Las máquinas tragamonedas han sido un objeto de transformación que se acomoda a distintas épocas sin perder su esencia. Estos cambios vinieron de la mano de los avances tecnológicos y de la coyuntura de la cotidianidad. Tal es así que hoy en día no es necesario trasladarse a un casino para satisfacer la emoción de jugar una ronda.
En su comienzo, las máquinas tragamonedas se crearon con el objetivo de hacer más divertidas las filas en los supermercados. Las personas jugaban rondas rápidas mientras los atendían. No obstante, el fenómeno que inició en el siglo XIX, se convirtió en el objeto insignia de los casinos en el mundo.
Por ejemplo, en Las Vegas la bienvenida la dan estas máquinas e incluso ya hay presencia de ellas en entornos más cotidianos por fuera del espacio de un casino. El viaje de las tragamonedas comenzó con la experiencia de la palanca mecánica en su primer modelo, pero actualmente existen algunas que ofrecen una experiencia de inmersión que ya llegó al 4D.
A las tragamonedas mecánicas le siguieron, la electromecánica en los 60 y el video se integró en 1976 hecha por Fortune Coin Co. Ya la máquina no era una alternativa para hacer filas divertidas, sino que se integró a la vida de los ciudadanos. Además, ya no se jugaba de pie porque se les implementó un asiento para hacer del juego algo más cómodo.
La llegada de la tecnología en el siglo pasado no solamente permitió que se pasara de la popular palanca a un botón. Con el nuevo avance, los jugadores empezaron a tener nuevos modelos de recompensa y promociones que hacían de las tragamonedas una modalidad de juego más divertida. Además se implementaron gráficos más coloridos y de mejor calidad gracias a las pantallas LED.
Tragamonedas en el espacio virtual
Con el nuevo milenio, y gracias al ‘boom’ de las redes sociales, cada persona podía tener un casino al alcance de su mano, y con él una tragamonedas virtual. Estos casinos comenzaron siendo un pasatiempo que le permitía al jugador gastar créditos virtuales, pero que para poder jugar más tiempo y tener una experiencia más completa les permitía invertir pequeños montos de dinero en cada ronda.
El software desarrollado para las tragamonedas virtuales hizo que los jugadores de este entorno tuvieran más y mejores opciones. La dinámica del juego por esta vía se acrecentó progresivamente, pero gracias a la pandemia se convirtió en una nueva tendencia.
Auge en la pandemia
El confinamiento derivado de la pandemia del Covid-19 cerró los casinos en espacio físico, pero le abrió una oportunidad muy grande a las salas de casino virtuales. Aunque la afluencia decreció en espacios físicos, la tecnología dio pie para que se fortaleciera la industria del casino digital. Este movimiento atrajo a un público rejuvenecido que ganó interés por las tragamonedas.
Cada jugador podía seguir teniendo la misma emoción que tenía en los casinos desde su ‘smartphone’, computador o ‘tablet’. En muchos casos se crearon comunidades para tener una experiencia de juego de tragamonedas más fraternal, a pesar de que los jugadores estuvieran a cientos y miles de kilómetros de distancia.
Realidad virtual
Con el desarrollo de la realidad virtual, el avance de las tragamonedas llegó a una nueva dimensión. Con gráficas inmersivas, solamente era necesario un casco con esta tecnología para que el jugador viviera una experiencia más cercana con esta máquina en un espacio tan infinito como del de la realidad virtual, pero tan práctico que cabía en un casco.
La realidad virtual también les permitía a los jugadores interactuar con más personas mientras jugaban. Ahora, el casino se limitaba a un casco que le generaba gráficos en tercera dimensión para hacer mucho más cómoda la experiencia de apostar.
La posibilidad de esta tecnología llegó al punto que varios estudios diseñaron su propio videojuego de tragamonedas con realidad virtual. Esto surgió como una alternativa que no necesitaba de conexión online para llevarse a cabo.
Máquinas 4D
Después de la realidad virtual, la industria de los casinos sacó a los jugadores de los cascos que tenía esta tecnología para ofrecer una experiencia más emocionante. La mayoría de las tragamonedas en 4D se desarrollaban en espacios físicos que constan de una cabina oscura y la máquina.
Una vez el jugador acceda a la tragamonedas en 4D, podrá experimentar una vivencia sensorial que conecta el tacto, la escucha y la visión. Ya no era necesario tener gafas de 3D o cascos para vivir la experiencia inmersiva. La cabina constará de una pantalla curvada de más de 50 pulgadas para mejorar la experiencia.
Gracias a un sistema de cámaras gestuales, el jugador puede tener la sensación de ver los objetos de las tragamonedas en tercera dimensión. Sin embargo, lo que realmente le da un plus a la experiencia es la emisión de ondas de sonido de alta frecuencia que permite que el jugador tenga la sensación de que puede sentir y tocar los objetos en su mano.
La máquina tragamonedas sigue siendo la reina en los casinos del mundo, ya sean en espacio físico o en espacios virtuales. Con la inteligencia artificial, se prevé que su funcionamiento adquiera más y mejores atributos que estén encaminados a hacer más emocionante y cómoda la experiencia de jugarla.
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