El telón pintado en 1944 por Salvador Dalí, en Nueva York, para su versión de Tristán e Isolda en el ballet paranóico Tristan Fou con coreografía de Massine, llegó a la capital colombiana para hacer parte de la obra La Verità, de la Compagnia Finzi Pasca.
Un telón abandonado en una caja de madera en un teatro, es una pieza única y peculiar. Y más aún cuándo este telón fue pintado en 1944 por Salvador Dalí, en Nueva York, para su versión de Tristán e Isolda en el ballet paranóico Tristan Fou con coreografía de Massine.
Ese telón hallado recientemente es usado en esta creación de la Compagnia Finzi Pasca, que se estructura en forma de vodevil y en la que trece artistas nos hacen creer que cualquier cosa puede ser real.
Este desfile de cuadros vivientes que se enfatiza con el cambio de telones, incluyendo la invaluable obra de Dalí, es una revista circense luminosa, vital, ensoñadora y melancólica, en la que acróbatas, contorsionistas, clowns, músicos y equilibristas fusionan el teatro con el circo. Los espectadores de La veritá encontrarán una plástica que está permeada por el surrealismo de Dalí y por la realidad de los inmigrantes europeos que llegaban a Nueva York en los años cuarenta.
En las escenas de esta pieza se destaca el carácter poético que ya hemos visto en espectáculos de esta compañía como Donka, Rain o Ícaro. Al final en la memoria de los asistentes quedará la sensación de haber presenciado un espectáculo único. Danielle Finzi Pasca, director, dramaturgo, coreógrafo y clown, es uno de los directores más prestigios de Europa en la actualidad y fue el responsable del montaje de la ceremonia de clausura de los XX Juegos Olímpicos de Invierno, en Turín, 2006.
