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Etiqueta: simón gaviria

Vainilla en Colombia

Un artículo de The Economist del 8 de agosto pasó desapercibido en Colombia, a pesar de vaticinar un boom en la producción de vainilla en el país. Promocionado por la Agencia Suiza de Cooperación, el pacífico colombiano está redescubriendo sus variedades de vainilla. En el Chocó, este producto, conocido localmente como “quereme”, por su exquisito olor, se destaca como un recurso forestal no maderable y simbiótico con la protección de la biodiversidad. A pesar de esfuerzos menores realizados por la Agencia de Desarrollo Rural ($500 millones), no existe una política estatal agresiva para su promoción. No es coincidencia que, para el mes de septiembre, el Min Agricultura solo haya desembolsado solo el 18.3% de los recursos asignados. Aunque se le abona al gobierno que el sector agrícola haya dejado de ser la “cenicienta” del presupuesto nacional, de poco sirve si los recursos no se ejecutan.

En el mercado global de alimentos, la vainilla es un producto esencial para saborizar, y su aroma es altamente codiciado. Es la segunda especia más costosa después del azafrán, con un mercado mundial que alcanzó los US$ 292 mil millones en 2023, y se espera que crezca a US$437 mil millones para 2031. Aunque la flor de la vainilla es originaria de América Latina, el 80% de la producción proviene de Madagascar. Dada la mayor exigencia por productos de calidad y orgánicos, los campesinos chocoanos están vendiendo el kilo a $2.5 millones. La fuerte demanda internacional asegura que la producción disponible encuentre compradores fácilmente, sin necesidad de deforestar.

 

El artículo en referencia, menciona que la variedad planifolia del pacífico colombiano es polinizada por abejas, lo que le da un olor especial. Se lamenta que, a pesar de la demanda evidente, hace falta capacitación, financiación, vías terciarias, y vocación comercial. Una empresa francesa de fragancia requeriría, por ejemplo, una tonelada de producto inmediatamente, pero la intervención estatal, que debería ser integral, es insuficiente. Es verdad que la ejecución contractual de Min Agricultura es de 50.7%, pero al no ocurrir en territorio, los recursos se quedan durmiendo en fiducias.

Si bien el propósito del gobierno de lograr una reforma agraria es loable, su lentitud es evidente. Aunque el gobierno cita a Corea del Sur como ejemplo de una reforma rural exitosa, las diferencias en el sistema judicial y el historial de violencia de Colombia hacen que las comparaciones sean poco realistas. No es razonable esperar que las cooperativas de vainilla logren imponer condiciones a los compradores por sí solas. Sería mucho más efectivo garantizar la calidad y el suministro de la cadena productiva, para garantizar contratos justos de largo plazo.

El renacer de la vainilla colombiana es una noticia prometedora. Aunque el gobierno podría hacer mucho más para impulsar este desarrollo. La certificación de origen debería ser algo en trámite. Agrosavia, la entidad estatal de investigación agrícola podría profundizar en estudios sobre las variedades colombianas y sus técnicas de producción. El huracán que afectó a Madagascar en 2023 obligó al mercado global a buscar alternativas, y Colombia tiene el potencial de convertirse en un productor clave, aunque solo el tiempo lo dirá.    

Simón Gaviria

Kamala y Colombia

En menos de un mes se evaporó la contundente ventaja de Donald Trump en las encuestas. Aunque dos meses en política son una eternidad, la inevitabilidad de Trump ya no es un hecho, hay que pensar que le pasaría a Colombia con Kamala Harris. Con raíces jamaiquinas, la antigua senadora de California, marcaría un contraste frente a Trump en retórica, pero no necesariamente desviaciones mayúsculas en política pública regional. Aunque el daño de largo plazo es evidente, la decisión diplomática del gobierno, de solo ser amigo de los demócratas, especialmente, de la bancada Afroamericana, saldría premiada. Aunque nada está escrito, es probable que a Colombia le vaya bien.

Al contrario de Colombia donde el voto popular elige presidente, en EEUU la mayoría es con un colegio electoral donde el ganador de cada estado suma esos votos. Trump venía ganándole a Biden por 4.0% en el agregado de encuestas de Nate Silver. En la misma encuesta, de Harris contra Trump, ahora ella lidera 3.1%, incluyendo en cinco de los seis estados más competidos. El modelo le otorga a Kamala Harris una probabilidad de 56% de ganar. A la fecha, ella viene duplicando en donaciones a Trump, US$516.8mm vs US$268.5mm.

 

Inmigración lentamente se convirtió, después de la economía, en el tema más importante para el votante estadunidense. Especialmente en los estados competidos, el tema es fundamental. A pesar de la grandilocuencia de Trump en el tema migratorio, ya hay un consenso general en disminuir la inmigración neta en EEUU. Kamala Harris, inclusive, apoyó la ultraconservadora ley de limitación de inmigración propuesta por la derecha republicana.

La gran diferencia del enfoque de Harris está en el énfasis prohibitivo de frenar la inmigración.  Ella, en contraste, quiere atacar las causas de inmigración, principalmente la falta de oportunidad económica en los países de origen. Bajo el liderazgo de Harris, se estableció un programa de inversiones de US$5,000 millones en inversiones en Guatemala, Hondura y El Salvador, de donde provienen 40% de los migrantes ilegales. Esto abre la posibilidad de construir programas de desarrollo con financiación de EEUU en los departamentos fronterizos, pero especialmente en Chocó, donde la trata de personas y su descendencia afro son fuente de solidaridad.

Es probable que, bajo la administración de Harris, se mantengan las sanciones y probablemente se endurezcan con Venezuela. Cuando fallen las gestiones de Brasil y Colombia con Maduro para publicar las actas, la humillación a EEUU por el incumplimiento venezolano debe tener consecuencias. Aun con liderazgo demócrata, se va a endurecer la postura contra la dictadura del vecino país. En materia de Cuba si existe un contraste, así como lo ha dicho Obama, Kamala ha expresado voluntad para tratar de negociar el fin del embargo.

