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Confidencial Noticias 2025

Etiqueta: Transmilenio

Capturan a un hombre que golpeaba a una mujer en TransMilenio

Fue capturado un hombre que minutos antes habría agredido a una mujer en la ruta K43 del sistema TransMilenio. Al parecer todo se trataría por temas de intolerancia.

Según lo manifestado por la víctima “sin culpa lo piso” y el señor le propinó un golpe por la espalda y durante el transcurso del camino (desde la Estación de Comuneros hasta Ricaurte 30) el hombre seguía agrediéndola verbalmente.

 

Gracias a las patrullas que se encuentran en las diferentes estaciones y troncales del sistema de transporte público, se logra la captura y el acompañamiento a la femenina para la respectiva denuncia y que estos hechos no queden impunes.

Por su parte la Policía de Bogotá, activará comandos situacionales en el sistema de transporte masivo, con el fin de evitar cualquier comportamiento y delito que afecte la seguridad ciudadana.

Capturan a uno de los delincuentes más buscados en TransMilenio

TransMilenio confirmó la captura de uno de un sujeto que robaba frecuentemente a los usuarios del sistema.

El delincuente a primera vista pasaba desapercibido al ir bien vestido, sin embargo, de acuerdo a las descripciones de docenas de víctimas, el hombre fue el responsable de asaltar a muchas personas en el sistema de transporte.

 

La Policía hizo un riguroso ejercicio de seguimiento a las cámaras de buses y estaciones hasta identificarlo tanto a el como a sus cómplices.

Las autoridades del Distrito hicieron invitaron a las victimas de este sujeto a denunciar los hechos en los que se vieron afectados para judicializarle.

 

¿Cómo se podría establecer una tarifa cero para TransMilenio?: Entrevista al concejal Marín Rivera

El concejal de Bogotá, Marín Rivera Alzate, en entrevista para Confidencial Colombia explicó su idea una tarifa cero para utilizar el TransMilenio, tema que será una de sus propuestas en su búsqueda por la Alcaldía en las elecciones del próximo mes de octubre.

De acuerdo con Rivera, la ciudad debe pensar en nuevas fuentes que financien la operación del TransMilenio como la identificación de las zonas en donde el predial está más bajo de su valor real. Además, propone hacer uso de los derechos de edificabilidad que sería una segunda fuente en donde según el, “se podría cobrar más”.

 

El cabildante dice que esto no afectará la valorización y deja claro que este es un asunto independiente que se vería relacionado.

También mencionó que se debe hacer mayor uso de la explotación comercial de las estaciones de TransMilenio con el arriendo de locales, lo mismo que de la publicidad al interior del sistema.

Reviva la entrevista:

Lotería de Bogotá se compadece de los bogotanos regalándoles recargas para TransMilenio

La Lotería de Bogotá anunció un alivio en los costos diarios de los bogotanos que compren alguna de sus fracciones, quienes podrán redimir una recarga de $650 en la tarjeta personalizada TuLlave.

La entidad tomó la decisión luego de la entrada en vigencia del nuevo valor del transporte en TransMilenio, fijado en $2.950 para servicios troncales, mientras que para el Sistema Integrado de Transporte (SITP), quedó en $2.750.

 

Los interesados en acceder a estos bonos, tendrán que hacer lo siguiente:

Apostar sus números de la suerte y elegir su fracción y/o billete con su lotero de confianza o en puntos de venta autorizados.

En cada fracción encontrará un código alfanumérico.

Ingrese en el portal de la Lotería de Bogotá www.loteriadebogota.com

Ingrese a su perfil y elija el banner de la promoción de TuLlave.

Ingrese los datos solicitados y dé clic en consultar.

Recibirá un aviso donde tendrá que confirmar su número de cédula y posteriormente proceder a redimir.

En los días siguientes le llegará un correo de confirmación donde le dirán a partir de qué fecha puede activar su recarga en cualquier estación de TransMilenio.

Concejal Martín Rivera propone tarifa cero para TransMilenio

Tras las inconformidades demostradas en las protestas en las últimas horas por un grupo de ciudadanos que aseguran no contar con los contar con los recursos suficientes para sostener sus hogares y de paso cancelar un pasaje en TransMilenio que se acerca a los $3.000, el concejal Martín Rivera, propuso cambiar la forma de financiar Transmilenio con una Tarifa Cero.

“El alza de la tarifa de Transmilenio es insostenible para el bolsillo de las familias que ya se está viendo afectado por el aumento de otros precios y que contribuirá al incremento de colados que, según la Subgerencia técnica de TransMilenio”, ya asciende al 29,6%, sostiene el cabildante

 

Esto, de acuerdo con Rivera, garantizará el acceso a las instituciones de educación; los viajes al trabajo o estudio; aprovechar más la ciudad y que las mujeres dedicadas al cuidado puedan desplazarse sin tener que pagar por cada trayecto. “Tarifa Cero garantiza el derecho a la movilidad y acceso de todas las personas acabando además con la evasión”, puntualizó.

