Clase obrera sigue postrada después de 127 años

Los trabajadores colombianos afirmaron que tras 127 años, desde la huelga de Chicago en 1886 y a pesar de todos los esfuerzos desplegados por el movimiento sindical en el mundo y particularmente en Colombia se llega a esta fecha con un profundo deterioro de la clase trabajadora.

El presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT), Julio Roberto Gómez Esguerra, le dijo a Confidencial Colombia que de manera preocupante sigue haciendo curso la tercerización laboral y una informalidad de la economía que impacta al 54 ó 56 por ciento de la población económicamente activa.

Según el dirigente sindical, las tasas de desempleo, muy a pesar del triunfalismo del Gobierno están en dos dígitos y bastante lejos de resolverse. “Todos los fenómenos de tercerización laboral han impactado seriamente la calidad de vida de los trabajadores y han afectado la calidad del empleo”.

La CGT considera que el país está en medio de una situación absurda en materia de seguridad social toda vez que hay un sistema de salud que ha colapsado definitivamente. De igual manera hay anuncios de reforma pensional que lamentablemente no se concretan de manera positiva hacia los trabajadores.

“El panorama es oscuro y muy deteriorado, amén de un empobrecimiento absurdo del campesinado colombiano porque hay 12 millones de labriegos que viven, muchos de ellos, prácticamente en medio de la miseria, la violencia, los asedios de grupos armados como paramilitares, guerrilla, narcotráfico y de minas antipersona. No se trata de tener una visión fatalista de la situación sino objetiva de la realidad colombiana, de en donde estamos y para dónde va o se quiere conducir el país”, declaró Gómez.

Para el presidente de la CGT, dijo que el primero de mayo, si bien no es de celebración sino que conmemora a los mártires de Chicago, sigue siendo una fecha que hace reflexionar sobre la incertidumbre en materia laboral en donde sigue, lastimosamente, una nube negra.

“Actualmente necesitamos una seguridad social integral, requerimos políticas de empleo y una reforma social agraria integral y democrática. En su concepto Colombia adolece de más oportunidades para los jóvenes y mujeres así como de procesos de formalización laboral y de libertad sindical en donde se contempla el derecho a la negociación colectiva”, indicó.

Explicó que más en contra de, los trabajadores marcharán en función de un país totalmente distinto del que se tiene referencia actualmente. Para Gómez, la inclusión, la equidad y la probidad son los más grandes reclamos.

En el último año las balas criminales le quitaron la vida a no menos de 20 dirigentes sindicales, situación que demuestra que el país sigue en la lista de los más peligrosos del mundo para ejercer la actividad sindical.


De formalidad, poco

El Presidente de la CGT explicó que en Colombia una minoría tiene un contrato formal de trabajo porque si un 54 por ciento de la población económicamente activa está en la informalidad, con el agravante que entre 2.7 y tres millones de nacionales están en el desempleo abierto, a duras penas hay en Colombia siete millones de trabajadores en la formalidad, pero no siempre en las condiciones más dignas. “Esto significa que menos personas aportan a la seguridad social, a los sistemas universales, a la salud, pensiones y riesgos profesionales. Ese es el secreto de porque somos exitosos en el fracaso social”.


Cuentas que dan vergüenza

La Confederación Nacional del Trabajo manifestó su malestar por el triunfalismo del Gobierno que está convencido que todo está superado al no ser el tercer país más desigual del planeta. Agregó que entonces hay regocijo porque Colombia salió de la lista de los diez sin que se tenga certeza de donde salieron los datos o las cifras porque las acciones gubernamentales que están en desarrollo para atacar la pobreza son mínimas.

Contrario a Colombia, en América Latina hay países que han logrado la calidad laboral como es el caso de Uruguay, Brasil, Argentina y Chile en donde aumentaron las tasas de sindicalización y mejoró la calidad de vida de la población.

En Colombia, afirmó Gómez, la esclavitud no se quedó en el pasado porque hay personas que trabajan por menos del salario legal, sin condiciones mínimas de seguridad social y con horarios que acaban con la vida de los seres humanos.

“Estamos peor que en los tiempos de la esclavitud, porque al menos en ese tiempo, el amo se preocupaba porque el esclavo tuviera techo y comida para poderlo explotar mejor. Actualmente hay mucha gente que sobrevive en condiciones realmente indignas”, concluyó el señor Gómez Esguerra.