En lo que respecta Colombia, la postura tan amable de Biden, al cual se le recuerda como un arquitecto del Plan Colombia es probable que se enfríe. La hostilidad contra Israel y simpatía con Rusia cuesta. Dada la ascendencia jamaiquina de la prospectiva presidenta, Colombia debe rescatar su vocación caribeña. Se debe pensar en proyectos con Caricom y organizar iniciativas regionales. Lo que era un choque de trenes con Trump, puede ser ahora un aterrizaje, pero igual perdiendo relevancia.   

Simón Gaviria

Inversiones forzosas

El anuncio de incrementar las inversiones forzosas es una salida en falso, que como la “Constituyente,” se anuncian sin detalles. Podría ser un esfuerzo por dirigir la economía hacia propósitos loables, una estrategia para desviar un incomodo ciclo noticioso, o un intento por forzar a los bancos, cuyos propietarios tienen medios de comunicación, a negociar un acuerdo. También es un reconocimiento de no lograr mover la maquina de lo “público” para ahora privatizar esfuerzos. Además, muestra un desconocimiento de herramientas como Fogafin que lograrían lo mismo propósito sin traumatismo. Lo que sea, causar incertidumbre gratuita solo contribuye a lastimar el empleo y la inversión.

Muchos interpretamos el anuncio del gobierno asumiendo la definición técnica de inversiones forzosas. En otras palabras, el gobierno selecciona unos sectores que quiere privilegiar con crédito más barato. Para lograr esto, los bancos privados tienen la opción de comprar títulos emitidos por el gobierno, el cual ofrecería crédito subsidiado sectorial o colocar los créditos que ofrece el gobierno en las mismas condiciones. Sería interesante saber si hubo un estudio técnico para definir estos sectores o simplemente son las prioridades del gobierno de turno.

 

Esta política de inversiones forzosas fue popular en el siglo pasado, pero se desmontó debido a sus malos resultados, que encarecían el margen de intermediación. Estudios del Banco Mundial y Ban Rep estiman que, para Colombia, podrían añadir entre 0.2% y 1.5% de costos adicionales. A pesar de la recomendación técnica, solo se mantuvo la inversión forzosa del sector agropecuario gracias al inmenso poder de este sector en el congreso. Para los demás sectores, se eliminó, permitiendo que la oferta y la demanda fijaran precios.

Una persona con la que hablé, tenía gran afán de sacar sus recursos del país, por temor a que el gobierno pudiera forzar todas las empresas privadas a invertir en lo que ordenara. Otras figuras del acontecer nacional denunciaron un plan del gobierno para “expropiar” el ahorro del público, mientras otras instauraron medidas legales por el delito de “pánico económico.” Hacer el anuncio con detalles sin duda evitaría malentendidos.

En general, es mejor transparentar el costo de una pública, en vez de diseñar opacos esquemas de subsidio. El costo actual de las inversiones forzosas no es cero, para lograr estos propósitos, el resto del crédito se debe encarecer para subsidiarlo. Por ejemplo, para subsidiar el crédito de los grandes ingenios, la clase media debe pagar hipotecas más caras. Sería mucho mejor asignar una línea del presupuesto, definir un monto y subsidiar tasas del sector preferido. También se podría diseñar productos de garantías para disminuir el costo del crédito.

El gobierno quiere volver a las antiguas tesis de política industrial, donde selecciona “sectores estratégicos” para construir campeones nacionales. Dada la estrechez fiscal que las políticas del gobierno han causado, deben tomar medidas menos transparentes fiscalmente para lograr sus propósitos. Independientemente sobre si tienen la razón o están equivocados, lo mejor sería presentar la idea completa en lugar de hacerlo por retazos. Con todo lo que ocurre en el país y el mundo, ya tenemos suficiente incertidumbre.

Simón Gaviria

Misión remesas

Las remesas son el fenómeno económico más importante del país, pero no se sabe mucho de ellas. En 2023, alcanzaron los US$12.347 millones, lo que representa un aumento de 12,47% frente al año anterior.  Hace una década, esta cifra era US$4.183 millones, una tercera parte. Con una capilaridad que llega a todos los rincones de Colombia, las remesas construyen reactivación económica con equidad. Al 19 de julio de 2024 seguía su disruptivo crecimiento de 11,27%, alcanzando los US$7.596 millones, cifra cercana al 65% del total de la inversión del presupuesto nacional. Este dividendo es más grande que el que aporta cualquier industria necesita mas explicación.

Muchos analistas de manera simplista explican la triplicada de remesas en los últimos diez años como un tema del narcotráfico. Y aunque es innegable la existencia del fenómeno, siempre ha sido una constante en las cuentas macroeconómicas del país. A pesar del crecimiento de hectáreas sembradas, la influencia de los carteles mexicanos y el auge del fentanilo sugieren que, en realidad, podrían estar ingresando menos recursos, como refleja la caída del 60% del precio de la hoja de coca. El narcotráfico no explica el crecimiento de remesas.

 

Durante la pandemia, los estímulos de protección social en los países donde habitan los emigrantes colombianos, especialmente en EEUU, fueron masivos. Cheques enviados de manera generalizada y sin restricción fueron comunes. Entre 2019 y 2022 crecieron las remesas 9,4% anualmente, impresionante, pero después del COVID las remesas crecieron aún más rápido.  

Es posible que exista un incremento permanente de emigración, para 2020 se estimaba en 5 millones la diáspora nacional. Tras finalizar la pandemia, la tasa anual promedio de emigrantes de 250 mil por año, se duplicó en los años posteriores. La exportación masiva de mano de obra sin duda influye en las cifras de remesas del país. Aunque esto explica en parte el incremento de remesas, no abarca por completo el fenómeno.

El teletrabajo, fomentado en la pandemia, expandió el mercado laboral digital, desde chicas webcam a programadores de software. De acuerdo con GitHub, el número de programadores en el país alcanzó los 663.000, un crecimiento del 33%.  Esto, sin hablar de otros sectores, como diseñadores gráficos y contadores, que también pueden ofrecer sus servicios de manera digital. Aunque los balances anuales de este año muestran incremento de US$100 millones en flujos de servicios tecnológicos y US$50 millones en servicios profesionales, la tentación de evadir IVA y renta, disfrazando esos ingresos como remesas, es considerable.

