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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Raul Arce

Tecnologías emergentes de 2025: Transformando vidas y ampliando horizontes

Como especie no somos conscientes del avance que tiene la tecnología año con año, desde multiplicar exponencialmente las capacidades de un chip cuántico, hasta el desarrollo de una  nueva era de la exploración espacial. El año 2025 marca un momento crucial en la trayectoria de la innovación humana, con tecnologías revolucionarias que están transformando la forma en que vivimos, trabajamos y entendemos nuestro mundo.

Estando en la primera semana del año y ya hemos visto anuncios de computadores que tienen 1000 veces la potencia de cualquier computador actual, desarrollados por Nvidia, a una pintura solar  fotovoltaica para cargar coches eléctricos, anunciada por Mercedes Benz. Sin embargo, hay otras tecnologías que no necesariamente tienen los reflectores pero que pueden resultar decisivas en nuestro futuro. A continuación, exploramos estas tecnologías, las instituciones que las impulsan y sus implicaciones para la vida cotidiana y nuestro futuro colectivo.

 

El Observatorio Vera C. Rubin

En una región remota de Chile, el Observatorio Vera C. Rubin está listo para revolucionar la astronomía con capacidades sin precedentes. Equipado con la cámara digital más grande jamás construida para la exploración espacial, este telescopio capturará imágenes continuas del cielo del sur durante la próxima década. Su misión incluye estudiar la materia oscura, mapear la Vía Láctea y desentrañar misterios cósmicos, estableciendo un nuevo estándar para la astronomía observacional.

Búsqueda con IA Generativa

La búsqueda con IA generativa representa un cambio de paradigma en cómo accedemos a la información. A diferencia de los motores de búsqueda tradicionales, estos sistemas utilizan modelos de IA para sintetizar datos de múltiples fuentes y proporcionar respuestas específicas y concisas. Más allá de las búsquedas en línea, esta tecnología puede analizar documentos personales, fotos y videos en tus dispositivos, simplificando tus tareas. Empresas como Perplexity, OpenAI o Anthropic están liderando esta innovación, que podría redefinir cómo interactuamos con la tecnología en nuestra vida diaria.

Modelos de Lenguaje Pequeños

Mientras que los grandes modelos de lenguaje como ChatGPT han cautivado al mundo con sus capacidades, están surgiendo modelos más pequeños y especializados como alternativas eficientes. Estos sistemas compactos pueden realizar tareas específicas de manera efectiva de comienzo a fin, requiriendo menos recursos computacionales, probablemente el desarrollo de estos agentes sea una de las inversiones principales de las grandes empresas este año, independientemente de la necesidad de los mismos. El cambio hacia herramientas de IA más ágiles está democratizando el acceso a tecnologías avanzadas, haciéndolas más asequibles y ampliamente aplicables, con impactos que aún no podemos determinar sobre el mercado laboral

Soluciones para los gases del Ganado

La agricultura está experimentando una revolución verde con soluciones para una de sus fuentes de emisiones más desafiantes: los gases  del ganado. Suplementos alimenticios que reducen significativamente las emisiones de metano están disponibles a nivel global. Con innovaciones adicionales en camino, estos productos podrían desempeñar un papel crucial en la reducción de la huella de carbono de la ganadería, haciendo la agricultura más sostenible.

Robotaxis

Tras años de pruebas, los robotaxis  se están convirtiendo en una realidad en ciudades de todo el mundo. Estos vehículos autónomos están listos para transformar el transporte urbano, ofreciendo conveniencia y reduciendo la congestión. Sin embargo, su adopción generalizada dependerá de resolver preocupaciones regulatorias y de seguridad mientras empresas como Waymo y Cruise expanden sus operaciones.

Combustibles Limpios para Aviones

La industria de la aviación está tomando un giro sostenible con combustibles limpios derivados de fuentes renovables como aceite de cocina usado y desechos industriales. Estos combustibles alternativos como Gevo o Lanzajet están volviéndose comercialmente viables gracias a nuevas plantas de producción y reglamentaciones estatales. Este desarrollo representa un paso significativo hacia la descarbonización del transporte aéreo y la consecución de emisiones netas cero en el sector.

