupuesto 2025?

Es importante ilustrar que en Colombia existen tres ramas del poder; el ejecutivo, el legislativo y el judicial. El nivel ejecutivo es dirigido por el presidente de la República con su equipo de ministerios y entidades adscritas. Cada cuatro años en Colombia cuando se elige un presidente también se elige un programa de GOBIERNO, durante el primer año ese programa de gobierno se amortiza presupuestalmente y se crea el plan de desarrollo nacional, nuestro presidente Gustavo Petro llamó a su plan de desarrollo “Colombia potencia mundial de la vida”. Año a año el presidente y el gabinete ministerial especialmente los ministerios de hacienda, del interior y el departamento nacional de Planeación, radican el presupuesto nacional en el congreso de la República, en las comisiones económicas terceras y cuartas de Senado y Cámara, estas reitero son el poder legislativo, su deliberación, proposiciones y ponencias dependen de los componentes de la constitución, el plan de desarrollo y necesidades del país y son elaborados por las y los senadores y las y los representantes a la cámara. En la rama legislativa se da el debate político, se argumenta, se critica, se innova, se propone, y claro en ejercicio de la oposición se plantea y argumenta el debate.

Como lo dije anteriormente cada vez que se radica un proyecto de ley se envía a las comisiones respectivas, y se le da trámite según la ley quinta, es por ello que las conciliaciones y los debates se vuelven parte de las ponencias y estas pueden ser modificadas vía proposiciones por las y los congresistas, que básicamente para ello son elegidos por el pueblo colombiano.

 

El presupuesto 2025 el cual fue presentado de manera impecable por el ministro de hacienda Ricardo Bonilla, por un monto de 523 billones de pesos, que para algunos está desfinanciado en por lo menos 12 billones de pesos y que argumentaban que la plata que falta tendría que salir de otra reforma tributaria, y que algunos miembros del Congreso están pensando en las garantías de las elecciones de 2026, pero pese al momento, aun así, avanzó y de los 93 congresistas de las comisiones económicas que debían aprobar el monto de los 523 billones de pesos antes del 15 de septiembre, más de la mitad incluyendo aliados del gobierno presentaron una proposición para bajarlo a 511 billones de pesos y evitarse tal reforma con mejoras y claridades al parecer con buenos ojos del gobierno.

A pesar de las proposiciones a pesar el enfrentamiento en cabeza de Miguel Uribe rápidamente se midió el clima y se vio este presupuesto no puede prosperar. Basta con que una de las cuatro comisiones económicas terceras y cuartas de Cámara y Senado se rechace la proposición de reducción presupuestal para que se hunda, el gobierno solo tiene fija a la tercera de Cámara. Los congresistas de oposición e independientes manifiestan que el presupuesto esta desfinanciado basándose en los tanques de pensamiento económico de entidades como Fedesarrollo que advierten un supuesto desfase de 26, 6 billones de pesos. Así parte de la comunidad económica le mide el aceite al legislativo especialmente a las económicas.

Las normas del presupuesto dicen que las cuatro comisiones deben aprobar en plenaria en simultáneo, con debate, con proposiciones, buscando un consenso y si una no lo aprueba, se hunde la propuesta, esto es lo que se espera del legislativo, pero lo que sucedió el día 25 de septiembre del 2024 es una práctica que no puede coger fuerza en la democracia y menos en el parlamento y es salirse del recinto para desbaratar el quorum.

Cuando el senador Uribe Turbay retiro la proposición de su autoría, rápidamente la plenaria de cuatro comisiones vuelve a sumar y entonces ellos con otros independientes, ¿Que hacen? La fácil salirse del recinto y acabar con el Quorum y así cerrar la sesión.

¿y entonces? ¿Que sigue? ¿qué debe hacer el gobierno? Irse con su propuesta y con la única proposición radicada por el ejecutivo que ya no le sirve para mucho, porque lo que queda es el decreto presidencial, de salir por decreto el presupuesto sale con la radicación original. Efraín Cepeda, presidente de la comisión Tercera y del Senado, quien fue artífice de mover propuesta presupuestal para bajar el monto a los 511 billones de pesos, se quedó con el ejercicio politico y económico, porque fueron sus congéneres los que se salieron del recinto. 