Este fenómeno no es exclusivo de Colombia. Según la OMC, el 54% de todos los servicios globales se entregan de manera digital, con este comercio digital creciendo de manera continua al 8.1% durante las últimas dos décadas. El FMI está considerando modificaciones metodológicas para reflejar en la contabilidad la posibilidad que muchas remesas en esencia sean servicios digitales. Para Colombia, entender este fenómeno, que podría ser tan significativo como el narcotráfico y el café, es crucial. Planeación Nacional debería hacer una misión para abordar esta realidad es probable que este año superemos los $50 billones. 

Simón Gaviria

El medio tiempo

A mitad del periodo presidencial no hay mucho cambio: no hay logros económicos, ni reformas institucionales, el fracaso para el gobierno en elecciones regionales fue contundente, y la creciente inseguridad se está saliendo de las manos. Más grave aún, la narrativa de superioridad moral se está desvaneciendo. Todo el mundo puede tener un mal comienzo, la inexperiencia frente a las riendas del Estado es compleja y solo se aprende haciendo. El equipo de gobierno no contaba con las hojas de vida para gobernar, es todavía increíble que no encuentren gente para ser miembros de la CREG. Lo más grave es que para el segundo tiempo, la fórmula va a ser más de lo mismo. El cambio de gabinete trae caras frescas (algunas bien recicladas) pero no complementa puntos de vista ni trae nuevos apoyos. Colombia si necesita urgente un cambio, pero parece que va a tener que esperar unos años mas.

Hasta ahora el enfoque de gobierno tiene una alta unilateral retorica filosófica, no existe genuino debate, aunque si esporádicos cruces de insultos, cuando se entra en la carpintera del detalle se esfuman el “exactamente que se quiere lograr” para quedar en nada. Es importante que el gobierno redacte un documento técnico de cómo quiere lograr sus propósitos, para ver si hay margen parcial de acuerdo, aterrizar en algo sus propuestas.

 

El grandilocuente propósito de cambiar modelos como salud, educación, productivo, entre otros, muchas veces se reduce a eliminar o disminuir el papel del sector privado, esto parece es el propósito de la reforma de servicios públicos. Tan progresivo como pueda aparecer esto para muchos, es meramente volver a las tesis estatistas de los 70s que recientemente fracasaron estruendosamente en Argentina y Venezuela. El peligroso anuncio de inversiones forzosas para el sector privado va en la misma línea. La paz total sin ningún defensor por fuera del Pacto Histórico se ve especialmente compleja. La insistencia sin ninguna modificación de la reforma a la salud sin ningún cambio es un error.  

Las intervenciones del gobierno pareciesen revanchismo institucional, difícil buscar consenso con una pistola en la cabeza. En materia ambiental no se propuso nada audaz ni que facilitara el cambio climático, la transición energética esta muriendo en el altar de los mandos medios de la ANLA. También hubiera sido interesante una expansión de derechos para minorías sexuales, religiosas, y étnicas. Para tanta retorica es sorprendente tan poca propuesta de reforma.

Al gobierno se le debe abonar la responsabilidad en lo macro-económico, si bien no se fortaleció la libertad económica ni el crecimiento, estamos en un meseta prolongada, tampoco hay una crisis. Aunque tan pobre ejecución presupuestal hace daño, los funcionarios se dejan llevar por la tentación de horas de argumentación infructuosa en redes sociales, en vez del trabajo de oficina. Se requiere que el presidente personalmente lidere estos procesos, el esquema de la última década dondese les delega la agenda a las secretarías generales, ya se agotó. Muchos ministros justificaron sus nombramientos, en privado, como el “sacrificio” para limitar el daño que puede hacer el gobierno. También hay que entender que cuatro años de nada también hacen daño, sería mejor una conversación sincera.

Simón Gaviria

Panamá – Colombia

Pocas cosas traen más esperanza a un país que un nuevo gobierno, Panamá está en su luna de miel. Con 33.8% de los sufragios, José Raúl Mulino fue electo en mayo como presidente de la hermana república. Con una campaña marcada por la amenaza de intromisión de la rama judicial, a varios candidatos de su partido, incluyendo el expresidente Ricardo Martinelli, no se les permitió participar, es una victoria contundente para estándares del istmo. El mandato para recuperar el crecimiento económico es claro. Mulino, llega aprendido siendo magistrado suplente de la Corte Suprema, se destacó como Canciller, Min Defensa, y Min Interior. Sería útil que el nuevo Min Comercio, Cancillería y Min Minas empezaran una conversación pragmática con Panamá.

Esta nueva conversación tiene que enmarcarse en la nueva realidad migratoria. La red criminal del Tren de Aragua con el Clan del Golfo que manejan el tráfico de personas hacia EEUU, enrarecen el ambiente. Desde el mes de septiembre están entrando más venezolanos (50.000) ilegalmente a EEUU que mexicanos (30.000). Si Colombia colabora activamente en este problema, haría mucho para mejorar la relación con Panamá y especialmente con EEUU.

 

Gracias a la gira de la Vice-Presidenta por áfrica, Cancillería tomó la decisión de eliminar visas de tránsito a 9 países del continente, 4 del medio oriente y Cuba. Esta medida diversificó la actividad criminal, ampliando la red de trafico mas haya de Venezuela, donde cobran entre 8 y 10 mil dólares por migrante hacia EEUU. A El Dorado pueden estar llegando entre 100-300 migrantes africanos diariamente.

Con este panorama, la eterna carretera panamericana no es posible, pero si la interconexión energética. En este caso, tendría un trazado por el mar en vez de por la selva, pero también permitiría la mejor conectividad en telecomunicaciones. Saliendo de las dificultades de El Niño, Colombia tiene un inmenso potencial de energía que podría ayudar a Panamá a bajar costos, confiabilidad, y huella de carbono. Sobra decir que Panamá para nosotros es la entrada a todo el mercado centro americano de energía.