Robots de Aprendizaje Rápido

Los avances en la IA generativa están permitiendo que los robots aprendan nuevas tareas a velocidades sin precedentes. Estos robots de propósito general pueden adaptarse a diferentes entornos y realizar diversas funciones casi instantáneamente. Industrias como la logística y la salud se beneficiarán de estas máquinas versátiles, optimizando operaciones y mejorando la productividad.

Medicamentos de Prevención del VIH de Acción Prolongada

Los avances médicos continúan transformando la salud pública con la introducción de inyecciones de prevención del VIH de acción prolongada. Efectivas durante seis meses y con una eficacia del 100% en ensayos con mujeres y niñas, esta innovación ofrece esperanza para erradicar la epidemia del SIDA. No obstante, garantizar el acceso equitativo sigue siendo un desafío crítico.

 Acero Verde

La producción de acero, una de las mayores fuentes de emisiones globales, está experimentando una transformación radical. Stegra, una startup pionera en Suecia, está construyendo la primera planta industrial de acero verde utilizando hidrógeno producido con energía renovable. Esta innovación podría reducir la huella de carbono de la industria, alineándose con los objetivos globales de sostenibilidad.

Terapias con Células Madre que Funcionan

Décadas de investigación sobre terapias con células madre están dando resultados tangibles después de décadas de investigación. Las células fabricadas en laboratorio se están utilizando experimentalmente para tratar afecciones como la epilepsia y la diabetes tipo 1, ofreciendo nuevas esperanzas a millones de personas. Estos avances subrayan el potencial de la medicina regenerativa para abordar enfermedades anteriormente intratables.

Las tecnologías de 2025 ofrecen una visión de un futuro más sostenible, eficiente y equitativo. Innovaciones como el acero verde y los combustibles limpios para aviones están estrechamente vinculadas con los objetivos de sostenibilidad, abordando preocupaciones ambientales urgentes. Otras, como los robotaxis y la búsqueda con IA generativa, prometen simplificar la vida diaria y mejorar la productividad. Mientras tanto, avances como el Observatorio Vera C. Rubin y las terapias con células madre amplían nuestra comprensión del universo y la biología humana. Estas tecnologías no solo abren nuevas fronteras del conocimiento, sino que también ilustran cómo la innovación puede ser una poderosa herramienta para el progreso, cerrando la brecha entre el descubrimiento científico y su impacto real en el mundo.

Raúl Arce

AgTech: Innovación para un Futuro Sostenible

La agricultura enfrenta uno de los mayores desafíos en la lucha contra el cambio climático. Aunque a menudo pensamos en los combustibles fósiles y en la energía como principales causantes de las emisiones de gases de efecto invernadero, la cadena de valor desde la granja hasta nuestra mesa sería responsable de entre el 20% y el 35% de las emisiones globales según datos de la OECD y la FAO. Las estimaciones varían según los factores que se incluyen y en cómo se tienen en cuenta aspectos como el uso del suelo, cuyo impacto es difícil de medir.

La intersección de cambio climático y agricultura es mucho más profunda que lo que vemos a simple vista, particularmente en América Latina que es la mayor exportadora  mundial de productos agrícolas y de acuerdo con el BID el mayor granero del mundo. Esta región alberga uno de los pulmones verdes del mundo, el Amazonas, que según cifras de la Amazon Conservation Association, con corte a2021había perdido cerca de 85 millones de las 647 millones de hectáreas de bosque original amazónico y que desde hace un par de décadas  tiene como principal razón de esta deforestación el desarrollo de agroindustria, ganadería y economías ilegales.

 

La duda que surge es, ¿cómo podemos reducir estos impactos sin sacrificar los alimentos que disfrutamos o comprometer la seguridad alimentaria de millones de personas en el mundo? Aquí es donde entra en juego la tecnología agrícola, o AgTech, que está revolucionando el sector y ofreciendo soluciones innovadoras para transformar la agricultura en una actividad más sostenible.

