“Impulsos”, la danza al desnudo

La compañía L´Explose dirigida por Tino Fernández, desde el 2009, viene trabajando en conjunto con El Teatro Nacional para cumplir, como expresa Fernández, “el sueño de hacer realmente un festival específico de danza”, Impulsos.

Obteniendo un papel protagónico durante el año, el III Festival Impulsos se ha convertido en plataforma de exhibición de los mejores y los más recientes trabajos artísticos de Colombia y de otras partes del mundo.

Performance, danza-teatro, danza contemporánea, danza interactiva e “impro-danza”, son los géneros de esta tercera versión que incita a la capital, cada dos años, a vivir, sentir y vibrar con la danza.

Francia, Estados Unidos, México, Argentina, Ecuador, Uruguay, Costa Rica y por supuesto Colombia, presentarán las propuestas más arriesgadas e innovadoras que cautivarán al público con su particular manera de entender el mundo a través del cuerpo.

Tino Fernández, bailarín y coreógrafo, y Juliana Reyes, dramaturga, los dos co-directores de la compañía L´Explose, hablaron con ConfidencialColombia sobre este tercer festival, que particularmente asume la desnudez y la piel como instrumento para relatar múltiples historias que van más allá de la sensualidad.

Confidencia Colombia: ¿Es una casualidad que la mayoría de las compañías de Colombia y otros países, tomen la desnudez como forma fundamental para contar sus historias o es una temática del festival?.

Juliana Reyes: El festival si tiene un interés en la desnudez, incluso más que en la desnudez en el cuerpo como materia. Hay una inclinación particular en la piel como forma de plantear múltiples relatos y por eso escogimos las compañías que participan este año.

Tino Fernández: Prácticamente todas las compañías que vienen tratan el cuerpo como un medio de contar, el cuerpo puro, como es. En Europa, Francia, ya han pasado por esa etapa. Nosotros en Latinoamérica quizás hasta ahora estamos rompiendo esos tabús, ese miedo de mostrar el cuerpo.

La desnudez va mas allá de la sensualidad. Lo que esta planteando es una animalidad extremadamente estética como es el caso de Daniel Abreu que vamos a poder ver en el festival.

C.C.: ¿Para ustedes qué hay más allá de mostrar el cuerpo sin tapujos?, ¿Qué aspiran transmitir con este tipo de propuestas?

J.R.: Los países que han sufrido guerras y momentos muy violentos como Colombia tienen cierta mirada sobre el cuerpo pasajera, no hay un valor sobre el cuerpo y sobre la vida y creo que reivindicar el cuerpo, la desnudez, la carne es también reivindicar la vida. El cuerpo tiene una razón de ser y tiene un lugar en el mundo. En el momento que valoramos el cuerpo valoramos la vida.

T.F.: Valorar el cuerpo como propio como autónomo y no dejarlo al servicio o al maltrato de los demás. No solamente habrán reflecciones sobre la desnudez sino mucho humor.

C.C.: ¿Consideran que todavía existen tabús en la sociedad respecto al cuerpo y la desnudez?

T.F.: La desnudez la hemos visto y la seguiremos viendo en el arte. Sí hay una especie de tabú con respecto la religión. Todos los que tocan el tema de la religión provocan en el público colombiano y europeo una actitud un poco más arisca, y lo digo concretamente por una de nuestras últimas obras “Diario de una crucifixión” donde se hace una reflexión sobre el cuerpo en la religión planteando también un cuerpo desnudo. Lo que hemos comprobado es que la gente quizás no protesta y no lucha sino que intenta no ver.

J.R.: Tabú con el cuerpo en Colombia no tenemos, aquí todo se vende con él.

C.C.: ¿Podrían este tipo de propuestas ser motivo de escándalo?