El argumento central es que no se puede aprobar un gasto superior al de los ingresos, hacerlo implicaría darle la bendición a la reforma tributaria y decían; “Tampoco los congresistas deben ser presionados para aprobar leyes con el fin de no descompletar el presupuesto general de la Nación”, pero con la salida del recinto estas frases quedaron de cajón, el cajón que le querían hacer al gobierno. ¡Que jugaditas!

¿Qué camino queda?  el decreto presidencial para el gobierno, para la oposición una demanda en la corte, el tercer poder el judicial, las cortes, los jueces y magistrados los cuales intervienen cuando peligra el balance constitucional.

Claramente la propuesta de presupuesto del ministro Bonilla a mis ojos es justa, reduce gastos innecesarios para el estado y ajusta lo fundamental para el pueblo para las y los más pobres, es un presupuesto que le vota todo a las condiciones sociales, justas, sensibles y cuidadoras de la gente, de la protección de la naturaleza y los animales que nos prometió, que lo único que busca es saldar la brecha histórica de desigualdad, de ninguna manera desbalancea el orden constitucional, este gobierno lo que más quiere es hacer cumplir la constitución por la que firmo también la paz en el año de 1991.

Adelante presidente y ministro, sabíamos que no iba a ser fácil, sabemos luchar contra corriente, y sabemos que lo mejor está por venir.

Aprovecho para decirles que estoy muy feliz por la protesta presidencial de Claudia Sheinbaum Pardo primera presidenta de México después de 65 presidencias y su consigna “Amor con amor se paga”.

Marcela Clavijo

Habrá recorte del 5,6% en la función pública

En el reciente Consejo de Ministros celebrado en la Casa de Nariño se tomó la decisión de recortar el 5,6% en los presupuestos de inversión y de funcionamiento con recursos de la Nación.

Las entidades deberán entregar, a más tardar mañana miércoles 12 de junio, el detalle de los recortes que realizarán en la presente vigencia, confirmó el ministro de Hacienda y Crédito Público, Ricardo Bonilla González, durante su intervención en las Comisiones Terceras conjuntas de Senado y Cámara de Representantes.

 

El Ministerio de Hacienda dejó claro que la decisión no incluye en ningún momento la posibilidad de recorte de nómina en ningún ministerio o entidad descentralizada.

El propósito del Ejecutivo es cumplir con el recorte presupuestal de $20 billones anunciado por el Gobierno del presidente Gustavo Petro para mitigar el menor recaudo.

“Ya se aprobó el recorte presupuestal por $20 billones, como una partida global y se dio plazo a todas las entidades para que, entre hoy (martes) y mañana, nos entreguen con precisión y en detalle por dónde va ese recorte, que afecta tanto a funcionamiento como inversión. A las entidades se les dijo que el recorte corresponde al 5,6% de los presupuestos de inversión y funcionamiento financiado con recursos de la Nación. Es decir, quedan por fuera los recursos propios de la entidad”, dijo el ministro de Hacienda en la sesión conjunta.

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Gobierno congela el gasto público

El Ministerio de Hacienda tomó la determinación de congelar el presupuesto de manera temporal de todas las entidades del Estado, incluyendo los organismos de control.

La decisión fue motivada por el bajo recaudo en materia de impuestos y aseguró la cartera de Hacienda que la medida se tomará por los próximos seis meses.

 

La Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) reveló que el recaudo tributario en mayo fue de $30,26 billones. El resultado es un 17,8% mayor en términos nominales y 11% en términos reales frente al mismo mes del año pasado. Entre enero y mayo de 2024, se observa una caída de 4,4% en el recaudo.

De acuerdo con el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, «la decisión en nada afecta los procesos contractuales en curso, es decir, no se han bloqueado Certificados de Disponibilidad Presupuestal ya expedidos”.

Biden reduce ayuda a Colombia

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, en un documento de 188 páginas redujo el presupuesto solicitado al Congreso de su país para Colombia.

Biden solicitó al Congreso norteamericano que apruebe un presupuesto de 7,3 billones de dólares para el año fiscal 2025, reduciendo de 160 millones a 135 millones de dólares. 

