El Gobierno de Venezuela ha mostrado este martes su rechazo al cuestionamiento del compromiso de las autoridades venezolanas en la lucha contra el terrorismo, después de que Estados Unidos incluyera a Caracas en un listado que recoge a un grupo de países que, según Washington, “no cooperan plenamente” en esta materia.
El Ministerio de Exteriores venezolano ha señalado que ha cumplido con “todas las obligaciones nacionales y multilaterales en esta sensible materia” y ha reiterado a Washington que “respete el Derecho Internacional y vuelva a la práctica de la diplomacia con el fin de fortalecer la estabilidad y la paz mundial”.
“Al utilizar un tema tan sensible como el terrorismo para lanzar acusaciones infundadas de carácter político, Estados Unidos demuestra su indolencia ante las millones de víctimas de este flagelo”, reza un comunicado.
El Ejecutivo liderado por Nicolás Maduro ha remarcado el “asombroso cinismo de quienes dieron refugio a terroristas confesos”, denunciando que “ahora pretenden calificar el compromiso de otros países en la lucha antiterrorista” cuando “sobran ejemplos de prácticas terroristas” contra la región “que han sido amparadas y alentadas desde Washington”.
“Además, el uso de la coerción como política exterior, sin importar el impacto de sus medidas sobre vidas humanas, constituye en sí una verdadera forma de terrorismo. Un tercio del planeta sufre hoy el terrorismo económico, político y financiero de Estados Unidos, que se ha convertido en un impedimento para el desarrollo y para la estabilidad mundial”, continúa la misiva.
En este sentido, las autoridades venezolanas han lamentado que “su infame guerra contra el terrorismo ha demostrado ser un doloroso fraude que le ha costado a la humanidad cerca de 4,5 millones de muertes y pérdidas de alrededor de 8.000 millones de dólares”, de forma que el resultado “ha sido exacerbar la inseguridad global y alentar la proliferación de grupos extremistas que tienen el odio como bandera”.
La lista, además de a Venezuela, incluye a Cuba, Corea del Norte, Irán y Siria, según consta en un documento firmado por el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, publicada el registro federal.