La fuente de financiación propuesta sería, la publicidad dentro del Sistema de transporte, aprovechamiento de renta de espacios comerciales; certificados de edificabilidad entre otras posibilidades.

“Con Tarifa Cero se busca garantizar la financiación del sistema de transporte público en Bogotá, asegurar el derecho al acceso, dejar de perseguir colados y collarines así como usar esos esfuerzos para mejorar la seguridad y mejorar la calidad de un servicio que hoy en día es un dolor de cabeza para quienes lo usan”, concluye el concejal Martín Rivera.

 

Inconformidad en Bogotá por alza en el pasaje de TransMilenio

Un grupo de ciudadanos bloquearon durante algunas horas del pasado martes 10 de enero la avenida Caracas con calle 51 sur, la cual se encuentra en cercanías a la estación Molinos en señal de protesta por el alza al valor del pasaje de TransMIlenio.

El valor del componente troncal (bus rojo) será de 2.950 pesos, mientras el zonal (bus azul) será de 2.750 pesos, un incremento de 300 pesos en cada uno de los servicios. Las tarifas diferenciales, también tendrán un ajuste que no afectará a las personas mayores y a los beneficiarios del Sisbén, de acuerdo a lo expuesto por la empresa TransMilenio.

 

Los manifestantes explicaron que su situación económica no da para cancelar un pasaje que ronda los 3.000 pesos, y hacen un llamado al Distrito para que se atiendan sus peticiones.

¿Y sí acabamos Transmilenio?

Debo decir que me cuesta hablar mal de Bogotá, ha sido mi ciudad desde hace 18 años y quizás el lugar que más conozco. Soy usuario de Transmilenio y me gusta el transporte público, porque lo encuentro como una oportunidad única para que las personas intercambiemos estilos de vida y se pueda comprender la interculturalidad (que va más allá de la diversidad). Sin embargo, creo que hoy el que fuera el ‘orgullo capital’ por allá en el año 2000, representa unos valores poco deseables: frustración, miedo, pobreza, egoísmo, falta de compromiso e irresponsabilidad.
Los sistemas de transporte son vitales para las dinámicas en las ciudades, son algo así como el sistema circulatorio en el cuerpo humano. Pero ¿qué hacer cuando una parte básica de un cuerpo está infectada? Esto obliga a pensar en soluciones profundas y radicales que permitan ponerle freno a la patología. El caso del Sistema de Transporte Público de Bogotá es toda una ‘enfermedad social’ que afecta a un buen porcentaje de personas que requieren de este servicio en una megaciudad como la capital colombiana.

Hay tres realidades que son innegables hoy en torno a Transmilenio:

 

La primera de ellas es la reputación de la organización, y no precisamente por buena. La percepción que tienen la ciudadanía de la calidad del servicio, la seguridad, la innovación, gestión integral es pésima. No es necesario hacer un estudio profundo para comprender que existe nulo sentido de pertenencia por un sistema que vincula y debería unir buena parte de las dinámicas de una ciudad que le apunta al desarrollo permanente.

La segunda es desprendida de esa percepción negativa generalizada entre la gente: la pésima cultura ciudadana en torno al uso de la red de transporte. Aquí es evidente el poder que tiene la cultura e imaginario colectivo para movilizar cambios, que para este caso son negativos, donde las dinámicas de escepticismo han aumentado al irrespeto, la trampa y el daño al interior de las estaciones. Esta es la razón, porque el fenómeno de ‘colados’ se apoderó de un buen porcentaje de usuarios. Faltó visión y gerencia para movilizar pedagogía, sanciones y mecanismos de infraestructura que hubieran mitigado esta práctica en sus inicios.

Y una tercera, que tiene que ver con la incapacidad de los últimos gobiernos para desplegar una estrategia sólida para ‘curar’ al sistema de estos males. La actual administración de Bogotá en varias ocasiones se ha escudado en la falta de policía para cuidarlo, la Policía aduce poco presupuesto para aumentar el pie de fuerza y el equipo directivo del sistema manifiesta problemas financieros. Los hechos delictivos del último trimestre del año 2022, donde una joven fue violentada al interior de una estación y un joven asesinado dentro de un bus, mostró a unos voceros de la Alcaldía, de la Policía y de la propia empresa sin argumentos, minimizados y sin un norte para progresar.