 

La idea del presidente estadounidense según consta en el documento es la de otorgar prioridad a los programas sociales y reducciones fiscales para las rentas medias y bajas con una subida impositiva a los ricos y las grandes empresas (del 15 % actual al 21 %). El presupuesto plantea una reducción de la deuda de unos tres billones a lo largo de la próxima década.

También se registraron disminuciones en las cuentas utilizadas para financiar los programas de desarrollo en el país. La iniciativa incluye, además, asignaciones específicas para las fuerzas armadas, programas de salud global, desminado y no proliferación, así como educación militar.

Gobierno corrige decreto con el que género pánico por dudas en el presupuesto

Mediante el Decreto 0163, el Ministerio de Hacienda, corrigió el decreto 2295 con el que liquidó el Presupuesto General de la Nación de 2024, donde quedó sin especificar el detalle de $13 billones de pesos, dejando en vilo más de 100 obras del país, una de ellas el metro de Bogotá.

La expedición del decreto 2295 generó una fuerte controversia entre el entonces director del Departamento Nacional de Planeación, Jorge Iván González, y el presidente de la república, Gustavo Petro, lo que terminó en la renuncia de la entidad quien considero que sostenía enormes diferencias con el primer mandatario.

 

La corrección del decreto tranquilizó a gremios y economistas porque según lo estiman, «Se respeta lo que aprobó el Congreso de la República».

El Decreto 163 dejaba en vilo las partidas que se debían pagar a obras como la primera línea del metro de Bogotá y el metro de la 80 en Medellín.

El presupuesto se va a un barril sin fondo

La apuesta política que está detrás del presupuesto de Bogotá aprobado por la mayoría del Concejo 2024 pone como prioridad a Transmilenio, por encima de temas fundamentales para la vida de los bogotanos, como los derechos, la salud, la educación y la seguridad.

Para el 2024 el presupuesto total de ingresos del Distrito asciende a $33.2 billones, de los cuales $26.3 billones son presupuesto de inversión (el 79.4%), $4.6 billones son presupuesto de funcionamiento (el 14%) y $2.1 billones corresponden al pago de servicio de deuda (6.5%).

 

Del presupuesto de inversión del Distrito, la mayor parte está orientado al sector de movilidad con $7.3 billones (28%). En ese sector el rubro más alto es el de la transferencia al Fondo de Estabilización Tarifaria (FET), con $3 billones.

Lo anterior no ha sido un secreto para nadie, pues desde el inicio de esta administración se apostó porque el mayor nivel de inversión de la ciudad se concentrara en el sector movilidad, para el cual se está solicitando actualmente $14.8 billones de pesos, de los cuales va para Transmilenio la enorme suma de $10.2 billones de pesos.

El presupuesto para Transmilenio ha crecido aceleradamente durante las últimas dos administraciones (Peñaloza y López), pasando de $1.3 billones en 2017 a $10.2 billones en 2024. Es decir, el presupuesto en 2024 para TM es casi 8 veces más de lo que fue en 2017.

Para 2024 la Empresa Transmilenio sería la entidad con el presupuesto de inversión más alto de Bogotá, ocupa casi el 30% del total del presupuesto de la ciudad. Este presupuesto es casi 3 veces el presupuesto del sector salud; es casi de 6 veces el presupuesto del sector de integración social; es más de 10 veces el presupuesto del sector cultura.

Lo anterior, es una expresión de la apuesta política de los últimos 2 gobiernos de la ciudad: invertir de forma intensiva en el sistema de transporte de la ciudad, el cual está estructurado sobre el Transmilenio, y en consecuencia renunciar a intensificar la inversión en los sectores sociales claves.

Esa cantidad exorbitante de dinero se ha debido, entre otras razones, al gran déficit del Sistema Integrado de Transporte Público desde el 2012 y que se profundizó en 2020 por la pandemia. Lo peor de todo es que por más plata que se apruebe en el presupuesto, por más que se aumenten las tarifas a los usuarios, el déficit no parece disminuir. Las razones para que el déficit continúe agudizándose son las siguientes: 1) los costos operativos siguen en aumento haciendo que el costo-beneficio del Sistema sea cada vez menos eficiente y 2) la remuneración de los operadores privados aumentó enormemente, incrementando los costos del Sistema.

