La experta argentina Aldana Duhalde, jurado internacional de premios especializados en televisión infantil, docente, consultora, guionista, productora, conductora de programas en radio y televisión y miembro de la comunidad Prix Jenuesse, llegó a Colombia para mostrar la perspectiva con la que los niños y jóvenes de hoy ven la televisión y entienden el mundo. [Entrevista]
Aldana fue la invitada a dictar el 4º. Seminario MaguaRed, del Ministerio de Cultura, que se adelantó el 11 de agosto en la Biblioteca Nacional de Bogotá. Allí compartió con padres de familia, cuidadores, maestros, creadores de contenidos y otras personas interesadas.
El tema central del seminario de esta red social gratuita, fue la perspectiva de los niños y las niñas al ver televisión y cómo entienden el mundo. Una forma de acercarse a “ver” como ellos y ellas, una oportunidad para hablar sobre el audiovisual y los niños, el acercamiento de los bienes culturales a ellos y en particular de los materiales audiovisuales.
Aldana Duhalde se refirió al tema que trató en el cuarto Seminario MaguaRed:
El televisor siempre ha sido visto como un enemigo, aunque los padres suelen dejar a sus niños ver las telenovelas a su lado. ¿Cómo volverlo un aliado?
Siento que esto está cambiando, y personalmente, tampoco subestimaría a las telenovelas. Brasil ha sido el primer país en mostrarnos claramente que a través del melodrama pueden desarrollarse campañas de salud, prevención, convivencia, mucho más efectivas y placenteras que las que pueden realizarse en ámbitos más formales.
El punto es buscar el equilibrio entre todas nuestras posibilidades de aprendizaje y entretención. Hay que buscarle la vuelta y no tenerle miedo a ningún contenido, ningún tema, ningún estímulo. El aire libre y la pantalla. La lectura tradicional y la lectura audiovisual. El juego y la percepción de mensajes diseñados por otros.
Pero comprendo que lo difícil es establecer esta línea de equilibrio, ¿quién dice basta a la tele, es hora de salir? ¿Hay algún lugar seguro donde salir? ¿Hay alguien cerca con quién dialogar de lo que vemos? Para lograr estas alternativas, atractivas, variadas y diversas, tenemos que trabajar como sociedad.
¿Cómo realizadora de TV cómo sabe qué quieren los niños para luego plasmarlo en contenidos?
Con mucha observación, mucha investigación, mucha lectura de autores que lo han investigado. Mucho visionado de materiales que han funcionado en diversas culturas, mucha participación en festivales… pero sobre todo con una gran cuota de intuición.
¿Qué les parece “aburrido” a los niños de hoy?
Las historias que escatiman en el desarrollo de la dimensión sensorial y estética de los relatos, sean ficción o no ficción. Pero fundamentalmente el buen manejo narrativo de la emoción, en todas sus acepciones, sigue siendo el factor clave para “atrapar” a estos brillantes espectadores.
¿Qué opinión le merece el canal Señal Colombia y su programación infantil?
Lo que más me gusta de Señal Colombia es la capacidad de autocrítica y su búsqueda incansable por acercarse al mundo desde la perspectiva de los niños/as. Manifiesta la clara intención de profesionalizar la realización de materiales audiovisuales para niños/as en todos sus aspectos. Y de integrar a Colombia como un todo, resultado de las mil Colombias y las mil infancias que la conforman. Mejora sustancialmente año a año, y no lo digo yo, lo dicen los constantes reconocimientos internacionales, la venta de formatos, en fin, crece. Esto no es fácil y lo están haciendo bien.
Hay ciertos mensajes nuevos como lo medioambiental y el respeto a la diversidad, que no existían hace poco en los contenidos ¿estos logran cambiar actitudes a pesar de los entornos familiares en que vivan los niños?
Sí, son muy efectivos si están logrados. Si no son escolares. Si logran meter a los niños/as en historias que los convoquen y envuelvan. Qué les den esperanzas y que los coloquen en un lugar de responsabilidad compartida, festejando las capacidades y el poder que cada ser humano tiene más allá de su edad y situación.
Los contenidos de la TV de hoy para niños es distinta a la de hace 10 ó 20 años ¿el cambio se debe a los medios, a los cambios en sí de la sociedad o a la manera en que los niños asumen el mundo en este momento?
Cada uno de estos factores influye, se cruzan, es imposible aislarlos. De todas formas más allá de los cambios más estridentes, los que se ven a simple vista, hay cambios profundos, más sutiles que redefinen quiénes somos como seres humanos.
Si tuviera que sintetizar este cambio ahora, tomaría el siguiente concepto: hace 20 años nos comunicábamos, hoy “somos” comunicación y los niños lo saben mejor que nadie. En mayor o en menor grado, en el centro del ciclón o en la exclusión, por uso o por omisión.
Pero estar o no conectados y qué hacemos con esta posibilidad, repercute directamente en los contenidos que se nos ofrecen y que producimos desde las edades más tempranas. Estos son cambios sustanciales que conviven con la mejor o peor calidad en los contenidos que circulan.
En el fondo, la calidad en un contenido, aún atravesado por la manera o el medio por el cual nos llega, sigue estando regida por los parámetros de siempre: ¿es o no una buena idea?, ¿nos transforma?, ¿nos enriquece estéticamente?, ¿nos permite desplegar nuestra capacidad de comprender el mundo?, ¿nos abre a disfrutar del humor?, ¿nos despierta para vivir más humanamente?