Un gran ejemplo es Pivot Bio, compañía de biotecnología estadounidense que está cambiando la forma en que pensamos sobre los fertilizantes. Tradicionalmente, los fertilizantes nitrogenados han sido un recurso clave para impulsar el crecimiento de las plantas, pero su producción y uso generan importantes emisiones. No solo requieren mucha energía para su fabricación, sino que, una vez aplicados en los campos, las plantas no logran absorber todo el nitrógeno. Este sobrante se convierte en gases de efecto invernadero, como el óxido nitroso, que es 300 veces más potente que el dióxido de carbono. Pivot Bio, sin embargo, ha desarrollado un fertilizante basado en microbios que ayuda a capturar el nitrógeno directamente del aire y lo convierte en nutrientes para las plantas. Esto no solo reduce la dependencia de los fertilizantes tradicionales, sino que permite a los agricultores usar hasta un 25% menos de fertilizante, disminuyendo su impacto ambiental.

Otro protagonista en esta transformación es Rumin8, una empresa australiana que se centra en uno de los mayores retos climáticos de la ganadería: las emisiones de metano producidas por el ganado. Sí, las vacas producen grandes cantidades de metano que liberan al ambiente a través de sus procesos digestivos. Este gas es hasta 80 veces más potente que el CO₂ en términos de calentamiento global a corto plazo. La solución de Rumin8 es un aditivo alimenticio que ayuda a las vacas a utilizar ese metano como fuente de energía, lo que no solo disminuye las emisiones sino que también favorece el crecimiento de los animales, un beneficio adicional para los productores. Este tipo de innovación es crucial, especialmente en regiones como América Latina, donde la ganadería es una actividad económica fundamental y en crecimiento.

Estos ejemplos son solo la punta del iceberg de lo que AgTech tiene para ofrecer. Desde la creación de cultivos que requieren menos agua hasta el desarrollo de alternativas a la carne, la tecnología está permitiendo reducir las emisiones en todas las etapas del sistema alimentario. Y aunque los esfuerzos individuales, como reducir el consumo de carne o disminuir el desperdicio de alimentos, son importantes, necesitamos soluciones que se puedan integrar a gran escala y de manera efectiva en la cadena de suministro global. Por ejemplo, en países europeos como España, el movimiento hacia una agricultura regenerativa, que busca restaurar la salud del suelo y reducir la dependencia de fertilizantes y pesticidas, está ganando tracción y podría ser replicado en América Latina, adaptándose a las realidades locales.

Uno de los principales retos para la adopción de estas tecnologías es la inversión inicial y la resistencia al cambio en un sector tan tradicional como el agrícola y que en el mundo tiene un bajo relevo generacional. Sin embargo, muchas de estas innovaciones no solo son más sostenibles, sino que también pueden ser más rentables a largo plazo. En lugar de ver la transición hacia prácticas más sostenibles como un costo, deberíamos verla como una inversión en el futuro. Además, gobiernos y organizaciones internacionales están comenzando a ofrecer incentivos y financiamiento para ayudar a los agricultores a dar el salto hacia una agricultura de menor impacto.

En conclusión, la transición hacia una agricultura más sostenible no depende solo de una solución mágica o de cambios drásticos en nuestros hábitos alimenticios. Es necesario un esfuerzo coordinado que combine innovaciones como las mencionadas, políticas públicas que fomenten el desarrollo y adopción de estas tecnologías y una toma de consciencia sobre cómo nuestras decisiones diarias afectan al planeta. En este sentido, AgTech tiene el potencial de revolucionar la agricultura en el mundo, ayudándonos a construir un sistema alimentario que no solo alimente a la población, sino que también respete y preserve el medio ambiente.

Raúl Arce

Transformación e Innovación: El Futuro del Ecosistema de Startups en Colombia

Un ecosistema de innovación sólido fomenta un entorno en el que pueden desarrollarse nuevas ideas, los recursos están fácilmente disponibles y se impulsa la colaboración. Esto puede conducir a la creación de nuevos productos, servicios y tecnologías, así como al crecimiento económico y la creación de empleo, y esto es justamente lo que buscan los actores del ecosistema colombiano.

El esfuerzo realizado por entidades gubernamentales, empresas establecidas, startups, inversores y centros de investigación, entre otros, se ha visto reflejado en el avance del país en el Global Startup Ecosystem Index Report, un reporte elaborado por StartupBlink, considerado el más completo del mundo. Este informe clasifica los ecosistemas de startups en 1.000 ciudades y 100 países, proporcionando un diagnóstico sobre la economía global de la innovación. Asimismo, en la consolidación del Colombia Tech Report elaborado por la consultora KPMG, un informe que hace zoom en el ecosistema colombiano.