Las proyecciones frente al déficit son muy desesperanzadoras pues el déficit aumentará de forma extraordinaria en los próximos años. La empresa Transmilenio proyecta que entre 2023 y 2033 el valor acumulado del Fondo de Estabilización Tarifaria, que es el fondo que cubre el déficit financiero del Sistema de Transporte Público de Bogotá, será de $47.8 billones.

Entonces vale la pena preguntarnos, si el déficit de Transmilenio tiende a agudizarse, sin tener proyecciones que nos indiquen que el sistema en algún momento va a alcanzar el equilibrio, ¿Por qué seguir invirtiendo tantos billones de pesos en él cuando ni siquiera es un sistema de transporte digno para los bogotanos?

Bogotá tiene que pensar en una solución que ataque el problema de déficit estructural de Transmilenio. Esta será una tarea que, sin duda alguna, le queda al nuevo alcalde Carlos Fernando Galán. La garantía de los derechos fundamentales de los bogotanos debe ser la prioridad y no los intereses particulares de unos cuántos empresarios.

Presidente del Consejo Superior de la Judicatura critica anuncio de recorte del presupuesto

El presidente del Consejo Superior de la Judicatura, Aurelio Enrique Rodríguez Guzmán, se mostró en desacuerdo con el anuncio del Gobierno Nacional de recortar el presupuesto a las tres ramas del poder público.

«Esa es una propuesta nefasta para la rama judicial toda vez que necesitamos mayores recursos para poder garantizar un mayor acceso de administración de justicia a nivel de distrito y juzgados en todo el país. Las consecuencia serían pésimas para el Estado en su conjunto», afirmó.

 

«No podríamos lograr las metas y proyecciones en la administración de justicia y expandirnos como necesitan los colombianos «, añadió.

Las palabras del presidente del Consejo Superior de la Judicatura, se dan en medio de la cumbre de la justicia, con ocasión del reciente anuncio del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, quien aseguró que tras la decisión de la Corte Constitucional de declarar inexequible la prohibición de la deducción de las regalías se hará un recorte al presupuesto del 2024, pero aclaró que no se tocarán los recursos de inversión sino los de funcionamiento. 

Petro ordenó a sus ministros ejecutar el presupuesto

El presidente Gustavo Petro le ordenó a su ministros ejecutar los recursos públicos y no guardarlos en fondos fiduciarios como según el, sucedió en otros gobiernos.

“Si en Colombia aumenta la inversión pública, también ayudamos a despegar la economía. ¿Y cómo aumentar la inversión pública en Colombia? Ejecutando el presupuesto de forma real”, dijo.

 

Recalcó que ejecutar no es guardar los recursos del presupuesto en un fondo fiduciario, como se hizo en varios gobiernos.

Contablemente se vuelve ejecución coger un presupuesto público y meterlo a un fondo en un banco. Ahí aparece en la estadística del ministerio, de la entidad que ejecutó”, dijo.

“Pero no hay ejecución real. Simplemente la plata pasó de un bolsillo a otro, que se llama fondo fiduciario, fondo no sé qué, patrimonio autónomo, que está en un banco en general y que, obviamente, le da un beneficio al banco”.

De acuerdo con el presidente Petro, “los dineros públicos no se pueden quedar guardados porque pierden su función social”.

“Cada ministerio, cada entidad –incluidas las entidades de la Fuerza Pública– debe invertir realmente, producir que ese dinero se vuelva una formación bruta de capital fijo, como se denomina en economía”, puntualizó el jefe de Estado.

El pronunciamiento lo hace en el marco de la directiva presidencial número 6, firmada ayer martes 14 de noviembre, mediante la cual el mandatario instruye a ministros, directores de departamentos administrativos y representantes legales de entidades nacionales de la rama ejecutiva “hacer un uso eficiente de los recursos públicos”.

A partir de la fecha deberán “ejecutar directamente sus recursos y evitarán acudir a otras entidades para que actúen como intermediarios en la ejecución de sus políticas y recursos públicos”, respetando los contratos vigentes, precisa el documento.

Ultimátum de Petro a sus ministros por baja ejecución

El último consejo de ministros no solo contó con un fuerte regaño del presidente Gustavo Petro a sus ministros por la baja ejecución del presupuesto sino además con un ultimátum para que estos aceleren el ritmo de trabajo de las entidades que dirigen.