Adicionalmente, dadas las equivocadas políticas tributarias de Colombia de los últimos 20 años, el flujo de colombianos emigrando a Panamá está disparado. No es solo los migrantes busquen mejor empleo, se estima que casi 100 mil colombianos ya son residentes fiscales en Panamá. En esta migración se van nuestros connacionales de más altos ingresos, así como multilatinas que operan en múltiples países. Sin voluntad de resolver la anti-competitividad del estatuto tributario colombiano, se debe trabajar en el marco de esta nueva realidad. Tratados sobre integración económica que faciliten el comercio, protección a la inversión, doble-tributación, validación de títulos académicos, entre muchos, deberían estar sobre la mesa.

Con la posesión de ayer del nuevo presidente de Panamá también puede haber esperanza para Colombia. El presidente Mulino y Petro tendrán su primera conversación. El anuncio del cierre de frontera no se puede entender como una ofensa a Colombia sino, como dice Mulino, “la frontera de EEUU en vez de estar en Texas se corrió a Panamá.” Los tres países deben trabajar juntos no solo para afrontar esta crisis humanitaria sino en generar prosperidad compartida. 

Simón Gaviria

Izquierda Iliberal

Mas allá de los temas partidistas, el liberalismo tiene como un precepto central el respeto de las ideas ajenas. El derecho al disenso y escepticismo del poder, marcan las personas de pensamiento liberal. La incomodidad del pensamiento diferente es fundamental en la búsqueda de la verdad. Por eso, la intolerancia de sectores de izquierda que encuentran permanente ofensa en pensamientos contrarios, pero que vienen ganando influencia en el gobierno, limita la posibilidad de un acuerdo nacional. La dificultad aumenta sustancialmente, si por sectarismo, se vetan personas coincidentes en ideología, pero libres en criterio. Para la izquierda iliberal, solo la lealtad al gobierno sirve. Fue esta la advertencia de Darío Echandía a los liberales, inclusive por ser un hombre libre, el partido comunista no apoyó a Gaitán.

Es normal que cada torero traiga su cuadrilla, un nuevo gobierno trae nuevos funcionarios. En este caso, no ingreso ningún ministro que no haya votado por Petro, aunque sea en segunda vuelta. En entidades jurídica e históricamente apolíticas como son las fuerzas militares, la masacre laboral se extendió hasta 50 altos mandos. La “colaboración” como un mecanismo de servicio a la patria no funcionó. Personas como Alejandro Gaviria, Cecilia López, o José Antonio Ocampo que pensaron posibles los acuerdos intermedios, rápidamente fueron acusados de traidores y “neoliberales.”

 

El más reciente ejemplo de este talente, lo vimos en la elección de rector de la Universidad Nacional, donde a pesar que la ley 30 establece la independencia universitaria, se quiere imponer línea política del gobierno. Min Educación se dedicó a imponer su rector de bolsillo con las documentadas irregularidades de la sesión extraordinaria, pero no lo hizo por ser de derecha o por ser incompetente, sino por no hacer caso. El punto no es que sea ilegal, sino que es iliberal.

Caso parecido es lo que viene ocurriendo con una de las principales instituciones del país, la Federación Nacional de Cafeteros. En esta elección, el gobierno tiene la mitad de los votos. Con el apoyo de Min Hacienda eligieron a Germán Bahamón, si era el mejor candidato o no habrá diversas opiniones, el hecho es que, una vez elegido, ese es. La amenaza que no se va a trabajar con los cafeteros de Colombia si no eligen un gerente afín al gobierno es anti-democrático en espíritu. Igualmente lo son las demandas electorales, por parte de Min Ambiente, contra los directores de corporaciones autónomas de otras líneas de pensamiento. Nada de esto es ilegal, nuevamente es iliberal.

Los amigos del gobierno dirán que muchos gremios nombraron a amigos de Santos o de Uribe, ahora es el turno de ellos. No sería la primera vez que grupos económicos complacen al gobierno con tal de ganar influencia, pero lo que ocurre es diferente. Las intervenciones del reciente sancionado, Luis Guillermo Pérez, contra cajas de compensación desde la Super de Subsidio Familiar tienen tufillo de política. Tocará esperar las investigaciones para saber si hubo sustento técnico en las intervenciones de salud. Esta actitud genera miedo, difícil en estas condiciones lograr un acuerdo nacional. Hay que recordar que en dos meses llegamos a mitad de periodo presidencial, de ahí en adelante empieza estar el sol a las espaldas.   

Simón Gaviria

Ley de Inteligencia Artificial

Supremamente refrescante ver una iniciativa gubernamental transformacional sin necesidad de polémica, la Ley de Inteligencia Artificial. Min Tic acierta con una ley pensada para Colombia, si bien tiene inspiración de éxitos como Corea del Sur, no comete el error de copiar la legislación europea o estadounidense. A parte de detallar definiciones que serán útiles en el desarrollo regulatorio y jurisprudencial, la ley hace énfasis en implementación. Más allá de facilitar los modelos de lenguaje de gran tamaño para enriquecer el aprendizaje de algoritmos locales, esta ley permitirá organizar los datos del estado y del país. Su resultado no solo debe ser mejor gobierno, sino uno que otro unicornio empresarial.

Una de las grandes frustraciones de los que propendemos por la eficiencia estatal, es la falta de compartición de la información entre entidades. Muchas veces se deriva de vanidades de poder, en otros por pereza administrativa, pero la principal barrera es la falta de claridad en habeas data. Además, algunos privados que administran bases de datos públicas tienen la osadía de pensar que la información es de su propiedad.

 

Si el estado compartiera información, se podría hacer el SISBEN sin encuesta actualizado en tiempo real. La depuración del SISBEN se logró gracias al intercambio de información entre Min Hacienda y DNP, lo demás murió en conceptos jurídicos. Que útil sería cruzar los puntajes del SISBEN con el RUNT, para saber cuántos subsidiados tienen múltiples vehículos. Con mas información, menor seria la pobreza. Si la información de cada ciudadano estuviera albergada en una carpeta digital, se eliminarían miles de trámites estatales, inexplicablemente el gobierno anterior frenó ese esfuerzo.

