El indulto a 30 guerrilleros ha desencadenado una verdadera “guerra verbal” entre los voceros de la guerrilla y del Gobierno que adelantan los diálogos de paz en La Habana. “Es la hora en que las FARC comiencen a entender y a familiarizarse con la forma cómo actúa la democracia”, afirma Humberto de la Calle.
Hay malestar en el Gobierno por las recientes declaraciones de las FARC por el supuesto incumplimiento en la puesta en libertad de 30 guerrilleros antes de fin de año. Entre varios de los tweets sobre el tema algunos de los integrantes del equipo negociador de las FARC han dicho:
“¿Para qué quieren tener más tiempo los indultados en la Cárcel? Nada justifica nefasto proceder.”
“Burócratas celebrando con ron, baile y buena comida; mientras luchadores populares esperan una firma para salir en libertad. Hay indolencia.”
“En ninguna parte del mundo a un mini-indulto se le colocan tantas trabas. El Presidente ordena, ordena, pero nadie cumple. Peor en navidad.”
Trinos que el jefe de la delegación del Gobierno, Humberto de la Calle califica como un despropósito. En un texto titulado “2016, la paz mas allà de los acuerdos”, señala que “la incomprensión sobre el funcionamiento del Estado, la actitud permanente de descalificación de los funcionarios oficiales, en este caso de manera absolutamente injustificada, y esa postura combatiente permanente que se refugia en la agresividad con la falsa creencia de que sobre ella se edifica la dignidad de la guerrilla, convirtieron un gesto de confianza en una arbitraria e innecesaria guerra verbal totalmente contraproducente.”
De la Calle afirma que las FARC deben comenzar a entender y a familiarizarse con la democracia, refiriéndose a que los guerrilleros no han salido aún de prisión por trámites legales que exige la ley y no por falta de gestión del Gobierno.
En el texto publicado hoy Humberto de la Calle afirma: “el incidente permite un análisis cuyo contenido va mucho más allá de la coyuntura. En efecto, la agresividad de algún vocero de las FARC, la utilización de argumentos tan alejados de la verdad de los hechos que eran suficientemente conocidos por las FARC, la desmesura de lo dicho, la descalificación injustificada de los funcionarios del Gobierno y la falta de comprensión de las FARC sobre los mecanismos legales, permiten escribir una líneas con el propósito de inducir una reflexión sobre el futuro del proceso de paz.”
El equipo negociador de las FARC, en especial Rodrigo Granda, ha manifestado en varias ocasiones su inconformidad con el supuesto incumplimiento del indulto por parte del Gobierno. El Presidente Juan Manuel Santos ha manifestado a su equipo negociador el malestar por lo que está sucediendo.
Este episodio marca un momento delicado iniciando el año en el que supuestamente se firmará la paz con guerrilla de las FARC.
“Menospreciar el indulto, sin reconocer que es una decisión del gobierno que deja sin efecto fallos judiciales que para la sociedad desarmada han sido emitidos de manera legítima, insinúa un cierto enconchamiento espiritual. Atribuir cada paso legal a mala fe, desidia o hasta crueldad obscena, como la que atribuyó Granda a funcionarios respetables, es realmente un mal síntoma. Nadie de este lado debe esperar ni aspirar a aplausos de parte de las FARC. Pero la vieja táctica de pintar al antagonista como un sátrapa inmoral, en un caso en que, como dije, ha sido patente el apasionado deseo de servir eficazmente a la paz, es también una conducta digna de reproche.” Sostiene el jefe del equipo negociador del Gobierno Humberto de la Calle.