Años atrás entrar a una estación de Transmilenio, era sinónimo de seguridad y tranquilidad. Ahora, para muchos es entrar a una zona de peligro, sin presencia policial, estaciones en mal estado, sin vigilancia privada y con la certeza que no se puede exigir un mínimo de respeto, porque se puede salir con un disparo una puñalada. O en un escenario más caótico, en medio ser atropellado por un articulado como reacción espontánea de una huida para estar a salvo.Con este panorama, donde nadie tiene respuestas y sí muchas excusas para justificar la decadencia, me pregunto si no es tiempo de pensar en el fin del sistema. Está no sería ni la primera o última empresa del país que deba ser liquidada y reorganizada para que tenga otras perspectivas. La ciudadanía que no paga el transporte ya no tendría excusas para justificar el no pago por el pésimo servicio. Por otro lado, la administración, tendría un problema menos en quien justificar sus carencias y fallas de gestión y la Policía podría enviar cómodamente a sus casi 600 uniformados dispuestos para el sistema, a prestar seguridad a otros lugares más críticos en Bogotá.

Cuando se acaba un problema, seguramente queda más tiempo y recursos para afrontar fenómenos más preocupantes o en sentido contrario, obligaría a pensar en soluciones realmente innovadoras y efectivas para un problema que no se ha querido abordar con la seriedad que requiere. En este año que inicia, no más campañas de pedagogía con tres personas en hora pico, ni mucho menos dos policías chateando por turnos de una hora al día para cada estación, tampoco más pronunciamientos genéricos por parte de la administración de turno o lo peor, no más cinismo ciudadano que condena la corrupción de altos funcionarios, pero que no pierden la posibilidad de robarse 3.000 pesos por viaje. Dejemos la hipocresía y pongámonos serios que el problema es peor de lo que parece.

Luis Carlos Martínez 

Exijen justicia por el asesinato de joven en TransMilenio

Familiares de Damián Rodríguez, un joven de quien fue asesinado cuando un delincuente trataba de hurtarle el celular en una estación de Transmilenio, reclaman justicia y pronta acción de las autoridades.

Las personas cercanas al joven aseguran no contar con los recursos suficientes para el sepelio y pidieron a la alcaldesa, Claudia López, prestar mayor atención a la seguridad en las estaciones y buses articulados.

 

Transmilenio público un comunicado refiriéndose a lo sucedido, en el que rechazo el hecho y pide que las autoridades competentes atiendan el tema.

TRANSMILENIO S.A. lamenta profundamente el fallecimiento de una persona dentro del Sistema, en hechos que son materia de investigación por parte de las autoridades”, mencionó la compañía.

La empresa dijo que se encuentra con toda la disposición a través de las cámaras de seguridad para dar con la persona responsable.

 

Estos son los cambios que habrá en TransMilenio en el 2023

La empresa TransMilenio informó que entre los lunes 2 y 9 de enero, la estación Calle 45 tendrá cierre total por obras de mantenimiento en la malla vial en el carril exclusivo, y por mejoramiento y adecuación de puertas.

Durante este tiempo, los servicios D20 y H20 realizarán una parada temporal en la estación Marly. Por otra parte, a partir del próximo martes 3 de enero, las estaciones Calle 100 y La Castellana no prestarán servicio temporalmente en el sentido norte – sur y todos los servicios omitirán estas dos paradas debido a obras de mantenimiento en la malla vial en el carril exclusivo.

 

El servicio G12 realizará una parada adicional y temporal en la estación Calle 106, mientras que los servicios H75 y G46 harán las paradas en la estación Virrey.

Por su parte el servicio F28 tendrá una parada adicional en la estación NQS-Calle 75. Por último, se completó el traslado de la estación de TransMilenio que estaba en la avenida Suba al costado Norte de la calle 100, y ahora se encuentra ubicada frente al centro comercial Iserra 100. Este traslado da continuidad a la construcción del deprimido que conectará el sistema TransMilenio desde la calle 100 hacia la avenida Suba en ambos sentidos.

 

Así quedarán las nuevas tarifas de Transmilenio, SITP y taxis

Las tarifas del Sistema Integrado de Transporte Público SITP, el servicio de taxis, el Pico y Placa Solidario y los estacionamientos fuera de vía y en vía serán ajustadas teniendo en cuenta el incremento que tendrá el salario mínimo para el año 2023 y el Índice de Precios al Consumidor – IPC (hasta noviembre 12,53%).

Es importante destacar, que, aunque se incrementa la tarifa al usuario, el Distrito subsidia parte de la tarifa con recursos propios para garantizar la sostenibilidad financiera del SITP y disminuir el gasto en transporte de los ciudadanos.

 

Así las cosas para a partir del 10 de enero de 2023 el valor del pasaje para el componente Troncal será de $2.950 y el del Zonal de $2.750

¿Se mantiene la tarifa diferenciada para beneficio de las personas vulnerables (adultos mayores, personas con discapacidad y Sisbén A y B)?