Esta nueva claridad jurídica debe dar paso a la obligatoriedad de compartir información entre entidades públicas; sin embargo, esto debe ser extensivo a los gobiernos territoriales y a las bases de datos públicas administradas por privados. La iniciativa no cae en la trampa de sacrificar el desarrollo económico por paranoia del derecho a la privacidad. Claro, se deben establecer fuertes estándares de ciberseguridad y regular el uso de publicidad en celulares, correos electrónicos y redes sociales. Error seria copiar la legislación europea, en donde se requiere tener permiso para utilizar la información o inclusive pagar por ella, aquí se entiende que usar la información per se no es algo dañino.

La ley entiende que, si toda la información es importante, entonces nada es importante, al jerarquizarla y crear estándares para el anonimato, protege la privacidad sin frenar el progreso del país. Si una persona está buscando tiquetes a Cartagena y le muestran publicidad de un hotel, no es claro cuál es el daño, puede ser hasta útil. Mientras tanto, si una persona tiene alguna enfermedad sexual, esa información debe ser privada siempre. En temas financieros, cero información, resulta en cero crédito. Si el estado mejora la focalización de subsidios mas personas saldrían de la pobreza.

El Congreso debe apoyar la ley de inteligencia artificial, considerando que sus dividendos irán más allá de lo económico. Sujeto al debate, el cual traerá mejoras a la iniciativa, que bueno discutir un proyecto de ley sin venganza o polémicas.

Simón Gaviria

Un 0,7% de crecimiento

Cada vez que el crecimiento económico está por debajo del 1.0% que crece la población, el colombiano promedio se vuelve más pobre. Ya sabiendo que tuvimos un mal crecimiento del 0.6% del PIB durante el 2023, el mal desempeño del primer trimestre no se excusa por anomalía estadística. Si bien el dato sigue siendo positivo, 0.7%, mucho mejor del escalofriante -0.8% que pronosticaba el NowCast de Bancolombia a mediados de marzo, el hecho es que es insuficiente para luchar contra la pobreza. Si el gobierno no reacciona pronto, esto no será una mera conversación de economistas. La falta de progreso económico tendrá consecuencias políticas adversas para el gobierno y sus aliados en las próximas elecciones. Un hombre con hambre vota con rabia.

Nos estamos volviendo cansones pidiéndole al gobierno medidas contra-cíclicas y regulación que fomente la inversión privada, pero es increíble que en esta desaceleración no puedan ejecutar ni si quiera el presupuesto aprobado. Después de la corrupción, no hay mayor pecado en la administración pública que la pereza administrativa. Miles de funcionarios cuya única labor es recoger su sueldo y hacer activismo, no merecen el título de servidor público ni su cargo. Los argumentos para una nueva reforma tributaria que frenaría aún más la economía, son absurdos, si la plata se va a ir a dormir en fiducias. Muy poco cambio es posible en nuestra sociedad sin trabajo.

 

Entendiendo el alza en la tasa de interés, el hecho puntual es que llevamos 21 meses con caída en el sector vivienda. El cambio filosófico para que Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga, y Barranquilla no construyeran tanta vivienda para los pobres, sino que esta si hiciera en zonas rurales, francamente fracaso. Los nuevos tramites y permisos creados por MinVivienda, no solo frenaron la vivienda social en 49.7% en el 2023, sino que aún frente a esos malos números un adicional contracción del 17.7% en el primer trimestre. La filosofía que motivo los nuevos tramites debe repensarse, es de sabios corregir errores. La vivienda no solo juega un papel social, sino un multiplicador poderoso de actividad económica. Si la política del sector volviera a funcionar, seria idóneo para recuperar el empleo y el crecimiento.

La mala racha del comercio que completa doce meses de decrecimiento, es un síntoma del colapso económico, en marzo 2024 esta caída fue de 5.6%. En sectores como la compra de vehículos y repuestos supera el colapso es del 16.0%, en celulares es 10.9%, y en prendas de vestir supera el 10.0%. Eso si la caída del 7.5% en consumo de farmacéuticos también contribuye el desabastecimiento creado por la lentitud del Invima y la fracasada reforma a la salud. Con la manufactura cuatro trimestres en rojo, preocupa que la caída del mas reciente fuera del 6.0%, esperamos que haya una reacción del gobierno pronto. Mal crecimiento eventualmente afecta el empleo.

El gobierno logro su meta de disminuir la actividad petrolera con la menor cantidad de taladros activos desde la pandemia, no es seguro que la bonanza de inversión petrolera del 2023 se mantenga. Con la inflación todavía al 7.7%, el sentimiento del consumidor en territorio negativo es lamentable que la única buena noticia económica sea el aumento de remesas que envían los colombianos del exterior.

Simón Gaviria

En defensa a Israel

Golda Meir, ex primera ministra de Israel, argumentaba que, si los enemigos de Israel bajaran las armas, habría paz en el Medio Oriente, pero que, si Israel hiciera lo mismo, los judíos serían exterminados. En el documento de fundación de Hamas de manera explícita, se busca este genocidio “del río al mar”. Es peculiar que las violaciones de mujeres, el encarcelamiento de bebés, y el asesinato de abuelos judíos no haya generado la indignación del gobierno colombiano, ni si quiera, se hizo un llamado a Hamas para liberar los 133 secuestrados. Aun estando en desacuerdo con Netanyahu o pensando que la respuesta al atentado terrorista es desmesurada, romper relaciones con Israel es equivocado.

La superioridad moral con la cual el gobierno Petro juzga a Israel es simplemente sesgada. Es reprochable que una sola familia musulmana haya tenido que mudarse con la creación del estado de Israel, pero el tema no es tan blanco y negro. Para aquel momento 863 mil judíos vivían en países árabes, hoy a duras penas suman cuatro mil. Sitios como Belén, que tuvieron mayorías cristianas en Palestina, fueron hostilizados a irse. Hay que ver ambos lados de la moneda.