 

Estos reportes se concentran en estimar el valor del ecosistema (sumatoria de la valoración de las startups), así como en su dinámica y funcionamiento, evaluando aspectos como el acceso a financiación, alcance del mercado, conectividad, experiencia, talento y conocimiento, y analizando los sectores donde están presentes estas empresas de base tecnológica o con modelos de negocio novedosos.

Analicemos los resultados de ambos reportes. El informe de StartupBlink señala que, aún en condiciones macroeconómicas y políticas retadoras, el ecosistema colombiano ha tenido un momentum positivo, escalando 9 puestos en los últimos 3 años, del lugar 47 en 2021 al 38 en el presente año. Este crecimiento lo posiciona como el segundo mejor ecosistema de Latinoamérica y el Caribe en 2024, por detrás de Brasil y superando por primera vez a ecosistemas potentes con un recorrido más extenso como Chile y México.

Sin embargo, existe un fenómeno que se hace evidente en el reporte y que es mencionado en la edición de The Economist del 12 de mayo: una especie de descentralización de los ecosistemas de innovación. Esto se está viendo en países como Estados Unidos, China, España o México, con cada vez un mayor número de ciudades posicionadas como ecosistemas semilla. En Colombia, puntualmente, contamos con un hub regional (Bogotá); dos ecosistemas establecidos  (Medellín y Cali); tres ecosistemas en desarrollo (Barranquilla, Manizales y Bucaramanga); y nueve ecosistemas semillas (Pereira, Cartagena, Armenia, Popayán, Villavicencio, Tunja, Palmira, Cúcuta y Tuluá).

Este fenómeno puede deberse a las políticas nacionales y territoriales que han impulsado diversas administraciones, buscando atraer talento que promueva nuevas tecnologías, basándose en sus inicios en las teorías de Richard Florida sobre la clase creativa y su conexión con el lugar y la economía. No obstante, la experiencia previa de ecosistemas exitosos como Silicon Valley, Tel Aviv o Londres ha demostrado que la fragmentación no es rentable en el mundo de la innovación, que se basa en la aglomeración y la concentración para facilitar el intercambio de ideas y la colaboración entre diversos actores como las startups y los inversores.

Por otro lado, el Colombia Tech Report nos deja ver cómo el avance en el ranking mundial se sustenta en un incremento en el número de emprendedores y empresas emergentes que están dinamizando el panorama empresarial del país. El reporte de KPMG indica que el país ha tenido una tasa anual de crecimiento de startups del 28% en los últimos seis años.

Según el Tech Report, para el año 2024, se han identificado en Colombia 1.720 startups, considerando únicamente empresas innovadoras, es decir, empresas de base tecnológica o con modelos de negocio novedosos. Aproximadamente la mitad de las startups se encuentran en alguno de los seis sectores líderes: FinTech (17%), SaaS (10%), HealthTech (6%), EdTech (6%), PropTech (6%) y Gestión de Negocios (6%).

Del informe de KPMG resulta interesante ver el crecimiento del número de emprendimientos en el sector CleanTech, que concentra a las startups cuyos productos o servicios se basan en avances científicos que contribuyen a la sostenibilidad y al cuidado del medio ambiente, pasando de 21 en 2023 a 41 en 2024. Este sector, en el que Colombia está llamado a ser líder por su posición privilegiada frente a biodiversidad y recursos naturales, es también uno de los más atractivos para los fondos de capital de riesgo, según lo señala Statista.

La gran incógnita que genera este fenómeno es si el auge de las startups se verá traducido en un aumento de la productividad en el país. En teoría, la llegada de nuevas empresas debería inyectar vitalidad a la economía. Los emprendedores tienden a utilizar nuevas tecnologías y a crear modelos de negocio novedosos, con lo que mantienen en alerta a las empresas tradicionales e impulsan el crecimiento.

Las cifras de productividad en Colombia fueron negativas para 2023, indicando que este efecto aún no se está presentando. Sin embargo, esta transición no se da de la noche a la mañana. En Estados Unidos, a finales de los 80, se repetía la misma incógnita frente a la incipiente industria de la informática, la cual se despejó a mediados de la década siguiente con un claro aumento en la productividad.