Por medio de la tarjeta “TuLlave” personalizada se mantendrán los siguientes beneficios:

  • Trasbordos de $200 entre buses zonales y troncales en una ventana de 110 minutos desde el momento de la validación del pasaje.
  • Hasta 2 viajes a crédito cuando la tarjeta se quede sin saldo.
  • Medio de pago unificado para componentes Zonal y Troncal, y TransMiCable.
  • Recuperar el saldo en caso de pérdida de la tarjeta.
  • Recarga web. En cualquier caso, el valor del pasaje que paga el usuario es inferior al costo que tiene el sistema para transportarlo. La ciudad seguirá subsidiando el valor restante para beneficiar a la ciudadanía bogotana.

Tarifas para taxis

El ajuste del valor de la tarifa para el servicio tipo taxi se hace con base en la variación de costos del servicio. Este incremento estará fijado para la carrera mínima y sus recargos respectivos, de acuerdo con lo estipulado para cada año. Para cobrar la nueva tarifa, las y los conductores de taxi deben realizar la refrendación de la tarjeta de control, la cual debe contener el valor de las tarifas vigentes.

  • El valor de la unidad, que equivale a 100 metros de recorrido tendrá un valor de $104 pesos en el 2023
  • El banderazo o arranque será a partir de 28 unidades, es decir, tendrá un costo de $2.900
  • El valor por cada 24 segundos de espera será de $104 pesos
  • El recargo nocturno definido a partir de las 8:00 p.m. hasta las 5.00 a.m., festivos y dominicales, tendrá un costo de $5.200
  • La carrera mínima quedará definida en $5.200 pesos
  • El recargo por servicio puerta a puerta será de $900 pesos.

Le puede interesar: Colombia llega al salario mínimo más alto en los últimos 10 años

Tarifas para parqueaderos fuera de vía 2023

El valor por minuto de cada estacionamiento continuará dependiendo del nivel de servicio (infraestructura y cantidad de cupos) y de la zona (mayor valor en zonas de alta demanda). El valor máximo por minuto quedará en $139 y en el caso de motocicleta quedará en $97.
Los prestadores del servicio de aparcaderos o estacionamientos, como requisito previo al cobro de las nuevas tarifas, deberán estar en el Registro Distrital de Estacionamientos con la información actualizada.

Estacionamientos en vía

El valor máximo para automóviles queda en $252 y para motos en $176. Desde el año 2019 se habían congelado las tarifas de los estacionamientos en vía.

Pico y Placa Solidario

Punto aparte, el permiso de Pico y Placa Solidario ajusta sus tarifas con base en la inflación con el propósito de generar una mayor compensación con Bogotá y promover la cultura de una movilidad más sostenible. Los valores base de la medida tendrán la variación partiendo de los valores base que tienen actualmente.

Así las cosas, para pedirlo por un día la tarifa base pasará de costar $51.700 a $58.178. Por otro lado, el permiso de un mes, que antes tenía un valor de $413.200, ahora costará $464.974. Finalmente, para pedir el pico y placa solidario por un semestre, la tarifa pasará de $2.066.200 a $2.325.095.

Los factores que se tienen en cuenta para el cobro del permiso son: tiempo (día, mes o semestre), avalúo del vehículo, impacto ambiental y el municipio donde se registró el vehículo, este último tendrá una modificación dentro de la fórmula para los automotores que están registrados fuera de Bogotá.

El ajuste tarifario en esta medida pretende generar un uso más racional del vehículo particular, teniendo en cuenta que en lo corrido del año se han otorgado más de 1,39 millones de permisos.

Pico y placa local y regional

Por último, vale recordar que la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, confirmó que esta temporada de Navidad y Año Nuevo, en la que normalmente se levanta la restricción vehicular por el importante número de vehículos que salen de la ciudad, se mantendrá en la capital del país, por la gran congestión que se ha generado por las diferentes obras que se vienen realizando en diferentes puntos de Bogotá.

No obstante, en lo que resta del 2022 no se adelantará la medida de pico y placa regional para retornar a Bogotá, teniendo en cuenta que no hay más puentes festivos. Por lo tanto, la medida volverá a aplicarse hasta el 2023. Siendo así, la primera fecha de pico y placa regional para el año entrante está proyectada para el lunes festivo 9 de enero en los nueve corredores de ingreso a Bogotá.

Foto: Transmilenio.

Usuarios de TransMilenio deberán pagar tres mil pesos por el pasaje

Los alcaldes de las diferentes ciudades capitales del país acordaron incrementar el valor del pasaje del transporte público en un 12,53%.

