En Medellín, Barranquilla, Santa Marta, Ciénaga, Anserma Nuevo y Cartagena, fueron arrestadas diez personas entre ellos un ciudadano Holandés, pertenecientes a una organización de narcotráfico de gran escala. El CTI de la Fiscalía General de la Nación y la Armada Nacional estuvieron al frente de la operación a la que llamaron ‘Helios’.
Pasados dos años de investigaciones, la Fiscalía recolectó pruebas que demostrarían que los implicados pertenecen a una red de narcotráfico que delinque en la Costa Caribe colombiana y que envía clorhidrato de cocaína a Europa. Por esta razón, a los detenidos se les imputarán cargos por tráfico, fabricación o porte de estupefacientes y concierto para delinquir. Además fueron identificados los roles que cumplía cada uno de los presuntos integrantes.
Por solicitud de la Fiscalía, un juez de garantías legalizó las capturas de Levis Alexander Guerra Rojas, alias “Chavo”; William Alberto Medina Gutiérrez, alias “Ponky”; Johana Andrea Guevara Ramírez, alias “Joha”; Robert Vresweck; alias el “Mono”, “el Holandés” o “Hobby”; Eduardo Enrique Olmos Barrios, alias “Flash”; Carlos Raysh Utria, alias “Carlos” o “Ciénaga”; José Augusto Henao López, alias “Primo”; Yeimer Adolfo Silva Fuentes, alias “Yei, Pelo o Yuca”; Gustavo Barbosa Rodríguez, alias “Barbosa” y Jhonatan Stid Barbosa Silva, alias “Jhonatan”.
Alias ‘Chavo’, alias ‘Ciénaga’ y ‘Barbosa’ eran los principales inversionistas y coordinadores del ingreso de estupefacientes en los contenedores y buques, junto con ‘Ponky’, ‘Flash’, ‘Yei’ o ‘Pelo Yuca’. También, alias ‘el Primo’ y ‘Jhonatan’ coordinaban presuntamente el envío de la cocaína, mientras que alias ‘Joha’ al parecer se encargaba de organizar los viajes de los miembros de la organización. Alias ‘el Holandés’ servía de enlace.
Actualmente, la organización había realizado aproximadamente 18 envíos del estupefaciente y en ocho de estos, movilizaron más de dos toneladas en lanchas rápidas, barcos pesqueros y veleros, cuyos destinos fueron Panamá, Costa Rica y Honduras. Los otros 10 envíos salieron en embarcaciones mercantes que zarparon desde los puertos de la Costa Caribe colombiana con destino a Reino Unido, Bélgica y Holanda.
Los cargamentos, tenían un costo en el mercado internacional de $900 mil millones, y contaban con el aval del Clan del Golfo. Según lo establecido, esa organización criminal daba el permiso para sacar la droga del país.