 

Pocas civilizaciones son exentas de culpa, por eso el intento de dividir la humanidad entre colonizadores y colonizados, depende mucho del prisma del tiempo. Esta acusación de hoy a Israel, es la misma que se les haría a los ejércitos del imperio otomano o a los invasores musulmanes del siglo VI. Por eso, al final de la segunda guerra mundial, después de un verdadero genocidio contra el pueblo judío, se creó un estado en su hogar ancestral para que vivieran sin temor a la persecución. Desde este momento, cada vez que son atacados, han respondido con ferocidad. Los intentos para compartir el territorio en 1947, 1993, 1995, 1998, 2000 y 2008 han sido rechazados, nadie ha permitido la paz.

Acusar a Israel de genocidio es desconocer la manera como trata los musulmanes palestinos en su territorio: estos tienen derecho a ciudadanía, son 21% del pais, incluyendo representación y partidos en su congreso; gozan de igualdad de género, las mujeres se pueden vestir como quieran, ejercen la profesión de su escogencia; ningún miembro de la comunidad LGTBIQ es ejecutado por su preferencia sexual; hay libertad de expresión, incluyendo la posibilidad de criticar a Israel; cualquier tipo de discriminación es castigada por ley; el ingreso per cápita de palestinos en Israel es 8.1 veces más que sus pares en Cisjordania, casi 32 veces que los de Gaza. Si bien no todo es perfecto, bajo la ley israelí, cuentan con los mismos derechos que los demás ciudadanos. Cuentan hasta con más derechos que sus pares en países aledaños, los derechos recíprocos de judíos en estos dejan mucho que desear.   

Expresiones de dirigentes israelís inspiradas en el dolor del terrorismo suenan terribles al ser traducidas. La estrategia militar de Netanyahu podría ser optimizada como sus aliados, incluyendo EEUU, han exigido. Por eso hay que trabajar en una solución de paz que incluya un estado soberano para Palestina, los insultos no contribuyen. La decisión temporal del actual gobierno de Colombia, será reversada en el próximo gobierno al ser minoritaria en la comisión asesora, y no reflejar el sentir del pueblo colombiano que aprecia a Israel y al pueblo judío.  

Simón Gaviria

India emergente

Es normal que, en la turbulencia nacional, se pierdan mega tendencias internacionales. Y aun en este nuevo mundo multipolar, donde ya cinco de nueve países en Sur América tienen a China como su principal socio comercial, se vuelve imposible desconocer el crecimiento India, promediando mas de 6% anual este siglo. Este país ya es la quinta economía mundial en términos nominales y la tercera si se ajusta por poder adquisitivo. Anclarnos a los motores de crecimiento asiáticos garantiza nuestra futura prosperidad. Ahora que con esta Casa de Nariño nos estamos deslindando del mundo occidental, una apuesta por estrechar vínculos comerciales con India, por lo menos debería ser posible.

Intimidado por ataques políticos en contra de la libertad económica, el gobierno pasado declino la invitación para ser parte del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP). Este tratado, además de haber significado la consolidación de la Alianza del Pacífico, hubiera facilitado el comercio y la inversión entre Colombia y los países en la cuenca Pacífica. Con miembros que representan el 13% del PIB global como Australia, Canadá, Japón, Singapur, en total 11 países, el acuerdo simplificaba trámites, aranceles y protección a la inversión. Sobra decir que Perú, Chile y México astutamente dijeron que sí.

 

Muchos industriales lamentan cierres como Colmotores. Otros gremios se frustran al ver que las empresas que están dejando a China, no vienen a Colombia. En parte, se debe a la decisión de no hacer parte del TPP, pero en general por estar por fuera de las cadenas de valor global. Mientras tanto, México acaba de superar el año pasado a China como el principal exportador a EEUU. No podemos seguir repitiendo esos errores con India, tenemos una nueva oportunidad de acertar. Así como China se familiarizó con América Latina desde su ingreso al final de los 90s a la OMC, India hará lo mismo durante esta década.

Lectores de esta columna, pueden haber visto que en abril de 2023 India sobrepasó a China en población, que en agosto del mismo año se convirtió en el cuarto país en llegar a la luna, que los nuevos mandatarios del Reino Unido, Portugal e Irlanda son de ancestros de la India como lo es gran parte de la dirigencia de Silicón Valley, así como muchos colaboradores de la Casa Blanca. Según S&P, antes de finalizar esta década, India pasará a Japón, para ser la tercera economía del mundo en términos nominales.

A pesar de ser tan solo US$1.590 millones, las exportaciones de Colombia a India han crecido 15.5%, en promedio anual, durante las últimas tres décadas. Eso sí, hay que diversificar la canasta exportadora, el petróleo representa 72% de las exportaciones, seguido por el carbón y el oro. India, más que todo, exporta farmacéuticos, carros, motos y químicos, para lograr US$3,960 millones de balanza comercial. ¿Por qué no pensar en un tratado de libre comercio con India, suscribir otro tratado de protección a la inversión o ser el primer destino de empresas del subcontinente cuando abran operaciones en América Latina?

Dado que no participamos del crecimiento con China, ni de la cuenca del Pacífico, ni vamos a hacer TLC con Japón, ni con Vietnam, una buena apuesta podría ser India. Lo otro es seguir en lo mismo de los últimos 10 años que no es gran cosa.

Simón Gaviria

Helicópteros rusos

Para observadores de la relación bilateral, la decisión colombiana de declinar la oferta de vender 20 helicópteros rusos, Mi-17, por US$300 millones a EEUU, es por lo menos perpleja. Parecería puntualizar el hecho que Colombia ya no es el mejor aliado de EEUU en América Latina. Una nueva postura de neutralidad frente a Rusia, Irán, Venezuela, entre muchos, afecta nuestra relación con nuestro principal social comercial. La postura estadunidense de “no perder a Colombia” y creer en las buenas intenciones de Maduro parece estar cerrándose. Aun con el prospecto de reelección de Biden mejorando, Trump sigue llevando la delantera. Al habernos apartado de nuestra tradición bipartidista, la estrategia de solo hablar con los Demócratas puede salir cara.