La advertencia se dio luego de que cada ministro pasara al tablero y provocara una nueva insatisfacción de parte del primer mandatario por considerar que las metas están muy lejos de cumplirse.

 

Fuentes de Palacio aseguran que aunque el llamado de atención se hizo en forma general, este iría dirigido para los ministros de Hacienda y Agricultura y también al director de la Agencia Nacional de Tierras, Gerardo Vega.

Se supo que en las últimas horas el presidente pidió a sus ministros solicitar las renuncias protocolarias a los directores de las entidades descentralizadas adscritas a cada ministerio.  Los primeros en realizar la tarea fueron los ministros del Interior con Luis Fernando Velasco; ministerio de Agricultura, Jennifer Mojica y el ministro de Transporte, William Camargo.

Fuerte reclamo a Guillermo Alfonso Jaramillo por baja ejecución en el Ministerio de Salud

Durante el debate de control político en la Comisión Séptima del Senado sobre la sustentación de los informes del presupuesto de gastos vigencia fiscal 2024, el senador del Centro Democrático,  Honorio Henríquez Pinedo, reclamó al ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, porque sólo ha ejecutado 54% del presupuesto que asciende a más de 50 billones de pesos.

Por su parte el senador Polivio Rosales, pidió que se asignen los recursos necesarios, para la atención primaria en salud de la población indígenas del país.

 

Asimismo, la senadora Nadia Blel (Partido Conservador), llamó la atención para que se valore el talento humano en salud,” los residentes médicos, dedican su tiempo, para salvar la vida de los colombianos y merecen mejor atención”.

El jefe de la cartera de Salud en su intervención explicó que el presupuesto de esa catera, para el 2023 fue de 50 billones de pesos, de los cuales el 98% del presupuesto se ha transferido para respaldar el trabajo de la UPC (Unidad de Pago por Capitación), quedándose sólo con 2 billones de pesos, para realizar las actividades del ministerio.

Así mismo advirtió advirtió que 19 planes y proyectos de la vigencia 2024 tendrán un déficit presupuestal de 10 billones de pesos para su ejecución en un 100 por ciento, ya que los 59.6 billones que se tienen designados para el próximo año no serán suficientes.

“Las necesidades son muchas, pero tenemos que acomodarnos al Presupuesto General de la Nación. Aun así, garantizaremos la financiación de los proyectos para el 2024 hasta donde nos alcance el presupuesto”, aclaró el doctor Jaramillo.

¿Hay crisis en la intermediación?

La última semana la he pasado revisando las cifras de la gestión del gobierno de Petro ahora que se cumple un año. Medir la gestión gubernamental pareciera algo ya conciliado en la Ciencia Política, pero es uno de los grandes debates. Uno bien pudiera decir que un gobierno que se gasta todo el dinero que presupuestó es un gobierno eficiente, pero también puede significar un gobierno profundamente corrupto.

Si a eso le sumamos nuestra animadversión por medir resultados o impacto, pues tenemos un serio déficit de datos. Es decir, estamos medio a ciegas tratando de entender qué hacemos bien y qué hacemos mal. El gobierno ha tenido, por supuesto, aciertos y desaciertos organizando su gabinete y tratando de empujar el monstruo estatal hacia los cambios que se prometieron en campaña, pero también tratando de responder a los compromisos políticos (léase cuotas burocráticas) que pueden estar generándole más peso del que quisiera. En todo caso, no es sencillo.

 

Sin embargo, al 30 de junio, el porcentaje de ejecución fue solo del 30.1% – según datos de la Dirección General del Presupuesto Público Nacional – es realmente bajo. No se explicaría simplemente por dificultades en la gestión. Para que me entiendan las personas que me leen: la ejecución corresponde a lo que el Gobierno tiene ya comprometido, mediante actos o contratos, del total de la asignación máxima de la cartera. Sin embargo, si las obligaciones no son cumplidas a cabalidad, los pagos no se realizan. Lo que ya está listo para ser pagado es solo el 16% del total apropiado.