T.F.: Yo creo que esto no va a ser un motivo de escándalo y tampoco estamos inventando el agua tibia. Quizás lo que van a poder ver son los genitales como tal en gran parte de las obras pero es algo que va más allá. Es más peligroso aquello que se esconde que lo que no se esconde.

C.C.: ¿Qué otros componentes además de la desnudez fueron considerados durante la selección?

J.R.: Nosotros hemos intentado cerrar y limitar lo que creemos puede ser lo contemporáneo, que termina siendo caprichoso. Buscamos espectáculos que tuvieran propuestas novedosas, algo que decir, que no fueran simplemente un deleitarse con la danza, que esta bien, y si era solamente el deleitarse con la danza que fuera asumido hasta el final, buscamos propuestas que fueran contundentes y que no hubieran sido presentadas con anterioridad para que el festival sirva de vitrina.

T.F.: Lo más fuerte que viene es la juventud, lo hemos podido ver con uno de los grupos que más ha llamado la atención, el grupo Carretel, un grupo de muchachos con 20 años que acaban de salir de la universidad y tiene otra forma de contar que no corresponde con la de hace 5 años. Lo mismo en Medellín, grupos que a pesar de lo problemático y lo duro que puede ser la violencia en su ciudad, están utilizando nuevas formas de contar.

C.C: “En Otra Parte”, obra de la compañía L´Explose y la que hizo el lanzamiento oficial del festival, tiene como escena final la desnudez de todos los bailarines incluso la del director, ¿Cómo fue el proceso de trabajo y de elaboración de la misma?

T.F.: La desnudes del final de la obra fue algo que vino poco a poco, mientras hablamos de desprenderse, de la diversidad, de las diferencias, fue algo que vino naturalmente. Fue más un reto para mí y para una de las integrantes del grupo de españoles que es de mi edad. Mostrar un cuerpo que envejece que ya no es del bailarín de 20 años que es perfecto, trabajado, era necesario porque la belleza no esta solamente en ese cuerpo sino que esta también en un cuerpo adulto, un cuerpo que esta envejeciendo. Yo creo que el mayor reto fue ese, romper el tabú y decir ¡hay que mostrar la vejez!, ¡hay que mostrar la madurez!.

J.R.: A la escena final le hicimos un ajuste ahora que remontamos la obra. Así los bailarines trabajen libremente con el cuerpo, tienen pudor. El trabajo de la escena final tocó dejarlo para último momento porque ninguno quería llegar a la desnudez total. Pero creo que en ese pudor hay una fragilidad que se vuelve interesante para el espectador. Siempre que hay vulnerabilidad en el interprete hay conexión con el espectador.

T.F: Es más interesante un cuerpo en el pudor que un cuerpo en la excitación.

C.C.: ¿Desde la dramaturgia cómo ha sido su experiencia con Tino Fernández y la compañía?

J.R.: Gran parte de lo que soy ahora se lo debo a mi trabajo todos estos años con la compañía, creo que todos hemos crecido juntos. Cada creación ha sido la posibilidad de aprender algo nuevo. Todos estos años me han servido fundamentalmente para entrenar la mirada, para intentar ver qué hay al interior de un bailarín, intentar ver lo invisible. Con Tino hay un montón de comprensión no dicha, donde ya no tenemos que hablar tanto para saber que esta pensando el otro, nos intuímos. Eso nos ha servido para evolucionar juntos donde mi labor y su labor se han ido fundiendo.

Lo que me ha gustado del trabajo con Tino es que siempre se ha buscado enaltecer la diferencia, que los bailarines no se vean todos iguales, que las personas se vean y que nuestro trabajo se reivindique, que lo diferentes que somos sirva para construir. Enaltecer la diferencia ha sido la clave.

Desde el 22 de mayo y hasta el 1 de junio 7 países, 17 compañías, casi 100 artístas invitados, 3 salas, más de 20 funciones, talleres y conferencias especializadas tendrán lugar en Bogotá pera presentar lo mejor de la danza de Colombia y el mundo.

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