Por: Enrique Castañeda
En entrevista para el diario El Tiempo, el senador de Cambio Radical, David Luna, puso la lupa al uso que se le da a las redes sociales para tratar ciertos temas relacionados con la política, economía, etc., y que hacen parte de la vida diaria de un país.
El primer tema al que se refirió el Senador Luna es la incidencia de las redes sociales en problemáticas tan graves como el bullying, el suicidio e incluso el abuso sexual. Aseguró que “las redes sociales no han sido lo suficientemente precavidas para ‘entrenar’ a sus algoritmos. Y al no entrenarlos acertadamente, en algunos casos promueven el conocimiento o, en su defecto, la acción, por ejemplo, de un pedófilo, o del bullying a un niño, o de un racista que agrede a una persona por su condición racial”.
Afirmó que los algoritmos deben ser entrenados sin ningún tipo de “sesgo” para no potenciar conductas tan aberrantes como la pedofilia, el bullying, y el racismo en las redes sociales.
A la pregunta si las redes sociales están diseñadas deliberadamente para potenciar ese tipo de fenómenos, el senador bogotano respondió “No, no intencionalmente, pero sí está sucediendo porque, lamentablemente, quien entrena el algoritmo es un ser humano que muchas veces tiene sesgos o prejuicios”. Y complementó citando el siguiente ejemplo “Hay un caso de un algoritmo que estudiaba créditos financieros en los Estados Unidos y tendía a negárselos a las personas negras. Había sido diseñado por hombres blancos”.
Ante la inquietud de si se deben tomar acciones para proteger a los niños, niñas y adolescentes Luna Sánchez fue muy enfático en que por encima del negocio de las redes sociales esta la responsabilidad social de las empresas. Y se refirió al que el nuevo reto de las plataformas es entrenar al algoritmo con un marco ético, y aseguró que Colombia debe empezar a tratar este tema en el Congreso lo antes posible.
Respecto a la citación por parte del Congreso de EE. UU, para hablar de regulación de las redes sociales, sin llegar a la vulneración de la libertad de expresión, ni el acceso a la información, así lo explico el congresista: “Totalmente de acuerdo. Hay que proteger la libertad de expresión y el acceso a la información, esa debe ser una prioridad de toda sociedad. ¿Pero cómo, sin ir en desmedro de esas dos tareas, se puede avanzar? Pues, obviamente, que se aprueben los marcos éticos. O sea que se les diga a las compañías tecnológicas que tienen que tener en cuenta la diversidad racial, la diversidad de género, la diversidad sexual, y, obviamente, que haya profesionales distintos a los ingenieros. Por ejemplo, hay que incluir dentro del personal de las tecnológicas a filósofos, antropólogos, politólogos y, por supuesto, a psiquiatras y psicólogos, porque son finalmente personas que conocen el comportamiento del ser humano y pueden entrenar al algoritmo”.