Hay algo que no cuadra en las cifras, incluso dando por sentada la tesis única de la gestión. No solo porque al final el número de contratos solo habla de la capacidad de contratar, sino porque no es lógico que los contratistas que han vivido tantos años del Estado y tienen tanta experiencia en manejar a su antojo la ley 80 simplemente pararan su gestión. Estoy segura de que estos últimos siguen presionando a sus intermediarios en el Congreso para continuar con cualesquiera fueran sus negocios, y que muchos de estos intermediarios fueron parte de la coalición de gobierno, o incluso todavía lo son. ¿O no?

Entre más ahondo en casos y entidades específicas, más me convenzo de que lo que estamos viviendo es una sumatoria de causas que no estamos viendo en perspectiva. En primer lugar, es verdad que el presidente Petro paró las firmas de los compromisos pasados, basándose en una profunda desconfianza, para nada infundada, en el gobierno anterior. También es verdad que el “saber público” consta de una cantidad de información que se aprende haciendo y navegando entre las normas informales y las costumbres públicas que no necesariamente obedecen a la ley, y que se ubican en una zona gris que puede ser kafkiana para cualquiera que no esté acostumbrado. Y la izquierda colombiana tiene preparación académica, pero no tiene tanta gente que cumpla con la condición fundamental de ser indiscutiblemente leal al gobierno y saber “hacer” en las aguas públicas.

La paranoia inicial también hizo que este gobierno prescindiera de gente capaz y bien intencionada, pero no explica del todo el bajo porcentaje de ejecución. Aquí, es posible que estemos ante un mercado de la contratación mucho más pequeño de lo que creíamos, pero sobre todo construido a imagen y semejanza de los políticos que lo gestionaban. Al verse en crisis los intermediarios y al no saber cómo responder ante los cambios de gobierno, simplemente hay un sinfín de convocatorias y licitaciones que están quedando desiertas.

Al mismo tiempo, el saber contratar con el Estado tampoco se aprende fácilmente. Desde el 2012, Colombia no ha mejorado en su calificación de corrupción, según el índice de transparencia internacional. Y en prácticamente todos los casos donde existen transacciones de estas se necesita de la conjunción entre el gobierno, un privado y un político que intermedia. No sé si es intencional, pero en cierta forma esto se está fracturando. El político ya no es tan eficiente, el gobierno no los recibe de la misma forma y el privado está bajo muchas más lupas.

En las grietas de este modelo se está mostrando la realidad de lo que somos: un Estado cuya capacidad es inversamente proporcional al peso de su contratación pública y a un acumulado de normas que se hicieron a la medida de los contratistas más profesionales (y puede que los más corruptos), pero que han despojado al resto de la sociedad de su capacidad para ejecutar. Bueno sería no perder esto de vista. Finalmente, gobernar no es contratar.

Laura Bonilla

¿Cómo lograr y administrar un presupuesto para invertir?

En el proyecto de vida de cada persona generalmente se trazan metas a corto, mediano y largo plazo. Para tener un plan factible que pueda hacer que eso se logre es necesario tener como soporte varios consejos para ahorrar dinero. Con la volatilidad del mercado a veces se hace complejo hacerlo, pero no imposible. En caso de que haya disciplina con el ahorro cada quien podría cumplir con sus objetivos.

Hay varias maneras de ahorrar dinero. Se puede hacer por intuición dejando un monto para las necesidades básicas, otro más corto para recreación y demás y lo sobrante para ahorro. Hay quienes lo hacen con un modelo de 50 % para lo básico, 30 % para recreación y 20 % para ahorrar. Dependiendo las particularidades de cada quien, también hay quienes lo logran con el modelo 40-30-30.

 

¿Por qué es importante ahorrar?

Hay cientos de variables que justifican el hábito del ahorro en cada persona. A nivel personal, fomentar esta práctica sirve para alimentar la disciplina, ya que sin ella es imposible lograrlo. Además, en ámbitos más materiales, ahorrar funciona como protección para eventualidades que generalmente no se consideran.

Cuando el brote de Covid-19 obligó a que varias economías estuvieran en pausa, muchas personas no supieron cómo solventar los déficits. Quienes tenían el respaldo de los ahorros recurrieron a ellos como modo de emergencia. Hay muchas otras eventualidades de las cuales protegerse si se tiene un buen respaldo.

