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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: senado

“No quiero un centro asexuado que no tenga responsabilidades ni asuma posiciones”: Gustavo García

El candidato al Senado por la Alianza Verde, Gustavo García, en entrevista para Confidencial Colombia, asegura que no busca llegar al legislativo por ser hijo de… y asegura que la Coalición de Centro Esperanza debe asumir una posición clara frente a los temas del país.

¿Cómo justificar que el hijo de un senador que pide mayor espacio para el pueblo en los espacios de discusión, llegué a ocupar la curul de su padre?

 

Gustavo García: Somos un equipo de personas que venimos trabajando por una causa común desde hace mucho. Vengo desempeñando algunas funciones dentro de ese grupo, repartí volantes, pegué afiches, etc., haciendo parte de una familia que tiene vocación de servicio, que es algo que no se le puede negar a Guillermo García Realpe. Hoy nos toca jugar un papel diferente que no significa en ningún momento que sea una herencia, es una continuidad de un trabajo.

Más allá de ser el hijo de Guillermo García Realpe, ¿cuáles son los méritos que hacen que Gustavo García llegue al Senado de la República?

Gustavo García: Insisto, no estoy aquí por ser el hijo de…, hay un espacio dentro del grupo político que me he ganado a pulso. He coordinado la campaña de mi padre recorriendo el país de norte a sur y he tenido la oportunidad de conocer las necesidades de muchos colombianos en los territorios apartados. Soy abogado constitucionalista y he sido consultor en diferentes entidades públicas y además, tuve la oportunidad de asesorar los diálogos de Paz entre las Farc y el gobierno Santos. Tengo trabajo propio que merece ser tenido en cuenta a la hora de elegir los nuevos congresistas.

¿Con que ideas quiere llegar?

Gustavo García: Por supuesto el tema de los sectores productivos, la lucha contra los altos precios de los combustibles, defensa de los usuarios de los servicios públicos, la paz, la defensa del medio ambiente y de la Constitución.

¿Por qué aspira por un movimiento político diferente al Partido Liberal?

Gustavo García: Es que no sabemos qué ocurrió con la dirección del Partido Liberal, hoy parece una veleta. El partido que defendimos durante varios años no es el mismo, no ofrece las soluciones para los problemas sociales que tiene el país. Estamos en la Coalición de Centro Esperanza, avalados por la Alianza Verde, con personas que entienden la voz de los colombianos.

¿Está de acuerdo con quienes creen que la Coalición de Centro Esperanza es una fuerza con buena imagen y pocos votos?

Gustavo García: Quiero aprovechar la buena imagen para conseguir buenos votos.

La Coalición de la Esperanza parece enfrascada en una discusión en torno a Ingrid Betancourt, ¿qué piensa de eso?

Gustavo García: Hay personas valiosas en la Coalición como Ingrid, que me parece un buen ser humano, que cree que en la lucha contra la corrupción y en eso nos identificamos plenamente.

Ve posible que el exgobernador Sergio Fajardo asuma una posición y la defienda

Gustavo García: Es buen líder. La mesura, la tolerancia, no necesariamente significan indecisión. Yo si quiero un centro vibrante, que proponga, no un centro asexuado que no tenga responsabilidades ni asuma posiciones.

¿Cómo defenderá a su natal Nariño en el próximo período legislativo?

Gustavo García: Es el momento de pensar seriamente en cambiar el sistema centralista que está acabando con las regiones. Hasta que no tengamos un modelo que cambie estructuralmente la relación gobierno nacional con los gobiernos locales, no vamos a tener un pleno desarrollo en departamentos como Nariño.

¿Apoyaría iniciativas que busquen acabar con los cuatro meses de vacaciones que tienen los congresistas?

Gustavo García: Este es un período de reflexión y de trabajo interno con los equipos. Si se va ampliar el período, este debe ser para el ejercicio de control político y el trámite de leyes ordinarias, pero no para aprobar actos legislativos.

Un senado ciego, sordo y testarudo

Una vez más el Congreso de la República demostró que pocas ganas tiene auto reformarse a través de iniciativas como por ejemplo, duros castigos para el ausentismo parlamentarios, reducción del sueldo o el recorte del período vacacional de cuatro meses al año.

Seguramente hay miles de justificaciones para tratar de explicar lo sucedido en días anteriores, cuando por falta de quorum se hundió el proyecto de ley que buscaba reducir las vacaciones como por ejemplo, que estaban en el baño; que salieron a contestar el celular; que se les cayó la señal a quienes se conectaron desde la virtualidad y hasta que se pararon un momento a tomarse un tinto.

 

Lo cierto es que ninguna de esas explicaciones ayudará a corregir el autogol que el mismo Congreso se hizo al hundir una iniciativa que bien les podía ayudar en su intención de reelegirse en el cargo en 2022, porque aportaría a resarcir la mala imagen que tienen los parlamentarios en Colombia.

Al parecer, los actuales congresistas no han entendido que hoy existe un malestar y una indignación ciudadana que se ha reflejado en las calles en medio de las diferentes manifestaciones que se ha venido dando en todas las ciudades y municipios del país y que por primera vez obligó al Estado a escuchar el sonido de la cacerola.

Esta indignación es la que se va a hacer sentir en las urnas tanto en marzo como mayo y junio, y poco les va a importar las razones que tuvieron para permitir que se hundiera un proyecto que bien les pudo servir dentro de sus logros, pero está visto que pudo más el deseo de no querer perder privilegios.

Hoy día muy pocos creen en la vieja excusa de, “en los días que no están en las plenarias y comisiones están en las regiones dialogando con las comunidades y conociendo sus necesidades y problemas”. Bastaría con preguntar en Migración Colombia cuantos congresistas salieron del país entre diciembre y marzo, y nos podemos encontrar con que más del 90% lo hicieron, y no fue precisamente para charlar con los colombianos que viven en el exterior.

Lo sucedido en días anteriores es algo que difícilmente se les olvidará a los colombianos habilitados para votar en las próximas elecciones, detalle que por lo visto ninguno de los senadores tuvieron en cuenta antes de actuar de esa manera tan ciega, sorda y testaruda.

Insisto, seguramente habrá uno que otro senador que las circunstancias del momento le obligaron a ausentarse y alguno habrá tenido que pasar por alguna desafortunada coincidencia como por ejemplo, que se le cayó la señal, el tema es que dice el viejo y conocido refrán que ‘el que inocentemente, inocentemente se condena’, y ya veo a más de uno condenado en las próximas elecciones a Cámara y Senado.