De acuerdo con Asocapitales, los mandatarios de las principales ciudades del país consideran que esta decisión es la más consecuente y justa con los usuarios, teniendo en cuenta la actual coyuntura y la situación económica que atraviesa el país y la región, convirtiéndose en un alivio para el bolsillo de los habitantes de nuestras capitales.

 

Los mandatarios locales confían en que el Gobierno Nacional honrará el compromiso de aportar $1,5 billones a estos sistemas, con el fin de mantener este servicio esencial.

De concretarse esta idea, el valor del pasaje para el TransMilenio en Bogotá sería de $3.000 pesos.

 

Construcción de ciudad a partir de la conversación: un sueño que aún puede hacerse realidad

El proyecto del Corredor Verde de la carrera 7ma que presentó la administración, se traduce en una propuesta de Transmilenio.  Además, este proyecto reduce el tránsito de automóviles a un solo carril, en sentido Norte-Sur: el IDU ya reconoció durante su participación en la Audiencia del Museo del Chico que la carrera 7ma desde la calle 32 hasta la calle 93 solo va a tener un sentido, sentido sur-norte, para movilidad mixta (carros particulares, motos, rutas escolares, carros de carga, etc.).

Por ello, en la 92 con 7ma, en la subida a la Avenida Circunvalar, tienen proyectado un puente estrecho de un carril y de un solo sentido.  El tráfico que va en dirección de norte a sur tendría que desviarse de la carrera Séptima en la calle 92 para continuar por la Circunvalar utilizando un puente de un solo carril.

 

Una verdadera transformación social a partir de cambios tan fuertes como el que produciría el Corredor Verde por la séptima, sólo sería posible a partir de la construcción de un sentido compartido. Es decir, un cambio como estos no sólo puede pensarse desde el ámbito de lo que va a construirse sino que tiene que implicar un verdadero diálogo con la ciudadanía, en el cual se reconozca la voz del otro para poder construir confianza y llegar a acuerdos que realmente permitan reconocer este tipo de proyectos como verdaderos espacios para la vida en comunidad.

Sin embargo, la oportunidad de hacer un diálogo se ha perdido con el proceder autoritario de esta administración y en este artículo explicaremos los principales inconvenientes que ha tenido su actuar y por qué la ciudadanía molesta e incómoda tiene toda la razón.

Claudia López ha incumplido tres acuerdos con la ciudadanía. Uno constituye una de sus promesas de Campaña, pues ella había afirmado que no iba a convertir la 7ma en una troncal de buses del sistema de transporte masivo de la ciudad. Es más, dicha promesa se incorporó en el Plan de Desarrollo  en el artículo 105: “En ningún caso el corredor verde incluirá una troncal de transporte masivo como la que se planteó en el proyecto diseñado por el Instituto de Desarrollo Urbano durante 2017 y 2018…”

Otro frente al artículo del Plan de Desarrollo advertido, pues allí estaba consignado que se iba a diseñar un corredor verde con participación ciudadana incidente. Lo cual tampoco ha pasado y al parecer tampoco hay intenciones de que suceda. Al igual que el proyecto del POT de Bogotá, el Corredor Verde ha sido un proyecto realizado en el escritorio de la Administración, a espaldas de la ciudadanía.

Y por último, en el Acuerdo 781 de 2020 por medio del cual se aprobó el primer cupo de endeudamiento del Distrito por un valor de casi $11 billones, la administración adquirió la obligación de exponer el proyecto del Corredor Verde a finales de 2021 ante el Concejo de Bogotá. Sin embargo, dicha exposición nunca se llevó a cabo.

La ciudadanía siente incertidumbre frente al proyecto presentado por la Alcaldía porque no hay claridad ni precisión sobre varias cosas, según Omar Oróstegui, hay falta de información en lo siguiente:

  1. Escenarios modulaciones de movilidad en kra 11 y Circunvalar
  2. Tiempos estimados de desplazamiento vehículo privado vs transporte público por tramo
  3. Impacto en la valorización de predios
  4. Estrategias para mitigar llegada de vendedores ambulantes alrededor de estaciones
  5. Especificar nuevas intersecciones viales y tiempos cruces semafóricos oriente-occidente
  6. Detallar Tipos de buses y capacidad de pasajeros
  7. Definición operador troncal y explicar qué pasará con la demanda estimada de pasajeros de los otros operadores
  8. Explicar por qué se solicitan recursos en presupuesto 2023 cuando se habían aprobado por cupo de endeudamiento
  9. Detallar costos de los nuevos pasos subterráneos y puentes vehiculares
  10. Explicar tiempo estimado de ejecución por tramo y medidas para mitigación de tráfico.