EEUU venía de hacer un ejercicio similar con Ecuador, donde le entregó helicópteros nuevos gringos a cambio de viejos rusos, posteriormente estos acabaron colaborando en la defensa de Ucrania. Esta realidad incomodó a nuestro gobierno, al querer mantener su neutralidad entre Rusia y Ucrania. Los helicópteros parqueados en Colombia tienen 27 años de uso, con serias restricciones operacionales. Expertos consultados creen que aun con cuentas alegres sería difícil que su valor comercial pueda superar los US$45 millones. Por eso, la sorpresa de declinar tan generosa oferta como fue reportado en InfoDefensa. Demasiado amor por Rusia, dejar tanta plata en la mesa. La mayoría de la flota no es operacional por falta de repuestos.

 

Este episodio es uno de muchos que nos distancian más aun del mundo occidental. Si bien este esfuerzo es liderado por EEUU, los principales dolientes son nuestros aliados europeos. Amigos tradicionales como Francia, Inglaterra, Alemania, entre muchos, no solo han tenido que incrementar sustancialmente su gasto militar sino inclusive hacer planes para defenderse de una agresión rusa. Preocupante el silencio de Colombia frente a la violación de derechos humanos de Hamas que sigue reusándose a liberar los secuestrados. Entendiendo el matiz ideológico del gobierno de coyuntura, no son claros los beneficios de pasarnos de aliados de occidente para ser neutros. No hay mucho que Rusia, Hamas, o Irán puedan hacer por Colombia.

Las sanciones sobre Venezuela marcan el fin de un capitulo en la política exterior de EEUU frente a América Latina. El masivo flujo de fentanilo y inmigración de Venezuela está impactando la política doméstica de EEUU. Es probable que la armonía de principios compartidos de la última década transite hacia la exigencia de resultados en estas áreas. Es muy diferente la sofisticación del Departamento de Estado a la exigencia del votante que no comprende cómo su país está lleno de narcóticos y los migrantes aumentaron anualmente en un 366% durante 2023. Los titulares de prensa no ayudan.

Aunque la actual Casa de Nariño encuentre mayor simpatía con el ala de izquierda del partido Demócrata, se debe seguir conversando con los Republicanos. Nuestro éxito se ha basado en poder trabajar con todo tipo de administraciones. Aunque Biden se reelija en noviembre, la situación de América Latina frente a EEUU va a ser más exigente. Por ahora, demos por muertos los negocios entre Ecopetrol y PDVSA. Si gana Trump en noviembre, el cambio sería tan radical que eso da para toda otra columna. 

Simón Gaviria

Paz incompleta

El fin del conflicto armado de Colombia se da por pedazos, pero tras cada proceso de desarme se avanza. Los esfuerzos realizados con el M-19, EPL, los carteles de Medellín, Cali y Norte del Valle, las Auto-defensas, las FARC y otros ayudan, pero el hecho es que el conflicto persiste. Los espacios territoriales liberados por cada proceso requieren de fortaleza estatal. Se puede lograr el desarme de los grupos al margen de la ley, pero mientras no exista control del territorio, continúen las rentas extraordinarias, y no se avance en la reconciliación, la paz no será definitiva, solo transitoria.

Al analizar las cifras, sorprende el incremento del 11% de hombres en armas, documentado por Mauricio Vargas en su columna. Según su escrito, durante el primer semestre de 2023, el clan del golfo aumentó el pie de fuerza en 23%, las disidencias de Farc en 9%, Segunda Marquetalia en 6% y ELN en 5,3%. Es impactante que, en el momento del inicio del proceso de paz en 2012, según Min Defensa, las FARC no superaba los 6.700 efectivos y el ELN no alcanzaba los 1.500. La falta de control territorial significa que hoy hay 43,6% más miembros de guerrillas que antes del proceso de paz con las Farc. No solo hubo cambio de brazalete sino nuevo reclutamiento.

 

El actual proceso, a pesar de lo ambicioso, no ha progresado mucho. Según inteligencia militar, los efectivos han aumentando: ELN 6.158, disidencias de las FARC 3.860, Segunda Marquetalia 1.761, Clan del Golfo 5.000, Autodefensas Sierra Nevada 500, BACRIM Medellín 12.000 (Oacp), BACRIM Buenaventura 1.700 (Oacp), y BACRIM Choco 500 (Oacp). En total, hay 31.479 miembros de organizaciones criminales en procesos de negociación, 11.779 de guerrillas y 19.700 de diferentes tipos de BACRIM. Este desarme sería un éxito sin antecedentes, pero las negociaciones están crudas.

Se estima que tanto las FARC como AUC, en sus picos, llegaron a superar individualmente los 30 mil efectivos. Lograr de manera pacífica el desarme siempre es valioso, como dice Sun Tzu “la mejor victoria es vencer sin combatir” pero el problema es que la paz nunca es definitiva, hay que cuidarla. Puede ser fácil conseguir una desmovilización sin verdad, ni reparación a las víctimas, sin promesas de no repetición y sin cárcel. El problema es que esto generaría semillas para el próximo conflicto, especialmente si los factores de financiación siguen estando presentes.

Avanzamos con procesos de paz, pero la falta de control de territorio produce una aceleración del reclutamiento, el orden público esta en franco deterioro. Durante 2023 se incrementaron en 6,5% las masacres en el país. Expertos como Daniel Rico estiman que cada 8 hectáreas de coca financian la actividad de un miembro de grupos ilegales. Si bien esta relación temporalmente se suspendió durante el proceso de paz con las Farc, esta volviendo a su tendencia histórica.

En 2022, el aumento de siembra de coca fue del 61%, para llegar a 230 mil hectáreas. Los rumores de extorsión por doquier y sicariato en todo el país, inclusive en las zonas más seguras de Bogotá, van en línea con una esperada siembra de coca que puede llegar a las 300 mil hectáreas. Con otras fuentes como la minería ilegal y la trata de personas financiando el conflicto, creer en la buena voluntad de cabecillas es claramente insuficiente.