El escenario que se presenta es prometedor. Los nuevos emprendimientos son los llamados a impulsar la productividad y el crecimiento económico en el mundo, desarrollando productos que mejoren las condiciones de vida de la población y cuidando el medio ambiente. Sin embargo, los ecosistemas nacionales deberán superar el reto de esta fragmentación de la economía de la innovación y encontrar la manera de fomentar la colaboración y el intercambio de ideas entre ecosistemas locales de diferentes tamaños, manteniéndolos atractivos para los inversionistas. Por otro lado, las startups tendrán que añadir a sus retos la sostenibilidad social y ambiental como claves para mantener su competitividad a largo plazo.

Raúl Arce

Cambio Climático e Inteligencia Artificial: una apuesta por nuevas herramientas

«La IA puede tener el potencial de resolver algunos de nuestros mayores problemas, y estamos haciendo un llamado a los solucionadores de problemas más brillantes del planeta para que aporten sus ideas visionarias«. Lauren Sanchez, Vicepresidenta Earth Fund

Un mundo donde los avances tecnológicos brinden soluciones a los retos que plantea el cambio climático y adicionalmente generen rentabilidad para los inversores, ese es el sueño. Según datos de Naciones Unidas y de Goldman Sachs, en los últimos años se ha visto un incremento importante en las inversiones relacionadas con dos temas principalmente: cambio climático e inteligencia artificial.

 

Desde hace un tiempo actores del ecosistema de inversión (incluidos los fondos de capital de riesgo) han incursionado en estas temáticas, bien con subvenciones o con financiación directa; sin embargo, más recientemente han decidido apostar por la intersección entre estos dos grandes asuntos.

Esta aproximación es la que tomó el Earth Fund, creado por Jeff Bezos, que anunció el pasado 16 de abril el lanzamiento del Gran Desafío de Inteligencia Artificial para el Clima y la Naturaleza. El desafío otorgará hasta $100 millones de dólares para financiar en soluciones basadas en Inteligencia Artificial dirigidas a contener el cambio climático y la pérdida de la naturaleza.

El Gran Desafío, en su primera ronda, promoverá soluciones en tres áreas prioritarias: proteínas sostenibles, conservación de la biodiversidad y optimización de la red eléctrica. También incluirá una categoría «Wild Card» para ideas novedosas que se encuentren fuera de las áreas de interés. En la primera fase, se concederán hasta 30 subvenciones iniciales a ideas prometedoras de IA que aborden las áreas señaladas.

Hay gran expectativa por los avances que se presenten en cada materia,  En el apartado de proteínas sostenibles, de acuerdo con la revista Nature, la Inteligencia Artificial tiene un gran potencial para el desarrollo y la adopción de alternativas a los productos de origen animal, facilitando el mapeo de combinaciones de proteínas vegetales para imitar las texturas y sabores; reducir los costes optimizando los medios de cultivo celular en laboratorio; el descubrimiento de cepas microbianas productivas y diseñar nuevas enzimas.

En materia de conservación de biodiversidad la IA está desempeñando un papel creciente,de acuerdo con el World Economic Forum, hoy en día ya se cuenta con aplicaciones para el monitoreo de hábitats, la protección de la vida silvestre, el análisis de datos y el reconocimiento de patrones.. Además, la IA se utiliza cada vez más en la toma de decisiones y formulación de políticas de conservación para acelerar las respuestas a amenazas emergentes, como la vigilancia de brotes de enfermedades.

Ahora bien, hoy contamos en el país con importantes esfuerzos planteados con Soluciones Basadas en la Naturaleza que se adelantan en diferentes regiones, se espera que los desarrollos de la IA amplíen las capacidades y complementen las herramientas, estamos hablando de modelos predictivos para estimar la distribución de especies y la idoneidad del hábitat, ayudando a identificar áreas de alta prioridad para la conservación; el uso de ADN ambiental (eDNA) para detectar especies elusivas y mejorar el monitoreo de la biodiversidad; y el desarrollo de algoritmos que analicen datos climáticos y variables ecológicas para modelar los impactos del cambio climático y mejorar la resiliencia ecológica.

