Economías latinoamericanas crecerán en 2014

El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que el crecimiento de las economías de América Latina y Caribe se acelere en 2014. No obstante, alerta de que podrían producirse más turbulencias en la región, dados los riesgos de deflación en las economías avanzadas y de turbulencia sostenida en los mercados emergentes.

El director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, recuerda en un comentario en su blog que la región crecerá en 2014 a un ritmo ligeramente más rápido que el año pasado, ya que, según sus últimas previsiones, el aumento del PIB pasará del 2,6% en 2013 al 3%.

En este sentido, señala que las tasas de crecimiento de la región seguirán siendo bajas en comparación con las tendencias históricas y advierte de que persisten riesgos a la baja para el crecimiento derivados de la situación de la economía mundial.

En concreto, apunta que el nivel muy bajo de inflación en las economías avanzadas podría causar una disminución de las expectativas de inflación, generando aumentos de las tasas de interés reales o deflación en estas economías. Asimismo, un crecimiento más débil en los mercados emergentes podría afectar negativamente a los mercados de materias primas.

Vemos que la economía mundial está experimentando grandes transiciones, como el traspaso del crecimiento de los mercados emergentes a los países avanzados, el repliegue de las medidas de estímulo en los países avanzados (y la decisión de la Reserva Federal de “retirar” las políticas monetarias extraordinariamente acomodaticias), y el reequilibrio de las fuentes de crecimiento en China. Cada uno de estos cambios puede plantear obstáculos que generen volatilidad, agrega.

Por este motivo, asegura que aún no es el momento para que las autoridades económicas de América Latina y el Caribe descansen tranquilas, e incide en que sigue siendo necesario recomponer los márgenes de política fiscal y utilizar la política monetaria y los tipos de cambio flexibles para absorber shocks cuando sea posible.

Asimismo, cree que en algunos países también sería útil reforzar los marcos de política económica a mediano plazo, y ve esencial prestar atención especial a las señales de tensión en los sistemas financieros.

Por último, es preciso poner en marcha reformas estructurales en el ámbito de la educación, la infraestructura y los mercados de trabajo y de productos en toda la región, incluido Estados Unidos, para avanzar a un ritmo de crecimiento más vigoroso y sostenible a largo plazo, añade.