Lo que está ocurriendo frente al Corredor Verde de la 7ma es una imposición a las malas y no lo podemos permitir. Como Concejal de Bogotá hago un llamado a la ciudadanía para que se fortalezca la acción colectiva, tenemos que movilizarnos a través de muchos medios y no permitir que la manera de hacer las cosas por las malas y sin participación haga de las suyas en Bogotá. Aún podemos transformar a Bogotá desde el diálogo. Hago un llamado también a la Alcaldía para que abra estos espacios y no se cierre a una toma de decisiones arbitraria que puede tener consecuencias nefastas para la ciudad.

 

 

El presupuesto de Bogotá, hecho a la medida de los dueños del Transmilenio

En los próximos días se discutirá en el Concejo de Bogotá el presupuesto del Distrito para el año 2023, un presupuesto clave, pues será el último con el que contará la administración de Claudia López para cumplir con su plan de desarrollo y con sus apuestas de política pública.

Previo al debate y la deliberación de este proyecto tan importante para la ciudad, ofrezco las siguientes reflexiones que me ha generado su lectura y que considero que son importantes para dar un debate informado.

 

El presupuesto de gastos e inversión del Distrito para 2023 presentado por la Administración asciende a $31.4 billones, de los cuales $26.1 billones son presupuesto de inversión (el 82.8%), $3.8 billones son presupuesto de funcionamiento (el 12.3%) y $1.5 billones corresponden el pago de servicio de deuda (4.9%).

La mayor parte del presupuesto de inversión del Distrito está orientado al sector de movilidad, con $8.5 billones (33%). Le sigue en orden de magnitud, sector educación con $6.2 billones (23.8%), sector salud con $3.6 billones (13.9%) y el sector de integración social con $1.8 billones (7.2%).

Bien por la educación, la salud y la inclusión social que siguen siendo apuestas claves del presupuesto de la ciudad, pues es a través de un presupuesto decidido en estos sectores que Bogotá puede llegar a ser una ciudad de derechos.

Sin embargo, preocupa que al mirar en conjunto el presupuesto del Distrito y sus empresas, el sector de movilidad se ha comido la mayor parte del presupuesto y aumenta su participación cada año, mientras los demás sectores (educación, salud, integración social, cultura, ambiente, etc.) reducen su participación (ver gráfica a continuación).

Ggrafica Transm by Confidencial Colombia on Scribd

¿Por qué? Porque la prioridad presupuestal de los últimos dos gobiernos ha sido profundizar el modelo de movilidad basado en Transmilenio. Veamos:

De los $26.1 billones del presupuesto de inversión del Distrito, la extraordinaria suma de $2.9 billones (más del 10%) es para cubrir el déficit financiero del Transmilenio, y la tendencia de dedicar cada vez más presupuesto al Transmilenio sigue en aumento: se calcula que durante los próximos 10 años se necesitarán casi $50 billones para cubrir el déficit financiero estructural del Transmilenio.

Pero no solo eso, para 2023 la Empresa Transmilenio sería la entidad con el presupuesto de inversión más alto de Bogotá: $8.6 billones. Este presupuesto es más de 2 veces el presupuesto del sector salud; es más de 4 veces el presupuesto del sector de integración social; es más de 8 veces el presupuesto del sector cultura.

Ahora bien, es un hecho que en varias ciudades del mundo el transporte público sea subsidiado, y que esto le genere enormes inversiones a una ciudad, sin embargo, el problema de fondo es el modelo de transporte al que se la ha apostado, y el cual le ha consumido enormes recursos a Bogotá.

El modelo de transporte de Bogotá funciona para los privados, pero le genera enormes gastos a la ciudad. Los 4 grupos empresariales que controlan casi la totalidad de la operación del Sistema Integrado de Transporte de Bogotá han tenido ganancias millonarias, solo en 2021 la utilidad neta de estos grupos empresariales sumó $122 mil millones, mientras que la ciudad tuvo que poner en ese año $1.7 billones para garantizar la operación del sistema y la remuneración a esos privados.Necesitamos un modelo de transporte en el que todos ponen y todos ganan. Debemos repensar el modelo de transporte de la ciudad y liberar recursos para los sectores sociales que en estos tiempos de crisis lo requieren urgentemente.

La sociedad descompuesta

Con solo un evento se puede dimensionar el grado de descomposición de la sociedad en que vivimos en Bogotá.

Hace unos días se registraba el crudo relato del asalto y abuso sexual a una joven menor de edad en una estación del sistema troncal de transporte masivo de la ciudad, localizada en un “buen” sector. No había policías ni vigilantes en la estación. Pero además y para empeorar la situación, tuvo muchos problemas absurdos para que el sistema de justicia le atendiera su denuncia (en unas “unidades de reacción inmediata”).

 

Como reacción a semejante brutalidad se respondió con más brutalidad: vandalizar buses y estaciones del sistema de transporte, para lograr una protesta visible por parte de mujeres feministas, según registraron las noticias.

