Las recientes declaraciones ante medios nacionales de la gerente de Camacol en Bogotá, Marta Moreno, dejaron entrever una crisis que vive la construcción de la vivienda, no solo en la capital de Colombia, sino en varias regiones del país.
Algunos de los principales temas que destacó Moreno fueron el decrecimiento en un 25% de la edificación en este sector; la reducción de licencias de construcción en 37%; y el déficit de territorio para el desarrollo de VIP (Viviendas de Interés Prioritario) y VIS (Viviendas de Interés Social).
Sumado a ello, el viceministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, señaló que la construcción en la capital está llegando a una “parálisis” y comienza a afectar otros indicadores de la economía de la capital. En especial, porque solo esta región de Colombia representa cerca del 45% de la construcción nacional.
Y frente a esta tendencia a la baja, empresarios del sector que LR consultó apoyaron la idea de que sí hay una crisis en la construcción y pidieron a las autoridades locales tomar rápidamente medidas.
Gabriel Díaz, presidente del Grupo Oikos, aseguró que “efectivamente, sí hay una crisis por varios factores que han atemorizado a los constructores, como el encarecimiento de los terrenos”. Igualmente, el empresario explicó que la tendencia de edificación se está extendiendo principalmente a las afueras de Bogotá, aumentando en localidades como Bosa y Soacha, entre otros.
“Nosotros acabamos de iniciar un proyecto en Hayuelos y nos ha ido bien. Eso no significa que no haya crisis; significa que es un sector residencial y cercano al centro comercial”, dijo Díaz.
Por su parte, Carlos Alberto Serna, presidente de Espacios Urbanos, explicó que en Colombia, debido a esta tendencia, se ha creado un temor ante la posible llegada de una burbuja en el sector inmobiliario.
“Se habla sobre la burbuja inmobiliaria, porque ha habido un aumento de precios de la edificación. El escenario se ha tornado inseguro para los empresarios porque ha llegado a afectar no solo a la vivienda, sino también a terrenos para bodegas, oficinas y demás”, dijo Serna.
Los empresarias también hicieron mención de algunas razones que se han identificado.
“La escasez de tierra para desarrollar construcciones está golpeando los precios de los terrenos a unos niveles que ha llegado a impactar los valores de venta del cuadrado construido. Tal es la situación que, hace algunos años, el valor del lote pesaba el 8% sobre las ventas totales, mientras que hoy en día el costo está sobre el 20%”, argumentó Serna.
Debido a esta escasez, se generan dos consecuencias: primero, suben los precios de las construcciones terminadas y, segundo, disminuye la demanda por los altos costos.
Pero ahí no termina la cadena, pues debido a la reducción de la demanda, también disminuyen, con el tiempo, los proyectos y plazas laborales, con lo cual, a su vez, aumenta el desempleo en el país.
Ante ello, cabe tener en cuenta que, según lo explicado por Camacol, cerca del 7% del empleo en Bogotá, es decir unos 270.000 trabajos, estarían en riesgo.
Por su parte, Moreno explicó que “el distrito, y viene amarrado a administraciones pasadas, no ha logrado articular y crear una norma que genere estabilidad jurídica y estabilidad económica para el ejercicio de la actividad”.
Otros temas como la ‘tramitología’ para gestionar licencias, y “lo complicado que han llegado a ser los procedimientos”, se han convertido en inconvenientes para las firmas constructoras, según explicó Díaz.
Y aunque las tendencias se han presentado en varias regiones del país, departamentos como Huila han obtenido mejores resultados.
Johanna González, gerente de la regional de Camacol en ese departamento, aseguró que “mientras que en otras ciudades se evidencia un decrecimiento, acá estamos positivos y en algunos casos hacemos tarea de vigilancia para identificar casos que nos pongan en alerta”.
Según las cifras entregadas por la gerente, durante el mes de julio, el crecimiento del sector estuvo en 14%, frente al mismo período en el año pasado.
Sin embargo, la región también presentó una desaceleración durante el primer semestre del 9%. “Aunque no es un decrecimiento tan abrupto como en otras ciudades, hay que estar atentos”, dijo la gerente.
Así mismo, González explicó que al ser Neiva una ciudad intermedia, estas cifras están sujetas a que las medidas del Gobierno y las regulaciones al sector de la construcción se toman cerca de seis o siete meses para llegar a impactar en la región. “En ese tiempo tomamos las medidas necesarias, teniendo en cuenta cómo le fue a otras ciudades”.
disminuyen VIS y VIP
Una de las principales preocupaciones de la reducción de viviendas es el impacto que está teniendo en la construcción de VIS y VIP, fundamentales para la reducción de la pobreza y el acceso a colombianos de bajos recursos.
Según lo dicho en el Concejo de Bogotá por el ministro de Vivienda, Germán Vargas Lleras, con 297 VIP y 2.600 en VIS, “la ciudad registra el mayor indicador de déficit habitacional en el país” y le hizo un llamado al alcalde local, Gustavo Petro, para tomar medidas en el tema y permitir que Bogotá participe dentro del proyecto de las 100.000 viviendas de interés prioritario. A este llamado se sumaron los empresarios del sector.
Reurbanizar la ciudad sería una solución
La escasez de espacios para construir en Bogotá ha llevado a que las firmas constructoras comiencen a pensar en nuevas opciones para el desarrollo de sus actividades. Es así como la reurbanización de la ciudad se ha convertido en una opción para acabar con este déficit y abrir nuevos terrenos para la construcción. “Bogotá tiene que buscar instrumentos que permitan la renovación urbana y un nuevo desarrollo de muchas áreas. Las ciudades deben ser densas, compactas e integradas con la región”, explicó Carlos Alberto Serna, presidente de Espacios Urbanos. El empresario también utilizó el ejemplo de reurbanización de Medellín, en donde se están reconstruyendo sobre zonas degradadas y barrios completos, como un modelo para las demás ciudades del país.
Las opiniones
Gabriel Díaz
Presidente del Grupo Oikos
“Efectivamente, sí hay una crisis porque hay varios factores que han atemorizado a los constructores, como el encarecimiento de terrenos”.
Johanna González
Gerente de Camacol Huila
“Durante el primer semestre presentamos una desaceleración del 9%, aunque en julio crecimos un 14% en construcción de viviendas”.