Por su parte, la optimización de la red eléctrica es un tema de vital importancia. Según el MIT en su Technology review, el crecimiento de fuentes de energía renovable está complicando la gestión de las redes eléctricas en el mundo, contando con cada vez más pequeños generadores de electricidad variable, un clima cada vez más impredecible y una tecnología para almacenar energía aún en sus primeras etapas, equilibrar la oferta y la demanda se vuelve desafiante.

Para manejar esta complejidad, los operadores de red están recurriendo cada vez más a la IA para tomar decisiones informadas y predecir problemas potenciales; estudiar la integración de los vehículos eléctricos a la red, como demandantes de energía pero también siendo una potencial fuente de almacenamiento; y construyendo una especie de sistema de alertas temprana con la inspección y gestión de la infraestructura física o con un modelo del clima que permita prever los niveles de los embalses cuando lleguen fenómenos como El Niño. Adicionalmente, en países que aún no tengan la interconexión eléctrica plena, la podrían usar para determinar la mejor energía renovable, o combinación de generadores,  a usar a partir de las características propias de cada región.

La Inteligencia Artificial es una herramienta potente, sus capacidades y los años de desarrollo e investigación que puede ahorrar para aportar a nuevas soluciones son increíbles, el futuro es promisorio sin duda. Sin embargo, es importante reflexionar sobre al menos dos implicaciones, en primer lugar la IA en sí misma tiene un impacto medioambiental, sobre todo en términos de consumo de energía y emisiones de carbono. Por lo tanto, es crucial adoptar prácticas de IA sostenibles, como las tres R (reubicar, redimensionar y rediseñar), para reducir la huella medioambiental de las tecnologías de IA.

En segundo, existe el riesgo de perpetuar sesgos que pueden perjudicar a comunidades o ecosistemas sobre los que no se tiene suficiente información. Por tanto, es crucial un entrenamiento adecuado del personal para entender qué tareas son apropiadas para la tecnología y cómo evitar posibles consecuencias negativas.

En conclusión, el cruce entre el cambio climático y la inteligencia artificial representa una oportunidad única para transformar la manera en que enfrentamos la crisis ambiental. Sin embargo, es crucial abordar de manera proactiva los desafíos que plantea la propia IA, desde su huella medioambiental hasta los posibles sesgos inherentes a sus algoritmos. Solo adoptando prácticas sostenibles y garantizando una capacitación adecuada, podemos aprovechar todo el potencial de esta tecnología para forjar un futuro más sostenible y equitativo.

Por: Raúl Andrés Arce Calderón

¿El próximo Silicon Valley?

Bogotá a lo largo de su historia ha tenido diferentes sobrenombres, todos muy aspiracionales, desde la “Atenas de Suramérica” por un vibrante ambiente intelectual a inicios del Siglo XIX, hasta el más reciente “Silicon Valley de América Latina” por el potencial de su ecosistema de emprendimiento. Me atrevo a decir que difícilmente alguno de estos seudónimos puede sobrevivir a su expectativa, así como deberemos replantear “la nevera” como consecuencia del calentamiento global.

Pero, volviendo a la columna de hoy, hace un año aproximadamente la Alcaldía de Bogotá realizó el lanzamiento del Distrito de Innovación de Bogotá, también conocido como Distrito de Ciencia, Tecnología e Innovación de Bogotá – Región (DCTIB). Proyecto que busca impulsar la innovación, el conocimiento y el emprendimiento en la ciudad, queriendo acercarnos al nivel de Silicon Valley.

 

La idea de contar con un entorno de esta naturaleza en la ciudad viene desde hace un poco más de una década, recogiendo las ideas del bestseller de Richard Florida “The Rise of the Creative Class” según el cual una clase de trabajadores altamente calificados y relacionados con industrias tecnológicas, entre otras, pueden tener un gran impacto en el desarrollo económico de las ciudades.

El argumento principal de este libro es que esta clase de trabajadores o “clase creativa” se verá atraída hacía las ciudades en la medida en que se combinen 4 factores, mejor conocidos como las “4 T”: Tolerancia, Talento, Tecnología y Activos Territoriales. La tecnología se refiere a la innovación y la concentración de I+D, el talento al capital humano, la tolerancia a la diversidad y apertura y los activos territoriales hacen referencia a la calidad del entorno de una comunidad, en términos de infraestructura y conectividad por ejemplo.