Simón Gaviria

Cuenta en dólares

 Dada la irresponsable política monetaria, Javier Milei está planteando dolarizar la economía argentina. Aunque ya el mismo les bajó el tono a las expectativas de corto plazo, mientras logra un ajuste fiscal, su espíritu reformador se siente en todo el país. Para Ecuador, tras años de desaciertos monetarios, la dolarización salvó la economía frenando la inflación. En Panamá, el uso de la divisa verde facilitó el comercio y permitió el desarrollo de su sector financiero. Tras décadas de populismo económico, es razonable que, en Argentina, la dolarización se piense como alternativa. Para Colombia no es el caso, el Banco de la República ha sido exitoso logrando la estabilidad de precios. Lo que si puede ser útil es permitir que se abran cuentas en dólares y otras monedas en el sistema financiero colombiano, el país tiene que seguir avanzando en libertad económica.

Dado el éxito de la independencia del Banco de la República y una tasa cambiaria flotante, en Colombia no tiene sentido abandonar el peso, se pierde más de lo que se gana. Poniendo a un lado las reflexiones sobre soberanía, la economía colombiana, a pesar de que EEUU es su principal socio comercial, no tiene sincronicidad con la economía americana. El precio del petróleo, el café y la minería tienen un impacto desbordado en la tasa de cambio. Los riesgos de encarecer el país, pero especialmente perder la posibilidad de fijar la tasa de interés acorde con la necesidad de la economía, es más dañino. Eso sí, habilitar la cohabitación cambiaria, específicamente permitiendo cuentas en monedas extranjeras, podría disminuir el costo del crédito, facilitar las coberturas cambiarias y frenar el éxodo de capital.

 

A pesar de los retos políticos del Perú en épocas recientes, la estabilidad económica es un pilar de nuestros vecinos. El sol es la moneda más estable de América Latina de los últimos 25 años, valiendo casi lo mismo que cuando fue introducida en 1999. Lo que diferencia a Perú es que su sistema bancario permite tener cuentas en dólares y que la moneda circule libremente. Dada la hiperinflación de los 80s, la economía peruana estaba de facto dolarizada, así como la Argentina. Al permitir el refugio del dólar al interior del país, se estabilizó la moneda y los precios sin un éxodo masivo de capital. Hoy tan solo el 34% de los depósitos bancarios son en dólares, pero el hecho que exista la posibilidad genera protección.

Con temores sobre la institucionalidad y problemas estructurales de crecimiento, muchos colombianos están optado por la solidez del dólar frente a un peso incierto. Si se pudiera abrir cuentas en dólares en Colombia, muchos de esos recursos se quedarían en el país en vez de irse a Panamá o Miami. Durante 2023 la inversión colombiana en el exterior creció 64%. Adicionalmente, el sector exportador podría tener créditos en dólares eliminando su riesgo cambiario que hoy puede costar 8% de ventas en coberturas. Tocaría hacer ajustes en materia de depósitos y provisiones, pero nada que no esté inventado. Los grandes beneficiarios serían los colombianos que reciben remesas que podrían obviar costos cambiarios. Es más, lo bueno que lo malo, la innovación en temas bancarios beneficia a todos.

Simón Gaviria

0,6% de Crecimiento

Las tesis de decrecimiento de Irene Vélez se acabaron imponiendo al interior del gobierno Petro, el desarrollo económico no es enemigo, pero no es prioridad. La ideología es más relevante que el resultado, o como diría el saliente director del DNP es un tema de la facticidad contra la validez. No es una coincidencia que la desaceleración económica de 2023 coincida con la menor ejecución presupuestal en 15 años. Tampoco, que un incremento del 64% en la inversión colombiana en el exterior en el 2023 coincida con la tasa de inversión como porcentaje del PIB más baja en 18 años. El freno impuesto sobre la economía tiene componentes ideológicos, así como de falta de experiencia en el sector público. En la Colombia de 2024, solo los gatos blancos pueden cazar ratones.

No debería existir temor a la tecnocracia, ni preocupaciones sobre una gran conspiración neoliberal. El grueso de la tecnocracia colombiana, más que de una ideología u otra, son personas que creen en políticas públicas basadas en evidencia, no son partidos políticos. Por ejemplo, la habilitación de inversión privada en infraestructura pública no existe para enriquecer privados, es un esfuerzo de reconocer que lo importante es el resultado. Las cosas que el sector privado hace mejor que el público, las debe hacer el privado. Adicionalmente, si alguna actividad es rentable y el presupuesto estatal está en su límite, puede permitirse para aliviar la carga.

 

En materia de autopistas, la aversión del actual gobierno a la inversión privada, resulta en que no hay autopistas nuevas previstas, la ANI podría tomar un descanso hasta 2026. Todo lo que se construye es lo que viene de atrás, lo demás son obras de menor alcance. La construcción con juntas de acción comunal suena bien, pero está circunscrito a vías veredales. Esta realidad se agrava si en el nombre de la conservación, ninguna licencia ambiental, incluyendo las de renovables, sale a tiempo.

El gobierno debería nombrar los comisionados de la CREG en propiedad, seis vienen en interinidad desde hace más de un año. Con tal de no nombrar comisionados, los cuales solo pueden estar encargados 3 meses, vienen rotando los encargados tres meses en cada vacancia. Entendiendo la alta exigencia de requisitos, seguro podrían encontrar gente afín a la tesis de transición energética. Estabilidad regulatoria permitiría mayor inversión, sostenibilidad ambiental y más empleo. Este es uno de muchos ejemplos regulatorios que son de forma y no de fondo, pero que ayudaría a fomentar el crecimiento.

Con crecimiento poblacional del 1% previsto por el DANE para 2023, si la economía crece solo al 0,6%, por definición, el colombiano promedio se empobreció durante este año. Esto no es un fenómeno regional, según la CEPAL, el promedio de crecimiento económico de América Latina en 2023 fue de 2,1%, Colombia ocupó el lugar 16 de 20. Estamos mal aún dentro de una región que no crece mucho.

Entidades como Corficolombiana prevén crecimiento del 1% para 2024, antes del mal dato de crecimiento de 2023. Esperemos que el gobierno, por lo menos, entienda que hay un problema. Sí es común hacer campaña política con poesía, pero desafortunadamente se gobierna en prosa. Después de una floja introducción, estaremos pendientes del nuevo capítulo.

Simón Gaviria