Y hubo efectividad en localizar y apresar al asaltante violador, seguramente por la presión que implicó el video viralizado de la víctima que alentó a las protestas. Pero fue torturado y asesinado a golpes en una celda común con otros presos dentro de una estación de Policía ante la mirada de sus agentes que tenían la responsabilidad de cuidar de su vida para que recibiera el debido proceso.

Todo mal.

La protesta de las mujeres no es para menos. “Según la Veeduría, 7 de cada 10 mujeres manifestaron tener miedo a sufrir un ataque sexual en el transporte o en el espacio público” (citada por El Espectador). Incluso, durante la misma protesta, se conoció que fue abusada otra joven en un bus del sistema integrado.

El abusador “ya había sido capturado por actos sexuales obscenos. La comunidad lo denunció, la Policía lo capturó. Un fiscal de turno lo dejó libre. Diez días después abusó” de la víctima (El País). “La impunidad es el eslabón perdido de la seguridad”, dijo con razón la alcaldesa; más allá, sabemos que es su causa más próxima.

Lo que llamamos sociedad obedece a la evolución de una estrategia de supervivencia de los humanos, que así encuentran muchas mejores condiciones de vida que cuando están aislados. Sobre esto hay millones de explicaciones en casi todas las disciplinas del conocimiento y de todas las épocas. Para vivir en sociedad se necesita un código de comportamiento que permita la convivencia de seres que compiten permanentemente por recursos y beneficios. Buenos y malos. Las religiones jugaron ese papel en los tiempos iniciales de la civilización, pero el Derecho y los sistemas de Justicia representan la forma contemporánea en que debemos encontrar ese equilibrio que nos permita gozar de la promesa de la estrategia de vivir en sociedad: tales mejores condiciones de vida.

Lamentablemente no está sucediendo para todos los habitantes de esta ciudad. Para nadie puede ser desconocido. En muchos otros aspectos y con problemas muy fuertes también. Para no perder el foco quedémonos en este evento.

La furia descargada contra el sistema de transporte público, cada vez que se protesta, es probablemente una expresión del sentimiento contra el Estado ausente y de sus sistemas de Protección y de Justicia que deberíamos tener para lograr esas mejores condiciones de vida. Si no se protesta, y la protesta no tiene enorme impacto, no hay reacción de los gobernantes de turno, parece expresar la forma violenta de protestar. Pero también es el conocimiento generalizado de que no hay contención efectiva y que la protesta puede traspasar los límites razonables y entrar a los campos del delito como la vandalización de los activos públicos. De por sí, actos muy torpes, puesto que activos sociales que como Transmilenio están al servicio de la gente pobre mayoritariamente, y no de los gobernantes contra los que se protesta (o incluso de las clases altas, pero este no es el caso).

Quizás no se consideran ni públicos ni activos sociales. Y eso no es nuevo. Desde la colonia los colombianos parecieran no sentir que su Estado sea suyo sino de unos pocos dirigentes de paso, que sí lo han usufructuado hasta la saciedad en todas las épocas. Una muestra de esto se lee en la curiosa historia relacionada que está circulando en redes sobre la muerte del Tranvía (Samper, Local, 2022) que deja ver cómo vamos repitiendo problemas y no soluciones. La historia también nos deja claro que hemos llegado el estado descompuesto de nuestra sociedad en razón a todos los malos gobernantes que nos han tocado, y no una situación que emerge de súbito.

Pero es a los gobernantes actuales que les toca enfrentar el grado de descomposición que tenemos, y van a tener que ser más radicales. Y la agenda es compleja y con varios puntos muy difíciles. La suficiente presencia de la Policía combinada con su necesaria renovación estructural para llegar a ser confiable y respetada para todos los habitantes, los procedimientos judiciales acertados y expeditos, el sistema de justicia en general, y una enorme actividad en educación para la vida en sociedad, no solo en colegios y universidades, que se practique en todos los ámbitos, empezando por los mismos dirigentes.

Para no dejarlo en el plano conceptual, se puede citar un ejemplo relacionado. Quienes usan el sistema de transporte masivo saben de la creciente evasión del pago del tiquete. Hace una década era apenas del 4%, ahora está llegando al 30% (ProBogotá, 2002). Apenas unos años, los evasores se jugaban incluso la vida sorteando las calzadas de los autos y de los buses para saltar dentro de las estaciones. Ahora no se toman ni la molestia de saltar por encima de los trinquetes sino que pasan casi caminando por la entrada para los discapacitados.