Sin embargo, una de las razones más importantes para ahorrar es tener la capacidad de invertir en emprendimientos que ayuden a mejorar la calidad de vida de cada persona ahorradora. Para ello es necesario contar con un buen asesoramiento para lograr un presupuesto óptimo en las inversiones que se tengan planeadas.

Presupuesto para invertir

Muchas veces se piensa que para hacer próspero un negocio se debe ser un erudito de la administración financiera. Y aunque es necesario tener ciertos conocimientos y saberse asesorar, hay pasos básicos que toda persona debe dar si quiere que su presupuesto para invertir le dé los frutos esperados.

Uno de los pasos primordiales está en el orden, y con él la organización de los ingresos de cada persona. Más que centrarse en proyecciones con los ingresos posibles, cada persona debe ser consciente de cuáles son los ingresos reales y con ellos pensar en una estrategia que le permita una destinación óptima del presupuesto.

El propósito de la inversión también es clave. Como cada emprendimiento requiere de energía y esfuerzo, siempre es crucial plantearse por qué es necesario tener ese presupuesto para invertirlo en determinada área. Ya con ello en mente, cada persona puede adquirir conocimientos básicos en Excel y otras plataformas, que ayuden a optimizar el proceso de la organización en el presupuesto.

Así como es crucial tener en cuenta la organización de los ingresos, cada persona debe tener incluso más cuidado con los gastos. Es indispensable tener claro cómo, cuánto, en qué y para qué se gasta. Uniendo la organización de ingresos reales y los gastos, se podrá realizar un plan y con ello determinar si lo que debe es seguir ahorrando y si realmente la inversión es necesaria.

¿Cómo ser un buen inversor?

Lo primordial es ser un excelente ahorrador. Ya se explicó por qué y para qué es necesario serlo. Si las aspiraciones son grandes, las entidades generalmente piden de soporte sumas considerables como monto inicial.

Además de aplicar las prácticas del ahorro y convertirlas en un hábito continuo, cada persona debe establecer de manera adecuada sus metas. Estas metas deben ser realistas y ajustarse al presupuesto que se plantea desde el inicio. Es mejor depurar las metas que menos tiempo demanden en su realización.

Luego es imprescindible adquirir conocimientos o estar informado de los movimientos del mercado. Tener esto en consideración ayuda mucho a saber qué tan factibles son ciertas inversiones. La información es una aliada principal para tomar buenas decisiones a futuro concernientes a las inversiones.

Con la decisión tomada en la inversión, es importante tener en cuenta el riesgo, factor siempre latente. Para comenzar se recomienda ser modesto y tratar de no entregar todo a un mismo sector. Para evitar el fracaso rotundo de la destinación de un presupuesto para invertir, el mejor consejo es la diversificación. Invertir en diferentes áreas siempre será más factible.

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*Foto: Pixabay

Claudia López decreta el último presupuesto de su administración

La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, expidió el decreto de presupuesto 2023 con un monto de 23,5 billones de pesos.

La mandataria local quedó habilitada para decretar el presupuesto del año entrante, luego de que se venciera el plazo que por ley tiene el Concejo de Bogotá para discutirla y votarla.

 

El texto se encontraba en discusión en la Comisión de Hacienda, sin embargo, cuando la célula se preparaba para votarla, llegó una recusación al concejal del Partido Liberal, Venus Albeiro Silva, quien tomó la decisión de tomar los días que la norma le otorga para analizar junto con sus abogados la posición que asumiría al respeto. 

Lo anterior hizo que el tiempo se agotara, habilitando a la alcaldesa para firmarlo por decreto.

El presupuesto destina un 82.2 % ($ 26.1 billones) a inversión, 12.3 % para funcionamiento ($ 3.9 billones) y 4.9 % para servicio de la deuda ($ 1.6 billones).«Tenemos la meta de terminar 16 centros de salud e incluimos recursos para cubrir las vigencias futuras de los nuevos hospitales de San Juan de Dios, Bosa y Usme. Y, en empleo y seguridad, promoveremos el empleo para más de 70.000 personas, a través de estrategias como el Mejoramiento Operativo de la Agencia Pública de Empleo del Distrito, el Pago por Resultados y el Empleo Incluyente”, dijo la mandataria de los bogotanos.