De acuerdo con cifras del Global Startup Ecosystem, entre 2021 y 2023, Colombia ha avanzado 7 posiciones en el ranking de ecosistemas de emprendimiento a nivel global,  pasando del puesto 47 al 40 y siendo superado únicamente por Brasil, México y Chile en América Latina. Una iniciativa como el DCTIB,  puede ser un refuerzo importante para el factor de activos territoriales, así como un dinamizador del ecosistema emprendedor que en este momento está experimentando un crecimiento acelerado.

Este avance se ve sustentado por el incremento en el número de emprendedores y startups que están dinamizando el panorama empresarial del país, el Colombia Tech Report 2023 indica que el país ha tenido una tasa anual promedio de crecimiento de startups del 28% en los últimos cinco años, estando buena parte de ellos ubicados en el Distrito Capital.

El trabajo liderado en la administración anterior por la Secretaria Distrital de Desarrollo Económico buscando aprovechar esta tendencia y consolidarla multiplicando los emprendimientos de alto impacto en la ciudad ha sido fundamental, y será una posta con la que debe continuar la administración del nuevo Alcalde Carlos Fernando Galán.

Ahora bien, para consolidar un potencial Silicon Valley  es necesario entender que no sólo de infraestructura física vive el hombre, o en este caso el ecosistema emprendedor. Un distrito como el DCTIB  puede facilitar la interacción de emprendedores, inversores, corporaciones y academia, pero en el escenario mundial la calidad de un ecosistema se establece a partir de la medición de 6 categorías:

  • Desempeño, que mide principalmente el valor del ecosistema englobando las valoraciones de las startups existentes y los exits, entendidos como los procesos de venta o salidas a bolsa de las mismas.
  • Financiamiento, relacionado con el acceso a financiamiento de las empresas que se encuentran en etapas tempranas, incluyendo el número de inversores que se han hecho presentes en el ecosistema.
  • Alcance del mercado, valora el acceso de las startups en fase inicial a clientes que les permitan, crecer, escalar y «Globalizarse».
  • Conectividad, se centra en el grado de conexión con el tejido global del conocimiento dentro del ecosistema (conectividad local e infraestructura de innovación).
  • Experiencia y talento, evalúa el talento al que tienen acceso las startups en fase inicial, así como el grado de experiencia del ecosistema teniendo startups financiadas cuando han demostrado su viabilidad en el mercado y con exits.
  • Conocimiento, mide la innovación a través de la actividad de investigación y patentes.

Bogotá actualmente se posiciona como un hub regional de emprendimiento, teniendo sus mejores “calificaciones” en los apartados de financiamiento, conectividad y alcance del mercado, donde el DCTIB entra a fortalecer los resultados frente a conectividad. Sin embargo, si la nueva administración busca en realidad ser un referente y poder competir con Ciudad de México, Santiago o Sao Paulo por el anhelado título de “Silicon Valley de América Latina” deberá reforzar las otras categorías de la mano con el Gobierno Nacional, el sector privado y  la academia.

Los principales puntos a tratar por parte de la nueva administración son:  continuar con la reducción de trámites para la creación de nuevas empresas; reducir la carga tributaria en los primeros años de existencia de las startups; promover, desarrollar y participar en vehículos de inversión novedosos; y especialmente vincular a las universidades presentes en la capital del país con incentivos para el desarrollo de actividades de investigación y desarrollo, así como con programas de transferencia y promoción del emprendimiento científico para dotar a los estudiantes universitarios de las herramientas para explorar la posibilidad de crear una empresa derivada de la investigación.

Por supuesto la estrategia que desarrolle la Alcaldía, de la mano de otros actores relevantes para la ciudad, deberá abarcar muchos más aspectos. Pero, estos cuatro puntos permitirían un crecimiento significativo en la valoración de las categorías de conocimiento, experiencia y talento. Un proyecto de este tipo permitiría que Bogotá se consolide como un hub referente en el país y en la región, con innovaciones de primer nivel y llevando nuevos productos a mercados más cercanos, explorando entre otros el potencial que tiene en temas relacionados con la biodiversidad o las energías renovables. Puede que no lleguemos a ser Silicon Valley, pero si un referente para los ecosistemas de emprendimiento en el Sur Global.

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