Transmilenio está en el plan de poner barreras en las talanqueras para arreglar el problema de haber adoptado diseños hechos para un país europeo, para gente con buena cultura ciudadana. Eso pasa por no consultar nuestras realidades, y pasa en todos los sectores. También van a arreglar las puertas automáticas. Esperemos que aminoren el problema y que llegue a controlarlo. El gerente de Transmilenio incluso propuso la sanción social de pedir que no se contrate a las personas que se registren en flagrancia cometiendo evasión; un empleador debería considerar que un evasor es un mal ciudadano y que no es un buen candidato a ser un buen trabajador, pero el gerente tendría problemas con el derecho fundamental al trabajo si sigue promoviendo esta lógica.

¿Y la Policía? No tenemos suficientes policías y tampoco se puede arriesgar a unos jóvenes con poco entrenamiento a que sean atacados por gente solidaria en la evasión que emerge en un momento crítico de aprensión de evasores. Es decir, nada menos que el Estado llegó a su nivel de impotencia. Solo basta ir a cualquier estación del sistema de transporte y ver estas escenas tan retadoras, para saber que es así. Muy grave.

En especial porque el retorno a una verdadera gobernabilidad, en este caso del equilibrio entre lo que el ciudadano sabe que debe hacer y lo que sabe que no se le permite hacer (por el bien de la sociedad a la que pertenece) es cientos de veces más difícil que el camino recorrido hasta haberla perdido. La desidia, la incompetencia, la falta de amor a la patria de todos los gobernantes anteriores es la única causa continuada que explica que hubiésemos llegado a esta triste realidad.

Es su turno, gobernantes actuales.

* @refonsecaz

Segunda Línea del Metro

Después de experimentar exitosamente con Transmilenio, dado que su capacidad estaba al limite, Bogotá desarrolló el metro. Según DNP, entre 2011 y 2015 los tiempos de viaje en Transmilenio aumentaron en 18.0%, el carril exclusivo en la Caracas tenia trancón. El centro ampliado era responsable del 50% de los 15.2 millones de viajes que ocurrían en 2015 y se estimaba que el metro duplicara la carga hasta 80.000 pasajeros sentido hora. Ahora, que esta en ejecución, el fantasma de la devaluación ronda el proyecto. Antes de iniciar la licitación de la segunda línea, sería bueno verificar que la primera esté garantizada. No queremos quedarnos sin el pan y sin el queso, papa nación no tiene con que pagar una equivocación.

Desde el DNP, trabajamos con el alcalde Petro, el Banco Mundial y el BID diseñando un trazado del metro. Sin embargo, para no repetir el error del metro de Medellín que, al no tener alimentadores, no canalizo suficientes pasajeros causando una tarifa excesivamente alta, se previó que el SITP, Regiotram, y Transmilenio fueran alimentadores del metro. No se debe permitir un tiquete de metro más caro que el de Transmilenio.

 

Los primeros presupuestos del metro se hicieron con una TRM de $1.975, con un valor estimado del proyecto de U$$ 7.601 millones. Naturalmente no todos los costos del proyecto son en dólares y para el momento de adjudicación ya la TRM estaba en 3.479. La estructuración del contrato contempla un mecanismo de pago en dólares de hasta de US$1.000 millones para mitigación de riesgo cambiario, que, disminuye el riesgo de que el contratista deje el proyecto abandonado. Tan útil como es esta clausula, nadie esperaba una devaluación que superara el 30%. Ya cubrir con esta obligación es $2.43 billones mas onerosa por cambios en la moneda.

Solo el material rodante, el cual es importado, en octubre de 2014 se estimaba en US$591 millones o $1.17 billones, en la fecha de adjudicación subió a $2.05 billones y hoy ese monto es $2.96 billones. En otras palabras, solo este componente, tomando en cuenta la inflación y la escasez de capacidad, podría subir el valor podría mas haya de los $1.1 billones. El problema es que entre 38-40% de los insumos del proyecto son importados, lo cual puede significar mayores costos de $11.6 billones. La cláusula de riesgo puede absorber parte, pero quedarían pendientes más de $6 billones por resolver con un dólar a $5.000.

Para el Regiotram, los retos son diferentes, dado que todos los pagos al contratista son en pesos. En un acto para destacar de gerencia publica, la gobernación de Cundinamarca logro introducir en el contrato expresamente que la totalidad de costo adicional de la devaluación debería ser asumido por el contratista. Si bien pueden dejar el proyecto abandonado, es diferente uno demandar por incumplimiento a ser demandado por desequilibrio.

Estas cuentas de servilleta, son relevantes para que se le de una solución de movilidad a los Bogotanos. Nadie niega la importancia de la segunda línea del metro, es necesaria, pero es fundamental un alto en camino para verificar que no quedemos con dos huecos. Como mínimo se podría reforzar la estrategia de coberturas cambiarias del actual proyecto. Ya las cosas están duras, pero ¿qué pasa si acabamos con dólar a 6.000?